lunes, 20 de mayo de 2024

CRITICA A LA FILOSOFÍA MITOCRATICA Y DUALISMO METAFÍSICO PREHISPÁNICO

 

MARIO MEJÍA HUAMÁN-Filósofo/URP

 

CRITICA A LA FILOSOFÍA MITOCRATICA

 Y DUALISMO METAFÍSICO PREHISPÁNICO

(Editorial Académica Española, 3 Septiembre 2019. Existe otra versión del 2008)


 


 

PRESENTACIÓN

Gustavo Flores Quelopana, ha puesto en el Internet el artículo arriba señalado; como el tema es importante para una gran parte de los americanos, sobre todo para indígenas como nosotros interesados en la construcción de una Filosofía Andina, en aras de que del diálogo y la reflexión que se hacen sobre nuestra realidad surja lo correcto, pretendemos contribuir con nuestra crítica a la construcción de una Filosofía Andina, a la fecha ya iniciada. Realizaremos la exposición de acuerdo con los subtítulos propuestos por el autor.

1. EN TORNO A LA FILOSOFÍA NATURAL DE LOS INKAS.

 Informe del Inka Garcilaso de la Vega: En los Comentarios Reales de los Incas, Garcilaso, el mestizo qosqoruna sostiene:

“La astrología y la Filosofía natural que los Incas alcanzaron fue muy poca, porque, como no tuvieron letras, aunque entre ellos hubo hombres de buenos ingenios que llamaron amautas, que filosofaron cosas sutiles, como muchas que en su república platicaron, no pudiendo dejarlas escritas para que los sucesores las llevaran adelante, perecieron con los mismos inventores. Y así quedaron cortos en todas ciencias o no las tuvieron, sino algunos principios rastreados con la lumbre natural, y ésos dejaron señalados con señales toscas y groseras para que las gentes las viesen y notasen, … La filosofía moral alcanzó bien, y en práctica la dejaron escrita en sus leyes, vida y costumbres, …”

 

 “De la filosofía natural alcanzaron poco o nada, porque no trataron Della.  Que como para su vida simple y natural no tuviesen necesidad que les forzase a investigar y rastrear los secretos de naturaleza, pasábanse sin saberlos ni procurarlos. Y así no tuvieron ninguna práctica Della, ni aun de las calidades de los elementos, para decir que la tierra es fría y seca y el fuego caliente y seco, sino era por la experiencia de que les calentaba y quemaba, más no por vía de ciencia de filosofía; solamente alcanzaron la virtud de algunas yerbas y plantas medicinales con que se curaban en sus enfermedades, … Pero esto lo alcanzaron más por experiencia (enseñados de su necesidad), que no por filosofía natural, porque fueron poco especulativos de lo que no tocaban con sus manos.”

 b. Opiniones de Gustavo Flores Quelopana:

Gustavo Flores Quelopana en su artículo publicado por Internet manifiesta:

“Sobre la sabiduría de los Incas se dedica en la primera parte de los Comentarios Reales los ocho capítulos últimos del libro segundo; allí habla de las ciencias que los incas alcanzaron primero en la astrología, la medicina, la filosofía natural, luego la geometría, la geografía, la aritmética y la música, por último, sobre la filosofía moral e instrumentos técnicos”.  “No obstante a lo largo de toda la obra el Inca Garcilaso repite la fórmula sobre los ‘amautas que fueron filósofos’”

A partir de estos comentarios Flores Quelopana, formula las siguientes “conclusiones preliminares”:

(i)                 Los amautas fueron filósofos por reflexionar sutil y profundamente sobre realidades sublimes.

(ii)               (ii)        Su gran inteligencia y raciocinio se explayaron en el diálogo, no requirieron de la escritura como modo privilegiado del discurso filosófico, y

(iii)             (iii)       Estos hombres sabios, perspicaces e ingeniosos individualmente desfilaron desapercibidos porque su preocupación no era buscar el recalque de su personalidad.

Ahora bien, comparemos lo escrito por ambos autores:

  1. Primera comparación:

 Garcilaso de la Vega

Flores Quelopana

“…entre los Incas ‘hubo hombres de buenos ingenios’, esto es, de mucha inteligencia y raciocinio… que los amautas “filosofaron cosas sutiles”.

“…equivale a afirmar que expresaron razonamientos agudos, perspicaces y finos sobre realidades naturales y sobrenaturales.”

 

Para nosotros no hay equivalencia entre lo que sostiene el Inka y Flores Quelopana.

  1. Segunda comparación:

 

Inka Garcilaso

Flores Quelopana

1.

“La Filosofía natural que los Incas alcanzaron fue muy poca, …”

“Los amautas fueron filósofos por reflexionar sutil y profundamente sobre realidades sublimes.”

2.

“De la filosofía natural alcanzaron poco o nada, porque no trataron della.  Que como para su vida simple y natural no tuviesen necesidad que les forzase a investigar y rastrear los secretos de naturaleza, pasábanse sin saberlos ni procurarlos.”

“…equivale a afirmar que expresaron razonamientos agudos, perspicaces y finos sobre realidades naturales y sobrenaturales.”

 

 

Pero, como dice el refrán chino, más vale un ejemplo que diez mil palabras, quisiéramos que Flores Quelopana nos demostrara con algún documento, la sutileza y profundidad de esas realidades sublimes, así como la agudeza, la perspicacia de sus razonamientos sobre las realidades naturales y sobrenaturales, que él supone filosofaron los hamawt’as.

2. EN TORNO A LA ASTROLOGÍA DE LOS INKAS.

     Opinión del Inca Garcilaso de la Vega.

