domingo, 22 de octubre de 2023

JUSTICIA Y EXPLOTACIÓN (reseña)


Libro publicado en 1973 y basado en la Patrología del célebre sacerdote francés Jacques Paul Migne. Su autor, el padre Juan Leuridan, demuestra que durante 800 años los Padres de la Iglesia batallaron contra las injusticias sociales, considerando como superior el bien común sobre el bien individual y pugnando por cambiar las estructuras socioeconómico-políticas imperantes.

Por nuestra parte constamos la influencia de estas ideas sobre la tradición del pensamiento político moderno, desde el liberalismo (Adam Smith) hasta el socialismo (Owen, Fourier, Bakunin, Marx, hasta le teología de la liberación). Se trata de un mensaje totalmente válido para nuestro tiempo sacudido por la desigualdad social extendida por el nefasto neoliberalismo.

El libro registra diferencias de opinión sobre la propiedad privada. Unos la condenan (San Juan Crisóstomo, Orígenes, Tertuliano, Basilio, Ambrosio, Cirilo, Teodoreto) y otros la justifican (Agustín, Lactancio, Hilario, Jerónimo, Isidoro).

Lo mejores argumentos de la Patrística sobre el tema lo hallamos en: nadie nace rico o pobre por naturaleza sino por injusticia, cuando el poder político se somete a la riqueza se genera la sociedad injusta, Dios es el único propietario de todo pues el hombre es solamente un administrador, no hay justicia sin sentirnos igual a los demás, la propiedad privada nos desune y la propiedad común nos une, no es la riqueza sino la avaricia la causa del mal, el dinero es el rey de la iniquidad, sin justicia no hay paz.

En una palabra, el mensaje social de los Padres de la iglesia testimonia el núcleo del cristianismo, a saber, la unidad de lo terrenal con lo celestial, lo inmanente con lo trascendente. Lo que se entiende a partir de la Encarnación, Resurrección y Redención de Cristo. Todo lo cual es un mentís a la lectura conservadora y reaccionaria de una iglesia a favor de los ricos.

SAN AGUSTÍN (reseña)


El presente volumen presentado por Dal Maschio destaca que San Agustín es el primer pensador medieval y el último de la antigüedad. Su cristianismo platónico-plotiniano se asienta en la polémica contra los arrianos al que la importancia de la gracia contra el mal.

San Agustín no fue un pensador sistemático. Sus ideas se desarrollan al compás de sus combates contra donatistas (condena el cisma, fuera de la iglesia no hay salvación), pelagianos (contra rigorismo moral, predestinación y doctrina del pecado), y el paganismo (la ciudad de Dios).
Su pensamiento tiene dos fases claras: hasta las CONFESIONES, donde enfatiza la misericordia, y POSTCONFESIONES, donde co0mo obispo apoyó la represión contra el cisma.
Su concepción totalizadora de la historia y el curso lineal del tiempo son otras ideas suyas de gran repercusión. Vinculó el pecado al sexo y subordinó la razón a la fe. Empezó justificando la propiedad privada y terminó condenándola.