MARIO MEJÍA HUAMÁN-Filósofo/URP
CRITICA A LA FILOSOFÍA MITOCRATICA
Y DUALISMO METAFÍSICO PREHISPÁNICO
(Editorial Académica Española, 3 Septiembre 2019.
Existe otra versión del 2008)
PRESENTACIÓN
Gustavo Flores Quelopana, ha
puesto en el Internet el artículo arriba señalado; como el tema es importante
para una gran parte de los americanos, sobre todo para indígenas como nosotros
interesados en la construcción de una Filosofía Andina, en aras de que del
diálogo y la reflexión que se hacen sobre nuestra realidad surja lo correcto,
pretendemos contribuir con nuestra crítica a la construcción de una Filosofía
Andina, a la fecha ya iniciada. Realizaremos la exposición de acuerdo con los
subtítulos propuestos por el autor.
1. EN TORNO A LA FILOSOFÍA
NATURAL DE LOS INKAS.
Informe del Inka Garcilaso de la Vega: En los Comentarios Reales de los Incas, Garcilaso, el mestizo qosqoruna
sostiene:
“La astrología y la Filosofía natural que los Incas
alcanzaron fue muy poca, porque, como no tuvieron letras, aunque entre ellos
hubo hombres de buenos ingenios que llamaron amautas, que filosofaron cosas
sutiles, como muchas que en su república platicaron, no pudiendo dejarlas
escritas para que los sucesores las llevaran adelante, perecieron con los mismos
inventores. Y así quedaron cortos en todas ciencias o no las tuvieron, sino
algunos principios rastreados con la lumbre natural, y ésos dejaron señalados
con señales toscas y groseras para que las gentes las viesen y notasen, … La
filosofía moral alcanzó bien, y en práctica la dejaron escrita en sus leyes,
vida y costumbres, …”
“De la filosofía natural alcanzaron poco o nada,
porque no trataron Della. Que como para
su vida simple y natural no tuviesen necesidad que les forzase a investigar y
rastrear los secretos de naturaleza, pasábanse sin saberlos ni procurarlos. Y
así no tuvieron ninguna práctica Della, ni aun de las calidades de los elementos,
para decir que la tierra es fría y seca y el fuego caliente y seco, sino era
por la experiencia de que les calentaba y quemaba, más no por vía de ciencia de
filosofía; solamente alcanzaron la virtud de algunas yerbas y plantas
medicinales con que se curaban en sus enfermedades, … Pero esto lo alcanzaron
más por experiencia (enseñados de su necesidad), que no por filosofía natural,
porque fueron poco especulativos de lo que no tocaban con sus manos.”
b. Opiniones de Gustavo Flores
Quelopana:
Gustavo Flores Quelopana en su
artículo publicado por Internet manifiesta:
“Sobre la sabiduría de los Incas se dedica en la primera
parte de los Comentarios Reales los ocho capítulos últimos del libro segundo;
allí habla de las ciencias que los incas alcanzaron primero en la astrología,
la medicina, la filosofía natural, luego la geometría, la geografía, la
aritmética y la música, por último, sobre la filosofía moral e instrumentos
técnicos”. “No obstante a lo largo de
toda la obra el Inca Garcilaso repite la fórmula sobre los ‘amautas que fueron
filósofos’”
A partir de estos comentarios
Flores Quelopana, formula las siguientes “conclusiones preliminares”:
(i)
Los amautas fueron filósofos por reflexionar sutil y profundamente sobre
realidades sublimes.
(ii)
(ii) Su gran inteligencia y raciocinio se
explayaron en el diálogo, no requirieron de la escritura como modo privilegiado
del discurso filosófico, y
(iii)
(iii) Estos hombres sabios, perspicaces e
ingeniosos individualmente desfilaron desapercibidos porque su preocupación no era
buscar el recalque de su personalidad.
Ahora bien, comparemos lo
escrito por ambos autores:
- Primera comparación:
Garcilaso de la Vega |
Flores Quelopana |
“…entre los Incas ‘hubo
hombres de buenos ingenios’, esto es, de mucha inteligencia y raciocinio… que
los amautas “filosofaron cosas sutiles”. |
“…equivale a
afirmar que expresaron razonamientos agudos, perspicaces y finos sobre
realidades naturales y sobrenaturales.” |
Para
nosotros no hay equivalencia entre lo que sostiene el Inka y Flores Quelopana.
- Segunda comparación:
|
Inka Garcilaso |
Flores Quelopana |
1. |
“La Filosofía natural que los Incas alcanzaron fue muy poca, …” |
“Los amautas fueron filósofos por reflexionar sutil y profundamente sobre
realidades sublimes.” |
2. |
“De la filosofía natural alcanzaron poco o nada, porque no trataron
della. Que como para su vida simple y
natural no tuviesen necesidad que les forzase a investigar y rastrear los
secretos de naturaleza, pasábanse sin saberlos ni procurarlos.” |
“…equivale a afirmar que expresaron razonamientos agudos, perspicaces y
finos sobre realidades naturales y sobrenaturales.” |
Pero, como dice el refrán chino,
más vale un ejemplo que diez mil palabras, quisiéramos que Flores Quelopana nos
demostrara con algún documento, la sutileza y profundidad de esas realidades
sublimes, así como la agudeza, la perspicacia de sus razonamientos sobre las realidades
naturales y sobrenaturales, que él supone filosofaron los hamawt’as.
2. EN TORNO A LA ASTROLOGÍA DE
LOS INKAS.
Opinión
del Inca Garcilaso de la Vega.
El mestizo qosqoruna, entre las ciencias que alcanzaron los incas, cita la Astrología,
y sostiene:
“La astrología… que los Incas alcanzaron fue muy poca,
…” “De la Astrología tuvieron alguna más prá(c)tica que, de la filosofía
natural, porque tuvieron más incitativos que le despertaron a la especulación della,
…las miraron tan materialmente que no pasaron de la vista.” “…como la Filosofía natural y la Astrología,
supieron menos…”
Con la intención de precisar
los términos astrología y astronomía hemos recurrido al Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española y respecto a la astrología hemos encontrado que
esta es más sabiduría que ciencia, veamos:
“…a través de
cuya interpretación y observación se pretende conocer y predecir el destino de
los hombres y pronosticar los sucesos terrestres.”
