FILOSOFÍA, POLÍTICA Y CIVILIZACIÓN
Entrevista interminable al filósofo Gustavo Flores Quelopana
30 de noviembre 2020
-Permítame realizar la presente entrevista no mediante la presentación de preguntas, sino a través de frases que susciten su reflexión. Todas las cuales estarán siempre en conexión con su producción intelectual, la situación actual de la filosofía, la crisis política y algunos libros en boga -que sé que ha leído-.
-Con todo gusto. Pero con la condición de que se empiece y se termine hablando de la Filosofía.
FILOSOFIA
SENTIDO DEL FILOSOFAR
El sentido del filosofar es devolver al hombre a su destino, que es el pensar. En el filósofo se consuma el acontecimiento de la verdad: la incomprensibilidad del Ser. Por ello, el filósofo no penetra en la realidad, más bien la rompe. El filosofar consiste en colocarse en el objeto mismo, por eso es un pensar que va de las cosas a los conceptos y no de los conceptos a las cosas. Por ello el filosofar tiene mucho de auscultación espiritual.
COVID, EVOLUCIÓN ALMA HUMANA
MEDIDAS SANITARIAS CONTRA EL COVID
No bastan medidas sanitarias, hacen falta
cambios estructurales.
FILOSOFÍA DE LOS VIRUS, SU SIGNIFICACIÓN
Desde el punto de vista de la evolución de otras especies, los virus son un medio importante de transferencia horizontal de genes, la cual incrementa la diversidad genética, fomenta el aparato inmunológico e impulsa la evolución biológica. No todos los virus provocan enfermedades; muchos se reproducen sin causar ningún daño al organismo infectado. Por ello, la inteligencia y la lógica de la vida se manifiesta en los inertes virus como creación continua de imprevisibles formas en lo viviente.
LOS VIRUS Y LA EVOLUCIÓN
En ninguna parte el estado de latencia se ha desarrollado tanto como en los virus. Constituye una línea divergente de la evolución, las otras líneas son: el instinto en los insectos, la inteligencia en los animales y la razón -no exclusivamente conceptual- en el hombre. Mientras que la latencia de los virus nos remonta a aquello temporal que está más cerca a lo inmortal, la razón humana nos pone frente a una finitud consciente y anhelante de lo Infinito, o sea, de lo eterno.
¿LOS VIRUS SON INMORTALES?
El COVID-19 era desconocido antes de 2019. Se atribuye su existencia a la intrusión y destrucción humana de la ecología salvaje. Pero ¿A qué reino pertenecen los virus? Para algunos autores, no deben aparecer en ninguno de los reinos ya que no son seres vivos, porque no tienen actividad vital. Otros autores creen que sí debemos considerarlos microorganismos, ya que son microscópicos y transmisores de enfermedades. Entonces, ¿Cuál es el origen de los virus? El origen de un virus se inicia cuando un sistema macromolecular compuesto fundamentalmente por proteínas y ácido nucleico determina su propia propagación y destino, con lo cual propicia que los eventos de replicación y evolución sean independientes de las macromoléculas a partir de las cuales se originan. Hasta nuestros días se han propuesto fundamentalmente tres teorías: la teoría regresiva, la teoría del origen a partir de fragmentos de ARN o ADN de una célula, y, por último, el origen a partir de moléculas primitivas con capacidad autorreplicativa. O sea, si se creara un reino especial para los virus éste correspondería a moléculas primigenias con capacidad de autorreplicación. ¿Cuántas clase de virus hay? 1. Virus con ADN como material genético, 2. Virus con genoma ARN, y 3. Virus que utilizan ambos ácidos nucleicos (ARN y ADN) como material genético según la etapa del ciclo viral. ¿Son inmortales? Difícil de responder debido a que no hay consenso en considerarlos organismos vivos o no. Una partícula de virus tiene una existencia muy corta fuera de un ser vivo, pero cuando entra en un huésped empieza a replicarse a un ritmo fortísimo.
¿PERO SON INMORTALES?
Son lo más cercano a la inmortalidad ese conjunto de mutantes que sin parar de replicarse van poco a poco cambiando en el tiempo para seguir existiendo y en condiciones óptimas podrían perdurar indefinidamente. ¿Pero en el momento en que no tuvieran ningún ser vivo al que parasitar, desaparecerían o permanecerían latentes?
ALMA HUMANA SOBREPASA LA EVOLUCIÓN
La evolución mecanicista y naturalista imagina el orden de sucesión de las especies y piensa que dentro de ella hay un camino que conduce directamente al hombre. Pero todo indica que la realidad es otra. En el desarrollo de la vida hay especies que se detienen, otras vuelven atrás y no faltan las que se estancan. Igualmente, la existencia del alma no puede explicarse por el cerebro, los genes, el cuerpo, o la materia. O sea, la evolución es sólo una de las formas del desarrollo de la vida, pero no la única. La misma aparición del hombre, que parece ser un accidente fruto de la extinción de los dinosaurios, exige otro principio explicativo. Frente al evolucionismo mecanicista y genetista está la interpretación finalista que defiende la existencia de un plan providencial previamente previsto. Como el camino que conduce al hombre no puede ser explicado solamente por el desarrollo de la materia, sino que la presencia de su espíritu exige un principio inmaterial, ello mostraría que la creación providencial del alma humana por Dios es lo que determina el puesto del hombre en el cosmos. En una palabra, no sólo hay evolución y azar, sino también creación providencial.
