NEUTROVACÍO Y DESIDEOLOGIZACIÓN
DE LA CIENCIA
Gustavo Flores Quelopana
Sociedad Peruana de Filosofía
Neutrovacío y teología vertical
de salvación
El
principio cosmológico del neutrovacío está planteado en términos agnósticos
desde el momento en que admite junto al fenómeno lo nouménico. De modo que a
pesar del agnosticismo de su creador es inevitable pensar lo nouménico no sólo
del neutrovacío, sino en todo el horizonte implicado en él.
Al
respecto veo dos opciones: 1. o el neutrovacío como lo concretamente mínimum es
lo único que existe y a partir de él existe Dios en un proceso panteísta y emanacionista
(teología horizontal de salvación), o 2. De lo contrario existe antes del
neutrovacío lo absolutamente máximum o Dios, como lo nouménico de lo nouménico
de lo concretamente mínimum o sea del neutrovacío, y de este modo hay un
Creador del mundo en vez del divino neutrovacío (teología vertical de salvación).
La
solución emanacionista panteísta niega que Dios sea el creador del mundo, pues
lo verdaderamente divino resulta siendo el neutrovacío. Pero este camino tiene
otro grave defecto, el cual es que impide pensar si el horizonte de lo
nouménico se agota en el neutrovacío. Pues si no se agota entonces es posible
pensar lo absolutamente máximum del
Cusano por encima del neutrovacío y en la teología vertical de salvación.
Posibilidad de lo concretamente
máximum
El
principio cosmológico del Neutrovacío replantea un crucial tema científico y
metafísico: la idea del infinito. El Cusano con la idea del Universo como lo concretamente máximum introdujo la
capital idea moderna de la infinitud espacial, Giordano Bruno la recoge con su
idea del infinito actual en las cosas finitas. Einstein la precisa diciendo que
el Universo es finito pero ilimitado. Y ahora viene Kiko con la idea de que el
estado potencial del Universo está antes de lo finito e infinito.
Pues
bien, como es un contrasentido pensar que el neutrovacío sea antes del infinito
en sentido absoluto, entonces tiene
que serlo necesariamente en sentido
concreto aunque en un horizonte mínimo. El neutrovacío, de este modo, es
antes del infinito no en sentido absoluto sino en sentido concreto, porque es
la posibilidad misma de lo concretamente
máximum, o sea, el universo mismo.
Neutrovacío como intuición
practicable
Compendiando
los elementos de la teoría del Neutrovacío se desprende cinco tesis siguientes:
Primera: la teoría cosmológica del neutrovacío utiliza conceptos ideados y no sugeridos por la experiencia. Estos conceptos tienen función de intérpretes, es decir, traducen a lenguaje un nuevo problema.
Primera: la teoría cosmológica del neutrovacío utiliza conceptos ideados y no sugeridos por la experiencia. Estos conceptos tienen función de intérpretes, es decir, traducen a lenguaje un nuevo problema.
Segunda: este lenguaje formula el problema en cuanto que los conceptos fundamentales, exacta y cualitativamente, cada uno por sí mismo, y definidos con toda precisión en una formulación matemática que tiene en cuenta sus posibles y mutuas correlaciones. Y aquí comienza la parte creadora de la teoría.
Tercera: No obstante esta definición formal matemática del concepto de neutrovacío en el sistema coherente del origen de las fuerzas fundamentales del universo, debe constatarse que la conexión lógica del concepto con las experiencias elementales cae fuera de lo posible por el momento.
Cuarta: La inseguridad metodológica comprobada en la tesis tercera parece poner en peligro el principio heurístico del neutrovacío, según Mach no puede admitirse en física concepto alguno cuya rectificación empírica sea imposible.
Quinta: La física moderna no arroja luz clara e inequívoca sobre la verdad y el objeto, ni por vía empírica (porque los conceptos y las leyes no son deducciones lógicas del mundo trascendente a la observación) ni por vía apriorística (porque pueden existir interpretaciones excluyentes). La justificación de una teoría física, incluida la del neutrovacío, se deriva exclusivamente del hecho de que su intuición demuestre ser practicable.
La
teoría cosmológica del neutrovacío de Enrique Alvarez Vita brinda otra
excelente oportunidad para sostener que la justificación de una teoría física
no puede fundamentarse en el recurso de un idealismo crítico, aunque se trate
de una síntesis apriorística, y tampoco en el realismo científico-natural de un
empirismo crítico, porque la conclusión del proceso inductivo de lo particular
a lo general no puede fundarse en la experimentación ni en la lógica. Su
justificación sólo puede provenir del hecho de que su intuición demuestre ser
practicable.
