martes, 14 de marzo de 2023

VEINTICINCO TESIS ANTI-NIETZSCHE

VEINTICINCO TESIS ANTI-NIETZSCHE



I

Heidegger (Caminos de bosque) comprende a Nietzsche desde la voluntad de poder, donde el ser es valor. Fink (La filosofía de Nietzsche) desde el eterno retorno, donde el ser está más allá de lo axiológico. Pero quizá sea mejor hacerlo desde el amor fati, donde se ve nítidamente cómo impera el necesitarismo antiguo.

II

El destino del nihilismo no es la apología del hombre -como piensa Nietzsche-, sino su supresión y la de todos sus grandes temas, incluso la verdad.

III

Nietzsche piensa la voluntad de poder y el eterno retorno como principios cósmicos del juego de Dioniso. O sea, niega la metafísica trascendente por una metafísica inmanente.

IV

El hombre del futuro no es el portador de una gran voluntad -a lo Nietzsche-, sino el sintiente de una gran caridad, que una la inmanente con lo trascendente.

V

Nuestro tiempo nihilista es de transición, ambivalente, equívoco. Así, puede ser signo de hundimiento, pero también de nueva vida. Estamos en una coyuntura histórica en la que la humanidad o supera el último hombre del nihilismo pasivo nietzscheano, para avanzar no hacia el superhombre del nihilismo activo, sino hacia el nuevo hombre que armonice lo inmanente con lo trascendente.

VI

Si no detenemos el nihilismo su último período será el giro no hacia el superhombre, sino hacia su sustitución por la máquina cibernética autónoma. El más serio de esta amenaza es el sistema ChatGPT, el cual representa prácticamente la sustitución y muerte del pensamiento humano por la inteligencia artificial.

VII

El momento culminante del nihilismo -si es que llega- no será solamente el final de Dios, la metafísica y la moral, sino el fin del propio hombre como humanidad, porque su lugar será ocupado por la inteligencia artificial autónoma. No será el superhombre de Nietzsche, ni el homo deus de Harari, sino la supermáquina la que nos sustituirá.

VIII

El punto culminante del nihilismo no es la divinización prometeica del hombre, sino la concepción por la inteligencia artificial de que lo divino no existe. El pensamiento humano habrá sido remontado por la inteligencia artificial.

IX

El nihilismo es un tránsito hacia muchas modalidades de transhumanismo, donde al final imperará la inteligencia artificial autónoma. Del antropoceno habremos pasado al ciberceno. 

X

El nihilismo en su hora final vuelve irreconocible el puesto del hombre en el cosmos, donde la única realidad pasa a ser el devenir. Se habrá pasado a la dictadura del algoritmo cibernético.

XI

Se llegará al nihilista final absoluto de los tiempos no con el advenimiento del superhombre, sino cuando la inteligencia artificial destrone al hombre por completo.

XII

La técnica es nihilista al sustituir el ser por el hacer, el movimiento, el devenir.

XIII

El error fundamental de la metafísica no es el desdoblamiento del mundo en ser y devenir, como piensa Nietzsche, sino no reconocer un ser verdadero en el propio devenir sin negar el ser verdadero del ser permanente.

XIV

El hombre moderno se concibe como punto culminante de la humanidad, pero en realidad es el comienzo del error más grande: encerrarse en la jaula de la inmanencia terrenal.

XV

El fin del mundo unipolar es el fin del nihilismo liberal, pero no de toda forma de nihilismo, y menos del ligado a la técnica.

XVI

La gran contradicción de la filosofía nietzscheana es que lo que al comienzo aparecía como una alegre filosofía de la libertad termina siendo una oscura y triste filosofía de la necesidad. Efectivamente, su pensamiento se parece a una ópera trágica que promete mucho con la muerte del Dios, el superhombre, la voluntad de poder y la inversión de los valores, pero que acaba en bufonada carnavalesca con el eterno retorno de lo mismo y el amor fati.

XVII

El hombre nihilista nietzscheano queda encerrado en su propio infinito y desconectado del infinito que hay por encima de él. Lo infinito que hay por encima del hombre no es ni puede ser el eterno retorno de lo mismo, porque sería infinito movimiento más no lo infinito por excelencia.

XVIII

El eterno retorno de lo mismo no es sino más que una mueca siniestra que simula lo infinito, y que sólo se piensa como autoconservación de la voluntad de poder. En Nietzsche la sustancia del cosmos es el poder en devenir perpetuo y repetible.

XIX

Nietzsche es una parodia insoportable de un Cristo secularizado, pero también el dedo acusador sobre el hedonista hombre moderno que sólo quiere la nada.

XX

La filosofía de Nietzsche es la culminación del moderno y subjetivista hombre sin Dios, alma sahumada y marchita en el horno de lo temporal y finito.

XXI

La última etapa del pensamiento de Nietzsche es de una dureza, crueldad y odio diabólico declarado hacia lo trascendente, en el cual la voluntad de verdad se disuelve luciferinamente en voluntad de poder.

XXII

El alma del occidente liberal es nietzscheana. Así, el hombre moderno culmina reduciendo todo a los poderes omnímodos de su voluntad y de lo inmanente. Con ello no sólo extravía a Dios, sino su propia alma. Y de un desalmado se puede esperar lo más temible, incluso la vesánica destrucción termonuclear. 

XXIII

La decadencia de la modernidad está signada por un relativismo y un nihilismo peligroso. No sólo termina negando toda grandeza humana, sino que las puertas infernales de los Auschwitz quedan abiertas de par en par.

XXIV

La lucha contra el mundo unipolar es también contra el nihilismo inmoral y disolvente, pero no lo es contra toda forma de nihilismo. El mundo unipolar es nihilista porque encarna un ataque sistemático y sostenido contra Dios, la metafísica, y los valores.

XXV

Con la guerra en Ucrania llegó el final del nihilismo liberal y la posibilidad del comienzo de la época de la nueva metafísica, donde convergen al mismo tiempo fe y razón.