 El mestizo qosqoruna, entre las ciencias que alcanzaron los incas, cita la Astrología, y sostiene:

“La astrología… que los Incas alcanzaron fue muy poca, …” “De la Astrología tuvieron alguna más prá(c)tica que, de la filosofía natural, porque tuvieron más incitativos que le despertaron a la especulación della, …las miraron tan materialmente que no pasaron de la vista.”   “…como la Filosofía natural y la Astrología, supieron menos…”

Con la intención de precisar los términos astrología y astronomía hemos recurrido al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española y respecto a la astrología hemos encontrado que esta es más sabiduría que ciencia, veamos:

 “…a través de cuya interpretación y observación se pretende conocer y predecir el destino de los hombres y pronosticar los sucesos terrestres.”

Francisco Miró Quesada Cantuarias sostiene que la primera vez que se predijo un eclipse en la antigua Grecia se hizo mediante la aplicación de cálculos matemáticos. Este descubrimiento, de Tales de Mileto, cambio el curso del saber, significó el tránsito del mito al logos; desde entonces se ha afirmado que el conocimiento racional tiene las características de universal y necesario. Este descubrimiento objetivo, entra en conflicto con la interpretación. En el conocimiento racional el sujeto es determinado por el objeto; mientras que en la interpretación el sujeto determina al objeto.

 

3. EN TORNO A LA MEDICINA

El Inka Garcilaso de la Vega, respecto a la medicina, sostiene:

 “Alcanzaron la virtud de la leche y resina de un árbol que llaman mulli (molle)… Es cosa de grande admiración el efecto que hace en las heridas frescas, que parece obra sobrenatural”.

 Respecto de la chillca manifiesta:

 

“La yerba… calentada en una cazuela de barro, hace maravillosos efectos en las coyunturas donde ha entrado frío y en los caballos desortijados de pie o mano.”

 “Una raíz… servía para fortificar y encarnar los dientes y muelas. Calentábanla al rescoldo y, cuando estaba asada, muy bien caliente, la partían a la larga con los dientes y, así hirviendo, ponían la una mitad en la una encía y la otra mitad en la otra y allí la dejaban estar hasta que se enfriaba, y desde manera andaban por todas las encías, con gran pena del paciente, porque se le asaba la boca”.

Garcilaso hace una conclusión respecto a la medicina y dice:

 “Esta fue la medicina que comúnmente alcanzaron los indios Incas del Perú, que fue usar de yerbas simples y no de medicinas compuestas, y no pasaron adelante. Y pues en cosas de tanta importancia como la salud estudiaron y supieron tan poco, de creer es que en cosas que les iba menos…”

Consideramos que el mensaje del Inca Garcilaso es claro y preciso y no requiere de más comentarios.

 

4.     INFORME DEL INCA GARCILASO DE LA VEGA RESPECTO AL MÉTODO DE FILOSOFAR

 En el siguiente cuadro hacemos un paralelo entre los Comentarios del Inka Garcilaso y los de Flores Quelopana, respecto al método del filosofar, para demostrar de manera irrefutable la diferencia entre ambos autores:

 

Garcilaso

Flores Quelopana

1

“… la Filosofía natural que los Incas alcanzaron fue muy poca, porque, … como no tuvieron letras, aunque entre ellos hubo hombres de buenos ingenios que llamaron amautas, que filosofaron cosas sutiles, …”

 

“Su gran inteligencia y raciocinio se explayó en el diálogo, no requirieron de la escritura como modo privilegiado del discurso filosófico…”.

 

2

“…que filosofaron cosas sutiles, como muchas que en su república platicaron, no pudiendo dejarlas escritas para que los sucesores las llevaran adelante, perecieron con los mismos inventores”.

 

“Esta forma de pensar discutiendo, conversando, preguntando y respondiendo entre personas unidas por el mismo interés de investigación, fue común no sólo entre ellos sino también para buena parte del pensamiento antiguo hasta Aristóteles.”

 

 Garcilaso hace notar, la falta de escritura, por ello sostiene que: “… la filosofía natural que los Incas alcanzaron fue muy poca, porque no tuvieron letras”. “aunque entre ellos hubo hombre de buenos ingenios…no pudiendo dejarlas escritas para que los sucesores las llevaran adelante, perecieron con los mismos inventores”. Contrariamente el articulista afirma, “…no requirieron de la escritura como modo privilegiado del discurso filosófico”.

Flores Quelopana reafirma su punto de vista y dice:

“Havelock, es un autor que insiste en la tesis de que la filosofía surge cuando se pasa de la oralidad a la escritura y a ojos vista, es toda una exageración.” “A su pesar Sócrates diariamente desarrollaba oralmente sus ideas y conceptos sin necesidad de recurrir a la escritura, él es un caso palmario de que los conceptos filosóficos pueden encontrar libre cauce meramente dialogando sin hacer uso del escribir y que los pueblos orales de alta cultura fueron grandes dialogadores que pudieron pensar filosóficamente sin necesidad de fijarlo en escritura alguna”.

 

Sería interesante también aquí que el autor comentado nos diera un ejemplo del “libre cauce de los conceptos filosóficos en el diálogo en los pueblos orales de alta cultura”, pero él no lo hace.

Flores Quelopana añade:

“…la práctica del diálogo implica una importancia normativa eminente, la cual radica en que exige el principio de tolerancia filosófica y religiosa, un reconocimiento de una igual legitimidad y de una buena voluntad de entender otras razones.”   “Más bien, lo que aquí hace destaca es que el ejercicio dialogado del pensamiento profundo no requiere de la escritura y justamente los Incas, como dice el mestizo “no tuvieron letras, pero tuvieron filósofos.”