Neutrovacío como paradigma
indicativo
Cuando
decimos que la teoría del neutrovacío encuentra su justificación en el hecho de
que su intuición demuestre ser practicable, estamos aludiendo a que una teoría
física es una red de afirmaciones tejida en torno a una construcción sintética,
que debe hacer posible que lo perceptible sea transformado en mensurable, es
decir, en objeto de la física.
Esto
es claro en virtud del principio de Mach. Sin embargo, Einstein recomienda
precaverse del peligro de considerar la construcción mental simplemente como
expresión idealmente abstraída de algo ónticamente real, porque no se ve la posibilidad
de derivar lógicamente del mundo experimental los conceptos básicos
fundamentales.
Entonces
queda por preguntar si el concepto de neutrovacío no es sino una "imagen
hertziana" o paradigma indicativo, en el sentido en que las consecuencias
lógicas necesarias de las imágenes son imágenes de las consecuencias
naturalmente necesarias de los objetos representados.
Neutrovacío como concepto
deductivo abierto a lo trascendente
Con
el neutrovacío ocurre exactamente lo mismo que con los cuerpos, como lo dijeron
Descartes y Einstein, no es percibido propiamente a través de los sentidos,
sino a través de razón, porque ésta solo puede alcanzar el verdadero
significado del objeto corpóreo o no corpóreo a través de las imágenes
percibidas por las experiencias de los sentidos o las conjeturas de la razón.
En
otras palabras, el neutrovacío es un concepto deductivo, es decir se apoya en
conceptos y axiomas hipotéticos. Pero mientras Descartes conforme a su
racionalismo idealista tiene seguridad absoluta en la hipótesis de carácter
matemático, Einstein prefiere rectificar las hipótesis racionales mediante la
observación. Alvarez Vita como Einstein cree firmemente en la posibilidad de
confirmación en el mundo fenomenológico.
Todo
esto tiene una consecuencia de largo alcance que se retrotrae a Kant. Todo se
debe agradecer al orden racional y no necesariamente divino. El carácter
ateológico y ametafísico del humanismo científico tampoco es remecido
necesariamente con la física cuántica, porque se trata de otro orden racional
aun no entendido pero que se mantiene dentro de un mundo supremo autocreado.
Lo
singular del concepto de neutrovacío es que no es necesariamente el mundo como causa sui, como sí lo vio Einstein en su
visión panteísta, sino que da un salto heurístico más allá de la mística de la
identidad de Kepler, el monismo fundamentalista einsteiniano y el pluralismo
complementario de la física cuántica, para aspirar a la concreta totalidad del
mundo. Esto es así porque la teoría cosmológica del neutrovacío no está
limitada al orden unilateral de lo fenoménico, que sólo percibe el ser
categorial manipulable, sino que está abierto a un orden trascendente y no
manipulable del ser.
Asume
transfenomenalidad del metacosmos
Algo
decisivo en la teoría cosmológica del neutrovacío es que nos habla de diversos
niveles de realidad, con ello no aspira hacia teología horizontal ni se
divorcia de la providencia divina. Abierto hacia una teología vertical busca
iluminar la totalidad del cosmos y demuestra como Bohr que el físico puede
respetar internamente el concepto y la fe omnivalente en Dios.
Ni
siquiera la reserva científica tradicional ante la creación se mantiene. Esto
significa que está abierto a las verdades profundas en beneficio tanto del
filósofo, el teólogo y el físico.
Por
tanto, es inadmisible desdeñar la fenomenalidad como la transfenomenalidad de
la física, dentro de un diálogo armonioso entre el macrocosmos, el microcosmos
y el metacosmos. Nada de lo cual quiere decir que desaparezca la obscura zanja
entre concepto y realidad.
En
la presente hora en la que muchos intelectuales sucumben, como lo previó
Heisenberg, en la fascinación de un pensamiento modelo en el que no existieran
la contradicciones, es necesario admitir que esta aparente eliminación de toda
contradicción es una eliminación ante el indesarraigable relación de
incertidumbre en el corazón de la actividad epistémica. Lograr la visión de un
universo unificado no significa abrazar estas ilusiones, sino asumir con coraje
las limitaciones conceptuales sin caer en un relativismo categorial.
Favorece la síntesis del
conocimiento humano
El
enorme mérito de la teoría cosmológica del neutrovacío es que nos pone de
frente ante el gran misterio de la realidad. Cuando la física cuántica intenta
liberarse de la construcción mental lógico-aristotélica y de la matematización
cartesiana proponiendo con Niels Bohr las ideas de complementariedad, estamos
tentados a afirmar como Heidegger que sólo aprendemos a conocer cuando
comprendemos que la razón es la principal adversaria del conocimiento.
