martes, 15 de agosto de 2023

ENTRE DEMONIOS Y DRONES

                       ENTRE DEMONIOS Y DRONES

LOS OVNIS existen, pero no son lo que se cree. No son de origen extraterrestre, sino que tienen principalmente una doble fuente, a saber, preternatural, o sea procede del demonio, y humana, es decir, se origina en el secretismo de la carrera de armamentos por los peligrosos conflictos políticos contemporáneos. Por este doble origen la Ufología es una rama de la demonología, y, al mismo tiempo es un psicosocial de encubrimiento y manipulación de masas por parte del Complejo Industrial Militar, los servicios secretos, el Pentágono, y de la principal potencia hegemónica del mundo, esto es, los Estados Unidos de Norteamérica para mantener el secretismo castrense. Una tercera fuente es la natural, o sea fenómenos naturales que son tomados como ovnis. En una palabra, es un gran fraude preternatural y humano en la historia.

Lo primero -origen preternatural- es manifiesto en: los demonios son capaces de adoptar diversas formas y producir fenómenos parapsíquicos en personas, cosas y naturaleza; los movimientos de ovnis desafían las leyes de la física porque no son seres físicos, sino espirituales-demoníacos; portan un nuevo evangelio reencarnacionista de adoración a los “Hermanos Mayores”, donde Dios es visto como una energía cósmica en vez de una Persona, Cristo queda reducido a un astronauta cósmico, la Virgen María a una mujer que concibió un hijo de un extraterrestre; no mencionan el Cielo, el Purgatorio, ni el Infierno; y, según el testimonio de los abducidos, despiden mal olor, practican el secuestro, están obsesionados con el abuso sexual, huyen al invocar el nombre de Jesucristo y tienen aversión a la oración y demás objetos sagrados; suelen contactarse con personas que han practicado magia negra, hechicería, chamanismo, satanismo, demonismo, espiritismo, yoga, meditación, telepatía, han consumido drogas, y se encuentran apartadas de la fe por el ateísmo práctico y la vida de pecado. En el fenómeno ovni como hecho preternatural la agenda satánica anticristiana es particularmente muy ostensible e inocultable. A todas luces lejos de ser criaturas extraterrestres sensibles y razonables se muestran como lo que son, seres demoníacos que lejos ayudar extravían espiritualmente al hombre alejándolo de Dios. Esta casuística demuestra que la ufología es parte incontrovertible de la demonología.

La segunda fuente -origen humano- tiene su raíz en el caso Roswell, donde los militares norteamericanos notaron que, manteniendo un doble discurso, el oficial negacionista y el extraoficial alienígena, era más fácil mantener el secretismo del desarrollo de armas secretas, cuyo presupuesto no era del conocimiento ni control del Congreso. Especialmente alimentando subrepticiamente el mitoide alienígena era más fácil mantener distraída a la opinión pública, incentivando su creencia con la industria del cine, y desarrollar aviónica de espionaje para monitorear que lo hacían, tenían y planeaban los soviéticos en su momento. Recordemos que en marzo de 1947 se inicia la Guerra Fría entre la Unión Soviética y los Estados Unidos con la división del bloque occidental capitalista y el bloque oriental comunista. En julio del mismo año acontece el caso Roswell, que las autoridades dijeron que era un simple globo meteorológico convencional. Luego a fines de los años 70 la conspiración ufológica promovió la versión de que se había tratado de una nave alienígena estrellada. Lo más verosímil es que los estadounidenses preocupados por saber si los soviéticos ya tenían el arma atómica, cosa que lo lograron en 1949, se abocaran a intensificar la elaboración de artefactos para espiar sobre territorio soviético. Obviamente que dicha labor de espionaje debía mantenerse en secreto y a partir del secretismo comienza a crecer tanto la versión de encubrimiento como la otra de naves alienígenas. Lo cierto es que hoy está a punto de revelarse que los norteamericanos ya cuentan con el avión espía ultrasecreto antigravedad el TR3B Black Manta. El secretismo del desarrollo de armas supersecretas se justifica en la lógica de la seguridad nacional, y, al mismo tiempo, alimenta la conspiranoia de los adeptos de la existencia de los alienígenas. Pero cuando la CIA desclasifica una enorme cantidad de documentos relacionados con avistamientos de ovnis en los últimos 70 años -hoy llamados UAP-, ya se encuentran mezclados en el registro los fenómenos preternaturales, naturales y humanos.