 A nuestra manera de ver esto no es posible en una sociedad teocrática, donde el gobernante se considera hijo de Dios y sus órdenes voluntad de Dios, era imposible que se pusiera en tela de juicio el conocimiento de los sabios o los mandatos del gobernante. Por otro lado, tampoco es concebible que en las sociedades teocráticas se haya dado la tolerancia religiosa como principio, bástenos como ejemplos la Santa Inquisición de la religión católica y del fundamentalismo musulmán. Nosotros consideramos que la democracia fue un requisito indispensable para que se gestara y naciera la filosofía en la Grecia Clásica puesto que ella permitía discutir todo saber. Sin embargo, debemos advertir que, una vez nacida la filosofía muestra su poder, no en épocas de democracia sino en épocas de dictadura. Es el momento en que se demuestra que uno es amigo de la verdad y no del dictador de turno. Consideramos que no es difícil apoyar al sistema vigente, lo difícil está en señalar los errores del sistema vigente y plantear formas alternativas al discurso establecido u oponerse a ella. Volviendo a nuestro tema, justamente porque Sócrates no dejó escrito alguno, hoy no es posible tener una apreciación objetiva de su pensamiento. A Sócrates, apenas se le conoce por los testimonios de Platón y Aristóteles, o como sostiene José Ferrater Mora: “La figura de Sócrates es muy compleja; tanto ella como sus doctrinas han sido objeto de numerosos debates. Las fuentes directas por las cuales conocemos a ambas (la comedia ática, Platón y Jenofonte) no permiten formarse una imagen completamente clara del filósofo”.  Fernando Savater en su artículo: El porqué de la filosofía, Las preguntas de la Vida, escribe refiriéndose al dicho de Sócrates “sólo sé que no sé nada”:

“… Si no sabe nada, ¿para qué vamos a escucharle…? Lo que tenemos que hacer es aprender de los que saben, no de los que no saben.”

Ahora bien, creemos que el momento es oportuno para hacer una diferencia entre el sabio y el filósofo y, entre el científico. Flores Quelopana manifiesta: “Los incas no tuvieron letras, pero tuvieron filósofos”, para nosotros es lo contrario, los inkas conocieron la escritura que es la qelqa o el sistema alfanumérico del khipu, pero no tuvieron filósofos en el sentido estricto de la palabra. Respecto de si conocieron o no la escritura, bástenos la experiencia vivida por el cronista Pedro Cieza de León en Jauja. Para nosotros, la sabiduría andina, es el conocimiento ligado al mundo amanual, si se quiere, al mundo del hombre espaciotemporal, de eso que se llama, saber de vida, que en quechua se expresa como yachay y se traduce al castellano como: saber, vivir; saber de vida. Mientras que la ciencia es una conocer preciso, exacto sistemático, objetivo y verificable, en quechua se puede expresar con el término reqsiy. La sabiduría es más amplia y profunda, mientras que la ciencia es precisa, exacta, como sostienen Aristóteles y Garcilaso de la Vega, para quienes la ciencia es un conocimiento “por su principios y causas”. En cambio, el saber filosófico, como sabemos, no es el saber de los sabios (σοφος) sino de los amantes de la sabiduría, que aplicado a los Andes no sería saber de los hamawt’as, sino de yachay-wayllukuqkunaq: amantes de la sabiduría, los mismos que no existieron en el mundo andino prehispánico. En este punto debemos responder a Flores Quelopana que la escritura y la democracia fueron importantes e indispensables para el nacimiento de la filosofía. Puesto que en filosofía se enseña y se discuten proposiciones, no expresiones emotivas, directivas, expresiones librescas y sin sentido.

 5. LA TEOLOGÍA DE LA LUZ DE FLORES QUELOPANA

 Para continuar nuestro diálogo veamos la siguiente afirmación del autor:

“…los amautas filósofos si supieron levantar el entendimiento a cosas invisibles, lo cual es coherente además en una sociedad teocéntrica y en un gobierno teocrático”.

En este punto es necesario precisar qué entiende el autor por cosas invisibles, ya que, si bien para el conocer es importante el órgano de la vista, como el mismo Aristóteles sostiene en la primera página de su Filosofía Primera o Metafísica, para el andino lo es también el tacto, el olfato y los demás sentidos, puesto que este, percibe la naturaleza, lo siente, oye, huele y hasta conversa con ella.

 Continúa Flores Quelopana y sostiene:

“Todo esto nos lleva hacia un enriquecimiento de la idea misma de sabiduría, según la cual además del aspecto intelectual y práctico, el concepto de sabiduría inca implica un rico contenido religioso que absorbe y subordina a los otros. Pues, la divinidad solar incaica representa un acercamiento de la noción de sabiduría a la luz o conocimiento perfecto de lo divino.”

Nosotros consideramos que la sabiduría indígena es una sabiduría de vida, pero ello no indica que ésta se absorba y subordine a lo religioso. Al padre el Sol, Inti Tayta, se le rindió culto por su luz, por su calor y por hacer posible la agricultura para el sustento de los hombres, pero de esto no se puede inferir que la sabiduría inka estaba relacionada a la luz y al conocimiento de lo perfecto. Para nuestra apreciación, la sabiduría inka estaba relacionada a la vida real.

 A continuación, el filósofo mitocrático sostiene que:

“La teología incaica está transida por una metafísica pagana de la Luz del cristianismo católico. En esta teología inca no hay el drama metafísico de los gnósticos, ni hay revelación como en los hebreos, pero si hay aproximación a través de la razón natural con el principio plotiniano que concibe a la sabiduría como el conocimiento supremo que el sabio posee de lo Uno y de sus hipóstasis.”

 Este comentario, que la teología incaica esté transida por una metafísica pagana de la luz del cristianismo nos parece una apreciación equivoca. Para ser cristiana tendría que estar transida no por la metafísica de la luz sino por la metafísica del amor (άγαπη). Por otro lado, el concepto quechua wiraqocha o pachakamaq no está relacionado con la luz. Para Flores Quelopana los filósofos inkas habrían partido de:

   “… una sabiduría superior que permite reconocer el principio del universo, rendirle adoración y señalar el destino del alma individual más allá de la muerte.”

