UFOLOGÍA: EL GRAN FRAUDE
Los OVNIS son reales, pero no son extraterrestres. Tienen doble origen: ilusión demoníaca y armas secretas humanas. Lo primero busca reconfigurar la creencia religiosa humana con una nueva religión en los "Hermanos mayores". Y lo segundo lleva adelante una vigorosa campaña de desinformación y psicología de masas para ocultar tecnología secreta y presupuestos negros con el mitoide de que existen los extraterrestres. Hacen creer que se trata de tecnología avanzada para ellos mismos crearla. Por ambos lados se trata de un gran fraude.
Ayer 12 de junio, en los Estados Unidos se daría supuestamente a conocer los lugares donde el gobierno norteamericano tendría restos de naves de origen extraterrestres, y ello estaría a cargo nada menos del ex-agente de inteligencia David Grusch. Fue todo un montaje mediático que buscaba proseguir con el encubrimiento y crear una cortina de humo de tres cosas puntuales: 1. nueva tecnología militar supersecreta, 2. el estrepitoso fracaso de la contraofensiva de los nazis de Kiev, y 3. la inevitable nueva derrota militar estadounidense en Ucrania. Propósitos nada inocentes y nada extraterrestres en medio de la III Guerra Mundial que se desarrolla.
Los Ovnis son un tema doble: militar y espiritual. Militar, porque se trata de ocultar mediante la alimentación del mitoide extraterrestre el desarrollo de nuevas armas avanzadas. Y espiritual, porque el demonio saca provecho de la confusión en que se vive en nuestra actual era tecnológica sin Dios para difundir la nueva religión de la clonación de los llamados "Hermanos mayores siderales". Se trata del mayor fraude de la historia por donde se lo mire. Los extraterrestres no existen, estamos solos en el universo, su mitoide sirve para ocultar el desarrollo de armas secretas, y bajo la confusión el diablo introduce su nueva religión anticristiana.
En esta nueva obra demuestro que la filosofía no se tiene que quedar indiferente, ni en silencio, observando el auge global de la ufología platillista. Lo más valioso en el análisis es que lo relaciono con la crisis nihilista de la razón del hombre contemporáneo. Así escribo: “La Ufología es un poderoso signo que señala la crisis del pensamiento moderno. Pero no se trata de cualquier crisis. Es una crisis de descomposición, es la crisis nihilista del pensar que sale de los gabinetes intelectuales y se extiende en las masas. Se ha derivado hacia el irracionalismo en las masas, las cuales denostando el orgullo racionalista de la Ilustración enarbolan las nuevas supersticiones de la era tecnológica. Su razón extraviada busca reconocer verdades espirituales mediante seres inexistentes, ficticios y fantasiosos. Tomar lo irreal como algo real es parte del curso formalista del pensar moderno.”
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