lunes, 29 de febrero de 2016

PAPA CONTRA CORRUPCIÓN VATICANA

UN PAPA CONTRA LA CORRUPTELA VATICANA
Gustavo Flores Quelopana
Sociedad Peruana de Filosofía
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El papa Francisco –que representa la izquierda católica- es el que más claro ha alzado su voz contra el culto al dinero y la tiranía de la economía de libre mercado. El corazón de todo buen católico está de su lado pero tampoco puede dejar de ver la dolorosa realidad en la que se encuentra inmersa su iglesia. Aquí no nos interesa la tradición autoritaria de la Iglesia ni acatar genuflexiones, porque Iglesia somos todos y el ejemplo de Cristo está sobre todas las cosas. No en vano nuestra tierra peruana ha sido cuna del nacimiento de la teología de la liberación.

Pero en su empeño por hacer una limpieza profunda emprendió una dura lucha contra la vieja guardia de la curia italiana vaticana. Contrató una experta auditoría financiera internacional para combatir principalmente contra el lavado de dinero en los bancos suizos. Ningún católico honesto y sincero podía dejar de sentir simpatía por esas sensatas y urgentes medidas.

El Vaticano es acusado actualmente de muchas cosas: tener la evasión fiscal más alta de la Unión Europea, permitir y proteger sistemática el abuso de menores, subvaluar sus propiedades para evadir impuestos, tener cuentas nada transparentes, permitir el lavado de dinero de la mafia italiana e internacional, lo dudoso de contar con un propio banco, e invertir en compañías transnacionales nada santas.

La más atroz acusación anterior y perteneciente al siglo veinte se relaciona con la sombría y horrorosa simpatía y cobarde actitud del equilibrista papa Pio XII con el fascismo antisemita germano y la facilidad que brindó la Santa Sede para ocultar y hacer emigrar con documentos falsos a criminales de guerra nazis hacia América Latina. El patético pro-alemán Pio XII nunca excomulgó a ningún alemán nazi, más preocupado por la política vaticana de imparcialidad nunca protestó cuando los nazis apresaron a los judíos de Roma, no protestó abiertamente ni defendió con energía a los judíos húngaros (salvó a 5 mil, mientras 500 mil fueron asesinados), no salvó a ningún niño, aunque ordenó que los conventos abrieran sus puertas a los refugiados judíos, pero silenció la voz de la Iglesia ante la barbarie del holocausto judío, sobre la cual sabía mucho en 1943, y cuando los americanos entraron al Vaticano rogó a los aliados que no pusieran guardias de raza negra a cuidar la Santa Sede.

Todo lo cual hace pensar que para dedicarse a la misión cristiana hay que terminar con la anómala categoría de estado, entregando el territorio al gobierno italiano, liberando así al Vaticano del peso secular. Cosa casi imposible en el presente contexto.

Benedicto XVI –que representó la ultraderecha católica- renunció al santo solio en 2013 en medio de la escandalosa divulgación en 2012 de documentos robados y conocido como el caso de los “Vatileaks”, ahora un nuevo escándalo remeció el papado del argentino Francisco tras la detención en 2015 del cura español Vallejo Balda, acusado de divulgar documentos confidenciales.

La cosa es grave porque esta vez se trató de las cuentas del Vaticano y de las personas designadas por el papa Francisco para reformar las finanzas. La Comisión de Estudio sobre la Organización de las estructuras económicas-administrativas de la Santa Sede, llamada COSEA, creada en 2013 fue disuelta en menos de un año.

Dos autores italianos han abordado en sendos libros las revelaciones escandalosas sobre los asuntos financieros de la Santa Sede. Son los periodistas Emiliano Fittipaldi de L´Expresso y Gianluigi Nuzzi de la televisión Mediaset. A Nuzzi pertenecen los textos “Su Santidad: las cartas secretas de Benedicto XVI” y “Via Crucis”, a Fittipaldi el libro “Avaricia: los documentos que revelan las fortunas, los escándalos y secretos del Vaticano”. Lo más increíble es que estos dos periodistas han sido acusados por el Vaticano e incluidos en sendos procesos judiciales. Con ello el papa Francisco de revolucionario, que no quiere más secretos financieros en casa, pasa a inquisidor.

