miércoles, 24 de abril de 2024

LA FILOSOFIA ESTUVO, ESTA Y ESTARÁ EN TODAS PARTES

 

LA FILOSOFIA ESTUVO, ESTA Y ESTARÁ EN TODAS PARTES

Ricardo Mauricio Agreda Rojas- UNSA/Arequipa

 


¿POR QUÉ FILOSOFAMOS? Que un libro comience con una pregunta tan llamativa lo hace, desde el comienzo, un captador de atención. Gustavo Flores Quelopana inicia su libro ¿Por qué filosofamos? El misterio de la filosofía con una interesante pregunta.

Este texto que fue publicado el presente año por la Editorial IIPCIAL, en Lima, Perú está dirigido, desde su inicio, a explicar que la filosofía no es un patrimonio de una sola cultura, sino que la filosofía es propia de todas las culturas, y que al estar presente en todas ellas el filosofar se vuelve polimórfico y multívoco.

Gustavo Flores Quelopana divide su libro en cuatro partes. 1. ¿Del mito al logos? La idea de que la filosofía se origina en Grecia es muy común. Sin embargo, hay que entender que lo que en Grecia se origina es la palabra filosofía, que etimológicamente quiere decir amor por la sabiduría. Esta actividad que persigue el conocimiento, el questionamiento, la inquietud, etc. parte del asombro que tiene el hombre del mundo.

Entendiendo esto, se vuelve imposible sostener que solo los hombres griegos pudieron asombrarse de su entorno y que otras civilizaciones hayan prescindido de aquello. El asombro no es griego, el asombro es humano. Que la palabra filosofía haya existido en Grecia no quiere decir que no haya estado presente en otros lugares. Que en Grecia, la filosofía se haya dedicado a romper con el mito no quiere decir que todas las sociedades hayan tenido que dedicarse a lo mismo.

Para Flores, la filosofía de Grecia desconoce el mito y es logocrática. Esta es una forma de filosofar. Por otro lado, hay sociedades que basan sus pensamientos y explicaciones en el mito. Esta es otra forma de filosofar y la denomina mitocrática. Siguiendo estos argumentos podríamos decir que otras civilizaciones también tendrían otras formas de filosofar respecto a las condiciones de sus sociedades. Cada forma de filosofar podría contener incluso principios lógicos diferentes. Todo esto volvería a la filosofía en multívoca y polimórfica.

2. Ruptura mítica andina entre lo ontológico y lo histórico. El filosofar mitocrático contiene muchas reflexiones teleológicas, existenciales, causales, etc. estos pensares pueden ser encontrados por ejemplo en las concepciones de divinidades que tuvieron las culturas prehispánicas.

En este punto, Flores se percata que, a diferencia de las culturas occidentales, la religión precolombina fue distinta. Esta, en primer lugar, no fue ni monoteísta ni panteísta sino henoteísta. Esto quiere decir que existían varios dioses, pero había un dios supremo.

Flores recalca que un dios supremo no significa un dios absoluto. Incluso se puede observar que en varias culturas precolombinas existe esta parafernalia de divinidades como huacas, apus, dioses que tienen características parecidas, etc. Sin embargo, no existe en ninguna parte histórica precolombina en la que exista solo un dios.

Que existan varios dioses o varias religiones desemboca en reflexiones sobre el origen y atributos de estos dioses o los fundamentos de estas religiones. Esto es el filosofar mitocrático.

Pero ¿cómo comprobar este filosofar con un lenguaje o una escritura? Con respecto al lenguaje Flores argumenta que la lengua quechua alberga la posibilidad de formar preguntas filosóficas. Con respecto a lo segundo, declara que la inexistencia de la escritura en el quechua no es freno para entender el filosofar antiguo.

La música o la pintura son lenguajes indirectos y que pueden tener más sentido que el signo escrito. Así, todas las culturas pueden filosofar con algún lenguaje incluso, y esto es interesante, el hombre del paleolítico puede tener una forma de filosofar solo por su condición humana.

3. Del mito al filósofo primitivo. Si aceptamos que hay varias formas de filosofar y que estas están presentes en la diversidad de las culturas que existieron entonces, tenemos que abandonar la idea eurocéntrica en donde solo Grecia es la medida posible de toda la filosofía.

Podríamos entender que quizá en otros lugares no se preocupaban si hacían o no filosofía, sino que simplemente la hacían. Teniendo esto en claro, Flores comienza a retrotraer el pensamiento filosófico a tiempos anteriores de las grandes civilizaciones.