COVID Y METAFÍSICA DEL MUNDO
¿Qué es la época deshumanizada del maquinismo sino la humanización del objeto? La modernidad ha sido la expansión de las materias artificiales. El reino tecnológico ha hecho que las cosas nos obedezcan. Hemos convertido al mundo en un animal doméstico. Los éxitos sobre de la cultura tecnológica nos hizo capaces de apoderarnos del mundo como un botín. Nos atribuimos una capacidad creadora semejante a la divina. El mundo natural emergió como una emanación de nuestros proyectos. No obstante, la pandemia del COVID demostró que la sujeción de las cosas es sólo aparente. Toda la orgullosa fanfarria del nominalismo y del idealismo subjetivo se derrumbó. Toda la soberbia del racionalismo cientificista se tornó ridícula. Toda la realidad del mundo no humanizado vuelve a emerger como una pesadilla. La violencia tecnológica ha sido derrotada. Lejos de lograr aquel sueño alquimista de la intimidad con las cosas, la naturaleza se subleva antes que las máquinas se rebelen. Entonces, ¿Qué es aquello de la naturaleza que ha dado de bruces a la orgullosa modernidad? ¿Qué es lo que nos aterra tanto del carácter impredecible del ser físico? ¿Por qué temblamos ante el mundo de las cosas manipuladas, pero nunca domesticadas? LO QUE HA FRACASADO ES EL PROYECTO METAFÍSICO MODERNO DE LA DOMESTICACIÓN DE LA MATERIA Y DEL MUNDO. Ha brotado con toda su brutalidad la irracionalidad del ser físico. La anonadante irracionalidad del ser físico revela un mundo que no se sujeta al cálculo, que escapa de la racionalidad instrumental, que muestra pobre y pigmeo al ser funcional frente al ser substancial repleto de enigmas y misterios. Ante la carencia de una comprensión mítica que daba sentido a los signos de la naturaleza, ahora la racionalidad científica carece de respuestas y sólo causa estupor y angustia en una humanidad desorientada. No es que el COVID nos ha devuelto la capacidad de discernir un orden mítico. Al contrario, nos devuelve a la terrible realidad que hemos perdido la inocencia y la capacidad de atalayar un horizonte mítico. Y así, seguimos porfiando en domesticarlo y humanizarlo todo. De modo que la degradación humana en la modernidad prosigue su marcha. Hemos perdido el lenguaje del ser y nos aferramos al éxito tecnológico. Preferimos tener esperanza en las nuevas vacunas, en vez de detener nuestra intrusión en la naturaleza. Como vemos, en el fondo se trata del rotundo fracaso de una determinada visión del mundo, a saber, la moderna. Es el Waterloo de la soberbia Razón autónoma, el orgullo científico y el exitismo tecnológico. Las cosas son humanizadas por mí sólo en su superficie, pues ellas no necesitan de mí para existir. A nivel finito, ser y pensar no son la misma cosa.
TELETRABAJO
EL TRABAJO DESDE CASA VINO PARA QUEDARSE.
El trabajo desde casa vino para quedarse. La pandemia revoluciona los conceptos laborales. La pandemia demostró lo absurdo de estar encerrado 8 horas en los centros laborales. La misma labora y con más eficiencia se hace desde la casa. Quienes aprendan la lección ahorrarán inútiles costos y avanzarán más rápidamente que los que se resistan a los cambios. Incluso los congresos vía virtual han resultado tener mayor audiencia y asistencia que cuando se hacen con presencia física.
URBES
URBES BÁRBARAS
Hay más vecindad entre dos granjas del campo a dos horas de camino, que entre dos viviendas de un mismo edificio urbano.
MEDIOS
¿POR QUÉ LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN NO AZUZAN PARA DERRIBAR
EL MURO DE LA VERGUENZA DE LAS CASUARINAS?
Sencillamente porque como la democracia es un mito no es una prioridad para la plutocracia que manipula a las masas con los medios de comunicación venales. Por eso la salida de Merino no fue un triunfo de la democracia, ni del pueblo, ni de la juventud, sino una mera ilusión de la hábil manipulación social. ¿Es acaso democracia y cristiano que millones de peruanos vivan en casas de esteras y techos de calamina? ¿Hay marchas acaso para que el Estado invierta dinero en vivienda social? NO. Entones, la democracia es una ilusión. Sencillamente los ricos no acceden a la demanda de cambios con prontitud, porque su estilo de vida no le obliga a hacerlo así.
ARTE Y BELLEZA
Kolakowski decía que el arte es modo de perdonar al mundo su maldad y su caos. Prefiero pensar que en el arte se consuma el mito de lo bello y justo como algo permanente.
UNIVERSIDAD
¿POR QUÉ LA UNIVERSIDAD ESTÁ EN DECADENCIA Y
CRISIS?
En todas partes crece la convicción de que la
universidad en el mundo está en declive. Se piensa que ello es atribuible a la
desaparición del humanista, del pensador, del erudito, de la libre cátedra, y
su reemplazo por el unidimensional especialista académico. Es cierto que el especialista
encabeza el empobrecimiento de la universidad, pero también no hay que olvidar
que la universidad con todo su ritualismo apostólico académico es una fuerza
conservadora que no favorece la innovación. Recibe siempre las nuevas ideas de
mala gana y el innovador no es bien recibido por el académico engreído. También
se ha pensado que su agostamiento es culpa del de la intromisión del Estado o
del Mercado, ante los cuales la Universidad ha sucumbido. Además, ante la
extinción del trabajo a nivel global, los costos de la formación universitaria
ni la investigación justifican los beneficios que se obtienen de ella.