Nosotros podríamos sostener, a partir del análisis de la racionalidad andina, sustentado en el yuyay, es inductiva, por lo que no podría sostenerse que los supuestos filósofos hayan partido del “principio del universo”, esto es del teqse. Además, nos parece que esto del “destino del alma individual más allá de la muerte”, es una concepción que se ha injertado al pensamiento andino como consecuencia de la influencia de la religión católica.

 Flores Quelopana sostiene:

“La sabiduría de lo divino se convierte debido al cosmos, en cuyo marco es tan inaceptable la separación entre lo teórico y lo práctico, como la separación del individuo respecto al universo.  A este aspecto de totalidad en filósofo alemán Estermann lo denomina el principio de la complementariedad, como categoría dominante en la racionalidad andina.”

 No comprendemos cómo la sabiduría de lo divino puede convertirse debido al cosmos. ¿Querrá decir en objetivo o finalidad del universo? Tampoco le encontramos sentido a que, en ese marco sea aceptable la separación entre lo teórico y lo práctico. En runasimi, no es lo mismo yuyay (pensar, teoría) que ruway (hacer, realizar) por tanto son dos situaciones o dominios distintos, pero que los hombres los unen cuando transforman la naturaleza. Por otro lado, los indígenas americanos se consideraron parte de la naturaleza, pero no la naturaleza misma; por tanto, hay diferencia entre individuo y universo, como hay diferencia entre yo (noqa) y eso (chay), sin embargo, en la concepción indígena, que hoy podríamos llamar sistémica, el hombre necesita de eso, del mundo o pacha para ubicarse y realizarse. Como se puede apreciar por las citas, un poco más, y podría pensarse, según Flores Quelopana, que los teólogos inkas igualaron o superaron a los teólogos medievales católicos.

 Seguidamente el autor presenta otras conclusiones preliminares:

vii.      Por sabiduría entendieron los amautas preponderantemente el conocimiento de lo divino.

viii.     Esta sabiduría absorbe y subordina a los otros saberes (incluso la arquitectura del Cusco imperial en forma de puma revela este precepto)

ix.        Y permite reconocer el principio del mundo, así como el destino del alma.”

Los mismos que analizaremos a continuación.

 

6.  El SABER INKA Y EL CONOCIMIENTO DE LO DIVINO

Gustavo Flores Quelopana sostiene que los amautas entendieron por sabiduría preponderantemente el conocimiento divino. Para nosotros, si ello es correcto, las categorías: yachay, reqsiy o rikuy, que expresan algunas formas de saber o conocimientos andinos tendrían alguna relación con: lo divino, con la teodicea o la teología; pero esto no ocurre en quechua.

Así mismo el articulista sostiene que la sabiduría inka absorbe y subordina a los saberes.  Consideramos que, el hecho de que se hayan construido templos o que la ciudad del Cusco tenga la forma de un puma, no significa que la ciudad del Cusco era un gran templo, esto sería caer en una Falacia de Distribución.

No sabemos de dónde infiere Flores Quelopana que la sabiduría de los hamawt’as signifique el conocimiento de lo divino. No da referencias como para poder analizar y discutir tal afirmación.

Respecto al sentido de la filosofía prehispánica Flores sostiene:

“Tampoco es cierto que este vínculo de la filosofía con lo religioso haya producido el rebajamiento de la filosofía, ese es un prejuicio intelectualista de la ilustración atea y del positivismo cientificista decimonónico, al contrario, la filosofía se empobreció cada vez que perdió su problemática religiosa.”

Como sostuvimos recurriendo a la posición de Miró Quesada, con el descubrimiento del saber racional, en la Grecia presocrática, se inicia, como sostuvimos, con el divorcio entre la filosofía, el mito y la religión. Con ello no queremos sostener que el conocimiento religioso es inferior, de ninguna manera. El conocimiento religioso que se da por la fe o por la vivencia mística, es otra forma o nivel de conocimiento que no debe o confundirse con el saber racional. Para nosotros ha sido un error serio querer entender a Dios mediante la filosofía, y hacer de la filosofía una esclava de la teología o de la religión. El catolicismo equivocadamente en el medioevo pensó que se debía creer para entender y entender para creer, (intellige ut creas- crede ut intelliges). De tal manera que la creación de las universidades con esta finalidad fue un acierto cultural, pero un error religioso. Por otro lado, volviendo a nuestro diálogo, pensar que lo religioso haya significado un rebajamiento de la filosofía, sea un prejuicio intelectualista de la ilustración ateo y del positivismo cientificista decimonónico, no es del todo cierto, Los primeros filósofos como Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxágoras, Heráclito, etc., no son de la época positivista decimonónica, sino de unos XXV siglos anteriores al siglo XIX y, ya habían sentado las bases racionales como para guardar distancia de lo religioso. No negamos que se puede hacer filosofía de la religión o de dios, pero los fines de estos son diferentes. La una satisface nuestro conocimiento racional y hasta es posible que nos lleve a la soberbia; mientras que la fe nos lleva a la humildad y, a reconocer que por encima de las fuerzas naturales del mundo a-manual, existen otras fuerzas sobre o por encima-de-lo natural. De todo esto tampoco es lógico sostener, como piensa Flores Quelopana, que:

 

“El carácter de la filosofía de los amautas esta condicionado por una fuerza arquetípica espiritual propio, a saber, lo mesiánico que santifica al mundo, requerido por una necesidad de armonía con lo celeste.”

 Sostener que el saber de los hamawt’as o amautas, como se dice en castellano peruano, es mesiánico y santificador es un disparate; con este tipo de apreciaciones, no le hacemos ningún favor a las investigaciones del pensamiento andino prehispánico, ni a la filosofía andina que se va formando; ellos no reflejan nuestra visión ancestral. Sus argumentos nos hacen pensar que no se está reflexionando sobre nuestra pacha, (nuestra realidad).  Si no sobre uno diferente.

