NIHILISMO OCCIDENTAL Y GUERRA NUCLEAR
Guerra
nuclear y nihilismo cultural se corresponden de manera profunda y raigal. Lo cual lo encarna el Occidente
anticristiano y luciferino, que ha desmalignizado el mal y ha malignizado el
bien.
Este un
tema profundo y cargado de simbolismo. La relación entre el nihilismo cultural
y los conflictos globales, como la guerra nuclear, puede interpretarse como una
reflexión sobre la pérdida de valores universales y el impacto de ideologías
extremas. La percepción de "desmalignizar el mal" y "malignizar
el bien" señala una inversión de valores que se asocia con la modernidad o
con ciertas corrientes culturales.
Las
corrientes culturales modernas abarcan una amplia diversidad de enfoques y
movimientos nihilistas que reflejan los cambios sociales, tecnológicos y
filosóficos del mundo contemporáneo. Aquí algunas de las ellas:
- Postmodernismo: Cuestiona las narrativas absolutas y promueve una visión
subjetiva y pluralista de la realidad, desafiando las estructuras
tradicionales.
- Globalización cultural: Integra elementos de distintas culturas a través de la tecnología
y el comercio, creando un intercambio dinámico, pero también desafíos a
las identidades locales.
- Cultura de la
Inclusión: Fomenta el respeto y
la representación de grupos diversos de tendencia antinatural, encubiertos
bajo ideales de equidad, diversidad y derechos humanos.
- Ecologismo y
sostenibilidad: Propone una relación
más responsable y armónica con el medio ambiente, impulsando prácticas
como el consumo consciente y las energías renovables.
- Tecnocultura: Influenciada por la digitalización y la tecnología, afecta
nuestra forma de comunicar, aprender, y hasta expresar arte. Genera mentes
superficiales.
- Consumismo y cultura
pop: Se centra en la influencia de los
mercados y medios masivos en la construcción de tendencias, estilos y
comportamientos sociales. Pura manipulación mercantil.
- Cultura del activismo: Genera movimientos sociales y políticos que buscan cambios en
temas como justicia social, género, medio ambiente y derechos civiles,
pero que en el fondo defienden una agenda antinatural.
- Neotribalismo: Busca una conexión más personal y comunitaria en contraposición a
la alienación de las ciudades modernas. Disocia el tejido social llegando
hasta un extremo solipsista.
- Transhumanismo: Explora el uso de la tecnología y la ciencia para extender y
transformar las capacidades humanas, pero que en el fondo está al servicio
de las élites corporativas.
- Estética y contracultura: Movimientos que desafían los cánones estéticos tradicionales, como el minimalismo, el arte urbano o la cultura underground, donde lo horrible y el neobrutalismo se impone sobre el buen gusto y educado.
Ahora
bien, si nos preguntamos por las razones en que el nihilismo y la guerra
nuclear están estrechamente unidos podemos mencionar:
- Pérdida de sentido y
propósito: Al rechazar valores
tradicionales, las personas pueden sentirse desorientadas, carentes de un
propósito que las guíe en su vida.
- Desintegración de la
comunidad: Cuando no hay un
conjunto de valores compartidos, las conexiones entre individuos dentro de
una sociedad pueden debilitarse o romperse.
- Relativismo extremo: En ausencia de una noción clara de lo que es bueno o malo, las
decisiones éticas y morales pueden volverse completamente subjetivas, lo
que genera confusión y conflictos.
- Erosión de la
confianza institucional: Las instituciones
tradicionales, como las religiosas o educativas, pueden verse debilitadas
al ser consideradas irrelevantes, lo que deja un vacío difícil de llenar.
- Materialismo
desenfrenado: Sin una dimensión
espiritual o ética, puede surgir un enfoque excesivo en el consumo y los
bienes materiales como fuentes de satisfacción.
- Pérdida de
responsabilidad colectiva: La desconexión de
ideales compartidos puede debilitar el sentido de responsabilidad hacia
los demás y hacia el bien común.
- Impacto en la
creatividad y el arte: Aunque el nihilismo
puede inspirar cuestionamiento, la falta de valores puede limitar el
compromiso emocional profundo que impulsa a muchas expresiones artísticas.
- Vacío emocional: Una visión que rechaza el sentido puede conducir a un aumento de
sentimientos como la desesperación, la soledad y la ansiedad existencial.
- Impotencia ante la
adversidad: Sin un sistema de
creencias sólido, enfrentar desafíos puede resultar abrumador y la
resiliencia puede disminuir.
- Deshumanización progresiva: Al negar valores esenciales, las interacciones humanas podrían volverse más frías y pragmáticas, perdiendo la empatía que las caracteriza.
De este modo se comprende la retórica irresponsable de un Macron, que planea extender las bombas nucleares francesas a Europa, y las diversas declaraciones de líderes ingleses de devolver a Ucrania su potencial atómico.
Lo cual sencillamente demuestra cómo se corresponde la cultura nihilista del Occidente luciferino y anticristiano con la estrategia de desatar una guerra termonuclear.
Lo cual no
resulta insólito en mentes enfermas que llaman al bien “mal” y al mal “bien”.
No hay duda que costará mucho contrarrestar estas tendencias deshumanizantes y
antinaturales de la historia, porque se les ha permitido crecer demasiado y
penetrar en instituciones. Lo cual ha quedado evidenciado en las marchas multitudinarias
contra Trump en diversas ciudades estadounidenses. Pero al final el verdadero
Bien vencerá y el Mal será desalojado de la historia, si no es por mano humana será por mano divina.
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