Pero todo esto son las consecuencias y no es la causa fundamental. La causa real es la esencia misma de la racionalidad moderna: funcional, calculadora e instrumental. La cual no favorece al humanista sino al especialista. La salida no es la interdisciplinariedad sino una nueva jerarquización del saber, donde lo espiritual esté sobre lo material e instrumental. Pero esto ya no es posible en los marcos de la presente civilización, sino en una nueva y quizá venidera.
LA UNIVERSIDAD HA MUERTO
En la modernidad decadente la universidad ha muerto porque ha dejado de ser un saber educarse para el saber, para convertirse en marioneta de las descoyuntadas especialidades.
ESENCIA DE LA TÉCNICA
La técnica esclaviza al hombre porque su
esencia es convertir toda la realidad en utilizable. Pero ¿Cómo puede
esclavizar a un ser esencialmente libre? Haciendo que el hombre deje de pensar
y deponga sus decisiones en la técnica. La técnica vuelve superflua el pensar
subjetivo porque es la condensación del pensar objetivo. La técnica trivializa
el pensar personal porque otorga la prioridad al ente y no al ser. El poder de la esencia de técnica ha destruido la riqueza del habla cotidiana. Del otrora bello uso del lenguaje casi no queda casi nada. La semántica se degrada cada día en semiótica de emoticones. Los grandes pensamientos ya no nos visitan, ya no llegan a nosotros porque la embriaguez técnica es un muro. La socialización inesencial ha matado la posibilidad de acercarnos a lo esencial. La técnica nos ha arrancado de la Tierra y como el mítico Anteo hemos perdido la fuerza al ser desgarrados de ella. Desvinculado de sus raíces la humanidad va muriendo. El hombre de hoy ha sido entregado por entero a la técnica y se transforma en una máquina manejable. Y la estrechez urbana es el símbolo máximo de esa vida artificial doblegada por la técnica. La intelectualidad especializada del mundo tecnificado ya no llega a ver estas verdades. Y todo apego a la naturaleza y al terruño lo tilda de folklorismo. De vivir tan abigarrados en las megalópolis hemos olvidado el valor que tiene la soledad. Y es que la soledad no responde a los intereses de la racionalidad funcional de la modernidad.
ESENCIA DE LA TÉCNICA Y TRAGEDIA CULTURAL
¿Puede la hegemónica cultura técnica salvar a la Cultura de la tragedia? La cultura objetiva de la era técnica predomina, enajena y empobrece constantemente la cultura subjetiva de los individuos. Y justamente esto era lo que pensaba Simmel. La hegemonía de la cultura técnica se da en la modernidad secularizada de Occidente. Es decir, acontece con el ocaso de la metafísica, la filosofía y la religión. Por otro lado, la esencia de la técnica es el control y manipulación del objeto. Entonces ¿será posible esperar que el paso hacia la orgánica y finalista fase neotécnica de la era técnica, pueda repotenciar a la alicaída cultura subjetiva? ¿La repotenciación de la cultura, que otrora estuvo a cargo de la religión, puede ahora estar a cargo de la cultura neotécnica? ¿Existe, acaso, en la esencia de la cultura neotécnica algo que pueda satisfacer los más profundos anhelos humanos de eternidad, absoluto y trascendencia? ¿La fase neotécnica representa una mutación en la esencia de la técnica que de calculadora la vuelva finalista? ¿O al contrario dicha fase será la profundización del inmanentismo y el olvido absoluto de toda trascendencia? Quizá sea temprano en la historia para dar una respuesta convincente. Pero mientras se despeja el horizonte de la técnica en su nueva mutación, seguirán siendo los valores absolutos, eternos y religiosos los únicos capaces de sacar a la cultura de su tragedia y ocaso. ¿Pero se está despejando el horizonte para que la religión sea una tabla de salvación o al contrario se están cerrando todas las posibilidades en este sentido? La avasalladora secularización de la moderna civilización occidental parece confirmar lo último. Y con ello se estaría consolidando la tragedia completa de la cultura en medio de la decadencia de la civilización moderna.
EXTRAVÍO DEL SENTIDO EN LA MODERNIDAD
El pensamiento moderno ha paralizado el pensamiento respecto al sentido de las cosas. Y ello ocurre por responder hegemónicamente al saber científico-técnico, el cual no es comprensión del mundo sino manipulación efectiva de las cosas a través de leyes y regularidades. De manera que la modernidad es más hija de Hume que de Descartes, porque se encuentra bajo el imperio de la percepción. Y en esta utopía epistémica todo el mundo del sentido ha sucumbido. En el proyecto del conocimiento científico los valores pierden sentido porque no son experimentables. Pero la vida humana exige otros órganos aparte de la percepción. El hombre es un ser dotado de sentido espiritual. Lo cual es rechazado por los epígonos de Hume. Atrapados por la superstición científica no ven ni se quiere reconocer otro tipo de experiencia.
DOMESTICACIÓN DEL SER VERSUS DOMESTICACIÓN DEL ENTE
El mito crea el sentimiento de la domesticación del ser, del enigma, del misterio, de lo incondicionado e intemporal. Lo técnico-científico crea el sentimiento de la domesticación del ente, lo útil, lo secularizado, lo condicionado y temporal. La diferencia entre ambos es enorme. Porque mientras el mito proporciona sentido a la existencia, lo técnico-científico otorga sentido al dominio de las cosas en orientación a lo útil. El hombre mítico teme a la nada y a la muerte, a lo que amenaza el ser. En cambio el hombre técnico-científico teme cuando las cosas salen de su control y dominio, pero al mismo tiempo guarda un optimismo ciego en el maquinismo arrollador. El hombre mítico tiene una metafísica primera que da unidad a la existencia concreta. El hombre tecnológico tiene una metafísica segunda que trata de suplir el desarraigo del ser. La filosofía antes de ser ordenación de conceptos fue comprensión de la existencia real rodeada de enigmas. La crisis logocrática de la modernidad que ha deshecho el sentido de la vida, lleva nuevamente a conceder importancia a la metafísica del mito y a las filosofías con intención mítica.
