FRANCISCO RELUZ BARTURÉN-Filósofo/UNIFE
UN ENFOQUE SOBRE LA MENTALIDAD
EXTENDIDA DEL PERUANO CONTEMPORÁNEO*
(Phainomenon-Unife-Vol. 11, n°1, Ene.-dic. 2012)
Gustavo Flores Quelopana, en su
comprensión del Perú piensa que la personalidad social tiene la psicopatología
neurótica manifestada a través de su temor a alcanzar el éxito (lo que llama exitofobia)
y su tender hacia la propia minusvaloración como mantenimiento del estatus quo
de falso bienestar al dejar las cosas tal como están, sin superarse (llamado
por Flores fracasofilia), puesto que, siguiendo nuestro himno somos un pueblo
de ‘humillada cerviz’, serios complejos discriminatorios que debemos cambiar.
Su propuesta es que carecemos de modelos
positivos de emulación moral, de ahí que en la búsqueda de arquetipos admiremos áulicamente
todo lo extranjero. La neurosis, como
característica psicopatológica, se manifiesta particularmente con una obsesa ansiedad
mostrada en comportamientos inadaptados que, Gustavo Flores asigna a nuestra
personalidad colectiva.
Flores en tal
sentido, recibe una influencia desde el psicoanálisis, puesto que es desde aquí
donde se considera que la neurosis consiste en la respuesta de un sujeto como
solución de compromiso entre el deseo y la defensa, cuyas formas nacionales
serían la exitofobia y la fracasofilia. Además,
encontramos que Flores Quelopana en su comprensión de país asume las tendencias
psicoanalíticas de Alfred Adler y Otto Rank. Del primero el estudio del sentimiento
de inferioridad, que si no es superado ocasiona el descontrol de mecanismos
compensatorios determinando actitudes egocéntricas, sobrecompensaciones,
incluso, la huida del mundo real y sus
problemas; o que al intentar ser evitado conduce a manifestaciones de una
voluntad poco razonable de poder y dominio, comportamiento antisocial, intimidación y la tendencia a la tiranía política. En su lectura sobre el Perú,
Gustavo atribuye todas estas características a nuestro colectivo social.
Dice Flores
Quelopana: “La exitofobia y la fracasofilia son partes substanciales de nuestra
neurótica ‘humillada cerviz, como componentes inherentes y naturales a nuestro
comportamiento social. Presidentes que pretenden perennizarse -Fujimori fue el
último-, dirigentes exitosos defenestrados por celos… y el mantenimiento del
bajo perfil en la empresa, en el hogar, el barrio, el cuartel, la fábrica, la
universidad y el ministerio resulta siendo el santo y seña más seguro para
librarse de las ojerizas ajenas -previa fraterna comunión en el delito, lo etílico,
la obscenidad, la indignidad o lo erotómano” (Los Peruanos. Por qué somos
emprendedores sin ser innovadores (pp. 22-23).
De Otto Rank,
Flores Quelopana toma la idea de que las perturbaciones neuróticas se inician
con el trauma del nacimiento más aún si hay complicaciones en el parto, lo
mismo asume nuestro filósofo cuando afirma que nuestra neurosis hunde sus raíces
que perduran en nuestro subconsciente en el choque emocional histórico entre lo
indígena e hispánico.
* Este artículo lo convertiría
posteriormente Francisco Reluz Barturén en el libro Prolegómenos para una nueva
peruanidad (Chiclayo, UNSAT, 2015).
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