tag:blogger.com,1999:blog-89246774612924556502024-03-15T11:18:24.215-07:00www.gusfilosofar.blogspot.comRevista peruana de Filosofía dedicada a los temas de metafísica, ontología, antropología filosófica, ética y política con especial énfasis en las categorías de lo anético, mitocrático, hermenéutica remitizante e hiperimperialismo. Contacto: gus_floque@yahoo.com
Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.comBlogger959125tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-66333088123938802702024-03-15T10:41:00.000-07:002024-03-15T10:43:19.190-07:00 Los vampiros de Dios: La batalla por los fundamentos del Mundo (Reseña)<p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"> <span style="color: red; font-size: large;">Los vampiros de Dios: </span></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="color: red; font-size: large;">La batalla por los fundamentos del Mundo</span></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;">Diego Lino Arditto-UNMSM</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg_fl7jpj_bPD-6_GNI73Tjk8SYY5LRilJR1193i5LD0eVHz5pORL3yqmQcdbOjsgiL7uNEtWjWNRinbyHlMf6cpIbZM6fe22GECmkToMVKeqLxzMDln3NR8zmZ-RPD7vB1FNhLHJQRKDn91Xmy_HhnRwP6yK90Wy0s1lCXQcKonNxpaKduFNyfir6fJRM" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1214" data-original-width="843" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg_fl7jpj_bPD-6_GNI73Tjk8SYY5LRilJR1193i5LD0eVHz5pORL3yqmQcdbOjsgiL7uNEtWjWNRinbyHlMf6cpIbZM6fe22GECmkToMVKeqLxzMDln3NR8zmZ-RPD7vB1FNhLHJQRKDn91Xmy_HhnRwP6yK90Wy0s1lCXQcKonNxpaKduFNyfir6fJRM" width="167" /></a></span></div><span style="font-family: helvetica;"><br /><br /></span><p></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: helvetica;">“El campo de batalla de estas </span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: helvetica;">disputas sin fin se llama metafísica”</span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: helvetica;">Kant, Crítica de la razón pura</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Con falsa modestia, la filosofía universitaria de nuestros tiempos ha renunciado a brindar una visión general del mundo. Su falta de ambición comprensiva y de propuesta, no se debe a la prudencia teórica, sino a su afán por seguir a las ciencias particulares, en un proceso de especialización que la ha vuelto inaccesible, incluso para quienes tienen conocimiento sobre la historia y los problemas generales de la disciplina. Esta especialización hipertrofiada, ha sido señalada por algunos de los pensadores más importantes del siglo pasado, pues comprendieron que conduce a un proceso de desarticulación de la visión del mundo, que no solo impide formular hipótesis más comprensivas, sino que extingue el interés general por el enigma del mundo y del conocimiento humano .</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Esto explica, porqué muchas de las propuestas filosóficas más ambiciosas y vitales de nuestros tiempos, se encuentran fuera de las criptas universitarias, donde el filósofo no tiene la obligación burocrática de producir papers anodinos, ni de usar el corsé de las convenciones académicas. Este es el caso del pensador peruano Gustavo Flores Quelopana, quien tiene más de cien títulos en su haber y, sin duda alguna, es el filósofo peruano que ha ensayado más teorías y propuesto más conceptos, dejando a las siguientes generaciones, la colosal tarea de someter su obra a copelación. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Los vampiros de Dios: Kant, Hegel, Nietzsche, Heidegger: Hitos de la metafísica moderna inmanente, es el nombre de su última publicación. Esta summa sobre el origen de la metafísica inmanente está dividida en cuatro actos. En cada uno de ellos se presenta a los filósofos mencionados en el subtítulo, en el orden en el que aparecen. Junto con sus comentarios al sistema correspondiente, el autor presenta una cuantiosa batería de citas tomadas de fuentes primarias y secundarias, demostrando su dominio sobre el tema. Acompaña el final de cada capítulo una nota con curiosidades biográficas que, suponemos, hacen las veces de entremés e invitan a reiniciar la lectura de los análisis más rigurosos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">En cuanto a la forma, Flores es amable con el lector y no complica su exposición innecesariamente. Por momentos se deja notar que escribe rápido, y sospecho que una edición más rigurosa hubiese reducido el número de páginas considerablemente. No obstante, este detalle formal no llega a desanimar al lector tenaz, al que “la práctica deficiente le importa menos que la sana teoría” .</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Primer acto: Kant en el banquillo</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El autor pone especial atención en Kant. Más de la mitad del libro está dedicado al análisis del idealismo trascendental. Sin embargo, no presentaremos aquí una revisión pormenorizada del mismo, sino un comentario sinóptico del acto dedicado al filósofo de Konigsberg. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Para nuestra fortuna, Flores no es de los que hace esperar a su público. Desde las primera líneas del prólogo plantea la cuestión sin ambigüedades: la modernidad está agonizando y un estudio crítico de sus filosofías nos puede ayudar a entender por qué. Para nuestro filósofo, el idealismo trascendental carga con el peso de ser la filosofía paradigmática de la agonía del mundo moderno, con todo y sus males bien conocidos. Es cierto que Flores exime de la culpa a su artífice, pero sin hacer una distinción entre el finis operis y el finis operantis , con lo cual, al final del capítulo, a pesar del desagravio inicial, nos queda la sensación de que Kant ha sido sentado en el banquillo, acusado por el “descalabro de la Edad Moderna” .</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Pero, ¿en qué consiste específicamente esta acusación? Según el autor, el sistema de Kant “elevó a lo teórico la convicción de que la estructura del mundo es creada por el hombre” . Ante semejante señalamiento, creo justa y necesaria la pregunta de si la intención de Kant fue o no darle sustento teórico a esta convicción. A mi juicio, atendiendo al prólogo de la segunda edición de la CRP, podemos afirmar que la intención de Kant era salvar la metafísica, del espiral de desprestigio en el que la habían sumido el dogmatismo y el escepticismo . Ahora, quisiera poner atención especial en lo siguiente: para Kant, la crisis de la metafísica se debía a que en su época, la del florecimiento de las ciencias particulares, la razón humana había alcanzado un punto en el que ya no le era posible engañarse con “saberes ilusorios” , en este sentido, la salvación kantiana de la metafísica no podía ser otra cosa que su alineamiento con el progreso de estas ciencias, las cuales habían alcanzado certeza y necesidad. Hasta aquí el finis operantis.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El finis operis tuvo como medio la CRP, seguida de las otras críticas, que intentan completar el sistema y en las que la intención inicial se ve tan desfigurada, que caben en ellas múltiples interpretaciones, con sus respectivas consecuencias. La de Flores nos presenta el giro copernicano hecho por Kant, como un reemplazo del enfoque ontológico por el gnoseológico. Desmantela el “tribunal de la razón” , pieza por pieza, con todo su aparato de facultades y conceptos puros a priori, para mostrarnos cómo, a través de la estética, la analítica y la dialéctica trascendental, la gnoseología de Kant fracasa en su intención de fundamentar la ciencia de la metafísica, obteniendo como resultado la acusación de idealismo radical, a pesar de sus vanos intentos de aferrarse al realismo a través de la constante mención a lo trascendental. El titubeo kantiano entre lo a priori y la experiencia como fundamento de la realidad, se acentuará en los textos posteriores a la CRP, mucho menos sistemáticos y llenos de lagunas argumentales. Los que, a la larga, lo conducirán al escándalo de la cosa en sí. Arena movediza de la que intentará liberarse con todas sus fuerzas, pero que al final de su vida intelectual acabará absorbiéndolo por completo. Este suelo inestable e indeterminado constituye el punto de partida del idealismo alemán.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Quizá, ese titubeo se debiera a que Kant se debatía entre sus deudas con la escolástica y sus simpatías ilustradas. De cualquier forma, no le faltan razones a Flores, cuando sostiene que Kant confunde “el concepto de objeto con la existencia real del objeto”, confusión que terminó degenerando en un “desorbitado subjetivismo” , cuya influencia se extenderá a la filosofía posterior. Cabe señalar que se hace una salvedad importantísima: Kant no es la fuente original del error. Para hacer una genealogía de este extravío gnoseológico, el autor se remonta a la doctrina de Protágoras, interpretando su homomensura como una primera radicalización subjetivista de la filosofía, que continúa en Occam, Descartes, Spinoza, Pascal y Leibniz, hasta llegar a Kant, que es donde cristaliza la metafísica inmanente, para ser legada al idealismo alemán, la fenomenología, al existencialismo y llegar a su cúspide con el desvarío posmoderno.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Respecto el iniciador de esta genealogía, recordemos que estudiosos como Guthrie han denominado la época de Protágoras y los sofistas como “ilustración” . Cassirer, en Philosophy of the Enlightenment, hace una comparación directa de la ilustración de los sofistas con la Ilustración del siglo XVIII . De la misma manera, las doctrinas sofistas son fáciles de relacionar con las de Hegel, Nietzsche y Heidegger. En el caso de Kant, la cita es elocuente: “buscar dentro de uno mismo (o sea, en la propia razón) el criterio supremo de la verdad; y la máxima de pensar siempre por sí mismo es lo que mejor define a la ilustración” , difícilmente podremos encontrar una mejor caracterización de la filosofía inmanente. Flores no abunda, sin embargo, en el ethos compartido por los sofistas y los ilustrados, hilo que lo hubiera llevado de Kant a Hegel, sin tener que sortear sus enormes diferencias. Pues, la ilustración burguesa, por la que Hegel mostró juvenil devoción, requería para su revolución la destrucción del fundamento de su legitimidad: el Dios trascendente. Pero, sospecho que Flores no hizo esta omisión por falta de conocimiento, sino para no derivar en cuestiones de orden histórico y político, que lo hubieran desvíado de su propósito argumentativo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">En fin, se podría objetar que la crítica a la modernidad, no es un tema nuevo, de hecho, existe una enorme cantidad de bibliografía, llena de anuncios funerarios sobre la modernidad. Lo que es verdaderamente novedoso (por valiente), y que lo sea debería contar como síntoma, es la propuesta de Quelopana: hacer una segunda revolución copernicana . A saber, si el giro de Copérnico quita a la Tierra, y con ella al hombre, del centro del universo, Kant lo vuelve a poner allí. Así que la propuesta de Flores consiste, en buen crisitano, en poner las cosas en su sitio. Volver a un sano realismo, basado en una ontología que reduzca la arrogancia epistémica, y permita la aceptación del misterio y lo divino revelado en la palabra de Dios.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Segundo acto: Hegel, la conciencia delirante</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">De la mano de D’Hont, el filósofo peruano inicia el capítulo dedicado a Hegel con una etopeya. Hegel no era un ilustrado tímido como Kant. A pesar de su figura pública de conservador, tenía una faceta privada de revolucionario. Su “panteísmo, ateísmo, irreligiosidad, el rechazo de la creación, la trinidad y la trascendencia de Dios” eran patentes en las lecciones que impartía. Esta vida paralela, explicaría en alguna medida su necesidad de expresarse de forma retorcida y esotérica. Un cuadro clínico enmarca el retrato del joven Hegel, entre delirios mesiánicos y depresiones. Su crisis psicológica, según Flores, está en relación directa con la crisis de la época, pues, “cuando una comunidad pierde sus vínculos con el mundo suprasensible, no se puede vivir de manera legítima y equilibrada” . </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">A pesar de haberse formado durante 5 años en la carrera eclesiástica, Hegel se muestra obsesionado por la idea de un Dios que surge de la razón misma, lo cual, por otro lado, es bastante comprensible en un continuador del iluminismo. El absoluto para Hegel no es, como propone Schelling, una entidad mística, ni como propone Spinoza, una sustancia, sino un movimiento que va y viene de la totalidad de la naturaleza hacia el espíritu, alcanzando su mayor expresión en la razón humana, lugar donde cobra consciencia de sí. En resumen: la dialéctica del espíritu elaborada por Hegel, no es más que otra versión de un mismo proceso, en el que los fundamentos de la realidad pasan del Dios trascendente a la razón humana.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Así entronca el idealismo absoluto con la genealogía del desvarío inmanentista. En sus Lecciones sobre historia de la filosofía, Hegel reivindica, explícitamente, el giro antropológico de los sofistas, emparentándose con ellos con su interpretación de la homomensura y la verdad relativa. En efecto, para ellos, siguiendo a Heráclito, “la materia es un puro fluir” relativo a la consciencia. Según Hegel, este es un gran descubrimiento de Protágoras y representa el primer momento de la conciencia. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El nuevo ethos ilustrado, promovido por la propaganda revolucionaria de los burgueses, hace también su presencia en Hegel. El alemán se ve tentado a comparar la metafísica con las ciencias particulares, aunque no intenta, como Kant, dotarla de certeza y necesidad científicas. Sin embargo es el mismo impulso de cambio y revolución el que lo impulsa a buscar para su sistema esa fluidez, ese progreso y rendimiento extraordinario de las ciencias particulares, que causó tanto optimismo en el mundo intelectual del siglo XIX. Pero para ir en esa dirección con libertad, tenía que deshacerse de los obstáculos. Por eso acomete la empresa de destruir la metafísica precedente, cuya racionalidad tenía como piedra de toque el principio de no contradicción. En esta empresa se entretiene y se confunde la filosofía hegeliana, afirmando lo que luego va a negar, sin poder lograr una doctrina clara que sirva de fundamento para la acción del hombre, pues Hegel siempre intentó dejar muy claro que “la filosofía debe cuidarse de ser edificante” .</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">La hipóstasis de la dialéctica, que a veces aparece como ley general de la naturaleza y en otras como una sombra del intelecto divino, que está más allá de la contradicción, tuvo que resultar muy atractiva para pensadores de una época en la que, si bien la inversión inmanentista se sentía en el ambiente intelectual, todavía era casi imperceptible para el conjunto de la sociedad. El sistema de Hegel se presenta como la transición perfecta, entre la cristalización teórica de la metafísica inmanente (Kant) y las doctrinas basadas en la praxis, en el puro ser y quehacer humano, que dominarán la filosofía del siglo XX.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Tercer acto: Nietzsche y el elogio de la locura</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El pensamiento de Nietzsche, flor de la metafísica inmanente, se presenta de manera muy didáctica. Dividido en 2 momentos, con dos etapas en cada uno. El primer momento, el de la “anunciación”, con sus respectivos periodos estético y antropológico-psicologista. El segundo momento, el de la “predicación”, con sus respectivos períodos del superhombre, del nihilismo y el amor fati. Flores consigue con esta categorización, dotar de sistema el pensamiento de Nietzsche, el cual, para los no adeptos, se presenta como una caótica suma de textos, tan elocuentes como faltos de argumentación y fundamento. No obstante lo antes mencionado, el pensamiento de Nietzsche pertenece también a la tradición del desvarío iniciada por Protágoras, además de prolongar su influencia en nuestros tiempos. Pues, con su inversión de los valores cristianos, termina por desvelar un proceso que en sus predecesores se mantenía todavía en la timidez de la insinuación y el hermetismo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Si la obsesión de Hegel es la idea de un Dios que emerge de la razón humana, que a su vez emana dialécticamente de la naturaleza, para Nietzsche, como todos sabemos, Dios ha muerto. Con esta fórmula lapidaria sentencia la crisis de Occidente, el cual “ha llegado a empantanarse hasta límites aberrantes” . De tal manera, la ¿filosofía? del pensador alemán se manifiesta al mismo tiempo como síntoma que anticipa y agente que propaga.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Para terminar, es innegable la coherencia vital de Nietzsche con su doctrina. A medida que ésta se va dirigiendo al desmoronamiento lógico y la ininteligibilidad, el hombre también. Razón por la cual acabará sus días en completa consecuencia con lo que anunció y predicó durante toda su vida: la locura del hombre sin Dios.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Cuarto acto: Heidegger o el triunfo de la nada</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El último acto está dedicado a Heidegger su metafísica del supraser. Para Flores, Heidegger, a diferencia de los anteriores, acierta al diagnosticar al mundo de su mal metafísico, pero yerra en su prescripción. Su filosofía, según nuestro filósofo, presenta 4 errores. El primero, es interpretar la tradición platónica como causante del olvido del ser, siguiendo en esto, aunque de forma distinta, la concepción que Nietzsche tiene de la razón socrática. El segundo error es rechazar la idea del Dios personal, que se relaciona con el mundo por amor, pues esto es una aberración para la idea del Dios griego, que es principio inmutable. El tercer error, que sitúa de lleno a Heidegger en la genealogía del desvarío inmanentista, es su adhesión al nominalismo, lo cual desemboca en el cuarto y más grave: su ontología de la facticidad, que conduce a pensar el Ser “en su recóndita incognoscibilidad y aislamiento absoluto” . </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Como consecuencia de malentender la tradición, y no signar el inicio del olvido del Ser a la tradición a la que pertenece, es decir, al empirismo, Heidegger va a oponer la metafísica de la aletheia, a la metafísica del eidos. Como en una especie de negativo de la gnoseología escolástica, su ontología parte de la facticidad, pero esta facticidad solo revela al Ser tras la consciencia de que lo experimentado es aparente, es una mera envoltura eidética, la cual hay que correr como una cortina, para encontrar la verdad. La ontología de Heidegger es una mística. Es por esto que triunfa en la segunda mitad del siglo XX, como fundamento teórico de los más disparatados movimientos artísticos y pseudocientíficos, y se la puede encontrar, en el fondo, emparentada con el new age y el orientalismo de tercera ola. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">La solución que propone Heidegger a la enfermedad metafísica del mundo moderno es otro tanto de lo mismo que la causó. Así se rompe la “síntesis entre lo trascendente y lo inmanente del Ser” a la vez que se sella el círculo de la visión nihilista del mundo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Conclusión</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Aparece ahora con toda claridad el sentido del título. Estas oscuras luminarias del pensamiento alemán, han perforado el mundo con sus doctrinas, como el vampiro que clava sus colmillos sobre la víctima para extraerle el líquido vital. Sus castillos conceptuales construidos sobre pantanos, sus prosas hipnóticas, y sus vidas azarosas, han inmerso a gran parte de la academia en una vigilia onírica, de la que, al parecer, tardará mucho tiempo en despertar, si es que lo logra.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Con este trabajo, Flores Quelopana entra de lleno en la batalla contra el oscurantismo alemán. Una tradición filosófica que, voluntariamente o no, drena la realidad del más radical de sus sentidos. Esta justa metafísica deja a Flores en una posición difícil, pues no son pocos los administradores de la filosofía académica que viven de la existencia y la influencia de las doctrinas aquí escrutadas. Son ellos quienes garantizan su propagación sin advertencia, así como la invisibilización de sus críticos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Tomo partido con este aporte, pues para los amantes del saber, no hay otra opción que promover la filosofía fuera de los claustros universitarios, a la luz de la vida cotidiana, donde se puede ver más claro su extravío. En estos lugares marginales, suena con más fuerza la pregunta urgente de la filosofía de nuestros tiempos: ¿cómo cerramos, sistemáticamente, la brecha que hay entre la filosofía teórica y la filosofía práctica? En los Vampiros de Dios, el lector encontrará una respuesta.</span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-75949679871904727342024-03-15T08:44:00.000-07:002024-03-15T11:17:50.213-07:00EL PERU GERMINAL<p style="text-align: center;"><span style="color: red; font-family: helvetica; font-size: large;">EL PERU GERMINAL</span></p><p style="text-align: center;"><span style="color: red; font-family: helvetica; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: red; font-family: helvetica; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjhckZFozUEyRH-LzsluABZUjRG-2wYPJNUFqItIbngvfsoLnOpinhWBXi_29-beOG5dtUnC6v7vSvKk-5WiqtmhBdORV1Md8RHQvzQHTpn0UmV1UmjS9swcYgngU-NJdDV5TyQ5YmAUyQqxwaPkXIBO8Lg6vnHcnmlcQ7d4yJDrGGQYbLjFRIfC_Bhle8" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="630" data-original-width="1200" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjhckZFozUEyRH-LzsluABZUjRG-2wYPJNUFqItIbngvfsoLnOpinhWBXi_29-beOG5dtUnC6v7vSvKk-5WiqtmhBdORV1Md8RHQvzQHTpn0UmV1UmjS9swcYgngU-NJdDV5TyQ5YmAUyQqxwaPkXIBO8Lg6vnHcnmlcQ7d4yJDrGGQYbLjFRIfC_Bhle8" width="320" /></a></span></div><span style="color: red; font-family: helvetica; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">A lo largo de su historia republicana el Perú ha conocido páginas ignominiosas de vergonzosa oposición entre el Perú oficial y el Perú profundo, pero nunca como hasta ahora hemos visto cómo de una forma tan descarada esta contradicción se ha acentuado hasta el límite de lo indescriptible. La colisión de poderes del Estado es sólo la superficie porque lo que está detrás es una aberrante preeminencia del narco-poder, que viola impunemente los convenios internacionales en DDHH y busca perpetuarse en la vida del Perú oficial.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Pero contra ese Perú oficial está el Perú profundo, y por este último no aludimos a una sesgada alusión a los Andes y a la Selva, no, nada de rancios racismos, clasismos, ni regionalismos, porque el Perú profundo alude a dos ideales históricos de nuestra historia, a saber, el ideal de Justicia de raíz incaica y el ideal de Libertad de procedencia occidental. Y motivados por ambos ideales el Perú profundo se movilizó en sendas marchas por la democracia que dejaron como saldo víctimas mortales que hasta hoy se lloran. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">En el Perú oficial actual todo es ficción y cáscara sin orden ni concierto, y sobre todo, los dos vicios más perjudiciales y pertinaces, corrupción estructural y enorme incompetencia en la gestión pública.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Ante esto obviamente que se requiere una radical reforma política, pero, y en mayor medida, confiar en un proyecto de transformación cultural. No se puede esperar que todo sea operado desde el Estado, aunque su ejemplo es decisivo en la vida pública. La política no es una solución suficiente del problema nacional porque el nuestro es un problema histórico.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Toda cultura representa el tesoro de los principios, y cuando deja de serlo ha dejado de ser cultura. El problema de nuestro tiempo es que la cultura ha sido minada, saboteada, refundida y secuestrada por intereses comerciales, mediáticos, subordinados, que muchas responden a los intereses mezquinos de las corporaciones y las élites mundiales. La ideología de género, eutanasia, eugenesia, libre consumo de drogas, elección de operaciones para cambiar de sexo en adolescentes, aborto, matrimonio homosexual, transhumanismo y demás, son el cóctel letal de la agenda que se impone al mundo occidental desde los sumisos organismos mundiales.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Sin embargo, la verdadera cultura unida a la tradición, la religión y la defensa de la familia no ha muerto, está viva, aunque luche denodadamente por su existencia. En tal sentido, las líneas maestras de la nueva política deben ser la recuperación de la soberanía nacional y la nacionalización. El problema no sólo es el Estado y sus podridas instituciones, todo no puede resolverse con la varita mágica de la nueva constitución y el cambio de gobernantes. La chabacanería en el trato y el lenguaje es un grave síntoma de la enfermedad de la cultura, que afecta a los políticos y al resto de la sociedad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">A todas vistas se impone una solución integral, como en su momento insistía Basadre. La acción regeneradora tiene que actuar sobre todo el cuerpo social del Perú. Y la matriz conductora es cultural, porque la cultura es la única que puede inducir a hombres y mujeres concretos de la sociedad peruana virtudes como la disciplina, el amor por el saber, y la unidad indisoluble entre la Justicia y la Libertad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Hay una oposición entre el Perú realmente existente, corrupto, encanallado, injusto y desigual, y el Perú germinal, que no existe, pero que está en las aspiraciones de las mayorías y minorías de buen corazón. El Perú profundo es un deseo, un mito político, una aspiración legítima, un ideal y expresión de una voluntad que responde a cinco mil años de historia.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Tengámoslo bien claro, hacerse del poder no es difícil, lo verdaderamente difícil es revitalizar una verdadera cultura con valores, que felizmente corren por las venas de nuestra historia. La tarea pedagógica y educativa es insoslayable a la par que la política y económica. El mal del siglo XIX y del XX ha sido fiarlo todo a la política, poner en primer plano los problemas de la vida social, cuando la raíz de los problemas políticos subyace en la cultura. No hay que perder de vista los estratos más profundos que se alimentan del pasado histórico y dan sentido real a los problemas de la hora presente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Vertebrar el Perú es un asunto plebiscitario de todos los días, y no, de cada vez que estamos ante las urnas. Hay que evitar caer en los particularismos y universalismos malsanos que nos desunen e impiden construir una nación solidaria. Soberanía y Nacionalización en política es lo que la Integración es en cultura. Y sin justicia social con libertad no es posible integrar a todos los peruanos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Hay que decirlo con toda claridad: la razón política debe recuperar su enlace con la razón moral, porque sin ello quedó demostrado las monstruosidades que el soberano desde el poder es capaz de hacer. Lo social no subsume lo individual -como pretendió el comunismo clásico-, ni lo individual subsume a lo social -como insiste el liberalismo existente-. Mantener este difícil equilibrio sólo es posible lograrlo respetando la hegemonía de la razón moral. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Esto no es preconizar un socialismo ético, un socialismo progresista, ni una revisión idealista del marxismo, siguiendo la sirena de la decadencia capitalista. No, la lucha de clases es real, no es un invento del marxismo, y mientras subsista no debe perderse de vista. Pero la riqueza social de los que generan capital no debe ir a parar a sus bolsillos, sino en beneficio de la sociedad en su conjunto. Otra cosa es que esa tarea requiera en la actualidad de un Estado fuerte, liderado por un partido comprometido con el pueblo -caso China comunista-. Responder a una cultura de ideales no es volver a caer en la trampa de las utopías irrealizables, sino que es ajustar el ideal a la textura de lo real. Y lo real no es mero invento de la construcción social, porque debe respetar la esencia de la cosa misma.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">De manera que la regeneración del Perú profundo pasa por una revolución cultural que respete la realidad de las cosas mismas superando la telaraña del secularismo ateológico. Nuestra preocupación nos asalta en pleno tránsito histórico en que se desmorona la emoción radical de la modernidad que preconizó excluir todo aquello que no sea meramente humano. El humanismo laico ha fracasado y un nuevo humanismo con fuerte carga ética y trascendente está por venir. Bien sea por el Perú germinal que está por brotar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"> </span></p>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-25124488418974684482024-03-11T08:45:00.000-07:002024-03-11T09:04:38.362-07:00DIPLOMADO FILOSOFÍA ANDINA-ESCUELA ALTERIDAD-QUITO/ECUADOR<iframe allow="autoplay; clipboard-write; encrypted-media; picture-in-picture; web-share" allowfullscreen="true" frameborder="0" height="428" scrolling="no" src="https://www.facebook.com/plugins/post.php?href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fgustavo.floresquelopana%2Fposts%2Fpfbid0ZiX2Xj6VtGT8gcHsiCq6xACVodyeEHCuxTqC27bUMAk3YBxM8W79iBxPD6ZknphTl&show_text=true&width=500" style="border: none; overflow: hidden;" width="500"></iframe>
<div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhrAGPYlPIlOzK5YYAvMc_qSmGq6GBk2PO3BXiE8GUSS1JYbsTPGsCFG2-IsscjYgNRA5MV_Cu_obB8gqw3i2ptNqGaRbt0qdDLgZ8bJa2ev4RXluWdr-nvHDbOYw-IFu1qAQOJCkj7Ve0TwnL0O9D9P8XNqBijuZ30oxS_7h7GMbO7Lk2h1WvtcwddNgU" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1094" data-original-width="843" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhrAGPYlPIlOzK5YYAvMc_qSmGq6GBk2PO3BXiE8GUSS1JYbsTPGsCFG2-IsscjYgNRA5MV_Cu_obB8gqw3i2ptNqGaRbt0qdDLgZ8bJa2ev4RXluWdr-nvHDbOYw-IFu1qAQOJCkj7Ve0TwnL0O9D9P8XNqBijuZ30oxS_7h7GMbO7Lk2h1WvtcwddNgU" width="185" /></a></div><br /><br /></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-15030397408844442542024-03-06T05:08:00.000-08:002024-03-06T05:08:21.439-08:00LUIS FLORES CABALLERO. FILÓSOFO DE LA SÍNTESIS Y DE LA INTEGRACIÓN.<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhdgUBbq_AuL3p08OPZr863Qeac8_ne_jeulqrP8EgczU2hdXa_7EyhA_LOeZ2oKrmY8eziAWWPMpuXjXEZOZniitCOMYx9s_3oLJ4pM_dPuZeKqpQYHI3kIzyL3-Q8ThJzaMksos8mP51g0OicEIaYDb2wfXBgqlfSExQee63bjJk5rz0VKXHz93X6MM8" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1177" data-original-width="843" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhdgUBbq_AuL3p08OPZr863Qeac8_ne_jeulqrP8EgczU2hdXa_7EyhA_LOeZ2oKrmY8eziAWWPMpuXjXEZOZniitCOMYx9s_3oLJ4pM_dPuZeKqpQYHI3kIzyL3-Q8ThJzaMksos8mP51g0OicEIaYDb2wfXBgqlfSExQee63bjJk5rz0VKXHz93X6MM8" width="172" /></a></div><p></p><div dir="auto" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;">LUIS FLORES CABALLERO es el filósofo de la síntesis y de la integración en nuestros lares. Fue el primero en llevar estos temas a la filosofía peruana desde la Filosofía de la Cultura. Y lo hizo con una obra que causó desconcierto y sorpresa -Interpretación Culturológica de la Sociedad. Hacia una Filosofía de Síntesis (1963)-. </div><div dir="auto" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;">Desconcierto porque en la turbulenta década de los 60, en la que se iba gestando una situación revolucionaria, se prefería hablar de “Humanismo”, <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>“Revolución”, “Reforma”, “Socialismo”, “Capitalismo Keynesiano”, pero nadie advertía que todo ello implicaba una nueva síntesis social y mental. Sorpresa porque concedió al tema de la Síntesis un lugar central en la Filosofía de la Cultura. En medio de la encarnizada lucha ideológica de la época se prefirió ignorar su contribución filosófica en vez de reconocerla.</div><p></p><div dir="auto" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;">La presente obra busca recuperar su memoria, su pensamiento</div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-77107827206681304262024-03-06T05:01:00.000-08:002024-03-06T06:45:17.051-08:00POR QUÉ FILOSOFAMOS<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjmVhSvzva3gVixeKVMh2y10Ty8cFfQ2i5gXhzTNr7X3N6kZJ06CuXuzngHviVyJZDTZwbkC7af6wOOtCFaAE0MzZdlHox6B2hO26a7EUbM2Z3pUM9OnCBTNy9RNhVYJSCKO3iMJRP2iLr6Vxum-yzJ0UOtJDQkITgESz6pNfly9_jyyOWQFqFMFbTREmg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="428" data-original-width="306" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjmVhSvzva3gVixeKVMh2y10Ty8cFfQ2i5gXhzTNr7X3N6kZJ06CuXuzngHviVyJZDTZwbkC7af6wOOtCFaAE0MzZdlHox6B2hO26a7EUbM2Z3pUM9OnCBTNy9RNhVYJSCKO3iMJRP2iLr6Vxum-yzJ0UOtJDQkITgESz6pNfly9_jyyOWQFqFMFbTREmg" width="172" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Arial",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">OBRAS
RECIENTES DEL AUTOR<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Ser y Realidad<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Filosofía, Ser, Historia<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Prometeo liquidado: Inteligencia artificial y Juicio
Final<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Nietzsche y la metafísica inmanente<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Ufología: El Gran Fraude<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Humanidad en peligro: Tercera Guerra Mundial<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Acotaciones del pensar<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Sobre el infinito universo y el vacío cósmico<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Contra el Género<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Universalismo filosófico<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><span style="font-family: helvetica; mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 1cm; text-align: justify; text-indent: -1cm;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES-MX" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Gustavo Flores Quelopana<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES-MX" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 24pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 16.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">¿Por qué Filosofamos?<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 9.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">El misterio de la
Filosofía<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-family: helvetica;"><span lang="ES-MX" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span><span style="font-size: 10pt; text-align: center;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-size: 5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 6.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></b></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 6.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 6.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-size: 5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 6.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">FONDO EDITORIAL</span></b><span lang="ES" style="font-size: 5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 6.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">
</span><span lang="ES" style="font-size: 7pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 5pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 6.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">IIPCIAL <o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 6pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Instituto de Investigación
para la Paz Cultura e Integración de América Latina<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 6pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">LIMA-PERU
<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">2023<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 7.0pt; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">BIODATA<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 5pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 4.0pt; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-font-size: 7.0pt; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">Gustavo Flores Quelopana (Lima, 1959). Filósofo,
poeta y escritor, peruano de frondosa obra y ágil pluma. Ex-Presidente de la
Sociedad Peruana de Filosofía, Presidente tres veces en la Sociedad Internacional
Tomás de Aquino (SITA-Perú). Disertante en universidades de Colombia, Panamá, México
y Perú. Sus aportes filosóficos se traducen en varias categorías: lo “Numinocrático”,
aplicado a la filosofía prehistórica; “Mitomorfico” para entender el filosofar
arcaico; “Mitocrático”, para comprender la filosofía ancestral; lo “Anético”,
para categorizar la crisis moral y antropológica de la posmodernidad; la Justicia
como “Copertenencia”; el “Hiperimperialismo”, como lo característico y esencial
de la globalización neoliberal actual; la “Cibercracia”, régimen político hacia
el cual marcha el capitalismo digital; y el “Ciber Deus”, como realidad posible
de la Inteligencia Artificial Fuerte, y la “paradoja antrópica”, como categoría
clave para entender la destrucción ecológica por la modernidad objetivante y
antimetafísica. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">Título: ¿POR QUÉ FILOSOFAMOS? El Misterio de la
Filosofía</span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" style="font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; tab-stops: center 148.55pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 6pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; tab-stops: center 148.55pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">Primera edición en castellano: Lima, Enero, 2024<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; tab-stops: center 148.55pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 6pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">Autor: Gustavo Flores Quelopana<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 6pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">Editor: Gustavo Flores Quelopana<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">Los Girasoles 148- Salamanca-Ate<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 6pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">Se terminó de imprimir en enero de 2024 en: © Fondo
Editorial del Instituto de Investigación para la Paz, Cultura e Integración de
América Latina (IIPCIAL) / Editado por IIPCIAL-Dirección: Los Girasoles 148 Salamanca,
Ate.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 6pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; tab-stops: center 148.55pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">Tiraje: 30 ejemplares<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; tab-stops: center 148.55pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 6pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL
PERÚ <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 7pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">N</span></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Verdana",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 7.0pt; mso-fareast-font-family: "Calibri Light";">° 2023-<o:p></o:p></span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 1.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 1.3pt; text-align: center;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 1.3pt; text-align: center;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; mso-bidi-font-family: Arial; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">¿POR QUÉ
FILOSOFAMOS?<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="mso-line-height-alt: 1.3pt; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES-MX" style="font-size: 14pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p><span style="font-family: helvetica; text-decoration: none;"> </span></o:p></span></u></b></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Zurich Cn BT",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><a name="_Hlk152151197"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; color: black; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">PREÁMBULO</span></a><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El</span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> origen de la Filosofía no
es un tema concluso, sino abierto. Llevo casi cuatro décadas escribiendo obras
de filosofía y mientras más lo hago más problemático se me aparece el filosofar
mismo. Hitos en esta búsqueda explicativa en mi camino del filosofar han sido
Jaspers que lo interpreté como universalismo filosófico no occidental, el
postestructuralismo con su denuncia del logocentrismo eurocéntrico y el Inca
Garcilaso de la Vega con su interpretación obstinada de los Amautas-filósofos. Estas
tres fuentes me condujeron hacia el planteamiento de la filosofía mitocrática y
el cuestionamiento del origen griego de la filosofía. Pero en un segundo
momento de búsqueda las reflexiones sobre las obras de Mircea Eliade, Rudolf Otto
y las investigaciones del pensamiento primitivo me llevó a desembocar en la
formulación de las categorías del filosofar mitomórfico y del filosofar
numinocrático. <o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En el recorrido fue grato
constatar que en la filosofía peruana destacaron dos importantes filósofos por
sus finos análisis del universo simbólico, el mito y el mundo religioso. Me
refiero a Mariano Iberico -especialmente el de su etapa madura, basada en la
concepción positiva de la materia y la valoración de la Naturaleza- y a Wagner
de Reyna. Sus sutiles reflexiones junto a otras lecturas y meditaciones me
condujeron hacia esta tercera etapa de la reflexión donde el fenómeno del
filosofar mismo se vuelve problemático, misterioso y trascendente. Al final
tenemos que el filosofar no está al servicio del filosofar lógico y el sentido
del filosofar es multívoco y multiforme. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Que la palabra <i>filosofía
</i>sea de origen griego no determina que el fenómeno filosófico tenga que ser restringido
necesariamente a ese orbe cultural. Es más, la filosofía griega es tan sólo un
caso particular del filosofar y no su expresión por antonomasia. Por el
contrario, el etnocentrismo filosófico occidental fue empleado como arma
colonialista sobre pueblos y culturas con otra clave filosófica. Tras la
superación del monismo naturalista diacrónico por un pluralismo culturalista
sincrónico en etnología, no sólo se vuelve cada mas inaceptable el
eurocentrismo filosófico, sino que la pregunta ya no es si hubo otras formas de
filosofar y cuál es el sentido de las otras formas, y sí, más bien, la interrogante
se trueca en <i>¿Por qué filosofamos?</i><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Lo que se ha vuelto
problemático es el acontecer mismo del filosofar. De Aristóteles nos viene la
afirmación que la filosofía nace del asombro, pero poco o casi nunca se
pregunta qué significa este hecho y por qué acontece de esa forma. En otras
palabras, ¿a qué nos remite el asombro en la estructura del ser que se hace la
pregunta filosófica? Cuando reparamos en ello se nos abre un panorama que
rebasa lo cultural e histórico y hunde sus raíces en lo ontológico, metafísico
y transtemporal. Esa peculiarísima situación de la condición humana es la que
se ha buscado indagar en el presente ensayo.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En otras palabras, el
esclarecimiento del tema sobre el <i>¿Por qué filosofamos?</i> nos llevó por el
camino de la superación de la <i>Teoría restringida</i> -que afirma que la
filosofía se origina en Grecia-, a profundizar en la <i>Teoría ampliada</i>
-hay filosofía en el mito- y postular la <i>Teoría general</i> -la filosofía es
propia de la condición humana-. Pero lo más inusitado ha sido rastrearla en la
condición humana de los demás homínidos y no restringirla exclusivamente al
Homo sapiens. Al plantearnos la pregunta sobre <i>Por qué filosofamos</i>
colocamos a la filosofía frente a sí misma, es como si un cirujano cardiólogo abriera
su propio pecho para observar el funcionamiento de su propio corazón. Eso es lo
que caracteriza al filosofar en su búsqueda de las primeras causas y
principios. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">No obstante, lo más desconcertante
de toda esta búsqueda es que al tratar de despejar la pregunta <i>Por qué
filosofamos</i> hallamos no sólo el papel crucial del <i>espíritu</i> como
centro captador de esencias, sino que nos ponemos ante el misterio de la Razón.
El <i>porqué</i> de las cosas nos lleva a descubrir un orden que trasciende lo
antropológico y nos lleva a escala cósmica. Es decir, descubrimos un orden, un
logos en todo lo existente que apenas hemos rozado en este trabajo. Pero esto
se relaciona con la existencia de una <i>Razón cósmica</i> como manifestación
de la <i>Razón universal</i> de Dios en la Creación. Esto es ya tema aparte,
que aquí sólo queda consignado. Lo curioso es -y esto es ya una confidencia al lector-
que cuando tenía diecisiete años estando en Arequipa acompañando a mi padre,
también filósofo, en sus conferencias, se me dio por escribir un breve ensayo
de sesenta páginas que lo llamé <i>Crítica de la razón cósmica</i>. Claro, fue
un escarceo fruto de lecturas filosóficas mal digeridas y aprendidas, pero dejó
una huella indeleble. Creo que este sedimento no murió y tras estudiar
filosofía en San Marcos y escribir una buena cantidad de libros vuelve a mi
mente con extrañeza única. Es curioso que después de tantos lustros este tema
vuelva mí. No sé si lograré plasmar este antiguo sueño. Es un tema colosal que
excede mis fuerzas y conocimientos. Leibniz lo intentó con su <i>Teodicea</i>.,
Plotino con sus <i>Enéadas</i> y otros más. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Al final, creo que todo
auténtico filosofar tiene que enfrentarse al tema magno de la explicación total
de lo que existe. Naturalmente que con ello me aparto del ontologismo puro de
Heidegger que descuidó lo óntico. Pero hay algo más que me intriga y es que
este soberbio tema surja al final de una era y al comienzo de otra, me refiero
al hundimiento del mundo moderno unipolar y al nacimiento del mundo transmoderno
multipolar. Nos encontramos como San Agustín, a horcajadas entre dos épocas. Es
desconcertante.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Unas palabras finales. Percibo
que las consideraciones consignadas en la presente obra apenas atisban un
problema muy profundo que tiene que ver con el origen del sentido en filosofía.
La filosofía y su sentido brota espontáneamente de la vida, lo cual puede, debe
y es pensamiento educado en un determinado contexto epocal. Pero el impulso
filosófico es universal. Que el mismo encuentre en el hombre su lugar por
excelencia es un indicador de la existencia de un llamado del Ser, al cual se
responde por misteriosas razones que nos llevan hacia la divinidad.<o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; color: black; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">1</span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; color: black; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">¿DEL MITO AL LOGOS?</span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"></span><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></b></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-no-proof: yes;"><v:shape alt="12 pensadores griegos que transfomaron la forma en la que ves el mundo – CientíficaMente" id="Imagen_x0020_1" o:spid="_x0000_i1027" style="height: 126.75pt; visibility: visible; width: 224.25pt;" type="#_x0000_t75">
<v:imagedata o:title="12 pensadores griegos que transfomaron la forma en la que ves el mundo – CientíficaMente" src="file:///C:/Users/GUSTAV~1/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image003.jpg">
</v:imagedata></v:shape></span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">¿Por</span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> </span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">qué</span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk152151197;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> filosofamos? ¿Por curiosidad?
¿Por asombro? ¿Por buscar el principio de las cosas y el mundo? Y si lo hacemos
¿por qué lo hacemos? </span></span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Además, ¿somos los únicos que lo hacemos? ¿Qué condición ontológica nos
impulsa a filosofar? ¿Es la filosofía el paso del mito al logos? ¿Tiene el mito
su propio logos? ¿Es el mundo occidental, especialmente Grecia, el origen del
filosofar? ¿Existen otras formas de filosofar? ¿Es la filosofía homogénea y
unívoca o multívoca y multiforme? No es acaso nuestra pregunta una
interrogación que exige una ontología de la condición humana. ¿No es acaso la
propia vocación metafísica de la condición humana lo que nos aboca al filosofar?
¿No es la constitución originaria no sólo del hombre sino también del Universo
de índole filosófica? ¿No es el despliegue de todo lo existente una realización
de la verdad? </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><a name="_Hlk152648316"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Es
más, ¿Acaso el logos filosófico no nos remite más allá del ámbito antropológico
para llevarnos hacia una Razón </span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Cósmica de la divinidad en la Creación? En otras
palabras, ¿no es el filosofar humano una pequeña fracción de la Razón
Universal? ¿No encontramos en el ajuste fino de las cuatro grandes fuerzas cósmicas
(fuerza nuclear débil, fuerza nuclear fuerte, gravedad, electromagnetismo) y en
el Gran Diseño del Universo una muestra de aquella Razón Universal? El
filosofar nos lleva hacia preguntas que sobrepasan el límite de su mera
expresión antropológica para conducirnos hacia dimensiones metafísicas insondables
en su totalidad.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Es archiconocida la anécdota de Pitágoras de Samos (I,12), contada por
Diógenes Laercio<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
al responder con modestia a los sabios egipcios que él apenas era un amante de
la sabiduría mientras ellos eran los realmente sabios. En su respuesta hay dos
cosas que han permanecido a lo largo de la historia de la filosofía occidental,
a saber, la primera que concierne a la convicción de que la verdad es
inabarcable y por consiguiente inalcanzable. De modo que su posesión no es humana,
sino divina. Y lo segundo que corresponde a la forma misma del saber filosófico
no como una posesión de la verdad, sino como un amor al saber, es decir es una
aspiración, un desiderátum. Esto ha llevado a la graciosa situación que dice que
los filósofos son los únicos que se entienden en asuntos que los demás no comprenden.
Pero hasta aquí el quid de la cuestión es que la filosofía occidental, o sea,
guiada por la razón, instaló la certeza de que una gran filosofía es la que en
vez de establecer una verdad definitiva es la que produce inquietud.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Sin embargo, la figura de Pitágoras nos ilustra dos formas contrapuestas
de sabiduría filosófica y la situación existencial de la inquietud. Tendríamos
una filosofía instalada en la duda racional y otra en la revelación divina.
Además, habría una forma de filosofía que parte de la inquietud y otra que
parte de la serenidad. El testimonio recopilado por Diógenes Laercio es valioso
tomando ciertas precauciones. Primero, él no es un filósofo ni un historiador,
sino un humanista que narra mezclando lo biográfico con lo doxográfico. Segundo,
es un erudito del primer renacimiento del clasicismo helénico que pertenece al
siglo III después de Cristo. Es decir, es un ciudadano de la Antigua Roma que
la actualidad filosófica no le preocupaba, es un anticuario que no le preocupaba
ni el cristianismo ni el neoplatonismo. Así, sólo llega hasta Sexto Empírico y
Epicuro es al único al que dedica una apología. Todo esto ha sido destacado por
sus especialistas J. Mejer y por M. Gigante<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Pero lo que aquí interesa reparar es en las dos formas de filosofía que
consigna el mismo Diógenes Laercio cuando por un lado dice que la filosofía
empezó entre los griegos (I,4), y por otro cuando habla de la filosofía de los
bárbaros para referirse a los gimnosofistas, druidas, caldeos (I, 6, 7),
Zoroastro (I,9), egipcios (I, 9). En otras palabras, a pesar de su aticismo
grecocéntrico que lo hace pensar que la filosofía empezó entre los griegos
(I,4), no deja de mencionar que la filosofía de los bárbaros estaba relacionada
con la magia (I, 1), la cosmogonía (I,4), el mito (I, 5), la astronomía, la
adivinación, las revelaciones sobre el origen y esencia de los dioses (I, 6),
la geometría, la astrología y la aritmética (I, 10). Sobre la relevancia de estos
aspectos en otros orbes culturales de índole filosófico-religioso lo hallamos
en los nombres de varios emperadores Incas. La palabra quechua <i>Yupay</i>
significa “contar”, <i>Yupana</i> es el nombre del ábaco inca, <i>Yupanki s</i>ería
el cargo o título de la persona especializada en contar, y siguiendo al Inca Garcilaso
de la Vega, Pedro Cieza de León y Antonio Vázquez de Espinoza dicha partícula
nominal se encuentra en los nombres de los siguientes reyes incas: Yoque
Yupanqui (1117-1145), Cápac Yupanqui (1176-1228), Yahuar Huaca Yupanqui (1277-1298),
Inca Yupanqui (1408-1438), Túpac Yupanqui (1438.1481)<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Lo que significa la gran importancia que tuvo el conocimiento matemático en una
civilización teocéntrica y agrocéntrica como la andina precolombina. No
descartando que sus reyes hayan sido hombres sabios, astrónomos, astrólogos o
expertos matemáticos. Lo cual no debe llamar la atención, pues por lo menos son
siete mil años de matemáticas que acompañan al hombre, aportando a la civilización
dos cosas puntuales: el razonamiento deductivo y la descripción numérica del
cosmos<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
En matemáticas fue donde primero se desarrolló juntas el pensamiento deductivo
y la descripción matemática de la naturaleza. Pero el pensamiento deductivo es
muchísimo más antiguo y puede ser remontado sin problemas hasta la industria
lítica de la prehistoria del homo habilis, el cual se dio cuenta que pulir
piedras de determinadas formas y características reportaba una mejor cacería, alimentación
y subsistencia. Esa etapa protohistórica de las matemáticas no puede ser desestimada
y debe ser tomada en cuenta para reparar que antes de la etapa empírica de las
matemáticas en Egipto y Babilonia existió una etapa intuitiva y otra intuitiva-deductiva
que se retrotrae en la noche de los tiempos. De modo que el razonamiento deductivo
precede a la descripción matemática del mundo, pero unida a la intuición. Y
esto se puede decir sin merma del gran y gravitante papel que jugó antaño el
método intuitivo y visionarismo de magos, chamanes, místicos y profetas.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En buena cuenta, mientras que la filosofía bárbara incidía en el origen
divino del saber, concebido por el hombre como una revelación o un don; la filosofía
griega lo hacía en su origen humano como una adquisición o producción humana.
La primera alternativa es más antigua y prevalece tanto en las filosofías
orientales como en las occidentales de sesgo teológico (Filón de Alejandría,
neoplatonismo, filosofía islámica, filosofía judía, patrística, escolástica,
ocasionalismo, inmaterialismo, derecha hegeliana, espiritualismo, neoescolástica).
Mientras que la segunda es la surgida en Grecia y cuya heredera real es el mundo
secularizado e inmanentista de la modernidad occidental<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">La filosofía como revelación tiene como características centrales: 1. es
un saber elitista, propio de ciertos reyes o sabios iluminados, no siendo
accesible a los mortales comunes. 2. Explica el origen del saber por la unión
de una esfera ontológica superior y divina. En este sentido es un saber de
salvación. 3. Se trata de una filosofía oracular, horoscópica, escatológica,
mántica, iniciática, intuitiva y revelada. 4. De manera que no busca combatir
la tradición sino conservar hasta cierto límite las creencias establecidas. De
lo contrario no se tendrían los sistemas filosóficos que no aceptan la
tradición de los Vedas o darsanas nástikas (charvaka, budismo, jainismo)<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Incluso en el seno de las darsanas ástikas o sistemas filosóficos ortodoxos hay
discrepancias centrales. Por ejemplo, mientras que el Yoga cree en un dios
personal, el Sankya es ateo, mientras el Mimansa es ritualista-teológica, el Nyaya
es analítico y lógico-epistemológico, mientras el Vaisesika es atomista y
físico-psicológico, la Vedanta sostiene que el mundo es apariencia del Brahmán.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>5. Son filosofías religiosas donde
predomina no el pensamiento conceptual, sino el pensamiento simbólico, mientras
el pensamiento conceptual busca expresar lo que la cosa “es”, el pensamiento
simbólico expresa lo que la cosa “quiere decir”. 6. De ahí que la filosofía
religiosa sea en el fondo una teoría del destino, que interpreta el cosmos como
una totalidad viviente o animada. Todo sucede por la voluntad de los dioses y
hay que realizar sacrificios para lograr su favor. Los sacrificios humanos generalizados
están relacionados con esta concepción religioso-filosófica. Es más, se puede
afirmar que el canibalismo presente en las <i>religiones de integración</i> prehistórica
y primitiva (hombre prehistórico, pueblos primitivos, siberianos, amerindios,
indígenas brasileros, pueblos primitivos de Indochina, pueblos oceánicos,
australianos, africanos) está relacionado con el sacrificio humano ritual de
las <i>religiones de servicio</i> de las civilizaciones antiguas (antiguo Egipto,
antigua Mesopotamia, Indo-europeos, eslavos, germanos, antiguos griegos,
romanos, semitas, cananeos, antigua China, antiguo Japón, aztecas, mayas,
incas). Cosa que tenderá a desaparecer en las <i>religiones de liberación</i>
(gnosticismo, hinduismo, budismo, jainismo, taoísmo) y a eliminarse completamente
en las <i>religiones de salvación</i> (mazdeísmo, judaísmo, cristianismo, islamismo)<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">O sea, lo que se observa es un perfeccionamiento ético en el desarrollo
de la pedagogía divina. Lo cual es importante destacarlo ante las tendencias
neo-animistas contemporáneas que preconizan un revival de la religión de integración
primitiva como una manera de contraponer al antropocentrismo destructivo actual
una tendencia cosmocéntrica. La modernidad materialista, incrédula y hedonista
resalta el valor antropológico del curanderismo, olvidando lo más importante:
su significado espiritual. Y es aquí donde no pasa desapercibida la activa
presencia del demonio. Es por ello que la solución animista, desde todo punto
de vista, resulta anacrónica, regresiva y desfasada<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
No obstante, hasta en las religiones de servicio lo que prevalece es un
necesitarismo cósmico. Aunque cosa singular se aprecia en la filosofía de la religión
de salvación islámica del siglo XIII, donde predomina un estricto causalismo cósmico,
un necesitarismo universal. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<div style="background: white; border: 1pt solid windowtext; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-element: para-border-div; padding: 1pt 4pt;">
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: center;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; border-bottom: .5pt solid windowtext; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-border-between: .5pt solid windowtext; mso-border-bottom-alt: .5pt solid windowtext; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; mso-padding-between: 1.0pt; mso-padding-bottom-alt: 1.0pt; padding-bottom: 1.0pt; padding: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">ESQUEMA TIPOLÓGICO DE LAS
RELIGIONES</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">RELIGIÓN DE INTEGRACIÓN: religiones prehistóricas</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>religiones de pueblos primitivos</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; margin-left: 4cm; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify; text-indent: -4cm;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>religiones de siberianas, Indochina y Oceanía</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; margin-left: 4cm; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify; text-indent: -4cm;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>religiones africanas, amerindias y amazónicas</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">RELIGIÓN DE SERVICIO: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Antiguo
Egipto y Mesopotamia</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Religiones
indoeuropeas y celtas</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Eslavos,
celtas, germanos</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Griegos, romanos, semitas</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>China,
Japón, Aztecas, Mayas, Incas</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">RELIGIÓN DE LIBERACIÓN: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Maniqueísmo,
gnosticismo</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hinduismo, budismo,
jainismo</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Taoísmo, confucianismo</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">RELIGIÓN DE SALVACIÓN: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Mazdeísmo</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Judaísmo</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cristianismo</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Islamismo</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
</div>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">De ahí que se entienda por
qué E. Bréhier<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
afirme que recién con la filosofía cristiana arriba una filosofía de la libertad,
porque incluso la filosofía greco-árabe arrastró el necesitarismo metafísico,
el cual niega toda posibilidad y todo sucede por necesidad cósmica divina. 7.
