IBERICO FUE
UN SPINOSISTA-BERGSONIANO
Mariano
Iberico fue spinosista por asumir una visión del absoluto como unidad dinámica
de la realidad, y bergsoniano por interpretar el ser como devenir en la
aparición.
En este
sentido, se cobijó bajo el principio inmanentista de la filosofía moderna que
se aparta del ser en sentido trascendental. La asunción de este nuevo punto de
partida -el principio de inmanencia- no sólo significó borrar de un plumazo el
ser infinito para quedarse con el ser finito, sino que eliminó el problema de
la esencia, el de la participación y el de Dios.
En suma,
desde el punto de vista trascendental el error de Iberico está en definir lo
absoluto como devenir. No reduce lo metafísico a lo gnoseológico, pero subsume
lo ontológico al devenir. Al menos Hegel colocó al ser indeterminado sobre
Dios, pero Iberico coloca al devenir como meollo de la realidad eliminando a
Dios de la ecuación de la realidad.
Iberico no
fue ateo, valoró la vida religiosa, pero no abrazó al Dios teísta, sino panteísta,
y con ello sustituyó el sentido analógico del ser por el sentido unívoco del
ser.
¿QUÉ ES PARA
MARIANO IBERICO EL SER Y EL APARECER?
Mariano Iberico, un
destacado filósofo peruano, aborda el concepto del "ser y el
aparecer" en su obra La aparición: Ensayos sobre el ser y el aparecer
(1950). Para él, el "aparecer" no es simplemente una ilusión o un
"velo de Maya" que oculta la realidad del ser, como se ha concebido
tradicionalmente en la filosofía. Más bien, lo considera como un lenguaje
universal a través del cual el ser se expresa.
Iberico rechaza tanto el
objetivismo, que separa al ser de su expresión, como el subjetivismo, que aísla
el aparecer del principio, llevándolo a la nada. En su lugar, propone que el
aparecer tiene un valor intrínseco y debe ser entendido como una categoría
filosófica esencial.
¿CUÁL SERÍA
LA DIFERENCIA CON EL SER DEL TOMISMO?
La diferencia entre el
"ser" en la filosofía de Mariano Iberico y el "ser" del
tomismo radica en el enfoque y la interpretación de la realidad.
En el tomismo, inspirado
por Santo Tomás de Aquino, el "ser" se entiende como el acto de
existir (actus essendi). El tomismo busca una visión metafísica basada
en la armonía entre la fe y la razón, destacando que el "ser" es una
participación en el Ser absoluto (Dios), quien es el único ser necesario y
fuente de toda existencia. Aquí, el "ser" tiene una dimensión
objetiva y trascendental que se relaciona con la perfección y la causa final de
los entes.
Por otro lado, Mariano
Iberico tiene una perspectiva más fenomenológica. Para él, el "ser"
se expresa a través del "aparecer," dándole a este último un valor
esencial. A diferencia del enfoque tomista, que establece una relación jerárquica
entre el ser y lo que aparece (o las formas materiales), Iberico busca integrar
el "ser" y el "aparecer" como complementarios. En su
filosofía, el "aparecer" no es una simple manifestación de lo real,
sino una dimensión fundamental del "ser" en su expresión.
En resumen, mientras que el
tomismo enfatiza una visión trascendental y teológica del "ser,"
Iberico propone una relación más intrínseca y complementaria entre el
"ser" y el "aparecer," enfocándose en cómo se revela y se
comunica el ser. Este contraste refleja las influencias culturales y
contextuales de cada enfoque.
PARA IBERICO
EL SER QUE SE MANIFIESTA EN EL APARECER NO ES EL SER ABSOLUTO
Para Mariano Iberico, el
"ser" que se manifiesta en el "aparecer" no corresponde al
"ser absoluto" en el sentido tradicional metafísico, como en la
concepción tomista o hegeliana. Iberico no busca plantear una idea de un ser
trascendental, único e inmutable que subyace a todas las cosas. Más bien, su
enfoque es más fenomenológico y dinámico: el "ser" se realiza y cobra
sentido a través de su "aparecer".
El "aparecer" no
es simplemente una sombra o proyección de un ser absoluto, sino que es un
lenguaje propio, una forma esencial de revelar el "ser". Por lo
tanto, en la filosofía de Iberico, el "ser" se concibe en su relación
intrínseca y activa con el "aparecer", más como un proceso en
constante manifestación y menos como una esencia fija e inalcanzable.
Esto posiciona su filosofía
en un diálogo con tradiciones fenomenológicas, alejándose de la metafísica
clásica del ser absoluto.
