EXPULSIÓN QUE EXIGE REACCIÓN
Gustavo Flores Quelopana
B. C. Han en su libro "La expulsión de lo distinto" afirma que el hombre de la sociedad del cansancio está sordo y no sabe escuchar. La hipercomunicación ha deprimido lo distinto. Los tiempos del Otro han pasado. Se vive el infierno de la expulsión de lo distinto. El hombre digital es xenofóbico. Hace falta una revolución temporal y un tiempo totalmente distinto. El hombre del mundo digital padece de indiferencia ontológica y depresión óntica. Su mirada ya no mira y su voz ya no se oye. En su mundo narcisista no hay sitio para lo extranjero.
Sus sugestivas descripciones e interesantes análisis no van acompañados del avizoramiento de una salida. El tono de su obra es finisecular y resignado. No atisba solución revolucionaria alguna. Ni siquiera ve en la técnica el último clavo en la tumba del capitalismo. Hay depresión en sus propias descripciones. No es un pensador reactivo, sino descriptivo. Falta la prescripción. Hay una atmósfera conformista de registro de lo que pasa, sin decir lo que se debe hacer.
Su mérito es señalar las falencias en que se vive en el decadente mundo digital actual. Sobre esa base hay que pensar en las soluciones y alternativas para superar los obstáculos del presente. En ese sentido hay que señalar cuáles son los mandamientos para los intelectuales de hoy. Cómo contrarrestar los efectos negativos del mundo digital. Qué hacer para que la reacción antisistema del sentido común de las masas no se disuelva y sea reconducido hacia el cambio histórico.
Para acabar con la xenofobia hay que revitalizar el humanismo, a través de la lucha anticapitalista y socialista. Sin atacar el origen del mal no hay superación a la eliminación de lo distinto.