CRÍTICA AL PUNTO DE PARTIDA HEGELIANO
Hegel aborda su punto de
partida con el concepto del ser como indeterminación en su obra "Ciencia
de la Lógica" (1812-1813). En el primer volumen, en la sección
titulada "La lógica del ser", Hegel desarrolla la idea de que el ser
puro, en su máxima abstracción y simplicidad, es igual a la nada pura. Según
Hegel, esta indeterminación absoluta del ser lleva inevitablemente a la nada,
ya que no hay ninguna determinación o contenido que distinga al ser puro de la
nada.
Para Hegel, este punto de
partida es fundamental para su método dialéctico, ya que muestra cómo la
identidad del ser y la nada conduce a la determinación a través del devenir.
Este proceso dialéctico permite la evolución del pensamiento y la realidad a través
de la síntesis de contradicciones.
No obstante, el punto de
partido hegeliano ha conocido variadas objeciones.
Críticas:
Punto de vista lógico:
- Contradicción interna: Se argumenta que la afirmación de que el ser y la nada son
idénticos es contradictoria en sí misma, violando el principio de no
contradicción.
Punto de vista ontológico:
- Abstracción excesiva: La idea de la identidad entre el ser y la nada es vista como una
abstracción demasiado alejada de la realidad concreta y práctica.
- Optimismo ontológico
de Hegel: Según Sartre, Hegel
subestima la complejidad y la ambigüedad de la existencia humana al
afirmar esta identidad, lo que implica un optimismo ontológico
injustificado.
- Crítica de Heidegger: Heidegger sostiene que la posición hegeliana se aleja de la
verdadera realidad del ser y que esta visión cosifica y determina la
realidad como un dato con el cual cuenta la conciencia para consolidarse.
- Crítica de los tomistas: Los tomistas, siguiendo la tradición de Tomás de Aquino, critican la concepción hegeliana del ser y la nada argumentando que el inicio hegeliano es un salto al vacío que olvida la prioridad del ente. Para los tomistas, el ente, como fundamento de la realidad, debe ser considerado antes de cualquier abstracción filosófica. La afirmación de Hegel de que el ser y la nada son idénticos se percibe como una desatención a la primacía del ente en la metafísica. Además, esta visión es incompatible con la metafísica tomista, que enfatiza la distinción entre el ser y la nada y la importancia de la realidad concreta.
- Crítica de Schelling: Schelling criticó la identificación hegeliana de Dios con el concepto y la necesidad del concepto en la exposición del sistema hegeliano. Según Schelling, esta visión no alcanza a considerar la existencia de Dios como un acto libre de autorrevelación, y limita la comprensión de la experiencia mística y la trascendencia.
- Crítica al
inmanentismo: Personalmente
considero que la sustitución del principio de trascendencia por el principio
de inmanencia operado desde la modernidad está en la base del abstracto
punto de partida hegeliano. El idealismo absoluto es fruto del extravío de
la distinción real entre esencia y ser.
Punto de vista epistemológico:
- Falta de claridad: Filósofos como Sartre argumentan que Hegel no proporciona una
explicación clara y coherente de cómo el ser y la nada pueden ser
idénticos, lo que dificulta la comprensión y el análisis de su teoría.
- Optimismo
epistemológico de Hegel: Fabro y Sartre
critican el optimismo epistemológico de Hegel, afirmando que su visión
limita el verdadero conocimiento de la realidad y se aleja de la esencia
del ser.
- Crítica de Russell: Bertrand Russell criticó la falta de claridad y la abstracción
excesiva en la filosofía de Hegel, argumentando que su enfoque idealista
es incompatible con el realismo lógico y la filosofía analítica.
- Crítica de Copleston: Frederick Copleston criticó la racionalización del misticismo en
la filosofía de Hegel, argumentando que Hegel intenta subsumir la realidad
en un sistema racional que no puede captar adecuadamente la experiencia
mística y la trascendencia.
Conclusión. –
El punto
de partida hegeliano es la sustancia pensante aristotélica en sentido
inmanentista. La naturaleza es Dios que se habría hecho extraño a sí mismo.
En
realidad, como del ser vacío e indeterminado no se puede derivar nada no es
auténtico punto de partida. Por ello, el propio Hegel lo sustituye por el “salto”
(Sprung) entre el ser inicial y el ser que en vez de ser derivativo es
sustitutivo.
Se trata
de un punto de partida que previamente ha extraviado el sentido analógico del
ser para sustituirlo por el sentido unívoco del ser. Pero esta sustitución sólo
ha sido posible por la sustitución moderna del ser por el pensar. La cual fue
heredera de la escolástica decadente que eliminó la distinción real entre esencia
y ser. Con ello eliminaba la creación y deba pábulo al panteísmo.