IDEAS
Y REFUTACIONES
Gustavo Flores Quelopana
Todo comenzó
cuando un martes 26 de enero por la mañana -hora de Lima- estampé en un
link mi reflexión sobre la burguesía y el nihilismo en la plataforma del Foro
de Filosofía, Artes, Ciencias y Letras “La Serpiente de Oro”, que dirige mi
amigo y destacado físico teórico Enrique Alvarez Vita, amicalmente Kiko. Rezaba
dicha meditación en tenor siguiente:
NIHILISTA
BURGUESÍA DEGENERADA
En los
tiempos de ascenso revolucionario de la burguesía, Kant llamaba al filósofo el
maestro del ideal. En cambio, en los actuales tiempos de la burguesía
decadente, el filósofo se ha convertido en el maestro del nihilismo. Sentirse
libre, sin Dios, ni ideales, sin imperativos morales, vivir en la nada, porque
se asume que la realidad es en realidad nada, es la nueva farsa y embuste
dominguero de la burguesía decadente de la posmodernidad. El nihilismo es la
patología global de nuestro tiempo. Pensar y sentir el ser desde la Nada es la
utopía inmanente del estancamiento espiritual. La mayor mentira vital del
nihilismo es que todo se somete a la transitoriedad del devenir, todo corre de
la nada a la nada. Esto es olvidar que el ser no sólo tiene un sentido
multívoco -lo finito-, sino también un sentido unívoco -lo Absoluto-. En el
fondo se trata de una hipocresía consubstancial de un luciferino resentimiento
metafísico hacia la trascendencia y el hundimiento en la ciénaga del delirio
prometeico de la modernidad.
Ante lo cual,
se produce el breve, pero significativo, diálogo virtual siguiente, con el
filósofo español Isaasc Rosler (las transcripciones son literales).
Isaac Rosler
Wow, ¡cuánta amenaza y
tormento elocuente para que uno no se atreva a pensar libre de dogmas y sin
dioses! Supongo que me espera la nada, el nihilismo, el vacío... Sólo me atrevo
a rememorar lo que un filósofo dijo, "si el hombre debe llegar un día a la
proximidad del ser debe antes aprender a existir en lo que no tiene
nombre". Saludos cordiales.
Gustavo Flores Quelopana
El dogma de nuestro tiempo
sin Dios es vivir en la dictadura del puro relativismo. Enaltecer la asunción
de la nada como un pensar libre es el último embaucamiento sedicente de la
decadente burguesía degenerada. Lo que se aquí se trata en el fondo no es "atreverse
a pensar libre y sin dioses", sino caer en la última pesadilla degenerada
del mundo burgués. El posmodernismo dionisíaco no entiende la utopía, ni
siquiera la propia. Y así va a la deriva encerrándose en el más puro
inmanentismo del deseo sin trascendencia.
Isaac Rosler
Gustavo, parece que
decidiste ignorar el pensamiento que propuse, así que aquí va de nuevo,
planteado de otra manera. El peor "pecado" podría ser, quizás, no
intentar vivir sin Dios, o al menos, como si no existiera (su nombre) . Y así,
ir por la vida pensando, pensando realmente, pensando en decidir hacer el bien
sin mirar a quien, pensando con responsabilidad, sin religiones ni dioses. Ese
momento, pienso, es siempre ahora, desde este instante, ya que la justicia (que
aún no tiene el nombre que deseamos darle) no espera. Saludos.
Gustavo Flores Quelopana
Apreciado Isaac, percibo tu
digna y justificada preocupación por el bien. No obstante, pienso que se
contribuye muy poco o casi nada en ello si nos basamos solamente en las
virtudes morales y se da la espalda a las virtudes teologales. El hombre no
sólo es admirable, sino también idólatra, abyecto y vil. Con gran facilidad se
desliza hacia la vanidad y la soberbia basándose solo en las virtudes morales
inmanentes desvinculadas con las virtudes teologales trascendentes. Por eso, la
tragedia del actual hombre sin Dios es vivir en la pura inmanencia desvinculada
de la verdadera trascendencia que es Dios.
Isaac Rosler
Gustavo quizás lo que tú
llamas "la tragedia del actual hombre" es que él ya no quiere dejarse
definir por el fin teleologico u ontológico que se le adjudica con todo amor,
compasión y condescendencia.
Gustavo Flores Quelopana
Es verdad, el hombre actual
ya no se define por alguna entelequia teleológica, sino por la
autodeterminación de su libre voluntad. Ese es el mito de la modernidad. Mito
que se muestra fracasado en el Antropoceno que va hacia el despeñadero en todos
los órdenes de cosas. Pero dicha humanidad no se así porque "quiere",
sino porque esa es la atmósfera espiritual que le tocó vivir en la era
nihilista.
Isaac Rosler
Tu palabra favorita,
recurrente y reverberante: El nihilismo. Creo que ahí lo dejo. Suerte con tu
cruzada.
Gustavo Flores Quelopana
De la misma forma.
Considero que este diálogo es interesante porque
representa varias cosas: 1. La agenda ideológica mundial -el nihilismo- que
trata de impulsar la élite global sobre el planeta, y en la que tiene
secuestrada a buena parte de la intelectualidad europea continental y
anglosajona; 2. El imperio que ejerce el nihilismo en la médula del pomodernismo
dionisiaco, que con la cacareada y sedicente excusa de la libertad ilimitada no
hace más que hundirse en el narcisismo moral y metafísicamente disolvente; y 3.
La naturaleza ideológica de la dictadura relativista de la Nada, que no va más
allá del sentido multívoco del ser -la finitud- y elude su sentido unívoco -lo
Absoluto-.
27 de enero 2020, en plena segunda ola de la
pandemia del Covid