sábado, 4 de octubre de 2025

Tierra, Imagen, Signo

 

Tierra, Imagen, Signo

A continuación, presento el análisis del libro Tierra, Imagen, Signo. 

APORTES:
  1. Relectura semiótica del territorio como experiencia sensible y simbólica Eduardo Yalán Dongo y Sebastián Pimentel proponen una semiótica que no se limita al análisis de signos lingüísticos o visuales, sino que se encarna en la tierra, en el cuerpo, en el paisaje. La tierra no es solo soporte físico, sino imagen viviente, signo cultural, memoria afectiva. Esta ampliación del campo semiótico permite pensar el territorio como espacio de sentido, no como objeto neutro.

  2. Descolonización del pensamiento semiótico El autor se distancia de la semiótica estructuralista europea (Saussure, Barthes) y propone una semiótica situada, en diálogo con la experiencia latinoamericana. Esto lo vincula con pensadores como Rodolfo Kusch, Walter Mignolo y Silvia Rivera Cusicanqui, que buscan releer los signos desde la tierra, no desde el logos abstracto.

  3. Intersección entre estética, política y espiritualidad Tierra, Imagen, Signo no es solo un tratado técnico: es una meditación filosófica sobre cómo el cuerpo, el deseo, la imagen y el territorio se entrelazan en la construcción de subjetividades. El signo no es solo representación, sino presencia, afectación, vínculo. Esto abre la puerta a una espiritualidad encarnada, aunque no sistematizada.

  4. Crítica al consumo y a la estetización del espacio Yalán Dongo analiza cómo el mercado transforma la tierra en mercancía simbólica, y cómo la publicidad y el diseño convierten el territorio en imagen manipulable. Esta crítica se inscribe en una semiótica del consumo, pero con una sensibilidad filosófica que apunta a la restitución del sentido.

LIMITACIONES:

  1. Ausencia de una ontología explícita, Aunque el libro está lleno de intuiciones metafísicas, no desarrolla una ontología sistemática que articule el ser, el signo y la trascendencia. El lector queda con una constelación de ideas, pero sin una arquitectura filosófica que las ordene.

  2. Silencio teológico A pesar de su sensibilidad espiritual, Yalán Dongo y Sebastián Pimentel no formulan una teología del signo ni una metafísica de la gracia. Esto limita su propuesta frente a la necesidad actual de reconciliar lo inmanente con lo divino, como exige la nueva metafísica planetaria.

  3. Estilo fragmentario y densidad conceptual Su escritura, influida por Deleuze, Peirce y la estética contemporánea, puede resultar hermética para lectores no especializados. La riqueza de referencias filosóficas y poéticas exige una formación previa para captar plenamente sus argumentos.

Valor en el contexto del ensayo

Tierra, Imagen, Signo representa un eslabón clave en la transición desde una semiótica estructuralista hacia una semiótica espiritual y territorial, que prepara el terreno para una metafísica de la libertad encarnada. Su aporte es valioso como cartografía crítica del presente, aunque requiere ser complementado por una ontología relacional y una teología del sentido que lo trascienda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.