Son conocidas las palabras de Jesucristo: "De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños a mí me lo hicisteis" (Mateo 25: 40). Y por eso quizá la cosa más espantosa y abominable aborda los casos de pedofilia, sobre todo encubierta y protegida por pontífices cómplices. El deterioro estrepitoso de la imagen vaticana no solamente aborda las finanzas oscuras, sino que en 2014 la ONU denunció a la Santa Sede por permitir sistemáticamente el abuso de menores, proteger a sacerdotes acosadores y violadores de decenas de miles de niños inocentes. Estos crímenes quedarán impunes en la tierra pero no en el cielo. En el día del Juicio esta legión de curas pervertidos y pontífices encubridores serán echados al fuego del infierno.

Desde los horrores de la Segunda Guerra Mundial, el mundo creyente y no creyente está consternado por la impunidad y los abusos infantiles en el seno de una institución que enseña sobre la dignidad humana de las personas. Los casos más repugnantes son los del pederasta padre Maciel en México, los sacerdotes de Boston Paul Shanley y John Geoghan en Estados Unidos, el obispo belga Roger Vangheluwe, en Italia se conoce la denuncia contra 100 sacerdotes abusadores, el sacerdote Andreas L. en Alemania y en Irlanda un informe del 2009 reveló que durante la mayor parte del siglo XX el abuso sexual y psicológico fue endémico en colegios y orfanatos católicos. Lo más triste de toda esta relación es que el principal protector del pederasta Maciel fue el papa Juan Pablo II, el cual fue canonizado desafortunadamente por el papa Francisco.

Lo peor de todo es que decenas de abusadores sexuales en la iglesia todavía están en contacto con menores. Lo cual hace pensar en la necesidad de acabar con la castidad obligatoria de los sacerdotes, hoy convertidos –obviamente no todos- en pedófilos, banqueros y socios de la Cosa Nostra. Benedicto XVI habría renunciado convencido de que sólo una sacudida semejante podía mover la lacra enquistada en el Vaticano.

Lo único que queda claro en todo este asunto es que las cuentas vaticanas son un laberinto de corrupción muy bien planeado, muy difícil de desmontar y que está dispuesta a liquidar a la cabeza de todo este cambio. Esto hace recordar cuando a fines de los años 80 Juan Pablo II salva de la justicia italiana al arzobispo norteamericano Paul Marcinkus, el llamado “banquero de Dios”, devolviéndole el favor de utilizar al Banco del Vaticano para financiar secretamente el sindicato polaco Solidaridad en los años 70 y 80.

El papa Francisco está acosado por los escándalos que rodean al Vaticano y afectan la fe católica. Es conocido sus “excusas” presentadas en una audiencia de octubre del 2015 por el comportamiento de varios religiosos, que van  desde casos de homosexualidad, violación del celibato, abusos sexuales, pornógrafos infantiles, consumo de drogas, despilfarro en las finanzas, casos de simonía y blanqueo de capitales. A ello habría que agregar que apenas un 23 por ciento de sus ingresos son destinados a la caridad.

La expulsión y el castigo parecen no ser suficientes, pero la terminación a su anómala categoría de estado tampoco está a la vista. Al parecer el Vaticano requiere de un papa más revolucionario o de otra medida extrema para salvarse de su ruina moral y desapegarse del poder temporal.


Lima, Salamanca 29 de febrero del 2016

domingo, 28 de febrero de 2016

FIN DEL UNIVERSO Y BIEN ABSOLUTO

FIN DEL UNIVERSO Y BIEN ABSOLUTO
Gustavo Flores Quelopana
Sociedad Peruana de Filosofía
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El ser del universo tiene su contrario, a saber, su desintegración. Es un ser al que le corresponde un bien relativo porque tiene como contrario a la muerte y al mal. La muerte es el mal y el universo se dirige aceleradamente hacia su fin definitivo. Si el sentido del ser se agota en la muerte, entonces esto es el triunfo irrebatible del no-ser y de la Nada. Pero la nada no es nada, no es una realidad positiva, en la escala de la existencia es una privación o una negación. Entonces, ¿no será que la muerte del bien relativo del cosmos esté indicando la presencia del Bien absoluto que carece de contrario?

