miércoles, 2 de diciembre de 2015

BREVE REFLEXIÓN SOBRE EL NEUTROVACÍO

BREVE REFLEXIÓN SOBRE EL NEUTROVACÍO
Gustavo Flores Quelopana
Sociedad Peruana de Filosofía
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Estimado Enrique Alvarez Vita (Kiko), en tu última comunicación escribes:"...mi teoría del Neutrovacío, inspirada más bien en el taoísmo que es ateo, me encuentro con que matemáticamente debe ser un estado con entropía nula y por consiguiente ordenado, más allá de lo fenoménico, con características que guardan analogía con las cualidades que se le atribuyen a Dios como ente nouménico. Lo noménico es perfectamente ordenado, consciencia y voluntad pura, pero es inútil sin lo fenoménico, y viceversa. No es un Dios que da origen al Universo solamente, sino un Dios que también es originado por el Universo, no existe el uno sin el otro, se requieren mutuamente, son las dos caras de una misma moneda, la moneda es la realidad. Si eres ateo, ¿que Dios es causa y efecto a la vez? Ninguno, es una herejía. Si no eres ateo, es tiempo de que replantees tu concepto de Dios."  

Yo quisiera hacer algunas reflexiones al respecto.
En primer lugar sobre el taoísmo. Es cierto que existe una interpretación atea del taoísmo pero no es la única. Sólo en aras de la síntesis enumeraré cinco: 1. Tao es el conjunto de ideas metafísicas y místicas (opinión común); 2. Tao es material y no es espiritual (Wieger); 3. Tao es lo que produce el ser y la nada (Ferrater Mora); 4. Tao no es cosa es ser y no ser (Fun Yu Lan); y 5. Tao es la unidad primordial que puede compararse con el centro del círculo o de la esfera.

Como se observa la opinión 3 permite una comprensión religiosa y no atea del tao y explica por qué al período cosmológico de Lao Tsé siguió el período antropológico de Yu Ben, Yan Chu y Sun Tsian, y a éste le sucedió el período religioso y devocional a partir del siglo I de nuestra era. Es cierto que la interpretación atea y materialista fue fortalecida por doctrinas materialistas chinas como Van Chu y otros, pero no es la única interpretación posible del tao.

Por consiguiente para ser más precisos es necesario decir que tu teoría se inspira en una interpretación atea del tao, que no es la única. Cosa muy diferente a decir sin matices que se basa en el taoísmo.

En segundo lugar sobre el estado de entropía nula. La interpretación de la misma se bifurca en varios sentidos: 1. orden fenoménico, 2. orden nouménico, 3. orden actual, 4. orden potencial, 5. sin orden ni desorden manifiesto en un estado que sin ser la nada es algo mínimamente existente. No descarto que puedan darse más opciones. Tu interpretación asume la alternativa 2, pero tampoco es la única posible. Por ejemplo, la interpretación de la entropía nula como orden potencial deja abierta la posibilidad de un Dios personal por encima de todo orden existente y posible del ser y de la nada. 

En tercer lugar la identificación entre entropía nula, en sentido de orden fenoménico, con dios. Esta afirmación equivale a sostener la idea de dios como fundamento del mundo, pero como un fundamento que trasciende lo fenoménico y que reina a sus anchas en un orden trascendente. Esta característica trascendente no implica necesariamente providencia ni voluntad personal. Es decir, aquí se trata nuevamente de una opción personal por una divinidad impersonal cuya cara trascendente es el revés de su manifestación inmanente.

En cuarto lugar sobre la identificación de dios con el universo. Esta afirmación se remonta al panteísmo metafísico de los Upanishads y en Occidente se expresa estoicos, averroístas, renacentistas, en la filosofía de Spinoza, Schelling y Hegel. El fundamento común de todas ellas es la acentuación exclusiva de la idea metafísica de Dios en desmedro de la acentuación existencial y personal de Dios. Al identificar a Dios con un absoluto metafísico se le despersonaliza y con ello queda expedito para una identificación con la Naturaleza. Por eso el panteísmo acosmista estima a Dios como energía o alma del mundo, mientras que el panteísmo ateo estima a Dios como la Naturaleza. En tu caso se trata de una opción personal por un panteísmo ateo que coloca el acento sobre el mundo o la naturaleza.

De este breve análisis se deriva una conclusión y una pregunta. La conclusión es que en la interpretación metafísico-religiosa de tus ecuaciones sobre la entropía nula del Neutrovacío optas deliberadamente por una interpretación atea del taoísmo, una opinión por el orden nouménico en la entropía nula, la elección por la divinidad impersonal y, finalmente, la asunción de un tipo de panteísmo específico, a saber, el panteísmo ateo.

La pregunta concierne a la legitimidad de dicha opción interpretativa. Lo formularemos en forma de pregunta: ¿Puede una energía ciega y sin voluntad deliberada producir un Universo tan racionalmente ordenado y complejo? ¿cuál fue el origen de dicha energía y por qué existe? ¿tiene sentido tal derroche de energía sin algún propósito inteligente? ¿una energía sin propósito puede generar un universo con sentido de finalidad?

Como vemos las dificultades del panteísmo (ateo y acosmista) a estas preguntas límites son tan grandes que una respuesta coherente rompe el marco no creyente que lo fundamenta y revela más bien una voluntad de negación de un Dios personal al cual se debe rendir cuentas.

Lima, Salamanca 2 de diciembre 2015

2 comentarios:

  1. Apreciado Kiko:
    Gracias por la respuesta. Y es muy aleccionadora porque me hizo ver que no tuve en cuenta a los miembros del Foro y me enfoqué -quizá erróneamente- en un diálogo bilateral. En segundo lugar porque pienso que la voluntad y consciencia pura de naturaleza nouménica, inferido del Neutrovacío como estado nouménico completamente ordenado, se corresponde en lenguaje cristiano católico con el Dios-Padre mientras que el Dios-Hijo y Espíritu Santo conservan la doble naturaleza nouménica-fenoménica. ideas muy sugerentes. Por lo demás, agradezco que tomes la sugerencia de dejar el debate para madurar más ideas.
    Un abrazo

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  2. Hola Gustavo:

    Tu interpretación me parece revolucionaria. Las tres personas de la Santísima Trinidad deben compartir necesariamente la naturaleza nouménica, pero el Espíritu Santo y el Hijo comparten la doble naturaleza nouménica - fenoménica y las tres tienen la misma jerarquía. Según el Génesis, el "Espíritu Santo revoloteava entre las aguas" (nouménico-fenoménico) y "El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros" (nouménico-fenoménico). El catolicismo, como dices, admite todos los métodos hermenéuticos, y como esta filosofía no excluye la existencia de un Dios nouménico con plena consciencia y voluntad, que se manifiesta en lo fenoménico con el Espíritu Santo y el Hijo, bien podría tratarse de un nuevo enfoque no panteísta, que no altera la esencia del dogma católico, más bien lo adapta con un nuevo lenguaje. No me aferro a ninguna filosofía, apenas busco la verdad.

    Un abrazo,

    Kiko.

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