AMÉRICA LATINA BALUARTE DE LA PAZ MUNDIAL
Un clavo decisivo en la tumba del imperialismo estadounidense, incluso como potencia regional, resultó ser el triunfo electoral de Lula da Silva sobre el conservador Jair Bolsonaro en la potencia sudamericana del Brasil. Su viaje a Pekín para pedir una acción concreta de los BRICS para salir del dólar y su liderazgo en la reunión Celac-UE son muestra suficiente de la firme postura de América Latina de no dejarse arrastrar por la UE hacia una condena de Rusia. Rusia ha reconocido la solidaridad del continente sudamericano y estrecha sus vínculos junto con China hacia la Subregión.
Aquí se trata de una nítida postura antimperialista de una región del mundo que ha sido víctima de golpes de Estado, invasiones militares, imposición de sangrientas dictaduras genocidas, intervencionismo e injerencismo político descarado, chantaje económico, bloqueo económico ilegal, e incluso guerra colonial en Las Malvinas. Ni siquiera los opresivos y deshumanizantes casi cincuenta años de neoliberalismo global pudieron desarraigar la conciencia antimperialista de los pueblos de América Latina ni borrar de su memoria todos los atropellos por parte del imperio a su vida política republicana. No olvidemos que el neoliberalismo fue la ominosa revolución de los ricos contra los pobres[17]. Por lo demás, el inusitado interés de la UE en acercarse nuevamente a América Latina responde a un movimiento estratégico interno y externo. Interno, porque necesita el litio de Bolivia, Argentina y Chile para su industria tecnológica y, también, requiere sustituir las fuentes de energía rusa por la de Venezuela. Externa, porque la estrategia junto al imperio estadounidense es atajar en algo, aunque sea tardíamente, la penetración de China con grandes proyectos de inversión en la región. Por todo ello, Lula representa una victoria electoral de gran trascendencia en el actual terremoto geopolítico mundial por los motivos siguientes:
1. Se abre un gran bloque sudamericano de izquierda y antimperialista liderado nada menos que por las dos grandes potencias de la América: México y Brasil. AMLO y Lula, son dos importantes líderes, y representarán el liderazgo indispensable para consolidar el bloque que haga contrapeso a la potencia del Norte en plena decadencia de su parte.
2. Fortalecerá la política no alienada y de neutralidad en el conflicto europeo provocado por los Estados Unidos. No se puede ignorar que la subregión se negó a proporcionar armas a Ucrania.
3. Constituye un dique de contención ante las derechas neofascistas que conspiran abiertamente contra gobiernos democráticos de izquierda, como el visto en contra de Castillo en Perú.
4. Influye en la política exterior estadounidense de no malquistarse más con los países de su patio trasero.
5. Evidencia el desgaste definitivo del liberalismo en las masas populares de la subregión.
6. Significa que los lazos comerciales y tecnológicos con China y los políticos, tecnológicos y militares con Rusia crecerán significativamente.
7. Cambia la correlación de fuerzas internacionales en la subregión.
8. América Latina se vuelve a convertir en un foco de defensa de la Paz Mundial y del no intervencionismo en los asuntos mundiales, partidaria de la soberanía nacional, en contraste con la triste e insensata Europa liberal que luce caduca y sin rumbo alentando el belicismo imprudente y temerario.
9. La reivindicación de Argentina sobre las Malvinas recibirá un apoyo decisivo. Como lo logró en el Foro Celac-UE, mostrando su disgusto Inglaterra por no mencionar las islas por su nombre en inglés.
10. Expresa el avance del nuevo orden multipolar y el retroceso definitivo del viejo orden unipolar.
La nota discordante en dicha reunión la dio la postura ambigua del presidente de Colombia, Petro, por condenar por igual como imperialista la operación militar rusa, junto a las Irak, Siria, Afganistán. Y lo peor fue la postura abiertamente pro-occidental de Boric, el presidente de Chile, quien sin tapujos calificó de agresión imperial. Lula trató de disculparlo aludiendo a su juventud e inexperiencia. Pero no hay duda de que Boric es un Caballo de Troya del imperio estadounidense. De modo que no es difícil advertir que Lula no es un clavo más en el zapato del Tío Sam, sino el clavo decisivo en la tumba del imperialismo, que corroe sus ambiciones, frena sus intereses, desprestigia su política injerencista, desenmascara su afán de dominación global, acelerando el alistamiento de sus valijas para su retiro de la escena mundial[18]. Sin lugar a dudas, clarea un nuevo amanecer con ideario socialista en todos los corazones que claman libertad con justicia, y desarrollo con caridad. El problema de la Paz en América Latina está ligado a la lucha por la liberación nacional antimperialista.
Sin embargo, el imperio contraataca, no se queda de brazos cruzados, hace todo lo posible por entorpecer las políticas soberanistas y tiene a la subregión bajo ataque para mantener sus posiciones políticas, económicas y militares. Se abre un nuevo capítulo en la guerra secreta contra América Latina, donde todas las opciones de mantienen abiertas. Así lo dio a entender Laura Richardson, jefe del Comando Sur de los Estados Unidos. Y no es un secreto que defiende los intereses de sus monopolios y para ello busca apoyarse en la cúspide militar mafiosa y reaccionaria de la subregión.