Veamos. Recientemente científicos portugueses de la Universidad de Lisboa, al estudiar los datos de la última expansión del universo, las explosiones de supernovas y las oscilaciones acústicas de bariones, corrigen el cómputo y concluyen que debido a la energía oscura o la fuerza que destroza la materia –que podría constituir el 70% del contenido actual del universo- el final del cosmos podría acontecer dentro de 2,800 millones de años y no en 22,000 millones de años, como lo afirmó el 2015 un grupo de especialistas de la Universidad de Vanderbilt de EEUU.

Esto es, el nuevo cálculo de los portugueses afirma que el final del universo acontecerá ¡10 veces antes de lo previsto! Sin embargo, cabe preguntarse si el universo está en un proceso de desgarramiento acelerado, entonces su velocidad está en permanente aumento y puede desaparecer incluso antes del cálculo lisboeta.  Según esta teoría el universo se convertirá en un gran espacio de partículas aisladas que sin capacidad de interactuar tenderán a extinguirse.

El estado final de la evolución cósmica existe, es un hecho, pero puede darse de muchas maneras. En este terreno especulativo predominan en la ciencia los modelos cosmológicos ateos e inmanentes de Penrose (multiversos cíclicos) y Hawking (multiversos paralelos).

Sin embargo, caben imaginar otros modelos alternativos: universo con frenado gravitatorio sin capacidad para generar un nuevo big bag emergente, o el megauniverso con universos oscilantes que desaparecen por colapso gravitatorio, el eón de eones al fin se apaga dejando la habitación del cosmos sin nadie y sin nada. Ni las constantes adimensionales ni el rebote cuántico serían capaces de volver a prender la luz del universo.

Todos estos modelos son fenomenalistas porque dependen de las evidencias científicas que las respalden. Pero aun cabe otro modelo cosmológico no ateo y trascendente, donde los multiversos con o sin megauniverso dependan de un principio antrópico no causal o cuántico sino providencial, que responde a un plan de la voluntad de un Creador omnipotente, donde el objetivo no es la recreación sinuosa de la materia en sus diversas formas y sí más bien demostrar la importancia suprema del hombre en el cosmos.

Esto es, en el modelo trascendente del universo no es que lo metafísico se supedita a lo axiológico –modelo platónico-, sino que lo ontológico y lo axiológico son inseparables, el ser y el valor son las dos caras de una misma realidad, donde el privilegio ontológico corresponde a la voluntad, una voluntad pura donde se afirma la identidad entre el ser y el bien, y donde la voluntad imperfecta de lo finito participa de dicha fuente informando lo real y lo ideal. En suma, el ser es un acto que se produce a sí mismo, por tanto, es un bien. Ser y Bien son lo mismo, son absolutos, sólo que en el orden del ser finito el Ser es objeto del intelecto y el Bien es objeto del querer. En sentido absoluto querer y pensar es ser, así la unidad del Ser y el Bien es la fuente donde cada cosa bebe lo que le hace ser. 

Mientras tanto en los modelos ateos o inmanentes del universo el ser queda contrapuesto al no-ser o con la nada. De modo que el final del universo es inevitable. Pero el ser del que la ciencia trata es la fenomenicidad, y no hay fenómeno que pueda identificarse con el ser ni con el bien en sentido absoluto sino relativo. Es decir, el ser y el bien relativo de lo finito sólo puede proceder de una actividad más alta en la que son idénticos el ser y el bien.

El verdadero ser es anterior a la distinción entre ser y bien. Y esto  no es platonismo, porque en Platón el Bien es superior al ser. Pero la universalidad y la univocidad de ambas nociones permiten entender que el bien y ser absoluto carezca de contrario, el bien en cuanto idéntico al ser carece de contrario, igual con el ser, lo cual sólo puede ser resultado ontológico de una potencia soberana que permite al ser  ser causa de sí, es creador de sí mismo.

Este ser que se piensa y que se da el ser así mismo sólo puede ser Dios. En Dios no es que lo práctico sea más profundo que lo teórico, sino que en él su identidad se establece porque la universalidad representativa está unida a la interioridad creadora. Por ello Dios es ser en acto, porque es un acto que se produce a sí mismo en la eternidad, sin un antes ni un después, en una simultaneidad perfecta de la presencia absoluta. Así, el ser y el bien no tienen contenido sino en el acto.