Francisco Miró Quesada Cantuarias
sostiene que la primera vez que se predijo un eclipse en la antigua Grecia se
hizo mediante la aplicación de cálculos matemáticos. Este descubrimiento, de
Tales de Mileto, cambio el curso del saber, significó el tránsito del mito al
logos; desde entonces se ha afirmado que el conocimiento racional tiene las características
de universal y necesario. Este descubrimiento objetivo, entra en conflicto con la
interpretación. En el conocimiento
racional el sujeto es determinado por el objeto; mientras que en la interpretación el sujeto determina al objeto.
3. EN TORNO A LA MEDICINA
El Inka Garcilaso de la Vega, respecto a la medicina, sostiene:
“Alcanzaron la
virtud de la leche y resina de un árbol que llaman mulli (molle)… Es cosa de
grande admiración el efecto que hace en las heridas frescas, que parece obra sobrenatural”.
Respecto de la
chillca manifiesta:
“La yerba… calentada en una cazuela de barro, hace
maravillosos efectos en las coyunturas donde ha entrado frío y en los caballos
desortijados de pie o mano.”
“Una raíz…
servía para fortificar y encarnar los dientes y muelas. Calentábanla al
rescoldo y, cuando estaba asada, muy bien caliente, la partían a la larga con
los dientes y, así hirviendo, ponían la una mitad en la una encía y la otra
mitad en la otra y allí la dejaban estar hasta que se enfriaba, y desde manera
andaban por todas las encías, con gran pena del paciente, porque se le asaba la
boca”.
Garcilaso hace una conclusión
respecto a la medicina y dice:
“Esta fue la
medicina que comúnmente alcanzaron los indios Incas del Perú, que fue usar de
yerbas simples y no de medicinas compuestas, y no pasaron adelante. Y pues en
cosas de tanta importancia como la salud estudiaron y supieron tan poco, de
creer es que en cosas que les iba menos…”
Consideramos que el mensaje
del Inca Garcilaso es claro y preciso y no requiere de más comentarios.
4. INFORME
DEL INCA GARCILASO DE LA VEGA RESPECTO AL MÉTODO DE FILOSOFAR
En el siguiente cuadro hacemos un paralelo entre
los Comentarios del Inka Garcilaso y los de Flores Quelopana, respecto al método
del filosofar, para demostrar de manera irrefutable la diferencia entre ambos
autores:
|
Garcilaso |
Flores Quelopana |
1 |
“… la Filosofía natural que los Incas alcanzaron fue muy poca, porque, …
como no tuvieron letras, aunque entre ellos hubo hombres de buenos ingenios
que llamaron amautas, que filosofaron cosas sutiles, …” |
“Su gran inteligencia y raciocinio se explayó en el diálogo, no requirieron
de la escritura como modo privilegiado del discurso filosófico…”. |
2 |
“…que filosofaron cosas sutiles, como muchas que en su república platicaron,
no pudiendo dejarlas escritas para que los sucesores las llevaran adelante,
perecieron con los mismos inventores”. |
“Esta forma de pensar discutiendo, conversando, preguntando y
respondiendo entre personas unidas por el mismo interés de investigación, fue
común no sólo entre ellos sino también para buena parte del pensamiento
antiguo hasta Aristóteles.” |
Garcilaso hace notar, la falta
de escritura, por ello sostiene que: “…
la filosofía natural que los Incas alcanzaron fue muy poca, porque no tuvieron
letras”. “aunque entre ellos hubo hombre de buenos ingenios…no pudiendo
dejarlas escritas para que los sucesores las llevaran adelante, perecieron con
los mismos inventores”. Contrariamente el articulista afirma, “…no requirieron de la escritura como modo
privilegiado del discurso filosófico”.
Flores Quelopana reafirma su punto de vista y dice:
“Havelock, es un autor que insiste en la tesis de que
la filosofía surge cuando se pasa de la oralidad a la escritura y a ojos vista,
es toda una exageración.” “A su pesar Sócrates diariamente desarrollaba
oralmente sus ideas y conceptos sin necesidad de recurrir a la escritura, él es
un caso palmario de que los conceptos filosóficos pueden encontrar libre cauce
meramente dialogando sin hacer uso del escribir y que los pueblos orales de
alta cultura fueron grandes dialogadores que pudieron pensar filosóficamente
sin necesidad de fijarlo en escritura alguna”.
Sería interesante también aquí
que el autor comentado nos diera un ejemplo del “libre cauce de los conceptos filosóficos en el diálogo en los pueblos
orales de alta cultura”, pero él no lo hace.
Flores Quelopana añade:
“…la práctica del diálogo implica una importancia
normativa eminente, la cual radica en que exige el principio de tolerancia
filosófica y religiosa, un reconocimiento de una igual legitimidad y de una
buena voluntad de entender otras razones.”
“Más bien, lo que aquí hace
destaca es que el ejercicio dialogado del pensamiento profundo no requiere de la
escritura y justamente los Incas, como dice el mestizo “no tuvieron letras,
pero tuvieron filósofos.”
