martes, 17 de mayo de 2022

INFORME OVNI DEL PENTÁGONO

 


INFORME OVNI DEL PENTÁGONO

¡Existe, es real, pero no sabemos lo que es! Ese sería el resumen del informe del Pentágono presentado al Congreso norteamericano. Niega tener evidencia que se halle relacionado con algo de origen "no terrestre". También ahora lo llama Fenómeno Aéreo no identificado (FANI) Veamos cuánto de cierto hay en ello.

Los que han quedado con los crespos hechos y profundamente decepcionados son los ufólogos de la vertiente dogmática, esotérica, y paranormal, también conocidos como "platillistas". Estos esperaban una confirmación de la existencia extraterrestre y se quedaron con las manos vacías. 

¿Qué pasó? ¿Acaso no era una buena estrategia hacer creer a las masas en platillos voladores y seres extraterrestres? ¿Ya no es posible ocultar la verdad sobre los avances en tecnología militar? ¿Drones, aviones espías, tecnologías furtivas, misiles hipersónicos, etc. ya no pueden ser encubiertos con el mitoide de los ovnis? Al parecer ya no.

El Informe Ovni del Pentágono ante el Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica el pasado 25 de junio del 2021 decepcionó profundamente a los creyentes en extraterrestres, y fue para los agnósticos y escépticos una paso adelante al percibirse un cambio gubernamental al respecto.

El informe circuló en forma concisa y resumida en nueve páginas -el informe completo para los congresistas es más extenso-, pero marca un giro gubernamental desde el famoso "Libro Azul". Esta vez se admite su existencia, se dice que no se tiene explicación y que se monitorea porque puede ser una amenaza a la seguridad nacional.

El Informe analiza 144 casos observados desde el 2004 por pilotos militares, de los cuales sólo uno lo explica como globo desinflado, para el resto dice no contar con explicación posible. 

Entre las causas posibles de lo que sea dicho fenómeno presenta las siguientes alternativas:

1. Desorden en el aire (globos, drones, pájaros, etc.)

2. Fenómenos atmosféricos naturales (cristales de hielo, rayos esféricos, anomalías de nubes lenticulares, etc.)

3. Programas de desarrollo industrial secreto (no cuentan con evidencia nacional)

4. Sistemas de adversarios extranjeros (posiblemente de China o Rusia)

5. Otros (deja abierta la posibilidad de seres extraterrestres o seres que vienen del futuro)

Este informe marca un cambio de actitud oficial, pero hasta qué punto es creíble.

¿Si el propio Pentágono es responsable de programas militares secretos, haría público la existencia de los mismos? Obviamente que no. Esto hace pensar que el Pentágono simplemente cumplió con los políticos dando un informe verosímil, pero no necesariamente cierto ni completo. 

Si la ciencia tiene razón el tema de los ET y los ovnis permanecen en el ámbito de la ciencia ficción y de la imaginación fantástica, debido principalmente a las enormes distancias, la velocidad y el tiempo de vida de una civilización, imponen muy serias limitaciones al encuentro entre dos civilizaciones tecnológicas en el Universo, en el caso que lo hubiera.

Descartada su posibilidad por la ciencia, lo más plausible es que se trate de programas secretos de desarrollo armamentístico de la propia potencia del Norte. Y en ese caso el Pentágono sí tendría razones estratégicas para no dar a conocer dichos programas y de dónde salen los fondos de su financiación. El área 51 está dedicado al desarrollo de programas de armas voladoras secretas. De ahí salieron los aviones secretos y la tecnología furtiva. No sería extraño que se tengan modelos muy avanzados de ovnis fabricados aquí en las Tierra. Por lo demás, la lucha entre las superpotencias por nuevas armas avanzadas es feroz e intensiva por décadas (drones submarinos, cañón láser, drones aéreos, misiles hipersónicos, tecnología holográfica, camuflaje de invisibilidad, satélites militares, etc). 

Los ufólatras objetan que noticias de ovnis se tienen desde la prehistoria y lo encuentran hasta en la Biblia. Ante esto sólo cabe recordar la explicación que Carl Jung hizo en un libro dedicado al tema -Un mito moderno: de cosas que se ven en el cielo-, afirmando que se trata de proyecciones gestálticas. Cada época ve el mito de su propio tiempo. En nuestro tiempo tecnológico las masas lo interpretan como máquinas, lo que en otras épocas fueron vistos como seres celestes. 

En suma, lo más plausible es que el informe del Pentágono oculte la verdad a sus políticos, una verdad muy terrícola y que se relaciona con la acelerada carrera armamentista entre las superpotencias.