DEMOCRACIA PARA DOMINAR A LAS MASAS
La crisis actual de la democracia la ha revelado como un instrumento del saber técnico para dominar a las masas. Nada de lo técnico se sustrae a la dominación del objeto, lo que conduce a su destrucción. Por eso es ilusa esperar un segundo comienzo de la metafísica dentro del Occidente moderno calculador. La democracia de la modernidad es el despliegue del desarraigo metafísico de Occidente. La dominación de las masas mediante la democracia responde a la misma esencia del saber técnico, como cálculo, maquinación y hegemonía de lo cuantitativo sobre lo cualitativo. La situación presente no ofrece ninguna otra posibilidad salvo la aniquilación de la democracia, aniquilación a la que se dirigen todas las fuerzas comprometidas en la maquinación moderna.
CONDICIÓN ANDINA VERSUS CONDICIÓN TÉCNICA
La pregunta por el rol de lo andino no es una pregunta racial, sino una pregunta metafísica por el tipo de condición humana que esté libre de la atadura de la condición maquinadora del Occidente moderno. La condición maquinadora de la cultura occidental la ha revelado como la región del ocaso civilizatorio. ¿En ese contexto se puede ubicar al pueblo andino como el pueblo apropiado para emprender un nuevo comienzo metafísico de la historia después de los griegos? ¿Si la condición humana andina no está a salvo de la condición hegemónica del saber técnico, no acaba traicionando aquello que parecía entreabierto como posibilidad histórica? El tema de fondo que se revela en toda esta cuestión es cómo dominar a la dominante era técnica. Si el dominante saber técnico ha venido al mundo para quedarse, entonces cómo dominarlo para evitar la destrucción de la condición humana.
LO ANDINO COMO NUEVO ARRAIGO EN EL SER
El Occidente moderno con su ateísmo y nihilismo es la humanidad que decidió olvidar el ser. La modernidad ha sido el lugar propio de una humanidad alienada, donde la razón técnica entronizó la metafísica del ente y desarraigó la metafísica del ser. La humanidad moderna se entregó al desarraigo fuera del ser. Culmina un tipo de humanidad humana demasiado humana. ¿Podrá ser el pueblo andino un nuevo comienzo que con su religiosidad haga posible el nuevo arraigo en el ser?
LA REVERENCIA ANDINA POR EL SER.
La modernidad occidental se ha revelado como la decadencia y el desarraigo del ser. ¿Puede el pueblo andino ser el pueblo del nuevo comienzo del ser? Mientras Occidente secular se destruye, el pueblo andino es profundamente sincrético donde el absoluto inmutable griego se encuentra con el absoluto dinámico precolombino. ¿El sincretismo andino puede ser el nuevo comienzo del ser que lo saque del olvido y desarraigo? No en vano al Inca Garcilaso, Guamán Poma y Santacruz Pachacuti no les fue difícil profesar el cristianismo sin desarraigarse de sus raíces andinas. Para ellos lo inmanente y lo trascendente lucen unidos en su religiosidad, Cristo es Dios que viene al hombre, y por eso mismo les parece inconcebible la crueldad que lucen los conquistadores españoles supuestamente cristianos. Es por eso que en la vida andina no hay dominación del ente sino reverencia del ser a través del ente.
SINCRETISMO HISTÓRICO ANDINO
De Kant a Marx predomina un modelo progresista de la historia, con Heidegger y el Pachacuti andino ese modelo es insostenible. Tanto Heidegger y la historialidad andina -el Pachacuti- hablan de la necesidad de un nuevo comienzo histórico. La diferencia es que en el Mago de Friburgo no es cíclico mientras en lo andino sí lo es. Otra coincidencia es que se trata de tomar distancia de reducir la historia a la maquinación occidental de la razón y el cálculo. En ambos no hay historia de la salvación, porque la historia de renueva cíclicamente. Pero una cosa es la historialidad andina del Pachacuti -hoy perimida- y otra la historialidad andina sincrética -vigente-.En la historialidad andina sincrética hay historia de la salvación junto al rechazo del predominio de la era técnica. Es decir, su sincretismo subsume lo cíclico a lo salvífico. Lo cual ya no es el esquema de Heidegger. Y la autodestrucción decadente de Occidente con su metafísica del ente implica la posibilidad del comienzo de un nuevo pueblo que rescate de su olvido a la metafísica del ser. ¿Puede el andino ser el pueblo del nuevo comienzo de la historia universal? ¿Puede lo andino ser la nueva humanidad que rescate de su olvido calculador y técnico al Ser? ¿La humanidad cuya racionalidad no instrumental está en condiciones de superar el olvido del ser puede salvar al mundo de su acabamiento occidental? ¿Puede el Pachacuti sincrético ser el acontecimiento histórico que supere el destino de occidente, con su agravamiento de la metafísica y su devenir técnico-democrático? ¿Es el sincretismo histórico andino la gran destinación que prepara el otro comienzo?
