UFOLOGÍA: RAMA DE LA DEMONOLOGÍA
El pasado dos de junio la NASA armó un espectáculo para decir una banalidad: "Los ovnis sí existen, y es preciso estudiarlos". Dichas declaraciones se mantienen en lo que ya se sabe: 1. No saben lo que son, 2. No lo saben, porque persisten en el enfoque tecnológico para explicarlo, y 3. Agitan el muñeco como cortina de humo en medio de los preparativos yanquis de una guerra contra China.
Esta noticia sirve como introito para una conversación por WhatsApp, que tuve el pasado 3 de junio con mi buen amigo de la Universidad de la UPAO, Dr. Eduardo Paz Esquerre, el cual tiene en su haber varias décadas estudiando el fenómeno ovni desde un ángulo distinto al mío. Él es un creyente en los extraterrestres y la tecnología intergaláctica ovni, yo soy un escéptico que niega la existencia de extraterrestres, y no ve en lo ovnis algo tecnológico, sino un fenómeno sobrenatural.
Me escribía lo siguiente:
Estimado Gustavo: Me es grato saludarte. Te adjunto mi artículo "Masonería y vida extraterrestre" que escribí en 1985 y ha sido reproducido en internet en varios sitios, incluso en una logia masónica de Nueva York. Te lo envío a título informativo, independientemente de los puntos de vista que tengas de la masonería. Yo no soy masón, pero escribí el artículo motivado por los datos que fui encontrando en mis diversas lecturas de la década del setenta y ochenta del siglo pasado.
Te comentaré, más adelante, lo que yo opino sobre los datos que has publicado en tu muro de Facebook sobre algunos libros que has leído y solo coinciden en la teoría de que todos los extraterrestres son demonios, comentarios que están cargados de un tufillo religioso, dogmático, que no ayudan a comprender objetivamente el tema "extraterrestre".
Estimado Gustavo: ya se fue el diseñador gráfico que trabaja conmigo en la oficina del Fondo Editorial y me ayuda en problemas de computación que a veces tengo. Si no puedes abrir el archivo del artículo que te he enviado, puedes acceder a través de Google, colocando el título del artículo, "Masonería y vida extraterrestre" o mi nombre Eduardo Paz Esquerre.
A lo cual, y después de la lectura del archivo enviado, le respondí con las siguientes reflexiones:
Hablar de "seres superiores de civilización cósmica desconocida" no es la mejor entrada para abordar el tema de los ovnis porque presupone lo que se quiere demostrar. O sea, antepone la conclusión a la demostración. Además, hablar de "ciencia antiquísima" está viciada de un tufillo positivista que sobrevalora a la ciencia para decidir sobre todas las realidades del mundo. Con ello no respeta el distinto rango categorial y jerarquía ontológica de los seres.
Asimismo, catalogar de "religiosas" las opiniones de los autores que expuse en mi muro no las hace de menor importancia. Todo lo contrario, esas obras ayudan a comprender que el fenómeno ovni no es de índole científico, sino espiritual. Y lleva a precisar que se tratan de seres espirituales, pero demoníacos. Son demoníacos por las siguientes razones principales:
1. Conciben a Cristo como un extraterrestre, 2. a Dios no como un ser supremo personal, sino como una energía cósmica, 3. a la Virgen María como la mujer que concibió un hijo con un extraterrestre, 4. nunca hablan del cielo, el infierno y el purgatorio, 5. Desembocan en una nueva religión de la clonación científica de los supuestos seres superiores. 6. Sustituyen la redención y salvación por la reencarnación.
Y por las siguientes razones secundarias: 7. muchas de sus apariciones despiden mal olor, 8. el comportamiento de dichos objetos violan las leyes físicas, demostrando que son de naturaleza espiritual, 9. mariposean por los cielos desde muy antiguo, pero no ayudan al hombre, 10. todas las abducciones son secuestros forzados que dejan traumas y describen una obsesión por lo sexual, 11. desaparecen y huyen cuando los potenciales abducidos rezan e invocan a Cristo, o sea, tienen aversión a los objetos sagrados.
Por todo ello, los ovnis no son un tema científico, son un tema espiritual. Por eso hay que abordarlo espiritualmente. La ufología es una rama más de la demonología. Los extraterrestres no existen, y son un engaño del diablo, y un psicosocial de masas por parte del imperialismo yanqui para ocultar el desarrollo de armas secretas con presupuestos negros que pasan por encima de la autorización de su congreso.
Y sobre los masones debo agregar que no me extrañan sus aventuradas opiniones ufológicas porque siempre han portado un mensaje anticristiano. Su utopía social secular e inmanentista los convierte desde el principio en enemigos activos de Cristo.
Te autorizo la reproducción y divulgación de lo escrito para los fines que estimes convenientes, siempre y cuando cites mi autoría.
Hasta aquí llegó mi contestación. Espero que el diálogo, con mi amigo el Dr. Paz Esquerre, pueda proseguir. Sólo quisiera añadir que este tipo de abducciones o presencia de estos seres tiene lugar especialmente en personas que han practicado espiritismo, telepatía, yoga, meditación, magia, brujería, chamanismo, diabolismo, satanismo, consumo de drogas, y que están apartadas de la fe por el ateísmo. En un mundo sin Dios, como el actual, no es raro que estas experiencias se multipliquen por doquier. Todas estas prácticas dejan un daño severo espiritual, pero no irreversible, que no puede ser reparado por la sola fuerza humana y que requiere ayuda de la gracia divina. Mientras tanto dichas personas son terreno abonado para los fenómenos preternaturales que vienen del demonio.
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