sábado, 31 de agosto de 2024

SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA EN LA ESCUELA (Entrevista)

SOBRE LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA EN LA ESCUELA 

(Entrevista a Gustavo Flores Quelopana)



1. ¿Está Usted a favor del retorno de la enseñanza de la filosofía en la escuela?

Por su supuesto que sí. Pero el problema no es tan sencillo, no se limita a lo pedagógico y meramente de consenso. Estamos en el fondo ante un problema mucho mayor. Y ese problema es: ¿Qué imagen del mundo requiere de la filosofía?

2. ¿Está afirmando que la actual imagen del mundo no necesita de la filosofía?

Así es. La actual imagen del mundo se ha vuelto incompatible con la filosofía.

3. ¿Qué imagen del mundo es la que tenemos actualmente que no necesita de la filosofía?

Nuestra actual imagen del mundo es la imagen del mundo pragmática, que reduce la realidad a lo útil y que se deriva de la mentalidad científico-técnica. Y que no responde a nuestra rica realidad cultural, sino a la eurocéntrica. El mundo anglosajón tiene vocación a lo pragmático, Latinoamérica vocación social y humanística. Nuestras raíces palingenésicas e intrahistóricas están en polos opuestos. Y si ello no se nota es por imposición neocolonial de un pensamiento anatópico.

4. ¿Y por qué esta imagen del mundo pragmática destierra a la filosofía?

Porque concibe a la filosofía como parasitaria e inútil. El pensar no es lo prioritario, sino el operar, el actuar. De ahí que no sólo el neoliberalismo, sino la esencia misma de la razón burguesa reclame "trabajadores" y no "pensadores". Quinientos años le ha tomado a la modernidad burguesa volcarse contra la propia filosofía. En el Perú su expresión política más desembozada la tuvimos bajo el fujimorismo, el cual impuso una constitución política que priorizó lo técnico sobre lo social y redujo al ciudadano en consumidor. Vivimos la era de los imperialismos modernos y, al parecer, estamos llegando al final de su ruta histórica. Y en ese final el declive ostensible es el irracionalismo, el escepticismo, la amoralidad del "todo vale" posmoderno y el venenoso nihilismo.

5. ¿Nos quiere decir que el problema del retorno de la enseñanza de la filosofía en la escuela exige un abordamiento más amplio e integral?

Lamentablemente sí. Y digo lamentable porque su propio reduccionismo a lo educativo le hace daño a su propia causa. El asunto no es que simplemente desde mañana, por ejemplo, se vuelva a enseñar filosofía en las escuelas, sino para qué, cuál sería su rol y función. A esta pregunta se responde: para desarrollar la conciencia crítica. Pero acaso esta sociedad sometida a la racionalidad pragmática requiere "conciencia crítica". Lamentablemente NO. Y es por ello que resulta que, por ejemplo, quienes reclamen la vuelta de la filosofía a las escuelas repitan mansamente a pensadores que han decantado el camino nihilista del pragmatismo cultural. Sino veamos cuántos han escrito libros, por ejemplo, sublevándose contra el nihilismo nietzscheano. Por el contrario, la mayor parte se pliega a lo más fácil, a la repetición del magisterio eurocéntrico occidental. Por ello, es risible ver que quienes reclaman "espíritu crítico" no lo muestran en su pensamiento y simplemente asumen la tradición occidental.

6. ¿Entonces cuál es la verdadera tarea?

La verdadera tarea implica una lucha de los filósofos en dos frentes: una, en lo educativo, y la otra, que es lo más importante, en lo ideológico-conceptual, en lo creativo. Por lo primero, no sólo habrá más trabajo para los egresados de filosofía, sino que se despertará la conciencia crítica en los educandos secundarios. Pero por lo segundo, se responde a la cuestión de fondo, la más laboriosa y difícil, a saber, PENSAR UNA NUEVA IMAGEN DEL MUNDO NO PRAGMÁTICA sino HUMANÍSTICA. Esa es tarea de los pensadores. Pero la universidad nacional misma no forma pensadores sino repetidores de filosofías extranjeras. Por eso la tarea es titánica, pero lo más fácil es pensar que con la restitución de la filosofía en las escuelas el problema está resulto, y eso es un autoengaño.

