Aldo Llanos Marin, filósofo cultivador del pensamiento de Leonardo Polo, hizo una investigación siguiendo la ruta de Arguedas en Chimbote y descubrió la fortísima desilusión que experimentó el novelista al no ver realizado su ideal de indio libre del gamonal en la ciudad portuaria. Si Ayacucho era la ciudad de las 33 iglesias, Chimbote se convertiría en la urbe de los 33 lenocinios y tabernas por doquier. Aquella realidad influyó poderosamente en su depresión y sólo la fe en Dios retardaría su suicidio. El tema de la espiritualidad del novelista es lo que abordo en mi obra ABISMOS DEL ZORRO INTERIOR.
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