SI EL SER SE
REALIZA EN EL APARECER PARA IBERICO EL SER ABSOLUTO SERÍA EL DEVENIR
Es una interpretación
interesante y válida. Si bien Mariano Iberico no formula explícitamente la idea
del "devenir" en los términos que usan filósofos como Heráclito o
Henri Bergson, su énfasis en la realización del ser a través del aparecer tiene
resonancias con esa idea de un proceso continuo y dinámico.
Para Iberico, el ser no
está fijado en una esencia inmutable; más bien, se expresa y cobra significado
en su aparecer, lo que implica cierto movimiento, cambio y actualización
constante. En este sentido, podríamos decir que su visión se aleja de un "ser
absoluto" estático y se orienta hacia una comprensión más procesual o
fenomenológica, que podría vincularse con la noción de devenir.
Esto coloca a Iberico en
una posición distinta de las tradiciones metafísicas clásicas que buscan el ser
absoluto como algo trascendental y fijo. ¿Te parece que esta idea se alinea con
lo que entiendes por "devenir"? Podríamos explorarlo más profundamente
si quieres.
LA POSTURA DE
IBERICO SOBRE LO ABSOLUTO
Mariano Iberico aborda el
concepto de lo absoluto en su obra El nuevo absoluto (1941). En este
libro, Iberico reflexiona sobre la transformación del concepto tradicional de
un absoluto inmutable hacia un absoluto dinámico y en constante movimiento.
Según él, el devenir ha reemplazado al ser estático, y el ideal de reposo y
perfección del pasado ha sido sustituido por un anhelo insaciable de vida,
movimiento e inquietud.
Iberico conecta esta idea
con una dimensión espiritual y religiosa, destacando que la vida religiosa, con
su seriedad metafísica y ética, puede devolver al ser humano un sentido cósmico
e interior de la existencia. Este enfoque refleja su interés por integrar lo
estético, lo metafísico y lo espiritual en una visión más amplia del absoluto.
SU PROPIO
CONCEPTO DE ABSOLUTO NO TIENE QUE VER CON DIOS SINO CON EL DEVENIR
El concepto de
"lo absoluto" en Mariano Iberico no se identifica directamente con
Dios en el sentido clásico de las tradiciones teológicas, sino que se vincula
con el devenir y el movimiento continuo de la realidad. Para Iberico, el
absoluto ya no es un principio fijo, inmutable y trascendental, sino algo
dinámico, que encuentra su realización en el proceso constante de cambio,
transformación y manifestación.
En su obra El nuevo
absoluto, Iberico propone que este nuevo absoluto se aleja del reposo y la
perfección inalterable de las concepciones tradicionales. En cambio, resalta la
vitalidad, la creatividad y la inquietud que caracterizan el devenir de la
realidad. Es un absoluto que está más relacionado con el flujo de la existencia
y la vida misma, en lugar de un ser necesario y fijo.
Esto también abre espacio
para una dimensión espiritual en su pensamiento, pero no necesariamente
vinculada a una idea teísta de Dios, sino más bien a un sentido trascendental
del movimiento y la manifestación constante del ser en el mundo.
SE TRATA DE
UNA IDEA DE ABSOLUTO NO ASOCIADO AL TEÍSMO SINO AL PANTEÍSMO
Se puede
interpretar la noción de lo absoluto en Mariano Iberico como más cercana al
panteísmo que al teísmo tradicional. En su filosofía, lo absoluto no es una
entidad trascendente y personal como en las concepciones teístas, sino que está
profundamente vinculado al flujo dinámico y al devenir constante de la
realidad. Este absoluto no está "fuera" del mundo, sino que está
intrínsecamente ligado a él, manifestándose en la totalidad de la experiencia y
el movimiento del ser.
El énfasis de Iberico en la
vida, el cambio y la manifestación dinámica resuena con ciertas ideas
panteístas, donde lo divino o lo absoluto se concibe como inmanente al
universo, en lugar de ser una realidad aparte o superior. Sin embargo, su
visión también mantiene una originalidad propia, al integrar dimensiones
estéticas, espirituales y filosóficas únicas dentro de este marco.
IBERICO FUE
UN SPINOSISTA-BERGSONIANO
Es cierto que Mariano
Iberico muestra influencias tanto de Spinoza como de Henri Bergson en su
pensamiento, lo que lo convierte en un filósofo con una síntesis única. De
Spinoza, Iberico parece tomar la idea de la unidad esencial de la realidad,
aunque reinterpretada en un marco más dinámico. Por otro lado, de Bergson
adopta el énfasis en el devenir, la creatividad y la intuición como formas de
comprender la realidad.
Sin embargo, Iberico no se
limita a ser un seguidor de estas corrientes; más bien, las adapta y las
integra en su propio sistema filosófico. Su noción del "nuevo
absoluto", por ejemplo, refleja una reinterpretación original que combina
la inmanencia spinozista con el dinamismo bergsoniano, pero siempre en diálogo
con su contexto latinoamericano.