miércoles, 27 de agosto de 2014

LA TEORÍA COSMOLÓGICA DEL NEUTROVACÍO

LA TEORÍA COSMOLÓGICA DEL NEUTROVACÍO
Gustavo Flores Quelopana
Sociedad Peruana de Filosofía
 


La filosofía está escrita en ese gran libro del universo,
 que está continuamente abierto ante nosotros para que lo observemos.
Galileo Galilei


La teoría cosmológica del neutrovacío está llamada a cambiar nuestras ideas sobre el origen del universo y está reclamando abrir las puertas de la ciencia hacia la filosofía y la teología. Razón tenía Thomas Kuhn cuando afirmaba que las grandes revoluciones científicas proceden de fuera del mundo académico y no de dentro. Y más bien se ratificaba sosteniendo que el homo academicus representa la defensa conservadora de los paradigmas vigentes. Por tanto, no nos asombrará si la nueva teoría cosmológica del neutrovacío encuentra resistencias por parte de la osificada ciencia oficial. Por lo demás valga una aclaración desde el principio, el cual consiste en distinguir entre neutrovacío y vacío cuántico. El primero es el estado potencial puro del universo, mientras que el segundo es un estado particular de la materia, bastante bien descrito y estudiado por la teoría de la incertidumbre. Este estado puro de lo potencial del universo resulta siendo un concepto límite hasta donde se puede retrotraer el mundo físico yendo de lo fenoménico hacia lo nouménico. Pero este ámbito de lo nouménico abierto en el corazón mismo del mundo físico nos lleva más atrás, hacia el origen absoluto de lo existente y de todo ente, dentro del cual sólo cabe hablar del problema de Dios.

En otras palabras, la teoría cosmológica del neutrovacío tiene la virtud de enlazar los problemas de la ciencia con los de la filosofía y de la teología, y con ello imbricarse con la naturaleza íntegra del hombre, la cual mira no sólo lo inmanente sino también lo trascendente.

El hombre de todos los tiempos ha venerado el grandioso misterio de la creación y su mente siempre ha estado cautivada al dirigir su mirada al cielo. El hombre del paleolítico fue el que dio los primeros pasos para comprender aquella ciencia que más tarde se iba denominar astronomía y cosmología.

Y desde tiempos prehistóricos nos siguen asediando las mismas preguntas que hoy tratamos de responder con diferentes ideas, creencias, instrumental y metodología. Al mirar la aparición y desaparición de las estrellas y la blancura de la Vía Láctea se pregunta por el origen de aquello que le daba forma externa a la idea de infinito, y sus respuestas se constituyeron en determinados modelos del Universo de babilonios, egipcios, chinos, hindúes, mesoamericanos, precolombinos y cristianos. La historia de la ciencia ha ido desde lo casi enteramente matemático, especulativo y deductivo (ciencia antigua), pasando hacia la observación, medición y experimentación, que en un primer momento culmina en la era de la mecánica de la ciencia (siglos quince y dieciséis), y en un segundo momento pasa a la era no mecánica y probabilista y relativista del universo. La materia es radiación, la naturaleza es determinada por nosotros, y tiene un substrato que no se deja representar. La ciencia antigua y la ciencia mecánica propusieron sus teorías sobre el universo; la ciencia moderna tampoco ha cesado de proponer modelos del universo y varias son las teorías propuestas.

En este contexto de profundo interés por conocer el grandioso misterio de la creación surge la teoría cosmológica del neutrovacío de Enrique Álvarez Vita. Proponer un nuevo modelo del universo (“Vacío Cuántico Fractal”) rompiendo los esquemas aceptados de la física actual (la existencia de la antimateria), proponiendo acuciantes problemas filosóficos (infinitos actuales) y planteando la posibilidad de admitir un Dios creador y providente como explicación final de la apoteosis cósmica, es de por sí no sólo bastante meritorio para examinarlo con atención, sino un verdadero desafío dentro de la cosmología actual.
El mérito corresponde por entero a un peruano, o mejor dicho, al primer peruano en presentar un modelo alternativo del universo. Me refiero a Enrique Álvarez Vita. Nacido en Lima, residente en Miraflores, quien estudió física y matemáticas en la Pontificia Universidad Católica del Perú, y en el Instituto de Biociencias, Letras y Ciencias Exactas, IBILCE, SP, en Brasil. Su pasión por la cosmología y la física de las micropartículas lo llevó hacia la creación de un nuevo modelo del universo.

