LA FILOSOFÍA DE LOS NIÑOS SON SUS PADRES
Gustavo Flores Quelopana
Juego, luego existo. Esa es la verdadera divisa del niño. No os engañéis, ni confundáis. Y menos confundas a los niños. Los niños no necesitan aprender filosofía, porque la verdadera fuente de su filosofía eres tu. Pretender educar a un niño desde la razón es tanto como comenzar por el final.
Dejad a los niños fantasear, divagar, soñar. En ninguna otra edad como la niñez la vida es como un sueño. ¿Pará qué queréis atiborrarlo de filosofía? El niño es preguntón y curioso por naturaleza, no necesita saber de filosofa. Dejadlo simplemente discurrir con su razón a partir de los latidos de sus sentimientos.
El niño es una criatura muy sensible, abierto más al afecto que al razonamiento. Quieres que tu niño sea razonable, entonces tú sé razonable. Al niño no hay que procurarles conocimientos antes de tiempo. La naturaleza es sabia, y sabe actuar a su tiempo. Al niño no hay que procurarles conocimientos, sino ejemplo de vida.
La verdadera filosofía para el niño está en tu conducta y en el ejemplo que le brindes. Papá y mamá, cuando no abuelos y tíos, son los verdaderos libros de filosofía abiertos al alma del niño. Ya cuando crezca vendrá la reflexión y el uso de la razón. Mientras tanto se nutre de la filosofía que le brinda la forma de vivir de sus padres. Serán las virtudes de éstos la mejor garantía para prevenirlo de vicios futuros. Otra cosa es que los padres de hoy apenas tengan contacto con sus hijos, y es la escuela y la sociedad la que generalmente los deforma sin remedio.
Sucede que en este mundo del capitalismo salvaje se ha visto como una fuente de lucro el invento de la monserga de la filosofía para niños. Lo cual es falso y pernicioso. No os dejáis engañar. Todo viene a su tiempo.