EL ESQUEMA DESTINAL DE LA TÉCNICA
¿No es caer en la obsesión del comienzo, del fundamento, insistir en el pensamiento sobre el ser? ¿Por qué el esquema destinal andino debe ser diferente al esquema destinal occidental técnico? ¿No es iluso pensar que se puede prescindir y hasta eliminar la era técnica? ¿Acaso la inteligencia técnica no ha venido al hombre para quedarse y desarrollarse? ¿Puede el esquema destinal andino morigerar hasta cambiarlo al esquema destinal de la técnica? ¿Tiene el exterminio humano que estar necesariamente inscrito en el destino de la técnica? ¿No es una especie de temor a la era técnica lo que lleva a pensar en otro comienzo civilizatorio en lo andino? ¿Si la técnica evoluciona cada vez más hacia lo vital, orgánico, ecológico y teleológico, entonces por qué disociarla con la cuestión del nuevo advenimiento del ser? El fin del esquema destinal occidental no implica por fuerza la superación de la era técnica, ni de lo maquinal. Al contrario, la técnica no sólo contiene tendencias perversas y ominosas, sino también presenta nuevas posibilidades al pensar en su fase neotécnica. La fase neotécnica de lo maquinal va más allá del cálculo y lo provechoso. Puede estar abriendo un camino hacia el ser y la superación de la metafísica del ente.
DESVELAMIENTO Y OSCURECIMIENTO DEL SER
Cada desvelamiento del ser es un particularísimo oscurecimiento. La filosofía prehistórica de lo numinocrático fue una metafísica de la presencia a costa del ser como símbolo. La filosofía mitomórfica del paleolítico superior fue una metafísica del símbolo a costa del ser como idea, La filosofía mitocrática del neolítico fue una metafísica de la idea a costa del ser como concepto. La filosofía logocrática de Grecia fue una metafísica del concepto a costa del ser como metáfora. La filosofía teocrática del Medioevo fue una metafísica de la analogía a costa del ser como ente. La filosofía nominalista de la modernidad occidental fue una metafísica de los entes en desmedro del ser como absoluto. La filosofía nihilista de la posmodernidad occidental es una metafísica de lo virtual a costa del ser finito y del ser absoluto.
DE LO FINITO Y ETERNO EN EL SER
No hay verdadero comienzo del ser, sino que hay comienzos verdaderos del ser aunque parciales. A todo verdadero comienzo le cuesta efectuarse, porque nunca es un despliegue con la verdad absoluta sino con la verdad finita. Y por eso mismo nunca desfallece la luz de su inicialidad pura. Por eso la filosofía del ser no es una metafísica de lo numinocrático, mitomórfico, esencias, esencias, existencias, lo finito y lo virtual, sino una metafísica trascendental, porque toda aparición epocal del ser es una participación de la sustancia y esencia de los seres finitos en el valor trascendental del ser. De modo que el pueblo andino y demás pueblos ancestrales pueden ser un nuevo comienzo del ser, que con su religiosidad haga posible el nuevo arraigo en el ser, pero nunca serán el único comienzo verdadero. Incluso el Occidente moderno con su ateísmo y nihilismo es la humanidad que decidió olvidar el ser, pero en ese olvido se encierra otro comienzo parcial del ser. Por ello, la razón técnica al entronizó la metafísica del ente y desarraigar la metafísica del ser inauguró otra parcial revelación del ser. ¿Es posible que esta metafísica del desarraigo, que tiene su fundamento en la razón técnica, pueda devolvernos a otro comienzo del ser? Sí, es posible. La razón técnica al pasar de lo mecánico a lo orgánico, de lo inerte a lo vital, abre una senda nueva en el corazón mismo de la era técnica y con ello en el acceso al ser. No obstante, nunca dejará de ser otro acceso parcial de lo finito y temporal en lo infinito y absoluto. Todo lo cual no es una negación del acontecimiento decisivo del cristianismo, porque una cosa es el relativismo sin absoluto (materialismo y nihilismo) y otra el relativismo con absoluto (lo contingente sujeto a lo permanente).
EL MITO DEL SER
El mito no sólo es parte de la constitución esencial de la conciencia, sino que se da con la realidad misma, se manifiesta en el ser. El mito es el horizonte metafísico en que se manifiesta lo sagrado y adviene la revelación. En el mito está lo divino porque el ser mismo no está más allá de Dios, sino que es El. El mito señala la misteriosa participación de todo lo existente en la divinidad, en el ser. En el mismo horizonte metafísico del mito se hacen posibles los antimitos (oposición entre ciencia y religión), los pseudomitos (mitos con falsa trascendencia) y los mitoides (mitos secularizados, el ser más allá de lo divino). Cada desvelamiento y oscurecimiento del ser se manifiesta en lo mítico. El mito expresa una verdad mediante una imagen. Y el ser antes que palabra es imagen. Por eso la dinámica metáfora poética siempre está más cerca del ser que el congelante concepto. El falso camino del pensar es divorciarlo del mito. La pregunta por el ser implica descubrir la presencia del mito en el mismo preguntar. Por ello, no se trata de superar ni repetir la posición antimitológica, sino de profundizarla. Incluso la misma técnica que entronizó la metafísica de los entes sobre el ser, deviene en mito en la medida que la misma técnica se torna más teleológica, vital y orgánica. ¿Es posible que la humanidad esté marchando hacia una metafísica del desarraigo antimitológico para asumir una metafísica del arraigo mitológico entre razón y fe, mito y ciencia? ¿Es posible que se esté abriendo en medio de la proteica crisis del nihilismo de la modernidad decadente el horizonte metafísico de un humanismo trascendental analógico?