A nuestra manera de ver esto no es posible en una sociedad teocrática,
donde el gobernante se considera hijo de Dios y sus órdenes voluntad de Dios,
era imposible que se pusiera en tela de juicio el conocimiento de los sabios o
los mandatos del gobernante. Por otro lado, tampoco es concebible que en las sociedades
teocráticas se haya dado la tolerancia religiosa como principio, bástenos como
ejemplos la Santa Inquisición de la religión católica y del fundamentalismo
musulmán. Nosotros consideramos que la democracia fue un requisito
indispensable para que se gestara y naciera la filosofía en la Grecia Clásica
puesto que ella permitía discutir todo saber. Sin embargo, debemos advertir
que, una vez nacida la filosofía muestra su poder, no en épocas de democracia
sino en épocas de dictadura. Es el momento en que se demuestra que uno es amigo
de la verdad y no del dictador de turno. Consideramos que no es difícil apoyar al
sistema vigente, lo difícil está en señalar los errores del sistema vigente y
plantear formas alternativas al discurso establecido u oponerse a ella. Volviendo a nuestro tema,
justamente porque Sócrates no dejó escrito alguno, hoy no es posible tener una
apreciación objetiva de su pensamiento. A Sócrates, apenas se le conoce por los
testimonios de Platón y Aristóteles, o como sostiene José Ferrater Mora: “La figura de Sócrates es muy compleja; tanto
ella como sus doctrinas han sido objeto de numerosos debates. Las fuentes
directas por las cuales conocemos a ambas (la comedia ática, Platón y
Jenofonte) no permiten formarse una imagen completamente clara del filósofo”. Fernando Savater en su artículo: El porqué de la filosofía, Las preguntas de
la Vida, escribe refiriéndose al dicho de Sócrates “sólo sé que no sé
nada”:
“… Si no sabe
nada, ¿para qué vamos a escucharle…? Lo que tenemos que hacer es aprender de
los que saben, no de los que no saben.”
Ahora bien, creemos que el
momento es oportuno para hacer una diferencia entre el sabio y el filósofo y,
entre el científico. Flores Quelopana manifiesta: “Los incas no tuvieron letras, pero tuvieron
filósofos”, para nosotros es lo contrario, los inkas conocieron la
escritura que es la qelqa o el
sistema alfanumérico del khipu, pero
no tuvieron filósofos en el sentido estricto de la palabra. Respecto de si
conocieron o no la escritura, bástenos la experiencia vivida por el cronista
Pedro Cieza de León en Jauja. Para nosotros, la sabiduría
andina, es el conocimiento ligado al mundo amanual, si se quiere, al mundo del
hombre espaciotemporal, de eso que se llama, saber de vida, que en quechua se
expresa como yachay y se traduce al
castellano como: saber, vivir; saber de vida. Mientras que la ciencia es una conocer
preciso, exacto sistemático, objetivo y verificable, en quechua se puede
expresar con el término reqsiy. La
sabiduría es más amplia y profunda, mientras que la ciencia es precisa, exacta,
como sostienen Aristóteles y Garcilaso de la Vega, para quienes la ciencia es
un conocimiento “por su principios y causas”.
En cambio, el saber filosófico, como sabemos, no es el saber de los sabios
(σοφος) sino de los amantes de la
sabiduría, que aplicado a los Andes no sería saber de los hamawt’as, sino de yachay-wayllukuqkunaq: amantes de la sabiduría, los mismos que no
existieron en el mundo andino prehispánico. En este punto debemos
responder a Flores Quelopana que la escritura
y la democracia fueron importantes e
indispensables para el nacimiento de la filosofía. Puesto que en filosofía se
enseña y se discuten proposiciones, no expresiones emotivas, directivas,
expresiones librescas y sin sentido.
5. LA TEOLOGÍA DE LA LUZ DE FLORES QUELOPANA
Para continuar nuestro diálogo veamos la siguiente afirmación del autor:
“…los amautas filósofos si supieron levantar el entendimiento
a cosas invisibles, lo cual es coherente además en una sociedad teocéntrica y
en un gobierno teocrático”.
En este punto es necesario
precisar qué entiende el autor por cosas
invisibles, ya que, si bien para el conocer es importante el órgano de la
vista, como el mismo Aristóteles sostiene en la primera página de su Filosofía Primera o Metafísica, para el andino lo es también el tacto, el olfato y los
demás sentidos, puesto que este, percibe la naturaleza, lo siente, oye, huele y
hasta conversa con ella.
Continúa Flores Quelopana y sostiene:
“Todo esto nos lleva hacia un enriquecimiento de la
idea misma de sabiduría, según la cual además del aspecto intelectual y
práctico, el concepto de sabiduría inca implica un rico contenido religioso que
absorbe y subordina a los otros. Pues, la divinidad solar incaica representa un
acercamiento de la noción de sabiduría a la luz o conocimiento perfecto de lo
divino.”
Nosotros consideramos que la
sabiduría indígena es una sabiduría de vida, pero ello no indica que ésta se
absorba y subordine a lo religioso. Al padre el Sol, Inti Tayta, se le rindió culto por su luz, por su calor y por hacer
posible la agricultura para el sustento de los hombres, pero de esto no se puede
inferir que la sabiduría inka estaba relacionada a la luz y al conocimiento de
lo perfecto. Para nuestra apreciación, la sabiduría inka estaba relacionada a
la vida real.
A continuación, el filósofo mitocrático sostiene que:
“La teología incaica está transida por una metafísica
pagana de la Luz del cristianismo católico. En esta teología inca no hay el
drama metafísico de los gnósticos, ni hay revelación como en los hebreos, pero
si hay aproximación a través de la razón natural con el principio plotiniano
que concibe a la sabiduría como el conocimiento supremo que el sabio posee de
lo Uno y de sus hipóstasis.”
Este comentario, que la teología incaica esté transida por una metafísica
pagana de la luz del cristianismo nos parece una apreciación equivoca. Para ser
cristiana tendría que estar transida no por la metafísica de la luz sino por la
metafísica del amor (άγαπη). Por otro lado, el concepto quechua wiraqocha o pachakamaq no está relacionado con la luz. Para Flores Quelopana los
filósofos inkas habrían partido de:
“… una sabiduría superior
que permite reconocer el principio del universo, rendirle adoración y señalar
el destino del alma individual más allá de la muerte.”
