ARGUEDAS Y
LA MUERTE
Gustavo Flores Quelopana
Si Arguedas fue criado en una familia
católica y era de formación católico entonces sabía que suicidarse era un pecado grave. Es
una ofensa a la santidad de la vida, al quinto mandamiento – “No matarás”-, una
negación de la esperanza y la redención, y una renuncia de cuidar de sí mismo. Y,
sin embargo, si sabía todo esto por qué se suicidó.
No en vano Dante Alighieri coloca a los
suicidas en el séptimo círculo del Infierno. Es un círculo reservado para los
violentos contra sí mismos y la naturaleza, donde son transformados en árboles
retorcidos y espinosos, y sólo pueden hablar cuando sus ramas son quebradas, lo
que les causa un dolor similar al que experimentaron al quitarse la vida.
A Arguedas tampoco le faltaron amigos
sacerdotes, como el padre Miguel Delgado, comprometido con las comunidades indígenas
e interesado por la cultura andina. También conoció al padre Gustavo Gutiérrez
y ambos se tenían admiración mutua. De manera que su relación con el
cristianismo no puede negarse.
Ahora bien, qué tipo de cristianismo tenía Arguedas.
El padre Manuel Marzal explica el cristianismo andino como un sincretismo de la
espiritualidad andina con la doctrina cristiana. El cristianismo andino es único
porque conserva la veneración a la Pachamama y a los Apus junto a la adoración
de Cristo Jesús. Lo extinto de la espiritualidad andina es el culto las
estrellas, a las constelaciones, a los mallkis o momias y a otros fenómenos
naturales.
Por su parte, el antropólogo Rodolfo Sánchez
Garrafa (Apus de los cuatro Suyus, IEP, 2014) describe a los Apus como
seres espirituales de poder que han sobrevivido a la sociedad prehispánica
junto a la Pachamama como seres de intermediación cósmica entre el mundo de
arriba y el mundo de abajo. Cosa que Arguedas también tomó en cuenta en sus
novelas y en su trabajo antropológico.
En la tesis doctoral de Juan Gerena Ortiz se
habla de mezcla de panteísmo y cristianismo en Arguedas. Pero deja la impresión
de una confusión en Gerena entre sincretismo y panteísmo. ¿Puede haber acaso sincretismo
entre una postura que identifica a Dios con la naturaleza -panteísmo- y otra
que establece una diferencia nítida -cristianismo y demás monoteísmos-? Eso es
como mezclar el agua con el aceite. Es una combinación imposible. Arguedas no
era ingenuo y lo sabía.
Otra cosa es que Arguedas, como Juan Escoto
Erígena, vea la creación como la manifestación de Dios y otra cosa es que
identifique dicha creación con Dios. Efectivamente, estando en Europa le escribe
a su amigo Alberto Escobar que mire todo lo que ha hecho el hombre para quitarle
el rostro a Dios y no lo ha conseguido. Que Arguedas perciba que la
transformación humana del mundo no puede borrar la presencia de lo sagrado no
es necesariamente una confesión de fe panteísta. Y esto vale aun cuando el ambivalente
Arguedas precise que a Escobar “Y eso, que yo no creo en Dios”.
Lo que se advierte en Arguedas es una
religiosidad conflictuada entre cristianismo sincrético, escepticismo y
ateísmo.
Qué quiere decir esto. ¿Acaso que al momento
de su suicidio ganó la partida su lado ateo y escéptico sobre su lado
sincrético cristiano? Nunca lo sabremos a ciencia cierta, pero los hechos
hablan por sí mismo; se suicidó. Por lo demás, ¿Qué tienen en común el ateísmo
con el panteísmo? El sentido unívoco del ser. Todo sale de la naturaleza y va
hacia la naturaleza.
La verdad es que la postura religiosa de
Arguedas es tan ambigua que su visión de la creación como manifestación de Dios
no está lejos del panteísmo ateo.
En un libro anterior (Arguedas como filósofo,
Lima, 2021) escribí que para Arguedas lo divino sólo se puede conocer en lo
finito. Esto sucede así en Escoto Erígena en virtud de la división del Primer
Principio en las Ideas, pero al utilizar conceptos neoplatónicos, como las
gradaciones de la realidad, se hizo sospechosos de panteísmo. En Arguedas no
hay nada de ello, hay simplemente la visión directa de la manifestación de Dios
en la naturaleza.
Si la postura oscura de Arguedas la
quisiéramos interpretar cristianamente también es posible, pues le ve en la
Naturaleza una inmensa manifestación de la esencia divina. Sólo que hay un
detalle, a saber, dijo “no creo en Dios”. Y al decirlo se refería al Dios
cristiano creador, providente y omnipotente.
Sólo esta tajante negación explicaría su
solución expeditiva de suicidio. Al no haber el Dios trascendente cristiano el
panteísmo ateo no queda excluido y el suicidio deja de ser un pecado grave, no
es una transgresión contra una divinidad externa a la naturaleza, sino flujo
natural de la existencia.
Naturalmente si esto es así entonces
significa que su religiosidad no asumió el sincretismo religioso de la espiritualidad
andina, sino la espiritualidad pagana prehispánica.
El suicidio en el paganismo precolombino es
visto dentro de la cosmovisión del tiempo cíclico, donde la muerte no es el
final, como muerte ritual, honor o deshonor de la comunidad o transición a otra
forma de existencia.
Rodolfo Sánchez Garrafa (La muerte y el
mundo subterráneo en los Andes, Bisonte, 2022) esclarece que en la cultura
andina se concibe la muerte como continuidad de la vida en el plano del Uku Pacha
o mundo de abajo, y luego ha de retornar a la vida del Kay Pacha o mundo de
aquí bajo el poder del Hanan Pacha o mundo de arriba. En este sentido, la
espiritualidad andina precolombina no es una cultura de la muerte sino de la
vida.
En suma, cómo se procedió a suicidar Arguedas.
No lo pudo hacer bajo el cristianismo sincrético andino, entonces ¿lo hizo bajo
el ateísmo o el paganismo precolombino? Me inclino a pensar que lo hizo bajo el
ateísmo y no tanto bajo el paganismo precolombino. Más aun, no lo podía hacer
bajo el paganismo precolombino porque no admite a Dios, ni a dioses, pero sí la
sacralidad de la naturaleza. Sin fe en Dios o en dioses pensaría que al suicidarse
se insertaba en el flujo natural de la existencia antes que ir a parar en el
Uku Pacha precolombino.
Hernan Adrianzen Torre
ResponderEliminarCreo que Arguedas fue un caso clínico.
Muchos famosos tuvieron una patología similar.
Tampoco será el último ; es parte de la conducta humana.
Mientras más haya anarquía material y sentimental corremos el mismo riesgo.
" El ser humano es solitario y social al mismo tiempo " .
A. Einstein.
Fernanda Iriarte
ResponderEliminarLa muerte de Arguedas refleja una complejidad espiritual difícil de encasillar, su religiosidad combina elementos del cristianismo sincrético andino, como la veneración a la Pachamama, con un escepticismo que marcó su vida. Aunque rechazaba al Dios cristiano, mostraba sensibilidad hacia lo sagrado en la naturaleza, sugiriendo una conexión cercana al panteísmo, aunque sin afirmarla claramente. Su suicidio podría entenderse más como un acto existencial que como una expresión religiosa específica. Entre su ambigüedad espiritual y su conflicto interno, queda un enigma abierto a diversas lecturas, donde se entrelazan sincretismo, panteísmo y ateísmo.