ET Y LOS
DEMONIOS
Las
siguientes líneas son una respuesta al amigo y catedrático de periodismo de la
Universidad Privada Antenor Orrego (UPAO), Eduardo Paz Esquerre, quien concluye
su amable comentario sobre mi último libro ufológico, Contra Nosotros:
ufología como demonología (2024), afirmando: "Discrepo
de su afirmación de que los ET son demonios y que los OVNIS son engaño del
Maligno."
Eduardo
lleva años investigando el fenómeno Ovni desde una perspectiva creyente, o sea
que no cuestiona la existencia de los ET, y lo hace desde una propia
experiencia ufológica que lo contó en su libro Viaje a lo sublime (2017), él ha
tenido contacto con el Grupo Rama del ufólogo Sixto Paz, e incluso dio una
conferencia en su Universidad sobre el tema apelando en lo posible a argumentos
científicos.
Al
respecto de la relación de los ET y los demonios cabe mencionar la existencia
de tres posturas: 1. Los ET no son demonios, 2. Entre los ET hay demonios, 3.
Todos los ET son demonios.
La (1) no
es sostenida exclusivamente por los ufólogos -como el periodista ufológico
mexicano Maussan y Erich von Däniken-, también los hay científicos como Michio Kaku y Avi Loeb. La
(2) es defendida por algunos ufólogos que sostienen que los llamados Grises son
los demonios, el resto no. Y la (3) piensa que todos los ET son demonios que
engañan mentalmente al ser humano. En esta última interpretación me incluyo,
mientras que Paz Esquerre se inserta en la primera. No tomo en cuenta aquí la
postura de la propia ciencia porque se mantiene escéptica sobre la existencia
tanto de ET como de demonios.
La
primera postura tiene como característica tomar distancia de la interpretación
religiosa y presentarse con un cariz más científico. De ahí que uno de los
reproches de Eduardo hacia mi postura es que asuma una interpretación religiosa
-en mi caso cristiano católica- y me recomiende alejarme de la misma. Uno de
sus argumentos en contra de tomar en cuenta el perfil teológico es que la
religión es autoritaria y no permite una investigación serena del asunto. A lo
que respondo que no toda religión es autoritaria, ni impide el estudio sereno
del fenómeno ovni, incluso la católica.
La
segunda postura está expuesta por ufólogos creyentes en ET, pero que admiten
que entre ellos hay los llamados Grises, que son malignos y demoníacos,
mientras que hay otros alienígenas que son benignos y desean ayudar a la raza
humana como "Hermanos Mayores". Estos no tienen inconveniente en
tomar en cuenta las investigaciones teológicas sobre el tema ovni, pero le dan
una propia versión en la que Jesucristo resulta siendo parte de los Hermanos
Mayores buenos.
Y la
tercera postura, en la que me inscribo, está representada no sólo por
investigaciones de teólogos católicos -como el padre agustino recoleto Ángel
Peña en su libro: ET el gran engaño diabólico-, sino también por
pilotos de la Fuerza Aérea norteamericana como Nelson Pacheco y Tommy Blann
(ver su libro Desenmascarando al enemigo), la mística María Simma (Mi
experiencia con las almas del Purgatorio), el famoso astrónomo Jacques
Vallée (Emisarios del engaño), el reconocido psiquiatra Raymond Moody (Reflexiones
sobre la vida después de la vida), el investigador de abducciones J. J.
Jason (Descorriendo el velo cósmico) y el prestigioso psiquiatra John E.
Mack (Abducidos). Basta esta mínima relación para constatar que la
identificación de los ET con los demonios no sólo proviene de teólogos, sino de
las más variadas posturas y disciplinas.
De manera
que es claro lo siguiente: 1. No es cierto que en la investigación del
fenómeno Ovni y de los ET se deba excluir la perspectiva teológica. 2. Tampoco
es cierto que considerar a los ET como demonios provenga exclusivamente de
argumentos religiosos. 3. Lo que se muestra como cierto es que es la postura
creyente en ET de sesgo cientificista, es la que preconiza no tomar en cuenta
las conclusiones de la religión o de cualquier otra disciplina que identifique a
los ET con los demonios. Y ello persigue el propósito de presentarlos como
entidades buenas y benignas.
En mi
opinión es esta postura creyente cientificista la más peligrosa y menos
objetiva. Peligrosa, porque presenta a los ET como veraces y benignos. El
propio Stephen Hawking expresó su prudente opinión, antes de morir, de que en
caso de existir los ET debemos evitar hacer contacto porque podrían exterminarnos,
como ocurrió con toda civilización superior en la historia. Y menos objetiva,
porque se resiste a tomar en cuenta las opiniones escépticas provenientes de
otras disciplinas que niegan tal condición benigna de los ET.
Para
dejar mejor ilustrada mi postura enumero las principales razones -y a las
cuales no se refiere Eduardo- por las cuales pienso en que los ET son demonios:
1. Presentan una fenomenología que viola las leyes de la materia y de la
física, por tanto, no son físicos, sino inmateriales y espirituales. 2. Se han
limitado a “mariposear” en el cielo desde tiempos inmemoriales sin traer ningún
beneficio real a la humanidad. 3. Las abducciones conocidas son secuestros inmorales
con vejaciones sexuales bajo el pretexto de absurdos experimentos genéticos. 4.
Su mensaje religioso coincide en presentar a Dios no como persona, sino como
energía cósmica, y a Jesucristo y a la Virgen María como seres estelares. 5.
Los demonios pueden provocar ilusiones para presentarse como seres de otros
planetas y demás fantasías cósmicas interplanetarias.
Ante tal
situación prefiero conservar la prudencia escéptica de la ciencia y la alerta
espiritual de la religión cristiana. Por lo demás, recomiendo a quienes lean mi
libro o alguna literatura discrepante con la ciega creencia dogmática en ET y Ovnis
que se dirijan a los argumentos centrales sin prejuicio y con serenidad, que un
poco de religión y teología no hace daño, al contrario nos pone en guardia
contra los engaños del Maligno.
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