Nosotros podríamos sostener, a
partir del análisis de la racionalidad andina, sustentado en el yuyay, es inductiva, por lo que no
podría sostenerse que los supuestos filósofos hayan partido del “principio del universo”, esto es del teqse. Además, nos parece que esto del “destino del alma individual más allá de la
muerte”, es una concepción que se ha injertado al pensamiento andino como
consecuencia de la influencia de la religión católica.
Flores Quelopana sostiene:
“La sabiduría de lo divino se convierte debido al
cosmos, en cuyo marco es tan inaceptable la separación entre lo teórico y lo
práctico, como la separación del individuo respecto al universo. A este aspecto de totalidad en filósofo
alemán Estermann lo denomina el principio de la complementariedad, como
categoría dominante en la racionalidad andina.”
No comprendemos cómo la sabiduría de lo divino puede convertirse debido al
cosmos. ¿Querrá decir en objetivo o finalidad del universo? Tampoco le
encontramos sentido a que, en ese marco sea aceptable la separación entre lo
teórico y lo práctico. En runasimi,
no es lo mismo yuyay (pensar, teoría)
que ruway (hacer, realizar) por tanto
son dos situaciones o dominios distintos, pero que los hombres los unen cuando
transforman la naturaleza. Por otro lado, los indígenas americanos se
consideraron parte de la naturaleza, pero no la naturaleza misma; por tanto,
hay diferencia entre individuo y universo, como hay diferencia entre yo (noqa) y eso (chay), sin embargo, en la concepción indígena, que hoy podríamos
llamar sistémica, el hombre necesita de eso, del mundo o pacha para ubicarse y realizarse. Como se puede apreciar por las
citas, un poco más, y podría pensarse, según Flores Quelopana, que los teólogos
inkas igualaron o superaron a los teólogos medievales católicos.
Seguidamente el autor presenta otras conclusiones preliminares:
vii. Por sabiduría entendieron los
amautas preponderantemente el conocimiento de lo divino.
viii. Esta sabiduría absorbe y subordina a los
otros saberes (incluso la arquitectura del Cusco imperial en forma de puma
revela este precepto)
ix. Y permite reconocer el principio del mundo,
así como el destino del alma.”
Los mismos que
analizaremos a continuación.
6. El SABER INKA Y EL CONOCIMIENTO
DE LO DIVINO
Gustavo Flores
Quelopana sostiene que los amautas entendieron por sabiduría preponderantemente
el conocimiento divino. Para nosotros, si ello es correcto, las categorías: yachay, reqsiy o rikuy, que expresan algunas formas de saber o conocimientos andinos
tendrían alguna relación con: lo divino, con la teodicea o la teología; pero
esto no ocurre en quechua.
Así mismo el
articulista sostiene que la sabiduría inka absorbe y subordina a los
saberes. Consideramos que, el hecho de
que se hayan construido templos o que la ciudad del Cusco tenga la forma de un
puma, no significa que la ciudad del Cusco era un gran templo, esto sería caer
en una Falacia de Distribución.
No sabemos de dónde
infiere Flores Quelopana que la sabiduría de los hamawt’as signifique el conocimiento de lo divino. No da
referencias como para poder analizar y discutir tal afirmación.
Respecto al sentido
de la filosofía prehispánica Flores sostiene:
“Tampoco es cierto que este vínculo de la filosofía
con lo religioso haya producido el rebajamiento de la filosofía, ese es un
prejuicio intelectualista de la ilustración atea y del positivismo cientificista
decimonónico, al contrario, la filosofía se empobreció cada vez que perdió su
problemática religiosa.”
Como sostuvimos
recurriendo a la posición de Miró Quesada, con el descubrimiento del saber
racional, en la Grecia presocrática, se inicia, como sostuvimos, con el
divorcio entre la filosofía, el mito y la religión. Con ello no queremos
sostener que el conocimiento religioso es inferior, de ninguna manera. El
conocimiento religioso que se da por la fe o por la vivencia mística, es otra
forma o nivel de conocimiento que no debe o confundirse con el saber racional. Para nosotros ha sido un error serio querer entender a Dios mediante la
filosofía, y hacer de la filosofía una esclava de la teología o de la religión.
El catolicismo equivocadamente en el medioevo pensó que se debía creer para
entender y entender para creer, (intellige
ut creas- crede ut intelliges). De tal manera que la creación de las
universidades con esta finalidad fue un acierto cultural, pero un error
religioso. Por otro lado, volviendo
a nuestro diálogo, pensar que lo religioso haya significado un rebajamiento de
la filosofía, sea un prejuicio intelectualista de la ilustración ateo y del
positivismo cientificista decimonónico, no es del todo cierto, Los primeros
filósofos como Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxágoras, Heráclito, etc., no
son de la época positivista decimonónica, sino de unos XXV siglos anteriores al
siglo XIX y, ya habían sentado las bases racionales como para guardar distancia
de lo religioso. No negamos que se
puede hacer filosofía de la religión o de dios, pero los fines de estos son
diferentes. La una satisface nuestro conocimiento racional y hasta es posible
que nos lleve a la soberbia; mientras que la fe nos lleva a la humildad y, a
reconocer que por encima de las fuerzas naturales del mundo a-manual, existen
otras fuerzas sobre o por encima-de-lo natural. De todo esto
tampoco es lógico sostener, como piensa Flores Quelopana, que:
“El carácter de la filosofía de los amautas esta
condicionado por una fuerza arquetípica espiritual propio, a saber, lo
mesiánico que santifica al mundo, requerido por una necesidad de armonía con lo
celeste.”
Sostener que el saber de los hamawt’as o amautas, como se dice en castellano peruano, es mesiánico y
santificador es un disparate; con este tipo de apreciaciones, no le hacemos
ningún favor a las investigaciones del pensamiento andino prehispánico, ni a la
filosofía andina que se va formando; ellos no reflejan nuestra visión
ancestral. Sus argumentos nos hacen pensar que no se está reflexionando sobre nuestra
pacha, (nuestra realidad). Si no sobre uno diferente.