SOCIEDADES DE FILOSOFÍA
La multiplicación de sociedades de filosofía en el Perú es buen síntoma, en términos generales, del despertar del sentido crítico. Pero todo dependerá de quienes tienen la responsabilidad de su dirección. Sería nefasto, a mi modo de ver, que sea instrumentalizada para fines políticos o ambiciones personales. Ese es un riesgo permanente en cada institución. Animé a Francisco Reluz para que fundase una sociedad de este tipo en Lambayeque, lo mismo sucedió con Juan Carlos Asmat en la Libertad y anteriormente con Junnior Guerrero en el Santa. Este último está realizando una magnífica labor de modo sostenido. También procuré que se estrechen los lazos con los Congresos Regionales de Filosofía, como el último realizado en Trujillo por Víctor Baltodano, y con otros cenáculos virtuales, como El sentido de Todo, muy bien dirigido por Nino Carbajal, y los Dosamarus de Percy Ríos Lozano. La Sociedad Peruana de Filosofía presidida por Rubén Quiroz también redobla sus esfuerzos en la difusión de la cultura filosófica. En realidad, estrechar lazos culturales entre instituciones intelectuales resulta imprescindible para dar espacios a valores, investigadores y creadores de cultura que no faltan en nuestro país. Los hombres dedicados a la cultura tenemos el deber de mantener las ideas en efervescencia mediante nuestros libros y demás medios. La labor no es nada sencilla debido a que más del 70 % de la población tiene que luchar diariamente por el sustento diario. Pero no sólo de pan vive el hombre. Además se incentivan los lazos latinoamericanos con pensadores españoles, argentinos, chilenos, colombianos, mexicanos y demás países hermanos. La integración latinoamericana debe nacer de abajo hacia arriba porque los intentos de hacerla de arriba hacia abajo han fracasado.
POESÍA Y CIENCIA
La divina poesía hoy más que nunca -léase
"modernidad tardía"- es una vía de escape ante la oprobiosa hegemonía
total de la ciencia y del racionalismo. Tiene el poder de des-petrificar la
vida del espíritu y devolver el aire puro a las circunvoluciones del alma. El
poeta es un contemplador en el ajetreo del mundo. El poeta exhibe la frescura
de la alborada de la Creación. En su vuelo se abalanza con la suavidad de la
pluma extrayendo las pedrerías marfileñas del orbe.
LOS CUADERNOS NEGROS
Sobre este oscuro episodio nazi de Heidegger que se hizo notorio con la publicación en el 2014 de los Cuadernos negros y que luego se acentuó con la publicación en el 2017 de la correspondencia entre 1930 y 1946 que mantuvo con su hermano Fritz, permanece aun un enigma. ¿Por qué Heidegger mantuvo un nazismo militante cuando el nacionalsocialismo lo vigilaba constantemente después de su renuncia al rectorado en 1934 y le impuso la prohibición de publicar por toda una década? ¿Mantuvo acaso un doble matiz para cuidarse tanto de los aliados como de los nazis? Incluso un amigo tan estrecho como Heinrich Wiegand Petzet -cuyo libro publicado en 1983 sed titula Encuentros y diálogos con Martin Heidegger- y el famoso filósofo francés Jean Beaufret, fueron convencidos defensores del mago de Friburgo en el sentido que se trataban de ataques basados en la difamación y calumnia. Al parecer la verdad está en el justo medio, o sea, el gran filósofo tuvo sus simpatías con el nazismo que con el tiempo se fueron amainando. Otra cosa es preguntarse si su pensamiento filosófico guarda relación con esa ideología vesánica. Me inclino a pensar que guarda relación con otra vesania, con el de la modernidad. Me explico. Lo fundamental de su pensamiento es su convicción de que la pregunta por el Ser ha sido olvidada por la tradición filosófica. Ello exige restablecer la diferencia ontológica entre ser y ente. Incluso Dios resulta siendo un ente. Su ser es un supra-ser, incluso más allá de Dios. Con ello deriva hacia un misticismo inaccesible del ser. En otras palabras, su filosofía es la secularización más extrema de la diferencia ontológica entre ser y ente. Y en eso comparte la vesania del pensamiento moderno.
UN FALSO CAMINO EN EL BOSQUE DEL PENSAR.
Los "Cuadernos negros" han demostrado que Heidegger toma del cristianismo la pretensión de una fundación propia del ser. Pero lo hizo desde un ser que está más allá de Dios. O sea, lo efectúa desde un Supraser. Lo más probable, y la fuente de todos sus errores -entre ellos su fascismo y antisemitismo-, es que tal ser sin Dios no sea. Ya lo había señalado Nicolai Hartmann, que el reemplazo de la pregunta ontológica fundamental del ente en cuanto ente por la sentido del ser, nos lleva al infinito, hacia el sentido del sentido. El ser no tiene sentido, el sentido en sí no existe, sólo existe para nosotros, en relación a algo o alguien. La diferencia ontológica como pregunta heideggeriana por el sentido del ser, fue un falso camino en el bosque del pensar.
DONES
LOS DONES SOBRENATURALES (bilocación, levitación,
estigmas, ayunos, visiones, hipertermia, curaciones, olor perfumado,
psicoquinesia, conocimiento infuso, telepatía, precognición, clarividencia,
espíritu de profecía, hablar en lenguas) son más del demonio que de Dios. Hay
que huir de ellas porque son peligro y engaño. Los grandes santos (San
Francisco de Asís, San Buenaventura, Santa Teresa de Jesús, San Juan de la
Cruz, San Martín de Porres, San Juan Bosco, Padre Pío) las han padecido en
grado máximo y de modo involuntario, pero poco caso han prestado. Quien tales
cosas tienen en gran estima yerra mucho, porque corre gran peligro de ser
engañado por el demonio y tendrá total impedimento para ir a lo espiritual.