De ahí, que la clave del problema ontológico sea la libertad del ser absoluto para darse a sí mismo el ser y para crear seres finitos cuya existencia consista en darse una esencia. Pero si en el ser absoluto el acto es un movimiento interno, en sus criaturas se trata de un movimiento externo. El movimiento inmóvil de uno y el movimiento móvil del otro, muestra que estamos en presencia de una actividad constante de lo increado y lo creado. El acto puro del ser absoluto y el acto participado del ser relativo permite concebir la significación ontológica de la libertad nouménica del kantismo  como propio de la voluntad pura absoluta del ser mismo y de la voluntad transfenoménica relativa de la persona humana.

Si como hemos establecido el bien es ontológico, y si el bien relativo tiene como contrario el mal, entonces la participación del cosmos en el ser no es infinita sino limitada. Pero por qué tiene que morir en vez de ser eterno.

Primero, porque el acto que se agota en su puro ejercicio finito no puede ser eterno sino temporal, y el universo es temporal.
 Segundo, porque el ser temporal del universo no encuentra en sí mismo la razón de ser.
Tercero, porque el bien relativo del universo temporal es inseparable de su existencia imperfecta.
Cuarto, porque la existencia imperfecta del universo finito evoca un mal que es su muerte.
Quinto, porque en la escala de la existencia el ser del universo representa la exterioridad que es correlativa a la interioridad del ser.
Sexto, porque el universo al mostrar su potencia consumativa a la existencia del yo, revela que la clave del principio antrópico es el puesto del hombre en el cosmos.
Séptimo, porque el fin del universo revela que a nivel relativo el carácter ontológico del bien y el carácter axiológico del ser, se constituye en un valor de la existencia que lo impulsa hacia lo Absoluto.
Octavo, porque el final del universo señala que todo lo real tiende a la muerte, salvo el ideal que el existente opone a lo real.
Noveno, porque en última instancia la muerte del universo justifica la potencia soberana del Bien Absoluto, en el sentido de que es la única con el poder dinámico de brindar el ideal de la vida eterna y ofrecer el modelo viviente de nuestra acción.

En una palabra, el universo fenoménico está condenado a morir irremediablemente, más temprano que tarde, pero la significación ontológica del bien y de la libertad transfenoménica de la existencia humana, ofrece en el Bien absoluto el ideal y el modelo de la vida eterna. Ahora se comprende mejor las palabras de Mateo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (24:35).

El bien relativo del universo que se extingue según la teoría del Gran Desgarramiento, indica la existencia del Bien Absoluto sin contrario y el sentido ontológico del bien, que da esperanza en la vida eterna.


Lima, Salamanca 28 de Febrero del 2016

jueves, 25 de febrero de 2016

AMOR Y PSICOPATÍA

AMOR Y PSICOPÁTICA ATRACCIÓN
Gustavo Flores Quelopana
Sociedad Peruana de Filosofía
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¿Es el amor una especie de atracción psicopática? O ¿una cosa es la atracción psicopática y otra cosa es el amor? O más bien, ¿se dan a la vez: el amor, la atracción psicopática y el amor psicopático?

Estas preguntas nos hacemos a raíz de un reciente estudio psicológico de la británica Universidad de Liverpool, publicado por la revista “Evolution and Human Behavior” y recogido por el diario “The Telegraph”, en la que participaron 2370 mujeres adultas y que concluye que las mujeres se sienten atraídas por los hombres que presentan como tríada oscura los siguientes rasgos de personalidad: narcisismo, maquiavelismo y psicopatía.

Especifica el estudio que el narcisismo se caracteriza por:
·         Orgullo
·         Egoísmo
·         falta de empatía

El maquiavelismo por:
·         Manipulación
·         Desprecio cínico de la moral
·         Centralización en los propios intereses
·         Mentira

Y la psicopatía por:
·         Comportamiento antisocial
·         Impulsividad
·         Egoísmo
·         Insensibilidad
·         Crueldad

Además, añade la investigación, eligen las mujeres un hombre de apariencia robusta con la creencia que eligen un varón:
·         Fuerte
·         Inteligente
·         Seguro de sí mismo

Por último, destacan dichos científicos que las mujeres no se guían siempre por una mentalidad casamentera o que implique la creación de un matrimonio.

Las conclusiones de este estudio me recuerda otro leído el año pasado, y cuyo archivo no tuve la prudencia de guardarlo, pero la pregunta que abordaba era: “Por qué a las mujeres les atrae los hombres malos”. Y concluía porque esta clase de hombres les aseguraba obtener todo lo se les antojara. Es casi la tesis de la antifeminista Esther Vilar (El varón domado), quien argumentaba que la psicopatía sexual del varón lo predispone a ser el esclavo de la mujer.