Continúa Gustavo
Flores y escribe:
“Finalmente al hablar sobre el sentido del filosofar
prehispánico estamos haciéndolo sobre lo que lo distingue respecto del filosofar
occidental: su sentido mitocrático –tradición religiosa como base principal de
su reflexionar filosófico- frente al sentido logocrático de Occidente, atención
al empirismo circundante y el desarrollo de la idea de ciencia como infinidad
de tareas-.”
“El asombro filosófico puede tener un sentido
racional-discursivo, pero también otro intuitivo-poético-religioso. Ambas son
legítimamente filosóficas, su contenido de asombro ante el misterio es el
mismo, varía en su forma conceptual o intuitiva.”
“En fin, Garcilaso al final del siglo XVI se encontró
en el Perú con un filosofar que estaba unido a la teología y religión, lo que
percibió como una base común entre los filósofos europeos de entonces con los
amautas filósofos del incario, no sin dejar se señalar sus diferencias. Las
diferencias serán más culturales y espirituales que propiamente filosóficas
entre los distintos orbes civilizacionales.”
Una vez más,
insistiríamos en estas tesis se demostrarán con un documento que la teología y
la religión inkas estaban unidas a la filosofía.
7. LA
REALIDAD EMANATISTA DEL INCARIO.
a. Pachakamaq “vivificador y no
“creador”
En adelante cambiaremos nuestro procedimiento
de exposición, en tal sentido presentaremos primero nuestra apreciación para
luego contrastar con las concepciones de Gustavo Flores Quelopana y demostrar
su error. Pensamos que el autor se deja llevar por la imaginación y la
fantasía; elucubra sin consignar documentos, como decíamos líneas arriba, un
poco más y lo único que les habría faltado a las inkas es haber esperado a los
españoles bautizados y confesados. En primer lugar, a pie juntillas admite los
comentarios de Garcilaso de la Vega respecto a Dios. El mestizo qosqoruna tiene más de un error de
apreciación, cosa que puede ser distinguido por cualquier quechua hablante
medio. La obra de Garcilaso no debe ser
tomada de manera fundamentalista. Probablemente sus conocimientos del quechua
tampoco hayan superado el de un ciudadano medio, por tanto, sus opiniones no
son acabadas y absolutas.
b. En quechua:
Pachakamaq:
es un término compuesto de: pacha y kamaq. Pacha, significa: espacio,
tiempo, mundo y naturaleza. Kamaq: es
participio activo del verbo quechua kamay
que significa: crear. Por tanto, la palabra significa creador, el que crea. La
conjunción de ambos términos tendría el significado de: creador del espacio del
tiempo, del mundo y de la naturaleza.
Quelopana, como vamos a observar líneas abajo interpreta kamay como vivificar, o dar vida; esto
es absolutamente erróneo. En todo caso,
vivificar en quechua se podría traducir por: kawsachiy o kawsay qoy, o como aparece en la oración de
Juan Santa Cruz Pachakuti Salqamaywa, el mismo que entre otras cosas dice:
|
Runasimi |
Traducción al Castellano |
1 |
¡Ah teqse wiraqocha! |
¡Oh! Señor del Universo |
2 |
Pachayachachi |
Vivificador del mundo |
Como Ud., podrá apreciar, la diferencia es total:
|
Creador |
Vivificador |
1 |
Pachakamaq |
Pachayachachi |
En el quechua
ayacuchano yachay, significa saber,
vivir. Si quisiéramos preguntar a un ayacuchano y a un qosqoruna, respectivamente
debíamos preguntas con las siguientes palabras:
|
Al ayacuchano |
Al qosqoruna |
1 |
Maypi yachanki (¿Dónde vives?) |
Maypi tiyanki (¿Dónde vives?) |
El desconocimiento
de esta distinción hace decir a Flores Quelopana todo lo que sigue de Garcilaso:
“Como clérigo cristiano sabía que el espíritu “vivificador”
es, según San Pablo, el Hombre–Dios, la fuerza posee de homo coelis. Conocía también, por sus largas
conversaciones con el amigo jesuita el padre Prado y el agustino Agustín de
Zárate, así como por el estudio de la filosofía y de las obras del
neoplatonismo florentino, que solamente el Hombre-Dios posee en si la
naturaleza divina entitativamente y en su plenitud sobreabundante, y que, por
naturaleza, por su origen celestial, es un hombre coelesis o también spiritus
vivificans. Por ello, su mencionada
discrepancia con Pedro Cieza sobre la traducción de la palabra Pachacamac no es
solamente un asunto etimológico, sino eminente teológico-filosófico.
Por otro lado, Pacha-kamaq no
significa animar el mundo, ni siquiera en sentido figurativo porque animar en
quechua, como ya lo señalamos es kawsachiy,
o kawsay qoy, y en la variante
ayacuchana: yachachiq o pachayachachiq. Como sabemos, el
término animar castellano proviene de la palabra ánima (del latín ánima) que significa: alma. En quechua
no se puede decir que Pachakamaq, sea
un dador de vida, un animador, un vivificador en el sentido como interpreta
Flores Quelopana. Es más, en quechua alma significa nuna.
Por tanto, en quechua dios animador sería: nunachaq
apu, o nuna qoq apu y no Pachakamaq. Así mismo en una parte de la
oración a Wiraqocha, de Santa Cruz Pachakuti,
dice: runa ruraq, esto es, hacedor del hombre. Con estas advertencias, veamos
manera incorrecta de la apreciación de Flores Quelopana, él dice:
“No es pacharurac porque rura quiere decir “hace”, es
Pachacamac porque Camac significa “animar”. No es “hacer” el mundo, es “animar”
el mundo, dar vida al universo, …”.
