DIÁLOGO SOBRE EL CUERPO Y EL AMOR
Gustavo Flores Quelopana
Sociedad Peruana de Filosofía
Gustavo Mi cuerpo es mío y de mi esposa y el de mi esposa es de ella
y mío. Y es así por amor. Hay conejitas de play boy que han ejercido la prostitución y la pornografía pero al conocer el amor se transformaron. Su cuerpo y su alma pertenece a la persona a la que aman. Y es que los derechos del amor son absolutos y sin condiciones. Amar es sacrificio de todo provecho personal.
Claudio Mi cuerpo es mío y mi esposa decide sobre su cuerpo.
Gustavo ¡Qué curioso! Justamente esa era la frase que utilizaban las mujeres que ingresaban a la industria pornográfica y los hombres que se dedicaban a la prostitución. Esa afirmación no solamente es falsa, sino además funesta. Falsa, porque excluye la dimensión del amor, el respeto la dignidad y la responsabilidad; y funesta porque reduce al cuerpo a la dimensión elemental del deseo, la necesidad material y la necedad moral. Para que el cuerpo sea respetado debe ser el templo de nuestra alma. La
decisión de mi esposa y mía sobre nuestro cuerpo está basada en el amor. Un marido no puede hacerse la vasectomía sin acuerdo de su mujer, y una esposa no puede ligarse las trompas sin la mutuo concierto con el hombre. Y esto es así porque el amor es eso, tener en cuenta el alma del otro en todo ámbito de cosas.
Claudio Es mutuo
acuerdo. Pero aún la mujer tiene la última palabra sobre su cuerpo. No hay una
propiedad anticipada y de por vida. Mucho menos la iglesia no tiene nada que
decir. Ningún cura en absoluto.
Gustavo El trato
carnal es con la esposa por amor y respeto a ella. Mi cuerpo ya no me pertenece
por una razón de índole moral. Hay además un dato que no puede ser soslayado. Y es que mientras el cuerpo femenino despierta erotismo, el cuerpo masculino despierta heroísmo. Y esto es así porque la mujer es enteramente sexual, mientras en el hombre la corriente sexual es más diferenciada. Esto también se traduce en la diferente forma en que se manifiesta el amor en la mujer y en el hombre. El amor femenino invade totalmente su personalidad, la mujer es capaz de entregarse totalmente al amor. El hombre no. En cambio el amor masculino no somete otras pasiones de su persona (la creación, los negocios, etc.). Y esto es la raíz de una dolorosa incomprensión entre ambos tipos de amor. La mujer en el amor logra la genialidad, el hombre la logra en otras esferas culturales más diversificadas. Todo esto significa que la mujer es una criatura de otra categoría que el hombre. Ella es parte más de la naturaleza, el hombre es parte más de la humanidad. Es por eso que el hombre diviniza la belleza femenina. Pero al inclinarse de hinojos descubre que la mujer pocas veces manifiesta la encarnación de la deificación.
Claudio Insisto: "Pertenencia"
carnal no es propiedad. Ergo no es un objeto. La mujer sigue siendo un sujeto,
una persona.
Gustavo Ella es
mía como sujeto y yo soy de ella como sujeto. No perdemos nuestra libertad, la
limitamos por nuestro amor y sentido moral. Ahora bien, la mujer es más objeto que sujeto, porque su vida sexual es la totalidad de su vida. El sexo la invade totalmente. La mujer es capaz de entregarse por entero a un único ser. y por eso está mal dotada para entender la capacidad masculina de reunir en sí la plenitud de las facultades del ser.
Claudio Antes y
después es un sujeto y una persona. Ese es el quid del asunto. El hombre cree
que es dueño del cuerpo de la mujer.
Gustavo La mujer no licenciosa desea que su cuerpo pertenezca al hombre que ama. Decir lo contrario es desconocer la naturaleza femenina. En cambio, la mujer licenciosa como no conoce al amor se entrega al libertinaje de su cuerpo proclamando que éste es sólo suyo y puede hacer lo que le parezca con él. Este libertinaje licencioso y disoluto es la base de la inmoral industria pornográfica. Pero el amor es el antídoto del libertinaje. Tanto el hombre como la mujer, unidos por amor, son
dueños del cuerpo de ambos en sentido limitado y no absoluto. Pero el deseo de
posesión corporal en ambos sexos es cualitativamente diferente. Ella desea ser
poseída mientras el varón desea poseer. Hay complementación en el deseo sexual.
Claudio La propiedad del cuerpo por parte de la mujer
es absoluto. Ese es el punto.