Predomina la narración mítica presidida por el concepto imagen en vez del
concepto puro de la lógica. No es que el hombre del mundo mítico tenga otros
principios lógicos (identidad, no contradicción, tercio excluso y razón suficiente),
sino que su configuración lógica sea distinta, haciendo que la armonía de los
contrarios o contradicción sea predominante o funcione como razón suficiente. 7.
Ello incide en que su forma de comunicación preferente sea alegórica,
metafórica, poética, analógica, simbólica y figurativa. 8. Es por ello que la
filosofía simbólica como revelación supera la oposición metafísica entre el ser
y el aparecer, porque ve el aparecer como una epifanía del ser<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Esta apreciación de Iberico es de naturaleza escolástica en la medida que sirve
para acercar al hombre a un saber inmutable. La filosofía entendida como revelación
puede ser entendida como una escolástica que se sirve de la razón autónoma para
defender la fe. El propio Tomás de Aquino confiere a la filosofía humana cierta
autonomía, aunque considere imposible que pueda contradecir las afirmaciones de
la fe cristiana, la cual es regla del correcto proceder de la razón (<i>Contra
Gentiles</i>, II, 4, I, 7). No obstante, ha sido Paul Ricoeur<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
quien ha visto con claridad no sólo que la filosofía simbólica, que une al
hombre con lo sagrado, tiene una dimensión ontológica donde se asocia la
finitud con la culpabilidad, sino que una ontología de la finitud y del mal
lleva a los símbolos al nivel de conceptos existenciales. Es algo así como si
al hombre se le hiciera patente su inclinación o labilidad hacia el mal, lo que
lo llena de culpa. La lectura metafísica de la relación entre finitud y
culpabilidad la hizo también Leibniz en su <i>Teodicea</i> (1710), allí
distinguiendo tres tipos de mal (metafísico, físico y moral) dice que el mal
metafísico es el origen de todos los males y se advierte en lo incompleto de la
finitud. A lo que añadimos que, sin embargo, es el hombre la única criatura que
percibe lo incompleto de la finitud. La dimensión antropológica de esta incompletud
ontológica es la base que está detrás del asombro filosófico y que se enlaza
con la dimensión ontológica del ser infinito.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En ese contexto son los mitos, ritos y símbolos los medios catárticos encargados
de hacer la vida más soportable. Pero lo más importante que está detrás de todo
ello es el notorio avance de la conciencia moral desde la primitiva concepción
religioso-filosófica de la religión de integración hasta la neolítica religión
de servicio del mundo mítico, la misma que pone un peldaño para el avance hacia
la religión de liberación. Integración, servicio, liberación y salvación resultan
siendo conceptos claves para categorizar el despliegue del filosofar unido a la
religión. Si el impulso religioso-filosófico del hombre de la Edad de Piedra
era de <i>integración </i>con el cosmos y la naturaleza mediante el mago, el de
la Edad de la revolución agrícola era <i>de integración-servicio</i> mediante
el chamán, el de la Edad de Bronce era de <i>liberación</i> mediante el gurú y
el de la Edad de Hierro era de <i>salvación</i> mediante el sacerdote. Lo cual
sólo es aplicable al Asia y a las Américas con marcos cronológicos flexibles y
no rígidos. Por lo demás, el Mito cumple una cuádruple función cultural: 1. Universaliza
la experiencia, 2. Establece una tensión entre un principio y un fin, 3. Investiga
las relaciones entre el original y lo histórico, el arquetipo y el prototipo, y
4. Prepara la especulación al explorar la ruptura entre lo ontológico inmutable
y lo histórico en devenir. En una palabra, hay que percibir que el hombre es
capaz no sólo de revelación natural, sino también de revelación sobrenatural. El
hombre prehistórico-numinoso es anterior al hombre histórico-narrativo y éste es
anterior al hombre epistémico-deductivo. Lo metafísico no se halla entre lo
mítico y lo científico, sino que vive inserto en cada uno de ellos. Lo previo a
toda distinción entre lo óntico, lógico y ontológico también supone una metafísica.
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El hombre protohistórico se expresaba mediante sugestiones y metáforas,
intuiciones a-conceptuales que revelaba lo arcano, inmutable e intemporal. Era
un poeta natural en quien la realidad se bifurcaba entre lo imaginativo y lo
lógico. En su logos participativo lo arcano invade el cosmos. Esto nos lleva a
pensar que la lógica natural de la razón tiene etapas: poética, mística y
lógica. En todas se manifiesta lo sagrado y lo divino. Lo extraordinario es que
la razón natural no agote la dimensión de la razón humana, la cual alcanza
nuevas cimas con la razón sobrenatural de la fe, la cual empieza con el Verbo
encarnado que se hace hombre. Pero el logos humano no sólo es conceptual y
vislumbra lo divino en el logos participativo o analógico. La explicación del
mundo no sólo requiere de la ratio, sino también de la fe, es un primigenio
asunto de confianza. Cosa que ni el más consumado empirista ni el evidentismo
neopositivista podría negarlo. En una palabra, no todo conocimiento humano es
producto de lo dado. Lo cual tampoco nos debe llevar a afirmar necesariamente que
los enlaces metasensibles que hay en el conocimiento fáctico sean prueba de la
actividad apriórica del sujeto trascendental kantiano. Que lo metasensible no
observable sensorialmente está presente hasta en la propia ciencia moderna lo
tenemos en el concepto de “singularidad”, utilizado para no hablar de “Creación”,
el cual es un concepto misterioso no basado en la experiencia. El hombre de
todas las edades tiene que sentir confianza ante el mundo para poder vivir, de
lo contrario la vida se vuelve invivible. Y la confianza no es un asunto de
experiencia, sino de fe en lo que no se ve. De modo que junto a la lógica
natural de la razón existe la lógica sobrenatural de la fe. Pero es una
confianza acompañada de asombro y misterio. La fe supera al mito dentro del plan
pedagógico de Dios en la progresión de la revelación, pero en el mito se capta
la polivalencia significativa del logos. El logos puede ser religioso o conceptual.
Así, el mito es una visión de lo no-humano o sobrehumano. De manera que es
misterio participante en lo sagrado. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Es por ello que la filosofía mitocrática es también vivencia
participativa en lo sagrado. Es decir, señala una categoría esencial de la
existencia humana, es un hecho real que señala el arcano mismo. El cual es
descrito en lenguaje metafórico, analógico y simbólico. No es través de
conceptos lógicos como se expresa, sino de conceptos intuitivos,
fenomenológicamente diferente al concepto emocional y al concepto lógico. El
universal intuitivo avanza hacia el universal conceptual, es su antecedente. En
la propia inconmensurabilidad del mundo comienza a percibir la
inconmensurabilidad de lo sagrado y divino, la cual rebasa toda comprensión y,
más bien, sugiere veneración. Razón y logos participativo están imbricados
porque el mundo y lo sagrado lo están previamente. Su dinámica y relación dialéctica
siempre ha acompañado el logos humano y ello se puede afirmar sin negar que llega
un momento en que la Fe supera al Mito, libera de las restricciones de la
racionalidad y señala un camino donde la transformación por la fe se completa
más allá de esta vida. Bien señala Wagner de Reyna<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que el mito es verdad por participación fundado en el símbolo y lo que se vive
actualmente en el Occidente moderno es la fatiga de fe. Cuando Fedro pregunta a
Platón si el mito es verdadero éste rechaza la explicación naturalista-racionalista
y relaciona el mito con las esencias, las ideas. El mito no transmite
conocimiento al basarse en la creencia, pero su velación revela el Ser, lo trascendente,
el cosmos en su aspecto esotérico y recóndito que se traduce en metáfora. Jung<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
supuso que el mito es función del inconsciente y no advirtió que el mito es
palabra de verdad y confianza.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<div style="background: white; border: 1pt solid windowtext; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-element: para-border-div; padding: 1pt 4pt;">
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: center;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; border-bottom: .5pt solid windowtext; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-border-between: .5pt solid windowtext; mso-border-bottom-alt: .5pt solid windowtext; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; mso-padding-between: 1.0pt; mso-padding-bottom-alt: 1.0pt; padding-bottom: 1.0pt; padding: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">CORRESPONDENCIA RELIGIÓN-FILOSOFÍA<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 9pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[14]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a></span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">RELIGIÓN DE INTEGRACIÓN <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>FILOSOFAR
NUMINOCRÁTICO</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">RELIGIÓN DE SERVICIO <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>FILOSOFAR MITOMÓRFICO<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">RELIGIÓN DE LIBERACIÓN <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>FILOSOFAR
MITOCRÁTICO</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">RELIGIÓN DE SALVACIÓN <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>FILOSOFAR MITOCRÁTICO</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">FIN DE CORRESPONDENCIA / <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>FILOSOFÍA LOGOCRÁTICA GRIEGA</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">No es inútil indicar que esta
forma de filosofar ha devenido en el mundo moderno como algo equivalente a una desfasada
metafísica quietista del ser eterno frente a la vorágine del devenir en medio
de la orgía de pragmatismo, tecnicismo y nihilismo. No vamos a entrar en el
debate sobre el sesgo nihilista de la modernidad, porque lo que nos interesa
subrayar es que la indicación de otra forma de filosofar está presente en la
primera gran narración de la filosofía antigua, como es la obra de Diógenes
Laercio. Y la importancia de ello reside en que permite reparar en la
naturaleza multiforme y multívoca del filosofar. O sea, se ha filosofado de
distintas formas y con diverso sentido. La filosofía no es homogénea en su
expresión cultural ni en su significación, aunque lo permanente en ella sea el
asombro. La búsqueda del saber filosófico sin compromisos y sin prejuicios no
ha sido siempre la nota característica. Por lo menos no lo podía ser en la
filosofía entendida como revelación. No hay duda que la palabra “filosofía” es
de origen griego en su significación de “amor a la sabiduría”. Pero ello no
significa que como fenómeno cognoscitivo no haya estado presente en otros orbes
culturales y civilizacionales. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En otras palabras, no sólo occidente ha filosofado porque el asombro
filosófico no es patrimonio de una cultura o civilización determinada, sino
atributo de la condición humana. La humanidad ha filosofado siempre, aunque de
otras maneras y persiguiendo otros objetivos. Aun cuando W. Jaeger<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn15" name="_ftnref15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
se ha encargado de demostrar la poderosa presencia de la teología en los
primeros filósofos griegos, sin embargo, ello no niega que en Grecia se originó
la filosofía separada de la religión y que Platón junto a Aristóteles sean los
inauguradores de la teología natural. Para Ortega y Gasset<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn16" name="_ftnref16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
este protagonismo de la razón humana fue posibilitado por una “época de libertad”,
cuando la vida crece y se enriquece. Para Arnold Toynbee<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn17" name="_ftnref17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
lo esencial de la civilización helénica fue el culto al hombre o el humanismo,
que se plasmó en la ciudad-estado y la centralidad de la razón humana. Para
Heinz Heimsoeth<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn18" name="_ftnref18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
en Grecia lo finito tiene un valor sobre lo infinito. Y para R. Mondolfo<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn19" name="_ftnref19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
la mente poliédrica helena sin ser refractaria a lo infinito captó más
matizadamente lo finito. Ante lo cual es necesario afirmar que es indudable que
la mente griega no se limitó a pensar lo finito y el <i>apeiron</i> o lo indeterminado
de Anaximandro así lo demuestra<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn20" name="_ftnref20" style="mso-footnote-id: ftn20;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
pero lo finito tuvo una atención superior en el genio griego, influyendo en su
giro humanístico. Si este giro fue o no expresión de una época de libertad puede
ser puesto en discusión si recordamos no sólo la muerte de Sócrates, la
acusación de impiedad contra Protágoras, Fidias, Aspasia, Anaxágoras,
Aristóteles y otros. Aquella imagen idílica que hace corresponder la filosofía
y la democracia no es más que un mito.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">La razón centrada en el hombre alumbra con los griegos y su forma
intelectualista, pero todavía no es la razón autónoma en la forma que adopta en
la modernidad con su matiz racionalista y empirista<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn21" name="_ftnref21" style="mso-footnote-id: ftn21;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Aparte del tema de la causa del protagonismo de la razón humana de la filosofía
logocrática frente a la razón revelada de la razón mitocrática, se ha venido
diciendo dentro del magisterio occidental de la filosofía que ésta es el paso
del mito al logos.</span><span face=""Segoe UI Historic",sans-serif" style="background: rgb(240, 240, 240); color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;"> </span><span class="SubttuloCar"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">Es decir, el magisterio occidental de la
filosofía se irroga la inauguración de la filosofía como filosofía logocrática
y desconoce en el mito alguna forma de filosofar. Subrayar este punto es
sumamente importante porque se comprende que el colonialismo europeo se basó
sobremanera en la negación de la capacidad racional de los pueblos aborígenes para
ser dominados, sometidos a esclavitud y ser tratados como inferiores. Todos
recordamos aquí los remordimientos de conciencia que le asaltaron al emperador
Carlos V</span></span><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn22" name="_ftnref22" style="mso-footnote-id: ftn22;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES-PE;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span class="SubttuloCar"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">
cuando convocó a una polémica entre Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas
para determinar qué trato se le debían dar a los naturales de América a partir de
la determinación si eran o no seres con uso de razón. Muchos cortesanos
temieron que la conquista se detendría, pero del debate salieron las Leyes de Indias
que supuestamente debían proteger la vida de los autóctonos sobre la base de su
reconocimiento como seres con uso de razón. No obstante, como estamos viendo ello
no es cierto o sólo lo es dentro de un estrecho universalismo etnocéntrico occidental.
La enseñanza tradicional de la filosofía afirma que su origen es el paso del mito
al logos. Lo cual es un profundo error. El paso del mito al logos es apenas el
surgimiento de otra forma d filosofía, pero no el origen del filosofar mismo.
El mito como explicación del mundo encierra profundas explicaciones filosóficas
de origen divino. La filosofía mitocrática se expresa en cosmogonías y
teogonías. Hay filosofía en el mito y lo hay en gran estilo, la diferencia estriba
en que la filosofía mítica no se guía por el principio de no contradicción, ni
de identidad, sino por el de la armonía de los contrarios. mientras que en la
filosofía del logos sucede a la inversa. Incluso se puede hablar del logos metafórico
y analógico en la filosofía mítica. Pero esta diferencia entre filosofía
logocrática y filosofía mitocrática nos conduce, como veremos más adelante,
hacia el sentido multívoco y polimórfico del filosofar, porque en el fondo se
trata de la situación existencial de la condición humana.</span></span><span class="SubttuloCar"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span class="SubttuloCar"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">En síntesis, el pensamiento mítico contiene un logos
complejo que no presenta inconvenientes para presentarse como otra forma del
pensamiento filosófico, analógico y simbólico. De manera que lo mítico en sentido
peyorativo es seguir afirmando que la filosofía es el paso del mito al logos. El
logos del mito contiene un pensar teleológico, escatológico, causal y
existencial que le da contenido filosófico a su especular mitocrático. Esto da
lugar para hacer un interludio prestando atención a la ruptura mítica entre lo
ontológico y lo histórico en el ámbito precolombino como lo característico del
filosofar mitocrático. </span></span><span class="SubttuloCar"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span class="SubttuloCar"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; color: black; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">2</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; color: black; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">RUPTURA MÍTICA
ANDINA </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; color: black; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">ENTRE LO
ONTOLÓGICO Y LO HISTÓRICO</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: center;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext; mso-no-proof: yes;"><v:shape alt="Ep. 45: Atahualpa and Huascar | A History of the Inca" id="_x0000_i1028" style="height: 153.75pt; visibility: visible; width: 138.75pt;" type="#_x0000_t75">
<v:imagedata o:title=" Atahualpa and Huascar | A History of the Inca" src="file:///C:/Users/GUSTAV~1/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image004.jpg">
</v:imagedata></v:shape></span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Más arriba</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> habíamos mencionado que la
cuarta función del mito es que prepara la especulación al explorar la ruptura
entre lo ontológico inmutable y lo histórico en devenir. Esto último puede ser
puesto en cuestión si se atiende a la concepción de un Absoluto dinámico de índole
panteísta que supuestamente se le atribuye a la concepción precolombina. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Pero el panteísmo es un producto mental tardío que presupone una
concepción unívoca del ser casi insostenible para el impulso metafísico de <i>integración</i>
de la Edad de Piedra, de <i>servicio </i>de la Edad de la revolución agrícola, de
<i>liberación</i> y de <i>salvación</i> de la Edad de los Metales. En todas
estas mentalidades lo que predomina es una concepción que distingue claramente
lo sagrado-divino de lo profano. Es decir, se impone la concepción multívoca
del ser, el ser de lo profano finito no se confunde con el ser de lo sagrado-divino.
No es que el panteísmo sea impensable, sino que el marco de las mentalidades imperantes
no está presta a su desarrollo y hegemonía. Y esto hay que remarcarlo
especialmente en torno a las divinidades andinas. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El Padre José de Acosta<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn23" name="_ftnref23" style="mso-footnote-id: ftn23;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[23]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>
decía que los indios no tenían palabra equivalente a Dios, que su lengua
carecía de universales y servía sólo para señalar, cifrar y pintar cosas. Lo
cual no significa que no percibieran a Dios. Diospa Reinonqa maqanakuykunata,
unquyta, yarqhayta, wañuyta ima chinkachinqa, sería Dios en quechua. Lo más seguro
es que Acosta haya sido víctima de los problemas de traducción al ignorar la
estructura sintáctica y semántica del runasimi. Los <i>Vocabularios</i> y <i>Lexicones</i>
que se escribieron a partir de 1560 así lo demuestran, y las investigaciones de
Alfredo Torero<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn24" name="_ftnref24" style="mso-footnote-id: ftn24;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[24]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>,
Cerrón Palomino<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn25" name="_ftnref25" style="mso-footnote-id: ftn25;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[25]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>,
Víctor Mazzi<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn26" name="_ftnref26" style="mso-footnote-id: ftn26;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[26]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> y
la encabezada por Pablo Quintanilla<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn27" name="_ftnref27" style="mso-footnote-id: ftn27;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[27]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> lo ratifican. Pero quienes
estarían en capacidad de decir semejante frase mentada en quechua serían solamente
los hombres sabios de la casta de los Amautas. En aymara Tunupa significa el
nombre de una deidad, pero no de Dios propiamente. Dios en aymara sería: Ukhamasti,
kunjamtï Diosax siskänxa ukarjam juchañchataw uñjasipxäna. Lo cual sólo
estarían en capacidad de decirlo los sacerdotes. Que no se tuviera en quechua
ni en aymara un nombre para “Dios” es indicador que conocieron muchos dioses,
pero no un Dios monoteísta. De lo contrario su nombre se hubiera conocido. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">No concibieron un
monoteísmo estricto, pero pensaron un gran dios, superior a todos, pero no era
monoteísta, simplemente superior a los demás. El judaísmo y el islamismo son un
monoteísmo estricto, en cambio el cristianismo es un monoteísmo trinitarista.
Al esquema de un gran dios con dioses menores lo llamó el filólogo orientalista
alemán Max Müller<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn28" name="_ftnref28" style="mso-footnote-id: ftn28;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> "henoteísmo". En
realidad, el término fue acuñado por Schelling para referirse al monoteísmo
primitivo griego. A esto se le ha querido llamar “monoteísmo polimórfico”<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn29" name="_ftnref29" style="mso-footnote-id: ftn29;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[29]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>. Término
ingenioso pero inexacto</span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">.
No es apropiado porque ello implica una determinada idea de la substancia divina
y sus relaciones internas que no se dio en el mundo precolombino. Al parecer los
antiguos peruanos no tuvieron algo parecido al Tao chino. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">El
estudioso de las religiones orientales Max Müller empleó henoteísmo para
describir al Brahma hindú rodeado de toda una corte de divinidades menores. O
sea, no tuvieron un dios absoluto. Dios supremo no significa deidad absoluta.
La deidad absoluta del monoteísmo no tolera dioses menores. En cambio, la
deidad suprema del henoteísmo sí, tal como está presente en las deidades
precolombinas. El henoteísmo comparte con el politeísmo la creencia en varios
dioses, y con el monoteísmo la creencia en uno principal. El henoteísmo tiene
la forma de ser la instancia previa al surgimiento del monoteísmo. Y esta
diferenciación se hace por razones organológicas y sistemáticas. Por esto,
es más exacto hablar de henoteísmo que de “monoteísmo polimórfico”. Al
contrario, el término "monoteísmo polimórfico" tiene la apariencia de
una incomprensión del desarrollo de la conciencia religiosa y de la historia de
las religiones, cuando no de un forzamiento de dar un rango equiparable a las
grandes religiones monoteístas a formas religiosas previas, ya sea por razones
etnocéntricas o culturales, pero no científicas. Es decir, tras ello hay una
intención subalterna de índole ideológica. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">En
otras palabras, en el mundo precolombino no se tuvo nada parecido al monoteísmo,
pero sí al henoteísmo.</span><span lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">Otro signo de la falta de una concepción
monoteísta era su gran tolerancia con otras religiones. El monoteísmo donde
aparece genera proselitismo y combate con otras religiones. Lo que en el mundo
precolombino no se dio. No se tienen registros de guerras religiosas en el Perú
antiguo. Al contrario, el politeísmo era muy tolerado y lo común en las relaciones
interreligiosas entre distintitos reinos, señoríos y etnias. Hasta se convivió
con una de las formas primeras y más toscas de la religión, como fue el
chamanismo, con magos, médiums, hechiceros y poseídos. El chamanismo convivió
sin problemas en el ámbito andino precolombino con el politeísmo henoteísta. Es
más, fue empleado de forma orgánica e integrada con el contexto religioso
imperante. No sólo estaba bien articulado, sino que se le consideraba necesario.
Ello queda demostrado en que es muy común encontrar menciones de poderes
paranormales en los místicos, videntes y médiums de las religiones antiguas. En
las sociedades arcaicas la cultura es revelación de un mundo abierto a lo transhumano,
a lo trascendente. Son tiempos arcaicos de gran riqueza espiritual, que contrastan
fuertemente con la deplorable pobreza espiritual del hombre moderno
desacralizado. Mircea Eliade<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn30" name="_ftnref30" style="mso-footnote-id: ftn30;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
describe la iniciación mística como una experiencia existencial constitutiva de
la condición humana. Algo parecido hacemos nosotros con el filosofar, entendido
también como experiencia existencial de la condición humana. Pero volviendo a
los tiempos iniciáticos se puede decir que el tiempo arcaico es un tiempo muy
sensible a esquemas iniciáticos. Los tiempos pre-civilizatorios han sido época
de gran deseo de unirse con Dios, donde la vida espiritual brillaba
ostensiblemente por sí misma, pero el brillo venía tanto del ámbito
sobrenatural -divino- como del preternatural -demoníaco-. De ahí que a pesar de
reconocer que las facultades paranormales estaban presentes por doquier, sin
embargo, no se puede caer ingenuamente en la visión idílica de dios tiempos. Esto
nos recuerda la doctrina de los Manvantara o ciclos cósmicos, y basada en la
cual Guénon<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn31" name="_ftnref31" style="mso-footnote-id: ftn31;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> interpretó la idea
moderna de “progreso” como la última etapa del ciclo del Kali Yuga o Edad de
Hierro, la Gran Noche como el triunfo de la civilización material, de lo
sensible, lo desacralizado, el materialismo diabólico. Para Guénon ni la
ciencia ni la filosofía pueden rectificar la mentalidad contemporánea, sino la
intelectualidad pura. La mística es una forma de experiencia de la fe, que
busca una trasmutación espiritual que confiere a la muerte la función positiva
de preparar el nuevo nacimiento. Un ejemplo ostensible registrado de esto en el
ámbito precolombino lo hallamos en los poderes paranormales demostrados a través
de la clarividencia, precognición, psico visión o visión remota del famoso
chamán Antarqui</span><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn32" name="_ftnref32" style="mso-footnote-id: ftn32;" title=""><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES-PE;">[32]</span></sup><!--[endif]--></span></span></sup></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;"> al que recurrió Túpac Inca Yupanqui para
emprender su viaje a Oceanía. Tras el regreso visionario de Antarqui el Inca
determinó ir allá sin duda alguna.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">I<span style="background: white;">ncluso cuando el Inca Garcilaso supone un monoteísmo al
decir que se vislumbró entre los incas al Dios único cristiano, lo más seguro
es que se refiriera a la existencia de una deidad suprema y no a una deidad
absoluta. Los catequizadores y misioneros se sorprendían de lo bien que
entendían al único Dios cristiano, pero no pensaron que el alma humana siempre
piensa en una deidad suprema. Al parecer, el hombre de todos los tiempos
siempre ha pensado en una deidad suprema, pero el pensar en una absoluta es otro
estadio superior en el desarrollo del pensamiento religioso. Y a eso no se llegó
ni con los Incas. Cuando el Inca Garcilaso nos habla de una deidad Pachacamac
irrepresentable, Hernando Pizarro se sorprende al ver el ídolo de madera, por
cuanto creía que estaría hecho de oro. Los españoles asociaron el ídolo y su
culto a rituales satánicos, por lo cual Hernando Pizarro lo derriba de su
pedestal y quema todo el templo. Después de la destrucción del templo se pierde
el rastro del ídolo de Pachacamac, hasta que, en 1938, arqueólogos que
realizaban excavaciones en el sitio descubrieron un ídolo de madera, en el templo
pintado. El ídolo de Pachacamac, que durante mucho tiempo se pensó que fue destruido
por los conquistadores españoles en 1533, fue descubierto en 1938. Los arqueólogos
hicieron un análisis de carbono 14 del ídolo y descubrieron que databa de
aproximadamente 760 a 876 d. C. Al parecer dicho ídolo comenzó como deidad
tectónica y terminó en el Inca Garcilaso como deidad supracósmica, pero nunca
fue dios único. No hubo monoteísmo. Es más, aun cuando muchos expertos ven una
relación entre el Lanzón de Chavín y Pachacamac como una continuación de una
misma deidad llamada Viracocha, lo peculiar de dicho ídolo, que quiso destruir
Hernando Pizarro, es que aparece totalmente antropomorfizado y no como los de
Chavín con rasgos zoomórficos. Su antropomorfización indica un avance
espiritual indudable, pero no como dios único. Por lo demás ese ídolo ya tiene
1,200 años, pero en él tampoco habría rastro arqueológico del monoteísmo. Ni
siquiera el dios Solar era indicio de monoteísmo.</span></span><span lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">No, no lo era. El Coricancha era templo dorado donde reposaba
la imagen de la deidad solar como una deidad superior, pero otra deidad más, y
no es prueba de monoteísmo. Un poco más allá, en Tambomachay, se rendía culto
al agua, otra deidad más. De ahí que no faltase la imagen para dios Illapa, el
dios de la lluvia, el rayo y el trueno. Llamado también Chuqilla, Catuilla o
Libiac. Era el dios del clima y uno de los dioses más populares. En tiempos de sequía,
los incas acostumbraban a atar perros negros hasta que sufrieran hambre para
que se compadeciera de ellos y enviara la lluvia. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">Estos usos vistos por los españoles como idolatrías serían extirpadas.
Cosa que aconteció durante todo el siglo XVII con tres campañas de extirpación
de idolatrías que terminaron desterrando los ritos paganos. Fruto de esta campaña
fue el rescate del Manuscrito de Huarochirí<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn33" name="_ftnref33" style="mso-footnote-id: ftn33;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> del siglo diecisiete con
el fin de extirpar las idolatrías, reeducar a los sacerdotes servidores de
demonios, desterrar sus supersticiones y demás creencias paganas. El texto
recoge la mitología de los indios de Huarochirí extendida por todo el
departamento de Lima, su ídolo principal era Cuniraya Wiracocha y Pariacaca. El
extirpador de idolatrías Francisco de Ávila -al cual sólo le pertenecen siete
capítulos, el resto lo compuso el indio cristianizado Tomás- los consideró
demonios servidos por sus sacerdotes. El indio Tomás no asume el pasado andino
como engaño diabólico no mentiras, sino huacas vencidas como una huaca más
poderosa que Pariacaca y Tunayquire. De modo que su redacto y autor fue Tomás,
que rescató la tradición después de setenta años de aculturación cristiana. A
ojos vista se puede apreciar que estamos ante una religión de servicio y de interés,
pero que recoge divinidades de periodos bastantes antiguos. Si quisiéramos
presenta una generalogía de las huacas a partir de este texto Yañañamca y
Tutañamca pertenecerían al paleolítico medio, Huallallo y la antropofagia al
paleolítico superior, mientras Cuniraya y Pariacaca al neolítico agrocéntrico y
cosmocéntrico de las grandes civilizaciones. O sea, incluye toda una parafernalia
de divinidades -politeísmo- que se subordinan a una deidad principal -henoteísmo-.
Hasta las estrellas y constelaciones eran tomadas como deidades. Es un texto
rico en supersticiones y ritos. Ninguna deidad mitológica permite hablar de una
deidad que viene desde la Nada, más bien, ordenan desde lo preexistente. Al parecer,
en la religión andina estaban meditas deidades celestes y demonios. En la
mitología andina no sólo está presente una cosmovisión, sino una filosofía mitocrática
cuyos rasgos esenciales serían: 1. Conectar el principio y el fin, 2. establecer
una escatología cíclica, 3. Identificar lo transhistórico en lo histórico, 4. Universalizar
la experiencia, 5. Desarrollar una especulación unida a la religión, 6. Su lógica
está presidida por la armonía de los contrarios, 7, su pathos es cosmológico,
8. Su estro es la armonía cósmica presidida por los arquetipos. Era una
filosofía ancestral que ponía énfasis en la fuerza vital, en el <i>Camac,</i> en
la vida. Las deidades no son el ser, son vida que trasmiten vida. Se va del
animismo al politeísmo y luego al henoteísmo. No obstante, la pervivencia de
cultos andinos es una forma de resistencia cultural ante la imposición hispana.
En otras palabras, el culto vernáculo se atenuó, pero no se exterminó y formó
parte del cristianismo sincrético andino<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn34" name="_ftnref34" style="mso-footnote-id: ftn34;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Desde entonces el sincretismo
es lo característico de la cultura andina.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">Un autor como Federico García<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn35" name="_ftnref35" style="mso-footnote-id: ftn35;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> sostiene que la religión
andina es atea porque afirma la existencia de una energía vital o <i>Kamaqen</i>
que es trascedente, y define a Pachacamac como ordenamiento del mundo. Añade, además
un cuarto mundo, el <i>Hawa</i>, y dos principios. Su intención es rescatar a
la cosmovisión andina ante el descalabro de la civilización occidental y como
alternativa a ella. De ahí su mayor énfasis otorgado a su orden social y
tecnológico y en segundo lugar a su religión y filosofía. Lo cual estimo como una
interpretación panteísta salida de la trasposición de sus convicciones
marxistas en vez de salidas del propio contexto precolombino. En realidad, es
muy dudoso el susodicho ateísmo trascendente andino, pues a todas luces tenían
deidades. Además, el Kamaqen no puede ser principio fundamental porque de dónde
viene el propio Kamaqen. Si viene del Sol es derivado y no primario. Cosa que el
autor no esclarece. Otro estudio a tomar en cuenta sobre el Manuscrito de
Huarochirí pertenece a Víctor Mazzi y Alberto Ángeles<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn36" name="_ftnref36" style="mso-footnote-id: ftn36;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, quienes con acierto señalan
que es fuente imprescindible del pensamiento andino, pero afirman de modo
controvertible que el texto oscila entre el mito y la racionalidad como una
forma de resistir la dominación colonial y preservar sus códigos culturales. Cuando
lo que se advierte en dicho manuscrito es que el mito tiene su propia
racionalidad y la interpretación del indio Tomás sobre el triunfo de una huaca
más poderosa para aludir al cristianismo refleja una visión sincrética. Una tercera
obra es de autoría de Zenón Depaz<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn37" name="_ftnref37" style="mso-footnote-id: ftn37;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, donde considera que la
cosmovisión andina no es un monoteísmo ni un dualismo, sino un dual del
quíntuple vinculante, caracterizado por valorar el mundo. Todo está animado y
es complementario (<i>Yana</i>). Las <i>Wakas</i> son el fundamento (<i>Teqse</i>).
El <i>Kama</i>, y aquí repite a Federico García, es el ánimo vital que se
renueva en ciclos (<i>Pachakuti</i>). Y <i>Yachay </i>es experiencia vital
dialogante del cosmos. Zenón concluye que hay que reencantar el mundo ante el
fin de la utopía moderna. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">En una palabra, su propuesta es retornar al paganismo religioso
animista bajo el ropaje del inmanentismo ontológico y el sentido unívoco del
ser, tal como lo concibe el panteísmo. Al margen de su acierto de oponer a la
razón instrumental moderna una racionalidad no instrumental, suma una serie de
desaciertos: 1. Presentar una imagen distorsionada y caricaturesca del cristianismo,
al cual acusa de dividir el mundo entero entre lo sagrado -cielo- y lo profano
-Tierra-, donde lo profano es profanable. Lo cual no es cierto, pues es parte
del Catecismo católico saber que la comprensión del mundo profano es también santificable.
2. Juega a revivir el paganismo andino atribuyéndole un animismo panteísta que
no se condice con su complejidad religiosa de servicio y no de integración. 3. No
rompe con el eurocentrismo filosófico al tildar el pensamiento andino de “cosmovisión”
en vez de reconocerle su condición filosófica. 4. No comprende la dialéctica
entre el logos y el mito, oponiéndolos mecánicamente. 5. Presenta un esquema
óntico y no ontológico de la teología andina, lo que lo lleva a dejar de lado
lo universal. 6. Interpreta la teología andina sólo desde el manuscrito y con
ello deviene en un reduccionismo interpretativo. 7. Ignora adrede todas las
investigaciones peruanas sobre la filosofía andina, lo que empobrece el debate,
el texto y lo presenta como un anatópico autor. 8. Intenta una interpretación
desde la óptica nietzscheana-heideggeriana-gadameriana de la teología andina,
lo que demuestra su colonial dependencia mental ostensible respecto al
etnocentrismo occidental. En suma, semejante aparataje refleja una propuesta religiosa
regresiva -religión animista de integración- que no entiende la religión de servicio
de las grandes civilizaciones andinas, se atiene al desfasado esquema
comovisional que niega la capacidad filosófica de los antiguos peruanos, y no comprende
que el nuevo paradigma de la racionalidad no marcha hacia la restauración del
mito ni hacia su anulación, sino que se dirige hacia un nuevo equilibrio
metafísico entre la ratio del logos y la ratio del mito. Sus conceptos claves
siguen siendo antiesencialistas y antimetafísicos, con lo cual traslada
anacrónicamente la metafísica inmanentista de la modernidad a una realidad mental
y una época histórica totalmente distinta como la andina. El gran inconveniente
de aquellos que fueron o siguen siendo marxistas bajo cuerda es que no son
sensibles a la comprensión del fenómeno religioso y pretenden interpretar dicha
realidad como atea y panteísta a fuerza de las evidencias contrarias. El
problema es que siguen atrapados en las redes del eurocentrismo y así no puede
superar las trabas del etnocentrismo filosófico occidental, cuando en nuestra
exposición subrayamos que frente al universalismo filosófico occidental hay el universalismo
filosófico vinculado a la condición humana. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">O sea, Illapa era una deidad atmosférica, pero otra deidad
más junto al Chuqui Chinchay o animal de poder en la religión andina es el gato
montés andino, de gran significación iconográfica y mítica en el ideario
precolombino, tal como lo destaca la investigadora Ana María Gálvez<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn38" name="_ftnref38" style="mso-footnote-id: ftn38;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[38]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>. E
incluso ahora se sabe que nunca abandonaron los incas los sacrificios humanos,
por supuesto, sin el carácter sanguinario y masivo de los moches.</span><span lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">Los apus (del quechua apu, "señor(a)")
son montañas tenidas por vivientes desde épocas preincaicas en varios pueblos
de los Andes (Ecuador, Chile, Perú y Bolivia principalmente), a los cuales se
les atribuye influencia directa sobre los ciclos vitales de la región que
dominan. Es decir, los Apus son manifestación de lo sagrado en la naturaleza,
es una deidad tectónica. pero es una deidad más, no es muestra de monoteísmo. Wiracocha,
es el gran dios, el creador de la mitología pre-Inca e Inca en la región andina
de América del Sur. Se dice que su nombre completo es Apu Qun Tiqsi Wiraqucha y
Con-Tici. Se atribuye como dios principal de los incas, pero es un gran dios,
pero no un dios monoteísta. Otra deidad atmosférica es Pariacaca. Pariacaca (en
quechua: Pariaqaqa) fue, en la mitología Huanca, y posteriormente en la incaica,
el dios del agua y de las lluvias torrenciales. Nació de un pájaro y se
convirtió luego en Kolash. El dios Pariacaca fue muy importante en la zona
centroandina, era un dios regional. La deidad principal de la religión Wari es
el Dios de los Báculos o Dios de las Varas como lo llamó Rowe. Parecería que se
trata de la deidad principal o suprema, pero no absoluta, del mundo andino que
sobrevive hasta el imperio Inca cambiando de aspecto, pero inalterable en
esencia. De manera que es interesante observar cómo el hombre griego antiguo
por razones políticas pudo incubar una creciente desconfianza religiosa debido
a la multiplicidad de dioses. Eso no ocurrió en Oriente, sus filósofos como
Buda, Lao Tsé y Zaratustra hicieron filosofía religiosa, y Confucio suspendió el
juicio sobre esos temas como Sócrates. En el Perú antiguo por su fuerte
tradición teocrática también ocurrió lo segundo antes que lo primero. Sus
pensadores no desconfiaron de la religión ante la multiplicidad de religiones,
el conocimiento de otros pueblos, culturas y dioses no los condujo hacia la
desconfianza de la tradición religiosa, sino hacia la creación de una nueva
religión. Quizá el emperador Pachacútec sea lo más cercano al predominio de lo
moral como Confucio, pero al atribuírsele la edificación de Machu Picchu no se
puede descartar su conformidad con la importancia de las creencias religiosas.
La desconfianza de los helenos hacia la religión no tiene equivalente en el
mundo precolombino. Obviamente hay que tener en cuenta que la desconfianza griega
hacia la religión comienza en sus élites intelectuales, especialmente filosóficas,
especialmente manifiesto en Jenófanes y la ridiculización de los credos
mitológicos. Lo que hace pensar que la filosofía precolombina fue religiosa y
mitocrática, donde las categorías de arquetipo y repetición de Eliade<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn39" name="_ftnref39" style="mso-footnote-id: ftn39;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> son bastantes ostensibles
y han sido puestos de manifiestos en los decisivos estudios de Rodolfo Sánchez
Garrafa<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn40" name="_ftnref40" style="mso-footnote-id: ftn40;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: ES;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Ningún cronista indio ni
mestizo registra a algún personaje que haya tenido desconfianza ante la
tradición mítica. Quizá se puede mencionar al inca Atahualpa, que osó matar
orejones, amautas, y mandar a violar acllas. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext;">Es decir, el politeísmo no llevó al escepticismo religioso.
Lo cierto es que la aparición de una nueva religión es en el fondo una reflexión
sobre las nuevas funciones atribuidas al nuevo dios, es un pensar sobre el
origen de las cosas, sobre algo similar al arjé griego. Pero sobre todo es la
percepción en el sentimiento religioso de una nueva revelación de lo numinoso. El
escepticismo religioso es ínsito en la creación de una nueva religión, pero
ello no necesariamente lleva hacia la desconfianza en la religión misma.</span><span lang="ES" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Quizá la más radical
revolución religiosa era la incaica con su idea de un dios invisible. Pues
adorar al Sol era romper con la antropomorfización imperante hasta en los Wari
y Tiahuanaco. Pero ni eso los llevó al monoteísmo ni a la intolerancia propia
del monoteísmo. Seguían creyendo en la validez de muchos dioses. El dios Sol
equivale a la nueva versión de Tunupa y Viracocha, pero en su mayor
abstracción. Ahora el que engendra la unidad del cosmos no es antropomorfo. Pero
con eso los incas responden a la vieja pregunta: cuál es el origen de todo. Sí,
el <i>arjé</i> es una interrogante común a la religión y a la filosofía. Es
decir, la reflexión crítica no falta y los lleva hacia nuevos dioses no por la
razón ni el concepto, sino por el sentimiento religioso que recibe una nueva
revelación teofánica. Los dioses siguen siendo el origen de la realidad del
mundo en el Perú precolombino. La deidad solar se impone sobre el politeísmo
sin suprimirlo, por eso en vez de monoteísmo hay henoteísmo. En otras palabras,
no hay Dios único, como en los judíos, no hay monoteísmo, el Inca Garcilaso
cree que se lo vislumbró, pero si ello hubiera ocurrido el proceso monoteísta
se hubiera desatado incontenible arrasando los demás dioses. La creencia
monoteísta impone la convicción de que dicho nombre a nadie más se le puede
adjudicar y todos los demás dioses deben ser desterrados por ofender la majestad
del único y verdadero dios. Y es que la idea monoteísta supone el presupuesto
metafísico del Dios omnipotente.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Ahora bien, ¿la deidad solar inca pudo llevar hacia el monoteísmo? Es
una pregunta contrafáctica muy interesante. Un monoteísmo deduce que su dios es
el dios de todos los hombres y por ello los dioses falsos deben ser desterrados.
Otra cosa es ver que el desarrollo de la deidad solar podía llevar hacia el
monoteísmo si hubiera tenido tiempo histórico, cosa que no ocurrió. En el Egipto
Antiguo el emperador Akenatón impuso el culto solar, pero al morir asesinado
fue borrado de la historia de Egipto por considerársele un hereje. Al parecer
tuvo intención monoteísta, pero el culto solar inca no lo tuvo. Por todo ello,
el mundo religioso precolombino llegó al henoteísmo más abstracto con los incas,
pero no al monoteísmo. Pero ¿cuál es el motivo que está detrás del supuesto
monoteísmo precolombino? Hay innegablemente motivos culturales razonables de resentimiento
contra la invasión europea española que impuso la nueva religión con la guerra.
Pero al ver serenamente el problema hay que advertir que el monoteísmo es indesligable
del monismo metafísico. Lo cual no cual no significa que todo monismo debe llevar
hacia un monoteísmo creacionista, porque de hecho también llevó hacia un monoteísmo
emanatista de tipo plotiniano. Salvo el <i>Parménides</i> de Platón, diálogo de
la vejez donde desplaza el dualismo del eidos y la materia para convertir a lo
Uno en fundamento de la pluralidad, el tiempo y el movimiento. Pero este platonismo
que culmina en un eleatismo no logra romper con el principio metafísico <i>nihil
ex nihilo</i>. Un paso más atrevido lo dará Platón en el <i>Sofista</i>, donde
al analizar el Ser y el No-Ser cree posible atribuir cierta realidad al no-ser.
Con esto roza con el rompimiento del <i>nihil ex nihilo</i>. En otras palabras,
no sólo el nuevo principio metafísico introducido por el cristianismo del <i>creatum
ex nihilo</i> o creación desde la nada conduce hacia el monoteísmo, sino
que también puede hacerlo el viejo principio griego <i>nihil ex nihilo</i> o
nada viene de la nada. Pero la diferencia principal entre ambos es que mientras
el monoteísmo creacionista lleva hacia un Dios absoluto y omnipotente, el
monoteísmo emanatista sólo arriba a una deidad como suprema como Demiurgo u Ordenadora
del mundo, porque sencillamente no saca de sí a la materia, sino que la
enfrenta como otro principio metafísico opuesto a él. Son dos principios metafísicos
subyacentes y cualitativamente muy distintos que repercuten en la transformación
de la idea de Dios y en la explicación metafísica del origen del mundo. Este
dualismo metafísico regido por el principio del <i>nihil ex nihilo</i> es el
que se percibe en los ciclos cósmico llamados <i>Pachakuti</i>, sino también en
la traducción de la palabra Pachacamac por le Inca Garcilaso como “vivificador
del mundo”. O sea, no crea, sino vivifica el mundo o lo previamente existente.
Cosa que también se advierte en diccionario de Holguín<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn41" name="_ftnref41" style="mso-footnote-id: ftn41;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[41]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
cuando significa a Pachacamac como Ordenador del cosmos.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Es por eso que en el mundo regido por el principio metafísico del <i>nihil
ex nihilo</i> se llega a concebir una deidad suprema ordenadora, más no una
deidad creadora. La deidad ordenadora no extrae de la nada el cosmos, sino que
ya encuentra elementos preexistentes, como la materia o el caos, a los cuales
dotas de formas o insufla vida o <i>Camac<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn42" name="_ftnref42" style="mso-footnote-id: ftn42;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[42]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a></i>.
¿Entonces se puede hablar de monismo emanatista entre los antiguos peruanos con
su deidad ordenadora? Eso equivale a preguntarnos si el monismo emanatista es
incompatible con el politeísmo. Y es fácil admitirlo. No, no es incompatible.
Pero hay que hacer la salvedad que el monismo emanatista no lleva hacia un
monoteísmo creacionista, a lo sumo puede llegar hacia un monoteísmo emanativo
de la necesidad cósmica. Pero ese no es el caso de las religiones
precolombinas. Sus deidades son providentes. Ese providencialismo andino se
hace muy evidente en Blas Valera<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn43" name="_ftnref43" style="mso-footnote-id: ftn43;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[43]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> con
su abundante información sobre sacrificios, templos, lugares sagrados, sacrificios,
indios religiosos, vírgenes religiosas y dioses. O sea, dejan espacio a la
libertad del devoto. Todo indica que alcanzaron un politeísmo organizado en un
esquema henoteísta o con una deidad principal, suprema pero no absoluta. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En una palabra, desde Caral hasta los Incas no hay panteísmo en la
teología mítica filosófica precolombina, lo que hubo fue henoteísmo. Pero este
henoteísmo no fue excluyente de formas religiosas de integración, como las
amazónicas. De manera que se configura un universo filosófico dual:
mitomórfico-mitocrático. Los pronósticos, la profecía, la mántica, la magia,
los presagios, la lectura del destino estuvieron vigorosamente presentes en el
universo henoteísta precolombino. A propósito, sobre la naturaleza de los
presagios y vaticinios muy presentes en el pensar filosófico precolombino se ha
mantenido una vida discusión. Para incas y aztecas los presagios eran de índole
sobrenatural, de origen sagrado. Para los españoles era de naturaleza
demoníaca. Para el positivismo actual era de origen meramente humano. Lo cierto
es que el presagio estaba asociado a la idea del destino. Por ello, en un primer
momento las grandes civilizaciones amerindias no opusieron resistencia al conquistador,
pues la llegada de los dioses estaba vaticinada y los tomaron por tales. Para
los españoles no se trataba de profecía sino de una tarea recibida por la
Providencia de evangelizar los pueblos descubiertos. En ambos se trató de una
visión del mundo trascendente, pero mientras la española miraba al futuro con la
Parusía, la amerindia tenía la mirada puesta en el pasado con la Profecía<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn44" name="_ftnref44" style="mso-footnote-id: ftn44;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[44]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Todo lo cual mantiene la ruptura mítica entre lo ontológico y lo histórico.