Continúa Gustavo Flores y escribe:

“Finalmente al hablar sobre el sentido del filosofar prehispánico estamos haciéndolo sobre lo que lo distingue respecto del filosofar occidental: su sentido mitocrático –tradición religiosa como base principal de su reflexionar filosófico- frente al sentido logocrático de Occidente, atención al empirismo circundante y el desarrollo de la idea de ciencia como infinidad de tareas-.”

“El asombro filosófico puede tener un sentido racional-discursivo, pero también otro intuitivo-poético-religioso. Ambas son legítimamente filosóficas, su contenido de asombro ante el misterio es el mismo, varía en su forma conceptual o intuitiva.”

“En fin, Garcilaso al final del siglo XVI se encontró en el Perú con un filosofar que estaba unido a la teología y religión, lo que percibió como una base común entre los filósofos europeos de entonces con los amautas filósofos del incario, no sin dejar se señalar sus diferencias. Las diferencias serán más culturales y espirituales que propiamente filosóficas entre los distintos orbes civilizacionales.”

Una vez más, insistiríamos en estas tesis se demostrarán con un documento que la teología y la religión inkas estaban unidas a la filosofía.

 7.  LA REALIDAD EMANATISTA DEL INCARIO.

 a. Pachakamaq “vivificador y no “creador”

 En adelante cambiaremos nuestro procedimiento de exposición, en tal sentido presentaremos primero nuestra apreciación para luego contrastar con las concepciones de Gustavo Flores Quelopana y demostrar su error. Pensamos que el autor se deja llevar por la imaginación y la fantasía; elucubra sin consignar documentos, como decíamos líneas arriba, un poco más y lo único que les habría faltado a las inkas es haber esperado a los españoles bautizados y confesados. En primer lugar, a pie juntillas admite los comentarios de Garcilaso de la Vega respecto a Dios. El mestizo qosqoruna tiene más de un error de apreciación, cosa que puede ser distinguido por cualquier quechua hablante medio.  La obra de Garcilaso no debe ser tomada de manera fundamentalista. Probablemente sus conocimientos del quechua tampoco hayan superado el de un ciudadano medio, por tanto, sus opiniones no son acabadas y absolutas.

b.            En quechua:

 Pachakamaq: es un término compuesto de: pacha y kamaq. Pacha, significa: espacio, tiempo, mundo y naturaleza. Kamaq: es participio activo del verbo quechua kamay que significa: crear. Por tanto, la palabra significa creador, el que crea. La conjunción de ambos términos tendría el significado de: creador del espacio del tiempo, del mundo y de la naturaleza.  Quelopana, como vamos a observar líneas abajo interpreta kamay como vivificar, o dar vida; esto es absolutamente erróneo.  En todo caso, vivificar en quechua se podría traducir por: kawsachiy o kawsay qoy, o como aparece en la oración de Juan Santa Cruz Pachakuti Salqamaywa, el mismo que entre otras cosas dice:

 

Runasimi

Traducción al Castellano

1

¡Ah teqse wiraqocha!

¡Oh! Señor del Universo

2

Pachayachachi

Vivificador del mundo

 

Como Ud., podrá apreciar, la diferencia es total:

 

 

Creador

Vivificador

1

Pachakamaq

Pachayachachi

En el quechua ayacuchano yachay, significa saber, vivir. Si quisiéramos preguntar a un ayacuchano y a un qosqoruna, respectivamente debíamos preguntas con las siguientes palabras:

 

Al ayacuchano

Al qosqoruna

1

Maypi yachanki (¿Dónde vives?)

Maypi tiyanki (¿Dónde vives?)

 

El desconocimiento de esta distinción hace decir a Flores Quelopana todo lo que sigue de Garcilaso:

“Como clérigo cristiano sabía que el espíritu “vivificador” es, según San Pablo, el Hombre–Dios, la fuerza posee de homo coelis.  Conocía también, por sus largas conversaciones con el amigo jesuita el padre Prado y el agustino Agustín de Zárate, así como por el estudio de la filosofía y de las obras del neoplatonismo florentino, que solamente el Hombre-Dios posee en si la naturaleza divina entitativamente y en su plenitud sobreabundante, y que, por naturaleza, por su origen celestial, es un hombre coelesis o también spiritus vivificans.  Por ello, su mencionada discrepancia con Pedro Cieza sobre la traducción de la palabra Pachacamac no es solamente un asunto etimológico, sino eminente teológico-filosófico.

 Por otro lado, Pacha-kamaq no significa animar el mundo, ni siquiera en sentido figurativo porque animar en quechua, como ya lo señalamos es kawsachiy, o kawsay qoy, y en la variante ayacuchana: yachachiq o pachayachachiq. Como sabemos, el término animar castellano proviene de la palabra ánima (del latín ánima) que significa: alma. En quechua no se puede decir que Pachakamaq, sea un dador de vida, un animador, un vivificador en el sentido como interpreta Flores Quelopana. Es más, en quechua alma significa nuna. Por tanto, en quechua dios animador sería: nunachaq apu, o nuna qoq apu y no Pachakamaq. Así mismo en una parte de la oración a Wiraqocha, de Santa Cruz Pachakuti, dice: runa ruraq, esto es, hacedor del hombre. Con estas advertencias, veamos manera incorrecta de la apreciación de Flores Quelopana, él dice:

“No es pacharurac porque rura quiere decir “hace”, es Pachacamac porque Camac significa “animar”. No es “hacer” el mundo, es “animar” el mundo, dar vida al universo, …”.