Luego, el autor a
quien comentamos sostiene que, el Espíritu Santo es la Persona del amor, es
decir, la Persona que corresponde a la fecundidad del amor divino, su
naturaleza es vida. De este modo, lo que Flores Quelopana afirma, es que los
amautas vislumbraron el Espíritu Santo en Pachamama
como animador del mundo. Para Flores, Garcilaso
al introducir esta precisión no sólo hace justicia al término lexical, sino que
se subraya la presencia del Espíritu Santo, calor verbi, entre los incas. Por
el momento bástenos con estas aclaraciones. Sobre la relación del Inti (Sol), “calor verbi” o Espíritu
Santo, Flores Quelopana manifiesta que: su reino justo y civilizador estuvo
animado por el espíritu que guio por la senda de lo moralmente bueno, que lo
dirige hacia Dios; y siendo la “vida” la naturaleza del Espíritu Santo, ella
corresponde a la fecundidad del amor divino entrevisto en Pachakamaq; que el espíritu Santo como santificador de las
criaturas en general es la comunicación de la naturaleza divina al mundo, pero, que esta comunicación
no procede de Dios por el camino de la naturaleza –panteísmo-, sino por vía del
amor –cristianismo- , cuya Persona es el Espíritu Santo. Textualmente Gustavo
Flores escribe:
“Esto, representa tanto como decir que Garcilaso
sugiere, puesto que no lo podía afirmar taxativamente por no ser teólogo y el libro
aparecía con la censura de la Inquisición, que a los incas les faltó concebir
Dios-amor cuya comunicación no es vía naturaleza. Pero si concibieron que la
vida y dicha natural de los seres o criaturas sean una expresión y un efluvio
del amor divino, un soplo que emana del mismo, amor inefable e incomprensible,
fundamento y raíz de todos los misterios, es la gratia increata que inunda a
las criaturas de vida divina.”
“Para Garcilaso, … en Pachacamac no hay actos de
Creación, no es “hacedor”, hay actos de emanación, es “vivificador”; en todo caso
es primera causa ontológica de “animación, pero no de “creación”.”
Respecto a la
siguiente cita, el autor ubica a Garcilaso como sigue:
“En buena cuenta, él está contra los elementos
desfiguradores del quechua que introdujeron los españoles, quienes crearon nuevas
palabras quechuas, y a otras les dieron una significación diferente para
amoldarlas a su pensamiento y al pensamiento cristiano”. “… lo que Garcilaso de
la Vega hace es corregir estos groseros errores y alteraciones introducidas por
la abrumadora crónica española, e incluso india.
Seguidamente
veremos otro error de Flores Quelopana, que consiste en sostener que en quechua
no existen pronombres. Quien está refutando en este artículo a Gustavo Flores
Quelopana es quechua hablante, autor de textos para el aprendizaje del idioma
inka: el runasimi o quechua, como tal manifiesta que el quechua es un idioma
vivo, y tiene los siguientes pronombres.
|
Quechua |
Castellano |
1. |
Noqa |
yo |
2. |
Qan |
Tú |
3. |
Pay |
El, ella. |
4. |
Noqanchis |
Nosotros (incluyente) |
5. |
Noqayku |
Nosotros (excluyente) |
6. |
Qankuna |
Vosotros |
7. |
Paykuna |
Ellos, ellas. |
Pero como hemos
leído, el autor afirma que: “El quechua
es un idioma… sin pronombres…”
En el idioma andino ocurre como en cualquier
idioma en que no todos los hablantes son cultos, por tanto, en su conversación
cotidiana no utilizan sino un número reducido de términos. Respecto a sus
apreciaciones del quechua, la situación es aún peor, porque si bien el quechua
floreció después de la conquista, al haberse convertido en el idioma general de
la evangelización y al ser escrita a la manera occidental, el quechua devino a
menos, después del levantamiento de Thupa
Amaro, entonces el ímpetu de la alfabetización
a los nativos disminuyó considerablemente. Bástenos citar las palabras de José
Carlos Mariátegui, quien al referirse al nacimiento de la república peruana
sostiene que la república se formó sin el indio y contra el indio. Pero, veamos
la cita de Flores Quelopana:
“en la actualidad muchas palabras están en desuso, el
indio del presente ni siquiera habla bien el quechua, sin escritura fonética
carece de control y precisión, …”
El autor no está informado de la existencia de
la Academia Mayor de la Lengua Quechua creada por Ley, la misma que norma el alfabeto
quechua y reconoce ciertas particularidades para cada una de sus variantes. En
la actualidad, no sólo en quechua sino también junto con otros idiomas
minoritarios de nuestra selva, los dialectos superan los 80, de los cuales ya
se escriben 65, algunos cuentan con la Biblia completa traducida a su idioma y,
en otros dialectos se está en proceso de traducción. Por su puesto, previamente
se alfabetiza a los usuarios y se realizan investigaciones lingüísticas de los
idiomas minoritarios, y su concepción del mundo. Entre otros textos traducidos
podemos manifestar que últimamente se ha Traducido al quechua El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la
Mancha de Miguel Cervantes Saavedra. También se han traducido La Constitución
Política del 79 (Editado por la Municipalidad del Cusco), y La Constitución Política del 93. En los últimos
50 años se han escrito más diccionarios, gramáticas, e investigaciones del
quechua. Actualmente, existe una bibliografía mayor que en los siglos pasados.
Sin embargo, debemos manifestar que en la colonia se tradujeron sermonarios y
catecismo de la doctrina cristiana al quechua. El primer documento impreso en
Lima, por la recién llegada imprenta en la colonia fue de un catecismo en
quechua. Sin embargo, veamos la cita:
“… en quechua de una región a otra varía en su alfabeto,
así el cuzqueño tiene 23 letras mientras e chanca 20, todo lo cual impide
formular un alfabeto quechua único. Es un idioma que da la impresión de estar
en proceso de desintegración.”