La cuádruple función del mito encuentra una expresión sucinta y precisa en
Mircea Eliade<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn45" name="_ftnref45" style="mso-footnote-id: ftn45;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[45]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>
cuando habla de arquetipos y repetición. El horizonte del arquetipo celeste la
repetición cíclica domina la estructura del hombre premoderno con su optimismo
en los ciclos cósmicos regeneradores. Lo cual se interrumpe cuando el cristianismo
introduce el concepto de persona humana superando el tema arcaico de la eterna
repetición. La idea del Dios cristiano, de la libertad personal y el tiempo
lineal será lo único que defenderá al hombre moderno de su carencia de
arquetipo y repetición. Con esto Mircea Eliade añade una quinta función al mito,
a saber, la seguridad del sentido de la vida. En suma, la filosofía como
revelación se compendia en un teleologismo causalista de repetición histórica
de lo ontológico que se expresa en el mito teogónico del caos original y la ordenación
del mundo, el mito del alma desterrada, el mito de la caída del primer hombre y
el mito trágico griego del dios malo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En
todos ellos está la ruptura entre lo ontológico y lo histórico que preside las
religiones filosóficas de servicio y de liberación. Dicha ruptura supone un supuesto
metafísico de base, el cual fue muy bien formulado por los griegos, nos referimos
al <i>nihil ex nihilo</i> o nada viene de la nada. Si nada viene de la nada
entonces no hay dios omnipotente, y si no lo hay por lo tanto el caos, la nada,
la materia preexiste al orden del mundo y se opone como otra fuerza frente al
demiurgo o a la deidad ordenadora. Lo cual deriva en el supuesto metafísico de
la dualidad originaria de las cosas. El Bien frente al Mal, el Orden ante el
Caos, siendo ese el horizonte mental y metafísico de la filosofía mitocrática
en general. Incluso en la filosofía logocrática de Platón dicha ruptura entre
lo ontológico y lo histórico permanece, aunque se busca superarla ya no mediante
la trascendencia de la condición humana, sino mediante el conocimiento de las
Ideas.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<div style="background: white; border: 1pt solid windowtext; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-element: para-border-div; padding: 1pt 4pt;">
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; border-bottom: .5pt solid windowtext; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-border-between: .5pt solid windowtext; mso-border-bottom-alt: .5pt solid windowtext; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; mso-padding-between: 1.0pt; mso-padding-bottom-alt: 1.0pt; padding-bottom: 1.0pt; padding: 0cm; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">RASGOS ESENCIALES DEL
FILOSOFAR MITOMÓRFICO-MITOCRÁTICO ANDINO</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">1. CONCEPTO: Analógico versus concepto puro de la
lógica formal</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">2. COMUNICACIÓN: alegórica metafórica, simbólica</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">3. INTERPRETACIÓN DEL COSMOS: Totalidad viviente
regida por destino.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">4. FORMA CONCEPTUAL: Estética antes que lógica</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">5. FORMA DE SABIDURÍA: Mántica, esotérica, mito, profecía,
horoscopía, magia</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">6. SENTIDO DE SABIDURÍA:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>oracular, iniciática, intuitiva, escatológica</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">7. ESFERA ONTOLÓGICA: Onírica, divina, pática,
cósmica.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">8. PROPÓSITO DEL SABER: Comprender lo que la cosa “quiere
decir” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; border: none; line-height: 115%; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-padding-alt: 1.0pt 4.0pt 1.0pt 4.0pt; padding: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
</div>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En la ruptura mítico andina
entre lo ontológico y lo histórico se inscribe las ideas de arquetipo, eterno
retorno, complementariedad y reciprocidad, como un esfuerzo de hacer las
relaciones del aquí terrenal como lo son en el arriba del cielo estelar. En el
mundo precolombino hay filosofía teológica con su teleologismo causalista de
los ciclos del Pachacuti. Por último, caben unas consideraciones sobre las
virtualidades del idioma quechua<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn46" name="_ftnref46" style="mso-footnote-id: ftn46;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[46]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
para la filosofía. El idioma quecha es una lengua aglutinante como el inglés y
el alemán, el verbo <i>Kay</i> tiene diferentes significados y equivale a Ser,
Tener, Haber. El quechua permite expresar lo actual -sqa- lo potencial -nqa-,
la finalidad – na-, y lo inevitable -paq-. También el sujeto que realiza la
acción -q-, expresar un estado -y-, una acción secundaria -spa-, el tiempo
futuro -saq-, expresiones negativas -ima-, acción cumplida – chi-, relacionadores
de precedencia -manta-, orientación -man- y límite -kama-, conectivas de
ausencia -chaysi-, conjunciones -spa-, sufijos emocionales -ku-, lo incierto
-si-, lo pasado -rqa-, pluralidad -chik-, etc. Cuentan con negaciones -manan-,
relaciones -churi-, concepto Ser -ka-. Con todo este arsenal lingüístico se
pudo formular preguntas filosóficas en clave mitocrática. Imac (a)= ¿qué puede
ser?; Imaka = ¿qué es el Ser? Lo que demuestra que el límite del pensar no es
el lenguaje, sino que el límite del lenguaje es el pensar. El lenguaje jamás
nos da significaciones absolutamente transparentes, al contrario, el lenguaje
nos dice algo cuando se deja rehacer y deshacer por el pensamiento. Si el lenguaje
es oblicuo y autónomo lo es más el propio pensamiento. La pintura, por ejemplo,
es un caso significativo del lenguaje indirecto del silencio. La música es otro
caso de lenguaje indirecto. O sea, el sentido nace en la expresión creadora del
pensamiento antes que en el lenguaje. Hay lenguaje tácito no verbal que revela
que el sentido que señala directamente al pensamiento creador. Bien decía Kant<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn47" name="_ftnref47" style="mso-footnote-id: ftn47;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[47]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que el sentido estético es la capacidad de intuir ideas sin conceptos. El
lenguaje alusivo de las cosas no dichas revela la existencia del sentido más
allá de los signos. Una pintura, una nota musical, un éxtasis contiene tanto o
más sentido que el signo escrito. Con la escritura comienza la precisión de la
descripción de la realidad, pero también su empobrecimiento de vivencia ontológica
con la misma. De manera que se puede decir que lo real tiene que ver más con el
lenguaje indirecto del silencio que con el lenguaje directo del discurso. Es
por ello que entre los seres que se aman imperan las miradas y las caricias
antes que las palabras. El lenguaje no es la realidad, pero es el molde en que
la realidad se da con sentido significativo. De modo que el mundo prehispánico civilizado
pudo filosofar religiosamente con su idioma aglutinante -Oriente lo hizo con su
lengua aislante y Occidente con su lengua inflexional-. Pero, además, el hombre
del paleolítico también lo hizo con su estructura idiomática propia porque la condición
humana es lo que lleva al filosofar. No obstante, un autor como Mario Mejía
Huamán<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn48" name="_ftnref48" style="mso-footnote-id: ftn48;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[48]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
quechuahablante y quechuólogo, es de la opinión que el mundo precolombino no
tuvo filosofía sino cosmovisión, pero que la lengua quechua a futuro permite elaborar
filosofía a partir de los temas universales de Oriente y Occidente. Esta
posición aparentemente contradictoria nace de su apego al magisterio eurocéntrico,
a su incomprensión del logos mítico, a la repetición del punto de vista
cosmovisional del etnocentrismo occidental y a una defectuosa comprensión del
filosofar. Diez años antes Mejía<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn49" name="_ftnref49" style="mso-footnote-id: ftn49;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[49]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
sostenía lo contrario, pues opinaba que las palabras <i>Yachay</i> = sabiduría,
Ser = <i>kaq</i>, Substancia = <i>Hap´iq</i>, <i>Cheqaq</i> = verdad, <i>Hamutay</i>
= filósofos, Teqse= principio, fundamento, Teqse Wiracocha = Dios supremo, sin
ser filosofía en sentido griego demuestran el nivel especulativo que alcanzó el
nivel conceptual andino. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">A propósito de las vías indirectas para demostrar la existencia de la
filosofía en el Perú Antiguo, según los cronistas la educación incásica se
componía del <i>cuadrivium</i> -lengua, religión, quipus e historia- y
constituiría una prueba indirecta de la existencia de la filosofía en el
incario. Pues habría estado inserto en los estudios sobre religión junto a la astrología
y teología. Aquí no se puede olvidar que cronistas como Murúa, Cieza de León, Polo
de Ondegardo, Cristóbal de Molina, Betanzos, Juan Santacruz Pachacuti, Guamán
Poma de Ayala reconocieron el ejercicio de la filosofía en los Amautas dejando
señalados los documentos coloniales más importantes: la oración de Wiracocha o
deidad Ordenadora del cosmos, el término Tiqsi como equivalente a <i>arjé</i>, Pacha,
Yanintin o coexistencia, Kama o potencia, Kamay o verdad conforme, Yachay o
saber, Chawpi o centro, Sullull o verdad confiable, Chiqa o verdad segura, Chakana
o puente cósmico, etc. Como bien señala Mazzi<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn50" name="_ftnref50" style="mso-footnote-id: ftn50;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[50]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
estos constituyen tópicos comunes que son comparables con la tradición
filosófica occidental. Es más, dentro de la lógica polisémica de la lengua
quechua no tiene sentido reducir la significación de la palabra <i>Yachay</i> a
saber práctico y se lo hace con el expreso propósito de interpretar la
filosofía andina como práctica y cotidiana. Pero la realidad es contraria a
dicha significación, pues la diversidad semántica del quechua permite atribuir
a la palabra <i>Yachay</i> una connotación teórica o de saber no práctico<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn51" name="_ftnref51" style="mso-footnote-id: ftn51;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[51]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
En todos estos términos hallamos una construcción filosófica relacionados con
el conocimiento de los primeros principios de la existencia. Solamente que hay
que sortear la mayor parte de las referencias coloniales interesadas en
atribuir a los incas un único Dios universal creador con el fin de facilitar la
evangelización de los naturales. Pero un análisis sereno abona en favor de la
tesis de la deidad andina donadora de vida y generadora de orden en vez de la
interpretación cristianizada de la deidad única y universal creadora. Lo cual
ratifica nuestra tesis de que la deidad principal de la filosofía mitocrática
andina no era creadora desde la nada sino ordenadora desde la dualidad metafísica
preexistente. Lo cual no debe llamar la atención, pues la idea de la creación desde
la nada o <i>creatum ex nihilo</i> no se alcanzó por la razón natural sino por
la razón revelada y ésta advino con el cristianismo. Andinos, mayas, griegos,
persas, chinos, hindúes, entre otros hicieron su mejor esfuerzo por explicar el
mundo desde sus fundamentos desde el punto de vista de la razón natural, lo que
vino luego es parte de otra historia. Pero aquí hay un punto problemático en el
que hay que reparar. Si la deidad principal de la filosofía mitocrática andina
no era creadora desde la nada sino ordenadora desde la dualidad metafísica
preexistente, entonces ello implica la categoría de participación de las cosas
en el Ser. La deidad ordenadora sería algo así como un demiurgo platónico que
organiza la realidad desde el caos de la materia. Este dualismo metafísico parece
ser el presupuesto común de la mayor parte de las filosofías mitocráticas,
especialmente ligadas a la religión de servicio antes que a las religiones de
liberación y de salvación. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Si esto es así, ¿Cómo explicar el sentimiento de unión con la Naturaleza
bajo el principio de complementariedad del hombre andino? El dualismo
metafísico debería llevar hacia una ontología negativa de la materia, pero la
civilización andina exhibe una ontología positiva de la materia. ¿Hay una
ontología positiva de la materia en la filosofía mitocrática andina? ¿Acaso es posible
ostentar una ontología positiva de la materia desde un dualismo metafísico? ¿Toda
ontología positiva de la materia está subordinada al principio metafísico de <i>Creatum
ex nihilo</i>? ¿Supone el Henoteísmo andino una ontología positiva de la
materia sin asumir un monoteísmo? La ontología negativa de la materia asocia a
ésta como lo que está desprovisto de lo espiritual, mientras que la ontología positiva
de la materia estima que la materia está animada por el espíritu. Para los
platónicos lo espiritual está desprovisto de materia y los estoicos suponen que
lo espiritual está provisto de materia sutil. San Agustín y Santo Tomás de
Aquino son los exponentes clásicos de la filosofía cristiana en la concepción
de una ontología positiva de la materia. Y en la filosofía peruana es Mariano
Iberico<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn52" name="_ftnref52" style="mso-footnote-id: ftn52;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[52]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
en su última etapa, el que toma distancia de Bergson precisamente al pasar de una
ontología negativa de la materia a una positiva. En buena cuenta, en la idea de
Tiqsi Wiracocha o Principio Ordenador, que establece un cosmos complementario, se
percibe una idea comparable que oscila entre el platonismo -lo espiritual
desprovisto de materia- y el estoicismo -lo espiritual provisto de materia
sutil-, aunque el fiel de la balanza parece inclinarse más por la segunda
interpretación. La alta estima de la Naturaleza en el mundo andino es un
indicio poderoso de que el propio principio espiritual que le dio orden está
provisto de materia sutil. De lo contrario, el propio caos, la propia materia
desorganizada se habría presentado como como una pura potencia al borde de la Nada.
Y la idea de la Nada absoluta es extraña al universo mental organizado en torno
al principio metafísico del <i>nihil ex nihilo</i>. Más bien, Tiqsi Wiracocha
es compatible con la idea de la Nada relativa, o sea concebida como carencia de
algo, en este caso como carente de orden. De manera que en este sentido la idea
prehispánica de la materia estaba más cercana a los estoicos que a los
platónicos. No advertir esta sutil relación ontológico-metafísica llevó a
algunos autores a asociar precipitadamente la filosofía prehispánica con el
materialismo y, aún más, interpretarlo con las herramientas clásicas del
marxismo, lo cual resulta incompatible con el profundo espiritualismo religioso
precolombino.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Pero a esto se asocia un problema aún más arduo todavía. ¿Cómo concibieron
el Ser los andinos, al menos en su fase inca? ¿Puede la ontología positiva de
la materia dar un indicio de cómo se pensó el Ser entre los precolombinos? La
idea de Tiqsi Wiracocha o Pachacamac como entidad ordenadora y dadora de vida
lo aleja de plano del Ser de Parménides como la unidad absoluta y lo único que
existe. Pero también lo distancia del Ser como devenir de Heráclito, pues Tiqsi
sería la fuente de todo lo moviente y como tal no se descarta que pueda
concebirse como el Primer Motor inmóvil aristotélico. Además, todo lo ordenado
cambia, cumple su ciclo en su respectivo Pachacuti y en eterno retorno vuelve a
ordenarse. O sea, Tiqsi es lo que permanece tras los cambios. Esto lleva a
pensar que el Ser para la civilización precolombina no se resuelve en la unidad
absoluta tipo Parménides, ni en el puro devenir tipo Heráclito, sino, más bien,
en la Unidad dividida donde lo óntico es pensado junto a lo ontológico. No se
trata de lo ontológico sin lo óntico de los eleatas, ni lo óntico sin lo
ontológico del heraclitismo, sino algo más semejante a la solución platónica del
diálogo <i>Parménides</i>, donde la unidad no se da sin pluralidad ni la pluralidad
sin la Unidad. Esto llevó a Platón más allá del principio de identidad, justo
hacia la armonía de los contrarios o complementariedad que caracteriza el
filosofar mitomórfico precolombino. Todo lo cual, por lo demás, se mantiene
dentro del horizonte del principio metafísico del <i>nihil ex nihilo</i>. Dicho
de otra forma, lo que hay en la idea de Ser del filosofar mitocrático andino es
monismo con pluralismo. Y todo ello sin afectar el dualismo metafísico
complementario. Naturalmente que siendo la armonía de los contrarios el
principio dominante la idea del Ser, éste no se expresa mediante el concepto
lógico sino a través del pensamiento simbólico de la metáfora poética. Y esto
lo distancia del platonismo griego.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Por otro lado, María Flores Gutiérrez<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn53" name="_ftnref53" style="mso-footnote-id: ftn53;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[53]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
sostiene que el fundamento de la filosofía andina es el <i>Allin Kawsay</i> o
Buen Vivir. Esto supone que lo ético está sobre lo ontológico, tal como sucede
en Platón y en Plotino. Si el Bien es anterior al Ser significa que el Bien es
el pre-ser y posibilidad de toda ontología. La dificultad estriba en que el
Bien para pasar al Ser necesita toda una serie de emanaciones intermedias, tal
como sucede en la metafísica greco-árabe. Estas dificultades de la metafísica
emanatista son superadas por la filosofía cristiana donde el Ser es Dios creador
<i>ex nihilo</i>. No se sabe si la filosofía mitocrática andina fuese emanatista
con intermediarios ontológicos, en todo caso su henoteísmo lo sugiere en un
plano menos abstracto. No obstante, el principio de complementariedad lo pone
en duda. Pues si lo ético está sobre lo ontológico ello supondría un monismo
ético que no es responsable de la existencia del mal. Pero por el principio de complementariedad
Bien y Mal son complementarios, ninguno está por encima del otro, sino en pie
de igualdad. Lo que significa que la filosofía andina no tenía como fundamento
el principio de complementariedad o bien lo tenía en grado subordinado a otro
principio superior. En todo caso, el preponderante dualismo cosmocéntrico cíclico
de dinamismo permanente hace pensar que el Allin Kawsay no era el fundamento de
la filosofía andina, aunque podía ser un importante ideal moral de la vida
comunitaria. Es más, el principio metafísico de complementariedad exige una ética
de cooperación y solidaridad de carácter comunitario. Es decir, el Allin Kawsay
se condice con el cosmos metafísico andino. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Pero hay algo más complejo a lo que nos remite el Allin Kawsay. El Buen
Vivir andino está pleno de contenido moral y la moral del mundo teocrático
precolombino no podía basarse en un dualismo complementario donde el bien y mal
se dan por igual, ni en las mismas condiciones, sino que la vida normativa
exige el reconocimiento de un dualismo absoluto, sin reconciliación ni
síntesis. Lo cual significa que, en el mundo andino junto al dualismo con
reconciliación de los opuestos, armonía de los contrarios o Harmonia
Oppositorum se dio el dualismo sin reconciliación ni armonía de los contrarios.
De lo contrario la vida moral hubiera sido imposible. Esto significa que en el
mundo moral el principio no era el dualismo complementario sino el dualismo sin
reconciliación ni síntesis. Mientras que en el mundo metafísico y cosmológico regía
el principio de complementariedad basado en el dualismo con armonía de los
opuestos. ¿Puede representar esta convivencia entre los dos tipos de dualismos
un conflicto en la representación del mundo y en la vida práctica? Todo indica
que no, más bien se dio una relación dinámica entre los dos dualismos. Esto no
significa que hay que poner en duda la existencia del principio de complementariedad,
aunque sí su absoluta hegemonía. Simplemente no fue la única manera asumir el
dualismo metafísico en el universo andino. Desde el ámbito de la filosofía
argentina tenemos el pensamiento de Rodolfo Kusch<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn54" name="_ftnref54" style="mso-footnote-id: ftn54;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[54]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
y su Estarlogia. Frente al sentido de la acción del Occidente eurocéntrico regido
por el principio de identidad y no contradicción, Kusch opone el sentido del
mero estar, como ser parte de la cosmología en comunidad, sobre la base vital
del principio del tercio excluso -lo que nosotros hemos llamado <i>armonía de
los contrarios</i>-. Según Kusch esto permite entender a los pueblos andinos y
el ser latinoamericano, mas interesado en la vida que en la posesión de las
cosas, en el mito, las cosas sagradas, la religión y la vida comunitaria. En la
profundidad del alma americana la Naturaleza está primero que el hombre y éste
respeta su fondo irracional. Si Occidente se refugia en la ciencia, el indígena
americano lo hace en la magia. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Ahora bien, La obra de Rodolfo Kusch es un hito por invitar a pensar una
ontología de lo americano. Cosa parecida hizo Antenor Orrego<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn55" name="_ftnref55" style="mso-footnote-id: ftn55;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[55]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Ambos están remecidos por la filosofía heideggeriana y su reacción es de
oposición. Kusch señaló varias cosas muy ciertas. Primero, que el intelectual
latinoamericano tiene miedo de ser él mismo y pensar lo propio. Y así se
convierte en lo que Francisco Miró Quesada llama un “pensador asuntivo”, o
sea que sólo filosofa problemas universales. Segundo, el “estar siendo” kuscheano
busca atrapar la identidad y la diferencia al mismo tiempo. Esto es, plantea
una visión dialéctica en lo que él llama el “hombre total”. Así el sujeto
latinoamericano es una mediación-integración de lo propio. Su planteamiento de
la Estarlogia busca -como Quijano, Milton Santo, y Castro Gómez- la filosofía
del posicionamiento colectivo, entendido como lo culturalmente propio. Pero
tengo la sospecha que en la búsqueda de lo propio se nos escape lo ajeno
también a integrar. Por eso, considero que Orrego mira más lejos que Kusch en
lo que respecta a la ontología integracionista que debe presidir el ser
latinoamericano. Más adelante sería Quijano el que desbrozaría los límites
epistémicos que deben presidir el integracionismo entre mito y razón. También
Kusch insiste -como Arguedas- en la valoración del rito y del mito para la
comprensión del ser propio. El riesgo es que la Estarlogia kuscheana quede
entrampada en el etnocentrismo relativista del nativismo filosófico afirmativo
y haga derivar el filosofar andino hacia el panteísmo. Como ya hemos señalado
el panteísmo exige haber alcanzado una concepción unívoca del ser, pero esto
está ausente en la ruptura entre lo ontológico y lo histórico propia del filosofar
mitocrático, donde predomina una concepción multívoca del ser que se condice
con la idea de Ser donde no hay Unidad sin Multiplicidad y viceversa. Ese es el
riesgo de las interpretaciones nativistas relativistas. Y para evitar tales
incomprensiones no hay otro camino que asumir un universalismo filosófico
ligado no a una determinada cultura o civilización, sino a la propia condición
humana. Para Kusch en el estrato profundo de América está el proyecto mesiánico
andino que se enfrenta al proyecto identitario de la modernidad. Y en dicha
tensión el proyecto kuscheano deja un sabor regresivo y anacrónico. En cambio,
desde la perspectiva del universalismo filosófico como condición existencial
nos eximimos del peligro de soluciones regresionistas y mesiánicas, para
proyectar el presente hacia el futuro en una nueva síntesis metafísica que
concilie lo inmanente con lo trascendente<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn56" name="_ftnref56" style="mso-footnote-id: ftn56;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[56]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; color: black; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">3</span></b><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; color: black; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">DEL MITO AL
FILÓSOFO PRIMITIVO</span></b><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-family: helvetica; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-no-proof: yes;"><v:shape alt="Página 13 | Vectores e ilustraciones de Mujer chaman nordica para descargar gratis | Freepik" id="Imagen_x0020_2" o:spid="_x0000_i1029" style="height: 168.75pt; visibility: visible; width: 168.75pt;" type="#_x0000_t75">
<v:imagedata o:title="Página 13 | Vectores e ilustraciones de Mujer chaman nordica para descargar gratis | Freepik" src="file:///C:/Users/GUSTAV~1/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image005.jpg">
</v:imagedata></v:shape><o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Si </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">el filosofar no es el paso
del mito al logos, sino que en el mito mismo hay reflexionar filosófico unido a
lo religioso, entonces, así como la metafísica de la modernidad desvela la
subjetividad del sujeto humano y la metafísica de la antigüedad logocrática griega
hace lo mismo con la ontología del mundo, por tanto ¿acaso el logos mítico
agota el logos filosófico? Y si no lo agota, ¿hay formas legítimas de filosofar
anteriores al mito? ¿Y si lo hay qué significado guarda para la existencia del
filosofar mismo? ¿Es posible retrotraer el filosofar mismo hacia la Edad de
Piedra? ¿Implica el chamanismo del paleolítico del homo sapiens y del
neandertal alguna forma de filosofar? ¿Pueden los yacimientos de industria
lítica dar pistas sobre algún filosofar en los homínidos homo erectus, homo
ergaster y demás? ¿Puede el logos prehistórico contener alguna forma de filosofar?
Estas preguntas desconcertantes tienen que tener alguna respuesta. Y la hemos
dado en anteriores trabajos en sentido positivo<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn57" name="_ftnref57" style="mso-footnote-id: ftn57;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[57]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Al desvelar que en el Mito hay una forma de filosofar, el filosofar
simbólico, cae por tierra el prejuicio del universalismo eurocéntrico, según el
cual Grecia es el origen del filosofar y la medida de toda filosofía posible.
Esta es la Teoría restringida de la filosofía y frente a ella hemos expuesto la
Teoría ampliada del filosofar para extenderla a la filosofía mitocrática. A
ello hemos añadido la filosofía mitomórfica del chamanismo y la filosofía
numinocrática para englobarla en la Teoría General de la Filosofía. El mexicano
Miguel León Portilla<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn58" name="_ftnref58" style="mso-footnote-id: ftn58;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[58]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> es
parte de la teoría ampliada porque ve la filosofía náhuatl en las cosmogonías,
teogonías, ética y poesía de los sabios tlamatini. Su limitación estriba en que
lo hace sin cuestionar el sentido eurocéntrico de filosofía y sin plantearse
una nueva comprensión de la filosofía. Un caso completamente opuesto es el
estudio de Joseph Estermann<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn59" name="_ftnref59" style="mso-footnote-id: ftn59;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[59]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
En su caso se trata de un enfoque intercultural que sin cuestionar el
eurocentrismo filosófico lleva la filosofía andina al nivel de la simple
cosmovisión de los runas comunes. Sobre el tema de la cosmovisión hay que decir
que su existencia es innegable, pero es un término englobante de distintas
formas de saberes. Tanto es así que siendo la cosmovisión el impacto psicología
emocional del mundo sobre las ideas, se puede decir que incluso el hombre moderno
tiene su cosmovisión, una de índole científico-técnica, secularizada y materialista.
Y esto es así sobre la base del giro inmanente o terrenalista y subjetivista de
la mentalidad moderna. Mientras el hombre de la modernidad es epistémico, en
cambio el hombre de la Antigüedad y de la Edad Media es ontológico. Lo cual implica
una mentalidad realista que antepone el Ser al Pensar. En otros términos, la
cosmovisión no niega la existencia ni de la ciencia ni de la filosofía dentro
del horizonte histórico del hombre ontológico. Y aquello de que primero es la
magia, luego la religión, después la ciencia y la filosofía no es más que el
mito del monismo naturalista diacrónico morganiano, bastante descreditado y
desfasado en etnología<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn60" name="_ftnref60" style="mso-footnote-id: ftn60;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[60]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> ante
la complejidad de una realidad histórica mejor descrita por el pluralismo culturalista
sincrónico. Frente al evolucionismo cultural se yergue la evidencia de que
todas las culturas son válidas. Los clásicos del estudio de la cultura humana
como Bastian (provincias culturales-geográficas), Bachofen (análisis de parentesco)
y Morgan (estadios culturales) son valiosos sólo como primeros peldaños, pero
insuficientes. Antes del siglo XIX el pensamiento etnológico descalificaba el
sistema de valores de las otras culturas, pero después admitió el concepto de
civilización en plural. Desde entonces la sociedad estudiada no es considerada
en referencia a otra ajena, sino en sí misma. Esa es la moderna visión
etnológica. De este cambio surgen las teorías y escuelas etnológicas como el
difusionismo de Graebner y Schmidt, el polimorfismo analítico de Boas y Lowie, el
psicologismo de Lévy-Bruhl, el funcionalismo de Malinowski, y el estructuralismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Todo este desarrollo nos permite referirnos al filósofo primitivo. E. Burnet
Tylor<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn61" name="_ftnref61" style="mso-footnote-id: ftn61;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[61]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> no
fue evolucionista ni difusionista, sino que compartió la estratificación
cultural. Su teoría del animismo del hombre primitivo plantea que éste recibe
revelaciones sobrenaturales a través de los sueños, que ponen en evidencia
realidades suprasensoriales y del mundo invisible. El hombre primitivo ignora
el monoteísmo y los grandes dioses y en su lugar concibe todo el cosmos animado.
Habla del “filósofo primitivo” como aquel que interpreta la naturaleza trasponiendo
en un sistema alegórico mítico los fenómenos naturales. Los espíritus que
animan la naturaleza se encarnan en objetos, animales o personas. Distingue
entre fetiche -soporte material provisional del espíritu- e ídolo -soporte
permanente del espíritu-. Después de Tylor la tendencia ha sido interpretar el
fenómeno religioso de modo científico, pero no cientificista, evitando así
reducir lo sobrenatural a lo natural. Pero la antropología cultural ha ido
reduciendo el ámbito de aplicación del concepto de cultura. Se ha ido del
universalismo y evolucionismo hacia el particularismo y antievolucionismo. Y ello
se debió a la imposición de un empirismo craso que reemplazó la dimensión
objetiva por estados psíquicos de la cultura. Leslie White y Lévi-Strauss son
caminos alternativos. En especial éste último<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn62" name="_ftnref62" style="mso-footnote-id: ftn62;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[62]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que sostiene que el pensamiento salvaje y mítico no es primitivo, es
simplemente una manera no instrumental de relacionarse con la naturaleza, vive
en armonía con ella, y, más bien, es el pensamiento del civilizado el que con
un antropocentrismo exacerbado procede con barbarie con la naturaleza. Este
punto lo he desarrollado como la necesidad de reencontrar una antropología sin
antropocentrismo sin necesidad de recurrir a un animismo primitivo, sino reconciliándonos
con Dios y reconociendo el mundo de las esencias<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn63" name="_ftnref63" style="mso-footnote-id: ftn63;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[63]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Después de las alusiones de Tylor tenemos a Paul Radin<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn64" name="_ftnref64" style="mso-footnote-id: ftn64;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[64]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> y
Placide Tempels<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn65" name="_ftnref65" style="mso-footnote-id: ftn65;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[65]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. En
ambos casos no hallamos un cuestionamiento del concepto eurocéntrico de filosofía
y menos una nueva definición que nos permita categorizar el pensamiento primitivo
como filosofía. Por ello, se quedan en un comparativismo infructuoso e
infecundo. No obstante, el mérito radica en traer nuevamente a discusión un
tema tabú según en magisterio del universalismo occidental que lo ha marginado
como filosofía heterogénea (Sobrevilla<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn66" name="_ftnref66" style="mso-footnote-id: ftn66;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[66]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>) o
filosofía en sentido laxo por no decir que la filosofía homogénea y en sentido estricto
lo representa la occidental. Otra estrategia, que bajo cuerda mantenía intacto pero
oculto la concepción eurocéntrica de filosofía, fue la que siguieron otros
autores, como Jesús Mosterín y Rivara de Tuesta<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn67" name="_ftnref67" style="mso-footnote-id: ftn67;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[67]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
quienes prefirieron refugiarse en el término “pensamiento” para evitar el
término “filosofía” o “cosmovisión”. A esta alternativa la llamo “eurocentrismo
vergonzante”. Para estas posturas la filosofía occidental es la medida de toda
filosofía posible y sólo a ella le cabe el nombre de filosofía en sentido
estricto. Lo demás es filosofía heterogénea o sea trasplantada a una cultura
sin tradición filosófica previa. Este etnocentrismo anatópico fue afirmado antes
por el propio Augusto Salazar Bondy<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn68" name="_ftnref68" style="mso-footnote-id: ftn68;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[68]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
quien es el primero en decir que la filosofía fue traída al Perú por los
conquistadores españoles. El creador de la filosofía de la dominación no se
liberó de la concepción eurocéntrica de filosofía, aunque roza en el intento en
su obra tardía <i>Bartolomé o la dominación</i> (1974). El mérito de ASB fue resaltar
la realidad de la dominación, su demérito fue no relacionarla con el concepto
eurocéntrico mismo de filosofía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Ahora bien, son tres los principales elementos empíricos que nos
permiten entrar a la discriminación de la filosofía prehistórica: 1. El arte
rupestre, 2. Los enterramientos y 3. El yacimiento de industria lítica de
Atapuerca. Valga lo dicho haciendo la salvedad que la filosofía no se reduce a
la verificación empírica ni analítica, es un caso especial de conocimiento y
que en gran parte la esencia de la verdad filosófica reside en su validación
argumentativa y aseveraciones categóricas, basada en la intuición del
fundamento ontológico y su vínculo histórico social. Es decir, la verdad
filosófica no consiste en la coherencia del enunciado, que lo haría perder
conexión con el mundo real y concreto, lo convertiría en una mera disciplina
formal, ideal y deductiva -como la matemática o la lógica-. Tenemos el caso del
idealismo contemporáneo que reduce la filosofía en mera ciencia convencional
determinada por la subjetividad humana. Algo más. Con el idealismo la cultura
occidental pasó de la esterilidad científica de la escolástica medieval a la
esterilidad metafísica del pensamiento moderno. Nietzsche reacciona violentamente
contra la metafísica de las esencias y la metafísica trascendental del
cristianismo, sustituyendo todo por el <i>amor fati</i> al eterno retorno de lo
mismo. Schopenhauer con la voluntad irracional mistificada desemboca en el
idealismo subjetivo. Marx rescata el método dialéctico de Hegel sobre bases
materialistas, pero mantiene la dialéctica como el meollo de toda realidad. El
vitalismo de Bergson tuvo el mérito de abrir una brecha contra el cientificismo
positivista defendiendo la irreductibilidad de lo espiritual, pero hizo de la
vida y la realidad puro devenir. La fenomenología de Husserl intentó ser una
vuelta a las esencias y a la cosa en sí, pero sucumbió en la egología del
sujeto trascendental. Heidegger se presentó como el filósofo ser, pero al centrarse
en lo ontológico extravió lo óntico y redujo el ser a lo temporal. El primer y
segundo estructuralismo -desde Bachelard y Merleau Ponty hasta Althusser,
Bourdieu, Chomsky, Lacan, Bataille, Deleuze, Derrida y Foucault- niegan la
esencia humana y convierte al hombre en producto de su práctica material. El postmarxismo
-Adorno, Arendt, Habermas, Laclau y Touraine- tiene el mérito de revelar la
dimensión totalitaria de la razón instrumental y defender la democracia
radical, pero el demérito de no romper con el inmanentismo de la metafísica
moderna. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y el postmodernismo -Baudrillard,
Duras, Lyotard, Lipovetsky y Vattimo- tienen el mérito de cuestionar las
tecnologías productivas, pero en detrimento del fundamento ontológico fuerte de
la realidad, todo lo desvanece en el devenir perpetuo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">No es difícil ver en todo ese derrotero último de la filosofía
posthegeliana la huela del idealismo cartesiano haciendo valer el matematismo
como válido para todas las ciencias. Esa es una de las fuentes del error que
hizo prevalecer la existencia sobre la esencia. Lo cual condujo a la negación
del ser como causa de la existencia del conocer. A partir de aquí se antepuso
sobre el ser el conocer, lo epistemológico sobre lo ontológico y se dejó de
asumir que las cosas <i>son</i> antes que el pensar. Con el horizonte perdido
del realismo el Ser dejó de ser lo previo e indemostrable para el pensar, para
tratarlo como algo que se encuentra en el pensamiento. La senda de la
esterilidad metafísica estaba servida. Pero estamos lejos de sostener que esto
es un mero problema teórico y que puede resolverse con otro paradigma
metafísico. Pues la autonomía de la razón no es absoluta, sino relativa, y está
inserta en todo un complejo no sólo cultural sino civilizacional. En otras
palabras, la superación del cientismo, nihilismo, la increencia e idealismo
supone el naufragio de la imagen del mundo moderno y el surgimiento de una
nueva imagen del mundo, de una nueva época que ya está emergiendo. Dejando hasta
aquí la digresión sobre el extravío de la filosofía con el mundo real y
concreto y volviendo a los elementos que permiten abordar la filosofía prehistórica
comenzamos con el arte rupestre. Sobre el mismo ya se conoce que no sólo el Homo
sapiens, sino también el Homo neandertal pintaron hace 65 mil años el arte
rupestre más antiguo que se tenga conocimiento, y su antecedente será
indudablemente los trazos sobre la arena, las pieles, los tatuajes corporales
que harían los homínidos más antiguos<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn69" name="_ftnref69" style="mso-footnote-id: ftn69;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[69]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Son pinturas en negativo de manos creadas de
forma deliberada. Su hallazgo en otras tres cuevas separadas por cientos de kilómetros
y con una práctica continua de 25 mil años hace pensar que se trata de una larga
tradición cultural bien establecida. Este hallazgo sumamente importante se aúna
al descubrimiento dado a conocer por la revista <i>Science Advances</i> de una
colección de conchas hallada en la Cueva de los Aviones, en Cartagena, con
pigmentos amarillos y rojos, que presentan orificios y que fueron datados con
una antigüedad de 115 mil a 120 mil años. Los especialistas han afirmado que el
neandertal da muestras de una vida doméstica y social bastante desarrollada. En
dicho arte rupestre no sólo queremos enfatizar la presencia del pensamiento
simbólico, sino algo más complejo, a saber, la presencia de una intuición
espiritual que representa una forma ancestral de filosofía. En otras palabras,
el hombre del paleolítico superior no estaba haciendo arte, sino comunicación
espiritual chamánica con un mundo suprasensible. Y la consecuencia es una vida espiritual
donde religión y filosofía están unidas, no se vive en la narración de un mito
sino en la vivencia mitomórfica del chamán que emprende el viaje al mundo de
los espíritus. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Me refiero a la filosofía del chamanismo que denomino mitomórfica. Para
ello viene en nuestro auxilio las investigaciones de Jean Clottes y David Lewis
Williams<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn70" name="_ftnref70" style="mso-footnote-id: ftn70;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[70]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, para
quienes el arte del paleolítico superior proviene de visiones chamánicas,
aunque no todo sea reducible a chamanismo. Las representaciones coinciden con los
tres estadios alterados de conciencia -el trance donde se ven formas
geométricas<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn71" name="_ftnref71" style="mso-footnote-id: ftn71;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[71]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, la
racionalización de dichas percepciones que se transforman en objetos, y el
ingreso a un túnel con una luz viva al final, donde el individuo vuela o se transforma
en otro animal-. También las cuevas profundas favorecen el trance. Ese afán de
comunicarse con el más allá -por diferentes motivos- es testimonio de que el
hombre es un ser metafísico, que siente el llamado de lo sobrenatural, lo cual,
naturalmente, no está exento de entrar en contacto no sólo con la dimensión
sobrenatural o divina sino también con la preternatural o demoníaca. La tesis
de Clottes no es nueva, mantiene la descripción de Mircea Eliade como técnica
arcaica de éxtasis, y fue rechazada incluso por Lévi-Strauss, pero ello no le resta
validez a la idea. La hipótesis chamánica es la argumentación más sólida frente
a las interpretaciones estéticas, totémicas, mágicas y estructuralistas. Serían
canales de transportación al mundo de los espíritus, formas de imantación de poder
espiritual dentro del cosmos tripartito del cosmos chamánico. Sería el
testimonio de la percepción del mundo de aquí, del mundo de abajo y del mundo
de arriba. Todo esto es pensamiento simbólico complejo. Y si a ello le sumamos los
enterramientos con ofrendas de flores neandertalenses tenemos un cuadro más
completo de la filosofía mitomórfica del chamanismo. La cual no sólo implicaría
la presencia de seres sobrenaturales, sino de algo que sobrevive a la muerte
del hombre y merece respeto reverencial. La creencia en la existencia del alma,
quizá motivada por la vida onírica de los sueños junto a la visión de seres fantasmales,
sería suficiente acicate para el complejo ideatorio que se integraría en la
filosofía mitomórfica del chamanismo del hombre prehistórico del paleolítico
superior. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Estamos ante una rica vida simbólica, abstracta y espiritual que se
refleja en la filosofía mitomórfica del chamanismo. El chamanismo extático del
paleolítico superior no sólo es parte de la historia de la mística, sino también
de la historia de la filosofía. Allí están presentes las ideas de alma,
espíritu, vida después de la muerte, mundos invisibles, seres suprasensibles,
tripartición de la realidad, una cosmología subordinada a creencias funerarias,
curanderismo, guía de las almas hacia el cielo, vuelo místico, lograr la
perspectiva transtemporal, manipulación de lo sagrado y lo divino, viaje al
inframundo, triunfo ante la condición de la vida profana, profetismo, posesión,
nigromancia, abolición del tiempo histórico, habla con los animales, identificación
del hombre con la naturaleza, riqueza de fenómenos parapsíquicos, entre otros.
Al ser el chamán el especialista en contactarse con los dioses y los espíritus traza
un límite entre el mundo uraniano y el mundo telúrico, llevando al muerto fuera
del mundo de los vivos. Es metafísica de la visión extática. Esta ordenación chamánica
del mundo mediante el sacrificio y la ascensión es previa a la idea de demiurgo
que aparecerá en la posterior filosofía mitocrática. Su hierofanía y
cosmografía religiosa ordena su cosmología filosófica. Es una etapa espiritual
donde abunda el simbolismo aéreo, el chamán es ante todo un ser volador. Lo que
nos indica que el hombre es el vértice en el que confluyen el impulso hacia la
trascendencia vertical -hacia lo celeste- y la trascendencia horizontal -hacia
lo terrestre-. El elemento objetivo tiene que ser real para que coincida en lo
sustancial el chamanismo de Africa, Australia, Siberia, América del Norte y
América del Sur. La discusión reside si dicho elemento objetivo tiene que ver
con algo extramental que no depende del hombre o intramental que depende de la
mente humana. Lo primero nos lleva hacia el espiritualismo, lo segundo hacia el
fisiologismo materialista. Son dos posturas filosóficas contrapuestas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Todo esto nos lleva a postular la idea de que el chamanismo no es
solamente una técnica arcaica de éxtasis<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn72" name="_ftnref72" style="mso-footnote-id: ftn72;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[72]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
sino una forma de filosofía del hombre de la Edad de Piedra en el paleolítico
superior. El éxtasis chamánico lleva al hombre a una situación límite que le
revela no sólo lo sagrado sino también lo divino, lo transhistórico y suprasensorial,
el cual se repite en arquetipos, los cuales traducen lo visto en el ascenso a los
cielos y el descenso a los infiernos. Pero lo peculiar es que el chamán se
convierte en el especialista del viaje extático para recoger el alma del enfermo,
guiar al difunto, evocar e incorporar el espíritu, dominar el fuego y los
elementos. Estamos en presencia del fenómeno chamánico total, muy distinto de
su aberrante manifestación desintegrada y decadente moderna con sus poderes muy
disminuidos. El chamán prehistórico del paleolítico superior sistematiza su
esquema ideatorio en la filosofía mitomórfica no instaurando una religión, una
filosofía, una demonología ni una angelología, sino tratando por igual con
todos los seres celestes, espíritus de otros chamanes, muertos y enfermos, demonios
y semidioses, espíritus auxiliares y protectores, y logrando la visión del mundo
paradisíaco. El filósofo mitomórfico es al mismo tiempo chamán, mago, médico, sacerdote,
místico y poeta. El chamán como el filósofo es un avis rara, que por vocación o
herencia se convierte en especialista en el conocimiento de otros mundos. Pero
todo esto es su propia filosofía, su mirada fundamental del mundo, su cosmos
sensible y metasensible. Esta filosofía mitomórfica es chamánica, inserta en la
mística arcaica, cuyos contenidos superviven en la mística superior. Su valor
espiritual e iniciático radica en que agudiza el conocimiento de la condición
humana. Pero al llegar a esta profundidad diacrónica de la condición humana
advertimos algo trascendental y consiste en que el problema teológico es connatural
a ella. Esto el problema teológico no acontece de forma accidental, ni pertenece
a un horizonte de ignorancia, superstición y miedo, sino que se presenta como
la experiencia fundamental de la condición humana. El problema teológico que
acompaña desde arcaico al hombre tiene que ver con la aprehensión primordial de
la realidad, la cual abre la vía de la de la religación. En otras palabras, el
problema teologal del hombre tiene que ver con la esencia de su existencia,
abocada a la religación con lo sagrado y lo divino (Zubiri<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn73" name="_ftnref73" style="mso-footnote-id: ftn73;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[73]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>),
pero desde una ontología primordial que lo distancia de la naturaleza, lo planta
en la historia y lo lanza hacia lo divino. Esto es, cuando al chamán del
paleolítico le acontece el hecho chamánico ingresa a una dimensión decisiva del
existir humano, porque su trato con los seres espirituales lo lleva a asumir la
peculiaridad y responsabilidad de su ser en el mundo. Desde el inicio ontología
y ética se revelan unidas en su misión singular. Ahora bien, nos preguntamos si
el vincularse con los Dueños de la medicina que habitan en los mundos suprasensibles,
por parte del chamán actual de los pueblos primitivos, puede ser una forma de
filosofar. Como bien señala Favaron<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn74" name="_ftnref74" style="mso-footnote-id: ftn74;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[74]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> las
sendas visionarias de la Amazonía no sólo tratan con seres extraordinarios, que
se alejaron del hombre por su mal comportamiento -según el relato mítico-, pero
que dejaron la ayawaska para permitir el contacto con ellos a través de los
tres mundos (subterráneo, cielo y tierra). Cielo y subsuelo son invisibles
juntos a los seres que habitan allí. Favaron, que también es chamán, explica
que los seres del Cielo son ángeles, seres sin transgresiones. Por ello, el
médico chamán es también un filósofo mitocrático que emplea la sabiduría del
amor, convencido de que sin amor la creación es ilusión. Pero dicho chamán está
inserto en el problema teologal. De la misma forma, es estrecho afirmar que la
cultura humana nace de la toma de conciencia entre los ciclos reproductivos y
los ciclos del medio ambiente. La cultura humana es más más compleja y permite
advertir que si bien la menstruación, los cambios estacionales, el nacimiento y
la muerte permiten darse cuenta de la temporalidad de la vida histórica y social,
también da lugar a señalar lo transhistórico, lo metasensible, los seres
invisibles que estando más allá del tiempo se hacen presentes en él. De esta
manera el problema teologal está en la raíz de la cultura humana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El problema teologal de la condición humana es una condición ontológica
de un ser que advierte su finitud, sabe que ha de morir, pero que intuye que la
realidad y la verdad no se agota en lo contingente. Esto hace que la condición
ontológica del problema teologal esté en la base del surgir del filosofar. Se
dice que la filosofía griega no nace del problema de Dios como en la Edad Media,
sino del problema de dar una explicación a la multiplicidad, al movimiento, al
devenir, pero detrás de ello está la condición inmutable del Ser y la Verdad,
que no es de condición humana sino divina. De ahí que incluso Platón y
Aristóteles son propiamente los iniciadores de la teología natural, y en los
presocráticos el <i>arjé</i> no tenga un significado estrictamente físico, como
quiere Aristóteles, sino metafísico. Tales de Mileto dirá que todo está lleno
de dioses, el <i>apeiron</i> de Anaximandro, el aire de Anaxímenes, la mónada
de Pitágoras, lo Uno de Jenófanes no aluden a ningún principio fisiológico ni
cuantitativo, sino espiritual y cualitativo, el cual genera y gobierna el
Universo. La excepción nítida es Demócrito, que hace que el alma y los mismos
dioses estén compuestos de átomos. Pero en los demás el <i>arjé</i> es un principio
divino. En este sentido los primeros filósofos son también los primeros
teólogos, como apunta Jaeger. Es teología filosófica y no religiosa, que supone
el rito y el dogma<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn75" name="_ftnref75" style="mso-footnote-id: ftn75;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[75]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Para
Russo<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn76" name="_ftnref76" style="mso-footnote-id: ftn76;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[76]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, opinando
contra Heidegger, incluso el logos de Heráclito es dios, principio unitivo de
toda pluralidad y oposición. E incluso en Parménides<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn77" name="_ftnref77" style="mso-footnote-id: ftn77;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[77]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
su monismo estricto equivale a pensar la sustancia de Dios sólo como absoluto. O
sea, el problema de Dios está presente tanto en el monismo estricto de los elatas
como en el monismo con pluralismo del resto de la filosofía presocrática. Como hemos
visto, cuando brota la filosofía griega ya existía desde antiguo la vieja filosofía
oriental (india, persa, china, mesopotámica, hebrea) y a esta filosofía como
saber de salvación la hemos llamado filosofía mitocrática, porque su horizonte
mental es el mito. Además, en la filosofía oriental hubo manifestaciones
especulativas y no religiosas. Por ende, la opinión de Zeller sobre el origen
griego de la filosofía no es cierto. Pero el problema teologal también está
presente en la filosofía mitomórfica del chamanismo con el mundo de los
espíritus, y es teología tripartita de los espíritus. Ahora bien, ¿el problema
teologal estará también presente en alguna forma de filosofar anterior al
chamanismo? Si fue posible elucubrar un tipo de filosofar en otro homínido como
el Neandertal ¿será posible hallarlo en tipos homínidos anteriores? ¿Tenemos
disponible alguna evidencia de pensamiento simbólico complejo en homínidos como
el Homo erectus, Homo ergaster, Homo floresiensis, Homo antecessor, Homo
heidelbergensis, Homo habilis, ¿y Homo rudolfensis? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Y es aquí donde juega un rol decisivo el tercer elemento, como son los
yacimientos líticos, especialmente el de Atapuerca, en Burgos, España.
Atapuerca es uno de los yacimientos prehistóricos más importantes y
excepcionales del mundo por la gran cantidad de vestigios ubicados en el mismo
sitio, lo que lo convierte en el lugar predilecto para conocer a los ancestros
humanos. La arqueopaleontología ha dado cuenta en ella del modo de vivir del
Homo antecessor y Homo heidelbergensis hace medio millón de años. Ambos eran cazadores
recolectores nómadas, vivían en grupos y contaban con herramientas de piedra sofisticada.
Para lo cual se admite que contaban con lenguaje, pensamiento simbólico y
rituales relacionados con la muerte. Vivieron en un momento cálido dentro de
una serie de glaciaciones. Tenían baja densidad poblacional, mejor salud que
los Neandertalenses y eran más fuertes y robustos. Estamos en un tiempo más remoto
en el tiempo y para darnos una idea podemos mencionar que hace 50 mil años
había tres especies homínidas sobre la Tierra, a saber, el Homo sapiens en Africa,
el Homo neandertal en Oriente Próximo y Asia central, y el Homo erectus en Java.
Sin embargo, ya hace 20 mil años sólo quedaba el Homo sapiens, los cuales
tardaron 100 mil años en desplazar a los neandertalenses. Y hace dos millones
de años convivieron juntas hasta ocho especies de homínidos. Atapuerca es importante
porque permite clasificar formas homínidas más antiguas que se remontan a 500
mil años para el Homo heidelbergensis y 800 mil años para el Homo antecessor. El
salto cronológico hacia atrás es enorme y lo más sorprendente es la presencia
de evidencias de lenguaje y pensamiento simbólico. Hasta el momento son los
fósiles del género más antiguo hallados en Europa. Ahora bien, si salimos de
Europa y nos dirigimos a Africa encontramos que hace dos millones de años en
Sudáfrica convivían dos especies de homínidos pertenecientes el Homo erectus: el
Homo Australopitecos hasta el Homo naledi. La nueva cronología paleontológica
consigna que el Homo erectus fue la especie más longeva de nuestros antecesores,
con más de 1,5 millones de años de sobrevivencia tras adaptarse a variaciones
climáticas diversas. Altos y delgados, de brazos más cortos y piernas más
largas eran capaces de recorrer grandes distancias y su migración está fuera de
duda. Comían carne y es aun un misterio cómo la obtenían porque no fabricaban
armas. Sin duda que recurrían al carroñeo, pero ello no era suficiente. Debieron
de haber inventado formas astutas de cacería para obtener carne. Lo cual indica
que su imaginación era muy desarrollada. Pero de todos ellos el Homo habilis ha
sido el más controvertido hasta concluirse que fue el ancestro humano que
evolucionó directamente hacia el Homo erectus. Su denominación alude a su característica
como hábil, fuerte y mentalmente capacitado, haciendo referencia a instrumentos
líticos muy probablemente elaborados por él. Y con el Homo habilis nos remontarnos
hacia 2,3 millones de años, lo más lejano que se ha podido llegar. Este ancestro
del Homo erectus nos pone ante el comienzo de la aventura humana, el comienzo
del lenguaje, el pensamiento simbólico y formas organizadas de vida social-familiar.
Lejos de ser rudimentarios habría comenzado a utilizar un lenguaje basado en
onomatopeyas, contando con una gran imaginación y capacidad de invención. No es
necesario postular una abundante cultura material para postular que el Homo
habilis se impuso en su medio prehistórico para sobrevivir casi un millón de
años. Otra cosa es que, si tuvieron casas de nómades hechas de arbustos, arte
en piel, artefactos de madera y demás materiales precarios que no resisten la
prueba del tiempo se hayan desintegrado. Se sostiene que no fue el Homo habilis
el que descubrió el fuego, sino el Homo erectus hace poco más de 1,4 millones
de años. Lo cual no va en desmedro del Homo habilis, al contrario, su habilidad
para sobrevivir tan extenso tiempo se debió precisamente a su capacidad de
inventiva. Es indudable que el proceso para dominar el fuego representó toda una
gran revolución del hombre prehistórico, pero a ello no se habría llegado sin
el tallado de piedras adheridas a palos y huesos para cortas pieles gruesas de
animales y plantes. En otras palabras, sin la revolución lítica del Homo
habilis no estaríamos contado la odisea de la aventura humana. Es indudable que
el hombre prehistórico desde sus comienzos advirtiera la gran fuerza que
palpita en la naturaleza y que lo llamara de alguna forma, algo parecido al <i>mana</i>
de los melanesios. Las grandes fuerzas de la naturaleza serían percibidas como
espíritus poderosos. Al menos lo que luego sería visto como espíritu en la mentalidad
arcaica del hombre del paleolítico inferior y medio, sería asumido como lo
numinoso, lo extraordinario, lo sagrado. Se trata de un pre-animismo
interpretado por el jefe de la horda. De manera que la vida simbólica que
representó la revolución lítica del Homo habilis y la revolución del fuego del
Homo erectus conformaría un mundo mágico que la llamo Filosofía Numinocrática
de la Prehistoria<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn78" name="_ftnref78" style="mso-footnote-id: ftn78;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[78]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Aquí, en lo más remoto de la Edad de Piedra, el protagonista no es el filósofo
chamán de la filosofía mitomórfica, sino el filósofo mago de la filosofía
numinocrática, el mismo que ve la vida como lo numinoso y extraordinario, el
mundo como una extraña mezcla entre lo vivo y lo muerto, su universal
perceptual es animista, no vive bajo el imperio de lo inmanente sino de lo suprasensible
y extraordinario. Y su comienzo en el pensamiento simbólico testimonia el inicio
del proceso de pensar en símbolos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Hasta aquí hemos efectuado el recorrido diacrónico regresivo
en la marcha del filosofar. Y la constatación más importante que se ha hallado
es la presencia constante del asombro filosófico en las distintas formas del
filosofar. Lo que, por un lado, desmiente que el asombro sea patrimonio de una
determinada cultura o civilización y que, más bien, es propia de la condición
humana. No es de extrañarnos, entonces, que la filosofía no comienza con los
griegos, que Grecia no es la medida de toda filosofía posible, que antes de ella
hubo filosofía y en gran estilo lo que hemos llamado Filosofía mitocrática. A
propósito, aquí no cabe comparaciones de superioridad o inferioridad entre una
u otra forma de filosofar, porque en lo que en una se ganó como algo nuevo en
otra se perdió. Así, por ejemplo, el hombre ancestral sin escritura contaba con
una memoria prodigiosa, lo cual se fue perdiendo con la invención del alfabeto
y la alfabetización de la sociedad. De modo similar, la desmitifación del mundo
-ya enfatizada por Max Weber<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn79" name="_ftnref79" style="mso-footnote-id: ftn79;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[79]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>- significó la
despoetización del mundo y el dominio de la razón instrumental. Por lo cual, no
nos debe llamar la atención que la aparición del filosofar mitomórfico representara
el surgimiento de una idea nueva -especialismo en el trance místico y ascenso al
Cielo y descenso al infierno-, pero también una pérdida de una percepción
anterior y presente en el filosofar numinocrático -visión de lo numinoso, mágico
y extraordinario del cosmos-. El filósofo logocrático, el filósofo mitocrático,
el filósofo mitomórfico y el filósofo numinocrático no son superiores ni
inferiores uno respecto al otro, simplemente son distintos y hasta
complementarios. Su duración en el tiempo tampoco son indicador de alguna
superioridad, aunque se pueda señalar una progresiva pérdida de integración con
la Naturaleza. Si fuera por esto último todo el discurrir del hombre sería algo
así como una degradación de su unidad con el ambiente. Lo cual no se ajustaría
a su realidad ontológica que se revela justamente como un distanciarse de las
cosas. De lo contrario caeríamos en la visión angelical de la prehistoria y en
la glorificación del hombre natural a lo Rousseau, donde el hombre nace bueno y
la sociedad, y en este caso la historia, lo corrompe. Lo cual no sería exacto
ni justo. Cada época de la historia porta sus virtudes y defectos, y debe ser
evaluada en sí misma. La sobrevivencia del homínido es algo excepcional, que no
está perfectamente adaptado al medio. Aquí se trata de un espécimen vulnerable
que necesita de su ingenio.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Hay quienes sostienen<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn80" name="_ftnref80" style="mso-footnote-id: ftn80;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[80]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> que la unión con lo mundano
en que vivía el hombre primitivo del paleolítico hacía que su conciencia sea
secular y horizontal, sin necesidad de trascendencia y que, más bien, son los
pueblos civilizados los que son religiosos y espirituales con su Complejo de Autoridad
Sagrada (CAS). Y a partir de ello concluyen que la conciencia humana ha ido de
la Paradoja de unión con lo mundano al CAS. A todas luces se trata de un enfoque
forzado, ideológico y gratuito a la vista de los enterramientos ceremoniales
del Homo neandertal y de los vestigios que aparecen en las otras especies de homínidos.
