MIGUEL PACHAS ALMEYDA-Vallejólogo/Univ. César Vallejo
AUSCHWITZ Y EL PODER TOTAL
Siempre he meditado hasta qué punto pudo
llegar la mentalidad humana para que haya ocurrido la aparición del fascismo
nazi y, con ello, la sistematización de la horrenda barbarie en contra de los
judíos. Hoy, después de leer el libro Auschwitz y el poder total (2021), del filósofo peruano
Gustavo Flores Quelopana, encuentro las respuestas más pertinentes porque
tienen un fundamento filosófico.
En las líneas prologales, Flores inicia su
obra enfatizando lo siguiente: “Lo que más poderosamente me ha llamado la atención de los horrores de
Auschwitz y el Holocausto no es sólo la monstruosa crueldad, la negación del
progreso moral, el endiosamiento de unos hombres sobre otros, la banalidad del
mal, la ambición suprema del biopoder moderno y los límites que está dispuesto
a transgredir una humanidad sin Dios, sino el poder de la técnica al servicio
del fin inhumano del poder total”. Ingresando al terreno filosófico, el autor señala que,
con los postulados de Nietzsche, los cuales propugnan el hombre ateo y
nihilista, quedó establecido el “uso reaccionario de su pensamiento”. Luego de
disentir completamente de Kant, Flores asegura que Heidegger no tuvo razón
alguna al afirmar que el hombre es un ser para la muerte. Y si esto fuera, así,
anota, lo de Auschwitz simplemente no llamaría la atención. En todo caso,
subraya Gustavo, el “hombre no es un ser para la muerte sino un ser para la vida eterna”.
De hecho, el análisis de Flores Quelopana no
se circunscribe a las cuestiones históricas, sino al triste significado que
tiene para la humanidad actual. De ahí que sostiene que el “exterminio
industrial de Auschwitz tiene una íntima relación con la esencia del
pensamiento moderno. La tradición moderna insiste en el problema del
conocimiento, deja de concebir al hombre como un ser ontológico para hacerlo
como ser gnoseológico, lo desliga del Ser porque ha roto los lazos con la fe y
la teología. Esta ruptura provocó una consecuencia más profunda: a conferir a
la ciencia positiva y atea la solución de todos sus problemas”. Esto conlleva,
finalmente, a que el hombre se vuelva “un diosecillo terrestre, en un superhombre,
con capacidad de decidir sobre la vida y la muerte de sus congéneres”.
Auschwitz y el poder total, sin duda, es una obra fundamental que nos permite
explicar por qué el poder del hombre o, mejor dicho, el superhombre –alejado de
Dios-, podría acabar con los de su propia especie.
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