Esto significa que mientras el primer estudio hace hincapié en lo psicológico, el segundo incide en lo moral. Ambos dejan muy mal parado a la humanidad y al amor. Mientras para el primero los varones son unos psicópatas inescrupulosos y las mujeres unas psicópatas manipuladoras, para el segundo los hombres son una legión de demonios terrestres y las mujeres un batallón de inmorales ventajistas.

¿Es esto, acaso, la cruda realidad oculta por una retórica del amor?  ¿Es la historia el recorrido de una especie psicopática que va detrás de sus delirios cada vez más pervertidos? No podemos aquí dejar de señalar que toda esta parafernalia de argumentos se condice a la perfección con un tipo de antropología filosófica que sostiene la idea que el hombre es un ser decadente, de una incurable incapacidad de evolución biológica, el hombre es un animal enfermo.

Para la teoría del hombre como ser decadente todo lo creado por él es un mero sucedáneo, el mismo espíritu es un parásito metafísico que se introduce en la vida y en el alma para destruirlo. La historia es un proceso de extinción, se trata del hombre dionisíaco que destruye el espíritu. Apadrinan esta teoría Savigny, Bachofen, Schopenhauer, Nietzsche, y la sostienen Klages, Frobenius, Daqué, Lessing, Spengler, Vaihinger.  En el Perú esta teoría ha tenido sus seguidores y entre ellos cabe mencionar a Félix Cruzat Alegre (El peor animal con figura humana, 1977) y Ricardo Paredes Vassallo (La plaga humana, 2008).

Y la verdad es que casi nos vemos seducidos a suscribir esta teoría cuando vemos que criminales en serie de los Estados Unidos reciben cartas de amor de sus fanáticas que les enseñan entusiastas sus pechos, cuando la comentarista pública Republicana Ann Coulter propone bombardear México para resolver el problema migratorio, cuando la gente vive tan desesperada por el dinero que casi está dispuesta hacer cualquier cosa para conseguirlo, cuando la pérdida de moral y espiritualidad es lo característico de los jóvenes de hoy, cuando el instinto natural de la maternidad se está perdiendo, cuando niños pequeños golpean sin piedad y hasta la muerte a gente sin hogar, cuando las violaciones y agresiones sexuales en grupo reflejan una sociedad sin autocontrol.

La sociedad actual se vuelve cada vez más psicopática y se encamina hacia su autodestrucción porque está organizada de forma tan anética (sin valores superiores) que las latentes tendencias luciferinas o labilidad hacia el mal, han pasado hacia dentro del hombre mismo.

No obstante, la primera observación que hay que hacer al estudio de la Universidad de Liverpool es que carece de perspectiva histórica y presenta los resultados como si fueran tendencias de la naturaleza humana. Esta impostura responde a la ideología capitalista predominante que pretende excluirse de la responsabilidad de la extensión galopante del comportamiento psicopático en los seres humanos.

El hombre no es solamente una criatura natural sino también cultural o institucional. Por tanto, no es cierto que el amor sea ni se reduzca a una especie de atracción psicopática porque en la actualidad así se presenta. Otra cosa es que el amor asuma galopantemente la forma de atracción psicopática en medio de las relaciones sociales capitalistas donde el único valor es el dinero. En realidad, como lo señala Simmel (Filosofía del dinero) el dinero es la negación de todo valor y es el medio por excelencia para prostituir todo.

Las preguntas psicológicas de la británica Universidad de Liverpool, recogen y son el resultado de una sociedad consumida por la deshumanizante racionalidad instrumental. En consecuencia no es verdad que las mujeres adultas de todos los tiempos y de todas las culturas y se sientan atraídas por los hombres que presentan rasgos de personalidad psicopáticos. Otra cosa es que en la presente organización social esta tendencia sea real y creciente. Tampoco se trata aquí de idealizar a la mujer, pues son tipos históricos tanto Eva –la mujer fiel- como Lilith –la mujer fatal, mujer súcubo, mujer demonio o mujer vampiro-. Y se puede afirmar que la mujer Eva es menos proclive a elegir hombres con rasgos psicopáticos a comparación de Lilith, la mujer fatal. Por último, la relación amorosa es creativa y dignificante, en cambio la relación psicopática es destructiva y denigrante.


