FILOSOFÍA, ANGELOLOGÍA
Y DEMONOLOGÍA
1. En la teología
cristiana la angelología estudia diversos tipos de seres espirituales creados
que sirven y adoran a Dios. La demonología es la rama teológica que estudia a
los demonios y sus relaciones.
2. Ángeles y demonios
son seres espirituales sin cuerpo. Unos deciden por su propia voluntad e
inteligencia permanecer junto a Dios y los otros alejarse de Él.
3. En relación al
hombre los ángeles actúan como mensajeros, guardianes y protectores de Dios
preservando a las personas del daño. Los demonios no teniendo cuerpo no sienten
inclinación a ningún pecado corporal, pero sí intelectual. Pueden tentar a los
hombres a pecar con el cuerpo y con el pensamiento.
4. Ángeles y demonios
saben que Dios es su creador, pero sólo los primeros penetran en la esencia
divina y así el pecado pasa a ser imposible para ellos, En cambio los demonios
buscando convencerse que Dios no era Dios empezaron a odiarle, se deformaron en
ángeles caídos y entablaron un combate contra Dios mediante su voluntad e
inteligencia. En una palabra, los demonios son seres espirituales deformados en
su inteligencia y voluntad.
5. El demonio como
criatura espiritual piensa mucho en filosofía y teología. Pero sufre al arribar
intelectualmente a Dios. Pero no está sufriendo todo el tiempo. Simplemente
piensa.
6. El lenguaje de los
demonios es telepático, pensamiento en estado puro, tienen diálogo entre ellos
y se trasmiten razonamientos, imágenes, sentimientos, etc. Los cuales con
permiso de Dios pueden trasmitirlos al hombre por influencia interna o influencia
externa para tentarlo.
7. De entre todas las
actividades intelectuales humanas son los filósofos los que más expuestos se
encuentran al influjo intelectual de los demonios. La razón autónoma cae en el
engaño del Maligno.
8. Sócrates habló de
su daimon, Suárez habló del dios engañador, Descartes del genio maligno, Hobbes
del Leviatán, Nietzsche se expresó como un poseso y la mayor parte de los
filósofos contemporáneos van por la senda del ateísmo.
9. Sin duda, hay
filosofía cristiana y filosofía no es sinónimo de incredulidad y ser enemigo de
Dios. Razón y fe se complementan.