Su bonhomía y característica modestia le permitió trabajar por largos años en silencio y de forma independiente en un nuevo modelo del universo que recién en el 2013 lo dio a conocer. La reacción inmediata en un país con escaso desarrollo en ciencias fundamentales fue de azoramiento y sorpresa, más aun cuando nuestro medio está desacostumbrado a la discusión de temas teóricos de la ciencia. La recepción académica fue fría y no se le dedicó ninguna recensión. No obstante, consiguió aparecer a fines de ese mismo año en el primer número de la revista de filosofía del cenáculo Yachaywiñay y en la revista Tradición del rectorado de la Universidad Ricardo Palma. Por lo pronto, la comunidad científica del país todavía está en deuda.
Refiriéndonos solamente a los modelos actuales del universo encontramos que los podemos clasificar en tres grupos principalmente: por su modelo matemático, por su modelo temporal y por su modelo espacial.

Por su modelo matemático tenemos tres: el modelo Big Crunch, o sea un universo que se expande pero que se contraerá, y está basado en una geometría curva; el modelo silla de montar, es decir un universo que se expande y nunca se contraerá, y también de geometría curva pero que va sobre sí misma; y el modelo de expansión infinita, basado en la geometría euclidiana sin curvar.

Por su modelo temporal encontramos cinco modelos distribuidos en dos grupos: tres modelos en el grupo del tiempo cíclico y dos modelos en el grupo del tiempo lineal. Dentro del tiempo cíclico hallamos: modelo estacionario, modelo pulsante y el modelo de inversión temporal. Y en el tiempo lineal tenemos: modelo Big Bang y el modelo plano. Y por su modelo espacial van surgiendo nuevos modelos conforme se definen la materia oscura y la energía oscura. Aquí tenemos el modelo de los multi universos.

Ahora bien, el modelo que presenta Álvarez Vita tiene como piedra fundamental a una dualidad fenoménica de infinitos universos de materia y antimateria contenidos unos dentro de otros. Y por ello cabe clasificarlo como otro modelo de carácter espacial. Pero la propuesta creativa de Álvarez es que su nuevo modelo del universo implica tres tesis, a saber:
1° existe el universo de materia y el universo de antimateria separados por el vacío cuántico.
2° Los universos son infinitos desde el macromundo hasta el micromundo del universo material y lo mismo acontece en el universo de la antimateria.
3° Finalmente, los universos infinitos sólo conforman lo fenoménico y cabe la posibilidad de que surjan de lo nouménico, de un Dios creador de universos infinitos.
De esta forma su nuevo modelo del universo nos plantea un problema físico, un problema filosófico y un problema teológico.

No es casual que lo fenoménico, lo nouménico y Dios sean gravitantes en su nuevo modelo del universo, pues él no es un frío y descreído científico, su ateísmo nunca militante se fue diluyendo en agnosticismo y éste en fideísmo. No en vano proviene de una acendrada familia de profunda fe católica, que ha sabido preservar la fe en su corazón. Tampoco fue jamás un estrecho amante del cientificismo, por el contrario siempre su amor a la ciencia estuvo estrechamente ligado a su interés esmerado por la filosofía y la mística.

Por estas características el aporte valioso que nos brinda nuestro cosmólogo está a la altura de nuestra peruanidad, profundamente arraigada en los valores de la espiritualidad. Sin mimetismos ni anatopismos extranjerizantes Álvarez nos brinda la auténtica alma del espíritu peruano interesado por la ciencia sin prejuicios ni racionalismos a ultranza. Brindemos por sus méritos redoblados en este esfuerzo tan sui géneris y trascendental para la cultura peruana.

Gustavo Flores Quelopana

Lima, Salamanca Agosto 2014

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