martes, 12 de septiembre de 2023

GUERRA Y PAZ (Comentario)

 

Esta célebre novela contiene el problema filosófico sobre qué es el amor, qué es el mal y cuál es el sentido de la vida. 

Se pregunta por qué la gente mala se agrupa con celeridad y la buena no se agrupa con rapidez. Se señala que el objetivo supremo de la vida es buscar en vez del interés individual, lo que se puede hacer en beneficio de toda la humanidad. 

La existencia puede comprenderse en dos niveles: la guerra y la paz. O bien vivimos enfrentados o bien vivimos reconciliados. El arte de vivir es buscar la reconciliación.

Pero no todo es tragedia y existencialismo en la novela, también hay humor, amor, ternura y terrenalidad. En esta obra universal se dice que no hay que casarse a no ser que se haya hecho todo lo posible por dejar de amar a la mujer escogida.

CAMINO DE SERVIDUMBRE (reseña)

 

La principal conclusión teórica de este libro es que el totalitarismo es consecuencia de la economía planificada. Por tanto, democracia es equivalente a economía de mercado. 

Lo cual no es cierto y es profundo error demostrado por la propia historia. En el capitalismo hay planificación (precio, demanda, producción, materia prima, recursos, mercado, empleo, etc.) y totalitarismo empresarial. Todas las megacorporaciones son pequeños imperios dictatoriales, con toma de decisiones verticales. Además, el libre mercado no es garantía de democracia, sino que es otra forma de totalitarismo, a saber, la de la burguesía y de la propiedad privada.

Hayek a diferencia del liberalismo clásico admite un grado razonable de intervención gubernamental, pero limitada al imperio de la ley del libre mercado. Para el nobel de economía de 1974 debe primar el orden espontáneo del mercado, sin que la sociedad se reduzca a la búsqueda del autointerés. 

Las fórmulas recomendadas por esta mentalidad neoliberal demostraron su estrepitoso fracaso al implementarse en el mundo la globalización por cincuenta años (1980-2020), tras lo cual la desigualdad mundial y la pobreza se disparó a niveles más elevados que durante el colonialismo del siglo diecinueve. Los únicos favorecidos fueron los trescientos megamillonarios de las corporaciones transnacionales del Primer Mundo. 

Respecto a que el libre mercado garantiza la democracia queda desmentido ante las sangrientas dictaduras del Cono Sur que fueron impuestas por largo tiempo por los Estados Unidos en la subregión. O sea, ni la democracia es equivalente a economía de mercado, ni ésta deja de ser otra forma de planificación totalitaria de la economía.

En una palabra, Hayek antepuso el mercado a la democracia con justicia social y con ello abrió las puertas a otro tipo de servidumbre: la servidumbre del capitalismo salvaje. La cual afectaría, incluso, a las masas del primer mundo al desmontarse el capitalismo de bienestar.