América Latina siempre ha sido un dolor de cabeza para el imperio del mal debido a que sus pueblos, principios e ideales son de una arraigada vocación antimperialista. Como dejó constancia José Enrique Rodó en su Ariel, Calibán es pragmático, imperial y prepotente, mientras Ariel es humanista, solidario y cooperador. Son dos almas de distinta profundidad, dos espíritus de distinto calibre las que se miden y oponen. Calibán tiene un alma horizontal, Ariel una vertical. Ni la ola neoliberal de cerca de cincuenta años pudo eliminar ese sentimiento anti imperial. Menos aún ahora, que se ha hecho evidente toda su inmedible maldad castigando al pueblo cubano por décadas, a través de un bloqueo ilegal condenado por todas las naciones del mundo, salvo por su socio Israel. Y es que el imperio del mal es intolerante con el principio consagrado por el derecho internacional sobre la libre determinación de los pueblos y el respeto de la soberanía nacional.
Así, el imperio del mal no descansa y el golpe que armó en Perú trata de replicarlo en Brasil, Colombia, México, El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Argentina. La subregión está bajo ataque y no habrá descanso. El objetivo, al parecer tardío, es no perder el patio trasero. Y es que en medio del terremoto geopolítico global que representa la guerra en Ucrania, al imperio del mal no le cae nada bien la hegemonía creciente de China en la subregión, la negativa a enviar armas al nazi Zelenski, la mayoría de gobiernos de izquierda -salvo el de Boric de Chile, que muestra una sumisión inaudita al imperio-, la promoción que hace Lula para abandonar el dólar del comercio internacional, la política integracionista del Mercosur, y el hecho de que las tierras raras y la gran riqueza en recursos naturales no se le enajenen.
Lula, Petro, AMLO, Bukele, Ortega, Maduro, Arce y Fernández saben por diferentes motivos que están en peligro, porque la política soberana e independiente no es del agrado ni satisface los intereses colonialistas del imperio del mal en la subregión. Pero Xi Jinping, cuyo país es el principal inversor en la subregión, y Rusia, que es el principal sostén político-militar de varios países sudamericanos -Cuba, Venezuela, Nicaragua-, no están dispuestos a que los golpes de Estado blandos o las revoluciones de color prosperen en el patio trasero del imperio del mal. Un pequeño botón de muestra son los planes golpistas descubiertos en el asesor militar de Bolsonaro. La CIA y los servicios de inteligencia del imperio del mal no se dan abasto en la subregión, y llevan a cabo una febril campaña desestabilizadora en todo el Continente.
No es ningún secreto que Rusia halló en Ucrania laboratorios secretos de armas biológicas y químicas, los denunció, pero el corrupto Occidente liberal hizo oídos sordos junto a las, cada vez más desprestigiadas, Naciones Unidas. En la guerra en Ucrania vemos el mismo libreto que la CIA implementó en América Latina, a saber, asesorar a los cuerpos represivos, organizar golpes de Estado, implementar escuadrones de la muerte, elaborar materiales químicos y biológicos para controlar la psicología humana, y desarrollar una guerra propagandística por editoriales de las agencias de prensa, radio, redes sociales e internet. Olvidando su cacareada versión democrática en el manejo de la libertad de prensa consiguió de los gigantes tecnológicos que RT fuera suprimida en Europa y limitada en América Latina, pero ello sólo ha conseguido desprestigiar más a la prensa corporativa y fortalecer a la prensa independiente.
América Latina no se puede hacer a un lado en la presente lucha geopolítica entre China, Rusia y Estados Unidos de Norteamérica. La Patria Grande de Bolívar, Martí, Artigas, Sandino, Allende, el Che, tiene que tomar la decisión acertada, se juega nada menos que su destino. Es la hora decisiva de la historia en que el continente se decide por un rumbo emancipador, independiente y democrático para dejar de ser el patio trasero de potencia alguna. Latinoamérica es consciente de que está bajo ataque y el enemigo es el de siempre, el mismo que atisbó Bolívar señalando que sería el principal impedimento para la formación de la Patria Grande.[19] De suyo se comprende que el imperio del mal haya buscado sustituir el sueño integracionista latinoamericano de Bolívar por el panamericanismo.[20]
Su elección a favor del Nuevo Orden Mundial Multipolar es un desafío para la decadente potencia hegemónica del norte. Ahora son los golpes de Estado blandos los que intenta, mañana puede ser una medida más agresiva. Si ha perdido el control en Ucrania lo mismo puede suceder, y, de hecho, ya lo está perdiendo en América del Sur. China y Rusia lo saben. Y sobre todo la primera está dispuesta a la defensa militar de sus aliados en la subregión. El imperio del mal está en una encrucijada en el peor momento de su historia, se debate en una profunda crisis interna y externa, y en su desesperación puede ocasionar grave daño en las relaciones internacionales con otros países. Lamentablemente en estos momentos Perú, de la señora Boluarte, y Ecuador. de Lasso, juega un papel clave para el imperio del mal, y no se descarta que sea usado para provocar una conflagración bélica regional de consecuencias desastrosas.[21]
En una palabra, si en Europa la OTAN es la raíz de los problemas, en América Latina lo es los EEUU. La paz social, política y regional en América Latina está en peligro ante un imperio del mal desbocado y desesperado por mantener su hegemonía en la subregión en el peor momento de su historia. La catastrófica derrota militar en Ucrania es la cancelación del imperio del mal y sus vasallos europeos. El viejo mundo unipolar colonialista se derrumba y un nuevo mundo multipolar nace. Vivimos una hora histórica decisiva que, si no es interrumpida por una demencial guerra termonuclear, puede llevar a la humanidad a un nuevo amanecer.
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