Lo que sigue no se puede afirmar con
absoluta certeza ni siquiera de Israel “el pueblo escogido por Dios”; veamos lo
que el autor a quien refutamos escribe:
“Para Garcilaso la civilización incaica fue dirigida
por un pueblo cuyos hombres estaban vivificados y penetrados por el Espíritu de
Dios, eran hombres espirituales cuya finalidad última era lograr para todos los
hombres su disposición por la santidad –que no excluye sino exige el trabajo
según la condición social-, como participación de las criaturas en la nobleza
de la vida divina”.
“Esta santidad de los hombres sin ayuda de la revelación
significa el reconocimiento de la intención y ánimos piadosos, que convergen
haciendo del hombre una criatura verdaderamente buena. La vocación civilizadora del incario era, en
buena cuenta, una obra de santidad en la justicia divina de una conversión de las
almas a Dios”.
En lo que continúa nuestra
discrepancia con Garcilaso de la Vega, vemos lo que escribe respecto a Teqse Wiraqocha o Ticiviracocha:
“… que ni él ni los indios saben lo que significa. Fue
un invento de los cristianos españoles, que como vieron que en el tempo de
Pachacamac el demonio hablaba en su nombre, se dieron por inventar el término
de Viracocha. “pero si a mí, que soy indio cristiano católico, me preguntasen
¿cómo se llama Dios en tu lengua? Diría: Pachacamac, porque en aquel general
lenguaje del Perú no hay otro nombre para nombrar a Dios, sino éste, y todos
los demás que los historiadores dicen son generalmente impropios” (op. Cit.,
lib. 2, cap. II)
Efectivamente, Garcilaso manifiesta no saber
nada de Teqse Wiraqocha; es más, afirma
en otras palabras, que es un invento de los cronistas como Pedro Cieza de León.
Nosotros nos preguntamos si Garcilaso no habría sabido del Templo de Wiraqocha en Raqch’i, del departamento del Cusco, provincia de Canchas, refundada
en la colonia con el nombre de San Pedro de Raqch’i,
donde existía y actualmente existe, una imponente ciudadela religiosa. Ante
tremenda realidad, ¿cómo sostener que Wiraqocha
es un invento de los conquistadores, cronistas o sacerdotes católicos? Por otro
lado, debemos manifestar que Pachakamaq es el nombre con que se conoce a Wiraqocha creador. Para nosotros Wiraqocha es el nombre verdadero de Pachakamaq. Flores Quelopana sostiene
que:
“Esos nombres compuestos son inapropiados para
dárselos al dios de los incas, pues considera que estos cambios de
significación del nombre o verbo en la composición son de suma importancia para
que los indios admitan correctamente la enseñanza de la doctrina cristiana.”
8. DEL DUALISMO EMANATISTA Y LA NADA ABSOLUTA:
En lo que sigue, se argumenta que Pachakamaq
es un dios vivificador y no creador, por tanto, lo que continúa no son sino
elucubraciones arbitrarias del autor, por ejemplo, sostener que Pachakamaq es una sustancia espiritual
que actúa sobre una sustancia material. En quechua prehispánico no existía la
categoría materia, por tanto, no era posible reflexionar de este modo. Hoy
podría reflexionarse lo que Flores Quelopana supone, pero esto ya no sería
filosofía ni teología inkayka, menos una ontología inkayka.
Veamos lo que el
autor sostiene:
“Una concepción dualista se deriva del dios
vivificador incaico, Pachacamac es la sustancia espiritual y actúa sobre una
sustancia material que no nombra Garcilaso.”
“¿Por qué lo
dejó sin mentar, le bastó acaso subrayar el carácter no creador del dios que
anima el mundo, no se contaba con la palabra en quechua que designara alguna
materia primordial, a aquella materia sin vida o sin ánima, los conceptos
metafísicos se encontraban aun en pleno desarrollo por los incas-amautas, el
término ya existía, pero no llegó a conocerlo – Garcilaso- por su temprana ida el del Perú? Es
probable que ésta última sea la causa de su incompleta información metafísica-conceptual.
Respecto al
dualismo, debemos manifestar que esta concepción no es exclusiva de la cultura andina,
sino de toda cultura desde sus inicios; para ello no necesitamos reflexionar
mucho, sino vivir en el mundo y experimentar los acontecimientos que ocurren en
ella. Así, todo grupo humano ha constatado lo que es el día, la noche; el sol,
la luna; el calor, el frío; la vida, la muerte; el ser y el no ser; lo bueno y
lo malo; lo bello y lo feo; lo grande y lo chico, lo digno y lo indigno; lo que
es alto y bajo; arriba y abajo; derecha e izquierda, etc. Sin embargo, para
hacer una reflexión filosófica sobre los contrarios, o el ser y la nada, se de
mayor reflexión a manera de los griegos o a manera que la propone Francisco
Miró Quesada Cantuarias: de manera racional, crítica, objetiva; divorciada del mito
y de la religión. La abstracción y
la generalización hacen posible que los hombres alcancen el nivel de unidad.
Así los inkas alcanzaron el nivel de unidad en Wiraqocha, y no tendría un contrario real que sea la nada. Otra prueba de unidad alcanzada en el Estado
inka es que el gobernante era un solo inka, consideramos que, equivocadamente
los defensores de la teoría de “los binarios opuestos” sembraron la idea de que
el Estado inka tenía dos gobernantes al mismo tiempo; uno de la parte superior
y otro de la parte baja; esto es un desconocimiento de la concepción andina del
mundo. A pesar de que Garcilaso sostiene que los inkas conocían al demonio como supay, debemos decir que ello no es
exacto. El concepto de supay como diablo es invención española. Supay para Fray Domingo de Santo Tomás,
quien confeccionó el primer vocabulario quechua, es “ángel”, como genio en
griego. De manera que para expresar diablo y ángel occidental dice: allin supay, para lo que llamamos simplemente ángel, y millay supay para lo que llamamos demonio. Para la concepción griega,
todas las personas llevaban un genio internamente; unos tenían un genio bueno,
y otros, un genio malo; pero, ello no debe significar que los que llevaban al millay supay, dentro Satanás, llevaban un
Satanás. Consideramos que, es una superación del dualismo, la concepción de que
en la concepción andina no se conocía los conceptos de bueno y malo, sino, de bueno y no bueno. Esto es de: Alli y
su negación, mana alli. En quechua lo contrario de alli es mana alli. En castellano lo contrario de bueno es malo. Los inkas
trascendieron el nivel de la concepción dualista del mundo, llegando a concebir
lo uno. Como esta reflexión nunca se ha hecho en quechua, por el momento,
todavía nadie ha podido decir en quechua, la “nada absoluta”, “dualismo metafísico”,
“negación de lo existente”. Pero leamos lo que Flores Quelopana elucubra:
“En el dualismo
que supone la idea de Pachacamaq está en su base, como en todo dualismo
metafísico, la presencia de la idea de la negación radical de la totalidad de
lo existente, es decir está presente la idea de la Nada Absoluta”.