Se trataría de otro intento del secularismo moderno para preconizar el
inmanentismo distorsionando la conciencia unitiva del hombre prehistórico y así
lograr sacar adelante un hombre sin dios, sin religión, sin trascendencia,
panteísta, animista y en la práctica ateo. Esta estratagema fallida queda
atrapada en la comprensión de la trascendencia como una ilusión antropológica
de la mente. Pero si se entiende la trascendencia como algo real, entonces lo
sagrado no deviene en religión alienante, civilizado, vertical y destructor del
hombre. Por otro lado, hay también quienes sostienen que una comprensión tan
extensa de filosofía es contraproducente porque difumina la concepción misma de
filosofía hasta hacerla sinónima de cultura, una doctrina ingenua, acrítica y
prelógica que no distingue entre filosofía rigurosa y filosofía espontánea. Todo
lo cual ha sido dejado atrás con la superación de los criterios de la etnología
clásica que presentaba a lo no-occidental como poco dotado de pensamiento
lógico-racional. En este sentido Sobrevilla, Rivara, Zenón y adláteres se convierten
en dogmáticos de una etnología superada. Pero el debate actual ya no se
caracteriza por saber si hay otros tipos de filosofías, lo cual se admite, ni
por determinar el sentido -que aquí lo hemos hecho en cuatro formas-, sino en entender
en última instancia qué es el filosofar mismo. En Grecia maduró un nuevo tipo
de filosofar, a saber, la filosofía logocrática, basado en el concepto lógico,
pero anteriormente la filosofía estuvo presente en el concepto mítico de la
filosofía mitocrática, el concepto intuitivo de la filosofía chamánica y el
concepto emocional de la filosofía numinocrática. En el mito, el arte y la poesía
el conocimiento y la expresión son inseparables, son moldes en que la realidad
se da con sentido significativo y, por ello, no sólo son emotivos y evocativos,
sino son cognoscitivos y se relacionan con la verdad<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn81" name="_ftnref81" style="mso-footnote-id: ftn81;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[81]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; color: black; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Pero no menos desconcertante es que saliendo del ámbito del Homo
sapiens encontramos el filosofar en otro tipo homínido, el Homo Neandertal. El
cual sería un exponente por antonomasia del Filosofar Mitomórfico del chamanismo.
No obstante, siguiendo el hilo conductor de que el filosofar es polimórfico y
multívoco nos enfrentamos a los más descabellado de todo, esto es, descubrir
que la aventura del filosofar comienza con tipos homínidos más antiguos y la forma
que adopta es el Filosofar Numinocrático del Mago-filósofo. El pensador
filósofo insertado en el devenir siente que pertenece al ser inmutable,
superior al mundo en devenir que vive y que muere. Intuye que el mundo tiene un
sentido previo y que preexiste a su propio vivir. Y es aquí donde nosotros
podemos advertir que el lenguaje no es primero ni segundo respecto al sentido.
Hay un sentido de lo real y otro sentido del pensar. Y nadie como el hombre de
la prehistoria estuvo en las condiciones vitales idóneas para advertirlo
experiencialmente. Filósofo es el hombre consciente de la ambigüedad de buscar
el ser absoluto desde la temporalidad. Filósofo es sentirse partícipe del ser
universal. Sabe de su saber en devenir, pero dentro de un esfuerzo por alcanzar
el saber absoluto. No es aquí el lugar para discutir si el Ser es lo absoluto o
no, pero su presencia se detecta desde tiempos inmemoriales. Todo lo cual es ya
demasiado desafiante para el magisterio académico y su universalismo eurocéntrico
consagrado. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero eso es lo de menos. Lo
central es enfrentarnos a una cuestión fundamental, el cual es: ¿Por qué la condición
humana filosofa? ¿Por qué el filosofar se presenta como una situación raigal de
la condición humana? Considero que el abordamiento diacrónico debe ser complementado
con su exploración sincrónica para responder adecuadamente esta decisiva
interrogante. Quizá sea lo más difícil para abordar, porque en ella se juntan
varias dimensiones a la vez, a saber, metafísica, ontológica, histórica y
teleológica. Y es lo que afrontaremos brevemente en el capítulo final que sigue.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="background: white; font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; color: black; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">4</span></b><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; color: black; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">DIMENSIÓN
ONTOLÓGICA DEL FILOSOFAR</span></b><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></b></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-family: helvetica; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-no-proof: yes;"><v:shape alt="Página 13 | Vectores e ilustraciones de Mujer chaman nordica para descargar gratis | Freepik" id="_x0000_i1030" style="height: 140.25pt; visibility: visible; width: 168.75pt;" type="#_x0000_t75">
<v:imagedata o:title="Página 13 | Vectores e ilustraciones de Mujer chaman nordica para descargar gratis | Freepik" src="file:///C:/Users/GUSTAV~1/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image005.jpg">
</v:imagedata></v:shape></span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">¿Por qué</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">
filosofamos? Aristóteles<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn82" name="_ftnref82" style="mso-footnote-id: ftn82;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[82]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> afirmó
que el origen del filosofar es el asombro. Pero ¿por qué el asombro es el origen
del filosofar? ¿Qué hace que el asombro se vuelva constante en el origen del
filosofar? Para que se presente de esta forma universal y permanente tiene que
tratarse de algo que está más allá de lo psicológico (óntico) e histórico (temporal)
tiene que ser transhistórico y existencial (ontológico). Tiene que ser un
acontecimiento raigal de la condición humana. Pero ¿qué tiene de singular la esencia
humana en su existir para que provoque el filosofar? La respuesta no puede ser
otra que por ser capaces de intuir nuestro ser entre el Ser y la Nada. Todas
las criaturas en su condición de contingentes están entre el ser y la nada, pero
lo peculiar es que el hombre es la criatura que lo sabe. Y ese hecho óntico-ontológico
es decisivo para el estallido del filosofar. ¿Pero de dónde nos viene este
saber? ¿Qué es lo que tiene la criatura humana para que nos acontezca el filosofar?
Lo que nos diferencia de los animales no es la inteligencia, ni la capacidad de
elegir, sino aquella capacidad de objetivación de ideas y de intuición de
esencias que es base de la desrealización. Aquella capacidad se llama “Espíritu”,
como actualidad pura e inobjetivable que produce ideas a partir de la intuición
de las esencias. El espíritu humano participa de las esencias (Platón) y por
eso las descubre (Aristóteles). La conciencia del mundo, la conciencia de sí
mismo y la conciencia teologal conforman la unidad ontológico espiritual de la
posibilidad del filosofar. Lo divino al ser sentido antropológicamente por el hombre
se compenetra crecientemente con el impulso cósmico de las esencias. Por el Espíritu
lo humano es partícipe de lo divino y se convierte en coautor de su obra en su propia
escala. Por ello, no es el hombre el que engendra lo divino, sino a la inversa<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn83" name="_ftnref83" style="mso-footnote-id: ftn83;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[83]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Esa
búsqueda de las primeras causas y principios que caracteriza el filosofar viene
de aquella compenetración del Espíritu humano con el mundo suprasensible de las
esencias. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Ahora bien, se objeta que, si el hombre filosofa por la condición
ontológica de su espíritu, entonces por qué no todos lo hacen e, incluso, la
filosofía moderna y posmoderna se caracteriza por ir contra todo supuesto metafísico
y esencialista. A lo que se puede responder afirmando que, si bien el impulso a
filosofar está presente en todo hombre, no obstante, su desarrollo requiere
formación, educación y capacidad de replanteamiento. Eso, por un lado, y, por otro,
el decurso antimetafísico y antiesencialista de la filosofía moderna y
contemporánea testimonia que lo espiritual es una fuerza no determinante, sino
condicionante que hay que actualizar. Y que incluso su actualización puede ir
dirigida contra sí misma, negando su propia existencia, empobreciendo la
realidad a lo meramente empírico y fáctico y degradando el filosofar a lo simplemente
narrativo. Es por ello que el Espíritu no puede ser considerado como un factor
infalible de la captación de las esencias, y es así porque la condición humana
tiene una ambigüedad de orden ontológico, constituida por que el sujeto es hermenéutico
por sí mismo y en consecuencia es afectado por una aporeticidad esencial. Es
por ello que la concepción objetivista de las esencias encuentra la dificultad de
enfrentar la ceguera hacia las mismas. Lo que lleva a sostener que no toda
relación ontológica con las esencias es absoluta, sino contingente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Cada esencia puede ser negada, cada conocimiento puede ser sustituido
por otro. El carácter ontológico de las esencias no se convierte en un
necesitarismo cósmico que suprime la libertad ni la condición contingente de la
condición humana. No todo intento de declarar la validez de un logos supone la
preadmisión de esencias declarados válidos para dicho logos. De modo que,
aunque ontológicamente hay un sistema absoluto de logos, sin embargo, desde la
ratio humana depende de una valoración previa de los entes (cosas o personas).
Existe una relación intrínseca entre ser y valorar en el hombre. No es que sólo
exista lo que se valora, ontológicamente las esencias existen
independientemente del valor, pero la libertad crea nuestro ser no sólo con la
captación de las esencias valoradas, sino, también, de las esencias inventadas.
Esto es, la libertad crea nuestro ser con la sustancia irreal de la posibilidad,
posibilidad que se da en dos mundos, a saber, el real y el posible. Así, el
arte es la liberación de la libertad en el mundo de lo posible e irreal, de un
mundo de totalidades acabadas pero inexistentes en la realidad. Y lo que
impulsa a la libertad del Espíritu de la condición humana al mundo de las esencias
es su apertura ontológica a lo posible, tanto en los entes reales e irreales.
Es por ello que detrás de su afán de salvación está su intuición de lo que está
fuera del tiempo, de un fundamento metasensible, eterno y transhistórico que lo
ansía y libera. Es locura reciente del hombre el buscar la salvación en lo
terrenal y la cultura, como producto de la hegemonía de imagen del mundo
terrenalista e inmanentista de la modernidad. El afán de salvación es un sueño
profundo en el Tiempo que va más allá de lo temporal, es una presentación de la
Nada en el devenir, pero de una Nada con contenido, que es origen y fundamento
de todo. El hombre es en este sentido la criatura que se desontologiza, porque
su ser fluctúa entre el Ser y la Nada, su ser está más allá del ser contingente
desde la contingencia. Su existencia es la conjunción del logos de la
experiencia y el logos de la razón, pero tanto en la experiencia como en la
razón el Ser transparenta su presencia como <i>ens extramundanum</i>. No siendo
atemporales desocultan lo atemporal y esencial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Desde el cartesianismo hasta la fenomenología, existencialismo,
estructuralismo, neopositivismo hasta el posmodernismo se han visto variaciones
de la misma melodía subjetivizante del giro inmanentista del hombre epistémico
de la modernidad. Lo cual es prerrogativa de una época que cayó presa de lo
cuantitativo, calculable y objetivable, es decir, es propio de una determinada
imagen del mundo que consuma su propia esencia antimetafísica. Todo queda
sujeto a la propia opinión subjetiva al asumirse que la verdad está
definitivamente oculta, no existe, es mera invención o creencia humana. No es
posible fundamentar el conocimiento ni la realidad, la búsqueda la verdad, la objetividad,
la realidad, las esencias y la razón deben ser abandonadas. Hay que sustituir
la verdad por las creencias convenientes. Ese el predicamento del ultimo gurú
del pensamiento filosófico moderno, a saber, Richard Rorty<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn84" name="_ftnref84" style="mso-footnote-id: ftn84;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[84]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
quien proclama que la filosofía sin espejos es filosofía conversacional que no
busca el <i>arjé</i>, y le parece insostenible la objetividad ligada a una
trascendencia. Todas las manifestaciones del pensamiento decadente están
presentes en Rorty. Ya el abandono de la objetividad representacional está
presente en el segundo Wittgenstein, el segundo Heidegger, Sellars, Quine y
Davidson. Se desemboca así en el pensar que las cuestiones de hoy no son
metafísicas ni teológicas, sino políticas. La erosión nihilista de la sociedad
postmetafísica tenía que desembocar en un historicismo nominalista donde la
teoría es sustituida por la narrativa. Ese era el desatinado destino de una imagen
del mundo que relevó el Ser por el Pensar. Y se cumplió. Como lo humano es
contingente y no determinista la condición ontológica del filosofar pudo presentar
esta manifestación deforme y malsana. A esto lo llamó Gilles Lipovetsky la era
del vacío, Zygmunt Bauman modernidad líquida, Byung-Chul Han sociedad del
cansancio, por mi parte lo denomino sociedad anética<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn85" name="_ftnref85" style="mso-footnote-id: ftn85;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[85]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Pero el hecho es que el hombre está abocado a filosofar por la
estructura ontológica de su ser. Es una criatura que le resulta desconcertante
percibirse como una finitud separada de las demás cosas del mundo, tiene
conciencia del hiato que lo diferencia de los demás seres y a partir de aquella
separación ontológica de su ser con los demás entes siente su religación con el
Absoluto. Es decir, el hombre es el ser plantado ante lo Absoluto e infinito porque
por su Espíritu capta la contingencia de su existencia. Los animales no tienen
espíritu y por eso no lo captan. Es una doble condición ontológica que lo
asedia y lo impulsa a filosofar, por un lado, la percepción de su finitud, de la
nada en su ser, y, por otro, la conciencia de la infinitud y su religación con
ella. Es por ello que el problema metafísico y el problema teológico es permanente
en el hombre, porque pertenece a su condición humana. Su experiencia social,
individual e histórica está atravesada por ambas situaciones existenciales. Y,
más bien, el intento de suprimirlas en el esquema inmanentista y secularizado de
la modernidad le ha traído más daño que ventajas. No sólo le hizo extraviar el
sentido de lo divino, sino también el sentido del ser, trayendo consigo la
merma de la moral y de la piedad. El sentido de lo bueno y correcto resultó siendo
dañado y lo normativo extraviado se tradujo en la malignización del bien y desmalignización
del mal. Sin lugar a dudas esto sucede especialmente en el orbe de la cultura
occidental moderna que lo promueve e impulsa a nivel global<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn86" name="_ftnref86" style="mso-footnote-id: ftn86;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[86]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Su
humanidad sin la dimensión de lo trascendente religioso y metafísico se
sumergió en la oscura noche de la moral situacional, donde el relativismo y el
nihilismo imperan y lo convierten en el monstruo que desmaligniza el mal y
maligniza el bien. Al quebrarse la vida normativa se quiebra la misma esencia del
hombre, porque su ser está intrínsecamente unido al bien y a la vida moral. De
ahí que el hombre sin moral se deshumaniza porque se vuelve un monstruo. En
otras palabras, en el hombre ontología y ética se hallan entrelazados en una
dimensión metafísica indesarraigable<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn87" name="_ftnref87" style="mso-footnote-id: ftn87;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[87]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. En
la posmodernidad salió a flote la dimensión anética del hombre con todas sus consecuencias
luciferinas de deshumanización posibles. Pero si tales dimensiones metafísica y
religiosa son propias de la condición humana ¿cómo es posible que puedan ser
negadas? Simplemente porque no se trata de algo innato mecánico, incluso el que
dispone de piernas debe aprender a usarlas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En otras palabras, dichas dimensiones son posibilidades que tienen que
ser actualizadas por la libertad humana. Obviamente, se trata de una libertad
condicionada sobremanera por el tamiz de la cultura. Y el cedazo de la
modernidad fue el muro inmanentista para que tales dimensiones se empezaran a
agostar. Esto ha mermado la potencia de la propia filosofía con su giro antiesencialista
y desfundamentador en la filosofía posmoderna, haciéndola derivar hacia un
culturalismo donde el existente se construye su ser a la carta. La plaga del
constructivismo cultural despotenció al filosofar mismo. Al final lo que se
tiene es la edificación de la barbarie civilizada. Al final de cuentas, el tema
de <i>¿Por qué filosofamos?</i> nos pone ante el problema decisivo de la Razón.
Después de haber visto ante nuestros ojos cómo se han sucedido el filosofar numinocrático,
el filosofar mitomórfico, el filosofar mitocrático y el filosofar logocrático,
lo que tenemos es lo que Hegel también vio, a saber, el despliegue de la Razón universal.
En el Universo existe un orden, donde incluso la entropía juega un rol, y ese
orden tiene todas las apariencias de ser la expresión de la existencia de una
Razón universal. Ante ello la filosofía se condensa en el esfuerzo por comprender
y explicar la manifestación de dicha razón cósmica. Naturalmente que la
explicación de la Razón universal excede las páginas de este ensayo, ante lo
cual sólo se pueden hacer breves trazos provisionales. Lo insólito para nuestro
tiempo tan ensimismado en lo subjetivo es que el tema de la Razón universal nos
impulsa a sobrepasar los límites antropológicos para lanzarnos hacia la meditación
cosmológica, metafísica y escatológica. El realismo metafísico vuelve a
reclamar su espacio en una hora histórica muy singular de tránsito geopolítico.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Clarea en el horizonte la aurora de un
nuevo brillo para el pensamiento. Una nueva imagen del mundo reclama su hora y
las exequias de la envejecida modernidad exige su cadáver. Es todo lo que puedo
decir por el momento. No sé si podré escribir un viejo sueño de juventud, una <i>Crítica
de la Razón Cósmica</i>, como realización de la razón universal divina en el
cosmos. Pero bien vale la pena intentarlo. En suma, el enfoque sincrónico del filosofar
nos muestra que está relacionado con la ontología de la finitud -percibe su
incompletud metafísica- y la ontología teologal -percibe lo metasensible-. En
buena cuenta, el filosofar nunca ha sido el paso del mito al logos, porque hay
filosofía en el mito y la posición antimitológica de la filosofía no se
sostiene en sentido amplio, sino, tan sólo en sentido restringido. Pero,
además, el mito es revelación del horizonte de lo sagrado y expresa una verdad
mediante una imagen. El mito es revelación natural, en ella está lo divino, pero
no sobrepasa el límite de la razón natural. En lo mitomórfico y lo numinocrático
adviene la revelación del ser como presencia presente, su verdad es la
teofanía. En el filosofar reverbera un espíritu sensible a lo divino. El error
de dejar a la filosofía originada en el mero asombro es que lo lleva a carecer
de un fundamento ontológico, y de limitarla como un acontecimiento en el ámbito
de la conciencia. La filosofía no se puede quedar limitada a la persona, porque
el fundamento de su quehacer es el Ser. Y por mayores esfuerzos que se ha hecho
en la filosofía moderna y posmoderna por desontologizar a la filosofía, para
relativizarla en el ser de la existencia humana, caen en el vacío. Lo que han
logrado es bloquear momentáneamente el camino para llegar al ser trascendente,
cayendo en el relativismo agnóstico y en el ateísmo. Así queda la existencia
humana abandonada a su propia libertad. Sin fundamento ontológico la filosofía
queda ciega. Pues, concebir la libertad humana como una pura libertad vacía de
ser equivale a asumir una posición metafísica agnóstica, donde la libertad en
vez de orientarse hacia la captación de las esencias y la realización de los
valores éstos quedan como originados y determinados por la libertad. Es la
realización modernista del <i>homo mensura</i> protagórico, que consagra como
pequeño diosecillo al <i>deus in terris</i> de la voluntad de poder y de la
voluntad de verdad. De este modo el hombre se coloca más allá del bien y del
mal, surge el hombre anético que desmaligniza el mal y maligniza el bien. Esa
es la raíz irracionalista que estaba encerrada en el giro inmanentista y
terrenalista del pensamiento moderno. El fundamento nihilista de la doctrina
posmoderna no da lugar a una verdadera libertad y el hecho de que coloque la
actividad humana en el plano de lo cultural conduce al relativismo integral.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El reconocimiento de la dimensión ontológica del filosofar supone
superar la metafísica agnóstica de la imagen del mundo de la modernidad, que
lleva al antiesencialismo, la postmetafísica, el nihilismo e impone un
pragmatismo hasta sus últimas consecuencias amorales y maquiavélicas. Pero
enfrentar la dimensión ontológica nos lleva hacia la constatación de que el
filosofar no es razonamiento puro, sino un razonar desde la existencia. Por eso
no es una disciplina meramente racional, sino multiforme y multívoca, nunca
plena en medio de lo pleno, es tener plantado la propia finitud ante lo Absoluto.
Fue Nietzsche en <i>El nacimiento de la tragedia</i> el que advirtió que es en
el arte, y no en la moral, donde se presenta la actividad genuinamente metafísica
del hombre. Lo importante aquí no es que lo que Nietzsche llame arte no haya
sido tal cosa para el hombre de la prehistoria, y al parecer fue algo más que
arte, sino que lo trascendente es advertir que en dicha actividad del espíritu
humano se manifiesta la primera experiencia verdaderamente metafísica del
hombre. Lo que para nosotros es arte rupestre, canto, danza, para el hombre de
la prehistoria eran formas arcaicas del filosofar. La danza giratoria del sufismo
para ponerse en contacto con lo divino, es un vestigio de lo que afirmamos. Lo
que significa que lo humano tiene una vocación metafísica irrenunciable que
nace de su propio ser y que lo predispone para el filosofar. En el arte el
hombre expresa su concepción del mundo y de la vida, siendo el lenguaje silencioso
del contacto con el Ser. El sentido del mundo no sólo se puede expresar mediante
conceptos y argumentos, sino también mediante formas, colores y sonidos, o lo
que Kant llamó “ideas sin concepto”. En este sentido, el arte sería la forma
más arcaica del filosofar y dar sentido al mundo. Lo cual significa que la filosofía
y el arte jamás estuvieron tan unidas como en la prehistoria, y no es posible
descartar que en un mañana próximo se vuelvan a reencontrar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En su grave desorientación espiritual el mundo moderno cae en la trampa
del llamado culto a la naturaleza y divinización de los objetos naturales. Y
dentro de las anormalidades que se desarrollan en la modernidad está a
atracción sexual hacia los árboles y las plantas (dendrofilia), la ideología animalista
que atribuye los mismos derechos que un ser humano a todos los animales.
Savater<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftn88" name="_ftnref88" style="mso-footnote-id: ftn88;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[88]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
considera excesivo homologar éticamente a los animales con los humanos y
dotarlos de los mismos derechos. Los animales no son meras cosas, pero hay que
tratarlos según su propio naturaleza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Bibliografía</span></i><i><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 16pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"> <o:p></o:p></span></i></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Abbagnano, Nicola.<i> Diccionario
de Filosofía</i>, FCE, 1993, p.538.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Acosta, José de. <i>De Historia natural y moral de las Indias, </i>en:
Obras del Padre José de Acosta<i>, </i>pág. 142, Atlas, Madrid, 1954.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Aristóteles. <i>Metafísica</i>,
983, 11. Gredos, 2014.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Bauman, Zygmunt <i>La modernidad líquida</i>, FCE, 2004; <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Bell, E. T. <i>Historia
de las matemáticas</i>. FCE, México, 2010. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Berman, Morris. <i>Historia de la conciencia</i>. Editorial Cuatro
Vientos, Santiago de Chile, 2004.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Bréhier, Émile.<i> Historia
de la filosofía. Desde la antigüedad hasta el siglo XVII</i>, dos tomos, Tecnos
1988.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Busto Duthurburu, José Antonio. <i>Túpac Yupanqui descubridor de
Oceanía</i>, Fondo editorial del Congreso del Perú, Lima 2006. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Estermann, Joseph. <i>Filosofía andina. Estudio intercultural de la
sabiduría autóctona andina.</i> Autoedición Abya-Yala, Quito, 1998</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Cerrón Palomino, Rodolfo. <i>Las lenguas de los Incas: el puquina, aimara
y quechua</i>. Frankfurt: Peter Lang editor, 2012.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Chacón, Hugo. <i>Filósofos
andinos</i>. Aleph, Lima, 2021. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Clottes, J. y David Lewis-Williams. <i>Los chamanes de la prehistoria</i>.
Ariel, España, 2010.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Depaz Toledo, Zenón<i>. La
cosmo-visión andina en el Manuscrito de Huarochirí.</i> Perfecto Vicio
editores, Lima, 2015.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Diógenes Laercio, <i>Vidas y opiniones de los filósofos ilustres</i>, I,
12, pág. 46. Alianza editorial, Madrid, 2019.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Eliade, Mircea. <i>Iniciaciones
místicas</i>. Taurus, Madrid, 1984.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">---- . </span></sup><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">El mito del eterno retorno. Arquetipos y repetición. </span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Alianza,<i> </i>1992<i>.<o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">---- . </span></sup><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. FCE, México, 1996.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Favaron, Pedro. <i>Las visiones y los mundos. Sendas visionarias de la
Amazonía Occidental.</i> CAAAP. Lima 2017.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Flores Gutiérrez, María<i>. Filosofía intercultural y el Allin Kawsay (Vivir
Bien Andino) en el diálogo de razones</i>. Editorial San Marcos, Lima, 2019.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Flores Quelopana, Gustavo<span style="color: red;">. </span></span><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Filosofía prehistórica. </span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Iipcial,<i> </i>2018.<i> <o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">---. Teoría General de la
Filosofía. </span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Iipcial<i>,
</i>2021. <i><o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">---. Universalismo
Filosófico</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. Iipcial,
2023.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">---. Carta sobre la
metafísica. </span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Iipcial, 2021. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">---. Antropología sin antropocentrismo</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. <i>El mundo como bondad
y compasión</i>. Iipcial, 2022. <i><o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">--- . La paradoja antrópica. Hecatombe de la crisis ambiental</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. Iipcial, 2022.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">--- . Imperio posmoderno de la sociedad anética</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">, Iipcial, Lima, 2005.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">--- . El sentido metafísico
del mundo multipolar</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. Iipcial, 2022.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">--- . La modernidad
envejecida</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. Iipcial,
2022. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">--- . Apocalipsis de la
razón burguesa</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. Iipcial, 2022.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-PE;">---
. Filosofía como onto-ética</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-PE;">. Iipcial, 2021.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Gálvez, Ana María<i>. Chuqui
Chinchay. Deidad del agua. Animal de poder en la cosmovisión andina</i>. Sinco
editores, Lima, 2020. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">García, Federico y Roca<i>, </i>Pilar.<i> Pachakuteq. Una aproximación
a la cosmovisión andina</i>. Juan Gutenberg editores, Lima, 2004.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Gigante, M. <i>Diogene Laerzio, storico del pensiero antico</i>, Nápoles,
1986.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Guénon, René<i>. La crisis del mundo moderno</i>. Moca Azul editores,
Lima, 1975<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Han, Byung-Chul. <i>La sociedad del cansancio,</i> Herder, 2012<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Hazard, Paul. <i>La crisis de la conciencia europea</i>, Alianza editorial,
1988.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Heimsoeth, Heinz. <i>Los seis grandes temas de la metafísica occidental</i>,
Revista de Occidente, Madrid, 1974.</span><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Holguín, Diego
González. <i>Vocabulario de la lengua general de todo el Perú llamada lengua
Quechua o del Inca</i>. UNMSM, Lima, 1989.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Iberico, Mariano. <i>La
Aparición</i>. Lima, Imprenta Santa María, 1950.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Inca Garcilaso en los <i>Comentarios
reales</i>, UIGV, Lima, 2015.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Jaeger, Werner. <i>La
teología de los primeros filósofos griegos</i>, FCE, México, 1952.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">---- . </span></sup><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Paideia</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. FCE, México, 2015.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Jung, Carl G. <i>El
hombre y sus símbolos</i>. Paidós, Barcelona, 1985.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Kahn, J. S. (compilador). <i>El concepto de cultura: textos
fundamentales. Escritos de Tylor, Kroeber, Malinowski, White y Goodenough.</i>
Editorial Anagrama, Barcelona, 1975<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Kant. <i>Crítica
del Juicio</i>. Austral, Madrid, 2007.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Leibniz, G. W. <i>Teodicea</i>.
Biblioteca Nueva, Madrid, 2014.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">León Portilla, León. <i>La
filosofía nahuatl estudiada en sus fuentes</i>, UNAM, 1993.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Lévi-Strauss, Claude. <i>El pensamiento salvaje</i>,
FCE, México, 2009.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Lipovetsky, Gilles, <i>La
era del vacío</i>, Anagrama, 2003. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Marshall Urban, Wilbur. <i>Lenguaje
y realidad</i>. FCE, 1979.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Mejer, J. <i>Diogenes
Laertius and his hellenistic Background</i>, Wiesbaden, 1978. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Mondolfo, Rodolfo. <i>El Infinito en el pensamiento de la Antigüedad clásica</i>,
Ediciones Imán, Buenos Aires, 1952.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Marzal, Manuel. <i>Tierra encantada. Tratado de antropología religiosa
en América Latina</i>. Madrid-Lima, Trotta, 2002.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Mazzi, Víctor. <i>Inkas y
filósofos</i>. Gráfica Rinconada, Lima, 2016.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">---- . </span></sup><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Mito y racionalidad en el Manuscrito quechua de Huarochirí</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. K´ollana ediciones, Lima,
1995.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Mejía Huamán, Mario. <i>Teqse. La cosmovisión andina y las categorías
quechuas como fundamentos para una filosofía peruana y de América Latina</i>.
URP, Lima, 2011. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFootnoteText" style="margin-left: 14.2pt; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">---- . <span style="color: black;">“<i>El concepto de
sabiduría y verdad en el pensamiento andino</i>” en<i>: Filosofía cristiana y
desarrollo del hombre</i>, pp.207-211. Conferencias de la Primera Semana
Internacional de Filosofía Cristiana. ACAPEF, Lima, 1992.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Mosterín, Jesús. <i>El pensamiento de la India</i>, Aula Abierta Salvat,
Barcelona 1985.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Müller, Max. <i>Historia de las religiones</i>. Albatros, Buenos Aires,
1945.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Ortega y Gasset, José. <i>Origen y epílogo de la filosofía</i>, Revista
de Occidente, Madrid, 1972.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Pe. Waldomiro O. Piazza, SJ. <i>Religiones de la humanidad</i> (en
portugués), Edición Loyola, Sao Paulo, 1995.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Poirier, Jean. <i>Una
historia de la etnología</i>. FCE, México, 1992.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Prem, Dhavit. <i>Yupana Inka. Decodificando la matemática inka. Método
Tawa Pukllay</i>, Asociación Yupanki, Lima, 2023. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Quintanilla, Pablo. <i>Epistemologías
andinas y amazónicas</i>. PUCP, Lima 2023.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Radin, Paul. <i>El hombre
primitivo como filósofo</i>. Eudeba, 1960.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Reyes Álvarez, Carlos. “<i>De una ontología negativa a una positiva de
la materia. Propuesta de nueva periodificación del pensamiento filosófico de Mariano
Iberico</i>”. Tesis de Licenciatura de Filosofía, UNMSM, Lima, 2023. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Reyna, Wagner de. <i>La poca Fe</i>. ISPEC, Lima, 1993<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Ricoeur, Paul. <i>Finitud
y culpabilidad</i>, Taurus, España, 1982</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Rivara de Tuesta, María
Luisa. <i>Pensamiento prehispánico y filosofía colonial en el Perú</i>,
Tomo I, FCE, Lima 2000.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Rorty, Richard. <i>La filosofía y el espejo de la naturaleza</i>.
Cátedra, Madrid, 1989.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Russo Delgado, José Antonio.
<i>Los presocráticos III.<span style="color: red;"> </span>Lo que es. Los
eleatas,</i> </span><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Parménides-Zenón-Melisso</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">UNMSM, 1992.</span><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: X-NONE; mso-fareast-language: X-NONE;"> </span></sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">---- . <i>Los presocráticos
II</i>. <i>El logos. Heráclito, </i>UNMSM<i>, </i>2000.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">------. </span></sup><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Los Presocráticos I. El
Principio. Fuentes. Antecedentes-Milesios, Pitágoras-Jenófanes.</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"> UNMSM, Lima, 1988.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Salazar Bondy, Augusto.<span style="color: red;"> </span></span><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">La filosofía en el Perú</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. Studium. Pág. 10, Lima, 1967.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: red; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Sánchez Garrafa, Rodolfo. <i>Apus de los cuatro Suyus.
Construcción del mundo en los ciclos mitológicos de las deidades montaña</i>.
IEP, 2014; <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">---- . Los Ayar</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. <i>La refundación del
centro del mundo</i>. Bisonte editorial, 2020; <i><o:p></o:p></i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">---- . Muerte y mundo subterráneo en los Andes</span></i><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">. Bisonte
editorial, 2022. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Scheler. Max. <i>El puesto del hombre en cosmos</i>, Losada, Buenos
Aires, 1974.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Sobrevilla, David. <i>Repensando
la tradición de Nuestra América</i>, pp. 69-70, Banco Central de Reserva del
Perú, Fondo Editorial, Lima 1999.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Taylor, Gerald. <i>Huarochirí. Ritos y tradiciones</i>.
IFEA-Lluvia editores, Lima, 2001.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Tempels, Placide<i>.
Filosofía Bantú</i>. Exodus, 2022.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Torero, Alfredo. <i>Idiomas
de los Andes</i>. Horizonte, Lima, 2005.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Thomas, Hugh. <i>Imperio español de Carlos V y la Conquista de América</i>,
Editorial Crítica, España, 2013.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Toynbee<i>, </i>Arnold.<i> La civilización helénica</i>, Emecé
editores, Buenos Aires, 1960.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Valera, Blas. <i>Las costumbres antiguas del Perú y La historia de los
Incas</i>. Colección Pequeños grandes libros de historia americana, serie 1,
tomo viii, Lima, 1945.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Weber, Max. <i>Economía y
sociedad</i>. FCE, Madrid, 1993.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Zea, Leopoldo
(compilador). <i>Ideas y presagios del descubrimiento de América</i>. FCE,
México, 1991.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;">Zubiri, Xavier. <i>Naturaleza, Historia y Dios</i>. Alianza
editorial-Fundación Xavier Zubiri, Madrid, 1994.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 14.2pt; text-align: justify; text-indent: -14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-language: X-NONE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Esta obra se terminó de imprimir <o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">en el mes de Enero del 2024<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: center; text-indent: 21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 7pt; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 8.0pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">En Lima Perú<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 150%; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-left: 21.3pt; text-align: justify; text-indent: -21.3pt;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Arial Rounded MT Bold",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 14pt; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-font-weight: bold; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">INDICE<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 115%; text-align: center;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-fareast-font-family: "Calibri Light"; mso-no-proof: yes;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Preámbulo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>5 <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;">1.
¿Del Mito al Logos?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>9<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;">2.
Ruptura mítico-andina entre lo ontológico e histórico<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>30<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;">3.
De mito al filósofo primitivo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>80<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;">4.
Dimensión ontológica del filosofar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>90<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-family: helvetica; font-size: 11pt; line-height: 115%;">Bibliografía<o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><span style="font-family: helvetica;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<span style="font-family: helvetica;"><!--[endif]-->
</span><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Diógenes Laercio, <i>Vidas
y opiniones de los filósofos ilustres</i>, I, 12, pág. 46. Alianza editorial,
Madrid, 2019.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">J. Mejer, <i>Diogenes
Laertius and his hellenistic Background</i>, Wiesbaden, 1978; M. Gigante, <i>Diogene
Laerzio, storico del pensiero antico</i>, Nápoles, 1986.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Dhavit Prem, <i>Yupana
Inka. Decodificando la matemática inka. Método Tawa Pukllay</i>, Asociación
Yupanki, Lima, 2023. Dhavit Prem es el descubridor-inventor del método Tawa Pukllay,
se trata de un algoritmo que no siguiendo el pensamiento arábigo decodifica la
matemática inka hasta decimales y un aproximado al número pi. Si la Yupana
permite dicho cálculo no es improbable que los Inkas lo hicieran. Expone que se
trata de un modo de pensar no lineal, no deductivo e intuitivo. Lo cual
indicaría que los Inkas y su matemática fueron adelantados de la matemática
intuitiva y no deductiva. Su propuesta llega más lejos de los planteamientos de
especialistas como Hugo Pereyra, Carlos Hernández, Andrés Chirinos, Gary Urton
y Williams Burns.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><a name="_Hlk153264462"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">E. T. Bell. <i>Historia
de las matemáticas</i>. FCE, México, 2010. </span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Para Bell la historia de las matemáticas tiene siete etapas y la primera,
que aparece en Babilonia y Egipto, es empírica. Lo cual estimo limitante y que
no se condice con las evidencias líticas, pictográficas y de arte rupestre de
la prehistoria. Resulta interesante cómo Bell señala que, desde la teoría de la
probabilidad, el método estadístico, la incertidumbre y los números
irracionales se derrumba la matemática deductiva, arrastrando a Pitágoras,
Aristóteles y Kant. La matemática futura se encamina hacia un pensar menos deductivo
y más intuitivo, cualitativo e imaginativo. Será -pienso- una vuelta a los
orígenes intuitivos de la prehistoria, pero en una versión cualitativamente
diferente y enriquecida. Ha vuelto el antiguo tirano: el azar. Pero, quizá, el
mayor misterio siga siendo que el hombre haga matemáticas.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Nicola Abbagnano<i>,
Diccionario de Filosofía</i>, FCE, 1993, p.538.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Jesús Mosterín, <i>El
pensamiento de la India</i>, Aula Abierta Salvat, Barcelona 1985.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Pe. Waldomiro O.
Piazza, SJ. <i>Religiones de la humanidad</i> (en portugués), Edición Loyola,
Sao Paulo, 1995.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Una propuesta
animista fue presentada durante el XI Congreso Regional del Norte del Perú,
realizado en la ciudad de Trujillo, el pasado mes de noviembre del 2023, por el
profesor sanmarquino Zenón Depaz presentando el cosmocentrismo animista como la
base para una cosmopolítica andina. Considero que la gravedad de destrucción
ecológica es un factor que precipita incurrir en soluciones regresivas y
antihistóricas como la de la resurrección del animismo cosmocéntrico.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">E. Bréhier, <i>Historia
de la filosofía desde la Antigüedad hasta el siglo XVII</i>, dos tomos Tecnos,
1988. <o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Mariano Iberico, <i>La
Aparición</i>. Lima, Imprenta Santa María, 1950.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Paul Ricoeur, <i>Finitud
y culpabilidad</i>, Taurus, España, 1982.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn12" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><a name="_Hlk153268234"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Wagner de Reyna. <i>La
poca Fe</i>. ISPEC, Lima, 1993</span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">.
Lo fascinante de esta su última obra es que aborda coherentemente una variedad
de temas fundamentales. No duda en afirmar que hay que restaurar lo mítico en
su dignidad lógica, pero tampoco tiene reparos en sostener que la razón es
importante y el racionalismo es dañino al excluir la fe. Su conclusión es categórica:
el hombre de hoy no sólo está afectado de poca fe, sino también de poca razón. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn13" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Carl G. Jung. <i>El hombre y sus símbolos</i>. Paidós,
Barcelona, 1985. Que el inconsciente crea símbolos es poco cuestionable, pero
es exagerado que a Jung se le considere indebidamente como el rescatador de la
realidad del alma para el hombre moderno. Pues en realidad, su alma no remite a
ningún mundo trascendente, ni a un Dios que no se reduzca a la realidad de la
psique. En este sentido, Jung a pesar de todo el esoterismo de sus dos mentes
-consciente e inconsciente- se mantiene en el horizonte moderno de la imagen
del mundo inmanentista y secularizado.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn14" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Esta correspondencia sólo puede ser aproximativa y
nunca exacta.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn15" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref15" name="_ftn15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">W. Jaeger, <i>La
teología de los primeros filósofos griegos</i>, FCE, México, 1952.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn16" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref16" name="_ftn16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">José Ortega y
Gasset, <i>Origen y epílogo de la filosofía</i>, Revista de Occidente, Madrid,
1972.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn17" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref17" name="_ftn17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Arnold Toynbee<i>,
La civilización helénica</i>, Emecé editores, Buenos Aires, 1960.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn18" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref18" name="_ftn18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Heinz Heimsoeth, <i>Los
seis grandes temas de la metafísica occidental</i>, Revista de Occidente,
Madrid, 1974.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn19" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref19" name="_ftn19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Rodolfo Mondolfo, <i>El
Infinito en el pensamiento de la Antigüedad clásica</i>, Ediciones Imán, Buenos
Aires, 1952.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn20" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref20" name="_ftn20" style="mso-footnote-id: ftn20;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">W. Jaeger, <i>Paideia</i>.
FCE, México, 2015.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn21" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref21" name="_ftn21" style="mso-footnote-id: ftn21;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Paul Hazard, <i>La
crisis de la conciencia europea</i>, Alianza editorial, 1988.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn22" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref22" name="_ftn22" style="mso-footnote-id: ftn22;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Hugh Thomas, <i>Imperio
español de Carlos V y la Conquista de América</i>, Editorial Crítica, España, 2013.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn23" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref23" name="_ftn23" style="mso-footnote-id: ftn23;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">José de Acosta. <i>De
Historia natural y moral de las Indias, </i>en: Obras del Padre José de Acosta<i>,
</i>pág. 142, Atlas, Madrid, 1954.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn24" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref24" name="_ftn24" style="mso-footnote-id: ftn24;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Alfredo Torero. <i>Idiomas
de los Andes</i>. Horizonte, Lima, 2005.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn25" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref25" name="_ftn25" style="mso-footnote-id: ftn25;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Rodolfo Cerrón
Palomino. <i>Las lenguas de los Incas: el puquina, aimara y quechua</i>.
Frankfurt: Peter Lang editor, 2012.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn26" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref26" name="_ftn26" style="mso-footnote-id: ftn26;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Víctor Mazzi<i>,
Inkas y filósofos</i>, Gráfica Rinconada, Lima, 2016.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn27" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref27" name="_ftn27" style="mso-footnote-id: ftn27;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Pablo Quintanilla,
H. Clark Barret, Michael L Cepek, Emanuele Fabiano y Edouard Machery, editores.
<i>Epistemologías andinas y amazónicas</i>, PUCP, Lima, 2023.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn28" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref28" name="_ftn28" style="mso-footnote-id: ftn28;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Max Müller. <i>Historia
de las religiones</i>. Albatros, Buenos Aires, 1945.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn29" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref29" name="_ftn29" style="mso-footnote-id: ftn29;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">El escritor
andinista peruano Hugo Chacón ha propuesto este término pata describir la
religión andina precolombina en su obra <i>Filósofos Andinos</i>. <i>Garcilaso
de la Vega, Guamán Poma de Ayala, Juan Santa Cruz Pachacuti, José María
Arguedas</i>, p. 13, Aleph impresiones, Lima, 2021.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn30" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref30" name="_ftn30" style="mso-footnote-id: ftn30;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Mircea Eliade. <i>Iniciaciones
místicas</i>. Taurus, Madrid, 1984.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn31" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref31" name="_ftn31" style="mso-footnote-id: ftn31;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">René Guénon<i>. La crisis del mundo moderno</i>. Moca
Azul editores, Lima, 1975<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn32" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref32" name="_ftn32" style="mso-footnote-id: ftn32;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">El misterioso personaje
Antarqui aparece en la crónica de Pedro Sarmiento de Gamboa, como un nigromante
que volaba por los aires y que acompaña al conquistador Inca Túpac Yupanqui asegurándole,
previo viaje extático, que sí existían aquellas islas relatadas por los
mercaderes, y por ello el historiador José Antonio del Busto Duthurburu considera
a dicho inca ser el descubridor de Oceanía (<i>Túpac Yupanqui descubridor de
Oceanía</i>, Fondo editorial del Congreso del Perú, Lima 2006). <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-family: helvetica; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn33" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref33" name="_ftn33" style="mso-footnote-id: ftn33;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Gerald Taylor. <i>Huarochirí.
Ritos y tradiciones</i>. IFEA-Lluvia editores, Lima, 2001.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn34" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref34" name="_ftn34" style="mso-footnote-id: ftn34;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[34]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Manuel Marzal. <i>Tierra
encantada. Tratado de antropología religiosa en América Latina</i>.
Madrid-Lima, Trotta, 2002.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn35" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref35" name="_ftn35" style="mso-footnote-id: ftn35;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[35]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><a name="_Hlk153182730"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Federico García y Pilar Roca<i>, Pachakuteq. Una aproximación a la
cosmovisión andina</i>. Juan Gutenberg editores, Lima, 2004.<o:p></o:p></span></a></span></p>
</div>
<div id="ftn36" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref36" name="_ftn36" style="mso-footnote-id: ftn36;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[36]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Víctor Mazzi y Alberto
ángeles. <i>Mito y racionalidad en el Manuscrito quechua de Huarochirí</i>. K´ollana
ediciones, Lima, 1995.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn37" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref37" name="_ftn37" style="mso-footnote-id: ftn37;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[37]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Zenón Depaz Toledo<i>.
La cosmo-visión andina en el Manuscrito de Huarochirí.</i> Perfecto Vicio
editores, Lima, 2015.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn38" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref38" name="_ftn38" style="mso-footnote-id: ftn38;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[38]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Ana María Gálvez<i>,
Chuqui Chinchay. Deidad del agua. Animal de poder en la cosmovisión andina</i>.
Sinco editores. El gran aporte de la autora es la recuperación para la
cosmovisión andina del gato montés u <i>oscollo</i> como el <i>Qoa</i> o animal
mitológico que representa la deidad del agua. Este animal de poder es de
carácter panandino y se remonta al paleolítico superior en pinturas rupestres. Su
huella se perdió porque los españoles lo identificaron con el demonio de los
hechiceros. Su obra lo reconoce como el felino volador de la fauna cósmica
sagrada junto al cóndor y la serpiente. Su predominio iconográfico en
petroglifos, textiles, ceramios y arquitectura es reconocible. Es un animal de
poder central en el oficiante, sacerdote o chamán. En la sociedad teocrática
agrocéntrica cobró importancia central para pedir lluvia, impedir la granizada
que destruía sembríos y otros fines esotéricos.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn39" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref39" name="_ftn39" style="mso-footnote-id: ftn39;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[39]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Mircea Eliade. <i>El
mito del eterno retorno. Arquetipos y repetición. Alianza, 1992.<o:p></o:p></i></span></span></p>
</div>
<div id="ftn40" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref40" name="_ftn40" style="mso-footnote-id: ftn40;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[40]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Rodolfo Sánchez
Garrafa es autor de tres libros decisivos: <i>Apus de los cuatro Suyus.
Construcción del mundo en los ciclos mitológicos de las deidades montaña</i>.
IEP, 2014; <i>Los Ayar</i>. <i>La refundación del centro del mundo</i>. Bisonte
editorial, 2020; <i>y Muerte y mundo subterráneo en los Andes</i>. Bisonte
editorial, 2022. Con lucidez etnohistórica el autor evidencia las categorías
centrales que presiden la mitología andina: tiempo cíclico, arquetipos y
repetición. Lo que para la comprensión filosófica encuentra especial significación
para comprender la filosofía mitocrática precolombina.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn41" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref41" name="_ftn41" style="mso-footnote-id: ftn41;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[41]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Diego González
Holguín. <i>Vocabulario de la lengua general de todo el Perú llamada lengua
Quechua o del Inca</i>. UNMSM, Lima, 1989.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn42" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref42" name="_ftn42" style="mso-footnote-id: ftn42;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[42]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">La más fidedigna traducción
que hallo sobre la palabra quechua <i>Pachacamac</i> es la ofrecida por el Inca
Garcilaso en los <i>Comentarios reales</i>, allí lo vierte como Vivificador del
Mundo. O sea, dicha deidad dota de vida a lo que previamente no tenía vida. Es
decir, a la materia inanimada. Es ostensible la presencia tanto del dualismo
metafísico entre lo vivo y lo muerto como el principio <i>Nihil ex nihilo</i>.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn43" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref43" name="_ftn43" style="mso-footnote-id: ftn43;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[43]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Blas Valera. <i>Las
costumbres antiguas del Perú y La historia de los Incas</i>. Colección Pequeños
grandes libros de historia americana, serie 1, tomo viii, Lima, 1945.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn44" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref44" name="_ftn44" style="mso-footnote-id: ftn44;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[44]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Leopoldo Zea
(compilador). <i>Ideas y presagios del descubrimiento de América</i>. FCE,
México, 1991.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn45" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref45" name="_ftn45" style="mso-footnote-id: ftn45;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[45]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Ibidem. <o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn46" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref46" name="_ftn46" style="mso-footnote-id: ftn46;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[46]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Gerald Taylor<i>,
Introducción a la lengua quechua</i>. IFEA-Lluvia editores, Lima, 2001.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn47" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref47" name="_ftn47" style="mso-footnote-id: ftn47;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[47]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Kant. <i>Crítica
del Juicio</i>. Austral, Madrid, 2007.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn48" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref48" name="_ftn48" style="mso-footnote-id: ftn48;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[48]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Mario Mejía Huamán,
<i>Teqse. La cosmovisión andina y las categorías quechuas como fundamentos para
una filosofía peruana y de América Latina</i>. URP, Lima, 2011. <o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn49" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref49" name="_ftn49" style="mso-footnote-id: ftn49;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[49]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Mario Mejía Huamán,
“<i>El concepto de sabiduría y verdad en el pensamiento andino</i>” en<i>:
Filosofía cristiana y desarrollo del hombre</i>, pp.207-211. Conferencias de la
Primera Semana Internacional de Filosofía Cristiana. ACAPEF, Lima, 1992.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn50" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref50" name="_ftn50" style="mso-footnote-id: ftn50;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[50]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Ibid. pp. 263-325.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn51" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref51" name="_ftn51" style="mso-footnote-id: ftn51;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[51]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">En el libro <i>Epistemologías Andinas y Amazónicas</i>
(P. Quintanilla, compilador) Luis Andrade Ciudad presenta un interesante
análisis en su trabajo: “Algunas ideas sobre Yachay y Musyay en las lenguas
quechuas” para resaltar la diversidad semántica; y Luis Mujica y Gavina Córdova
con “Riqsiy, Yachay, Musyay, Uyariy ima. Acerca de los conocimientos, saberes y
las comprensiones quechua”, destaca la centralidad de estos conceptos para
entender la epistemología andina.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn52" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref52" name="_ftn52" style="mso-footnote-id: ftn52;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[52]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Sobre este punto <a name="_Hlk153432153">Carlos Reyes Álvarez
presentó una interesante tesis de licenciatura de Filosofía intitulada “<i>De
una ontología negativa a una positiva de la materia. Propuesta de nueva
periodificación del pensamiento filosófico de Mariano Iberico</i>” (UNMSM,
2023). <o:p></o:p></a></span></span></p>
</div>
<div id="ftn53" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref53" name="_ftn53" style="mso-footnote-id: ftn53;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[53]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">María Flores
Gutiérrez<i>. Filosofía intercultural y el Allin Kawsay (Vivir Bien Andino) en
el diálogo de razones</i>. Editorial San Marcos, Lima, 2019.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn54" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref54" name="_ftn54" style="mso-footnote-id: ftn54;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[54]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Rodolfo Kusch. <i>América Profunda</i>. Editorial
Biblos, 1962<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn55" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref55" name="_ftn55" style="mso-footnote-id: ftn55;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[55]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Antenor Orrego. <i>Hacia un Humanismo Americano</i>.