Si existe un filosofar mitocrático ¿por qué no podría existir un filosofar antes de lo mitocrático? Para Flores el filosofar existe también en el hombre prehistórico y está presente en actividades como los enterramientos, el arte y la industria lítica. Estas actividades tienen fundamentos ontológicos y metafísicos que estarían vinculadas con su entorno natural y social e incluso con un entorno espiritual y sobrenatural.

Este filosofar es el chamanismo y Flores lo denomina mitomórfico. En este chamanismo las ideas como alma, espíritu, vida después de la muerte, etc. surgen como guía o forma de vivir y se han encontrado en diferentes lugares como África, Asia, América o Australia.

Flores sigue el camino regresivo histórico y añade que, bajo estos argumentos no eurocéntricos, incluso los primeros homínidos tienen una forma de filosofar. Para ellos el mundo natural está lleno de espíritus poderosos y su evolución con armas, materiales, fuego, relación con otros homínidos, obtención de lenguajes, es una forma de entender que tenían una percepción activa. A este filosofar Flores lo denomina numinocrático.

Con todo esto, esclarecemos que la premisa donde es Grecia el origen de la filosofía es falsa y que el asombro que es el origen de filosofar no pertenece solo a Europa si no a cada cultura y cada humano.

Asimilar esto es captar que existen muchas formas de filosofar y que no hay una filosofía mejor que otra filosofía, sino que hay filosofías distintas y que cada una surge en diferentes lugares, diferentes tiempos y para alcanzar diferentes fundamentos. Al final de todo, la filosofía es polimórfica y multívoca.

4. Dimensión ontológica del filosofar. Y a todo esto entonces ¿Por qué filosofamos? Gustavo Flores Quelopana culmina el último capítulo de su libro explicando que filosofamos porque somo humanos; filosofamos porque podemos asombrarnos; filosofamos porque tenemos conciencia de nosotros mismos, conciencia del mundo y conciencia teologal, filosofamos porque es nuestra condición ontológica.

Sin embargo, aunque esté en nuestra condición humana filosofar es claro que no todos filosofamos y esto se debe a que esta actividad merece tiempo, educación y formación.

Por mi parte siempre he tenido aversión a los términos filosofía andina y/o filosofía no occidental y no porque crea que solo existe un filosofar europeo que nació en Grecia sino porque querer demostrar que existió una filosofía mucho antes que los griegos en otros lugares sin tener un sustento documentario de ese filosofar es entrar a un debate prácticamente sin salida. Para mí el humano es científico y filósofo por naturaleza porque quiere relacionarse con el mundo y quiere preguntarse sobre sus fundamentos.

En todas las culturas el hombre se ha asombrado por la naturaleza, la ha transformado y se ha preguntado sobre ella. En todas las actividades la filosofía siempre está presente. Puede ser, por ejemplo, precientífica, científica y postcientifica porque siempre está en constante movimiento con cualquier actividad y es por ella que dicha actividad puede evolucionar.

La filosofía no solo está presente en la ciencia sino también en el arte, en la música, en el lenguaje, etc. la filosofía es parte del que hacer humano. Volviendo al porqué de mi aversión a los términos mostrados anteriormente esta se debe a que querer demostrar que hubo una filosofía andina, latina, no occidental, etc. es como querer llamar la atención a una filosofía procedente de Europa, es como decir — mira Europa yo también hice, hago o haré filosofía —.

Según mi percepción la filosofía se debe hacer sin más, este incesante estudio, cuestionamiento, inquietud, evolución, etc. debe hacerse sin más. Me gusta mucho la idea del buen filósofo y amigo Flores Quelopana de encontrar diferentes tipos de filosofar a lo largo de la historia.

Aunque muchas veces entre filósofos no podemos ponernos de acuerdo en muchos temas, su libro me hizo dudar de varias cuestiones que tenía por reparadas y si este no es el objetivo de un buen libro de filosofía entonces no sé lo que es.

La filosofía te tiene que sacar de tus casillas, te tiene que mantener en movimiento, quizá con esto podría añadir que la filosofía es multívoca, polimórfica y dinámica.

He disfrutado mucho su texto y terminándolo me dejó con una pregunta interesante en la boca. Si podemos encontrar diferentes tipos de filosofar a lo largo de la historia humana desde los primeros homínidos hasta los humanos actuales ¿Podría acaso en futuro las máquinas filosofar?

Y hablo de las máquinas que serán la siguiente evolución del ser humano no de las que actualmente son instrumento humano. Seguramente esta reflexión podría dar una conversación muy larga en algún lugar o en algún momento, pero por el momento me siento alegre de haber leído y recomiendo adentrarse en ¿Porque filosofamos? El misterio de la filosofía de Gustavo Flores Quelopana.