7. Lo entiendo. ¿Pero una nueva imagen del mundo humanística no ha sido ya pensada por varias corrientes filosóficas del siglo XX y fracasaron?

Efectivamente, ya fue pensado y fracasaron a mi modo de ver porque conservaron el veneno principal de la imagen del mundo de la modernidad, el cual es el subjetivismo antropocéntrico, que fue el tronco nutricio de todos los idealismos secularizados. Y los materialismos también estuvieron anclados a la visión secularizada, cuantitativa y matematizante del mundo. En otras palabras, la realidad misma fue empobrecida con el giro antimetafísico, antiesencialista y antitrascendentalista del mundo.

8. ¿Pero esto no es una vuelta a la imagen medieval del mundo?

No, no lo es, porque si algo de bueno dejan las ruinas de la modernidad es la importancia de la libertad y la terrenalidad, lo malo es su sesgo de limitarse a ellos. De modo que una nueva imagen del mundo exige una nueva metafísica donde lo inmanente y lo trascendente sean reivindicados sin mezclar su jerarquía ontológica. En otras palabras, la nueva imagen del mundo humanística debe estar enlazada y no divorciada con la metafísica. Sólo eso hará posible poner a la imagen científica del mundo en su verdadero lugar, sin extralimitaciones categoriales.

9. En otras palabras ¿cuál es su fórmula para que la filosofía vuelva con sentido a ser enseñado en las escuelas?

Que los filósofos abocados a la creación y al pensar, y no sólo a lo pedagógico, elaboren una nueva imagen no pragmática del mundo. Sin esto naufraga la iniciativa de enseñar filosofía en las escuelas. Sino veamos la experiencia europea. En Italia, por ejemplo, hasta el día de hoy se llevan adelante dicha enseñanza en dos gruesos volúmenes, pero veamos su sociedad. Esta sigue siendo arrasado por los antivalores de la posmodernidad de la orgía capitalista que hace trizas la conciencia crítica que se trató de inculcar. Por eso hay que abordar el problema de modo integral y no limitarlo a lo pedagógico. La tarea, incluso, se extiende a lo político y social. No es que los filósofos se dediquen a la política, que por lo demás siempre le va mal en ese campo, sino que extiendan su influjo a toda la sociedad. Los filósofos deben ser verdaderos tanques de pensamiento o think tank para el cambio de la sociedad presente. Y para ellos deben pensar con cabeza propia.

10. Pero ¿cómo hacerlo cuando los medios de comunicación de masas responden a intereses corporativos de una plutocracia que está de espaldas al pensar y sólo le interesa lo pragmático?

Como vemos en su apreciación es un problema de dimensión civilizacional. Es la propia civilización occidental liberal la que está consumando hasta la última gota ese giro pragmático enemigo del filosofar. Mientras otros orbes civilizacionales buscan tener subsumido el impulso científico técnico a lo humanístico. Pero esto va cambiando y lo digo a la luz del hundimiento de la gobernanza global del mundo unipolar liberal y el ascenso histórico global del mundo multipolar nacionalista y soberanista. En una palabra, la lucha por la enseñanza de la filosofía de la escuela debe proseguir porque tiene el mérito de desvelar las gangrenas de la actual imagen del mundo unipolar que declina y hacer ver la urgencia de una nueva imagen del mundo que nace. Es la única forma de no caer en la miopía de un mero cambio pedagógico con la enseñanza de la filosofía en las escuelas.

11. ¿Algún apunte final?

Sí. Y quizá sea lo más importante. Filósofo no es el diplomado, sino el pensador. Hay que ir contra el espíritu de especialización propio del mundo técnico-científico, y que es propio no del mundo filosófico. Puede haber filósofos, como siempre los ha habido, en cualquier área de ocupación humana. Reservar sólo la filosofía a los que detentan el diploma es la más nociva fórmula que garantiza la decadente agremiación petulante y pequeñoburguesa del ejercicio de la filosofía. Es por ello que la Sociedad Peruana de Filosofía no es sólo para los filósofos profesionales, sino para todos los pensadores en cualquier área con capacidad creadora y espíritu independiente. Soñar con el Colegio de Filósofos del Perú haría más daño que bien a la filosofía. Dejemos a la filosofía que siga volando libre en todos los espíritus y no lo encerremos en colegios profesionales, agremiaciones, carnés y clubes que agostan su médula y la condenan a la esterilidad.