Editorial Mejía Baca, Lima, 1966.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn56" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref56" name="_ftn56" style="mso-footnote-id: ftn56;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: Wingdings; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[56]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;"> </span><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Véase mi libro
<i>Carta sobre la metafísica</i> (2021). <o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn57" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref57" name="_ftn57" style="mso-footnote-id: ftn57;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[57]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Véase mis obras: <i>Filosofía
prehistórica </i>(2018),<i> Teoría General de la Filosofía </i>(2021) y <i>El Universalismo
Filosófico</i> (2023).<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn58" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref58" name="_ftn58" style="mso-footnote-id: ftn58;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[58]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Miguel León
Portilla. <i>La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes</i>. UNAM, México, 1993.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn59" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref59" name="_ftn59" style="mso-footnote-id: ftn59;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[59]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Joseph Estermann. <i>Filosofía
andina. Estudio intercultural de la sabiduría autóctona andina.</i> Autoedición
Abya-Yala, Quito, 1998.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn60" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref60" name="_ftn60" style="mso-footnote-id: ftn60;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[60]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Jean Poirier. <i>Una
historia de la etnología</i>. FCE, México, 1992.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn61" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref61" name="_ftn61" style="mso-footnote-id: ftn61;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[61]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">J. S. Kahn
(compilador). <i>El concepto de cultura: textos fundamentales. Escritos de
Tylor, Kroeber, Malinowski, White y Goodenough.</i> Editorial Anagrama,
Barcelona, 1975<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn62" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref62" name="_ftn62" style="mso-footnote-id: ftn62;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[62]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Lévi-Strauss<i>. El
pensamiento salvaje</i>. FCE, México, 2009.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn63" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref63" name="_ftn63" style="mso-footnote-id: ftn63;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[63]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Véase mis obras: <i>Carta
sobre la metafísica </i>(2021), <i>Antropología sin antropocentrismo</i>. <i>El
mundo como bondad y compasión</i>. (2022), <i>La paradoja antrópica. Hecatombe
de la crisis ambiental</i> (2022).<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn64" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref64" name="_ftn64" style="mso-footnote-id: ftn64;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[64]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Paul Radin. <i>El
hombre primitivo como filósofo</i>. Eudeba, Buenos Aires, 1960.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn65" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref65" name="_ftn65" style="mso-footnote-id: ftn65;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[65]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Placide Tempels. <i>La
filosofía bantú</i>. Exodus, 2022.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn66" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref66" name="_ftn66" style="mso-footnote-id: ftn66;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[66]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">David Sobrevilla. <i>Repensando
la tradición de Nuestra América. Estudios sobre la Filosofía en América Latina</i>.
BCR Fondo editorial, Lima, 1999. <o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn67" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref67" name="_ftn67" style="mso-footnote-id: ftn67;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[67]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">María Luis Rivara
de Tuesta, <i>Pensamiento prehispánico y filosofía colonial en el Perú</i>,
tomo I, FCE, Lima, 2000.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn68" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref68" name="_ftn68" style="mso-footnote-id: ftn68;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[68]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">A. Salazar Bondy. <i>La
filosofía en el Perú</i>. Studium. Pág. 10, Lima, 1967.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn69" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref69" name="_ftn69" style="mso-footnote-id: ftn69;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[69]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">“<i>Los neandertalenses
pintaron el arte rupestre más antiguo del mundo. Hace 65 mil años</i>”, artículo
de Josep Corbella. Diario La Vanguardia, 23.02.2018.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn70" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref70" name="_ftn70" style="mso-footnote-id: ftn70;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[70]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Jean Clottes y
David Lewis-Williams. <i>Los chamanes de la prehistoria</i>. Ariel, España,
2010.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn71" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref71" name="_ftn71" style="mso-footnote-id: ftn71;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[71]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">La reiteración de
formas geométricas a lo largo de las diversas culturas del arte precolombino me
hace sugerir la idea que se trata no sólo de estética, sino de trasposición de la
primera fase de la visión chamánica.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn72" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref72" name="_ftn72" style="mso-footnote-id: ftn72;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[72]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Esta idea es
formulada por Mircea Eliade en <i>El chamanismo y las técnicas arcaicas de
éxtasis</i>. FCE, México, 1996.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn73" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref73" name="_ftn73" style="mso-footnote-id: ftn73;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[73]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Xavier Zubiri. <i>Naturaleza,
Historia y Dios</i>. Alianza editorial-Fundación Xavier Zubiri, Madrid, 1994.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn74" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref74" name="_ftn74" style="mso-footnote-id: ftn74;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[74]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Pedro Favaron. <i>Las visiones y los mundos. Sendas visionarias
de la Amazonía occidental</i>. CAAAP, Lima 2017. <o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn75" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref75" name="_ftn75" style="mso-footnote-id: ftn75;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[75]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">José Antonio Russo
Delgado. <i>Los Presocráticos I. El Principio. Fuentes. Antecedentes-Milesios,
Pitágoras-Jenófanes.</i> UNMSM, Lima, 1988.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn76" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref76" name="_ftn76" style="mso-footnote-id: ftn76;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[76]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">J. A. Russo
Delgado. <i>El Logos. Heráclito</i>. Págs. 60-62, UNMSM, Lima, 2000. Afirma que
Heidegger en su <i>Introducción a la metafísica</i> niega que el logos de Heráclito,
San Juan y Justino sean el mismo -ley del universo es la misma esencia de
Dios-. Y lo hizo por temor y por convicción nazi antijudía. Para Russo el
Dios-Unidad de Heráclito es el mismo Dios-amor del cristianismo.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn77" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref77" name="_ftn77" style="mso-footnote-id: ftn77;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[77]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">J. A. Russo
Delgado. <i>Lo Que Es. Los eleatas. Parménides-Zenón-Melisso</i>. UNMSM, Lima,
1991.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn78" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref78" name="_ftn78" style="mso-footnote-id: ftn78;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[78]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Véase mi libro <i>Teoría
general de la Filosofía</i> (2023).<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn79" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref79" name="_ftn79" style="mso-footnote-id: ftn79;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[79]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Max Weber. <i>Economía
y sociedad</i>. FCE, Madrid, 1993.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn80" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref80" name="_ftn80" style="mso-footnote-id: ftn80;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[80]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Morris Berman. <i>Historia
de la conciencia</i>. Editorial Cuatro Vientos, Santiago de Chile, 2004. El
título original de la obra es <i>Wandering God. A study in Nomadic Spirituality
</i>o <i>Dios errante. Un estudio de la espiritualidad nómada</i>. Con ello
busca destacar el contraste entre la conciencia del cazador recolector y la conciencia
sedentaria propia de la civilización.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn81" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref81" name="_ftn81" style="mso-footnote-id: ftn81;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[81]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Véase Wilbur
Marshall Urban. <i>Lenguaje y realidad</i>. FCE, 1979; y mi libro <i>Crítica de
la razón mística</i>, Iipcial, 2014.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn82" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref82" name="_ftn82" style="mso-footnote-id: ftn82;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[82]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Aristóteles. <i>Metafísica</i>,
983, 11.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn83" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref83" name="_ftn83" style="mso-footnote-id: ftn83;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[83]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">En este punto hay
que recordar que mientras Max Scheler plantea panteístamente que el hombre
engendra a Dios (<i>El puesto del hombre en cosmos</i>, Losada, Buenos Aires,
1974,) para nosotros es el hombre el que colabora con el impulso divino, más no
lo engendra.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn84" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref84" name="_ftn84" style="mso-footnote-id: ftn84;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[84]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Richard Rorty. <i>La
filosofía y el espejo de la naturaleza</i>. Cátedra, Madrid, 1989.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn85" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref85" name="_ftn85" style="mso-footnote-id: ftn85;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[85]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Gilles Lipovetsky, <i>La
era del vacío</i>, Anagrama, 2003; Zygmunt Bauman, <i>La modernidad líquida</i>,
FCE, 2004; Byung-Chul Han, <i>La sociedad del cansancio,</i> Herder, 2012; G.
Flores Quelopana, <i>Imperio posmoderno de la sociedad anética</i>, Iipcial,
Lima, 2005.<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn86" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref86" name="_ftn86" style="mso-footnote-id: ftn86;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[86]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Véase mis libros <i>El
sentido metafísico del mundo multipolar</i> (2022), <i>La modernidad envejecida</i>
(2022), <i>Apocalipsis de la razón burguesa</i> (2022).<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn87" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref87" name="_ftn87" style="mso-footnote-id: ftn87;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[87]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Véase mi ensayo <i>Filosofía
como onto-ética</i> (2021)<o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn88" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/L.%20PUBLICADOS/LIBROS/FIL-%20CULTURA/PF%20s-m.doc#_ftnref88" name="_ftn88" style="mso-footnote-id: ftn88;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Wingdings; mso-fareast-language: X-NONE;">[88]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span></span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;"><span style="font-family: helvetica;">Fernando Savater. “Animalismo no es humanismo”. En:
Revista <i>Notario del Siglo XXI</i>, n°34, noviembre-diciembre 2010</span><o:p></o:p></span></p>
</div>
</div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-88645021274129682072024-03-03T05:26:00.000-08:002024-03-03T05:41:14.384-08:00 MAS CERCA DEL FIN<p style="text-align: center;"> <span style="color: red; font-family: helvetica; font-size: large;">MAS CERCA DEL FIN</span></p><p style="text-align: center;"><span style="color: red; font-family: helvetica; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="color: red; font-family: helvetica; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjhz7OC103tth2-w52XYFEPDAfrJpWFF2AjVDfzMKGtp1hegBSbjmI9ujZH77uTeqPq_IdxvOGA2sZUNvC1Uz2sr3Ldr824AXNN0zVTvX75FNw40e6aDcpvtVWW2tkisg7PFjUd8q7LDSktMvlDN9j4tQZOQ9G-0SmjdRCbv9YnxxIErqFcj0vxl0pg-XM" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="142" data-original-width="340" height="134" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjhz7OC103tth2-w52XYFEPDAfrJpWFF2AjVDfzMKGtp1hegBSbjmI9ujZH77uTeqPq_IdxvOGA2sZUNvC1Uz2sr3Ldr824AXNN0zVTvX75FNw40e6aDcpvtVWW2tkisg7PFjUd8q7LDSktMvlDN9j4tQZOQ9G-0SmjdRCbv9YnxxIErqFcj0vxl0pg-XM" width="320" /></a></span></div><span style="color: red; font-family: helvetica; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El reloj del Apocalipsis Nuclear ya está sobre la hora. Tras las irresponsables e insensatas declaraciones del presidente francés Macron, de que su país está evaluando enviar tropas a Ucrania para combatir contra Rusia, el escenario geopolítico internacional se ha vuelto a sacudir porque comprende a la perfección que esto significaría una respuesta nuclear contra el país galo y el involucramiento de toda la OTAN en un terrorífico escenario último de la especie humana. Si se añade los planes de los militares alemanes destruir el puente de Crimea, entonces se entiende que la barbarie se ha impuesto sobre la política internacional y que el mundo está en inminente peligro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Como en ningún otro periodo de su historia la presente generación de políticos europeos se distingue por su estupidez inaudita y su vasallaje sin límites hacia el imperio guerrerista norteamericano. Han seguido sus órdenes sin importar la destrucción de su propia economía, a espaldas de su propio pueblo, y todo porque la élite occidental neoliberal está obsedida con la destrucción de Rusia y China. La democracia occidental ha dejado de existir y en su lugar hay un totalitarismo de las megacorporaciones privadas hiperimperialistas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">En otras palabras, el decadente occidente neoliberal no se resigna a dejar la gobernanza global en manos del nuevo bloque multipolar y para ello no escatima llevar al planeta hacia una pavorosa III Guerra Mundial termonuclear. Los medios se han encargado de noticiar cómo los hombres más ricos del planeta se están preparando para este escenario final de la especie humana. Poco importa que el canciller alemán no sea reelegido en el 2025, porque los planes del Apocalipsis nuclear están programados para el 2024, tras la posible reelección de Biden, mientras tanto Occidente hace todos los esfuerzos para seguir azuzando el ambiente guerrerista.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">En el colmo del desatino en Occidente se están sobrevalorando sus propias fuerzas, y obcecados como están no quieren admitir que será el fin de la historia humana. Confían en un ficticio triunfo, donde puedan reordenar el planeta con la Inteligencia Artificial, exterminar a no menos de 6 mil millones de seres humanos de la población mundial, y crear en laboratorios al homo deus a su medida. Su utopía ciber satanocrática los alienta en este demencial plan de exterminación total. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">En ese contexto, el ala más reaccionaria del Reich Bilderberg, que es hegemónica, fascista y guerrerista, hará todo lo que está a su alcance para impedir el triunfo de Trump -con el cual se prevé la desactivación de la OTAN y de la guerra fría con Rusia- y fraguar la reelección del senil Biden. Si Biden es reelecto los EEUU enviarán tropas a Ucrania y lo mismo hará toda la OTAN, asegurando de este modo la guerra termonuclear global. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Pero como la historia lo hacen los hombres, y en ella interviene la Providencia, también avanzan los planes en contrario de China y Rusia, junto al grupo de los BRICS. Por su lado, Milei es la punta de lanza de la barbarización de la política en el mundo a manos de la ultraderecha fascista. Pero el avance de la desdolarización de la economía mundial, el fracaso de las sanciones contra Rusia y la derrota estrepitosa de la OTAN en la Ucrania fascista atisban una luz de esperanza de que los planes del imperio Bilderberg pueden nuevamente fracasar, y esta vez para siempre. Un Nuevo Orden Mundial Multipolar puede alumbrar en el mundo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Lo que acontece en Gaza no es cosa menor, y Pakistán ya tiene sus bombas nucleares apuntando contra Israel. La vesania, la maldad fascista sin límites y el genocidio perpetrado por el sionismo israelí contra población civil en Palestina, en complicidad con el cínico Occidente, también señala otro foco de tensión que incrementará la extinción del planeta al estallar la conflagración directa entre las potencias. Ha llegado la hora de que las naciones del mundo proclamen al unísono la creación del Estado Palestino y el desmantelamiento de los asentamientos judíos en sus tierras. La política colonialista israelí es inviable y amenaza la paz mundial, por lo cual debe ser desmontada y remitida al olvido de la historia.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Las vías para la paz mundial todavía están abiertas, a pesar de las sombras amenazantes que se ciernen sobre el horizonte. Mucho dependerá de las maniobras inteligentes que puedan hacer Rusia, China y los BRICS sobre el escenario mundial. Sólo así la especie humana tendrá futuro y no se irá al tacho colero.</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-12614926547451836452024-03-02T03:22:00.000-08:002024-03-02T18:07:34.469-08:00COLAPSO DE LOS DDHH<p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"> <span style="color: red; font-size: large;">COLAPSO DE LOS DDHH</span></span></p><p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="color: red; font-size: large;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><span style="color: red; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgzUjIEo2lw5-ipJmkSRHtVwEN3LUpIpdt0B0ISrXKgmV0LxPyvPZNLphlWeCi8z-k9d_DSu72dT-mL87nrHB30Bqt9Ri-hqPtASlyPLaXT7E0iRQjZ4JIWYhUCj_jTEMR2w_L5ueFmLPouTtWUDVgT1C8CboTwC1nBC2PiY88iVWi6zdDzAAGIPIjzBrI" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="180" data-original-width="235" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgzUjIEo2lw5-ipJmkSRHtVwEN3LUpIpdt0B0ISrXKgmV0LxPyvPZNLphlWeCi8z-k9d_DSu72dT-mL87nrHB30Bqt9Ri-hqPtASlyPLaXT7E0iRQjZ4JIWYhUCj_jTEMR2w_L5ueFmLPouTtWUDVgT1C8CboTwC1nBC2PiY88iVWi6zdDzAAGIPIjzBrI" width="313" /></a></span></span></div><span style="font-family: helvetica;"><span style="color: red; font-size: large;"><br /></span></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Lo que estamos viendo en Gaza no es una guerra sino un genocidio, pero además es un intento de anestesiar globalmente la sensibilidad hacia los derechos humanos. Cuando Rusia comenzó su campaña contra los nazis de Ucrania el mundo occidental inmediatamente aplicó una montaña de sanciones y calificó de genocidio las acciones rusas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">En cambio, ahora que se ha visto en tan sólo tres meses asesinar a mujeres, ancianos, niños, médicos, profesores universitarios, periodistas y demás gente civil, destruir monumentos históricos, hospitales, universidades, servicios esenciales de agua, luz y otros, sólo es comparable con la maldad mostrada por los nazis. En tal comparación el presidente del Brasil, Lula, y el de Colombia, Petro, tienen razón. La destrucción de Israel contra civiles indefensos no tiene perdón de Dios, hemos vuelto a la barbarie del nazismo. Y occidente como Pilatos sólo se lava las manos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Los muertos ya ascienden a 30 mil, y el mundo occidental no sale de sus lamentaciones y jeremiadas hipócritas y cínicas sin aplicar ninguna sanción al régimen genocida de Israel. El doble rasero de Occidente responde a su mentalidad neocolonial, usurera, farsante y encubridora de sus intereses geopolíticos nefandos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Lo más terrible y perverso de todo este intento es tratar de adormecer y hacer colapsar los DDHH en la conciencia de los habitantes del planeta por parte de las élites neoliberales. No lo permitamos y denunciemos semejante atentado abominable contra la caridad y la justicia humana.</span></p>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-67289882798100161802024-02-21T02:22:00.000-08:002024-02-21T02:24:07.795-08:00NOTA CRÍTICA DE DAVID HUALLPA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhHij6dASqChXY13Ra0YibFqnmMkwKRm8Zk_w-phhXXyP23zz3ax3cM7Ps6IyKhETXMN2IH7HmiCJKXWZ_cP1W9p7trtH_1xeJCOECn4bpQ91OKJzCmqwpQdCo9NRrF-QRKoIknKgHKcDACNGWMsVD_RjU6bfiqyoAar9Vrkcr3DxifxyVEKLLBP3igEFc" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="474" data-original-width="474" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhHij6dASqChXY13Ra0YibFqnmMkwKRm8Zk_w-phhXXyP23zz3ax3cM7Ps6IyKhETXMN2IH7HmiCJKXWZ_cP1W9p7trtH_1xeJCOECn4bpQ91OKJzCmqwpQdCo9NRrF-QRKoIknKgHKcDACNGWMsVD_RjU6bfiqyoAar9Vrkcr3DxifxyVEKLLBP3igEFc" width="240" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">Entre inmanencia y trascendencia: nota crítica
sobre el libro <i>Nietzsche y la metafísica inmanente</i> (Lima: IIPCIAL, 2023,
103 pp.) de Gustavo Flores Quelopana<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: right; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><i><span color="windowtext" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">David Álvaro Huallpa Vargas (PUCP)<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: right; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><a href="mailto:d.huallpa@pucp.edu.pe"><i><span style="color: #0563c1;">d.huallpa@pucp.edu.pe</span></i></a><i><o:p></o:p></i></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: right; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><a href="https://orcid.org/0000-0003-1936-2282"><i><span style="color: #0563c1;">https://orcid.org/0000-0003-1936-2282</span></i></a><i><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: center; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">§ I.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">El pensamiento de Friedrich Nietzsche (1844-1900)
ha descrito un renovado interés prácticamente desde su muerte. Su influencia ha
penetrado no solo en la filosofía contemporánea, sino también en diversos
ámbitos como el arte, la política (tanto de izquierda como de derecha) o,
incluso, en movimientos sociales contemporáneos como el veganismo, lo que confiere
a su pensamiento una gran actualidad y vitalidad. En el Perú, Javier Prado,
José Carlos Mariátegui, Víctor Andrés Belaúnde o el mismo Mariano Iberico, por
ejemplo, describen una temprana recepción suya, aunque no siempre favorable. A
partir de allí, Nietzsche no ha dejado de sernos una figura de recurrente
meditación, crítica y desafío filosófico<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">[1]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>.
Gustavo Flores Quelopana (GFQ), uno de los filósofos peruanos contemporáneos
más prolíficos, también ha aceptado el reto de confrontarse críticamente al
pensamiento del distinguido coloso alemán de las postrimerías de la modernidad.
<i>Nietzsche y la metafísica inmanente </i>(2023) representa precisamente la
concretización de ese esfuerzo filosófico. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">La tesis fundamental del libro se enuncia desde el
título: <i>Nietzsche y la metafísica inmanente</i>. Concretamente, GFQ sostiene
lo siguiente: la filosofía de Nietzsche comporta una metafísica inmanente y su
influencia ha signado gran parte del inmanentismo contemporáneo. El libro está conformado
por una introducción, cuatro capítulos (anunciación, predicación, significado y
el nihilismo en debate) y un anexo menor. Podemos afirmar que, internamente, el
libro se compone de cuatro momentos lógicos, que no siempre se ciñen a la
división capitular, los cuales giran en torno al pensamiento de Nietzsche:
exposición (1), interpretación (2), influencia/crítica (3) y
solución/alternativa (4). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">De esto nos ocupamos a continuación no sin antes advertir
que los argumentos que GFQ nos presenta aquí tienden a ser densos, pero
concisos (i.e., comprimidos en última instancia). En consecuencia, a pesar de
que el presente libro solo posee poco más de cien páginas, no siempre es
posible sintetiza o abreviar su rico contenido sin que se pierda su sentido. Además,
como se muestra en los momentos lógicos que proponemos, el contenido que abarca
GFQ en este libro es basto, el cual comienza, solo para iniciar, con una
exposición de la obra completa de Nietzsche. Por ello, comprender este libro
requiere de una meditación amplia, así como la preparación de su reseña. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: center; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">§ II.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">1. Exposición</span></i><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">. GFQ trata
de exponer el pensamiento de Nietzsche genéticamente y plantea, así, una
clasificación de sus obras, apostando por su unidad: «Su pensar», señala, «es
uno, cuyo Alfa y Omega compone una totalidad que exige una visión de conjunto»
(p. 11). Es así que GFQ nos propone un desarrollo <i>organicista</i> de la
filosofía nietzscheana donde los temas y cuestiones principales de su
pensamiento ya estarían gestados desde sus primeros escritos. Internamente,
distingue, a su vez, dos periodos. El primero de ellos es denominado
“anunciación” y expresaría el “anticristo” que se manifestará más adelante.
Esta, a su vez, se divide en dos fases. La primera sería de carácter estético
donde, signado por el arte, acontece la reducción del ser al valor. Aquí se
incluye <i>El nacimiento de la tragedia</i> (1872) y las<i> Consideraciones
intempestivas</i> (1973-6). El primero de ellos es el más importante, pues es
el que «contiene casi todos los elementos de la filosofía nietzscheana» (p.
19): <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 36pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: -18pt; vertical-align: middle;"><span style="font-family: helvetica;"><!--[if !supportLists]--><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: Helvetica; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-list: Ignore;">a)<span style="font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">allí ya
encontramos una crítica contra todo lo que niega la vida, <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 36pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: -18pt; vertical-align: middle;"><span style="font-family: helvetica;"><!--[if !supportLists]--><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: Helvetica; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-list: Ignore;">b)<span style="font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">en lo
anterior se incluye, por supuesto, la divinidad trascendente, por lo que aquí
ya se trata <i>in nuce</i> la “muerte de Dios” <i>qua</i> olvido que cede ante
dos deidades antiguas como lo son Apolo y Dioniso<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 36pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: -18pt; vertical-align: middle;"><span style="font-family: helvetica;"><!--[if !supportLists]--><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: Helvetica; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-list: Ignore;">c)<span style="font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">se enuncia
también el “eterno retorno” ligado aquí a la visión dionisiaca de la vida, y<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-left: 36pt; mso-add-space: auto; mso-layout-grid-align: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: -18pt; vertical-align: middle;"><span style="font-family: helvetica;"><!--[if !supportLists]--><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: Helvetica; mso-fareast-language: ES-PE;"><span style="mso-list: Ignore;">d)<span style="font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: 7pt; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;"> </span></span></span><!--[endif]--><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">se considera
el primado de Dioniso como principio “metafísico” de la realidad <i>qua</i>
fondo oscuro (<i>Unum Primordiale</i>). <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En esto último, sin embargo, aún se evidencia la
influencia de la voluntad schopenhaueriana. Esto se dejará de lado en la
segunda fase: el “antropológico psicologizante”. Con este nombre se señala el
método empleado por Nietzsche para profundizar su crítica. Comienza con <i>Humano,
demasiado humano</i> (1978) donde la crítica a la metafísica y religión
trascendentes ahora parte de un análisis de la psicología humana. Aquello es complementado
por <i>Aurora</i> (1881), donde el objeto de la crítica se centra en la moral
trascendente y su fundamento se reconoce en el egoísmo, y por <i>La gaya
ciencia</i> (1882), el cual critica la servidumbre espiritual de aquel tiempo y
cuya superación, apunta Nietzsche, pasa por sobreponerse a Dios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El segundo periodo propuesto es denominado “predicación”,
en el que el “anticristo” ya habría llegado y pregona sus enseñanzas.
Nuevamente, este periodo se divide en dos fases. La primera de ellas
corresponde a la fase positiva, de allí su regia importancia, y únicamente
estaría conformado por <i>Así habló Zaratustra </i>(1883-1885), libro publicado
en cuatro partes. La primera comporta una prédica en clave antropológica. El
hombre representaría una transición hacia algo superior. El último hombre sería
un nihilista pasivo que, ya no creyendo en nada, tampoco crea. El “superhombre”,
por su parte, ha pasado por el estadio del camello (el tú debes), el del león
(el yo quiero) y ha arribado al del niño con su juego creador afirmador de la
vida, y ha llegado a reconocerse como ser absoluto: «El yo creador es la medida
de todas las cosas y no “otro mundo”» (pp. 29-30). En la segunda parte aparece
la “voluntad de poder”, el cual se identifica con la vida creadora. No se puede
crear un Dios, apunta GFQ, pero sí un superhombre, de modo que la voluntad de
poder, <i>qua</i> creación, se muestra como el fundamento del superhombre. La
tercera parte muestra la relación de la “voluntad de poder” con el tiempo.
Aquí, GFQ señala que el tiempo no solo es el principio donde acontece la “voluntad
de poder”, sino que también es más potente que esta: «la voluntad de poder está
en el tiempo y no puede ir contra este» (p. 32). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Con este principio ontológico se comienza a
recuperar la dimensión metafísica de la filosofía nietzscheana. Ahora bien, aquel
tiempo ya no es un tiempo trascendente, sino inmanente, pues ya no se dirige <i>infinitamente</i>
hacia un <i>telos</i>, sino que él mismo se repite a sí mismo en un ciclo de
creación y destrucción de lo meramente terrenal. El tiempo que aquí se expone
es, pues, un “eterno retorno de lo mismo” inmanente y, por consiguiente,
también su metafísica. Con ello, su crítica contra la trascendencia adquiere su
forma más concreta. Ahora, una vez arribado a este principio, Nietzsche lo
relaciona con el “superhombre”. Este sería aquel que, reconociendo este rasgo
constitutivo de la realidad, lo acepta en su necesidad: esto es a lo que se
refiere el “<i>amor fati</i>”. La cuarta parte, finalmente, reafirma la
dimensión metafísica de Nietzsche, pues nos señala que tras el “eterno retorno
de lo mismo” se escondería algo más, esto es: Dioniso, que se revela como el
principio unificador que juega con este tiempo inmanente: «La gran repetición
eterna es descrita, cantando por Zaratustra, como la gran embarcación que flota
en las aguas del devenir. Pero el señor de la barca es Dioniso, el dios de la
embriaguez y del juego» (p. 35). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">La última fase representaría la parte negativa
de la fase anterior. En base a ello, la crítica se extendería, pues, en<i> Más
allá del bien y del mal</i> (1886), <i>La genealogía de la moral</i> (1887), <i>El
Anticristo</i> (1888), <i>El crepúsculo de los ídolos</i> (1889) y en <i>Ecce homo</i>
(1889). Es preciso resaltar este último, pues aquí se identificaría más el ser
verdadero con el ser en devenir y, así, temporal. Reaparece también la “voluntad
de poder” como principio afirmador de la vida y GFQ lo interpreta en clave
cosmológica: «Su forma teológica [de la ontología] la sustituye [Nietzsche] por
la cosmología, pues predomina el dinamismo de lo finito como voluntad de poder
en el tiempo del eterno retorno de lo mismo» (p. 51). Por último, GFQ considera
<i>La voluntad de poder</i> (1901), obra póstuma de Nietzsche. Aquí, el ser es
reducido al devenir de manera más clara. De hecho, solo existiría el flujo del
devenir u oleaje cósmico vital. Ahora, este devenir no sería otro que la “voluntad
de poder” <i>qua</i> devenir infinito: voluntad de poder y voluntad de devenir
se identifican. Este principio rige, así, en todo lo real y es, señala GFQ,
fuerza cósmica (<i>qua principium individuationis</i>) complementado por el
otro principio: “el eterno retorno” (<i>qua</i> reintegración al flujo
cósmico). Con aquello se consolida y cierra la metafísica nietzscheana.
Finalmente, frente a ello se vuelve a subrayar que solo nos queda amar este
destino en su necesidad (<i>amor fati</i>). Esta es la última consecuencia del
pensamiento de Nietzsche, así lo expresa GFQ: «La muerte de Dios implica al
superhombre, el superhombre la trasmutación de los valores, los nuevos valores
se justifican en el eterno retorno, éste conduce al nihilismo y exige el amor
al destino» (p. 56). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">2. Interpretación</span></i><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">. Una vez
mostrado, luego de un análisis de prácticamente toda la obra del filósofos
alemán, que la filosofía nietzscheana es, en el fondo, una metafísica (pues
apunta a los principios últimos de la realidad) y que esta es de carácter
inmanente, basándose en un análisis del “eterno retorno” en el <i>Zaratustra</i>,
GFQ avanza en su meditación y pasa, así, a dar una interpretación del
pensamiento de Nietzsche. GFQ comienza extrayendo dos implicaciones de la
filosofía nietzscheana. Precisemos un poco más los dos principios de su
filosofía: la “voluntad de poder” y el “eterno retorno”. Para Nietzsche todo lo
que hay en el mundo, incluido el hombre por supuesto, sería simplemente una
manifestación de la “voluntad de poder” y su oleaje cósmico <i>qua principium
individuationis</i>; entonces, no habría nada distinto de ello. A su vez, la “voluntad
de poder” sucumbe ante la dinámica del “eterno retorno de lo mismo” en el juego
cósmico de Dioniso. Entonces, absolutamente nada en lo real escaparía a la
necesidad del tiempo cíclico del ir y volver y que, sin embargo, el “superhombre”
ama. En consecuencia, de acuerdo con esta interpretación, nosotros podemos
afirmar que la filosofía nietzscheana sería, en el fondo, un sistema homogéneo
(porque todo es “voluntad de poder”) clausurado (porque no se admite nada más)
gradual (porque no es estático) regido íntegramente por una única ley (la del “eterno
retorno”). <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">De ello se desprende dos consecuencias
principales. Primero, en la propuesta nietzscheana finalmente no hay ningún
grado de libertad, sino que, por lo dicho, se trataría de un necesitarismo
rígido. «La gran contradicción de la filosofía nietzscheana es que lo que al
comienzo parecía ser una alegre filosofía de la libertad termina siendo una oscura
y triste filosofía de la necesidad» (p. 6; 60). Segundo, su filosofía
representa un nihilismo total. Y es que dentro de su pensamiento ni el universo
ni el hombre pueden tener un sentido o <i>telos </i>ulterior (son, pues,
inmanentes): el universo carece de sentido porque todo se repetirá sin fin y el
hombre, porque, por lo dicho, ni siquiera es libre para para crearse un
sentido; es más, propiamente ni siquiera existe autónomamente al ser todo,
pues, signado por la “voluntad de poder”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Ahora bien, GFQ reconoce que «[…] la filosofía
responde a las preocupaciones de su tiempo y no se desarrolla sin conexión con
una determinada época histórica» (p. 58). Por ello, para interpretar y
comprender con mayor profundidad a Nietzsche es preciso prestar atención a su contexto
histórico y este es el de la modernidad. La modernidad hunde su raíz en un
cambio esencialmente metafísico (p. 72). Mientras que en la antigüedad y en el
medioevo primaba, pues, el orden celeste, con la modernidad aquello permuta y
ahora pasa a regir el orden terrenal. Así, lo trascendente es desarraigado y se
da paso a lo inmanente. Ahora el principio de lo real ya no se encuentra, pues,
allende en un mundo eterno estable, sino <i>hit et nunc</i>. En consecuencia,
los valores y la verdad pasan de ser objetivos, otrora fundamentados
trascendentemente, a ser relativos a lo que habita el mundo terrenal (i.e.,
inmanentemente), a saber, al hombre mismo y a la cosa material. Así, el sentido
del hombre también se desplaza a lo terrenal: a él mismo (antropocentrismo
secular), pero también hacia la cosa material, que ahora se entiende como
mercancía cuantificable (capitalismo). Es este cambio metafísico, y no otro, lo
que luego será realizado en la historia concretamente por la burguesía y su
espíritu capitalista. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Ahora, con todo lo ya visto, se colige que la
filosofía de Nietzsche esencialmente es, en el fondo, una expresión más de la
modernidad. Ciertamente, la propuesta nietzscheana diverge de una de las
tendencias que describe la modernidad: su filosofía no culmina, pues, en un
antropocentrismo subjetivista como la tendencia moderna. El pensamiento de
Nietzsche no se detiene, pues, en el hombre, ni siquiera en el “superhombre”,
sino que va más allá hasta los principios metafísicos inmanentes como lo son la
“voluntad de poder” y el “eterno retorno”. Esto representa una divergencia y
crítica frente a la modernidad y su burguesía. No obstante, esta variación que
describe la filosofía nietzscheana solo rebate la superficie. Y es que esta
metafísica sigue fundamentándose en la raíz principal de la modernidad, a
saber, en un orden terrenal inmanente donde se rechaza y ataca, pues, todo
intento de trascendencia. Por ello, GFQ sentencia con razón que en la filosofía
nietzscheana «[…] el orden terrenal burgués no es superado y sí ahondado […] no
es más que una salida fallida al espíritu burgués de la modernidad» (p. 75).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">3. Influencia/crítica</span></i><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">. En el siglo
XIX, la burguesía encuentra su decadencia. Mientras que en el siglo XVII dicha
clase social había mostrado su lado más luminoso (e.g., era revolucionaria,
defensora de la libertad de conciencia, del republicanismo, etc.), en el siglo
de Nietzsche, muestra su rostro más oscuro. Devino, pues, conservadora,
reaccionaria, opresora y estuvo detrás de la explotación colonial imperialista
contra los países no europeos. Es precisamente frente a esta crisis que
Nietzsche reacciona y se muestra como terapeuta, ensayando recetas que den una
nueva visión del mundo. Sin embargo, como acabamos de ver, su intento es
fallido: «reacciona contra el sistema, pero desde el sistema, y por ello no
logra librarse de él» (p. 59). Es más, su metafísica inmanente, plantea GFQ,
terminará siendo adoptada por la burguesía contemporánea expresada hasta ahora
en el occidente neoliberal: ambas sensibilidades no son, pues, incompatibles. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En efecto, para comenzar, en plano filosófico «su
metafísica inmanentista está detrás de la curva decadente de todo el
pensamiento filosófico de la burguesía periclitante» (p. 82). Su devenir está
tras Alexander, Bergson y Whitehead. Su rechazo a la trascendencia se instancia
en Heidegger, Husserl y Sartre; por ello, ya ni se interrogan por el ser de
Dios. Su nihilismo, aún más actual, está presente también en Baudrillard,
Deleuze, Derrida, Foucault, Lyotard o Vattimo, y es que, además, asegura GFQ, «para
todo este conjunto de pensadores el sentido y la verdad resulta siendo un juego
dionisiaco» (p. 84). Sin embargo, la influencia nietzscheana es más abisal,
pues ha trascendido el ambiente meramente académico y se habría hecho “viral y
vital” en la cultura del occidente neoliberal. La crisis de los valores, el
olvido del ser aunado a la racionalidad técnica mercantilista, la recesión de
las tradiciones, el profundo relativismo que desprecia la verdad objetiva, y,
en fin, la disolución espiritual del hombre contemporáneo serían también, pues,
una expresión más de su nihilismo; por ello, GFQ luego finiquitará: «en
definitiva el nihilismo es solo una cosa: la desmalignización del mal y la
malignización del bien» (p. 91). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Pero aún más: su metafísica inmanente también
estaría detrás de la crisis al que se encamina la especie. GFQ advierte especulativamente
que estamos atravesando por una transición promovida por el capitalismo digital
hacia el transhumanismo donde el chip algorítmico terrenal regirá y el hombre
será reemplazado por la inteligencia artificial “<i>autónoma</i>”. Esto puede
interpretarse como una variante ocasionada por el nihilismo nietzscheano, pues,
como vimos, allí el antropocentrismo inicial de la modernidad es abandonado y
acontece la supresión del hombre autónomo en favor de una ontología inmanente
antitrascendentalista. Esta visión inmanentista contemporánea del mundo que
agudiza el nietzscheanismo mostraría, así, sus deficiencias e insostenibilidad.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span style="font-family: helvetica;"><i><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">4. Solución</span></i><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" lang="ES" style="mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">. Vivimos
ahora un estremecimiento geopolítico que ha comenzado a manifestarse en el
conflicto entre Ucrania y Rusia. Siguiendo a Dugin, aquello sería la expresión
concreta de un conflicto esencialmente metafísico que marca el paso del mundo
unipolar hacia el mundo multipolar. GFQ interpreta este hecho como la colisión
entre las dos visiones metafísicas del mundo que ha identificado: la visión
trascendente y la visión inmanente. La primera se caracterizaría por ser
cristiana, con raigambre en la tradición, de valores absolutos y encarnada en
los BRICS, África y “América Latina”; la segunda, por su parte, sería
marcadamente anticristiana, atea, imperialista, nihilista y encarnada
contemporáneamente en el “imperio anglosajón” y sus “vasallos europeos”. Ahora
bien, dado que el <i>quid</i> de la cuestión es marcadamente metafísico y de su
visión del mundo, es preciso abordar el problema desde su fundamento. El
agotamiento del occidente neoliberal y este conflicto geopolítico abre la
posibilidad para repensar una alternativa a la altura de nuestros tiempos. El
inmanentismo metafísico propiciado por Nietzsche, como hemos visto, se ha
revelado como nocivo, particularmente su nihilismo, por lo que no es una
opción. Sin embargo, nuestro filósofo peruano no recomienda volver simplemente
al trascendentalismo vetusto (i.e., el griego o medieval) como solución a la
crisis, sino a una síntesis: «como en la historia no hay repeticiones, [la solución]
se trataría de una nueva metafísica que sepa armonizar la inmanencia con la
trascendencia» (p. 72). <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Aquello GFQ lo aborda ampliamente en otros
trabajos: se enuncia en <i>Carta sobre la metafísica</i> (2022) y se consolida
en <i>Ser y realidad</i> (2023). En este libro concluye solamente indicando el
camino a seguir. Para lograr esa síntesis, de lo que se trataría sería de
comenzar a recuperar la visión trascendente y la fe. Por ello, GFQ exhorta
enlazar el <i>sapere aude</i> con el <i>credere aude</i> y volver, así, a
reconocer a la divinidad trascendente como fundamento de lo inmanente: «Recobremos
la fe en Dios, la profundidad metafísica, la esencia de las cosas,
reconciliémonos con la naturaleza y asumamos un nuevo ascetismo contemplativo»
(p. 94), anima GFQ. Por ello, finalmente, volviendo a Nietzsche, la crisis
ocasionada por su filosofía era «innecesaria porque bastaba con recordar que la
razón tiene que admitir verdades suprarracionales» (p. 84).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: center; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; vertical-align: middle;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">§ III.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En suma, en líneas generales, la tesis principal
de GFQ a lo largo del libro <i>Nietzsche y la metafísica inmanente</i> ha sido desplegada
firmemente. La filosofía de Nietzsche es, pues, una metafísica porque
trasciende la mera naturaleza y llega a sus principios fundamentales, a saber,
la “voluntad de poder” y el “eterno retorno de lo mismo”. Su metafísica no es
de carácter trascendente, pues no se fundamenta en otro mundo (e.g., en las
ideas platónicas o en los universales escolásticos o simplemente en un Dios
trascendente), sino internamente en un tiempo que se repite <i>ad nauseam</i>;
por ello, se acerca a la inmanencia. A su vez, su filosofía es de carácter
necesitarista, porque en la filosofía definitiva nietzscheana la libertad no es
admitida: antes bien, impera la necesidad del “eterno retorno de lo mismo”. Su
filosofía comporta, también, un nihilismo total porque en su filosofía
definitiva ni el hombre ni el universo pueden tener sentido al repetirse todo<i>
ad nauseam</i>. Su filosofía, es también una expresión más de la modernidad,
porque se alinea con su núcleo esencial, a saber, el inmanentismo. La
influencia del inmanentismo en la contemporaneidad es considerable en la
filosofía y en la cultura, y ha mostrado signos de agotamiento. Es momento de volver
a plantear el problema y una solución posible es reconsiderar el olvido de la
trascendencia que, sin embargo, armonice con la inmanencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Al respecto, solo podemos insistir en una
precisión, a saber, la figura de Dioniso. Comencemos tratando de establecer una
comprensión común de dos de los términos centrales en esta obra de GFQ como lo
son la “inmanencia” y la “trascendencia”, dado que en el libro no se llega a
dar una definición clara de estos. Si reconocemos su significado originario,
signado por su etimología, entonces comprenderemos que “inmanente”, del latín “<i>immanens</i>”,
designa aquello que permanece en lo interior, es decir, algo que no sale de sí,
como una especie de un solipsismo autista. “Trascendencia”, por su parte, del
latín “<i>trascendens</i>”, implica lo que sale más allá de sí, lo que escala y
asciende. Si reconocemos esto, entonces encontraremos una posible dificultad en
este libro de GFQ. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Esto se presenta desde el título y la tesis
principal, pues señala que la filosofía nietzscheana es inmanente, es decir, por
lo dicho, no saldría de sí, pero, previamente había aceptado también que se
trata de una metafísica (<i>cfr</i>. el título: <i>Nietzsche y la metafísica
inmanente</i>), esto es, de un pensamiento que, como vimos, va más allá, es
decir, que sí sale de sí y se remonta, pues, allende, al fundamento de la
realidad: a los principios cósmicos por lo menos como lo son la “voluntad de
poder” y el “eterno retorno de lo mismo”. En primera instancia, esto puede
parecer una contradicción: inmanencia y metafísica sugieren, pues, signos opuestos.
No obstante, visto con perspectiva, lo que se está planteando aquí es una
cuestión filosófica más trascendental. Lo que en el fondo se está tematizando
es, pues, la relación entre “inmanencia” y trascendencia”; particularmente: si
es posible o no la coincidencia de ambos, a saber, la posibilidad de que algo
sea inmanente y trascendente a la vez, es decir, si es posible que algo que,
manteniéndose en sí, sin embargo, a la vez, salga de sí. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Es precisamente este —quizá— el fondo (o abismo:
<i>Abgrund</i>) fundamental de la meditación nietzscheana. Nos percatamos de
esto cuando comprendemos la centralidad de la figura de Dioniso en el
pensamiento nietzscheano: desde su primera publicación, el <i>Nacimiento de la
tragedia</i>, hasta la última: <i>Ecce Homo</i>, donde Nietzsche termina
comprendiéndose como el discípulo del filósofo Dioniso. GFQ también deja
entrever esta centralidad, aunque tiende a permanecer en la aurora que solo
señala a lo lejos sus últimas consecuencias. En su estudio crítico, como ya
tuvimos ocasión de notar, GFQ observa que el principio de la “voluntad de
poder” se fundamenta en “el eterno retorno de lo mismo”, pero este a su vez, en
Dioniso. Reconoce, así, pues, explícitamente: «La gran repetición eterna es
descrita, cantado por Zaratustra, como la gran embarcación que flota en las
aguas del devenir. Pero el señor de la barca es Dioniso, el dios de la
embriaguez y del juego» (p. 35).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Pero, ¿quién es Dioniso más allá de ser este
dios de la embriaguez y del juego? Desde su origen, Dioniso se reconoce como
una deidad mixta contradictoria: como Cristo, es dios y hombre u hombre y dios
al mismo tiempo al ser hijo, pues, de una mortal (Sémele) y del crónida Zeus,
un dios olímpico. Es un dios que experimenta la vida y la muerte, dos opuestos:
es despedazado por los horrores gigantescos de los titanes para luego volver a
la vida resucitando en el ciclo del gran año. Y, en la instancia que ahora nos
interesa, Dioniso representa también la mixtura entre trascendencia e
inmanencia o, mejor, la presencia de la inmanencia entre la trascendencia. Por
eso, al respecto, Dugin, por ejemplo, ha precisado que: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8.0pt; margin-left: 35.4pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 8pt 35.4pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Dioniso no es trascendente como Apolo, es
inmanente, pero sigue centrado en el espíritu: es la inmanencia del hombre, el
hombre-dios o dios como hombre. De este modo, esta presencia es una especie de
presencia inmanente en la trascendencia. Dioniso no es la oscuridad, no es el <i>Logos</i>
negro [de Cibeles], es la presencia de la luz en la oscuridad: una especie de
sol nocturno. Es el hombre dentro de la existencia inmanente, ctónica,
femenina: es, pues, el punto masculino en la realidad femenina. Es una especie
de rayo de sol que atraviesa la oscuridad y que arriba hasta el centro de la
oscuridad [misma] para crear un nuevo amanecer: ese es Dioniso. (2022, p. 81)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Es decir, en esta figura trascendente de la
meditación nietzscheana, Dioniso, ya encontramos <i>secretamente</i> un intento
de síntesis entre inmanencia y trascendencia. Es esta dimensión que, a veces,
es pasada por alto en <i>Nietzsche y la metafísica inmanente</i> de GFQ, pues
tiende a enfocar y primar solamente la dimensión inmanente de Nietzsche.