Dios también da cosas sobrenaturales sin diligencia y sin habilidad del alma,
pero como prueba, porque tales cosas no consisten en querer o no querer, son
dones que se obra y hace pasivamente en el espíritu. Pero el demonio sabe
ingerir en el alma la satisfacción, vanidad, alboroto, sequedad de sí por esos
dones. Y eso va contra la humildad y genera soberbia. Por tanto, siempre se han
de desechar o no dar importancia a dichos dones. Muchas almas incautas se dejar
extraviar por ellas, pero el principal inconveniente es que van perdiendo las
mercedes de Dios, disminuye la fe, van abriendo las puertas al demonio. Y ya no
pueden volver a Dios porque el demonio ha echado muchas raíces, donde el
incauto va creyendo que esos dones son propiedades de su alma. Magos,
hechiceros, espiritistas y curanderos están atrapados en ellas. Por eso es
bueno cerrarse a dichos dones. Mas los dones que son de Dios penetran el alma y
mueven su voluntad a amarlo y unirse a El.
UFOLOGÍA
ALIENS Y FLECHA DEL TIEMPO
Todavía nos cuesta trabajo pensar que somos la única especie inteligente en el universo. Lo cual está relacionado con el esquema conceptual de la ciencia clásica, basada en la noción de que las leyes generales describen fenómenos repetibles. Pues bien, no somos un fenómeno repetible sino único en el universo. Y ello lo podemos admitir sobre la concepción de la irreversibilidad de la flecha del tiempo, donde pasado y futuro no son equivalentes. Más bien, y a contrapelo de Einstein, se puede afirmar que el tiempo como reversibilidad es una ilusión. Como bien lo indica Prigogine, se trata de reconceptualizar la idea de ley natural, incorporando las nociones de probabilidad e incertidumbre. El universo no es estable. Todo lo contrario, es un sistema de inestabilidad dinámica. Lo cual exige admitir el asunto de la flecha del tiempo. La persistencia de la idea clásica de ley natural es la que induce a pensar en la existencia repetible de seres inteligentes en el universo. Pero no es así. Se trata de que somos un caso único en todo el cosmos.
LA MUERTE
LA NADA DE LA MUERTE
La muerte es una de las formas del desocultamiento de la nada. Sin duda, la más importante porque acaece al único ser que sabe de su muerte: el hombre.
MORIR Y SILENCIO
Morir es un asunto muy serio. No en vano los cementerios son lugares silenciosos. Y es que en el silencio se da la amplitud del pensar.
LIBROS
QUE FUE DE LOS INTELECTUALES
En el libro de Enzo Traverso se plantea la preocupante ausencia del intelectual en la escena contemporánea. Ha desaparecido la actitud crítica de escritores y periodistas comprometidos frente a las coyunturas políticas e ideológicas que marcaron el siglo XX, desde la Guerra Civil Española hasta la lucha por los derechos de las minorías. Con el fracaso de los socialismos reales y la caída del Muro de Berlín, se cierra un ciclo marcado por la utopía del comunismo y se abre otro, que rechaza el ideal revolucionario e impide el debate de ideas, bajo un neoconservadurismo tibio e insípido. Los intelectuales de hoy son gerentes de marketing o asesores de imagen de los partidos políticos, y “expertos”, pretendiendo una neutralidad engañosa. También son estudiosos que, ante la falta de futuro, se abocan a elaborar la memoria. Frente a este horizonte empobrecido, Traverso propone que los pensadores y los investigadores preserven su autonomía crítica y, sobre todo, puedan superar la “especialización” en campos estrechos, para así interrogar y cuestionar el orden del presente. Contra un “humanitarismo” generalizado, que se presenta la virtud postotalitaria y única ideología permitida en una época que ambicionaría ser “postideológica”, se demuestra que el pensamiento disidente no ha desaparecido del todo, y que tiene el potencial para reinventar nuevas utopías.
EN DEFENSA DE LA ILUSTRACIÓN
Libro rebosante de optimismo en los ideales de la Ilustración. Su autor, Steven Pinker, es un científico cognitivo que busca demostrar que la vida, la salud, la prosperidad, la seguridad, la paz, el conocimiento y la felicidad van en aumento, no solo en Occidente, sino en todo el mundo. En una palabra, el progreso continúa y es resultado de la razón y la ciencia. Su esperanza ingenua es una defensa del nuevo dogmatismo de la razón secular y del humanismo sin Dios.
HOMO DEUS
Este filósofo -Yuval Harari- del futuro parece vivir en otro mundo cuando afirma que, a lo largo del último siglo, la humanidad ha logrado lo imposible frenando la hambruna, la peste y la guerra. Sólo ve un lado de la realidad cuando dice que, por primera vez en la historia, más personas mueren por obesidad que por pasar hambre y hay más probabilidades de quitarse la vida que de morir en un conflicto bélico o un atentado terrorista. Homo Deus explora los proyectos, los sueños y las pesadillas que configurarán el siglo XXI: desde superar la muerte hasta la creación de la inteligencia y la vida artificial. Este libro es un brebaje embriagado de optimismo futurista que no desea ver la esencia instrumental del hombre prometeico de la modernidad decadente.