Luego, el autor a quien comentamos sostiene que, el Espíritu Santo es la Persona del amor, es decir, la Persona que corresponde a la fecundidad del amor divino, su naturaleza es vida. De este modo, lo que Flores Quelopana afirma, es que los amautas vislumbraron el Espíritu Santo en Pachamama como animador del mundo. Para Flores, Garcilaso al introducir esta precisión no sólo hace justicia al término lexical, sino que se subraya la presencia del Espíritu Santo, calor verbi, entre los incas.  Por el momento bástenos con estas aclaraciones. Sobre la relación del Inti (Sol), “calor verbi” o Espíritu Santo, Flores Quelopana manifiesta que: su reino justo y civilizador estuvo animado por el espíritu que guio por la senda de lo moralmente bueno, que lo dirige hacia Dios; y siendo la “vida” la naturaleza del Espíritu Santo, ella corresponde a la fecundidad del amor divino entrevisto en Pachakamaq; que el espíritu Santo como santificador de las criaturas en general es la comunicación de la naturaleza  divina al mundo, pero, que esta comunicación no procede de Dios por el camino de la naturaleza –panteísmo-, sino por vía del amor –cristianismo- , cuya Persona es el Espíritu Santo. Textualmente Gustavo Flores escribe:

“Esto, representa tanto como decir que Garcilaso sugiere, puesto que no lo podía afirmar taxativamente por no ser teólogo y el libro aparecía con la censura de la Inquisición, que a los incas les faltó concebir Dios-amor cuya comunicación no es vía naturaleza. Pero si concibieron que la vida y dicha natural de los seres o criaturas sean una expresión y un efluvio del amor divino, un soplo que emana del mismo, amor inefable e incomprensible, fundamento y raíz de todos los misterios, es la gratia increata que inunda a las criaturas de vida divina.”

“Para Garcilaso, … en Pachacamac no hay actos de Creación, no es “hacedor”, hay actos de emanación, es “vivificador”; en todo caso es primera causa ontológica de “animación, pero no de “creación”.”

Respecto a la siguiente cita, el autor ubica a Garcilaso como sigue:

“En buena cuenta, él está contra los elementos desfiguradores del quechua que introdujeron los españoles, quienes crearon nuevas palabras quechuas, y a otras les dieron una significación diferente para amoldarlas a su pensamiento y al pensamiento cristiano”. “… lo que Garcilaso de la Vega hace es corregir estos groseros errores y alteraciones introducidas por la abrumadora crónica española, e incluso india.

Seguidamente veremos otro error de Flores Quelopana, que consiste en sostener que en quechua no existen pronombres. Quien está refutando en este artículo a Gustavo Flores Quelopana es quechua hablante, autor de textos para el aprendizaje del idioma inka: el runasimi o quechua, como tal manifiesta que el quechua es un idioma vivo, y tiene los siguientes pronombres.

 

Quechua

Castellano

1.

Noqa

yo

2.

Qan

3.

Pay

El, ella.

4.

Noqanchis

Nosotros (incluyente)

5.

Noqayku

Nosotros (excluyente)

6.

Qankuna

Vosotros

7.

Paykuna

Ellos, ellas.

Pero como hemos leído, el autor afirma que: “El quechua es un idioma… sin pronombres…”

 En el idioma andino ocurre como en cualquier idioma en que no todos los hablantes son cultos, por tanto, en su conversación cotidiana no utilizan sino un número reducido de términos. Respecto a sus apreciaciones del quechua, la situación es aún peor, porque si bien el quechua floreció después de la conquista, al haberse convertido en el idioma general de la evangelización y al ser escrita a la manera occidental, el quechua devino a menos, después del levantamiento de Thupa Amaro, entonces el ímpetu de la alfabetización a los nativos disminuyó considerablemente. Bástenos citar las palabras de José Carlos Mariátegui, quien al referirse al nacimiento de la república peruana sostiene que la república se formó sin el indio y contra el indio. Pero, veamos la cita de Flores Quelopana:

“en la actualidad muchas palabras están en desuso, el indio del presente ni siquiera habla bien el quechua, sin escritura fonética carece de control y precisión, …”

 El autor no está informado de la existencia de la Academia Mayor de la Lengua Quechua creada por Ley, la misma que norma el alfabeto quechua y reconoce ciertas particularidades para cada una de sus variantes. En la actualidad, no sólo en quechua sino también junto con otros idiomas minoritarios de nuestra selva, los dialectos superan los 80, de los cuales ya se escriben 65, algunos cuentan con la Biblia completa traducida a su idioma y, en otros dialectos se está en proceso de traducción. Por su puesto, previamente se alfabetiza a los usuarios y se realizan investigaciones lingüísticas de los idiomas minoritarios, y su concepción del mundo. Entre otros textos traducidos podemos manifestar que últimamente se ha Traducido al quechua El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel Cervantes Saavedra. También se han traducido La Constitución Política del 79 (Editado por la Municipalidad del Cusco), y La Constitución Política del 93. En los últimos 50 años se han escrito más diccionarios, gramáticas, e investigaciones del quechua. Actualmente, existe una bibliografía mayor que en los siglos pasados. Sin embargo, debemos manifestar que en la colonia se tradujeron sermonarios y catecismo de la doctrina cristiana al quechua. El primer documento impreso en Lima, por la recién llegada imprenta en la colonia fue de un catecismo en quechua. Sin embargo, veamos la cita:

“… en quechua de una región a otra varía en su alfabeto, así el cuzqueño tiene 23 letras mientras e chanca 20, todo lo cual impide formular un alfabeto quechua único. Es un idioma que da la impresión de estar en proceso de desintegración.”