Ciertamente, la filosofía del filósofo alemán no es puramente trascendente, ni
quiere serlo, pero tampoco es puramente inmanente como, por ejemplo, algunos
hijos de la modernidad como Gassendi y Marx, para quienes la materia sola sí es
el alfa y el omega de la realidad toda. Es, pues, una mixtura: <i>entre</i>
trascendencia e inmanencia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Al igual que Heidegger, GFQ considera que
Nietzsche, a pesar de todos sus esfuerzos, no logra superar la modernidad y la
vieja metafísica, sino que, antes bien, como también ya vimos, profundiza su
crisis. GFQ sostiene que esto se debe a su carácter inmanente, pero hemos visto
que la filosofía nietzscheana implica, a su vez, un carácter trascendente a
través de la figura de Dioniso. Sin embargo, ya para finalizar, considero que,
a pesar de esto, GFQ tiene razones para oponerse a Nietzsche. Y es que en el
filósofo alemán la trascendencia y la inmanencia conviven prácticamente de
manera indistinta, caótica (χάος). La apuesta de GFQ sobre la síntesis entre
ambos polos, sin embargo, no se queda allí, sino que trata de ir más allá. Como
vemos en <i>Ser y realidad </i>(2023), GFQ establece, pues, un orden, una
jerarquía y no simplemente una mera anarquía, de allí su distinción, por
ejemplo, entre “ser infinito” y “ser finito”, donde el primero fundamenta y
prima frente al segundo. Así, finalmente, aunque el reconocimiento de la
dimensión trascendente en la meditación nietzscheana sin duda enriquecería el
contenido del libro <i>Nietzsche y la metafísica inmanente</i>, sin embargo, no
afecta a la crítica que despliega arduamente GFQ.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 107%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: center; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Bibliografía<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: 35.45pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; margin: 0cm 0cm 10pt 35.45pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: -35.45pt;"><span color="windowtext" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US;">Dugin, Alexander. “Lecciones de Belgrado:
introducción al Proyecto <i>Noomaquia</i>. Primera lección: introducción a la
noología”. Traducción de David Álvaro Huallpa Vargas. <i>Revista Peruana de
Filosofía Aplicada</i> 15, no. 22 (enero-junio 2022): 65-95.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Flores Quelopana, Gustavo. <i>Carta sobre la
metafísica</i>. Lima: IIPCIAL, 2021.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">—. <i>Nietzsche y la metafísica inmanente</i>. Lima:
IIPCIAL, 2023.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">—. <i>Ser y realidad</i>. Lima: IIPCIAL, 2023.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Nietzsche, Friedrich.<i> Ecce Homo.</i> Madrid:
Alianza, 2011.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 8pt; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" lang="ES" style="font-family: helvetica; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">—. <i>El nacimiento de la tragedia</i>. Madrid: Alianza,
2012.<o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><span style="font-family: helvetica;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<span style="font-family: helvetica;"><!--[endif]-->
</span><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"> </span></span><span lang="ES" style="font-size: 10pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";"><span style="font-family: helvetica;">Entre las publicaciones sobre el filósofo alemán, además
de numerosos artículos especializados, tesis universitarias, y reediciones de
algunos de sus textos, encontramos los siguientes libros: <i>Nietzsche la moral
y la vida</i> (1948) de José Russo Delgado, <i>Nietzsche: dominación y
liberación</i> (1978) de Leopoldo Chiappo, <i>Federico Nietzsche: el filósofo y
el poeta</i> (2001), <i>Nietzsche: el retorno de Zaratustra</i> (2005) y <i>La
concepción filosófica andina y Federico Nietzsche</i> (2005) de Mario Mayhua, <i>Nietzsche
y el “amor fati”</i> (2005) de Julio Garro, y <i>Nietzsche: un filósofo para
todos y para nadie</i> (2012) de Erick Sotomayor.</span><span style="font-family: Cambria, serif;"><o:p></o:p></span></span></p>
</div>
</div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-58016450332832200992024-02-20T14:14:00.000-08:002024-02-20T14:14:49.871-08:00VAMPIROS DE DIOS (Reseña)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhEhz9fnfsFqqUM6BZVKToqnrmBJz14wkV8-8IgXV1Sp7Pvuh6R5EV2Pwnx_zGMhfhSWYr8VojK-nIePe0QoAlyI41A09o-k9oIf8-46ke0rWoO8hTkmxSnFNslSOV9NlfB5-3GfxcyIhZWpCNJRPBxAdPMlE0j8OEOd0JK544yrol9-ktQ3lPIGDqWlCI" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1214" data-original-width="843" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhEhz9fnfsFqqUM6BZVKToqnrmBJz14wkV8-8IgXV1Sp7Pvuh6R5EV2Pwnx_zGMhfhSWYr8VojK-nIePe0QoAlyI41A09o-k9oIf8-46ke0rWoO8hTkmxSnFNslSOV9NlfB5-3GfxcyIhZWpCNJRPBxAdPMlE0j8OEOd0JK544yrol9-ktQ3lPIGDqWlCI" width="167" /></a></div><p></p><div dir="auto" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: helvetica;">Kant, Hegel, Nietzsche y Heidegger son cuatro pensadores cuyas filosofías han resultado como vampiros de la sustancia divina. Son hitos de la filosofía moderna en los que se consolida el rechazo de la metafísica trascendente y la aceptación de la metafísica inmanente. Efectivamente, sobre los hombros de estos cuatro filósofos tudescos la metafísica moderna impulsa la imagen del mundo terrenalista, inmanentista y secularizada del Universo. En este sentido son los <a style="color: #385898; cursor: pointer;" tabindex="-1"></a>vampiros de Dios. </span></div><p></p><div dir="auto" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; text-align: justify; white-space-collapse: preserve;"><span style="font-family: helvetica;">La metafísica moderna de la inmanencia que recorre a estos cuatro pensadores emblemáticos describe un movimiento de la razón que llega a su agotamiento civilizatorio en el siglo veintiuno, mostrando que el hombre sin Dios se convirtió en una verdadera amenaza para sí mismo y para el planeta. Muchos pensadores más son los vampiros de Dios en el pensar moderno, pero la tarea central actual es vislumbrar el giro hacia un nuevo pensar</span></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-77752404312652709402024-02-15T14:35:00.000-08:002024-02-15T14:38:49.127-08:00RESEÑA DE RODOLFO SÁNCHEZ GARRAFA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhRdOQxlVZJdftls3-rkHMqqtQ4ZTr7x_ZCGleOOxAk4Z50bA2noyrB6G6d8KadRHO_LZ4QBzIwAQxHMPHL3fPZOC5I12jLK5QtqWS0kBmPH9R4ote_ar7F3xhfKcR3huER7j3gOj220crfIef6UkZxRIGCuyTnOq4W7FU5kpLhyhahWE501mToFrVlfR0" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="195" data-original-width="194" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhRdOQxlVZJdftls3-rkHMqqtQ4ZTr7x_ZCGleOOxAk4Z50bA2noyrB6G6d8KadRHO_LZ4QBzIwAQxHMPHL3fPZOC5I12jLK5QtqWS0kBmPH9R4ote_ar7F3xhfKcR3huER7j3gOj220crfIef6UkZxRIGCuyTnOq4W7FU5kpLhyhahWE501mToFrVlfR0" width="239" /></a></div><br /><p></p><h1 class="name post-title entry-title" style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: BebasNeueRegular, arial, Georgia, serif; font-size: 28px; font-weight: normal; list-style: none; margin: 0px 0px 10px; outline: none; padding: 0px;"><span itemprop="name" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">EL CORPUS FILOSÓFICO ANDINO SEGÚN EL FILÓSOFO GUSTAVO FLORES QUELOPANA</span></h1><p class="post-meta" style="background-color: white; border-bottom-color: rgb(242, 242, 242); border-image: initial; border-left-color: initial; border-right-color: initial; border-style: none none solid; border-top-color: initial; border-width: 0px 0px 1px; box-sizing: border-box; color: #888888; font-family: "Droid Sans", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 11.05px; list-style: none; margin: 7px 0px 10px; outline: none; padding: 0px 0px 5px;"><span class="post-meta-author" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; list-style: none; margin: 0px 15px 0px 0px; outline: none; padding: 0px;"><span class="fa fa-user" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; font-family: FontAwesome; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: inherit; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: 1; list-style: none; margin: 0px 5px 0px 0px; outline: none; padding: 0px; text-rendering: auto; transform: none;"></span><a href="https://www.markapacha.com/author/rodosang/" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #888888; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;" title="">rodosang</a></span> <span class="tie-date" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; list-style: none; margin: 0px 15px 0px 0px; outline: none; padding: 0px;"><span class="fa fa-clock-o" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; font-family: FontAwesome; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: inherit; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: 1; list-style: none; margin: 0px 5px 0px 0px; outline: none; padding: 0px; text-rendering: auto; transform: none;"></span>1 día ago</span> <span class="post-cats" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; list-style: none; margin: 0px 15px 0px 0px; outline: none; padding: 0px;"><span class="fa fa-folder" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; font-family: FontAwesome; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: inherit; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: 1; list-style: none; margin: 0px 5px 0px 0px; outline: none; padding: 0px; text-rendering: auto; transform: none;"></span><a href="https://www.markapacha.com/category/actualidad-andina/" rel="category tag" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #888888; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">Actualidad andina</a>, <a href="https://www.markapacha.com/category/descolonizacion/" rel="category tag" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #888888; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">Descolonización</a>, <a href="https://www.markapacha.com/category/filosofia-andina/" rel="category tag" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #888888; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">Filosofía andina</a>, <a href="https://www.markapacha.com/category/identidad-cultural/" rel="category tag" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #888888; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">Identidad Cultural</a>, <a href="https://www.markapacha.com/category/interculturalidad/" rel="category tag" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #888888; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">Interculturalidad</a>, <a href="https://www.markapacha.com/category/mundo-andino/" rel="category tag" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #888888; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">Mundo Andino</a>, <a href="https://www.markapacha.com/category/pensamiento-tradicional/" rel="category tag" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #888888; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">Pensamiento tradicional</a>, <a href="https://www.markapacha.com/category/prospectiva-global/" rel="category tag" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #888888; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">Prospectiva global</a></span> <span class="post-comments" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; list-style: none; margin: 0px 15px 0px 0px; outline: none; padding: 0px;"><span class="fa fa-comments" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; font-family: FontAwesome; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: inherit; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: 1; list-style: none; margin: 0px 5px 0px 0px; outline: none; padding: 0px; text-rendering: auto; transform: none;"></span><a href="https://www.markapacha.com/el-corpus-filosofico-andino-segun-el-filosofo-gustavo-flores-quelopana/#respond" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #888888; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">Deja un comentario</a></span> <span class="post-views" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; list-style: none; margin: 0px 15px 0px 0px; outline: none; padding: 0px;"><span class="fa fa-eye" style="-webkit-font-smoothing: antialiased; border: 0px none; box-sizing: border-box; display: inline-block; font-family: FontAwesome; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-size: inherit; font-stretch: normal; font-variant-alternates: normal; font-variant-east-asian: normal; font-variant-numeric: normal; font-variant-position: normal; font-variation-settings: normal; line-height: 1; list-style: none; margin: 0px 5px 0px 0px; outline: none; padding: 0px; text-rendering: auto; transform: none;"></span>31 Visitas</span></p><div class="clear" style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; clear: both; color: #333333; font-family: "Droid Sans", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;"></div><div class="entry" style="background-color: white; border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #333333; font-family: "Droid Sans", Arial, Verdana, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 22px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; overflow-wrap: break-word; padding: 0px;"><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: right;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #993300; font-size: 19px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;"><strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Rodolfo Sánchez Garrafa</strong></span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">A Gustavo Flores Quelopana (Lima, 1959), filósofo y prolífico ensayista, lo fui descubriendo de a poco. Dada mi formación antropológica, sesgada originalmente por una tendencia positivista del culturalismo, durante años no me sentía atraído por la filosofía como herramienta de trabajo; no obstante, al haberme inclinado hacia el estudio de las estructuras simbólicas andinas, desde los años 70, devino en hecho natural que me interesara, cada vez más, por los nuevos enfoques filosóficos acerca del pensamiento que caracterizó a las culturas tradicionales de América, y solo era cuestión de tiempo el percatarme del vuelo reflexivo de Flores Quelopana en estas cuestiones. Mi atención recayó inicialmente sobre varias de las interesantes entrevistas que él venía dando a conocer a través de la plataforma digital de <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Libros Peruanos</em>. Quizá si lo definitorio fue revisar con detenimiento su artículo titulado “<em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Trayectoria de la Filosofía Andina Peruana</em>”, uno de los más completos resúmenes del estado de discusión en la materia. De ahí, a sumergirme en varios de sus interesantes y esclarecedores libros, como <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">En torno al universalismo filosófico</em> (2023<sup style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">b</sup>), apenas hubo que dar un paso.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><img alt="" class="wp-image-3385 aligncenter tie-appear" decoding="async" fetchpriority="high" height="449" sizes="(max-width: 660px) 100vw, 660px" src="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ1-300x204.jpg" srcset="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ1-300x204.jpg 300w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ1-1024x698.jpg 1024w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ1-768x523.jpg 768w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ1-1536x1047.jpg 1536w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ1-2048x1396.jpg 2048w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ1-110x75.jpg 110w" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; clear: both; display: block; height: auto; list-style: none; margin: 5px auto; max-width: 100%; opacity: 1; outline: none; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out 0s; vertical-align: middle;" width="660" /></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Gustavo Flores Quelopana es un hombre eminentemente urbano, dotado de gran imaginación, pulsión inquisitiva y espíritu crítico. Como él mismo se define, y a la luz de mis impresiones rápidas en el breve tiempo que tengo de conocerlo personalmente, convengo en reconocer su juicio sobrio, su temperamento equilibrado y empático, aunque no contemporizador, pues es vigoroso en sus puntos de vista (Flores 2006). Cabría destacar también su espíritu inquisitivo que, al parecer, le ha acompañado toda la vida.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Como filósofo, arranca en las canteras de un marxismo ortodoxo con ideas que estuvieron a punto de hacerlo militante partidario del PC Unidad. Hoy, después de un giro ideológico maduro y desprejuiciado, es un pensador convencido de la necesidad de contar con una hermenéutica metafísica que nos ponga en capacidad de reconocer valores transculturales. Su experiencia de vida eminentemente urbana y sus albores filosóficos marxistas, no habrían sido el mejor augurio para la gestación de un intelectual interesado en comprender la racionalidad prehispánica, al punto de convertirse en abanderado del filosofar latinoamericano y, en particular, andino. Esto no habría sido posible sin pasar por el cuestionamiento del universalismo occidental, del eurocentrismo filosófico; sin un descubrimiento del pensamiento simbólico y metafórico que permita superar el predominio racionalista conceptual; y, finalmente, sin una toma de conciencia acerca de la crisis final que experimenta la concepción griega de filosofía y el modelo civilizatorio aún vigente.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">A mi juicio, dos son las obras fundamentales de Flores Quelopana en materia de filosofía andina: <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Filosofía Ser Historia</em> (2023) y <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Corpus filosófico andino</em> (2019) que aconsejaría leer en ese orden. La preocupación común de ambos libros es la reconstrucción de la identidad andina no cifrada en un proyecto indigenista sino en la configuración de una nacionalidad continental, que yo entiendo andino-amazónica.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><img alt="" class="wp-image-3386 aligncenter tie-appear" decoding="async" height="491" sizes="(max-width: 664px) 100vw, 664px" src="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/IMG_20240214_102828-300x222.jpg" srcset="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/IMG_20240214_102828-300x222.jpg 300w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/IMG_20240214_102828-1024x756.jpg 1024w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/IMG_20240214_102828-768x567.jpg 768w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/IMG_20240214_102828-1536x1134.jpg 1536w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/IMG_20240214_102828-2048x1512.jpg 2048w" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; clear: both; display: block; height: auto; list-style: none; margin: 5px auto; max-width: 100%; opacity: 1; outline: none; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out 0s; vertical-align: middle;" width="664" /></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Parte fundamental de la identidad andina para los tiempos de hoy, es responder a la pregunta: ¿Existió filosofía en nuestra América andina? Flores Quelopana consigue sentar bases fundamentales que sostienen una solución afirmativa, mediante su denominado “modelo de filosofía mitocrática no occidental” (Flores 2023: 106-12; 118-9).</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Para Flores Quelopana es errónea la distinción entre filosofía laxa y filosofía en sentido estricto (2023: 12). Por lo tanto, debemos hablar de filosofía andina como una filosofía diferente que, obviamente, responde a una necesidad existencial antes que a una necesidad lógica. En la lógica filosófica o metalógica se inscribe lo extralógico, lo analógico, lo simbólico; en la medida que lo entendamos así, podremos contribuir a liberar la filosofía latinoamericana de su injustificada supeditación al dictado eurocéntrico.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><img alt="" class="wp-image-3387 aligncenter tie-appear" decoding="async" height="476" sizes="(max-width: 667px) 100vw, 667px" src="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ2-300x214.jpg" srcset="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ2-300x214.jpg 300w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ2-1024x731.jpg 1024w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ2-768x549.jpg 768w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ2-1536x1097.jpg 1536w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ2-2048x1463.jpg 2048w" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; clear: both; display: block; height: auto; list-style: none; margin: 5px auto; max-width: 100%; opacity: 1; outline: none; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out 0s; vertical-align: middle;" width="667" /></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">En la “racionalidad del mito” se pone de manifiesto un pensamiento filosófico bajo categorías particulares del pensar y expresar. Dice nuestro filósofo que una forma de pensar que gira en torno al mito, y no al concepto, no deja de ser lógica, y, por tanto, los principios lógicos siguen siendo los mismos, excepto en cuanto concierne a la hegemonía del principio de identidad, dado que en el pensar mitológico los principios lógicos aludidos se subordinan al principio de contradicción. Convincente este análisis que, de algún modo es compartido por autores como Gutiérrez Pozo (2008), Iturbe Sánchez (2021), Rubina López (2022), y una larga lista de otros pensadores con enfoques variados no necesariamente eurocéntricos, los mismos que han sido estudiados por el propio Flores Quelopana.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Con filosófica modestia, nuestro autor expresa ser plenamente consciente que la teoría de lo mitocrático está todavía en sus comienzos. Hace bien en señalar que lo mitocrático es un territorio nuevo y desconocido que desafía a desentrañarlo en toda su complejidad, exigiendo sinergias interdisciplinarias. Sin embargo, no encuentro problema en reconocer que la producción teórica del filósofo Gustavo Flores Quelopana es, en este momento, un firme fundamento sobre la realidad de la filosofía andina, tal como ya lo ha manifestado el estudioso y ensayista Hugo Chacón Málaga (2017: 213). Ahora disponemos de un amplio cuerpo de pensamiento que nos revela elementos formativos básicos; el <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">corpus filosófico</em> identificado por Flores Quelopana comprende un tratamiento sobre los amautas filósofos, el análisis de la filosofía mitocrática mediante la reinterpretación de la filosofía como condición del existir, sus disquisiciones sobre el absoluto dinámico en el Perú antiguo, la idea del dios ordenador andino y, como conclusión, la posibilidad de pensar en una nueva utopía epistémica donde razón y mito se reconcilien, ya que el fracaso del ideal ilustrado insta a una nueva síntesis nacional (Flores 2019).</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><img alt="" class="wp-image-3388 aligncenter tie-appear" decoding="async" height="381" loading="lazy" sizes="(max-width: 665px) 100vw, 665px" src="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ6-300x172.jpg" srcset="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ6-300x172.jpg 300w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ6-1024x588.jpg 1024w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ6-768x441.jpg 768w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ6-1536x882.jpg 1536w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ6-2048x1176.jpg 2048w" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; clear: both; display: block; height: auto; list-style: none; margin: 5px auto; max-width: 100%; opacity: 1; outline: none; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out 0s; vertical-align: middle;" width="665" /></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">En el Tawantinsuyu de los Inkas, para ser específico, la figura del filósofo ancestral habría recaído en los sabios, generalmente vinculados al sacerdocio, sea del culto solar estatal o de las diversas wakas extendidas en red por todo el territorio continental. En efecto, la reflexión filosófica de <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">amawtas, wisas, waka kamayos, yatiris</em>, y otros, no escapó a registros como el que nos ha legado el Inca Garcilaso y, desde luego, los saberes manejados no se constreñían a una mera cosmovisión. A los sacerdotes o <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">kamayoq</em> les estaba dado cuidar el canon andino del discurso universal y la práctica reflexiva respecto a la fenomenología de lo contingente; un comportamiento prudente era el marco esperado del ejercicio reflexivo que alcanzaba profundidad, aunque la actitud filosófica genérica podía alcanzar a todo individuo según sus propias circunstancias.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">La narración mítica era un marco filosófico que, en un lenguaje simbólico, analógico y metafórico, resultaba apropiado para dar cuenta de cuestiones como el origen del mundo, la diversidad étnica, los hechos fundacionales, las relaciones de sistema en la naturaleza y la sociedad, la vida y la perennidad de la existencia, el buen gobierno de los pueblos, el buen vivir y la institucionalidad de las normas que lo sustentaban. Era, en suma, un discurso establecido sobre la realidad, a partir del cual también era posible formular conjeturas respecto a cuestiones concretas que el hombre se planteaba ante un mundo que debía ser explicado, y ante situaciones que eventualmente pudieran tener lugar. La ciclicidad andina, reconoce, hasta ahora, una realidad cambiante, que experimenta transformaciones previsibles, ajustadas a un orden superior permanente; la fuente de ese orden es perenne, aunque no necesariamente inmutable. La idea de complementariedad sienta las bases de una interacción generatriz que pone de manifiesto una dinámica al interior del orden perenne. Es decir, preexiste una base sólida de salida frente a la ruptura entre lo ontológico y lo histórico. Pienso, de pleno acuerdo con Flores Quelopana, que “se impone la concepción multívoca del ser”, dado que la reflexión filosófica andina distingue claramente entre aquello que corresponde al ser sagrado-divino y aquello que concierne a lo profano-finito y contingente.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><img alt="" class="wp-image-3389 aligncenter tie-appear" decoding="async" height="465" loading="lazy" sizes="(max-width: 667px) 100vw, 667px" src="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ7-300x209.jpg" srcset="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ7-300x209.jpg 300w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ7-1024x712.jpg 1024w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ7-768x534.jpg 768w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ7-1536x1068.jpg 1536w" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; clear: both; display: block; height: auto; list-style: none; margin: 5px auto; max-width: 100%; opacity: 1; outline: none; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out 0s; vertical-align: middle;" width="667" /></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">En los Andes se ha tenido un politeísmo jerarquizado que culmina con dos divinidades igualmente poderosas, en principio lejanas, que se descubren e interactúan como artífices de un orden primordial básico. Múltiples entidades divinizadas advienen secundariamente, asociadas a la vida de los diversos pueblos que conviven en el espacio andino, sea en ámbitos comunales, étnicos o macroétnicos, sin alcanzar el rango de las grandes divinidades ordenadoras. En este sentido, podemos considerar la denominación de <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">henoteísmo</em> (acuñada por Schelling y asumida por Flores Quelopana) para referirnos al sistema religioso andino, en tanto se pueda evaluar todas las posibilidades pertinentes (V.gr. politeísmo henoteista, deísmo polimórfico, politeísmo jerarquizado, dualismo mitomórfico-mitocrátrico, entre otros).</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Los adelantos de Flores Quelopana, sobre lo que sería de esperar se convierta en un amplio tratamiento de las entidades que conocemos como Pachakamaq y Wiraqocha (Flores 2019: 13, 29-33; 347-52): , son muy estimables, y hasta decisivos, en el nivel de reflexión filosófica; sin embargo, aprecio todavía un escenario mucho más complejo que incorpore exhaustivamente los desarrollos con que se cuenta actualmente en materia etnohistórica, etnológica, arqueológica, lingüística y antropológica, aunque tal puesta en estado de la situación, necesariamente tendría que rematar en una instancia filosófica totalizadora, cosa que está por hacerse pero que ya se vislumbra como posible (Flores 2024: 45). Consiguientemente, queda pendiente de discusión la idea de una deidad suprema pero no absoluta, así como su aparente contradicción con un universo filosófico dual.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><img alt="" class="wp-image-3390 aligncenter tie-appear" decoding="async" height="441" loading="lazy" sizes="(max-width: 662px) 100vw, 662px" src="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ3-300x200.jpg" srcset="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ3-300x200.jpg 300w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ3-1024x683.jpg 1024w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ3-768x512.jpg 768w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ3-1536x1025.jpg 1536w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ3-2048x1366.jpg 2048w" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; clear: both; display: block; height: auto; list-style: none; margin: 5px auto; max-width: 100%; opacity: 1; outline: none; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out 0s; vertical-align: middle;" width="662" /></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Pienso también que, en los Andes, la idea de bien y mal no se manifiesta en los términos constitutivos del cosmos o realidad universal. Eso no significa que en materia de mantenimiento del orden se haya ignorado comportamientos transgresores que pudieran poner en riesgo el equilibrio natural y social. <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Allin kawsay</em> (vida en observancia del orden) y <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Mana allinpi puriy</em> (vida en situación transgresora del orden) atañen específicamente a los hombres, esto es al espacio liminal habitado por la sociedad humana. Entonces, en términos de ordenamiento universal no vemos dos dualismos, sino uno solo cuya complementariedad se suscita (venturosa) o deja de suscitarse (aciaga). La observancia del orden (<em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">allin</em>) es una condición de la vida social humana y la transgresión (<em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">mana allin, waqlliy</em>) es un menoscabo de la complementariedad. Entonces no hay dos dualidades sino una sola, que los humanos deben observar y no corromper o menoscabar sin ser sujetos de culpa y eventual castigo.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Está visto que hay realidades esquivas a una comprensión limitada al empleo de la razón y que, en estos casos, lo simbólico y metafórico abre un acceso privilegiado a lo real. El caso es corriente en poesía, pues el sentido metafórico de la expresión produce una ambivalencia que descubre varios niveles de sentido en lo real.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><img alt="" class="wp-image-3391 aligncenter tie-appear" decoding="async" height="395" loading="lazy" sizes="(max-width: 658px) 100vw, 658px" src="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ5-300x180.jpg" srcset="https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ5-300x180.jpg 300w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ5-1024x613.jpg 1024w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ5-768x460.jpg 768w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ5-1536x919.jpg 1536w, https://www.markapacha.com/wp-content/uploads/2024/02/GFloresQ5-2048x1226.jpg 2048w" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; clear: both; display: block; height: auto; list-style: none; margin: 5px auto; max-width: 100%; opacity: 1; outline: none; padding: 0px; transition: all 0.4s ease-in-out 0s; vertical-align: middle;" width="658" /></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Insisto, Flores Quelopana ha hecho ya una laudable contribución en cuanto a la fundamentación de una filosofía andina; sin embargo, en esta oportunidad solo me limitaré a formular dos observaciones puntuales: Primero, aún siendo cierto que no se trata de regresionar a un mundo idílico precolombino (Flores 2019: 404), tenemos que entender que lo extinto es una expresión civilizatoria concreta pero que la cultura andina, con una trayectoria que se remonta al menos a 40,000 años de desarrollo, sigue viva, y, si no somos andinos vergonzantes es porque hemos tomado conciencia de la necesidad de proseguir la ruta que nos señalan los logros culturales de nuestro legado histórico continental. La asimilación de la modernidad, y de cuanto cambio experimente la humanidad, es un asunto de interculturalidad que no impide reaccionar ante la crisis civilizatoria de occidente, cuyas consecuencias no dejan de afectarnos dentro de la globalidad de nuestro tiempo. Segundo, los referentes empíricos del corpus filosófico elaborado, pese a su amplitud y a la agudeza de los términos de discusión que se llega a plasmar, requieren una cuidadosa revisión desde el propio pensamiento andino. Las convicciones religiosas del autor no son cuestionables, en cuanto a su derecho de tenerlas y mantenerlas, como todos; lo que es discutible es que el ir hacia el descubrimiento e invención de nuestro ser nacional implique reconocer una supuesta muerte de la metafísica del mito (Ibid.: 392-7). Es que ir hacia el descubrimiento del ser nacional comprende también la tarea de reescribir la historia, si solo nos limitáramos a asumir el eco de la visión eurocéntrica tendríamos que proseguir con el insertado mesianismo de inkari, la androginia como explicación expeditiva de la dualidad complementaria, la eterna lucha cosmológica entre el bien y el mal, entre otras cuestiones cuya ajenidad debe ser estudiada por los propios andinos y desde el pensar andino.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px; text-align: justify;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-family: georgia, palatino; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">De no hallarnos frente a una obra impresionante como la de Flores Quelopana, seguramente nuestra propia capacidad inquisitiva habría tardado mucho más en hallar una <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">paqarina</em> segura al mundo de las nuevas ideas que advienen en América.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 16px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;"><strong style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Referencias bibliográficas</strong></span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">CHACÓN MÁLAGA, Hugo</span><br style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;" /><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">2017 <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Nación Andina</em>. IIPCIAL, Lima.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">FLORES QUELOPANA, Gustavo</span><br style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;" /><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">2006 <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Más allá de los anhelos.</em> Autobiografía. IIPCIAL, Lima.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">2019 <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Corpus filosófico andino</em>. IIPCIAL, Lima.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">2023 <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Filosofía Ser Historia</em>. IIPCIAL, Lima.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">2023<sup style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">b</sup> En torno al universalismo filosófico. IIPCIAL, Lima</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">2024 <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Por qué filosofamos. El misterio de la filosofía.</em> IIPCIAL, Lima.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">GUTIÉRREZ POZO, Antonio</span><br style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;" /><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">2008 El arte como pensar metafórico en la filosofía simbólica de Cassirer. En <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Praxis Filosófica</em>, N° 26, enero-junio, 2008, pp. 169-188. Universidad del Valle Cali, Colombia.</span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">ITURBE-SÁNCHEZ, José Mariano</span><br style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;" /><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">2021 Poesía, filosofía y mito: su supuesta disociación y su originaria unión. En <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">La CoLmena </em>110 abril-junio de 2021 pp. 71-82. Universidad Autónoma del Estado de México, México. Consultado en <a href="https://lacolmena.uaemex.mx/article/view/13153" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #444444; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">https://lacolmena.uaemex.mx/article/view/13153</a></span></p><p style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px 0px 20px; outline: none; padding: 0px;"><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">RUBINA LÓPEZ, Alejandro</span><br style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;" /><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">2022 Evidencias de la existencia de una filosofía andina prehispánica tawantinsuyana. En <em style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;">Ciencia Latina, Revista Científica Multidisciplinar.</em> Ciudad de México. Consultado en</span><br style="border: 0px none; box-sizing: border-box; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;" /><span style="border: 0px none; box-sizing: border-box; font-size: 14px; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px;"><a href="https://ciencialatina.org/index.php/cienciala/article/view/1651/2317" style="border: 0px none; box-sizing: border-box; color: #444444; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">https://ciencialatina.org/index.php/cienciala/article/view/1651/2317</a></span></p></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-69681003487288143652024-02-15T11:31:00.000-08:002024-02-16T06:55:17.212-08:00NEOBRUTALISMO DEL SENTIDO DEL SER<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: center; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">NEOBRUTALISMO DEL SENTIDO DEL
SER</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" style="font-family: Algerian; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span color="windowtext" style="font-family: Algerian; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgJIc7cGrSctVqVYs1RpDjZnWLx8XZYEr-O3I56OlNd2CRP4V-3yrU4B6OVxVqJNGsbhtDqCr9qCP2sra_ddAJPFUaQahcYJC2aa_sK1pm4YX7QnYncSeAaukYrXeON61ewzb_8NSPe-je9p4BRdgiOJDcK7tC7xvFQMoMioVY6_6dzO8u-UCcAbHitgLM" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="180" data-original-width="284" height="203" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgJIc7cGrSctVqVYs1RpDjZnWLx8XZYEr-O3I56OlNd2CRP4V-3yrU4B6OVxVqJNGsbhtDqCr9qCP2sra_ddAJPFUaQahcYJC2aa_sK1pm4YX7QnYncSeAaukYrXeON61ewzb_8NSPe-je9p4BRdgiOJDcK7tC7xvFQMoMioVY6_6dzO8u-UCcAbHitgLM" width="320" /></a></span></div></div><div style="mso-element: footnote-list;"><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: Algerian; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">E</span><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">l neobrutalismo es proceso espiritual que se
vuelve hegemónico sólo cuando una civilización entra en su curva
desintegradora. En ese sentido es parte de la crisis de la razón humana. La
razón humana vive en crisis permanente porque el hombre es un ser en crisis existencial
consubstancial a su ser, situación que espolea su avance y desarrollo. Pero la
crisis de la razón conoce fases de afloramiento, cenit y decadencia. Sólo en
ésta última se vuelven hegemónicos los rasgos irracionalistas de la crisis de
la razón. En este sentido no toda crisis de la razón es negativa y muchas veces
corresponde a su propio avance. Es más, el desarrollo de la razón es un proceso
complejo que presenta la apariencia de una trenza en el que se presentan entrecruzadas
líneas regresivas con líneas progresivas. Es un proceso dialéctico donde lo
negativo y lo positivo se requieren mutuamente para el propio desenvolvimiento
de la razón finita.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> En este sentido el sentido del ser se presenta
afectado por la hegemonía espiritual del neobrutalismo civilizatorio. El sentido
del ser es la idea que se forma el hombre sobre la realidad. Aquí no voy a
entrar en la discusión de que sólo hay sentido para nosotros y el sentido en sí
no existe. Al menos esa era la objeción que Nicolai Hartmann le dirigía a los
argumentos de Heidegger. Es cierto que la comprensión del ser no se restringe a
la significación de su sentido, y puede verse que el tema es la significación
del ser. Pero aquí me atengo a la definición clásica de que el hombre percibe
que hay una realidad externa que nos trasciende y contiene sentido. El hombre
de la Antigüedad y de la Edad Media era en este sentido un hombre ontológico, porque
no dudaba de la realidad del mundo. En cambio, el hombre de la modernidad es un
hombre gnoseológico o epistémico porque duda de la realidad de las cosas. De
este modo, realismo versus idealismo presidirá el debate filosófico desde la
modernidad con una clara hegemonía del discurso idealista. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Paul Hazard<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-size: 11pt;">[1]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
tuvo el acierto de señalar que la destrucción de las bases metafísico-teológicas
se llevó a cabo mediante el <i>regnum hominis</i> de la razón autónoma, el
mismo que instauró un mesianismo laico que perdió a Dios. Este asalto a la
razón que relegó los valores espirituales desembocó en el reino de la materia,
el ateísmo y el antropocentrismo. Todo ello lo considero cierto, salvo por un
detalle, a saber, que la defensa de autonomía de la razón no lleva
necesariamente a su divorcio con el fundamento trascendente. Bien visto el
asunto resulta que el divorcio entre la razón y la metafísica trascendente no
fue la autonomía de la razón, sino que fue insertar a la razón en la nueva
imagen del mundo terrenalista e inmanentista promovida por la Revolución científica,
y otros cambios decisivos, de los siglos dieciséis y diecisiete. Como bien
apunta A. Koyré<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-size: 11pt;">[2]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>, se trató
de una “mutación” intelectual que implicó la disolución del mundo medieval.
Pero la influencia de la razón científica no tiene que verse de forma
unilateral, sino en la confluencia de un conjunto de factores que lo provocan. Convertirse
en <i>ancilla </i>de la ciencia fue en parte lo que provocó que la razón
filosófica se divorciara de la teología por completo. De esta forma, no tiene
sentido afirmar que la autonomía de la razón tiene su fuente en la
determinación filosófica (Hazard), económica (Marx) cultural (Simmel), científica
(Koyré) o política (Ilustración). Es decir, es todo un proceso histórico donde
confluyen un conjunto de factores el que se dirige hacia la descomposición de
la imagen del mundo basado en lo trascendente. En lenguaje hegeliano se puede
decir que fue la “astucia de la razón” la que dirige el cambio. Los excesos de
trascendentalismos en desmedro del mundo real habían tocado a su fin. Lo
inmanente reclamaba su lugar, y también ello se excedería. La modernidad fue un
movimiento de un mundo sin Dios, gobernando por la practicidad, y en el cortoplacismo
la fe agoniza. La fe enseña que no se puede creer sin la gracia, pero creer en
Dios no significa tener fe. El demonio cree en Dios, pero no tiene fe. Tener fe
es aceptar a Dios y tender hacia Él. El drama del hombre moderno es que no sólo
avanza el ateísmo, sino que su fe es muy tibia. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> El giro antropológico moderno tiene su
cúspide, después del <i>cogito ergo sum</i> cartesiano -donde la evidencia de
Dios depende de la conciencia-, en el criticismo kantiano. Hasta el siglo
diecisiete la modernidad era compatible con la fe cristiana en Dios y sólo
desde el siglo dieciocho los conceptos teológicos y la subjetividad se tiñen de
secularización. La naturaleza humana pasó a primer plano, la idea de progreso
secularizó la escatología cristiana. Kant no suprime a Dios. Al contrario, su
tesis antropocéntrica supone preservar la distancia entre creador y criatura,
pero independizando a la razón respecto a Dios. Así, Dios queda reducido a una
hipótesis moral necesaria. Fua acusado, no sin razón, de pelagianismo. Su
resultado fue contrario a su intención y suscitó la metafísica de lo inmanente.
Terminó con Fichte reduciendo la idea Dios a la conciencia moral, llevando a Hegel
a concebir lo Absoluto no sólo como sustancia sino también como sujeto, y a
Schleiermacher a afirmar que la religión tiene por objeto no lo trasmundano
sino la totalidad de lo finito. El influjo kantiano en la teología protestante
resultaba de la autonomía de la fe frente a la razón. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Pero la acentuación del giro antropológico
secular que acontece en la filosofía después de Hegel es puesta como fundamento
del mundo y del hombre. Dios es asumido como simple idea humana. De ahí
proviene la fascinación que sienten los filósofos posmodernos -Foucault,
Lyotard, Baudrillard, Derrida, Deleuze, Rorty, Vattimo- por la filosofía de la
contrafigura de Cristo, o sea, por Nietzsche, por la filosofía del hombre como
ser supremo. Dios es omitido. Bergson se convierte en el gran precursor del panteísmo
filosófico. hablando de la mística y de la religión dinámica. Ni Husserl ni
Heidegger se plantean el ser de Dios, Sartre es ateo. Scheler abre la
perspectiva del hombre como “ser abierto”, pero como las filosofías
procesualistas de Whitehead y Samuel Alexander naufraga en el panteísmo. Este
coqueteo con el panteísmo está presente en el propio Hegel al concebir que la
libertad de las criaturas no es una manifestación fuera de la voluntad
escatológica de Dios. Así los individuos carecen por completo de significación.
El individuo queda disuelto en el movimiento de la Idea Absoluta.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Pero la demostración de la mutua correspondencia
entre razón y fe lo hallamos en la síntesis tomista. Por lado, los contenidos
racionales de la fe no son idénticos a los de la racionalidad humana, pero ello
no niega la relación armónica que existe entre fe y razón, en tanto que ambos
colaboran en la búsqueda de la verdad, aunque por caminos distintos. Además, la
fe es razón sobrenatural que ayuda el perfeccionamiento de la razón natural.
Por ejemplo, las tesis filosóficas de la noción de Dios como existente,
creador, personal y libre, la idea del hombre como ser espiritual e inmortal, la
doctrina de la dignidad e igualdad humana, la concepción de la libertad, el problema
del mal y el enfoque lineal de la historia no sólo son aportación directa del
cristianismo, sino que son tesis estrictamente filosóficas. Pero son verdades
racionales de contenido sobrenatural. Ahora se entiende porque Santo Tomás
llama a estos contenidos filosóficos “preámbulos de la fe”. Y vale lo afirmado
sin negar que existen contenidos racionales que trascienden el ámbito de la razón
filosófica y natural y compete a la razón sobrenatural o teológica, nos
referimos a las verdades de Dios uno y trino, la doble naturaleza de Cristo, la
filiación divina, Encarnación, Redención, la gracia, las virtudes, dones y
sacramentos. Son verdades que pertenecen a la Revelación pero que no están separadas
de la vida de la razón humana. Si la tarea de la filosofía consiste en
esclarecer los fundamentos de todas las ciencias -por lo menos ese era el ideal
de Husserl-, la tarea de la teología es hacer llegar a la razón natural de la
filosofía los contenidos sobrenaturales de la revelación y de la fe. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Lo que la revelación comunica a la razón
natural y a la filosofía no es algo incomprensible e irracional, sino
comprensible y racional, pero que no puede ser percibido ni probado por medios
naturales. Siempre en la fe habrá un trasfondo
incomprensible, llamado por San Juan de la Cruz como “la luz oscura de la fe”. Cosa
que no podría ser de otro modo, dado que se está en contacto con una realidad misteriosa,
tremenda, fascinante y numinosa. Cuando Rudolf Otto<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-size: 11pt;">[3]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
afirma que “una religión cuanto más numinosa es, es más irracional” está
señalando este aspecto, aunque no sea cierto que sea totalmente irracional. Además,
no puede ser captado totalmente, es inconmensurable, y, en ese sentido, guarda
siempre un contenido incomprensible e inagotable, que nos revela lo que quiere,
siendo comprensible en sí y para nosotros.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Ahora se comprende mejor cuando el connotado
medievalista E. Gilson<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-size: 11pt;">[4]</span></sup><!--[endif]--></sup></a> sostiene
que la filosofía de la Edad Media fue una obsesión por la teología, pero esta
obsesión fue un movimiento racionalista que logró para la razón y la filosofía
un ámbito independiente. Añade que no hubo sacrificio de la filosofía a la
religión, sino de la religión a la filosofía. Y esto fue lo que denunciaron los
reformadores del siglo diecisiete. La Edad Moderna se funda en el siglo trece
con Alberto Magno que reivindica la autonomía de la razón filosófica. Pero ante
los misterios -Trinidad, Encarnación, Resurrección- la razón lo admite por
revelación. Así pues, la teología informa de lo que no depende de la naturaleza
sino de Dios. Para Gilson los derechos de la razón fueron conquistados en la
filosofía de la Edad Media antes que por la filosofía moderna. De modo que mientras
Gilson poniendo el acento en lo gnoseológico destaca que la filosofía de la Edad
Media fue la conquista para la razón y la filosofía de un ámbito independiente,
E. Bréhier<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-size: 11pt;">[5]</span></sup><!--[endif]--></sup></a> sostiene
desde el punto de vista metafísico que mientras las filosofías griegas son una
filosofía de la necesidad, las filosofías cristianas son filosofía de la
libertad. Gilson subraya la razón, mientras Bréhier la libertad. Y ambos están
en lo cierto.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Es decir, fe y razón son autónomas, pero existe
una relación de circularidad entre ambas que no puede negarse con sensatez. La
filosofía se consuma por la teología, pero no como teología. El propio Platón y
Aristóteles son ejemplos de la teología natural, al hablar de la divinidad
desde la sola razón. Y, al contrario, la negación de esta relación de
circularidad resulta dañando la justa autonomía de cada una de ellas. La
modernidad ni siquiera se contentó con defender la independencia de cada una de
ellas -como erróneamente lo hizo Averroes-, sino que negó la misma relación de
circularidad y con ello terminó desfigurando a ambas. Desde entonces la razón
natural y la sobrenatural, la filosofía y la teología no sólo andan divorciadas,
sino conflictuadas. Esto ayuda a entender que la filosofía puede hacer
filosofía teológica sin sustituir a la llamada teología revelada, ni
convertirse en sustituta de la religión. Una teología filosófica puramente
racional ya es cosa superada y su relación no puede ser puramente crítica. La
superación del neobrutalismo en el que ha caído la filosofía moderna nominalista
y empirista, entendiendo lo real como lo puramente fáctico y comprobable, lo
físico, lo mental, la comprensión interpretativa, la racionalidad normativa o
la estructura significativa transita por la superación del idealismo, en todas
sus variantes -subjetiva, objetiva, absoluta-, que reduce el ser al pensar y
que implica que el conocer es la causa de la existencia de la realidad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Salir del neobrutalismo metafísico de la
modernidad significa desde una postura realista anteponer el Ser al pensar, lo
ontológico a lo epistemológico, asumir como evidencia primera que las cosas <i>son
</i>y no lo es el pensar. Es basarse en el objeto y en la certeza sensible
porque el Ser es lo previo e indemostrable para la razón. Pues el Ser no se
encuentra en el pensamiento, sino que lo trasciende. Una cosa es el ser pensado
y otra el ser desde el cual se piensa. Esto lleva a reconocer que Ser y Ente no
son sinónimos. El ser (esse) no es lo mismo que el ente (ens). El concepto
filosófico de ente no coincide con la noción de ser. El ente es el primer
conocido, todo lo individual en el mundo es ente, incluso lo es todo aquello
que puede objeto de pensamiento o formar parte de una oración gramatical. En un
sentido el ente es todo aquello que es sujeto de predicación y a su
diversificación se le llamó categorías o predicamentos -sustancia, cualidad,
cantidad, relación, dónde, posición, posesión, tiempo, acción, pasión-, y en
otro sentido el ente puede ser una enunciación afirmativa que no corresponde
con algo de la realidad. Por ejemplo, las negaciones y privaciones, que no
tienen esencia y existen únicamente como carencia. Esto llevó a pensar que el
ente no puede predicarse ni como género ni como especie, porque todas las
diferencias, específicas e individuales, son también entes. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> En una palabra, el ente no es un concepto
unívoco sino análogo y proporcional. O sea, el ente es la esencia que tiene
ser, pero que lo tiene en una esencia concreta, en un sujeto. De esto se dio
cuenta Tomás de Aquino y representó una innovación metafísica gravitante. Lo
hizo a partir del planteamiento de Avicena del problema de la existencia. El
ente es el primer inteligible, pero al entender las esencias de los entes no se
comprende nada de la existencia de estos últimos. En otros términos, la
existencia no es un atributo de la esencia, sino algo que le sobreviene. La
existencia no pertenece a la esencia, es algo accidental. Santo Tomás lejos de
apartar la existencia en la descripción del ente, lo utiliza para explicar su
constitución y hasta su esencia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> El ser no sería lo que existe sino el acto
primero de la esencia. Es decir, el ser no sólo constituye la esencia como tal,
sino hasta la misma existencia deriva de la esencia del ente como uno de sus
efectos. Por ello, el ente en sentido real es aquel que existe en la realidad,
y el ente en sentido gramatical es aquella cosa sin esencia. Sólo a la esencia
constituida de materia y forma le adviene la existencia. La existencia es un
efecto del ser, no su causa. Todo ente tiene esencia y ser, y éste último es lo
que hace subsistir, el cual es un modo especial de existir por sí y en sí. El
subsistir es propio de las sustancias, en cambio el inherir, o existir por otro
y en otro es privativo de los accidentes. Lo que hace existir es siempre el ser
sustancial. Esto es, el ente está constituido por dos principios: el ser y la
esencia. Sólo unidos el ser y la esencia producen entes. La esencia y el ser
pertenecen a un orden distinto del ente. La esencia no es un ente, sino una capacidad
de ser, y toda su realidad es una relación total al ser. La realidad de la
esencia está en la capacidad finita del ser. El ser es la primera actualidad,
la forma de las formas, constitutivo formal y material del ente. El ser es la
máxima perfección y de todas las constitutivas del ente. Las perfecciones del
ente tienen su origen en el ser y no en la esencia. El ser nunca es potencia,
es acto y perfección, por ello siempre es recibido y nunca producido.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> El ser y la esencia no son entes, y sólo son
objeto del entendimiento en la entidad. Por ello, el entendimiento conoce el
ser, pero como ser propio de una esencia. El conocimiento de la esencia no es
el conocimiento del ser mismo que lo trasciende. Lo que se entiende del ente es
su esencia, no su ser. Por eso el ser es misterio. No obstante, el ser es el
acto de la esencia, como en Aristóteles, pero es un acto no constitutivo de la
esencia sino del ente. El ser es un acto entitativo. Esta distinción entre ser y
ente, y el misterio que guarda con el hombre en el Aquinate sólo se vuelve a
repetir en Heidegger, con la diferencia que éste último restringe la capacidad
del entendimiento humano. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> La distinción que hace el filósofo alemán
entre lo ontológico y lo óntico se basa en el aporte fundamental del Aquinate,
pero con la grave limitación de limitar lo ontológico a una dimensión temporal
y finita. Hasta el final persistió en su visión apóstata de sustituir a Dios
por el Ser. Y recogiendo el legado de los presocráticos abrazó la lectura
nietzscheana del conceptualismo socrático-platónico para rechazar la metafísica
esencialista, a la que culpa del olvido del ser, y proponer la metafísica del
ser como la pura posibilidad, la nada, lo contingente y temporal. Por lo demás,
en el límite de lo psicopatológico cree que por él habla el ser. Se siente
profeta y busca un Dios que se derive de la divinización del ser-ahí. Heidegger
convirtió su pérdida de fe religiosa en destino de la época, y su fracaso del
rectorado en derrota del frenesí de la época moderna. Este nazi fanático, que
se apartó del nazismo al no ver cumplida su revolución metafísica, nunca tuvo
una palabra de arrepentimiento sobre el genocidio nazi, siempre defendió en
principio del caudillaje y en su pensar está ausente la reflexión moral. El hombre
resulta siendo un medio para que el ser se haga visible a sí mismo. De ahí que
rechazara el humanismo al considerar que no sitúa a suficiente altura la
humanidad del hombre. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Siempre tuvo un doble juego con el
humanismo, recuérdese que cuando Scheler publica <i>El puesto del hombre en el
cosmos</i> (1928), Heidegger replica que la naturaleza no tiene mundo, el cual
adviene sólo con el hombre. O sea, otorga un papel central al hombre en la
constitución del ser. Para Heidegger el mundo sin el hombre es mudo. A todas
luces su obra contiene un fuerte e innegable ingrediente antropológico.
Obviamente que resulta siendo una contradicción su negación antropológica
cuando uno de sus pilares básicos de su filosofía es considerar el ser del
hombre o ser-ahí como un ser abierto e inconcluso. ¿Abierto a qué? ¿Inconcluso respecto
a qué? Si es a su propio proyecto se cae en una especie de solipsismo, si
quiere evitar el solipsismo entonces debe admitir que sin el hombre hay mundo.
Esta es sólo una de sus no pocas contradicciones que explican que este pensador
no haya podido dejar un sistema. Al final de su trayecto considera que el ser
es lo envolvente, por tanto, el lenguaje ya no puede ser la casa del ser. Adorno
denunció su jerga obscurantista como un ocultamiento de su fascismo latente y
adhesión al horroroso totalitarismo hitleriano.<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn6" name="_ftnref6" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-size: 11pt;">[6]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
Se comportaba como un poseso del pensamiento, se creía marcado por el destino
del ser. Finalmente, al centrarse en lo ontológico extravió lo óntico. Todo lo
cual ilustra a las claras que la distinción entre lo ontológico y lo óntico
resulta siendo un empobrecimiento y distorsión del aporte metafísico del
Aquinate. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> En realidad, se mantiene en la línea
esencial del giro antiesencialista y antimetafísico de la modernidad rechazando
el examen del ser ligado a lo trascendente, lo infinito y la eternidad. El
sentido del ser es el tiempo, el tiempo es el puro devenir, excluida la
eternidad la opción es asumir el ser como libertad y posibilidad, en su
nihilismo no hay verdad absoluta ni permanente, a su historicismo le añade el
relativismo, la verdad es libertad de darse un proyecto del ser. Para Heidegger
la verdad se hace, no se descubre. Esta última conclusión se mantiene intacta
en la propagandizada ideología de género del neoliberalismo amoral y nihilista.
Sin duda, todos beben de un mismo arroyo envenenado. Heidegger fue el filósofo
del ateísmo, el inmanentismo y la secularización. Negó el más allá, acentuando,
como la teología protestante de la crisis o dialéctica de Karl Barth, el abismo
entre el hombre y Dios. En su afán de colocarse antes de cualquier objetivación
del mundo, como los dadaístas, recula en una actitud mística en lo premundano
que nos deja con las manos vacías. Es lo que Bloch llamó “la pregunta inconstruible”.
Su nueva jerga misteriosa impactó sobre una época presa de la desesperación y
desorientación. Su obra completa consagra el nihilismo al convertir el sentido
del ser en tiempo, puro devenir y posibilidad, una nada que se escapa de los
dedos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Lo que vemos es que el marco antimetafísico
y antiesencialista de la filosofía moderna impide ver que la filosofía puede
hacer filosofía teológica desde la meditación del ser. Porque bien visto el
tema del ser desde la revolución metafísica del Aquinate exige un abordamiento
completo y no sesgado, sin marginar el tema de la eternidad y la trascendencia,
sin recortes de la realidad misma. El ser viene a instituirse como acto primero
y perfección máxima, siempre en acto. La realidad de su esencia está en su
capacidad finita de ser, ni el ser ni la esencia son el ente. El ser es un acto
entitativo y la esencia es una capacidad de ser. El ser es el fundamento de
todos los actos del ente. El ser siempre es recibido y perfecciona al
recipiente. Por la esencia el ente tiene ser. La esencia posibilita la
multiplicidad entitativa. Por ello, las cosas no se distinguen por su ser, sino
por su esencia, o el ser se diversifica según las esencias. La esencia limita
al ser en un determinado grado de perfección del ser. Es decir, el acto de ser
se encuentra limitado por la esencia de los entes creados. La esencia sólo es principio
de entidad, el cual es potencia de otro principio, el ser en acto. Pero bien es
sabido que la doctrina del ser del Aquinate no sólo emplea las categorías de
acto y potencia del aristotelismo, sino también la concepción platónica de la
participación. Y esta relación entre platonismo y aristotelismo en la doctrina
del ser del Aquinate es imprescindible reconocerla. Desde ella deduce que el
ser es participable por todos, pero él no participa de nada. Los entes creados,
contingentes y finitos participan del acto de ser. En buena cuenta, el ente es
una participación del ser según el grado expresado por su esencia. Esta
participación del ser explica la diferenciación y limitación de las
perfecciones de los entes. La finitud del ente responde a su participación
parcial en el ser. El ser participado es acto del ente. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> A partir de aquí se obtiene un inventario de
todos los entes y una visión de la estructura de toda la realidad. Como la
presente obra no es una exposición del tomismo, sólo mencionaremos que los
atributos o propiedades del ente son los llamados trascendentales, porque se
refieren a categorías o sectores de la realidad y son siete: ente, realidad,
unidad, incomunicabilidad, verdad, bondad, belleza. Los trascendentales no
añaden nada real, sino una distinción conceptual. A lo que vamos es que en la
estructura ontológica de la realidad la filosofía teológica del Aquinate
concibe el ser que es fundamento de todos los actos del ente y que es
participado es el Ser supremo, causa de todo y origen de todo, o sea Dios. Dios
es pura existencia y acto puro, por consiguiente, increado, lo que permite
afirmar que el mundo procede de Dios por creación. Dios al crear no necesita
nada, más que su propia potencia productiva. El punto de partida de la creación
no es la nada, que no es nada, sino el Dios increado. Incluso un mundo con
duración eterna tendría su causa en Dios. Valga aquí la acotación que el
Aquinate recoge el ejemplarismo platónico-agustiniano, según el cual las ideas
eternas son modelos o ejemplares del pálido reflejo que son todos los entes. Su
modificación consiste en que hace de las ideas eternas ideas divinas en la
esencia misma de Dios. Dios es el primer ejemplar y modelo. De modo que su
esencia ejemplar es causa remota y externa de todo lo que existe. Dios es el
primer principio y el último fin de todos los entes participados y creados. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Siendo el Creador el sumo bien, es también
el sumo fin. Pero sólo los seres racionales tienen como fin propio unirse a
Dios por vía del entendimiento. Crear algo de la nada sólo es propio del poder infinito,
por eso ninguna criatura puede crear. Su creación se divide en substancias
simples, que tienen forma y existencia, más no materia -como los ángeles,
inteligencia, alma-, y las substancias compuestas, que tienen materia y forma
-como hombre, animales, vegetales, seres no vivientes, primeros elementos,
accidentes-. En las substancias simples la forma es la inteligencia y la
existencia es espiritual. En las substancias compuestas la forma es el alma y
la materia prima es el cuerpo. Tanto es así que la doctrina de la inmortalidad
del alma en el Aquinate no culmina en un angelismo, sino en la resurrección de
la persona humana como nueva unión del alma y el cuerpo. El mal no tiene
sustancia, no hay naturaleza mala, carece de esencia. El mal es un defecto de la
naturaleza buena. Defecto que proviene de que los actos no son conformes con el
fin o cuando el agente es deficiente en su potencia. La naturaleza nunca busca
el mal y el mal moral sólo es querido indirectamente. El espíritu humano tiene
una capacidad natural para conocer y querer al Creador, pero todo ello está
limitado por su capacidad finita de la razón. La cual sólo puede concluir que
Dios es Primer motor inmóvil, Causa incausada, Ser necesario primero, lo Máximamente
perfecto causa de todo ente, e Inteligencia ordenadora. Y por vía analógica
atribuye a Dios los trascendentales, igualmente el ser, la vida, el espíritu,
la inteligencia y la voluntad. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Ahora bien, toda esta reflexión fundamental
sobre el ser se ha olvidado y dejado de lado en el imperante inmanentismo nihilista
de la modernidad. Racionalismo y empirismo son las dos vertientes con las que
la filosofía moderna inicia la gran ruptura con la metafísica de las esencias
platónico-aristotélicas y la gran síntesis tomista. Sobre todo, el empirismo
que es hija del nominalismo del medioevo tardío, convirtió lo fáctico en lo
único válido, negando las verdades eternas, eternas y trascendentes. La
radicalización del giro subjetivizante está dado en la filosofía contemporánea
al dejar de lado lo fáctico para declarar que no hay hechos sino interpretaciones.