Gustavo A nivel ontológico nuestro cuerpo nos pertenece de modo
relativo. A nivel moral es nuestro también de modo relativo. Y los atenuantes
son: la cultura, las costumbres, la familia, la educación, la salud, los
valores, etc. El hombre como ser finito incluso en sus decisiones es un ser
limitado y no absoluto. Pero eso no nos exonera de nuestra responsabilidad.
Claudio Lo absoluto convive con lo relativo. No están separados. Hay instancias que son absolutas como
la vida humana. Es un valor supremo que todos deben respetar. Kant lo llamó
imperativo categórico. El cuerpo
de la mujer es un absoluto que debe liberarse de la opresión del hombre y de la
iglesia cuanto del Estado. Ni el marido, ni el policía ni el cura tienen
derecho alguno sobre la mujer.
Gustavo El cuerpo de nadie es absoluto, está constreñido por reglas
sociales, morales y costumbres. La mujer y el hombre tienen derecho a
reclamarse fidelidad mutua por amor.
Claudio La relativización del cuerpo de la mujer equivale a su esclavización
como ha ocurrido durante más de tres mil años. Ahora es la hora de la
emancipación de la mujer.
Gustavo Lo importante no es proclamar la emancipación del cuerpo de la
mujer sino de su espíritu. La inmoral industria pornográfica se basa en la
susodicha libertad que tiene la mujer de hacer lo que quiere con su cuerpo, con
tal de ganar dinero. El fin no justifica los medios. Hay algo superior a todo
cuerpo, es el espíritu, la razón, la moral. Y el cuerpo debe sujetarse a ese
valor superior.
Claudio El argumento del espíritu de la mujer fue un subterfugio para
esclavizar de hecho a la mujer. Se la mantuvo sumisa y santa pero esclava.
Gustavo No es un subterfugio. La mujer es espíritu y no solamente
cuerpo. Otra cosa es que confunda su Yo con su cuerpo. Pero después de todo eso
no es una gran desventaja. Al contrario es una gran ventaja, porque preocupada
más por la forma que por el contenido genera un sentido estético innato que
supera el hombre. Ella vive la belleza, la encarna, hace al mundo ligero y hermoso,
mientras que el hombre lo representa en el arte. Pero en una época hedonista y
nihilista no se comprende que el cuerpo pierde soberanía sin el control de la
conciencia moral. Lo que acontece en Argentina con el "tetazo" es la
estúpida lucha por el derecho a la indecencia.
Claudio El cuerpo de la mujer es un territorio para ser liberado. En Argentina
supuestamente "europeo ", todavía viven en las cavernas. Los hombres
bañistas y los guachimanes se creen dueños de la pudibundez femenina. Pura
hipocresía.
Gustavo No es hipocresía. Si gustan desnudarse pueden hacerlo en
playas nudistas, pero no en cualquier sitio. Ello es obscenidad. La decadente
sociedad capitalista occidental ha llegado muy lejos con la esclerotización del
sentido moral y ha impuesto un vestir de bataclanas en las mujeres y de gays en
hombres. Eso debe desaparecer. Y sólo desaparecerá recuperando una sentido
moral fuerte.
Claudio El combate a la decadencia por ejemplo la televisión basura o
la pornografia no se contradice con el otorgamiento de sus derechos a la mujer,
a los gays y a cuanta persona elija su orientación sexual.
Gustavo Si la propia mujer no es capaz de imponerse un sentido moral,
entonces tendrá razón aquel argumento que sostiene que la mujer sólo tiene
moral por la imposición del hombre. Lo cual es falaz.
Claudio La mujer está en esa lucha y los hombres deben apoyarlas no
vilipendiarlas.
Gustavo La mujer necesita del hombre para su orientación moral y el
hombre también. Ambos son criaturas que crecen moralmente en la vida en común. Y finalmente, lo que se revela en el amor no es el secreto de la feminidad ni el de la virilidad, sino el secreto mismo del ser humano.
Lima, Salamanca 03 de marzo del 2017
Liliana Molineris Non è giusto dire "mio" o "tuo" in un rapporto tra uomo e donna. In amore esistono sì due corpi, due cuori, due anime, ma i due si fondono e diventano UNO. I due corpi diventano un cuor solo ed un'anima sola e quindi si appartengo. Non è una questione di proprietà, ma di volontà dei due esseri e allora diventa una gioia, diventa felicità essere parte l'uno dell'altro.
ResponderEliminarNon capisco cosa vogliono dimostrare tanto l'uomo che la donna della società moderna. Così libertini credono di essere padroni del loro corpo, ma vivendo in questo modo hanno perso la cosa più importante : la dignità.