Sin
embargo la tentación irracionalista pierde su encanto cuando reparamos que la
reapertura hacia la realidad total requiere tanto de la combinación de la
metafísica óntica de los universales como del a priori como dato necesario para
alcanzar la kantiana cosa en sí. El concepto de neutrovacío al combinar lo material
e histórico con lo inmaterial e intemporal nos lleva hacia esa síntesis
indispensable para el conocimiento humano.
Neutrovacío y principio
antrópico
¿Es
congruente la teoría de Penrose expuesta en su “Ciclos del Tiempo. Una extraordinaria
nueva visión del universo” (Debate, Barcelona 2010)? ¿Qué teoría es más
aceptable, la teoría común de multiversos paralelos, por ejemplo, tal como la
concibe Hawking, o la teoría de multiversos cíclicos propuesta por Penrose? ¿Qué
relación guardan estas teorías, que minimizan la importancia del principio
antrópico, con la del neutrovacío?
Nosotros
podríamos imaginar otros modelos, por ejemplo, un universo con frenado
gravitatorio, un big Crunch consecuente pero sin un nuevo big bang emergente,
la energía latente quedará como un neutrovacío pero sin capacidad para dar
lugar a un nuevo universo emergente. Con ello no habrá universo que nazca y
muera sucesivamente.
Otro modelo sería un megauniverso que contiene universos oscilantes de carácter no indefinido y que al final desaparecen por colapso gravitatorio, todo lo cual describiría un megauniverso cuyas partes van muriendo hasta disolverse en la nada. El Eón de eones al fin se apaga dejando la habitación del cosmos sin nada y sin nadie. Esta posibilidad no está descartada dentro del modelo cosmológico del neutrovacío. Ni las constantes adimensionales ni el rebote cuántico serían capaces de volver a prender la luz en el cosmos.
Incluso
cabe un tercer modelo donde la expansión del megauniverso hace mucho acabó
dando inicio a su fase de colapso independientemente de que dentro de él muchos
multiversos estén en un eón expansivo. En
otras palabras, ni el modelo de Penrose (multiversos cíclicos) ni el de Hawking
(multiversos paralelos) repugnan la idea cosmológica del neutrovacío, que se
muestra más fundamental y filosófica que las de los otros grandes cosmólogos.
Como vemos, inclinarse por una u otra visión no depende de los hechos empíricos que las avalen porque ni una ni otra tienen cuentan con evidencias científicas que las respalden. Por consiguiente, la discusión de estas propuestas de multiversos y megauniversos dependerá de su consistencia lógica interna; es decir, de que el sistema de realidad sea consistente internamente con los hechos empíricos y sea por ello probable.
Se tratará, por tanto, de una discusión sobre la consistencia teórica de ambos modelos fenomenalistas, donde la materia se rige por leyes autónomas. Pero hay algo más interesante aun dentro de una consistencia lógica interna, y se trata de la consideración de que la posibilidad de multiversos con o sin megauniverso sea probable dentro de un cosmos cuyo principio antrópico obedece no a ciegas leyes causales o cuánticas, sino a la voluntad de un Creador omnipotente, no excluido en la cosmología del neutrovacío. Efectivamente, el modelo del neutrovacío no es un modelo del universo de carácter ateo sino agnóstico.
En otras palabras, el estado final de la evolución cósmica existe y puede darse de muchas maneras, una de ellas es la del neutrovacío, pero la no excluida voluntad del Creador no es la recreación sinuosa y variable de la materia en sus distintas formas, sino que es demostrar la importancia suprema que tiene el hombre en el ignoto misterio del universo. El modelo cosmológico del neutrovacío concluiría reforzando el principio antrópico.
Al
límite de la concepción inmanente de la materia
El
problema fundamental que plantea por la Segunda Ley de la termodinámica es que
el aumento de entropía de los sistemas debería diluir el universo en un máximo
de entropía final que daría entrada en un estado en el que el espacio-tiempo y
las leyes de nuestro eón perderían vigencia en una singularidad.
Ahora
bien, tras el momento de disolución final en la singularidad debería mantenerse
la energía del universo (ésta ni se crea ni se destruye). Por tanto, si el
universo desaparece, la energía debería estar como “plegada” o “autocontenida
en algún sitio” que llamo NEUTROVACÍO.