Es la tiranía del hombre sin verdad, fe y razón. Es el imperio de lo efímero,
del capricho individual y de la sensación. Sólo hay interpretaciones, todo el
resto es ficción. Ya no es lo epistemológico lo que determina lo ontológico,
sino la mera hermenéutica relativista y desfundamentadora. Ya no es el pensar
lo que rebasa el ser, ahora es el desear nihilista. Nietzsche, Heidegger y
Gadamer son los hitos del pensar hermenéutico. Nietzsche con su conocida frase “no
hay hechos sino interpretaciones”, Heidegger al concebir el ser ahí como ser
interpretante y Gadamer -que al parece de Habermas sólo urbanizó una provincia
heideggeriana- al sostener que la tradición media la captación de la verdad. Se
puede decir a su favor que se oponen al historicismo y que la historicidad de
la comprensión se halla radicada ontológicamente, pero al final cada quien
tiene su propia interpretación.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> El neobrutalismo de la posmodernidad contemporánea
es precisamente la profundización del naufragio de la metafísica del ser por la
metafísica de la pura inmanencia. Es el culmen de la negación del sentido del
ser con el mito culturalista de que cada ser construye su ser a la carta. Y lo
es porque la realidad del ser se ha visto no sólo recortada, sino, además, negada.
Siendo la modernidad visceralmente antieternalista y antiesencialista no se
pone en las mejores condiciones para comprender la realidad del ser, y, al
contrario, la puso en vía de su negación. El sentido del ser resultó siendo
negado porque el empobrecimiento positivista de toda laya en la comprensión de
la realidad la colocó en la situación perniciosa y destructiva de la negación
del ser mismo. Se entroniza la negación de la visión totalizadora del mundo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Como parte del deterioro y extravío paulatino
del sentido del ser en la modernidad encontramos la reducción pragmatista de la
verdad a lo útil, de la filosofía lingüística al significado, y la reducción
posmoderna a mera creencia y deseo. Lo cual tiene su punto de partida en la
distorsión idealista de la comprensión de la verdad como adecuación. La verdad
como adecuación de la cosa y el entendimiento significa que la conformidad del
entendimiento tiene a la cosa como entendida y no como poseída. El
entendimiento es un cierto efecto de la verdad ontológica. Lo cual significa
que hay que distinguir entre la verdad trascendental y la verdad del
entendimiento. Una cosa es la verdad ontológica, que es causa del conocimiento,
y otra es la verdad gnoseológica, que es efecto de la verdad ontológica. Pero el
idealismo moderno redujo la verdad a lo gnoseológico, negó la verdad
ontológica, y terminó reduciendo la verdad del conocimiento a mera creencia y
convención social. Para la filosofía del lenguaje (Putnam, Dummett) las
categorías semánticas determinan las categorías ontológicas, de modo que el
problema ontológico es un problema de semántica. No niegan la existencia del
mundo, lo que niegan es que el lenguaje es incapaz de representarlo, el único
mundo es el mundo hablado, en última instancia la interpretación de la verdad
es la comprensión de nuestras creencias (Davidson).<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn7" name="_ftnref7" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-size: 11pt;">[7]</span></sup><!--[endif]--></sup></a>
De manera que toda la triste odisea del logos de la logística sucumbe en el escepticismo
de la verdad. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> Este es otro rasgo de la irracionalidad del
neobrutalismo contemporáneo. Lo cual nos recuerda la tesis de Lukács<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn8" name="_ftnref8" title=""><sup><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span style="font-size: 11pt;">[8]</span></sup><!--[endif]--></sup></a> cuando sostuvo
que el fenómeno del irracionalismo filosófico, negador de la verdad, la razón y
la objetividad, es un fenómeno cultural del imperialismo, llevando implícito la
posibilidad de una ideología fascista. Esto se parece como a dos gemelos a las
afirmaciones en boga que tratan de convencer que la realidad es una simulación,
todo es ilusión, y, por tanto, nada de preocuparnos por las guerras que asolan
el mundo, el genocidio israelí de niños, mujeres y ancianos en Gaza, la presión
que Washington ejerce sobre Ucrania para que su población sirva de carne de cañón
en vez de firmar la paz con Rusia, nada de los problemas reales deben preocuparnos
y debemos dejar con las manos libres a las élites megacorporativas del hiperimperialismo
planetario para que hagan lo que quieran con la exacción neocolonial del mundo.
A la correcta idea de Lukács sólo añadiríamos que dicho fenómeno cultural del
irracionalismo del imperialismo responde al giro subjetivista y nominalista operado
desde el inicio por la modernidad misma.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span style="color: windowtext; font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> En realidad, el neobrutalismo metafísico
actual representa el pináculo de la erosión nihilista de la sociedad posmetafísica.
El extravío del ser concibe que éste no es recibido sino construido por la
voluntad de poder y la voluntad de verdad en una hemorragia de la subjetividad
monádica. En el triunfo del para mí no hay verdad extrahumana, sólo hay
voluntad de verdad. De este modo el ser deja de ser en acto y es asumido como
potencia, algo elegible y reemplazable. La ideología antiesencialista y
antimetafísica de la modernidad tenía que extraviar el sentido del ser como
paso previo del extravío de otros sentidos existenciales. De este modo el nihilismo
es el malestar neobrutalista global de nuestra época, que se ha encarnado especialmente
en el occidente neoliberal. El pensamiento científico-técnico, la política
neocolonial del imperialismo occidental hegemónico, el capitalismo digital y la
filosofía posmoderna son sus factores acelerantes. El relativismo, escepticismo
y hedonismo son sus consecuencias. El neobrutalismo nihilista se manifiesta en
la invalidación de las creencias tradicionales y los fundamentos metafísicos
trascendentes. En realidad, lo que vemos es la consumación de la racionalidad
burguesa. O, en otras palabras, vivimos una forma especial de neobrutalismo, a
saber, el de la razón capitalista. La racionalidad capitalista al entronizar el
dinero esfumó la consistencia de todo valor y en su lugar hizo primar el
cálculo, el beneficio, lo cuantitativo y la eficacia. Todo lo cual colisiona
con el verdadero sentido del ser. El neobrutalismo nihilista es un pensar el
ser desde la nada, somete todo a la transitoriedad del devenir, yendo siempre de
la nada a la nada. El pathos del neobrutalismo nihilista es refractario a una
nueva ontología fuerte y se dirige hacia su final. En la negación de la
realidad y del sentido del ser, de las esencias y de los fundamentos
metafísicos, es donde con mayor claridad se percibe la decadencia civilizatoria
de la modernidad tardía. Con su imperio de la temporalidad y su sesgo
antieternalista avanza disolviendo los valores y el ser. La secularización
extrema se mostró como el poder de la nada en la utopía inmanentista y el
estancamiento espiritual.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><span style="font-family: helvetica;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">
</span></span></p><div><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-family: "pg-1ff16",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: "\0022serif\0022"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="X-NONE"> </span><span style="font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Paul Hazard, <i>La crisis de la
conciencia europea</i>, Alianza, 1988. </span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-family: "pg-1ff16",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: "\0022serif\0022"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="X-NONE"> </span><span style="font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">A. Koyré, <i>Estudios de historia
del pensamiento científico</i>, Siglo XXI, 1977.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-size: 9.0pt; line-height: 115%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-family: "pg-1ff16",serif; font-size: 9.0pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: "\0022serif\0022"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="X-NONE" style="font-size: 9.0pt; line-height: 115%;"> </span><span style="font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Rudolf Otto, <i>Lo santo</i>, Alianza, 2016.</span><span lang="ES" style="font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-family: "pg-1ff16",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: "\0022serif\0022"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="X-NONE"> </span><span style="font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">E. Gilson, <i>La filosofía en
la Edad Media</i>, Gredos, 2019.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-family: "pg-1ff16",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: "\0022serif\0022"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="X-NONE"> </span><span style="font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">E. Bréhier, <i>Historia de la
filosofía, I, desde la antigüedad hasta el siglo XVII</i>, Tecnos, 1985.</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-family: "pg-1ff16",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: "\0022serif\0022"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="X-NONE"> </span><span style="font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Rüdiger Safranski en su obra <i>Un
maestro de Alemania. Heidegger y su tiempo (</i>Austral, 1994) consigna que el
partido nazi veía a Heidegger como un filósofo que “nadie entiende y no enseña
nada”, un “nihilista metafísico”, un filósofo del cuidado y de la angustia, un
rector fantasioso, salvaje e intrigante, un esquizofrénico peligroso. Por ello,
no se le cedió la cátedra de Berlín. Heidegger dijo que renunció al rectorado
porque los nazis no radicalizaron la revolución. Pero en realidad su
antisemitismo era de compromiso, pero efectivo, pues se apartó de sus viejas
amistades judías, traicionó a su maestro Husserl, nunca dijo nada sobre los
campos de concentración en Friburgo. Además, se comportó como una mala persona
conspirando contra sus colegas de universidad. </span><o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn7">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-family: "pg-1ff16",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: "\0022serif\0022"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="X-NONE"> </span><span style="font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Donald Davidson, <i>De la
verdad y de la interpretación</i>, Gedisa, 1995.</span><o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn8">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-family: "pg-1ff16",serif; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: "\0022serif\0022"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="X-NONE"> </span><span style="font-family: "Helvetica",sans-serif; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Georg Lukács, <i>El asalto a la
razón</i>, Grijalbo, 1968.</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>
</div>
</div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-9547329858893802932024-02-13T06:58:00.000-08:002024-02-13T14:36:49.428-08:00NEOBRUTALISMO DEL SENTIDO COMÚN<p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: center;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">NEOBRUTALISMO DEL SENTIDO COMÚN</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiJkue49gIUJHrqXHYxe-jTKnAug4NaORZe0eOKFCsagPL0SBoBlZO6UdmFtgApsupDVp0sPvJ3qQAEV_gJdGWR6CD9Xrggd1WCQTSDW8bGR2iVcNuKZGz_uZqlJvvoiq4mC-zI62JzQn9orwJUaUJz31dosU-x-go7xZAg9IKgq5WdchUO6D4qq7ZtiNk" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="180" data-original-width="320" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiJkue49gIUJHrqXHYxe-jTKnAug4NaORZe0eOKFCsagPL0SBoBlZO6UdmFtgApsupDVp0sPvJ3qQAEV_gJdGWR6CD9Xrggd1WCQTSDW8bGR2iVcNuKZGz_uZqlJvvoiq4mC-zI62JzQn9orwJUaUJz31dosU-x-go7xZAg9IKgq5WdchUO6D4qq7ZtiNk" width="320" /></a></span></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span style="font-family: Algerian; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">E</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">l sentido común es
patrimonio de la naturaleza humana y es fundamento de la matemática, la ciencia
y la filosofía. El sentido común es una forma del raciocinio humano que obtiene
conocimientos directamente de la experiencia. Su verdad no se manifiesta en
razonamientos apoyados en la ciencia, en la filosofía o en contenidos
culturales, sino con evidencia inmediata y se presenta como indudable, aunque
puede ser puesto en duda por un pensamiento posterior. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El sentido común es pasivo, como los sentimientos o estados afectivos,
porque su sujeto no tiene conciencia de actividad alguna. Por su inmediatez y
pasividad proporciona conocimientos intuitivos generales y universales porque
son patrimonio de la totalidad de los hombres de toda cultura y todo tiempo,
permanecen a pesar de los cambios históricos y de la diferente capacidad
intelectual individual, como tampoco cambian en las diferentes etapas de la
vida. Es por ello que el sentido común es patrimonio de la condición humana. De
ahí que Kant <a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>pueda
decir que el sentido común es el principio del gusto o la facultad del
sentimiento para juzgar acerca de los objetos en general.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El contenido del sentido común surge de la experiencia del hombre con la
realidad, por ello se refiere tanto a la realidad como al hombre. Sus
conocimientos se rigen por primeros principios especulativos y primeros principios
éticos. Con ello proporcionan un sentido de la realidad, muy general, a la vida
individual y colectiva. Se trata de un contenido que permite la comunicación
humana por encima de los condicionamientos culturales. De modo que sirve de
fundamento para todo tipo de conocimiento. Incluso proporciona las premisas
necesarias para toda investigación racional de la realidad, sea filosófica o
científica. De manera que la razón filosófica y la razón científica presuponen
la razón natural. El saber del sentido común es inteligencia espontánea y
natural que se encuentra unido al recto conocimiento sencillo y a los afanes de
la vida diaria. El sentido común es un modo especial de sentir los principios.
A pesar de las innegables distancias entre el saber filosófico y el científico
con el sentido común, no hay ruptura definitiva respecto de este último. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El sentido común es un poderoso consejero para juzgar razonablemente las
situaciones de la vida cotidiana y decidir con acierto. Por ello se cae en el
disparate o la insensatez cuando se toman decisiones alejadas del conocimiento
práctico de la razón. Por ejemplo, si no se sabe nadar es alocado arrojarse al
mar. De ahí que es fácil advertir que el conocimiento humano tiene grados y el
del sentido común es el más básico, por lo que no debe ser sobrevalorado. La
filosofía y la ciencia son grados más profundos del saber humano, que exigen
una mayor esfuerzo y más intenso cultivo. Así, Aristóteles<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
puede definir el sentido común como la capacidad general de sentir con la doble
función de constituir conciencia de la sensación y la de percibir las
determinaciones sensibles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Sin embargo, como el sentido común es el entendimiento humano en su
funcionamiento natural no puede ser nunca abandonado ni sustituido por la
filosofía y la ciencia por exigencia del conocimiento práctico de la razón. Que
un físico de partículas sepa que los neutrinos atraviesan todo y a velocidad de
la luz, no significa que él intente estrellarse una y otra vez contra puertas y
paredes imitándolos. Eso es intentar aplicar un conocimiento científico
específico para cosas de la vida diaria. A partir de esto se comprende que para
los autores latinos como Cicerón y Séneca el sentido común tiene el significado
de hábito, gusto, modo común de vivir y hablar. Vico<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
es más tajante al calificarlo como un juicio sin reflexión aceptado por toda
una comunidad y que tiene como tarea el dominar el albedrío humano. El mismo
significado le otorga la escuela escocesa con Reid a la cabeza, el cual
consideró que es lo que nos hace ley y gobierno propio. El sentido común sería
una facultad regulativa que hace posible que emerja la racionalidad de toda
proposición. Como apuntó Jacobi el sentido común es como una creencia cuya
naturaleza es racional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Es baladí reconocer que el sentido común falla estrepitosamente cuando
se le intenta utilizar más allá de los hechos cotidianos. Dewey<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
destaca el carácter práctico sentido común. Existen, sin duda, las fronteras
entre los diversos grados del conocimiento humano y resulta ser locura
desconocerlos. La razón natural y la razón científica no culmina en la razón
filosófica, porque por encima de todas ellas está la razón teológica. La fe no
es irracionalidad, la fe tiene una racionalidad y su certeza es que la voluntad
es movida por la gracia de Dios. La duda en la racionalidad teológica proviene
de nosotros, al no entender plenamente contenidos racionales que no son
idénticos a la racionalidad humana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En suma, el sentido común da sentido al mundo, pero ello no significa
que lo conozca en su especificidad. Lo cual no debe significar que se deba
abrazar el lema de “más ciencia y menos sentido común”. Eso es confundir los
grados del conocimiento. Lo que sí es aconsejable es cultivar los diferentes
grados del conocimiento humano. Resulta ser tan bárbaro como insensato
conformarse en la vida sólo con la retención de un grado de conocimiento sin
intentar asimilar otros grados más. De ahí que la tendencia a la
especialización en nuestro tiempo de idolatría de la ciencia, en desmedro de la
generalización humanística, genera bárbaros especialistas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El saber es una tarea naturalmente humana. Y ningún otro grado de
conocimiento debe ser totalmente incompatible con el modo de ser del hombre,
con su naturaleza. El saber no debe conducir nunca al dilema entre la razón
cultivada y la razón natural, entre filosofía, ciencia y sentido común,
sencillamente porque la filosofía y la ciencia son también conforme con la
naturaleza humana. En ese sentido se puede afirmar que la filosofía, primero, y
la ciencia, después, son la plenitud humana del saber natural o sentido común. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Ahora bien, una cosa es que el sentido común sea patrimonio de la
naturaleza humana, proporcione sentido de la realidad, sea facultad regulativa
presente en todo tiempo y época, y otra cosa es que se pueda ver afectada por
condicionamientos histórico-culturales de todo tipo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Y esto es precisamente lo que se observa sobre el sentido común no sólo
desde el predominio de la sociedad sobre la comunidad, el contrato sobre el
compromiso de honor, el industrialismo sobre el artesanado, la irrupción de la
sociedad de masas, el predominio de los medios de comunicación sobre la opinión
pública, la negación de la verdad, la ciencia y Dios con la cultura posmoderna,
la posverdad, la ideología de género y demás manifestaciones adjuntas, sino que
el verdadero giro viene dado desde que en la modernidad se opera la hegemonía
de la razón funcional sobre la razón substancial, lo cuantitativo sobre lo
cualitativo, el dinero sobre el valor, la sociedad de medios sobre la sociedad
de fines, el universo causal sobre el teleológico. En una palabra, el impacto
de la nueva imagen del mundo moderno, terrenalista, inmanentista y secular,
sobre el sentido común es profundo y decisivo. El neobrutalismo, como proceso
espiritual en el mundo moderno, no se instala de golpe, sino que es un proceso
largo y progresivo, toma siglos, que al comienzo tiene todos los visos de tener
un aspecto progresista, liberador y poco anuncia sus rasgos decadentes y nauseabundos
hasta estar bien desarrollado. Por lo demás, el venidero neobrutalismo de la
modernidad nace del neobrutalismo de la civilización medieval que se opera
desde mediados del siglo XIV y a lo largo del siglo XV, o sea en plena
decadencia de su imagen del mundo. Es un proceso que tiene sus manifestaciones
filosóficas en el medioevo tardío en el terminismo de Duns Scoto y en el
nominalismo de Occam, los cuales tienen en común el individualismo y el
voluntarismo, justamente las premisas sobre las que expandirá la moderna
racionalidad burguesa. No en vano el nominalismo influirá sobre el empirismo
inglés. Ambos representan el fin del equilibrio entre lo intelectual y lo
volitivo establecido por el tomismo. Y en economía encuentra su expresión más
notoria en la aparición de la banca, el préstamo a interés y el desarrollo de
la mentalidad calculadora, organizacional y funcionalista del mercader
cristiano<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
lo que aceleró el derrumbe de la sociedad medieval. En pocas palabras, el
mercader cristiano desarrolló un papel central en la formación de la cultura
laica -escuelas laicas, escritura, cálculo, historia, geografía, lenguas
vulgares, manuales, racionalizó la existencia-, ejerció el mecenazgo artístico
y cultural -arquitectura, pintura, artículos de lujo, literatura, humanismo-.
Es decir, contribuyó a cambiar la sociedad civil al resolver la tensión entre
la cultura monástica y la cultura racionalista a favor de ésta última. Proceso
que culminará en el siglo dieciocho, con la Revolución Francesa, con la pérdida
de la hegemonía del monje sobre el intelectual. El amor a la humanidad desplazó
el amor a Dios y la verdad se secularizó. Es por ello que el nominalismo puede
ser considerado como un notorio progreso de la conciencia burguesa al
constituirse en el reconocimiento de la individualidad, lo cual era un retorno
desde el mundo trascendente al mundo inmanente, de la religión a la política,
de Dios al hombre. La nueva imagen del mundo se coaguló como una ruptura
metafísica entre la dimensión inmanente con la trascendente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">A la nueva racionalidad secularizada se le llamó pensamiento crítico,
teniendo su expresión característica en el criticismo kantiano. “<i>Aude sapere</i>”
decía Kant, reflejando el nuevo espíritu de la época. Pero la nueva connotación
de la razón está dada con Descartes, con el cual la modernidad consagra al
hombre como el arquitecto de la realidad. Con Cartesio la filosofía moderna da
el giro idealista y la primacía del pensar sobre el ser. Con ello se da
comienzo al obscurecimiento del sentido ontológico del ser y de la realidad, y
que encontrará sus más hondas consecuencias en la negación del sentido de la
realidad del sentido común actual. El avance del racionalismo moderno no
acontece sin resistencias. Así, Descartes, que tan sólo publicó cuatro obras en
vida, no dio a la imprenta el <i>Tratado del hombre</i> y el <i>Tratado de la
luz</i> por miedo a recibir una condena eclesiástica. No en vano en 1600
Giordano Bruno fue quemado vivo, en 1633 la Inquisición condena los libros de
Galileo y la primera mitad del siglo XVII está convulsionado por las cruentas
guerras religiosas que acaban en 1648 con la Paz de Wesfalia. La racionalidad
secular tenía como fundamento el nuevo pensamiento científico que entendía a la
naturaleza como un mecanismo y, por tanto, lleva a un mundo sin dioses. Para
Descartes a Dios no se llega por el mundo, sino por el cogito, por lo cual se
le acusó de heterodoxo, impiedad, pelagiano y ateo. El mismo Pascal le replicó
oponiéndole el Dios de Abraham. Desengañado de la recepción de su filosofía y en
quiebra económica aceptó ser preceptor de la reina de Suecia. Allí muere de
neumonía en un rápido deceso que genera la leyenda de que fue envenenado. Y es
aquí donde es notorio cómo los avances científicos modifican la imagen
filosófica del mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">No es fácil establecer las etapas en la consolidación de la nueva imagen
del mundo que terminará impactando sobre el sentido común, especialmente sobre
su sentido de la realidad y el sentido de la vida. No obstante, es posible
delinear un proceso que va de la mano con la urbanización, la tecnología, el
cambio social y político, la educación y la alfabetización, el consumismo y la
economía de mercado, hasta culminar en la globalización de la interconexión
digital. En este sentido intentaré esquematizar las etapas, más o menos
definibles, en este proceso de la formación de la consolidación de la nueva
imagen del mundo de la modernidad. En lo cual no consideraré que la técnica<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
sea una fuerza automática que determina a las demás instituciones (Marx), sino
que está en constante juego con otras fuerzas culturales. Una época y su imagen
del mundo es un equilibrio dinámico, y no estático, en el curso de la historia.
Así tenemos:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">1. Sociedad agraria y artesanal moderna, donde el aparato productivo es
premoderno en medio del predominio de la imagen mecanicista de la naturaleza.
Aún se mantiene la fase eotécnica de la civilización basada en la madera, el
agua, carbón, hierro, el molino, y el viento. Con el vidrio el ojo se vuelve
importante, la casa se vuelve higiénica, macro y micromundo cambió. También
cambió el mundo del ego. Sus inventos gigantes son la imprenta, el reloj y el
alto horno, sin obviar el método experimental, la fábrica, la universidad, el
laboratorio, la academia y la feria industrial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">2. Sociedad industrial, donde la acumulación de capital espolea los
inventos técnicos. Es la fase paleotécnica de la Revolución industrial en el
siglo dieciocho, el capitalismo carbonífero hizo estragos en la vida humana y
el medio ambiente a escala industrial. La máquina de vapor acentuó la
cuantificación de la vida. Adviene la degradación del trabajador y nace el
hombre económico justificado por la utilidad y la democracia. Se abre paso la
inanición de la vida con la degradación de la mente y los sentidos. En nombre
el Progreso se somete a la vida hasta los límites de la barbarie. La lucha por
la existencia fue la racionalización de las condiciones económicas dominantes.
Surge la psicología y el freudismo en momentos en que el hombre se hunde en la
patología de la depresión, la desesperación y la crueldad despiadada del
colonialismo imperialista europeo. Después de 1850 el proletariado resuelve el
complejo de inferioridad identificándose con el nacionalismo, el anarquismo y
el socialismo. Era de las revoluciones sociales. Aumenta la energía y el tiempo
se acelera. Las sinfonías, el impresionismo, las novelas realistas, las
filosofías voluntaristas, historicistas, relativistas e irracionalistas fueron
la compensación estética y filosófica en un mundo enfurecido. Los triunfos mecánicos
(barco a vapor y puente de hierro) son inversamente proporcionales a la derrota
humanística. La civilización paleotécnica de la civilización industrial fue
humana y socialmente desastrosa, ñero técnicamente un avance extraordinario que
acentuó el sentido cuantitativo de la vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">3. Sociedad postindustrial, donde los refinamientos técnicos hacen
posible que lo cuantitativo y lo mecánico sea más sensible a lo vital. La
civilización neotécnica conoce mejor lo químico y lo biológico. Ahora los
inventos se derivan de la ciencia antes que de la economía. El papel del
ingeniero se hace preponderante. La energía eléctrica libera a la industria de
la mina de carbón. El automatismo de la máquina hizo al obrero menos
importante. El proletariado se desplazó de la fábrica al sector servicios y
educación. Los materiales neotécnicos son sintéticos, de ahí su gran deuda con
la química. El avión, la gasolina y el automóvil son sus símbolos. Se abre paso
el capitalismo de bienestar. La comunicación se vuelve instantánea, pero el
pensamiento se desvitalizó. La fotografía, la película y el fonógrafo cambia la
psicología introspectiva a conductista. Los nuevos medios de archivo exigen una
sensibilidad más fina y una mayor inteligencia. La máquina neotécnica se vuelve
aliada de la vida, pero el dualismo alma-cuerpo se sustituye por la energía. Se
abre camino la energía nuclear. Vuelve el respeto por el color, la forma, lo
estético, las cantidades diminutas y lo invisible. Impera lo ergonómico. La
fijación del nitrógeno fue el logro más importante que libró a la agricultura
del tiempo de plagas. Se impone la planificación del crecimiento y distribución
de la población. Cambio de valores con el control de la natalidad y el uso de
preservativos. Faltan las instituciones políticas, sociales y económicas que en
vez de perseguir la rentabilidad privada del capital busquen el cumplimiento
social completo de la fase neotécnica de la máquina. Su irresolución es lo que
provocó la crisis ambiental y ecológica, la degradación de la política en
corrupción generalizada, la disolución moral de la sociedad, la crisis de
seguridad, la migración por guerra, violencia, desempleo y explotación
neocolonial, el racismo, la espantosa y generalizada adicción a las drogas
especialmente en los países del occidente neoliberal, junto a su libre consumo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">4. Sociedad digital<a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
donde se globaliza la sociedad de mercado y las redes sociales mediante el
internet. Se desarrolla la nanotecnología, la tecnociencia, la biotecnología,
las ciencias genómicas. De lo cual se aprovecha el naturalismo biologista, como
sucedáneo del materialismo, para vender la utopía del “homo deus”, mitad
biológico y mitad máquina. Esta postura inmanentista y temporalista lo único
que hace es reducir el problema de la Vida a lo biológico. Nace la bioética y
el bioderecho para impedir que la tecnociencia se convierta en una amenaza
manipulando genes con fines subalternos. Lo positivo de este desarrollo es que
las ciencias de la vida han puesto en evidencia la primacía del criterio ético sobre
el científico y la necesidad de recuperar la dimensión teleológica, metafísica,
religiosa y trascendente de la vida. La biotecnología tiene sus riesgos (armas
biológicas, nuevas pandemias), pero también sus beneficios (medicina,
alimentos, ambiente mejorado). Por otro lado, a libre competencia económica es
frenada por acuerdos comerciales de las propias corporaciones. Se sale del
marco del imperialismo clásico para pasar a la fase del hiperimperialismo,
donde las megacorporaciones tienen soberanía propia, están desterritorializadas
y convierten el planeta en un casino global. Las guerras del Complejo
Industrial Militar norteamericano se implementan mediante groseros montajes
mediáticos que sirvan de pretexto para el caso. Es aquí cuando el orden político
y financiero se resiste y entra en mayor colisión con la fase digital de la
máquina. Crece a nivel desproporcionado la concentración de la riqueza y la
desigualdad global se impone a niveles nunca alcanzados bajo el colonialismo
del siglo diecinueve. La era de la cibernética es puesta al servicio de la
ganancia y beneficio privado por medio de los grandes monopolios de la
inteligencia artificial. Las GAFAM -acrónimo que alude a Google, Amazon,
Facebook, Apple y Microsoft- controlan la explotación del internet consiguiendo
una mayor depravación y barbarie adormeciendo la empatía y anestesiando la
compasión. No menos grave es la trivialización del pensar humano, donde en vez
de avanzar hacia la era del saber se profundiza el hoyo de la era de la
estupidez humana. Otro efecto nefasto es la instauración de la vigilancia
privada con fines políticos y comerciales. Se instaura la dictadura y la nueva
edad obscura de la tecnología cibernética mediante las redes sociales. La
tecnología computacional es opaca y permite que los algoritmos simulen la
realidad y lo vuelvan indistinguible. El sentido de la realidad se vuelve
difuso. Lo real y lol virtual se confunden. El irracionalismo y el idealismo
subjetivo se acentúan en la filosofía. Se pone de moda la antifilosofía falsa
-porque hay también la antifilosofía verdadera (Sócrates, Marx, Heidegger,
Wittgenstein, entre otros)-, que busca destruir la filosofía, pero ello es
necesario para el ocultamiento de la verdad, indispensable para la disolución
del pensar crítico y que proclama como inútil y pernicioso al pensar
filosófico. Brota la ideología de género y junto a ésta la del transhumanismo,
donde mediante la negación de la esencia humana se juega con la libre elección
del ser que se quiera vivir. Se impone el mito del culturalismo, donde todo se
concibe como un producto de la construcción social. El pensamiento
computacional asfixia el pensar creativo, se acentúa hasta el límite el
inmanentismo metafísico de la modernidad. La posverdad, todo tipo de noticia
falsa o <i>fake news</i> se pregona. Lo real se vuelve falsificable. La
abominable ideología de género pulula y es promovida desde las más instancias
mundiales dominadas por el occidente neoliberal. La corrompida y avara élite
megacorporativa del occidente neoliberal incentiva y presiona en la
implementación de su agenda que atenta contra la familia, la tradición, la
nación, la soberanía de los pueblos y los valores. En una palabra, al
apropiarse el capitalismo de la tecnología digital lo que logra es un mayor
individualismo disolvente del humanismo, una mayor barbarie y una más honda y
sofisticada degradación humana. Todo esto no significa que la barbarie y el
neobrutalismo se produce únicamente al no haberse resuelto la contradicción
dialéctica entre progreso científico y progreso social, porque hay otras
fuerzas progresistas que también pugnan por un nuevo orden humano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">5. Sociedad posdigital, donde la gobernanza global pasa del Orden
mundial unipolar hacia el Orden mundial multipolar, lo económico se subsume a
la política social y la ganancia privada es puesta al servicio del beneficio
social. China anda a la cabeza de este proceso, le sigue Rusia y van a la zaga
el grupo de los BRICS. El mundo unipolar encabezado por el imperio
norteamericano implementó la guerra en Ucrania, desbaratando con una nueva
guerra fría la integración euroasiática de China y Rusia con el Occidente
europeo, y aprovechando el conflicto ucraniano destruyó los gasoductos que
resolvían las necesidades energéticas de occidente en desmedro de las compañías
estadounidenses. Y la ocupación descarada de más de siete décadas de Palestina
por el sionismo israelí con el apoyo descarado político militar del imperio
norteamericano para asegurarse el dominio del golfo petrolero del Medio
Oriente. Lo cual se ha puesto en evidencia en el genocidio de más de 25 mil
civiles en Gaza en tan sólo dos meses de asedio. Una indescriptible masacre que
ha sido condenada por la Corte Internacional de Justicia de la Haya. Las bases
del viejo orden neocolonial se están estremeciendo y con ello comienzan a
derrumbarse su imagen del mundo basado en el libertinaje. El significado de
este cambio histórico en marcha -a pesar de los sabotajes y resistencias del
finisecular mundo unipolar- tiene un sentido filosófico profundo y definido que
ser traduce en una nueva imagen del mundo, donde en vez de rechazar lo
inmanente y postergar lo trascendente, y al compás de la defensa de la familia,
la religión y la tradición, se encamina hacia una nueva síntesis metafísica
entre lo inmanente y lo trascendente. Es una vuelta al mundo de las esencias y
reconciliación del hombre con Dios. No es una vuelta a la Edad Media, a lo
Berdiaev, sino una reconciliación de lo finito con lo infinito. La sociedad
posdigital hace que la tecnociencia no anda separada de la teología, en tanto
ésta es ciencia de la vida sobrenatural y sempiterna.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En suma, la sociedad agraria y artesanal moderna vive una modernidad
mecanicista, donde el tiempo comienza a acelerarse y con él el hombre se vuelve
más mecánico. La sociedad industrial experimenta una modernidad biopolítica y
de la vigilancia, como la descrita por Foucault, donde el poder de castigar y
vigilar recae no sólo en el Estado, sino que se muestra difuso en todo el
organismo social. Lo que no advierte Foucault es que la sociedad de la
vigilancia, que es el industrialismo, está asociado a la visión terrenalista
del mundo y al inmanentismo imperante donde se declara expeditivamente “la
muerte del individuo”. La sociedad posindustrial es la encarnación de la
modernidad neoliberal cuyas nuevas técnicas de poder no están basadas en la
psicopolítica como cree Byung-Chul Han, sino en la tecnopolítica. No es el
poder opresor de la sociedad agraria ni el poder seductor del industrialismo lo
que preside la explotación, sino el poder técnico lo que anima al individuo a
entregar su libertad a la autoexplotación del llamado emprendorismo. La
sociedad digital experimenta una modernidad hipercomunicada, saturada de
información, de falsificaciones de la realidad, donde se vuelven indistinguibles
la verdad de la mentira, es el reino de lo que el filósofo coreano Han llama
“no cosas” y en el que nos volvemos ciegos a las cosas mismas, la realidad es
puesta entre paréntesis de modo automático, la epojé del mundo es equivalente
al olvido del ser y a la supresión de la realidad, fenómeno que se hace
soportable mediante el avatar de la hiperrealidad del metaverso. Lo digital se
convierte en el escapismo por excelencia a la desintegración social, la anomia
digital se impone. La modernidad digital es la que llama Bauman “tiempos
líquidos”, donde no hay valores permanentes ni absolutos. Pero bien visto el
asunto a la modernidad digital no le corresponde lo “líquido” sino lo
“gaseoso”. Efectivamente, la modernidad líquida es propia de la modernidad capitalista
posindustrial, en cambio la modernidad digital le pertenece a la modernidad
capitalista digital. Y es así porque la misma realidad puede esfumarse de las
manos con la tecnología del metaverso y la hiperrealidad de la Web. Finalmente,
la sociedad posdigital vive una modernidad en tránsito que pretende poner el
reino digital y la inteligencia artificial bajo control humano. Asociado a una
nueva imagen del mundo que reivindica la unión metafísica de lo inmanente con
lo trascendente busca poner el algoritmo al servicio del humanismo, rescatar el
fundamento ontológico de la historia para superar el relativismo y restituir el
valor de la realidad finita e infinita sobre la hiperrealidad de las “no
cosas”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; text-align: justify; text-indent: 14.2pt;"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 11pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El sentido común durante la modernidad se vio naturalmente afectada por
todos estos cambios. Quizá el más dramático sea la pérdida de cinco sentidos
existenciales: el sentido de lo sagrado, sentido del ser, sentido de la vida,
sentido de la realidad, y sentido de la caridad. Que el sentido común sea patrimonio
de la naturaleza humana no significa que permanezca inmutable e incontaminado,
porque diversos factores influyen sobre su sentido de la realidad. Que sea una
facultad regulativa presente en todo tiempo y época, no significa que
permanezca invariable en todo tiempo y época. Cada tiempo tiene su propio a
priori incuestionado, que posteriormente entra en crisis. Podemos llamarlo
“paradigma” como lo hace Kuhn, “formaciones discursivas” como Foucault o
“verdades epocales” como Feyerabend. Pero lo cierto es que ello no tiene que
abonar necesariamente en favor del relativismo de la verdad. La verdad y la
objetividad puede tener una expresión epocal, pero un contenido universal. Sin
duda, el sentido común a lo largo de la modernidad se vio afectada por condicionamientos
histórico-culturales de todo tipo. Su futuro depende del curso contingente de
los acontecimientos históricos. Pero el pináculo de su afección espiritual
llamada “neobrutalismo” alcanzó las más altas cuotas bajo la modernidad
digital, donde el sentido de la realidad es postergado por lo que ofrece el
algoritmo deshumanizador de la hiperrealidad del avatar del metaverso.<o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Kant, <i>Crítica del Juicio</i>, parágrafo 20.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: Wingdings;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Aristóteles, <i>De Anima</i>, III, I, 425a 14.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">
</span><a name="_Hlk158621961"><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Vi</span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">co, <i>Ciencia Nueva</i>, 1941.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Dewey, <i>Lógica</i>, 1950, pág. 135.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""pg-1ff16",serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: "\0022serif\0022"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Sobre el surgimiento de la racionalidad capitalista en
la Edad Media destacan los estudios siguientes: Jaques Le Goff, <i>Mercaderes y
banqueros de la Edad Media</i> (Eudeba, 1975); Alexander Murray, <i>Razón y
sociedad en la Edad Media</i> (Taurus, 1982); Henri Pirene, <i>Historia social
y económica de la Edad Media</i> (FCE, 1975).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-family: "BernhardMod BT",serif; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Wingdings;"><o:p> </o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;"> A propósito, el destacado filósofo norteamericano de
la tecnociencia Lewis Mumford subraya en su obra <i>Técnica y civilización</i>
(Alianza, 1977), que la máquina no es reciente, tiene tres mil años. La magia
con su idea de manipular el mundo externo anticipó la ciencia. Pues la
tecnología artesanal no sólo empleó herramientas, sino también máquinas. La
máquina es generalista, la herramienta es especialista. El control social desde
la invención del Estado descubrió cómo convertir los hombres en máquinas antes
de la era de la técnica. Por ello, la edad de la máquina no comienza con las
máquinas, sino con el comportamiento mecánico del hombre. Además, desde el
siglo X al XV la máquina avanzó sin el capitalismo, luego sufre su poderoso
influjo hasta hoy. El punto de partida de la técnica moderna fue la filosofía
mecanicista del siglo XVII. </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/Gustavo%20Flores/Desktop/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Bahnschrift Condensed",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Bahnschrift Condensed",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-font-family: "\0022serif\0022"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Bahnschrift Condensed",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Sobre la sociedad digital, la estupidez y la posverdad
puede consultarse: James Bride, <i>La nueva Edad Oscura</i>. <i>La tecnología y
el fin del futuro</i> (Debate, 2020); Nicholas Carr, <i>Superficiales ¿Qué está
haciendo internet con nuestras mentes?</i> (Taurus, 2016); Shoshana Zuboff, <i>La
era del capitalismo de la vigilancia</i> (Paidós, 2020); Maurizio Ferraris, <i>Posverdad
y otros enigmas </i>(Alianza, 2019), M. Ferraris, <i>La imbecilidad es cosa
seria</i> (Alianza, 2018); Antonio Marina, <i>Las culturas fracasadas. El
talento y la estupidez de las sociedades</i> (Anagrama, 2010); Peter Sloterdijk<i>,
Crítica de la razón cínica</i> (Siruela, 2003); Gabriel Sala, <i>Panfleto
contra la estupidez contemporánea</i> (Laetoli, 2009); José Luis Trueba, <i>La
tiranía de la estupidez</i> (Taurus, 2012); Carlo M. Cipolla, <i>Las leyes
fundamentales de la estupidez humana</i> (Critica, 1976); y Gustavo Flores
Quelopana, <i>Crítica de la razón estúpida</i> (IIPCIAL, 2017); G. Flores Q. <i>Contra
el género</i> (IIPCIAL, 2023).</span><span face=""Bahnschrift Condensed",sans-serif" style="font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Wingdings;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
</div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-48209822593776268992024-02-11T04:29:00.000-08:002024-02-11T04:59:33.737-08:00RACISMO Y ETNOCENTRISMO DE DARWIN<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg1w3ttsAIS9X96Ha0XFJ23dCrfXWE49mKiD85xX8joDAWk5EDbUgoDkkN-R5YMEA15yFMo0keO5kRgnlkVD_I14LqS4HErQm5YfQc7vn6iiTuoYg-gDIY25_cQqrwLQ_pIsjbhW0hSIUFw3vjD-j1UAnccQ7lmqbuu-0n1-ykgHQdfw81_I8l64H-Jfdg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="793" data-original-width="474" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg1w3ttsAIS9X96Ha0XFJ23dCrfXWE49mKiD85xX8joDAWk5EDbUgoDkkN-R5YMEA15yFMo0keO5kRgnlkVD_I14LqS4HErQm5YfQc7vn6iiTuoYg-gDIY25_cQqrwLQ_pIsjbhW0hSIUFw3vjD-j1UAnccQ7lmqbuu-0n1-ykgHQdfw81_I8l64H-Jfdg" width="143" /></a></div><span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;"><div style="text-align: justify;">Darwin creía en la existencia de razas humanas superiores e inferiores. Pensaba que las razas superiores reemplazarían y eliminarían a las razas inferiores, al igual que las distintas razas de animales competían por la supervivencia. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En carta de Darwin a Charles Kingsley, 6 de febrero de 1862 expresó su creencia en la superioridad de la raza blanca: "En 500 años la raza anglosajona se habrá extendido y exterminado naciones enteras; y en consecuencia, la raza humana, vista <a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a>como una unidad, habrá subido de rango." </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Este Darwin racista, supremacista y etnocéntrico fue hijo de su tiempo se contradice con su visión monogenista -todas las razas humanas son parte de una misma especie- y su oposición a la esclavitud. Después de todo era hijo de su tiempo. Discrepó con su primo Galton por su teoría eugenésica y con Haeckel por su convicción de la raza germánica. Frente a ellos Darwin representa un racismo moderado, pero racismo al fin y al cabo. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pero esta contradicción sirvió a la expansión de la brutal política colonialista europea, el racismo de la ideología fascista del nazismo, y al exterminio de aborígenes en América del Norte y Sudamérica -especialmente en Chile con el exterminio de los Onas y en Argentina con el pueblo Selk´man-. El admirado José Faustino Sarmiento pregonaba que los pueblos indígenas y afroamericanos debían ser exterminados. En Chile se atribuye el triunfo en la Guerra del Pacífico a la homogeneidad racial, y el racismo es defendido por la ultraderecha chilena hasta la actualidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Actualmente se sabe que el concepto de raza no tiene sustento científico. El darwinismo social -una mezcla de la "supervivencia del más apto" Darwin, la aplicación del evolucionismo a la sociedad de Spencer, y del "superhombre" de Nietzsche- sería ferozmente empleado por la ideología neoliberal desde 1990, siendo el resultado una desigualdad social brutal en el planeta.</div></span><p></p>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-65923183379226231452024-02-07T08:31:00.000-08:002024-02-07T08:40:24.461-08:00EL NEOBRUTALISMO ACTUAL<p style="text-align: center;"><span style="font-family: helvetica; font-size: large;"> EL NEOBRUTALISMO ACTUAL</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: helvetica;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhWs2FsCnuvkfkllL9FTcdJ1PWT5KYAVoMvvsWSQwzJjiK1KaYsIYjZk6rHUasw96bjZIejewCC5Bre12KKFaVBhznlVGNpJVPds1JbFXJD95WWbL_Ym0Dmk0MhWEJ1A3a5YEIBEdbLeAsrpWIz7_E9Gn-uLA-lBlmYl93vbAH6Kc_LxsMl3G-mysMPffs" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="168" data-original-width="300" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhWs2FsCnuvkfkllL9FTcdJ1PWT5KYAVoMvvsWSQwzJjiK1KaYsIYjZk6rHUasw96bjZIejewCC5Bre12KKFaVBhznlVGNpJVPds1JbFXJD95WWbL_Ym0Dmk0MhWEJ1A3a5YEIBEdbLeAsrpWIz7_E9Gn-uLA-lBlmYl93vbAH6Kc_LxsMl3G-mysMPffs" width="320" /></a></span></div><span style="font-family: helvetica;"><br /><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Existen cuatro tipos generales de orden que son negados en la ideología neobrutalista del occidente neoliberal imperante en la actualidad: natural, mental, activo y técnico. El orden natural es el que se da en la naturaleza, pero se pone en boga la idea de que la realidad es el sueño de una matrix. El orden mental es el resultado de la razón humana sobre lo que se descubre en la Naturaleza, pero hoy la tendencia predominante es suponer que dicho orden no está en las cosas, sino que depende enteramente del hombre que las interpreta. O sea, se configura una erosión nihilista de la sociedad posmetafísica donde la lógica está puesta sobre el ser. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">El orden moral es causado por la razón del hombre en su obrar libre para dirigirse hacia su fin último, más en la actualidad se niega que el hombre tenga algún fin último y que su obrar libre deba estar dirigido por su razón antes que por sus apetitos subordinados. El resultado es el imperio posmoderno del hombre anético que se siente más allá del bien y del mal, niega toda esencia humana y éste se construye culturalmente como quiere. Finalmente, el orden técnico lo implanta el hombre con su razón en las cosas, tanto útiles como bellas, no obstante, en la artificialidad dominante de la civilización técnica se busca afanosamente una inteligencia artificial fuerte que determine peligrosamente por sí misma tanto lo útil como lo bello y lo bueno, al margen de los fines humanos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Ahora bien, si es propio de la sabiduría buscar la verdad, saber ordenar, juzgar e impugnar el error, lo que vemos ahora es que en lugar de la sabiduría se impone el neobrutalismo, que concisamente expresado es rebatir la verdad y defender el error. El todo vale de la posmodernidad, la posverdad, la ideología de género, el libre consumo de drogas, la eutanasia, la eugenesia, el transhumanismo, la abolición imperialista del derecho internacional, el secuestro de la democracia por burocracias regidas por la élite mundial, el auge del neofascismo ultraderechista, forman todo un mismo paquete ideológico del neobrutalismo que preside el hundimiento del decadente mundo occidental. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">En este sentido, el neobrutalismo puede ser definido no sólo como la perversión luciferina e ideológica de la razón humana, sino del espíritu de toda una época que se inicia y desarrolla con la modernidad escéptica, historicista, relativista, atea, hedonista y nihilista. Lo cual no significa que en la modernidad no haya nada valioso. Más bien, demostró que lo más valioso que ella trajo -la autonomía de lo inmanente, lo secular y la libertad- tenía que degenerarse al divorciarse radicalmente del fundamento metafísico trascendente. Se muestra la real monstruosidad del neobrutalismo no sólo en las dos guerras mundiales, los campos de exterminio, las dictaduras genocidas, el neocolonialismo, sino que llega a su pináculo con el repudio mismo de la razón, la ciencia, la verdad y la divinidad. Está encaramado en el corazón maloliente del occidente neoliberal y ya conoce su final con el advenimiento de un Nuevo Orden Mundial. </span></p><div><br /></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-57133335735322232862024-02-05T06:10:00.000-08:002024-02-05T06:10:12.738-08:00CARTAS A UN REY (Reseña)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgmkUPLH_xuUy2xlo6yf0udO9fNLG5JLesSorB5pOIhr4iZTO8j503wnHrrT0kYNlgKXJaESzqJGTewgDlYfZNCx7TXLmCN5fJv6aL2juO4rRanniUch70U99DDm86PPaKLkosTY-5T1GzFflXbo7ennOG-sL8O0odUAhB2FPaDzn3iA7kX78rcpIHx21s" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="236" data-original-width="213" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgmkUPLH_xuUy2xlo6yf0udO9fNLG5JLesSorB5pOIhr4iZTO8j503wnHrrT0kYNlgKXJaESzqJGTewgDlYfZNCx7TXLmCN5fJv6aL2juO4rRanniUch70U99DDm86PPaKLkosTY-5T1GzFflXbo7ennOG-sL8O0odUAhB2FPaDzn3iA7kX78rcpIHx21s" width="217" /></a></div><div class="xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">"Cartas a un Rey" fue publicado en 1978 constituye un excelente resumen de la obra "Nueva crónica y buen gobierno" de Guamán Poma de Ayala escrita a fines del siglo XVI -quizá 1597-.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Guamán Poma (1534-1615/81 años) es testigo de los abusos del conquistador, el desbarajuste del mundo de los cuatro costados (Tahuantinsuyo), las reformas del gobierno del quinto virrey Toledo (1569-1581) y su vida alcanzó hasta el décimo segundo virrey Francisco de Borja y Aragón. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Las Cartas al <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>Rey cuentan la cadena de abusos sin fin de la dominación española a través de la odiosa institución de la Encomienda. Pero para esa fecha ya había quedado atrás la fase compulsiva de la encomienda con la derrota de la rebelión de Gonzalo Pizarro. Incluso era superada la fase de la "tasación tributaria" de 1550-1560. Más bien estaba llegando a su fin la etapa su etapa "monetizada", que hizo colapsar la encomienda por la inflación causada por la plata de Potosí.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">La reforma de la Encomienda vino con el Virrey Toledo buscando neutralizar su poder político y crear una amplia base social. Pero no lo logró. El curaca era antes castigado al no lagar el tributo, con la reforma se suprimió el castigo, pero tenía que pagar o iba preso. La obligación fue peor que el castigo físico. Por lo demás, fue Toledo el que invirtió la base productiva del país, convirtiéndolo de agro productor en minero exportador. Se plantó la estructura de una economía dependiente.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">La idea de Toledo era crear un Perú y dos repúblicas: de indios y de españoles. Pero tal proyecto estaba destinado al fracaso. La república de indios había perdido la fuerza espiritual de antaño y las nuevas condiciones incrementaban su abuso. El libro de Guamán Poma lo demuestra. El discurso de la doctrina evangélica era negado por el poder político dominante que aumentaba la explotación del trabajo y la injusticia sin remedio de la dominación colonial. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">El fracaso de las reformas españolas para mejorar la condición del indio era evidente en su disminución poblacional de 15 millones de aborígenes a 2 millones en tan sólo el siglo XVI. El exterminio indígena fue resultado no sólo de la implantación de nuevas relaciones económicas, que ocasionaron pestes, hambrunas, guerras civiles, tributos, encomiendas, etc., sino de la depresión espiritual tras la pérdida de su mundo cultural andino. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">El Perú necesitó cuatro siglos para que la población indígena recuperase su densidad poblacional. El mundo andino demostró su capacidad de resistencia adaptándose a las nuevas condiciones y creando nuevas formas reciprocidad y redistribución.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Es menester recodar lo señalado por el padre Manuel Marzal sobre que dominicos, jesuitas, otros religiosos, clero secular y laicos enviaron al rey de España entre 1601 y 1718 frecuentes memoriales sobre los abusos cometidos contra los indios. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Pero al final el proyecto de modernización capitalista del poder político siempre se impuso sobre el proyecto de modernidad cristiana -que fue vista como sospechosa de buscar la independencia perulera- basada en la caridad y buen trato al indio. Como consecuencia de ello fue expulsada la orden jesuita en 1767 bajo el rey borbón Carlos III. Los Habsburgo todavía trataron sus dominios peruleros como reinos, con la Casa Borbón será visto como simple colonia a explotar máximamente.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">En una palabra, Cartas al Rey muestran a un Guamán Poma de Ayala como el primer adelantado de la denuncia sin remedio de la injusticia por la dominación colonial llevada por el demonio de la voracidad por los metales preciosos de la corona española. En contraste el Inca Garcilaso demostraba en sus Comentarios Reales que los incas merecían un mejor trato puesto que los ideales políticos del humanismo ya habían sido realizados por el Imperio incaico.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Quedan en el aire dos preguntas finales. La primera, ¿creyó Guamán Poma en la eficacia de su Carta? y, segundo, ¿hubo arrepentimiento en la corona española? Sobre la primera cabe pensar que no perdió la esperanza en un cambio futuro, pero la ilusión se desvanecía a cada momento. De lo que sí estuvo convencido es en la contundente denuncia de su parte. Y sobre lo segundo, el testamento de Carlos V a su hijo Felipe II no da señas de arrepentimiento y, en vez de ello, de preocupación por sus guerras en Europa. Y Felipe II siendo muy religioso y apoyando la evangelización no fue menos celoso en anteponer las razones de Estado. O sea, para los indios su suerte estaba echada. Si sobrevivieron fue porque el genocidio no fue la prioridad del conquistador, sino la explotación. Y si la explotación no los exterminó fue lo extenso del territorio y su gran capacidad de adaptación ante sucesivos imperios.</div></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-79268670465669828582024-02-04T14:36:00.000-08:002024-02-04T14:37:40.221-08:00LE DEDICO MI SILENCIO (Reseña)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj6hJWHWcp6KQf9VupSs4QtOFA_1Q9dLg9hGmVv_tXrH5BQRQ8jSNHtG646AJFkYD5bnZH_yziGRZWDqvTHngE5BQX2Y7I7IkSIoaRjRWm1mRquvPwL9-U_fhzcfZvhDhHJEQUHRN4WnbhG_e2GYwKN3p4ruzKCbETyIBlKN0My6naHrItCz_LXXHtvKYA" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="287" data-original-width="175" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEj6hJWHWcp6KQf9VupSs4QtOFA_1Q9dLg9hGmVv_tXrH5BQRQ8jSNHtG646AJFkYD5bnZH_yziGRZWDqvTHngE5BQX2Y7I7IkSIoaRjRWm1mRquvPwL9-U_fhzcfZvhDhHJEQUHRN4WnbhG_e2GYwKN3p4ruzKCbETyIBlKN0My6naHrItCz_LXXHtvKYA" width="146" /></a></div><span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><div style="text-align: justify;">Esta novela del nobel de literatura deja la impresión que MVLL busca recobrar la conexión con su patria a través de la música criolla. Su personaje refleja lo que él mismo es: distante con el indigenismo y el hispanismo, y militante del mesticismo. Pero no se trata del mesticismo arguediano de sabor andino, sino de uno occidental y latinoamericano. La novela es un esfuerzo por reencontrarse con sus raíces nacionales. Es una novela de excelente desarrollo, vertiginosa, aunque <a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a>de un final anodino y opaco como su mesticismo occidental neoliberal.</div></span><p></p>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-33861052173338403942024-02-04T08:19:00.000-08:002024-02-04T08:19:02.499-08:00EL ESPÍA DEL INCA (Reseña)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjntcIbwUbvUqSNjF1dDJzFu6-Gm7atdrPV2gQ0r8ucvv4wxJq14ITYyNThxWo12of3csAE7m3AYDLf-0pKlSGCw3z7C6c7Emd_C3FV6cmEs4tNrOqvdTVy517oYpT5cDNiYMbq0AI8rm-WHITSFsP5I7amYdMWssZ1KFhK4Hq0F--GDuohZZObGW64EWE" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="360" data-original-width="230" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjntcIbwUbvUqSNjF1dDJzFu6-Gm7atdrPV2gQ0r8ucvv4wxJq14ITYyNThxWo12of3csAE7m3AYDLf-0pKlSGCw3z7C6c7Emd_C3FV6cmEs4tNrOqvdTVy517oYpT5cDNiYMbq0AI8rm-WHITSFsP5I7amYdMWssZ1KFhK4Hq0F--GDuohZZObGW64EWE" width="153" /></a></div><p></p><div class="xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Contra todo lo que podría pensarse el presente novelón de 900 páginas no es el rescate de la grandeza del incario y del pasado prehispánico, sino todo lo contrario, es el clavo literario sobre la tumba del mundo precolombino.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Efectivamente, y para disgusto de pachamamistas y tahuantinsuyanos, el Mundo de las Cuatro Direcciones se destruyó, se hundió y jamás volverá. El mestizaje entre lo andino y lo occidental es otra historia.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Sin duda, esta es la novela peruana más importante <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>escrita a los 60 años por Rafael Dumett en la segunda década del siglo veintiuno. El protagonista literal es el chanca Salango, dotado de poderes sobrenaturales para contar, quipucamayoc y espía del Inca.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Pero el verdadero protagonista detrás del telón es que el tiempo no sólo de los incas, sino del Mundo precolombino o de los Cuatro Costados, se acabó, llegó a su término. Y su fin sobreviene no sólo por los errores y dilaciones del arrogante y vanidoso Atahualpa, sino como cumplimiento de los oráculos de las huacas, las cuales son desplazadas por la huaca de los barbudos. Otra era ha llegado.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">En realidad, lo que el autor nos presenta es que en este encuentro entre dos Mundos no hay espacio para la convivencia armónica, ni la síntesis pacífica, sino para la colisión, conquista y sumisión de uno a otro. No otra cosa simboliza los quipus, sistema informativo a base de nudos y colores, que hasta hoy se resisten a entregar sus secretos porque supone compartir las categorías de códigos culturales diferentes de un mundo perdido.</div></div><p></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">El libro se cierra con la convicción de que el Mundo de las cuatro direcciones llegó a su final para siempre, no hay eterno retorno. Un Mundo nuevo triunfó sobre él. Por tanto, el llamado mestizaje entre lo occidental y lo andino es algo nuevo, que tiene poco que ver con él.</div></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-24963167511390828302024-01-30T01:25:00.000-08:002024-01-30T01:25:36.866-08:00OTRA MIRADA DE LA FILOSOFÍA Por: Jesús Curasma de la Cruz (Comentario)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgxZfcvYhIzIExqGC97FEHTO7qjsDgFOtKy9vwG-UfT8KVKJKmUw6gFoxH51UULzijyQymUIVKHIS4RkFhmMkbiAL5lazoNEIvem3pS-wq-vl72yoR38hR2-vRIlfXpmA0m0vRBusnpGZCOm4lZ0yvT-A8zDmMAuM7O0X10vYpBhX5zAMUmdK0g4N7vpuk" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1027" data-original-width="720" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgxZfcvYhIzIExqGC97FEHTO7qjsDgFOtKy9vwG-UfT8KVKJKmUw6gFoxH51UULzijyQymUIVKHIS4RkFhmMkbiAL5lazoNEIvem3pS-wq-vl72yoR38hR2-vRIlfXpmA0m0vRBusnpGZCOm4lZ0yvT-A8zDmMAuM7O0X10vYpBhX5zAMUmdK0g4N7vpuk" width="168" /></a></div><p></p><div class="xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">OTRA MIRADA DE LA FILOSOFÍA</span><span style="font-size: 15px;"> </span></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><span style="font-size: 15px;">Jesús Curasma de la Cruz</span></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><span style="font-size: 15px;"><br /></span></div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">"En torno al universalismo filosófico”, es un libro escrito en forma de entrevista por el reconocido filósofo Gustavo Flores <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>Quelopana. En sus páginas, busca romper con la vieja perspectiva que sitúa el origen del pensar filosófico, única y exclusivamente, en Grecia, y usada a menudo para categorizar como filosofía solo a la filosofía Occidental. Pero su pretensión de ser universal, nos dice, no es sino una particularidad europea, que ha logrado instalarse ahí donde sus tentáculos de dominación le han permitido llegar. Descontando a unos pocos, a su juicio, no se salvaron de sus largas ventosas ni siquiera las mentes más brillantes de nuestro país; sin importar su grandeza, una a una fue cayendo seducida por el canto de la sirena eurocentrista. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">En vista de ello, el amigo Gustavo, ve la urgente necesidad de trizar las cadenas que nos hacen dependientes de la tradición etnocéntrica de Occidente, para buscar la anhelada autonomía del pensamiento filosófico, pero cuidándonos, a su vez, de no caer en el otro extremo, igual de peligroso, que él identifica como “chauvinismo cultural y andinismo ultraortodoxo”. El cambio que se requiere -nos propone-, pasa por reestructurar nuestro esquema mental a través de un verdadero giro copernicano, comprendiendo que la filosofía no es propiedad de una sola cultura que luego exporta su sabiduría al mundo, sino que, al ser consustancial a la condición humana, no hay sociedad que carezca de ella. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Esté de acuerdo o no el lector con el punto de vista esgrimido por el filósofo mencionado, su labor intelectual no deja de impactarnos y hacernos repensar en la veracidad de nuestras convicciones. </div></div><p></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Desde el centro del país, saludo su esfuerzo y genialidad. Hasta pronto.</div></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-67643659069737066782024-01-26T12:58:00.000-08:002024-01-26T12:58:41.244-08:00LOS INCAS EN LA RUTA DEL ANTISUYO Y EL ATLÁNTICO (RESEÑA)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg2_h9HbS5_xBXbbEh_EmkCVzCuq_eSApY7rnX7dfunNGYTvYx3O2jnfyqv_DU7Dd8GgVx-DINRCJZpBv27YstvIoTGYQkg_zNWj6Q-Ef1tNvPhcotRBP8dRpzql6doYiyzQYAbj3xTHYeH8RzkHOKIY7YHfWTGLvhYvyQnDy9u4WqnAf2rgk8DMzJayFo" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="276" data-original-width="183" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEg2_h9HbS5_xBXbbEh_EmkCVzCuq_eSApY7rnX7dfunNGYTvYx3O2jnfyqv_DU7Dd8GgVx-DINRCJZpBv27YstvIoTGYQkg_zNWj6Q-Ef1tNvPhcotRBP8dRpzql6doYiyzQYAbj3xTHYeH8RzkHOKIY7YHfWTGLvhYvyQnDy9u4WqnAf2rgk8DMzJayFo" width="159" /></a></div><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><div style="text-align: justify;">Estamos ante un espléndido libro del antropólogo José Carlos Vilcapoma en el que basándose en los aportes de la arqueología se demuestra: 1. que los Incas no sólo conocieron el Pacífico, sino también el Atlántico. 2. Que llegaron al Brasil por la ruta Amazónica. 3. No consideraron la selva como infranqueable, ni como frontera, esa fue la errónea versión de los conquistadores españoles. 4. El Peabirú fue el camino prehispánico desde el Océano Pacífico hasta el Océano <a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a>Atlántico. 5. El portugués náufrago, Alexio García, testimonia que se conocía el camino de Peabirú. y 7. Todo lo cual reclama un nuevo mapa del Tahuantinsuyo.</div></span><p></p>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-58777899907675356242024-01-25T01:39:00.000-08:002024-01-25T01:40:37.363-08:00DIMENSIÓN ONTOLÓGICA DEL FILOSOFAR <p> </p><p align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: center; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><b><span face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">DIMENSIÓN
ONTOLÓGICA DEL FILOSOFAR</span></b><b><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="background: white; mso-ansi-language: ES-PE; mso-color-alt: windowtext; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" style="font-family: Algerian; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span color="windowtext" style="font-family: Algerian; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhtr-e53KVAUtb6n3DhnM0dSespKTv65b2Ax_fbSaB_moBVe_QJBlWtdO4v744nFEki-81umK_osodyok-bFjVx6dfmNDGPXiY8rrFJNQiYZUI4xPznw0r6xLLuesta5DJcnstJHplHZCAXVX1xsFxm11SEhSb_HcfHYDOgqHD5nY9qPG-PBgfqW16DuGg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="188" data-original-width="226" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhtr-e53KVAUtb6n3DhnM0dSespKTv65b2Ax_fbSaB_moBVe_QJBlWtdO4v744nFEki-81umK_osodyok-bFjVx6dfmNDGPXiY8rrFJNQiYZUI4xPznw0r6xLLuesta5DJcnstJHplHZCAXVX1xsFxm11SEhSb_HcfHYDOgqHD5nY9qPG-PBgfqW16DuGg" width="289" /></a></span></div><span color="windowtext" style="font-family: Algerian; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" style="font-family: Algerian; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-font-family: Helvetica; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">¿Por qué</span><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"> filosofamos? Aristóteles<a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[1]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>
afirmó que el origen del filosofar es el asombro. Pero ¿por qué el asombro es
el origen del filosofar? ¿Qué hace que el asombro se vuelva constante en el
origen del filosofar? Para que se presente de esta forma universal y permanente
tiene que tratarse de algo que está más allá de lo psicológico (óntico) e
histórico (temporal) tiene que ser transhistórico y existencial (ontológico).
