MÚSICA PARA TARÁNTULAS
Rara vez un primer libro contiene tantos aciertos, pero cuando se trata del alma de un poeta tal fenómeno no resulta extraño. En efecto, el genio poético suele florecer bastante precozmente. Y esto es lo he encontrado en el poemario Música para Tarántulas (2016) de Diego Lino.
Como una manada de caballos luminosos brotando del pecho/entrando y saliendo de las paredes/como el peso de una ola liberándose del cuerpo/como alas de mariposa que se hacen polvo entre los dedos...
Este es el tono mágico del estro versístico de Diego. Lo conozco personalmente, fue con ocasión de un encuentro intelectual por su interés por mi libro de filosofía Vampiros de Dios, sobre el cual escribió un sesudo comentario. Diego estudia para filósofo en San Marcos y pronto lo será. Lo interesante aquí es constatar cómo la poesía se muestra aliada de la filosofía, no en vano son dos cumbres próximas en el atisbar del ser.
La verdad es que su poemario Música para tarántulas está rebosando de inspiración en el misterioso numen estrófico de la belleza y el sortilegio de la palabra. Es un interesante caso de cómo la asimilación de la filosofía occidental no ha secado su espíritu en el pantano del racionalismo ateo, escéptico ni posmoderno. Brindemos por ello.
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