Esta confusión en los datos ha tratado de ser despejada en los informes oficiales de avistamientos, y cuando funcionarios de inteligencia del Departamento de Defensa norteamericano declaran en 2022 frente a los legisladores que sólo un 1 por ciento de los casos son inexplicables es porque dentro de su lógica científico-tecnológica, imperante en la actual mentalidad naturalista y materialista, no caben los fenómenos preternaturales. Simplemente son excluidos y así se deja en la obscuridad ese uno por ciento. Incluso no todo lo registrado en cámaras es de hechura humana, y se lo abandona simplemente en la sombra por no admitir la hipótesis preternatural. No obstante, cuando los Estados Unidos se negaron a revelar las imágenes de ovnis derribados en 2023 sobre territorio de Alaska, Estados Unidos y Canadá, se aludieron a razones de seguridad nacional para hacerlo. Si eran globos normales se entiende que no quieren hacer el ridículo enviando aviones caza para derribarlos, simplemente no eran globos espías de origen chino, no podía tratarse de tecnología avanzada no humana por ser tan fácilmente derribados, lo que hace pensar que eran drones espías propios cuya tecnología tiene que ser guardada con mucho recelo. Y la destrucción de drones espías propios puede justificarse como distractor de la opinión pública ante el fracaso geopolítico y militar en Ucrania.

Ante este panorama la difundida creencia en seres alienígenas de basan principalmente en las siguientes razones: pérdida del sentido de lo divino, pérdida de fe en lo sobrenatural, extravío del sentido del ser y predominio del ente, fe cientificista, extravío irracionalista de la razón, difusión pseudocientífica del esoterismo ufológico, profundización de la era sin Dios, reseteo anticristiano de la conciencia humana, recrudecimiento de lucha geopolítica global, iglesia infestada de racionalismo y naturalismo, intensificación de la actividad infernal en estos tiempos liberales. Especialmente la campaña para no creer en el diablo es doblemente útil por negar la redención y facilitar la creencia en alienígenas. Sobre la base del ínfimo porcentaje sin resolver se han formulado numerosas hipótesis que podemos clasificarlas en cinco grandes interpretaciones: naturalista-científica, humana, alienígena, teológica y filosófica.

(1) La interpretación científico-naturalista afirma que los avistamientos se tratan de fenómenos naturales (rayos esféricos, nubes lenticulares, y similares). Además, la ciencia añade que no hay ET en la Tierra porque las enormes distancias, la velocidad y el tiempo de vida de una civilización imponen serias limitaciones al encuentro de dos civilizaciones tecnológicas en el universo, en caso que la hubiera. Por tanto, el tema de los ET y los ovnis permanecen en el ámbito de la ciencia ficción y la imaginación fantástica. Hasta el momento no existe evidencia alguna sobre la existencia de los ET.

(2) La interpretación humana se divide en tres: (2.1) psicológica, (2.2) tecnológica y (2.3) militar. La psicológica comprende: (2.1.1) la inconsciente (mito creado por la psique arquetípica), (2.1.2) psicosocial (centrada en el testimonio del testigo), y (2.1.3) paranormal (relacionado con el estado ampliado de conciencia). La (2.2) tecnológica (basura espacial, y tecnología militar furtiva), y (2.3) mitoide militar (creado para encubrir desarrollo de armas secretas). Se trata de una interpretación escéptica sobre la existencia de ET.

(3) La interpretación alienígena (civilización mucho más avanzada que la humana) se subdivide en tres: (3.1) seres intraterrestres (vienen de dentro de la Tierra), (3.2) seres interdimensionales (vienen de otra dimensión del Universo), (3.3) seres intertemporales (vienen del pasado o del futuro).

