sábado, 30 de octubre de 2021

CULTURA Y CAPITALISMO EN EL PERÚ

 CULTURA Y CAPITALISMO EN EL PERÚ

Gustavo Flores Quelopana


Hay quienes todavía creen que las creaciones culturales no tiene relación alguna con las otras manifestaciones de la vida social, como la economía, la política y los intereses de clase. Pero están equivocados. La vida histórica es una totalidad histórico-social, y dentro de ella todo está interrelacionado. De esa manera la literatura también lo está. Y eso lo vemos en los siguientes creadores que a continuación se detalla.
Clorinda Matto de Turner representa el campesinado sometido a la servidumbre precapitalista. Vallejo, Ciro Alegría y López Albújar representan la voz de un pueblo oprimido por el orden semifeudal. Manuel Scorza refleja los orígenes del capital mediante la expropiación sangrienta de la población campesina. José maría María Arguedas reproduce la incorporación del hombre andino al mercado laboral capitalista. José Mattos Mar ilustra la formación del enorme ejército proletario en base de migrantes desocupados concentrados en los pueblos marginales a causa de la acumulación originaria del capitalismo. Bryce Echenique retrata la consolidación de una nueva clase media tras la expansión del capitalismo urbano. Hernando de Soto representa las aspiraciones de un capitalismo popular. Vargas Llosa encarna la defensa del orden neoliberal de la gran burguesía imperialista. Y Dumett personifica la vuelta al pasado milenario ante la pesimista desesperanza de cambios revolucionarios.
O sea, lo que vemos en el proceso de la literatura peruana es la mutación de la población campesina que ha marchado de la servidumbre semifeudal hacia su expropiación sangrienta para llegar a la conformación del enorme ejército de desposeídos concentrados en la periferia urbana y que iban a conformar la enorme fuerza de trabajo proletario de las fábricas, industrias y demás negocios urbanos. Esta enorme masa campesina pauperizada y migrante fue contenida, aliviada y parcialmente atendida con el reformismo militar que se emprendió bajo el gobierno del general Velasco Alvarado. Pero si la clase campesina se transforma en clase proletaria también vemos cómo crece la pequeña y mediana burguesía urbana al ritmo de la expansión industrial y bancario financiera. Con el tiempo Vargas Llosa sería el corifeo literario de la burguesía en ascenso.
No obstante, las contradicciones internas de ese crecimiento capitalista llevarían hacia una cruenta guerra interna, que una vez derrotada bajo un esquema cívico-militar, daría paso a un nuevo ciclo de gobiernos civiles que al final no se pudieron librar del estigma de una escandalosa corrupción. Ese proceso de descomposición del sistema capitalista bajo el contexto neoliberal también ha conocido su saga novelística (Quiroz, Ugaz, Jochamowitz, Vergara, Cateriano, Peña, Castillo Aste).
El capital es la potencia económica de la sociedad burguesa y lo domina todo, incluso la moral. El capital cuando se convierte en punto de partida y punto de llegada lo pervierte todo. Bajo el capitalismo todo se dineriza, impregnando por completo las relaciones humanas. Entonces, por qué nos escandalizamos de la corrupción, si perseguir la riqueza por la riqueza es el mayor valor bajo el capitalismo. Verlo de otro modo resulta ser pura hipocresía. Si se ve que cada gobierno es más corrupto que el anterior es porque el responde a la dinámica del desarrollo del capitalismo mismo.
Toda esta mutación social se traduce en las relaciones de trabajo asalariado y capital, y tiene su culminación en la conformación de una pequeña élite de la gran burguesía estrechamente vinculada con el capital transnacional. Y de todo este gran movimiento poblacional es testigo la novelística peruana. La novela peruana a partir del siglo veinte ha reproducido la acelerada conversión en la historia peruana de realidades pre y no capitalistas a capitalistas. Ha cumplido su papel reflejando la más compleja y desarrollada organización de la sociedad burguesa en el Perú.
El pensamiento literario es narrativo, no es pensamiento analítico ni pensamiento dialéctico, pero ayuda a reflejar la infinidad de prácticas cotidianas de hondo significado histórico-social. Además anda a horcajadas entre ambas, porque atendiendo las realidades fijas las echa a andar para captar su movimiento invisible. La literatura ayuda a comprender las realidades múltiples de la historia.