 Lo que sigue no se puede afirmar con absoluta certeza ni siquiera de Israel “el pueblo escogido por Dios”; veamos lo que el autor a quien refutamos escribe:

“Para Garcilaso la civilización incaica fue dirigida por un pueblo cuyos hombres estaban vivificados y penetrados por el Espíritu de Dios, eran hombres espirituales cuya finalidad última era lograr para todos los hombres su disposición por la santidad –que no excluye sino exige el trabajo según la condición social-, como participación de las criaturas en la nobleza de la vida divina”.

“Esta santidad de los hombres sin ayuda de la revelación significa el reconocimiento de la intención y ánimos piadosos, que convergen haciendo del hombre una criatura verdaderamente buena.  La vocación civilizadora del incario era, en buena cuenta, una obra de santidad en la justicia divina de una conversión de las almas a Dios”.

 En lo que continúa nuestra discrepancia con Garcilaso de la Vega, vemos lo que escribe respecto a Teqse Wiraqocha o Ticiviracocha:

“… que ni él ni los indios saben lo que significa. Fue un invento de los cristianos españoles, que como vieron que en el tempo de Pachacamac el demonio hablaba en su nombre, se dieron por inventar el término de Viracocha. “pero si a mí, que soy indio cristiano católico, me preguntasen ¿cómo se llama Dios en tu lengua? Diría: Pachacamac, porque en aquel general lenguaje del Perú no hay otro nombre para nombrar a Dios, sino éste, y todos los demás que los historiadores dicen son generalmente impropios” (op. Cit., lib. 2, cap. II)

 Efectivamente, Garcilaso manifiesta no saber nada de Teqse Wiraqocha; es más, afirma en otras palabras, que es un invento de los cronistas como Pedro Cieza de León. Nosotros nos preguntamos si Garcilaso no habría sabido del Templo de Wiraqocha en Raqch’i, del departamento del Cusco, provincia de Canchas, refundada en la colonia con el nombre de San Pedro de Raqch’i, donde existía y actualmente existe, una imponente ciudadela religiosa. Ante tremenda realidad, ¿cómo sostener que Wiraqocha es un invento de los conquistadores, cronistas o sacerdotes católicos? Por otro lado, debemos manifestar que Pachakamaq es el nombre con que se conoce a Wiraqocha creador. Para nosotros Wiraqocha es el nombre verdadero de Pachakamaq. Flores Quelopana sostiene que:

“Esos nombres compuestos son inapropiados para dárselos al dios de los incas, pues considera que estos cambios de significación del nombre o verbo en la composición son de suma importancia para que los indios admitan correctamente la enseñanza de la doctrina cristiana.”

 

8. DEL DUALISMO EMANATISTA Y LA NADA ABSOLUTA:

 En lo que sigue, se argumenta que Pachakamaq es un dios vivificador y no creador, por tanto, lo que continúa no son sino elucubraciones arbitrarias del autor, por ejemplo, sostener que Pachakamaq es una sustancia espiritual que actúa sobre una sustancia material. En quechua prehispánico no existía la categoría materia, por tanto, no era posible reflexionar de este modo. Hoy podría reflexionarse lo que Flores Quelopana supone, pero esto ya no sería filosofía ni teología inkayka, menos una ontología inkayka.

Veamos lo que el autor sostiene:

“Una concepción dualista se deriva del dios vivificador incaico, Pachacamac es la sustancia espiritual y actúa sobre una sustancia material que no nombra Garcilaso.”

 “¿Por qué lo dejó sin mentar, le bastó acaso subrayar el carácter no creador del dios que anima el mundo, no se contaba con la palabra en quechua que designara alguna materia primordial, a aquella materia sin vida o sin ánima, los conceptos metafísicos se encontraban aun en pleno desarrollo por los incas-amautas, el término ya existía, pero no llegó a conocerlo – Garcilaso- por su temprana ida el del Perú? Es probable que ésta última sea la causa de su incompleta información metafísica-conceptual.

Respecto al dualismo, debemos manifestar que esta concepción no es exclusiva de la cultura andina, sino de toda cultura desde sus inicios; para ello no necesitamos reflexionar mucho, sino vivir en el mundo y experimentar los acontecimientos que ocurren en ella. Así, todo grupo humano ha constatado lo que es el día, la noche; el sol, la luna; el calor, el frío; la vida, la muerte; el ser y el no ser; lo bueno y lo malo; lo bello y lo feo; lo grande y lo chico, lo digno y lo indigno; lo que es alto y bajo; arriba y abajo; derecha e izquierda, etc. Sin embargo, para hacer una reflexión filosófica sobre los contrarios, o el ser y la nada, se de mayor reflexión a manera de los griegos o a manera que la propone Francisco Miró Quesada Cantuarias: de manera racional, crítica, objetiva; divorciada del mito y de la religión. La abstracción y la generalización hacen posible que los hombres alcancen el nivel de unidad. Así los inkas alcanzaron el nivel de unidad en Wiraqocha, y no tendría un contrario real que sea la nada.  Otra prueba de unidad alcanzada en el Estado inka es que el gobernante era un solo inka, consideramos que, equivocadamente los defensores de la teoría de “los binarios opuestos” sembraron la idea de que el Estado inka tenía dos gobernantes al mismo tiempo; uno de la parte superior y otro de la parte baja; esto es un desconocimiento de la concepción andina del mundo. A pesar de que Garcilaso sostiene que los inkas conocían al demonio como supay, debemos decir que ello no es exacto. El concepto de supay como diablo es invención española. Supay para Fray Domingo de Santo Tomás, quien confeccionó el primer vocabulario quechua, es “ángel”, como genio en griego. De manera que para expresar diablo y ángel occidental dice: allin supay, para lo que llamamos simplemente ángel, y millay supay para lo que llamamos demonio. Para la concepción griega, todas las personas llevaban un genio internamente; unos tenían un genio bueno, y otros, un genio malo; pero, ello no debe significar que los que llevaban al millay supay, dentro Satanás, llevaban un Satanás. Consideramos que, es una superación del dualismo, la concepción de que en la concepción andina no se conocía los conceptos de bueno y malo, sino, de bueno y no bueno. Esto es de: Alli y su negación, mana alli.  En quechua lo contrario de alli es mana alli. En castellano lo contrario de bueno es malo. Los inkas trascendieron el nivel de la concepción dualista del mundo, llegando a concebir lo uno. Como esta reflexión nunca se ha hecho en quechua, por el momento, todavía nadie ha podido decir en quechua, la “nada absoluta”, “dualismo metafísico”, “negación de lo existente”. Pero leamos lo que Flores Quelopana elucubra:

 “En el dualismo que supone la idea de Pachacamaq está en su base, como en todo dualismo metafísico, la presencia de la idea de la negación radical de la totalidad de lo existente, es decir está presente la idea de la Nada Absoluta”.

“Pero como Dios es la Nada que es algo. Esto es, que en el cristianismo está inherentemente presente las dos ideas de la Nada, como absoluta en la Creación y como algo en la Generación. Esta deducción, en vez de contradecir nuestra afirmación anterior, según la cual al dualismo le corresponde como idea básica la idea de la Nada como algo y al monoteísmo la idea de la Nada absoluta, la confirma puesto que la Nada absoluta del monoteísmo creacionista cristiano es con respecto a la Creación, y Nada como algo es con respecto a la Generación”.

“La idea del dios Pachacamaq, cuyo ser es vida auto desplegada en el mundo-universo, supone un dualismo emanatista, una sustancia espiritual ante una sustancia material, esta última es como el no-ser que es algo, aquello que carece de la vida, encarna la Nada como algo, y por consiguiente no asume, ya sea por desconocida o rechazada, la idea de la nada como absoluto”.

 

9. LA ARMONÍA DE LOS CONTRARIOS Y LA FILOSOFÍA MITOCRATICA.

 Respecto a este punto, quienes medianamente conocen de la cultura inka, saben que los incas eran prácticos. Tuvieron como prioridad la solución de problemas reales, esto es del mundo de las cosas, la solución de los problemas vitales inmediatos; justamente por ello, alguien ha opinado, que los inkas pensaban con las manos. De acuerdo con la filosofía occidental, bien podríamos denominarlos pragmáticos. Por tanto, nuestra discrepancia es total con la cita de Flores Quelopana que podemos leer a continuación:

“El hombre prehispánico no es un hombre que se plantee sólo vivir con el uso de la pura inteligencia, instaurando como en los griegos- una pura fe en la razón, sino que, por el contrario, no perder contacto con lo numinoso y desrealizador del pensamiento metafórico.”

Sin embargo, los inkas no se agotaron solo en la explicación, como sostiene Flores Quelopana en el pensamiento mitocrático, sino que su racionalidad fue empirista, esto es su concepto de la racionalidad se enmarca en el pensamiento inductivo y no del deductivo, como el racionalismo idealista lo hizo Occidente. El racionalismo andino, que es empirista o pragmático, se sustenta en la categoría yuyay que significa: memoria entendimiento, voluntad, conciencia.  Esta forma de racionalidad sustentada en la experiencia no es el “imperio del plurisigno” como vamos a leer abajo: Su horizonte mental no es el imperio logocrático del concepto, muy propio de la civilización occidental, sino el imperio mitocrática del plurisigno.

Cuanto más se estudie el mundo andino inka, más cierto se está de que fueron grandes planificadores; precisamente para evitar los efectos del azar, de lo contingente, del enigma, los inkas construyeron los grandes almacenes, tanpus, que eran además centros de provisión descanso, de gobierno, de fiscalización. Para evitar los aluviones, la erosión, construyeron sus ciudades en las laderas de los Andes. Como sostuvimos en algún punto. Los inkas antes de habitar un determinado lugar, lo habilitaban como para que una determinada cantidad de habitantes poblaran el espacio habilitado. La organización social de división de las personas por edades, habilidades, en decenas, centenas y millares, es muestra de tal planificación. En consecuencia, discrepamos de las apreciaciones de Flores Quelopana que sostiene:

“… aquí no se da un racionalismo que reduzca el conocimiento a la razón, antes bien, la vida prehispánica está rodeada de misterio, enigma, alteridad y contradicción.”

 

10. CONCLUSIONES:

 Seguidamente haremos algunas conclusiones para terminar el comentario, desde luego, estos no agotan el tema, pues como el lector puede constatar si entra a la dirección electrónica que hemos citado se informará por sus propios medios. Además, podrá dar su propia interpretación. Por supuesto el tema de ninguna manera queda agotado, contrariamente recién se inicia la Filosofía Andina, con diálogos como el presente.

El artículo a nuestra manera de ver es muy optimista, sostiene que existió una filosofía inka; a lo que nosotros interrogamos, ¿qué filosofía? ¿Podría demostrarse objetivamente su existencia con pruebas, citas e interpretaciones racionales lógicas? Ya sostuvimos que si se demostrara la existencia una Filosofía Inka a la manera de cómo presentan sus defensores, ¿modificaría de alguna manera nuestra realidad?

De ninguna manera nos convence injertar en el pensamiento andino, ideas católicas de mesianismo, salvación o santidad. El desconocimiento del quechua permite elucubrar apreciaciones ilógicas como la equivocada concepción de kamay como vivificador. Pensamos que todo el artículo parte de este error de apreciación. Es un error atribuir al Inca Garcilaso una tesis que nunca ha sostenido, y al mismo tiempo tomar como un absoluto sus Comentarios, pues hay necesidad de contrastar con la realidad de su tiempo y con la concepción andina y su idioma que se mantiene viva. No se puede tipificar el pensamiento andino de emanatista y mitocrática, esto es una falacia de falsa generalización.

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