EL FUTURO DEL CAPITALISMO
Paul Collier, es un distinguido economista de Oxford, que busca desesperadamente la salvación del capitalismo mediante la ética y el retorno a Keynes. A su modo de ver el capitalismo se corrompió por abandonar el nacionalismo, el sentido de pertenencia, la reciprocidad y concebir la economía al margen de la moral y filosofía política. Se trata de una vigoriza visión pasadista del capitalismo, que se funda en la convicción que puede ser enmendado y que puede hacer feliz al hombre.
LA SECULARIZACIÓN DE LA FILOSOFÍA
La gran pregunta que plantea este libro -editado por Vattimo- es: ¿El ocaso de la metafísica representa el final de la filosofía y su reducción a mera historiografía hermenéutica? Y la respuesta no será desde los autores del libro sino desde una perspectiva personal. La filosofía moderna al tomar la percepción como originaria y no admitir la cosa fuera de la percepción concluyó rechazando el problema del conocimiento (basado en la separación entre objeto y sujeto) y sepultando el problema de la metafísica (no hay sentido fuera de lo humano). Desde la perspectiva inmanentista de la filosofía moderna el sentido depende de la percepción y no del ser. Más aun, no hay ser sin percepción. Pero esto no es más que una ilusión epocal de una humanidad antropocéntrica que eliminó el horizonte de la trascendencia en sentido metafísico. La distinción entre conciencia y cosa no puede desestimarse porque compete a lo real. Y aunque su demostración racional sea problemática, su aceptación existencial es irrebatible. Es decir, no es por medio de la razón lógica sino de la razón existencial que se recupera el problema del conocimiento y el problema de la metafísica. Esta razón existencial es también mito, fe, creencia, porque lleva a lo incondicionado e intemporal. Y, además, liga la inmanencia con la trascendencia.
LA MIRADA
MIRADA MAGNÉTICA
Todo gran pensador tiene una mirada magnética. Su apariencia física puede ser rústica, pero su mirada no. En la mirada del pensador arde un vidente. Esa mirada inquieta y perturba. Comunica otros colores nuevos y diferentes, por hincarse sobre una nueva dimensión. En su mirada por más que se sitúe en la lejanía perimida, todo resulta de candente actualidad. Se trata de una mirada que en vez de respuestas taladra preguntas. Es una mirada que arrastra y arrebata hacia lo incierto. Esa mirada es el enigma de un mundo diferente, que encierra luz y su propia llave. Se trata de una mirada que deja la sensación de haber percibido el fundamento del mundo.
DEIFOBIA
El significado profundo de la quema de iglesias, mezquitas y templos sagrados -que va más allá de lo político, dado que se ha presentado en todos los rincones del globo en la historia moderna- expresa no sólo el odio indesarraigable e indescriptible que siente el demonio contra Dios, sino también el ciego y afanoso deseo humano de autodeificación. Borrar, exterminar, desaparecer a Dios de la faz de la tierra es el delirio prometeico de la modernidad secularizada y decadente, ensoberbecida por la racionalidad científico-técnica. El hombre divinizado en la inmanencia y sin vinculo alguno con la trascendencia, es el profundo sentimiento del diosecillo terrestre de la religión secularizada en la modernidad. El hombre erigido en la propia norma de su ser, con una autonomía ilimitada, se siente frenético para desmalignizar el mal y malignizar el bien. Y en esa demencia furiosa no sólo se va contra Dios sino igualmente contra el hombre. La DEIFOBIA -odio a Dios- expresa un nihilismo luciferino integral en el hombre, donde se une el extravío del sentido de lo divino, con el extravío del sentido de lo sagrado, la crisis nihilista de la razón y el oscurecimiento del sentido del valor. En una palabra, la deifobia se convierte en moneda corriente cuando la civilización ha tomado la curva de su propia extinción.
¿TRIUNFO DEL PUEBLO?
La jugada maestra de la plutocracia es hacer creer que la renuncia de Merino es un triunfo del pueblo. Cuando en realidad la masa fue azuzada por la coalición de la izquierda oportunista, las AFPs, la banca, la prensa venal y las universidades -que han actuado como aparatos ideológicos del interés privado-. El objetivo: neutralizar al congreso llamado populista que ha dañado los millonarios intereses de la prensa, las AFPs y la banca. Las masas son emocionales, instintivas, irracionales, acríticas e impulsivas. En una palabra, son presa fácil de la manipulación social.
CRISIS DE LA RAZÓN
TOTALITARISMO DE LA RAZON FUNCIONAL SOBRE LA
RAZÓN SUBSTANCIAL
El juicio de Núremberg fue el símbolo de una
época que consagró la idolatría del Estado, la política y el líder. El
sentimiento religioso secularizado se mostró más mortífero, despiadado,
inhumano y sanguinario que en cualquier otra etapa histórica de la humanidad.
El líder político erigido en Dios es tan nefasto como el mercado convertido en
ídolo. Pero todo ello era consecuencia del triunfo de la razón funcional sobre
la razón substancial, que reemplazó lo cualitativo por lo cuantitativo, lo
humano por el resultado, los fines por los medios. La sociedad misma quedó
concebida como maquinaria e instrumento, y el hombre reducido a mera especie
biológica sin espíritu. Núremberg es el símbolo de la curva decadente de una
modernidad consagrada a la fagocitación de sí misma. Las brutalidades que
mostró el hombre en las dos guerras mundiales acabaron con las ilusiones de la
razón ilustrada, el ideal de progreso y de la autonomía humana. Hoy vivimos las
consecuencias más nefastas de este trágico acontecimiento de la modernidad.
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