Como se ve esta tercera interpretación da crédito absoluto y con una ingenuidad pasmosa a la existencia de los extraterrestres. Es esta tercera interpretación la que se ha convertido en una religión esotérica, más conocida como la “religión platillista”, predica la adoración y reverencia a los “Maestros Cósmicos” o “Hermanos mayores”, que en cada país del mundo tiene sus conocidos gurús y cultores, está detrás de un inmenso negocio de souvenirs ufo, y lo único que añaden es más confusión en el asunto con sus porfiadas hipótesis conspirativas. Varias veces han sido desenmascarados[1], pero siempre vuelven a la carga con una porfía que linda con la patológica mitomanía paranoica. De cualquier forma, este contingente fanático de la religión alien caló en la cultura popular y brinda un excelente servicio de encubrimiento de la tecnología militar furtiva. A esta causa ha servido la serie de The History Channel “Alienígenas ancestrales”, que explora la hipótesis de Erich von Däniken de antiguos astronautas, totalmente llena de afirmaciones acríticas, retóricas, especulativas, tendenciosas, incomprobadas, sensacionalistas y pseudocientíficas. Dicha serie, que siempre excluye la opinión opuesta, nunca invita a expertos discrepantes y explota la credulidad de la gente con narraciones inverosímiles, ya ha recibido la crítica de historiadores, cosmólogos, arqueólogos y otros intelectuales serios por promover activamente la pseudociencia, la pseudohistoria y la pseudoarqueología. Por décadas la radio, televisión y cine han creado la paranoia social sobre la cultura popular sobre invasores del espacio. Para las agencias de inteligencia no deja de ser una oportunidad de oro para comprobar la manipulación mental sobre las masas. La ciencia ficción ha permitido evadirse de la realidad a sucesivas generaciones, pero cuando estas ficciones se toman por realidad significa que la ufología es un signo de la crisis del pensamiento moderno.  A su vez responde a una activa conspiración promovida por las agencias de inteligencia para ocultar los llamados Programas negros de armas secretas. Hacer que la gente piense en aliens es más conveniente al secretismo militar de armas furtivas.

(4) La interpretación teológica que se subdivide en cuatro: (4.1) sobrenatural (son ángeles), (4.2) preternatural (son demonios), (4.3) alienígena (son extraterrestres), y (4.4) mixta (son ángeles, demonios, ET y tecnología furtiva humana). Aquí tenemos una versión enfrentada y dividida sobre la existencia de los alienígenas. Esta interpretación explica que la impresión que dejan los demonios, como seres espirituales, de venir del pasado o del futuro es debido a que no son entes temporales ni eternos, sino eviternos. Mientras la eternidad es permanente y pertenece a Dios, y la temporalidad es contingente y es propio de todo lo que está en el mundo, la eviternidad es simultáneo con el antes y el después, y es propio de los espíritus puros. Santo Tomas de Aquino, que había recogido anteriormente en las Sentencias la distinción de Boecio de la eviternidad, en la Suma teológica (I, 10, i-vi) al plantearse el problema de la eternidad de Dios afirma que la eviternidad es la forma de duración propia de los espíritus puros, pues están en el tiempo, pero no son eternos. La eviternidad omnisimultánea, no tiene antes ni después, pero éstos pueden ser conjugados. Por eso que los espíritus puros pueden ver el pasado y el futuro. Como se podía ser de otro modo, de su eviternidad se aprovechan con malicia los demonios para desconcertar al hombre, sobre todo cuando se hacen pasar por seres espaciales que conocen el pasado y el futuro de la humanidad.  

(5) La interpretación filosófica se divide en tres: (5.1) realista ontológico-metafísico (no todo lo existente es real), (5.2) nominalista (lo individual es lo real) y (5.3) la culturalista (la sociedad del momento decide lo que es real). En lo filosófico tampoco hay consenso como en la interpretación teológica.

En buena cuenta, la interpretación (1) y (2) no avalan la hipótesis ET, sólo lo hace enteramente la (3) y en parte la (4) y la (5). De modo que no extraña que la epistemología haya clasificado a la ufología de pseudociencia y sólo la hermenéutica, desde el relativismo que promueve, haya relajado el criterio. Pero la filosofía que no se limita a la epistemología, y rebasa la hermenéutica, sin descuidar la teología, considera que la ufología sin ser ciencia no es del todo pseudociencia, porque pertenece al ámbito de las ciencias espirituales. Y es allí donde mejor se revela su naturaleza fraudulenta por parte de los ángeles caídos. Lo cual tampoco es un impedimento para reconocer que es un mitoide militar humano para ocultar armas furtivas.