Al
diluirse un eón, su energía quedara replegada en el NEUTROVACÍO, pero sin
ninguna seguridad de que habría energía para un siguiente eón: ya que de la
nada, nada viene. Incluso, se podría preguntar si el NEUTROVACÍO como estado
potencial del universo puede también colapsar, y con ello rompemos la
concepción inmanente de la materia. Por ello, es posible concibe una voluntad
espiritual por encima del universo material.
La coincidencia
Pero
la teoría cosmológica del neutrovacío está más cerca del modelo de multiversos
de Penrose que al modelo de Hawking. No sólo porque piensa que es muy difícil
que puedan hallarse pruebas empíricas ordinarias de la existencia de otros
universos (e incluso pruebas de la teoría M, tan esencial para Hawking). Se
trata de universos paralelos, independientes y sin interferencia. En cambio, en
el universo cíclico de Hawking se concibe la dependencia de unos eones e otros
por el “estado intermedio singular y conforme”.
Por
ello, podrían concebirse posibles contrastaciones empíricas que permitieran
atisbar la existencia del eón precedente por la continuidad entre eones que
postula. Penrose y Alvarez Vita reconocen que estas pruebas no existen en la
actualidad, e incluso que cabe pensar que la enorme temperatura del big bang
inicial habría borrado todas las posibles huellas del eón anterior.
La
diferencia
Encuentro
una diferencia fundamental y profunda entre la cosmología de Enrique Alvarez
Vita y la cosmología de Penrose. Mientras el primero es un agnóstico moderado
que admite la transfenomenalidad del universo físico, en cambio el segundo es
un fenomenalista que agota su análisis en un horizonte estrictamente inmanente.
Son cosmologías profundamente opuestas. Atea la de Penrose y agnóstica la de Alvarez. Una cosmología sin Dios la del primero y otra cosmología con Dios la del segundo. Sin embargo, una cosmología “sin Dios” no implica necesariamente la negación de la existencia de Dios. Que el universo pudiera ser explicado sin Dios no significa que Dios no exista, ya que en el deísmo se postula un Dios que crea un universo que pudiera ser explicado sin Él.
La ratio physica no puede abordar las últimas preguntas según su propio método pero intenta construir explicaciones que “den razón” de la realidad del universo sin Dios. Las teorías de “universo único” se han abandonado por los problemas que planteaban y ahora se esfuerzan en ofrecer una teoría cosmológica autosuficiente en el marco de los multiversos (Hawking, o la teoría de multiversos en una “cosmología cíclica de Roger Penrose).
Sin
embargo, el universo no aparece como autosuficiente, y exige una metafísica que
necesita de Dios para justificar la realidad del universo. Un camino para ello
lo brinda la cosmología del NEUTROVACÍO.
Universo
como enigma metafísico
Una
antinomia es para Kant un conflicto en el que entra la razón cuando pretende
pensar lo incondicionado. Esto es lo que encontramos entre las teorías
cosmológicas actuales ante el enigma persistente del universo.
No
tenemos evidencias disponibles para saber si es verdad lo que dice Hawking,
Penrose o Alvarez. No es posible excluir que lo afirmado por Hawking, Penrose o
Alvarez pudiera ser realidad; pero no las tres al mismo tiempo. El hecho es que
el razonar a partir de nuestra experiencia fenoménica, no tenemos acceso a una
explicación única.
La
legitimidad lógica no equivale a legitimidad real y por ello el universo se nos
presenta como un enigma metafísico. Diversos constructos especulativos posibles
no revelan un enigma final del universo. Es por eso que el agnosticismo
moderado del principio del neutrovacío resulta más fecundo, desde el momento
que abre el fondo transfenoménico del cosmos mismo.
Cercana al teísmo
La
cosmología del neutrovacío es la más cercana y conforme a la hipótesis teísta
que estima que el universo tiene su fundamento metafísico suficiente en un Ser
Divino, personal, inteligente y creador del universo visible.
Esta congruencia se basa en que la dimensión de metarrealidad del NEUTROVACÍO se funda en la metarrealidad de un Ser Divino Creador. Es la alternativa al sistema de metarrealidad ciego (teoría ordinaria de multiversos).
Incluso el NEUTROVACÍO, que cuestiona el modelo estándar, es perfectamente compatible conforme con otros aspectos de este modelo, a saber:
a)
consistencia y estabilidad del universo,
b)
origen de racionalidad y orden del universo físico y vital,
c)
explicación desde la ontología fundante de Dios que surja en la evolución
física la propiedad fenomenológica de la psique.
La
teoría cosmológica del neutrovacío es una hipótesis científico-filosófica que
entra en congruencia con la gran tradición religiosa de la humanidad porque
admite lo transreal.
