LEGADO DE VOLTAIRE
Gustavo Flores Quelopana
Leer a Voltaire es un excelente medicamento para curar el fanatismo. La obra maestra de Voltaire no es ninguno de sus escritos, sino que fue su espíritu. Efectivamente, fue un luchador intransigente contra el fanatismo religioso, la tortura, la injusticia, y a favor de la tolerancia. No era ateo, sino deísta. Con cáustica sonrisa y espíritu irónico hizo filosofía sirviéndose de la literatura y del humor. Precursor de Marx en el talante transformador del mundo. De estilo incisivo, sardónico, insumiso, incapaz de callarse. No era un revolucionario como Rousseau. Se convirtió en prestamista de los nobles a muy altos intereses. De ahí su fama de avaro, aprovechado, caradura y redomado. Acuñó la divisa: "Aplastad al infame". Las obras completas de este apabullante polígrafo ocupan cerca de doscientos volúmenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.