En suma, la Ufología es el gran fraude en la historia urdido tanto por los ángeles caídos, y por el imperio norteamericano en su empeño por lograr la superioridad militar sobre su oponente a través de armas secretas furtivas. Se trata de un gran fraude relacionado con la mentira del demonio y el secretismo militar nacido de los conflictos políticos contemporáneos.

LA FILOSOFÍA Y EL ESPEJO DE LA NATURALEZA (reseña)

 

R. Rorty (1931-2007) es el último abanderado del irracionalismo, el idealismo subjetivo y fiel representante de la decadencia de la filosofía imperialista.
Habiendo abandonado el giro lingüístico critica la pretensión filosófica desde Descartes de fundamentar el conocimiento y la realidad. Desde el pragmatismo planeta una filosofía edificante opuesta a la filosofía sistemática. Insta a abandonar la búsqueda de la Verdad, Objetividad, Realidad, Esencia y Razón. En su lugar concibe la filosofía como conversación edificante, que sustituye la verdad por las creencias convenientes.
Su filosofía sin espejos es una trivial filosofía conversacional que jamás debe buscar el arjé. El abandono subjetivista del representacionalismo sigue la senda extraviada del segundo Wittgenstein, el segundo Heidegger, ello Sellars, Quine y Davidson.
Le parece insostenible la objetividad ligada a una trascendencia. Con ello ahonda subjetivistamente el hiato entre Ser y Pensar.
La tragedia de la filosofía burguesa en su etapa imperialista es que se muestra incapaz de desarrollar el método dialéctico de Hegel y de superar la forma que adopta en el marxismo. De modo que embarcado en una trayectoria decadente retrocede hacia el idealismo subjetivo berkeleyano.
Rorty opone a la objetividad la intersubjetividad o solidaridad, y con su característica miopía proclama que las cuestiones hoy no son metafísicas o teológicas, sino políticas. Este estrechamiento de miras hace que su historicismo nominalista sustituya tristemente la teoría por la narrativa. En una palabra, su filosofía es el heraldo de la descomposición de la decadente filosofía burguesa que renuncia a la objetividad y al conocimiento del mundo como contrapartida al brutal dominio geopolítico del imperialismo.

HISTORIA DE LA SEXUALIDAD (reseña)

 

Si en su temprana obra de 1966, "Las palabras y las cosas", las categorías predominantes son la "episteme" y la "discontinuidad", en su tardío libro "Historia de la sexualidad" (1976) las categorías predominantes serán las nociones de "dispositivo" y de "práctica" sin ninguna referencia estructuralista. Por lo demás, su desviada conducta pedófila y homosexual se acentuó.
En su obra se interroga: ¿Cómo se explica y concilia la idea de sexo reprimido con la proliferación de discursos sobre el sexo desde fines del siglo XVI? Responde constatando que hay tres discursos estratégicos sobre el saber y el poder del sexo: 1. la histerización del cuerpo femenino, 2. la pedagogización del sexo del niño, y 3. la psiquiatrización del sexo perverso.
Presenta un análisis secularista, inmanente, psicológico y sociológico del sexo en la antigüedad, los dos primeros siglos cristianos y la proliferación sexual desde fines del siglo XVI.
La obsesión de Foucault por el sexo se relaciona con su homosexualidad y pedofilia. Así, el 25 de junio de 1984 muere de septicemia a causa del sida.
Estos escritos sobre el sexo fueron los últimos. Se cuenta que viajaba a Argelia para tener sexo con menores en un cementerio local. Era un transgresor sexual. Esa fue la preocupación del último Foucault. No sabemos si deseaba curarse, aunque más parece que buscaba justificarse. Con ello se relaciona la frase sobre la muerte del humanismo y el nacimiento de la biopolítica. Su ontología histórica es una forma desesperada de encontrar su propia salvación en un contexto inmanentista.
En suma, su conclusión es anética, individualista y nihilista, a saber, cada persona puede desarrollar sus propios códigos de conducta. Se convierte así en un abanderado de la ideología de género del movimiento LGTB. Con ello refleja el extravío y decadencia moral de la postmetafísica sociedad capitalista en su fase imperialista.