“Pero como Dios es la Nada que es algo. Esto es, que
en el cristianismo está inherentemente presente las dos ideas de la Nada, como
absoluta en la Creación y como algo en la Generación. Esta deducción, en vez de
contradecir nuestra afirmación anterior, según la cual al dualismo le
corresponde como idea básica la idea de la Nada como algo y al monoteísmo la
idea de la Nada absoluta, la confirma puesto que la Nada absoluta del
monoteísmo creacionista cristiano es con respecto a la Creación, y Nada como
algo es con respecto a la Generación”.
“La idea del dios Pachacamaq, cuyo ser es vida auto
desplegada en el mundo-universo, supone un dualismo emanatista, una sustancia espiritual
ante una sustancia material, esta última es como el no-ser que es algo, aquello
que carece de la vida, encarna la Nada como algo, y por consiguiente no asume,
ya sea por desconocida o rechazada, la idea de la nada como absoluto”.
9. LA ARMONÍA DE
LOS CONTRARIOS Y LA FILOSOFÍA MITOCRATICA.
Respecto a este punto, quienes medianamente
conocen de la cultura inka, saben que los incas eran prácticos. Tuvieron como
prioridad la solución de problemas reales, esto es del mundo de las cosas, la solución
de los problemas vitales inmediatos; justamente por ello, alguien ha opinado,
que los inkas pensaban con las manos. De acuerdo con la filosofía occidental,
bien podríamos denominarlos pragmáticos. Por tanto, nuestra discrepancia es
total con la cita de Flores Quelopana que podemos leer a continuación:
“El hombre prehispánico no es un hombre que se plantee
sólo vivir con el uso de la pura inteligencia, instaurando como en los griegos-
una pura fe en la razón, sino que, por el contrario, no perder contacto con lo
numinoso y desrealizador del pensamiento metafórico.”
Sin embargo, los
inkas no se agotaron solo en la explicación, como sostiene Flores Quelopana en
el pensamiento mitocrático, sino que su racionalidad fue empirista, esto es su
concepto de la racionalidad se enmarca en el pensamiento inductivo y no del
deductivo, como el racionalismo idealista lo hizo Occidente. El racionalismo
andino, que es empirista o pragmático, se sustenta en la categoría yuyay que significa: memoria
entendimiento, voluntad, conciencia.
Esta forma de racionalidad sustentada en la experiencia no es el
“imperio del plurisigno” como vamos a leer abajo: Su horizonte mental no es el
imperio logocrático del concepto, muy propio de la civilización occidental,
sino el imperio mitocrática del plurisigno.
Cuanto más se estudie
el mundo andino inka, más cierto se está de que fueron grandes planificadores;
precisamente para evitar los efectos del azar, de lo contingente, del enigma,
los inkas construyeron los grandes almacenes, tanpus, que eran además centros de provisión descanso, de gobierno,
de fiscalización. Para evitar los aluviones, la erosión, construyeron sus
ciudades en las laderas de los Andes. Como sostuvimos en algún punto. Los inkas
antes de habitar un determinado lugar, lo habilitaban como para que una determinada
cantidad de habitantes poblaran el espacio habilitado. La organización social
de división de las personas por edades, habilidades, en decenas, centenas y
millares, es muestra de tal planificación. En consecuencia, discrepamos de las
apreciaciones de Flores Quelopana que sostiene:
“… aquí no se da un racionalismo que reduzca el
conocimiento a la razón, antes bien, la vida prehispánica está rodeada de
misterio, enigma, alteridad y contradicción.”
10. CONCLUSIONES:
Seguidamente haremos algunas conclusiones para
terminar el comentario, desde luego, estos no agotan el tema, pues como el
lector puede constatar si entra a la dirección electrónica que hemos citado se
informará por sus propios medios. Además, podrá dar su propia interpretación.
Por supuesto el tema de ninguna manera queda agotado, contrariamente recién se
inicia la Filosofía Andina, con diálogos como el presente.
El artículo a
nuestra manera de ver es muy optimista, sostiene que existió una filosofía inka;
a lo que nosotros interrogamos, ¿qué filosofía? ¿Podría demostrarse
objetivamente su existencia con pruebas, citas e interpretaciones racionales
lógicas? Ya sostuvimos que si se demostrara la existencia una Filosofía Inka a
la manera de cómo presentan sus defensores, ¿modificaría de alguna manera
nuestra realidad?
De ninguna manera
nos convence injertar en el pensamiento andino, ideas católicas de mesianismo,
salvación o santidad. El desconocimiento del quechua permite elucubrar
apreciaciones ilógicas como la equivocada concepción de kamay como vivificador. Pensamos que todo el artículo parte de este
error de apreciación. Es un error atribuir al Inca Garcilaso una tesis que
nunca ha sostenido, y al mismo tiempo tomar como un absoluto sus Comentarios, pues
hay necesidad de contrastar con la realidad de su tiempo y con la concepción
andina y su idioma que se mantiene viva. No se puede tipificar el pensamiento
andino de emanatista y mitocrática, esto es una falacia de falsa
generalización.
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