domingo, 8 de diciembre de 2024

ARGUEDAS Y LA MUERTE

 

 

ARGUEDAS Y LA MUERTE

Gustavo Flores Quelopana

 

Si Arguedas fue criado en una familia católica y era de formación católico entonces sabía que suicidarse era un pecado grave. Es una ofensa a la santidad de la vida, al quinto mandamiento – “No matarás”-, una negación de la esperanza y la redención, y una renuncia de cuidar de sí mismo. Y, sin embargo, si sabía todo esto por qué se suicidó.

No en vano Dante Alighieri coloca a los suicidas en el séptimo círculo del Infierno. Es un círculo reservado para los violentos contra sí mismos y la naturaleza, donde son transformados en árboles retorcidos y espinosos, y sólo pueden hablar cuando sus ramas son quebradas, lo que les causa un dolor similar al que experimentaron al quitarse la vida.

A Arguedas tampoco le faltaron amigos sacerdotes, como el padre Miguel Delgado, comprometido con las comunidades indígenas e interesado por la cultura andina. También conoció al padre Gustavo Gutiérrez y ambos se tenían admiración mutua. De manera que su relación con el cristianismo no puede negarse.

Ahora bien, qué tipo de cristianismo tenía Arguedas. El padre Manuel Marzal explica el cristianismo andino como un sincretismo de la espiritualidad andina con la doctrina cristiana. El cristianismo andino es único porque conserva la veneración a la Pachamama y a los Apus junto a la adoración de Cristo Jesús. Lo extinto de la espiritualidad andina es el culto las estrellas, a las constelaciones, a los mallkis o momias y a otros fenómenos naturales.

Por su parte, el antropólogo Rodolfo Sánchez Garrafa (Apus de los cuatro Suyus, IEP, 2014) describe a los Apus como seres espirituales de poder que han sobrevivido a la sociedad prehispánica junto a la Pachamama como seres de intermediación cósmica entre el mundo de arriba y el mundo de abajo. Cosa que Arguedas también tomó en cuenta en sus novelas y en su trabajo antropológico.

En la tesis doctoral de Juan Gerena Ortiz se habla de mezcla de panteísmo y cristianismo en Arguedas. Pero deja la impresión de una confusión en Gerena entre sincretismo y panteísmo. ¿Puede haber acaso sincretismo entre una postura que identifica a Dios con la naturaleza -panteísmo- y otra que establece una diferencia nítida -cristianismo y demás monoteísmos-? Eso es como mezclar el agua con el aceite. Es una combinación imposible. Arguedas no era ingenuo y lo sabía.

Otra cosa es que Arguedas, como Juan Escoto Erígena, vea la creación como la manifestación de Dios y otra cosa es que identifique dicha creación con Dios. Efectivamente, estando en Europa le escribe a su amigo Alberto Escobar que mire todo lo que ha hecho el hombre para quitarle el rostro a Dios y no lo ha conseguido. Que Arguedas perciba que la transformación humana del mundo no puede borrar la presencia de lo sagrado no es necesariamente una confesión de fe panteísta. Y esto vale aun cuando el ambivalente Arguedas precise que a Escobar “Y eso, que yo no creo en Dios”.

Lo que se advierte en Arguedas es una religiosidad conflictuada entre cristianismo sincrético, escepticismo y ateísmo.

Qué quiere decir esto. ¿Acaso que al momento de su suicidio ganó la partida su lado ateo y escéptico sobre su lado sincrético cristiano? Nunca lo sabremos a ciencia cierta, pero los hechos hablan por sí mismo; se suicidó. Por lo demás, ¿Qué tienen en común el ateísmo con el panteísmo? El sentido unívoco del ser. Todo sale de la naturaleza y va hacia la naturaleza.

La verdad es que la postura religiosa de Arguedas es tan ambigua que su visión de la creación como manifestación de Dios no está lejos del panteísmo ateo.

En un libro anterior (Arguedas como filósofo, Lima, 2021) escribí que para Arguedas lo divino sólo se puede conocer en lo finito. Esto sucede así en Escoto Erígena en virtud de la división del Primer Principio en las Ideas, pero al utilizar conceptos neoplatónicos, como las gradaciones de la realidad, se hizo sospechosos de panteísmo. En Arguedas no hay nada de ello, hay simplemente la visión directa de la manifestación de Dios en la naturaleza.

Si la postura oscura de Arguedas la quisiéramos interpretar cristianamente también es posible, pues le ve en la Naturaleza una inmensa manifestación de la esencia divina. Sólo que hay un detalle, a saber, dijo “no creo en Dios”. Y al decirlo se refería al Dios cristiano creador, providente y omnipotente.

Sólo esta tajante negación explicaría su solución expeditiva de suicidio. Al no haber el Dios trascendente cristiano el panteísmo ateo no queda excluido y el suicidio deja de ser un pecado grave, no es una transgresión contra una divinidad externa a la naturaleza, sino flujo natural de la existencia.

Naturalmente si esto es así entonces significa que su religiosidad no asumió el sincretismo religioso de la espiritualidad andina, sino la espiritualidad pagana prehispánica.

El suicidio en el paganismo precolombino es visto dentro de la cosmovisión del tiempo cíclico, donde la muerte no es el final, como muerte ritual, honor o deshonor de la comunidad o transición a otra forma de existencia.

Rodolfo Sánchez Garrafa (La muerte y el mundo subterráneo en los Andes, Bisonte, 2022) esclarece que en la cultura andina se concibe la muerte como continuidad de la vida en el plano del Uku Pacha o mundo de abajo, y luego ha de retornar a la vida del Kay Pacha o mundo de aquí bajo el poder del Hanan Pacha o mundo de arriba. En este sentido, la espiritualidad andina precolombina no es una cultura de la muerte sino de la vida.

En suma, cómo se procedió a suicidar Arguedas. No lo pudo hacer bajo el cristianismo sincrético andino, entonces ¿lo hizo bajo el ateísmo o el paganismo precolombino? Me inclino a pensar que lo hizo bajo el ateísmo y no tanto bajo el paganismo precolombino. Más aun, no lo podía hacer bajo el paganismo precolombino porque no admite a Dios, ni a dioses, pero sí la sacralidad de la naturaleza. Sin fe en Dios o en dioses pensaría que al suicidarse se insertaba en el flujo natural de la existencia antes que ir a parar en el Uku Pacha precolombino.

2 comentarios:

  1. Hernan Adrianzen Torre
    Creo que Arguedas fue un caso clínico.
    Muchos famosos tuvieron una patología similar.
    Tampoco será el último ; es parte de la conducta humana.
    Mientras más haya anarquía material y sentimental corremos el mismo riesgo.
    " El ser humano es solitario y social al mismo tiempo " .
    A. Einstein.

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  2. Fernanda Iriarte
    La muerte de Arguedas refleja una complejidad espiritual difícil de encasillar, su religiosidad combina elementos del cristianismo sincrético andino, como la veneración a la Pachamama, con un escepticismo que marcó su vida. Aunque rechazaba al Dios cristiano, mostraba sensibilidad hacia lo sagrado en la naturaleza, sugiriendo una conexión cercana al panteísmo, aunque sin afirmarla claramente. Su suicidio podría entenderse más como un acto existencial que como una expresión religiosa específica. Entre su ambigüedad espiritual y su conflicto interno, queda un enigma abierto a diversas lecturas, donde se entrelazan sincretismo, panteísmo y ateísmo.

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