La
filosofía de la cosmología del neutrovacío no pretende afirmar como la
filosofía de la física cuántica que la reapertura de la realidad total transite
por la vía del principio de complementariedad (Bohr, Heisenberg, Jordan,
Scheibe), sino que respetando tanto el ámbito de la razón como de la intuición
está lejos de restringir la realidad a lo fenoménico y admite, más bien, la
realidad de lo transreal.
No es fenomenista sino
fenomenalista
Se
da algo sumamente decisivo en la teoría cosmológica del neutrovacío y es que el
concepto de naturaleza de Alvarez rompe profundamente con el de Kant, el cual
la definía como el conjunto de fenómenos según reglas necesarias (CRP A 216).
En cambio en Alvarez se rompe con la concepción-tipo que calificaba con suma
persistencia la tendencia divinizadora del concepto moderno de naturaleza del
positivismo metódico sistematizador.
En
el principio del Neutrovacío no es posible que todos los fenómenos se apoyen en
conceptos porque por definición el neutrovacío es un proceso transfenoménico o
nouménico de la realidad. En otras palabras, el agnosticismo moderado de
Alvarez no es fenomenista como el de
Kant sino es fenomenalista como el de
la fenomenología, va hacia la "cosa en sí" y de este modo su
ontología está en la línea de la ontología platónica, de la ontología
aristotélica y de la ontología medieval en donde el ser es un trascendens, que nunca será totalmente
alcanzado por el concepto.
Con
esto Alvarez da una pauta muy importante y diferente a Galileo porque el libro
de la naturaleza ya no puede ser leída con independencia completa del libro de
la Revelación. Y aquí mentamos Revelación en el sentido aristotélico de que
sobre la razón hay algo superior, el cual es el ser universal o sea Dios (Ética
a Eudemo 1248 a 25 y 1249 b 14).
Subraya
distancia ontológica entre verdad y concepto
El
más importante razonamiento que introduce el principio del Neutrovacío es que
se vuelve imperioso tener en cuenta la distinción necesaria e imprescindible
entre concepto y cosa en sí.
Si
se olvida la distancia ontológica entre la verdad y el concepto, o que el
concepto de naturaleza es sólo un concepto y no la "cosa en sí", entonces
se deja de tener en cuenta que el principio lógico según el cual el pensamiento
analítico-sintético sólo puede conducir a la formación de un
"sistema".
Cuando
no se tuvo en cuenta esta distinción se habló de "sistema de la
naturaleza", en el sentido de naturaleza autárquica (ya sea neohegelianamente
o a través del materialismo dialéctico). Así, este positivismo metodológico se
vuelve en ideología al convertir a la naturaleza en un dios.
Tanto
Hegel como Marx (el capitalismo existe pero no por eso es verdadero) conocían
la distinción entre lógico-exacto y verdadero, pero sus seguidores pocas veces
lo recordaron. Ahora bien, con el principio del Neutrovacío se abre la
posibilidad de reabrir este proceso de separación y retrotraer el nombre de
"naturaleza" a un acontecimiento abierto del ser y cancelar el
proceso que la encerraba en características categoriales y conceptuales.
Ha
llegado la hora de que los maestros de la posesión de la naturaleza (maitres et possesseurs de la nature), de
la planificación comercial, de la fascinación manipuladora del know how y del management dejen su lugar hacia los maestros de la reapertura del
la verdad y del ser.
Razón
tenía Pascal cuando decía que hay que escribir contra los que profundizan
excesivamente la ciencia. Y que a la humanidad le sirva de lección que nunca
hay que olvidar que dar cuenta por el "cómo" de la conexión regular
de las cosas no debe obnubilar la superior importancia por el "qué" y
el mismo acontecer de la naturaleza. La cibernética y la física cuántica han vuelto
a poner sobre el tapete que la perspectiva neoplatónica que la naturaleza está
escrita en letra matemática es falsa y sólo da cuenta de la comprensión
artificial de los fenómenos.
En
este sentido, el principio del Neutrovacío es un paso adelante más en la desideologización de la ciencia, cuyo
sistema conceptual no es la experiencia de la realidad total.
El fondo abisal entre concepto
y realidad
El
principio del Neutrovacío al insistir en la distinción necesaria entre concepto
y cosa en sí permite pensar el fondo abisal que existe entre concepto y
realidad y al mismo tiempo en Dios. El neutrovacío, concebido como el cosmos en
potencia, conduce hacia la idea de que el mundo potencial y el mundo actual no
es Dios pero Dios como acto puro está en el mundo. En una palabra, la idea de
Neutrovacío nos lleva hacia el reconocimiento de que Dios es el fondo abisal de
la ciencia.
Lima, Salamanca 09 de abril 2015