Lima, Salamanca 25 de febrero del 2016 

domingo, 21 de febrero de 2016

CLASIFICACIÓN DE LA VIDA

UNA CLASIFICACIÓN DE LA VIDA
Gustavo Flores Quelopana
Sociedad Peruana de Filosofía
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Sobre el término Vida se habla desde los más disímiles puntos de vista. La vida eterna de Dios, la vida de los entes finitos, la vida del ciclo de las estrellas, como estructura de los seres biológicos, sentimiento apreciativo, vida de las máquinas, etc.

En el presente ensayo intentamos una clasificación de la complejidad de la Vida según tres criterios: Ámbitos (vida eterna, vida eviterna, vida temporal, vida evitemporal, vida eterna escatológica) Mundos (divino, microcosmos, macrocosmos, mesocosmos ultracosmos), Nivel Estructural de Sistema Vivo (NESV) y Ciencia que lo Estudia (CE).

I. Ámbito de la Vida Eterna
1.       Mundo Divino Eterno (Vida de Dios que por amor da lugar a la creación)
1.1 NESV (Vida intratrinitaria de Dios) / CE (cristianismo)
1.2 NESV (Vida eviterna o angélica) /CE (angelología)
1.3 NESV (Vida temporal del ser contingente)
1.4 NESV (Vida escatológica) / CE (escatología, teodicea)

II. Ámbito de la Vida Eviterna
2.      Mundo Divino Eviterno (Vida de los ángeles o espíritus puros que crea por amor la creación)
2.1 NESV (Vida del Empíreo, ángeles)/CE (religión, teología, mito)
2.2 NESV (Paraíso perdido, caída de ángeles) / CE (mito, religión, teología)

III. Ámbito de la Vida Temporal (niveles del ser contingente)
3.      Mundo Microcósmico (Vida temporal que trasciende la nada hacia lo físico)
3.1 NESV (Partículas elementales)/CE (Física cuántica, Física de partículas)
3.2 NESV (Átomos) / CE (Química, Física)
3.3 NESV (Moléculas) / CE (Física, Química, Bioquímica, Biología molecular)

4.      Mundo Macrocósmico (Vida que trasciende lo físico hacia lo biológico)
4.1 NESV (Estrellas, galaxias, planetas, agujeros negros, materia oscura, energía oscura) / CE (Cosmología física, astronomía)
4.2 NESV (Orgánulos) / CE (Biología molecular, biología celular)
4.3  NESV (Células) / CE (Biología celular, citología)
4.4  NESV (Tejidos) / CE (Histología)
4.5  NESV (Órganos) / CE (Histología, fisiología)
4.6  NESV (Sistema) / CE (Fisiología, Anatomía)
4.7 NESV (Organismo) / CE (Anatomía, etología, psicología)
4.8 NESV (Población) / CE (Etología, sociología)
4.9NESV (Comunidad, Ecosistema, biósfera)/ CE (Ecología)

IV. Ámbito de la Vida Evitemporal (espíritu contingente humano hacia lo eterno)
5.      Mundo Mesocósmico (Vida que trasciende lo biológico hacia lo espiritual)
5.1 NESV (Dios, creación, hombre) / CE (Religión, teología, mito, cosmología religiosa)
5.2 NESV (Ser, existencia, realidad, apariencia, nada) / CE (filosofía, metafísica, ontología, cosmología filosófica)
5.3 NESV (Bien, Valor, Ideal) / CE (Axiología, ética, moral)
5.4 NESC (vida inteligente artificial espiritual)/ CE (cibernética)

V. Ámbito de la Vida Eterna escatológica (tiempo cumplido hacia lo espiritual eterno)
6.      Mundo Ultracósmico (Vida espiritual contingente que trasciende hacia lo eterno)
6.1 NESV (salvación, condenación)/CE (mito, religión, filosofía)

Es decir, no es posible hablar de la vida en un solo sentido sin menoscabar el amplio significado y sentido que proporciona. La Vida no sólo es un fenómeno biológico sino también espiritual, y por ello, su más amplio significado se halla en la consideración de lo finito e infinito, temporal y eterno, relativo y absoluto, lo inmanente y lo trascendente.


Lima, Salamanca 21 de Febrero 2016