LÓGICA
EN PENSAMIENTO ANDINO ANTIGUO
(Continuación)
Gustavo
Flores Quelopana
Sociedad Peruana de Filosofía
Es más, antes de
volver al punto de la androginia de la deidad andina es necesario referirme al
aspecto formal de carácter lógico del complejo esquema metafísico de la
teología andina. Y empecemos por constatar que el hombre andino tiene una
percepción no binaria, sino una gestalt abarcadora, holística.
Esto se constata
sin dificultad en el discurso polifónico y la mirada dual del Inca Garcilaso
que registra "frases del lenguaje general del Perú". Por ejemplo, el filólogo andino Cerrón-Palomino subraya que al
traducir la frase quechua ichach
manach, Garcilaso escribe "que podría ser que estuviese cerca y podría
ser que estuviese lejos" (Historia: III, XII). Este registro de un
mismo elemento en dos sentidos también lo presenta Garcilaso, en los Comentarios, sin
preocuparse de incurrir en contradicción alguna. Como cuando habla de una rara
piedra de oro encontrada que es al mismo tiempo, bella y horrible (Capítulo XXV
del Libro VIII).
Esto quiere decir
que la mirada dual, el discurso polifónico y la perspectiva no binaria se relacionan
con un tipo de lógica no binaria, muy propia de la racionalidad mítica. De qué
clase de lógica se trata, cómo se relaciona con la teoría deductiva clásica,
cuáles son sus reglas y leyes, entre otras cosas. Este no es el tema del
presente escrito y, por ende, lo que aquí afirme sólo tendrá un alcance
limitado.
Por lo pronto, por
el manejo libre de los tres principios lógicos clásicos se trata de una lógica
modal que admite contradicciones locales, donde se da la consistencia sin la
coherencia y la no univocidad entre "necesidad" y
"posibilidad". ¿Y esto acaso hace posible el pensamiento deductivo en
la ciencia antigua? No. Más bien, es la misma estructura dual de la razón
humana –mítica y conceptual- la que hace posible que el hombre maneje al mismo
tiempo diversas lógicas.
En otras palabras,
no es la lógica formal aristotélica, sino la nueva lógica la que está en mejor
pie para dar cuenta de un modo de pensar no binario, donde se admiten las
contradicciones locales sin ninguna fatalidad en el discurso.
Esto no significa
poner en pie de igualdad la lógica matemática con las lógicas de las culturas
ancestrales o la lógica del mito. De lo que se trata es de advertir que la lógica
clásica no es la única verdadera ni privilegiada teoría de la deducción. Ya Lévy
Bruhl insiste que el razonamiento mítico coexiste con el razonamiento deductivo
en cada hombre y en cada época. Yo añado que la dinámica y hegemonía entre una
y otra lógica lo dan factores culturales.
En realidad, lo que
las lógicas no téticas han venido a demostrar es que no existe lógica
privilegiada, sino que la razón es sumamente versátil y creadora.
Así, para la lógica
intuicionista la contradicción es fatal, pero para la lógica minimalista son
admisibles las contradicciones locales. Se ha demostrado, también, que los sistemas
formales tienen propiedades y teoremas limitativos. El minimalismo admite la
consistencia sin coherencia. Godel destacó la indecidibilidad y hoy son
admisibles formas de circularidad que resultan ineliminables y su razón de ser
es obscura.
De modo que la
lógica andina de la armonía de los opuestos enriquece la lógica de la deducción
clásica y testimonia que la razón emplea diferentes lógicas en diferentes
situaciones y en distintos universos culturales.
No hay unicidad
lingüística de las lógicas, sino unicidad teorética. Los aportes de Bochenski (Lógica de la religión, 1967); Dalla (Lógica, 1976) Quine (El sentido de la nueva lógica, 1971);
Nebendahl (Sistemas expertos, 1988); Fuchs
(Los padres descubren la nueva lógica,
1974); Piscoya (Lógica general, 1997);
Herrera (Las cinco esquinas de la razón,
2014), entre otros, inciden en relacionar la actividad racional del ser
inteligente a un sistema múltiple de sistemas formales parciales más que a un
único sistema formal. Así de versátil y creadora es la razón humana en todos
los tiempos.
Por ejemplo, cuando
recordamos en la historia de la Conquista del Perú el episodio en que el inca
Atahualpa se lleva al oído la Biblia alcanzada por el padre Valverde y al no
escuchar nada la arroja al suelo, podemos constatar que las traducciones entre lógicas
parecen asimilarse más a las traducciones entre teorías que a las traducciones
entre lenguajes.
De modo que los
argumentos examinados nos conducen a admitir sin dificultad alguna la diametral
diferencia entre la lógica formal, la lógica matemática y la lógica ancestral
andina. En el discurso mítico hay leyes, reglas, enunciados, significación y
comunicación que responden a un tipo de lógica no bivalente, como la modal o la
multivalente, y en donde la verificación, por lo general, está basada en la autoridad,
lo numinoso, la fe, lo sobrenatural y preternatural. Tanto así, que incluso la
propia ciencia ancestral regida por la observación directa y la teoría deductiva
se subsume lingüística y metafísicamente a la lógica narrativa mítica. Teórica
y metodológicamente la ciencia antigua andina tuvo elementos discontinuos con
la razón mítica imperante, pero lo predominante fueron los elementos continuos
en lo metafísico y lingüístico.
Muchas veces la
presencia de importantes avances matemáticos, arquitectónicos, agrícolas,
ingenieriles, científicos y técnicos en las civilizaciones ancestrales han
hecho pensar que tenían que estar reñidos con la creencia religiosa y no han
faltado quienes han exagerado el asunto
hablando de la “pasión racionalista”. Pero el hecho de que no haya sido así
demuestra que la lógica mitocrática hegemonizó sobre la lógica científica del
momento, orientando su desarrollo en un sentido sacro.
La valoración de la
lógica antigua andina debe ser, por ello, integral. Es decir, debe iluminar tanto
la hegemónica lógica no binaria del mito como la lógica deductiva de la ciencia
ancestral. Para ello es necesario superar el debate entre la cuestión de la”
continuidad” o de la “discontinuidad” respecto al mito. Pues metodológica y
teóricamente hay discontinuidad entre la lógica de la ciencia antigua y el
mito, pero metafísica y lingüísticamente predominó lo continuo en relación al
mito.
Dudo mucho que la
ciencia antigua andina haya implicado una disolución de la lógica de la visión
mítica del mundo. Esto significa que el paradigma vigente era el horizonte
mitocrático y, en consecuencia, los filósofos amautas continuaron creyendo que
el método apropiado para conocer las causas segundas de la realidad material de
la confusa Pacha era el pensamiento deductivo, pero para afrontar las causas
primeras o primeros principios (teqse) era menester echar mano de la lógica no
binaria del mito que mantenía el estatus de autoevidente.
Ahora bien, esta
dialéctica entre lógicas en el seno del pensamiento mitocrático no se dio
violentamente, sino de modo gradual. En especial ocurre cuando se supera la
religión de lo numinoso y se avanza hacia el estadio de la religiosidad
mitológica y de la religiosidad natural.
De manera que no se
trata de traducir al runasimi los temas clásicos de la lógica occidental como ingenuamente
cree Mejía (Teqse, 2011:299-323). De
lo que se trata es de hacer metalógica para no descontextualizar la dialéctica
de la lógica andina antigua.
Lima,
Salamanca 06 de Setiembre del 2016