Tiene que ser un acontecimiento raigal de la condición humana. Pero ¿qué tiene de
singular la esencia humana en su existir para que provoque el filosofar? La
respuesta no puede ser otra que por ser capaces de intuir nuestro ser entre el Ser
y la Nada. Todas las criaturas en su condición de contingentes están entre el
ser y la nada, pero lo peculiar es que el hombre es la criatura que lo sabe. Y
ese hecho óntico-ontológico es decisivo para el estallido del filosofar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">¿Pero de dónde nos viene este saber? ¿Qué es
lo que tiene la criatura humana para que nos acontezca el filosofar? Lo que nos
diferencia de los animales no es la inteligencia, ni la capacidad de elegir,
sino aquella capacidad de objetivación de ideas y de intuición de esencias que
es base de la desrealización. Aquella capacidad se llama “Espíritu”, como actualidad
pura e inobjetivable que produce ideas a partir de la intuición de las esencias.
El espíritu humano participa de las esencias (Platón) y por eso las descubre (Aristóteles).
La conciencia del mundo, la conciencia de sí mismo y la conciencia teologal
conforman la unidad ontológico espiritual de la posibilidad del filosofar. Lo
divino al ser sentido antropológicamente por el hombre se compenetra crecientemente
con el impulso cósmico de las esencias. Por el Espíritu lo humano es partícipe
de lo divino y se convierte en coautor de su obra en su propia escala. Por
ello, no es el hombre el que engendra lo divino, sino a la inversa<a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[2]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>. Esa
búsqueda de las primeras causas y principios que caracteriza el filosofar viene
de aquella compenetración del Espíritu humano con el mundo suprasensible de las
esencias. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Ahora bien, se objeta que, si el hombre
filosofa por la condición ontológica de su espíritu, entonces por qué no todos
lo hacen e, incluso, la filosofía moderna y posmoderna se caracteriza por ir contra
todo supuesto metafísico y esencialista. A lo que se puede responder afirmando que,
si bien el impulso a filosofar está presente en todo hombre, no obstante, su
desarrollo requiere formación, educación y capacidad de replanteamiento. Eso,
por un lado, y, por otro, el decurso antimetafísico y antiesencialista de la
filosofía moderna y contemporánea testimonia que lo espiritual es una fuerza no
determinante, sino condicionante que hay que actualizar. Y que incluso su actualización
puede ir dirigida contra sí misma, negando su propia existencia, empobreciendo
la realidad a lo meramente empírico y fáctico y degradando el filosofar a lo
simplemente narrativo. Es por ello que el Espíritu no puede ser considerado
como un factor infalible de la captación de las esencias, y es así porque la
condición humana tiene una ambigüedad de orden ontológico, constituida por que
el sujeto es hermenéutico por sí mismo y en consecuencia es afectado por una
aporeticidad esencial. Es por ello que la concepción objetivista de las
esencias encuentra la dificultad de enfrentar la ceguera hacia las mismas. Lo
que lleva a sostener que no toda relación ontológica con las esencias es
absoluta, sino contingente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Cada esencia puede ser negada, cada
conocimiento puede ser sustituido por otro. El carácter ontológico de las
esencias no se convierte en un necesitarismo cósmico que suprime la libertad ni
la condición contingente de la condición humana. No todo intento de declarar la
validez de un logos supone la preadmisión de esencias declarados válidos para
dicho logos. De modo que, aunque ontológicamente hay un sistema absoluto de
logos, sin embargo, desde la ratio humana depende de una valoración previa de
los entes (cosas o personas). Existe una relación intrínseca entre ser y valorar
en el hombre. No es que sólo exista lo que se valora, ontológicamente las
esencias existen independientemente del valor, pero la libertad crea nuestro ser
no sólo con la captación de las esencias valoradas, sino, también, de las
esencias inventadas. Esto es, la libertad crea nuestro ser con la sustancia
irreal de la posibilidad, posibilidad que se da en dos mundos, a saber, el real
y el posible. Así, el arte es la liberación de la libertad en el mundo de lo
posible e irreal, de un mundo de totalidades acabadas pero inexistentes en la
realidad. Y lo que impulsa a la libertad del Espíritu de la condición humana al
mundo de las esencias es su apertura ontológica a lo posible, tanto en los
entes reales e irreales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Es por ello que detrás de su afán de salvación
está su intuición de lo que está fuera del tiempo, de un fundamento metasensible,
eterno y transhistórico que lo ansía y libera. Es locura reciente del hombre el
buscar la salvación en lo terrenal y la cultura, como producto de la hegemonía
de imagen del mundo terrenalista e inmanentista de la modernidad. El afán de
salvación es un sueño profundo en el Tiempo que va más allá de lo temporal, es
una presentación de la Nada en el devenir, pero de una Nada con contenido, que
es origen y fundamento de todo. El hombre es en este sentido la criatura que se
desontologiza, porque su ser fluctúa entre el Ser y la Nada, su ser está más
allá del ser contingente desde la contingencia. Su existencia es la conjunción
del logos de la experiencia y el logos de la razón, pero tanto en la
experiencia como en la razón el Ser transparenta su presencia como <i>ens
extramundanum</i>. No siendo atemporales desocultan lo atemporal y esencial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Desde el cartesianismo hasta la fenomenología,
existencialismo, estructuralismo, neopositivismo hasta el posmodernismo se han
visto variaciones de la misma melodía subjetivizante del giro inmanentista del
hombre epistémico de la modernidad. Lo cual es prerrogativa de una época que
cayó presa de lo cuantitativo, calculable y objetivable, es decir, es propio de
una determinada imagen del mundo que consuma su propia esencia antimetafísica.
Todo queda sujeto a la propia opinión subjetiva al asumirse que la verdad está
definitivamente oculta, no existe, es mera invención o creencia humana. No es
posible fundamentar el conocimiento ni la realidad, la búsqueda la verdad, la objetividad,
la realidad, las esencias y la razón deben ser abandonadas. Hay que sustituir
la verdad por las creencias convenientes. Ese el predicamento del último gurú
del pensamiento filosófico moderno, a saber, Richard Rorty<a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[3]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>,
quien proclama que la filosofía sin espejos es filosofía conversacional que no
busca el <i>arjé</i>, y le parece insostenible la objetividad ligada a una
trascendencia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Todas las manifestaciones del pensamiento
decadente están presentes en Rorty. Ya el abandono de la objetividad representacional
está presente en el segundo Wittgenstein, el segundo Heidegger, Sellars, Quine y
Davidson. Se desemboca así en el pensar que las cuestiones de hoy no son
metafísicas ni teológicas, sino políticas. La erosión nihilista de la sociedad
postmetafísica tenía que desembocar en un historicismo nominalista donde la
teoría es sustituida por la narrativa. Ese era el desatinado destino de una imagen
del mundo que relevó el Ser por el Pensar. Y se cumplió. Como lo humano es
contingente y no determinista la condición ontológica del filosofar pudo presentar
esta manifestación deforme y malsana. A esto lo llamó Gilles Lipovetsky la era
del vacío, Zygmunt Bauman modernidad líquida, Byung-Chul Han sociedad del
cansancio, por mi parte lo denomino sociedad anética<a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[4]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Pero el hecho es que el hombre está abocado a
filosofar por la estructura ontológica de su ser. Es una criatura que le
resulta desconcertante percibirse como una finitud separada de las demás cosas
del mundo, tiene conciencia del hiato que lo diferencia de los demás seres y a
partir de aquella separación ontológica de su ser con los demás entes siente su
religación con el Absoluto. Es decir, el hombre es el ser plantado ante lo Absoluto
e infinito porque por su Espíritu capta la contingencia de su existencia. Los
animales no tienen espíritu y por eso no lo captan. Es una doble condición
ontológica que lo asedia y lo impulsa a filosofar, por un lado, la percepción
de su finitud, de la nada en su ser, y, por otro, la conciencia de la infinitud
y su religación con ella. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Es por ello que el problema metafísico y el
problema teológico es permanente en el hombre, porque pertenece a su condición
humana. Su experiencia social, individual e histórica está atravesada por ambas
situaciones existenciales. Y, más bien, el intento de suprimirlas en el esquema
inmanentista y secularizado de la modernidad le ha traído más daño que
ventajas. No sólo le hizo extraviar el sentido de lo divino, sino también el sentido
del ser, trayendo consigo la merma de la moral y de la piedad. El sentido de lo
bueno y correcto resultó siendo dañado y lo normativo extraviado se tradujo en
la malignización del bien y desmalignización del mal. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Sin lugar a dudas esto sucede especialmente
en el orbe de la cultura occidental moderna que lo promueve e impulsa a nivel
global<a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[5]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>. Su
humanidad sin la dimensión de lo trascendente religioso y metafísico se
sumergió en la oscura noche de la moral situacional, donde el relativismo y el
nihilismo imperan y lo convierten en el monstruo que desmaligniza el mal y
maligniza el bien. Al quebrarse la vida normativa se quiebra la misma esencia
del hombre, porque su ser está intrínsecamente unido al bien y a la vida moral.
De ahí que el hombre sin moral se deshumaniza porque se vuelve un monstruo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En otras palabras, en el hombre ontología y
ética se hallan entrelazados en una dimensión metafísica indesarraigable<a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[6]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a>. En la
posmodernidad salió a flote la dimensión anética del hombre con todas sus consecuencias
luciferinas de deshumanización posibles. Pero si tales dimensiones metafísica y
religiosa son propias de la condición humana ¿cómo es posible que puedan ser
negadas? Simplemente porque no se trata de algo innato mecánico, incluso el que
dispone de piernas debe aprender a usarlas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En otras palabras, dichas dimensiones son posibilidades
que tienen que ser actualizadas por la libertad humana. Obviamente, se trata de
una libertad condicionada sobremanera por el tamiz de la cultura. Y el cedazo
de la modernidad fue el muro inmanentista para que tales dimensiones se empezaran
a agostar. Esto ha mermado la potencia de la propia filosofía con su giro
antiesencialista y desfundamentador en la filosofía posmoderna, haciéndola
derivar hacia un culturalismo donde el existente se construye su ser a la
carta. La plaga del constructivismo cultural despotenció al filosofar mismo. Al
final lo que se tiene es la edificación de la barbarie civilizada. Al final de
cuentas, el tema de <i>¿Por qué filosofamos?</i> nos pone ante el problema
decisivo de la Razón. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Después de haber visto ante nuestros ojos
cómo se han sucedido el filosofar numinocrático, el filosofar mitomórfico, el
filosofar mitocrático y el filosofar logocrático, lo que tenemos es lo que
Hegel también vio, a saber, el despliegue de la Razón universal. En el Universo
existe un orden, donde incluso la entropía juega un rol, y ese orden tiene
todas las apariencias de ser la expresión de la existencia de una Razón
universal. Ante ello la filosofía se condensa en el esfuerzo por comprender y explicar
la manifestación de dicha razón cósmica. Naturalmente que la explicación de la
Razón universal excede las páginas de este ensayo, ante lo cual sólo se pueden
hacer breves trazos provisionales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Lo insólito para nuestro tiempo tan
ensimismado en lo subjetivo es que el tema de la Razón universal nos impulsa a
sobrepasar los límites antropológicos para lanzarnos hacia la meditación
cosmológica, metafísica y escatológica. El realismo metafísico vuelve a
reclamar su espacio en una hora histórica muy singular de tránsito geopolítico.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Clarea en el horizonte la aurora de un
nuevo brillo para el pensamiento. Una nueva imagen del mundo reclama su hora y
las exequias de la envejecida modernidad exige su cadáver. Es todo lo que puedo
decir por el momento. No sé si podré escribir un viejo sueño de juventud, una <i>Crítica
de la Razón Cósmica</i>, como realización de la razón universal divina en el
cosmos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Pero bien vale la pena intentarlo. En suma,
el enfoque sincrónico del filosofar nos muestra que está relacionado con la
ontología de la finitud -percibe su incompletud metafísica- y la ontología
teologal -percibe lo metasensible-. En buena cuenta, el filosofar nunca ha sido
el paso del mito al logos, porque hay filosofía en el mito y la posición
antimitológica de la filosofía no se sostiene en sentido amplio, sino, tan sólo
en sentido restringido. Pero, además, el mito es revelación del horizonte de lo
sagrado y expresa una verdad mediante una imagen. El mito es revelación natural,
en ella está lo divino, pero no sobrepasa el límite de la razón natural. En lo
mitomórfico y lo numinocrático adviene la revelación del ser como presencia
presente, su verdad es la teofanía. En el filosofar reverbera un espíritu
sensible a lo divino. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El error de dejar a la filosofía originada en
el mero asombro es que lo lleva a carecer de un fundamento ontológico, y de
limitarla como un acontecimiento en el ámbito de la conciencia. La filosofía no
se puede quedar limitada a la persona, porque el fundamento de su quehacer es
el Ser. Y por mayores esfuerzos que se ha hecho en la filosofía moderna y
posmoderna por desontologizar a la filosofía, para relativizarla en el ser de
la existencia humana, caen en el vacío. Lo que han logrado es bloquear
momentáneamente el camino para llegar al ser trascendente, cayendo en el
relativismo agnóstico y en el ateísmo. Así queda la existencia humana
abandonada a su propia libertad. Sin fundamento ontológico la filosofía queda
ciega. Pues, concebir la libertad humana como una pura libertad vacía de ser
equivale a asumir una posición metafísica agnóstica, donde la libertad en vez
de orientarse hacia la captación de las esencias y la realización de los
valores éstos quedan como originados y determinados por la libertad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Es la realización modernista del <i>homo
mensura</i> protagórico, que consagra como pequeño diosecillo al <i>deus in
terris</i> de la voluntad de poder y de la voluntad de verdad. De este modo el
hombre se coloca más allá del bien y del mal, surge el hombre anético que
desmaligniza el mal y maligniza el bien. Esa es la raíz irracionalista que estaba
encerrada en el giro inmanentista y terrenalista del pensamiento moderno. El
fundamento nihilista de la doctrina posmoderna no da lugar a una verdadera
libertad y el hecho de que coloque la actividad humana en el plano de lo
cultural conduce al relativismo integral.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">El reconocimiento de la dimensión ontológica
del filosofar supone superar la metafísica agnóstica de la imagen del mundo de
la modernidad, que lleva al antiesencialismo, la postmetafísica, el nihilismo e
impone un pragmatismo hasta sus últimas consecuencias amorales y maquiavélicas.
Pero enfrentar la dimensión ontológica nos lleva hacia la constatación de que
el filosofar no es razonamiento puro, sino un razonar desde la existencia. Por
eso no es una disciplina meramente racional, sino multiforme y multívoca, nunca
plena en medio de lo pleno, es tener plantado la propia finitud ante lo
Absoluto. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Fue Nietzsche en <i>El nacimiento de la tragedia</i>
el que advirtió que es en el arte, y no en la moral, donde se presenta la
actividad genuinamente metafísica del hombre. Lo importante aquí no es que lo
que Nietzsche llame arte no haya sido tal cosa para el hombre de la prehistoria,
y al parecer fue algo más que arte, sino que lo trascendente es advertir que en
dicha actividad del espíritu humano se manifiesta la primera experiencia
verdaderamente metafísica del hombre. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">Lo que para nosotros es arte rupestre, canto,
danza, para el hombre de la prehistoria eran formas arcaicas del filosofar. La
danza giratoria del sufismo para ponerse en contacto con lo divino, es un
vestigio de lo que afirmamos. Lo que significa que lo humano tiene una vocación
metafísica irrenunciable que nace de su propio ser y que lo predispone para el
filosofar. En el arte el hombre expresa su concepción del mundo y de la vida,
siendo el lenguaje silencioso del contacto con el Ser. El sentido del mundo no
sólo se puede expresar mediante conceptos y argumentos, sino también mediante
formas, colores y sonidos, o lo que Kant llamó “ideas sin concepto”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En este sentido, el arte sería la forma más
arcaica del filosofar y dar sentido al mundo. Lo cual significa que la filosofía
y el arte jamás estuvieron tan unidas como en la prehistoria, y no es posible
descartar que en un mañana próximo se vuelvan a reencontrar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 115%; mso-layout-grid-align: auto; mso-vertical-align-alt: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 14.2pt;"><span color="windowtext" face=""Helvetica",sans-serif" style="mso-ansi-language: ES-PE; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">En su grave desorientación espiritual el
mundo moderno cae en la trampa del llamado culto a la naturaleza y divinización
de los objetos naturales. Y dentro de las anormalidades que se desarrollan en
la modernidad está a atracción sexual hacia los árboles y las plantas (dendrofilia),
la ideología animalista que atribuye los mismos derechos que un ser humano a
todos los animales. Savater<a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><sup><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><sup><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-PE;">[7]</span></sup><!--[endif]--></span></sup></a> considera
excesivo homologar éticamente a los animales con los humanos y dotarlos de los
mismos derechos. Los animales no son meras cosas, pero hay que tratarlos según
su propia naturaleza.<o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Aristóteles. <i>Metafísica</i>,
983, 11.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">En este punto hay
que recordar que mientras Max Scheler plantea panteístamente que el hombre
engendra a Dios (<i>El puesto del hombre en cosmos</i>, Losada, Buenos Aires,
1974,) para nosotros es el hombre el que colabora con el impulso divino, más no
lo engendra.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Richard Rorty. <i>La
filosofía y el espejo de la naturaleza</i>. Cátedra, Madrid, 1989.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Gilles Lipovetsky, <i>La
era del vacío</i>, Anagrama, 2003; Zygmunt Bauman, <i>La modernidad líquida</i>,
FCE, 2004; Byung-Chul Han, <i>La sociedad del cansancio,</i> Herder, 2012; G.
Flores Quelopana, <i>Imperio posmoderno de la sociedad anética</i>, Iipcial,
Lima, 2005.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Véase mis libros <i>El
sentido metafísico del mundo multipolar</i> (2022), <i>La modernidad envejecida</i>
(2022), <i>Apocalipsis de la razón burguesa</i> (2022).<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%;"> </span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: black; font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Véase mi ensayo <i>Filosofía
como onto-ética</i> (2021)<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-indent: 0cm;"><a href="file:///C:/Users/51995/Desktop/Documentos%20Pa/Gustavo%20papa/GFQ-LIBROS/borradores.doc#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; mso-ansi-language: X-NONE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "\0022serif\0022"; mso-fareast-language: X-NONE;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span face=""Helvetica",sans-serif" lang="X-NONE" style="font-size: 8pt; line-height: 115%;">
</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="font-size: 8pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE;">Fernando Savater. “Animalismo no es humanismo”. En:
Revista <i>Notario del Siglo XXI</i>, n°34, noviembre-diciembre 2010<o:p></o:p></span></p>
</div>
</div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-41191123854970809392024-01-22T04:32:00.000-08:002024-01-22T04:32:25.519-08:00ANIVERSARIO DE ARGUEDAS<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEimksu3FhxdqhK1ObGaesMCrVasc_L76xVvb1h-WE_h85Wh9dFWmsI6i0CF2ivMQkmKo2YMwVDyWux5gec__z6sF7fyu0Ro58UipwCm_2A-kZABhG1VShOCVaZgyYKkgZPD__H9p3iIz18VZ_SCD-rrto8JtXaQO5D-2TdLgzQKkWgwGN_LcK93f66rHjQ" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1265" data-original-width="843" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEimksu3FhxdqhK1ObGaesMCrVasc_L76xVvb1h-WE_h85Wh9dFWmsI6i0CF2ivMQkmKo2YMwVDyWux5gec__z6sF7fyu0Ro58UipwCm_2A-kZABhG1VShOCVaZgyYKkgZPD__H9p3iIz18VZ_SCD-rrto8JtXaQO5D-2TdLgzQKkWgwGN_LcK93f66rHjQ" width="160" /></a></div><p></p><div class="xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit;">ANIVERSARIO DE ARGUEDAS</div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Si la filosofía no sólo es una forma de saber, sino también una forma de ser, entonces Arguedas fue filósofo al andar por el mundo interesado por esclarecer el valor de lo andino desde una visión sincrética donde se mezcla lo mágico con el racionalismo tamizado por el materialismo dialéctico.</div></div><p></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Arguedas como filósofo contempló lo universal contenido en el sincretismo de lo andino con lo occidental. La tradición llama a Arguedas "uno de los grandes <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>representantes de la literatura en el Perú, padre del neoindigenismo, estudioso de la música andina y difusor del quechua". Pero esencialmente fue un filósofo porque en él todo estaba unido.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">CONSULTA Y RESPUESTA A UN COLEGA:</div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><span class="xt0psk2" style="background-color: #f0f2f5; display: inline; font-size: 12px; white-space-collapse: collapse;"><a aria-hidden="false" class="x1i10hfl xjbqb8w x6umtig x1b1mbwd xaqea5y xav7gou x9f619 x1ypdohk xt0psk2 xe8uvvx xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r xexx8yu x4uap5 x18d9i69 xkhd6sd x16tdsg8 x1hl2dhg xggy1nq x1a2a7pz x1heor9g xt0b8zv" href="https://www.facebook.com/edi.fox2?comment_id=Y29tbWVudDoxMDIxMTgwNjU0ODE1NTI2MV8zOTEzMDM4NzM1NzY4OTI%3D&__cft__[0]=AZU4VWwj3A9n0JAZKKMIy1Yi1bv0at1IiFEJW6eNoUaLQ1irTEdNPM8YcOT_55Is8IereuS39N_hdNLYhbWIhXMZ99WnSvRxo-rbuRt6L4mgXXylJGqqJrICRdTW7Mn96-mW2e55QHCQJkikk4MVmkz2kcSsysYhn4pI7piL58eXAA&__tn__=R]-R" role="link" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: transparent; border-color: initial; border-style: initial; border-width: 0px; box-sizing: border-box; cursor: pointer; display: inline; font-family: inherit; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: inherit; text-decoration-line: none; touch-action: manipulation;" tabindex="0"><span class="x3nfvp2" style="display: inline-flex; font-family: inherit;"><span class="x193iq5w xeuugli x13faqbe x1vvkbs x1xmvt09 x1lliihq x1s928wv xhkezso x1gmr53x x1cpjm7i x1fgarty x1943h6x x4zkp8e x676frb x1nxh6w3 x1sibtaa x1s688f xzsf02u" dir="auto" style="color: var(--primary-text); display: block; font-family: inherit; font-size: 0.8125rem; font-weight: 600; line-height: 1.2308; max-width: 100%; min-width: 0px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify; word-break: break-word;">Ciro Alegria</span></span></a></span><div class="x1lliihq xjkvuk6 x1iorvi4" style="background-color: #f0f2f5; font-size: 12px; padding-bottom: 4px; padding-top: 4px; white-space-collapse: collapse;"><span class="x193iq5w xeuugli x13faqbe x1vvkbs x1xmvt09 x1lliihq x1s928wv xhkezso x1gmr53x x1cpjm7i x1fgarty x1943h6x xudqn12 x3x7a5m x6prxxf xvq8zen xo1l8bm xzsf02u" dir="auto" lang="es" style="color: var(--primary-text); display: block; font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; line-height: 1.3333; max-width: 100%; min-width: 0px; overflow-wrap: break-word; word-break: break-word;"><div class="xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs" style="font-family: inherit; margin: 0px; overflow-wrap: break-word;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Buenas, quería hacerle una consulta, conozco un libro de Hugo Chacon que se llama "Filósofos Andinos" del 2020 donde se nos plantea a Arguedas como Filósofo. ¿No se si conozca ese libro? Y si así fuera ¿qué coincidencias encuentra con su libro? Me parece muy interesante, agradezco la respuesta</div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: inherit;"><span class="xt0psk2" style="display: inline; font-size: 12px;"><a aria-hidden="false" class="x1i10hfl xjbqb8w x6umtig x1b1mbwd xaqea5y xav7gou x9f619 x1ypdohk xt0psk2 xe8uvvx xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r xexx8yu x4uap5 x18d9i69 xkhd6sd x16tdsg8 x1hl2dhg xggy1nq x1a2a7pz x1heor9g xt0b8zv" href="https://www.facebook.com/gustavo.floresquelopana?comment_id=Y29tbWVudDoxMDIxMTgwNjU0ODE1NTI2MV8yNzU2NjY5MDUyNzIwNDM%3D&__cft__[0]=AZU4VWwj3A9n0JAZKKMIy1Yi1bv0at1IiFEJW6eNoUaLQ1irTEdNPM8YcOT_55Is8IereuS39N_hdNLYhbWIhXMZ99WnSvRxo-rbuRt6L4mgXXylJGqqJrICRdTW7Mn96-mW2e55QHCQJkikk4MVmkz2kcSsysYhn4pI7piL58eXAA&__tn__=R]-R" role="link" style="-webkit-tap-highlight-color: transparent; background-color: transparent; border-color: initial; border-style: initial; border-width: 0px; box-sizing: border-box; cursor: pointer; display: inline; font-family: inherit; list-style: none; margin: 0px; outline: none; padding: 0px; text-align: inherit; text-decoration-line: none; touch-action: manipulation;" tabindex="0"><span class="x3nfvp2" style="display: inline-flex; font-family: inherit;"><span class="x193iq5w xeuugli x13faqbe x1vvkbs x1xmvt09 x1lliihq x1s928wv xhkezso x1gmr53x x1cpjm7i x1fgarty x1943h6x x4zkp8e x676frb x1nxh6w3 x1sibtaa x1s688f xzsf02u" dir="auto" style="color: var(--primary-text); display: block; font-family: inherit; font-size: 0.8125rem; font-weight: 600; line-height: 1.2308; max-width: 100%; min-width: 0px; overflow-wrap: break-word; text-align: justify; word-break: break-word;">Gustavo Flores Quelopana</span></span></a></span><div class="x1lliihq xjkvuk6 x1iorvi4" style="font-size: 12px; padding-bottom: 4px; padding-top: 4px;"><span class="x193iq5w xeuugli x13faqbe x1vvkbs x1xmvt09 x1lliihq x1s928wv xhkezso x1gmr53x x1cpjm7i x1fgarty x1943h6x xudqn12 x3x7a5m x6prxxf xvq8zen xo1l8bm xzsf02u" dir="auto" lang="es" style="color: var(--primary-text); display: block; font-family: inherit; font-size: 0.9375rem; line-height: 1.3333; max-width: 100%; min-width: 0px; overflow-wrap: break-word; word-break: break-word;"><div class="xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs" style="font-family: inherit; margin: 0px; overflow-wrap: break-word;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Tengo el libro y con Hugo nos hemos reunido varias veces para conversar de filosofía andina. Mientras su libro busca documentar, el mío tiene el propósito de interpretar. Son dos enfoques diferentes. Por otro lado, mi libro es publicado antes (marzo 2021) y el suyo después (octubre 2021). En su libro menciona mis otros libros sobre el inca Garcilaso, Guaman Poma y Juan Santacruz Pachacuti (ver páginas: 42, 170, 231, 232), pero omite mi libro sobre Arguedas. Cuando le pregunté al respecto me respondió que ya estaba suficientemente citado en los otros capítulos. Respuesta naturalmente totalmente insatisfactoria. </div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">A Hugo lo apoyé discutiendo y editando su Nación andina, Arguedas biografía y suicidio, El eurocentrismo de Mariátegui, y Vargas Llosa con su filiación tribal a occidente. Luego se desconectó, nuestras reuniones fueron más esporádicas, hasta desaparecer completamente para seguir su propio camino. </div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">En su propio camino comenzó una campaña de difusión de lo que él consideraba una correcta interpretación de lo andino. Estaba en su derecho, salvo que viró hacia el proselitismo político al ignorar a todos aquellos que no pensaban como él. Y creo que a ese sectarismo responde que mientras entrevistaba vía zoom a dirigentes campesinos y otros autores afines a su pensar, nunca tuvo la cortesía de retribuir mi otrora apoyo intelectual con una modesta entrevista, cosa que nunca se dio. </div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Confieso que al principio ello me dolió, pues lo creía un verdadero amigo del pensamiento. Pero no fue así. Aristóteles dice que hay tres tipos de amistades: de entretenimiento, de conveniencia y con desinterés. Descubrí tardíamente que fui su amigo de conveniencia o de ruta. Pero superado el incidente le deseo la mejor de las suertes, tanto así que le obsequié uno de mis recientes libros, "Filosofía, Ser, Historia", sobre el cual ha prometido una entrevista. La verdad es que no guardo ninguna esperanza.</div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;"><br /></div><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Su alejamiento personal a mi parecer responde a que percibió claramente en mí que no estaba interesado en instrumentalizar la investigación andina para fines políticos, mientras que él fue por ese camino y su revista Willakuy lo manifiesta. Que le vaya bien<span style="color: var(--primary-text); font-family: inherit; font-size: 0.9375rem;">, gente afín hay por doquier.</span></div></div></span></div></div></div></span></div></div></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-78484598875497107362024-01-21T08:47:00.000-08:002024-01-21T08:47:12.056-08:00ASHÁNINKAS. ENTRE EL MITO Y LA HISTORIA (RESEÑA)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjInt2T32uNw1WeX_HQ8zN9z7aWqEwU8PQsYWS_0bGOCxZ_tZwRJgdlmq_cOAWTP9zC8M4pp8ndZIb-C_6Hosh7oWl6ZdYUw6EVHfCO17UygDxMgQ8WSL6rvUs_UiJENPaX3o2_lv1cDAo4L3AbWAwoupu_sXekSrRa5I4qzkCe4TDEcTV2DBSZbjR1yA4" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="382" data-original-width="270" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjInt2T32uNw1WeX_HQ8zN9z7aWqEwU8PQsYWS_0bGOCxZ_tZwRJgdlmq_cOAWTP9zC8M4pp8ndZIb-C_6Hosh7oWl6ZdYUw6EVHfCO17UygDxMgQ8WSL6rvUs_UiJENPaX3o2_lv1cDAo4L3AbWAwoupu_sXekSrRa5I4qzkCe4TDEcTV2DBSZbjR1yA4" width="170" /></a></div><p></p><div class="xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">La obra "Asháninkas. Entre el mito y la historia" (2022) del reconocido antropólogo José Carlos Vilcapoma, es un estudio indispensable para el conocimiento del pueblo más extendido sobre la extensa Amazonía. El libro dividido en cinco capítulos presta especial atención a su historia y el significado de su mundo mítico.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Destacando en el primer capítulo que milenariamente fueron los asháninkas grandes colonizadores del corazón del continente sudamericano les tocó enfrentar la <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>misma actitud colonizadora de los Incas, cuya penetración ocurre desde los tiempos del Inca Pachacútec, se prolonga con Túpac Inca Yupanqui y llega a su término con Huayna Cápac. Los incas sometieron muchos pueblos y etnias, pero muchos otros por su rebeldía o inaccesibilidad permanecieron invulnerables. Se trató del choque entre una civilización neolítica con otra cultura de cazadores recolectores. En el 2010 el Proyecto Paititi encontró una red vial incásica que va desde la sierra hasta la selva del Manu.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">En el segundo capítulo resalta que los conquistadores llegaron con sus propios mitos (cíclopes, gigantes, centauros, amazonas, hombres blancos salvajes, la fuente de la eterna juventud) y generaron otros (El Dorado). La primera embestida de penetración en la selva terminó con un estrepitoso fracaso en 1561, luego vendrían las entradas de las misiones religiosas.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">En el tercer capítulo subraya que los Asháninkas son la familia amazónica más numerosa y extendida. Evangelizados desde el siglo XVII, pero mantienen sus creencias en los espíritus de la naturaleza. Hablan castellano en lo oficial y su propia lengua en lo familiar. Lo que los Apus, el maíz y la papa es para el andino; el río, la yuca y las plantas sagradas lo es para los asháninkas.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">El cuarto capítulo destaca que lo mágico religioso es un hecho social y a la vez parte de la condición humana. Considera el mito como un relato fabuloso relacionado con el origen, y en el relato el chamán se comunica con los dioses del cielo y los demonios del inframundo. Siguiendo especialmente a Levi-Strauss considera el mito desde tres ejes: mágico, religioso y de control social. Describe su cosmovisión donde el Sol es antes del mundo y forma este mundo con todo lo que existe. Hay dos ejes del mundo: 1° los cerros Intatoni y Antamaraka, de donde proviene el agua, y 2° los cerros Omoro y Otsiriko. A su vez, estos ejes son sostenido por seres invisibles (Nabireri y Pachakama) que sostienen un eje, mientras el otro es sostenido por Inkami e Inkami. En la cumbre del cerro Antamaraka está el cóndor real, que junto al gallinazo negro se comen a los muertos. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">El quinto y último capítulo se interpreta como mitos de contro9l social a las historias de vida, los mitos cosmogónicos, mitos de seres fabulosos, mitos de seres malignos y otros mitos mágicos de poder.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">En suma, para Vilcapoma los mitos son formas de organización social en lo religioso, símbolos, organización comunal, ética, y narraciones de un pasado fabuloso y sagrado. Todo lo cual confluyen en mitos de control social. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Quizá esto último sea lo más controvertible de su exposición. ¿Si los mitos son formas de control social qué sentido tendría que los seres fabulosos y malignos aparezcan al forastero, como muchas veces ocurre? Esto hace cuestionable y reduccionista la propia tesis de Levi-Strauss que empobrece la realidad del mito. El mito ha de tener algún sustento ontológico para que estos fenómenos ocurran. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Igualmente, al lector le queda irresuelta la interrogante sobre el lugar de procedencia y la antigüedad de los Asháninkas, de características muy diferentes al andino. </div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Otro aspecto que queda sin iluminar es su organización social y política. Desde que Pierre Clastres demostró sobre la base de estudios de etnias de la selva que ellos son la demostración de una vida política sin Estado y poder sin violencia, el tema resulta indispensable abordar.</div></div><p></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">De todas formas, el libro es un aporte para el mejor conocimiento de los Asháninkas.</div></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-37720901723750043342024-01-21T08:45:00.000-08:002024-01-21T08:45:07.903-08:00EL HOSPITAL DE SAN ANDRÉS (RESEÑA)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh37q8d1CapYPALKjNIWWUIChaS_P9DQwM-SKkrNLVUN290W_lKQ2wQQe6tJB3YaKAPsrFB7Qjqjyko-XcPotE4BpafQz-DhDg0UdkD2y4UKXML8z6WjmkbeNOpg9iwjOxvSb-smlLn9o03ztfhB8-Swl4r1FQpFg8EktQAjlXhC6Ip64tN4kS1HxzdVJw" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="383" data-original-width="250" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh37q8d1CapYPALKjNIWWUIChaS_P9DQwM-SKkrNLVUN290W_lKQ2wQQe6tJB3YaKAPsrFB7Qjqjyko-XcPotE4BpafQz-DhDg0UdkD2y4UKXML8z6WjmkbeNOpg9iwjOxvSb-smlLn9o03ztfhB8-Swl4r1FQpFg8EktQAjlXhC6Ip64tN4kS1HxzdVJw" width="157" /></a></div><p></p><div class="xdj266r x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Esta obra (2022) recupera una obra inédita del desaparecido historiador Teodoro Hampe (1960-2016). El editor, José Carlos Vilcapoma, en un interesante Prólogo, resalta la distinta concepción de la salud, enfermedad y muerte entre la lógica andina y la occidental, a saber, la una mágica y la otra organológica.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">En el texto Hampe reflexiona sobre la salud en la Colonia y la recuperación del Hospital de San Andrés como último lugar de las momias de los incas. Se trata de dos <span style="font-family: inherit;"><a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a></span>trabajos que se complementan. El primer acercamiento de Hampe al tema de las momias de los incas data de 1982 y vuelve a él en el año 2000.</div></div><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">Es posible que las momias sigan en el Hospital de San Andrés, pues no hay evidencia de lo contrario. Hampe siempre creyó que las momias estaban en San Andrés. Estas preocupaciones le llevaron a estudiar la relación de la Iglesia católica con la salud pública con las fundaciones de los hospitales de San Andrés, de Santa Ana (para indios) y de San Bartolomé (para negros).</div></div><p></p><div class="x11i5rnm xat24cr x1mh8g0r x1vvkbs xtlvy1s x126k92a" style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; margin: 0.5em 0px 0px; overflow-wrap: break-word; white-space-collapse: preserve;"><div dir="auto" style="font-family: inherit; text-align: justify;">La obra de Hampe nos permite advertir no sólo una concepción de la salud basada en una lógica del mundo diferente a la andina, sino de una organizada bajo criterios estamentales y racistas durante el Virreinato y Colonia. Quizá lo estamental ya esté desaparecido, pero lo racista se prolonga hasta nuestra vida republicana.</div></div>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-15213918700913093292024-01-18T05:21:00.000-08:002024-01-18T05:21:36.975-08:00FILOSOFÍA MITOMÓRFICA DEL CHAMANISMO (RESEÑA)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhZn6KaYYgCpVeVz9x_A99Muka5YtstbU98n_5fRxZegvsnBL1-T2cDT5kRb52PGlYr_YvYQkNyITc_USUfswOd2uTpUz_5fnD7bv62-qY6SBNjDA0gUXWxL2mXlPAtJk_vNtMBbUeXVMcaJVMzUi-xuFbvEyClK6ovWkp1dqOAIcCept5b49bzs2Yszyc" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="1207" data-original-width="843" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhZn6KaYYgCpVeVz9x_A99Muka5YtstbU98n_5fRxZegvsnBL1-T2cDT5kRb52PGlYr_YvYQkNyITc_USUfswOd2uTpUz_5fnD7bv62-qY6SBNjDA0gUXWxL2mXlPAtJk_vNtMBbUeXVMcaJVMzUi-xuFbvEyClK6ovWkp1dqOAIcCept5b49bzs2Yszyc" width="168" /></a></div><span style="background-color: white; color: #050505; font-family: "Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif; font-size: 15px; white-space-collapse: preserve;"><div style="text-align: justify;">Esta obra se propone demostrar dentro de la Teoría General de la Filosofía que el chamanismo es parte de la historia y desenvolvimiento del filosofar como <a style="color: #385898; cursor: pointer; font-family: inherit;" tabindex="-1"></a>filosofía mitomórfica del hombre prehistórico del paleolítico medio y superior, que se prolonga en las religiones de servicio precolombinas, y que pervive como práctica espiritual ancestral hasta nuestros días.</div></span><p></p>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8924677461292455650.post-86038067264068198272024-01-18T00:49:00.000-08:002024-01-18T00:49:42.949-08:00CHUQUI CHINCHAY (RESEÑA)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhDghw6PeaWB_n2sgD9GksteM5qhkDAE-rcadKrwj5f13Tshz-W1k0FY200DvYbqdfzUo78NcTjMTcIzCEfxRO3LtKulHg41MyqtlawlYNtSLOpDX4Vz9x6tDHMSIg0TJMDUvqbScmNRmTwdqFPeGZjBq8M8KAFiUgqpC3apZlH7ISeltSADXdxu3ji7N4" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img alt="" data-original-height="500" data-original-width="364" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhDghw6PeaWB_n2sgD9GksteM5qhkDAE-rcadKrwj5f13Tshz-W1k0FY200DvYbqdfzUo78NcTjMTcIzCEfxRO3LtKulHg41MyqtlawlYNtSLOpDX4Vz9x6tDHMSIg0TJMDUvqbScmNRmTwdqFPeGZjBq8M8KAFiUgqpC3apZlH7ISeltSADXdxu3ji7N4" width="175" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-family: helvetica;">Esta obra de la doctora Ana María Gálvez ha revolucionado la antropología, la etnología e historia con el descubrimiento trascendental del Gato Montés o Chuqui chinchay, también llamado Qoa o felino volador, en la filosofía mitocrática andina como el animal de poder en su teogonía y cosmogonía. En su teogonía como deidad panandina que se remonta hasta el paleolítico superior como ser espiritual de la fauna sagrada -junto al cóndor y la serpiente- que comunica el Hanaq pacha (mundo de arriba) con el Kay pacha (mundo de aquí); y en la cosmogonía como deidad del agua que también sirve al chamán en el contacto con el Ukupacha (mundo de adentro). Se trata de una deidad central para pedir lluvia, impedir la granizada, y otros fines esotéricos.</span></div><br /><p></p>Gustavo Flores Quelopanahttp://www.blogger.com/profile/11461171836447939001noreply@blogger.com0