sábado, 11 de junio de 2022

CUMBRE BORRASCOSA: UNIDOS O DOMINADOS

     




                 CUMBRE BORRASCOSA:  

                  UNIDOS O DOMINADOS


Fue la colisión entre la visión social de la política y la visión privada-corporativa de la misma, fue el choque entre el Estado-Justicia contra el Estado-Poder. Pero más en el fondo se trató del choque entre dos visiones del mundo y del hombre. Una pragmática y otra humanista. 

En medio del desastroso cambio climático, el hambre que ataca, la guerra nuclear que amenaza y la desigualdad escandalosa que nos avergüenza, América Latina tuvo el coraje de ponerse de pie -y no arrastrarse como Europa- para decirle al codicioso Imperio verdades incómodas.

Concluyó una Cumbre borrascosa y hecha jirones por la prepotencia del imperio y por las denuncias de los presidentes latinoamericanos. Se dejó escuchar la nueva voz de la realidad latinoamericana. Fue una condena de los intereses hegemónicos de la geopolítica estadounidense. El discurso histórico la dio el presidente argentino y la disertación más ingenua y para el olvido estuvo a cargo del presidente peruano.

América Latina con elocuentes ausencias (Mexico, Bolivia, Honduras, Guatemala, Uruguay, más los marginados por el imperio, Cuba, Venezuela, Nicaragua) y fraternas presencias -sobre todo de Argentina- dejó oír su voz al Imperio con aplomo y firmeza en la IX Cumbre de las Américas en Los Angeles, cuidad que está llena de indigentes y gentes sin hogar. Las conclusiones clarividentes, gracias a la postura del ausente López Obrador de México y del asistente Alberto Fernández de Argentina, son las siguientes:

1° Condena de la intervencionista política Monroe del imperio norteamericano

2°  Defensa del Multipolaridad mundial

3° Defensa de las democracias legítimas de la subregión acosadas por las derechas autoritarias y secundadas por el Imperio

4° Defensa de la CELAC como la verdadera Cumbre del Continente de Martí, Bolívar y Che Guevara

5° Condena a la OEA intervencionista, gendarme y golpista al servicio del imperio yanqui, le llegó la hora de sus exequias

6° Repudio del brutal, criminal, inaceptable y genocida embargo de seis décadas contra Cuba, y también contra Venezuela

7° Increpó la falta de la cooperación e incumplimiento de la ayuda de los países ricos con los países en desarrollo

8° La subregión no es su subordinada sino sus pares y la condenable ocupación de Las Malvinas por Inglaterra

9° Condena a las reglas financieras inequitativas y de la apropiación del BID por el imperio. Devolver su gobernanza a la subregión.

10° Reivindicación de la unidad en la diversidad como el mejor instrumento para promover la democracia

En una palabra, por tradición e historia América Latina es por vocación antimperialista y defensora de la integración y del multipolarismo, enemiga de las marginaciones prepotentes y del hegemonismo imperial que viola los Derechos Humanos e impide un futuro sostenible.

Como se dijo al principio en esta Cumbre colisionaron dos visiones del mundo, a saber, la del pragmatismo norteamericano y la humanista de los países herederos de antiguas civilizaciones precolombinas. O sea, fue algo más hondo de lo indicado por José Enrique Rodó en su "Ariel", porque se dejó sentir la voz profunda de la Patria Grande con sus milenarios ideales de Justicia social. A los del Norte sólo les importa el comercio, la industria, la política, la propaganda, etc., mientras que a los del Sur le interesa no perder de vista el problema del "sentido de la vida", los "ideales" y el problema del hombre. Frente al hombre pragmático del Norte se erige el hombre humanista del Sur. Esa es la colisión más profunda e inadvertida, pero que signa el derrotero histórico de nuestros pueblos.

Hay un detalle sombrío y tenebroso que se dio en el almuerzo de honor con los asistentes, y esto fue el comentario de la información clasificada que compartió Biden: el riesgo de una Tercera Guerra Mundial es muy alta. Lo que enmudeció a todos los latinoamericanos. Ese fue el verdadero fondo de la Cumbre de las Américas, advertir de lo que se viene. Ese riesgo es totalmente evitable y el cinismo de Biden es monstruoso. El ala radical y guerrerista de la élite mundial empuja con sus insensatas decisiones hacia una guerra catastrófica. Y eso debe parar.