UCRANIA: UN LABORATORIO DE GUERRA
Todo indica que el Imperio del mal cambia sus planes bélicos contra Rusia sobre la marcha, Ucrania se convirtió en un laboratorio de guerra y la prioridad cambió de Rusia hacia China. Se piensa que doblegada China con un devastador golpe nuclear -cuya superioridad en cabezas nucleares lo tiene Washington-, será más fácil lograr la conquista del territorio ruso. Se confía no sólo en las armas nucleares, sino en los drones asesinos, cañones laser, drones submarinos, satélites militares, aviónica ultrasecreta, guerra electrónica y la IA de combate.
Y si en un primer momento confió en doblegar a Rusia con un maremágnum de sanciones, ahora extrae la principal lección sobre cómo será una guerra en los actuales momentos de guerra cibernética, inteligencia artificial y armas hipersónicas. Pero sabe que debe actuar rápido porque Ucrania y la OTAN se desmoronan, crece la posibilidad de una nueva URSS, la economía norteamericana atraviesa precipicios incalculables, el dólar es abandonado a nivel mundial, y el mundo se pliega hacia el Nuevo Orden Mundial Multipolar.
La balanza desfavorable para el imperio unipolar lo obligará a acciones rápidas en el terreno militar contra China, tan rápidas como dejar fuera de la carrera electoral a Trump con falsas acusaciones. China no lo ignora, y por ello empezó rápidamente a disminuir la brecha de armas nucleares para disuadir la estrategia yanqui. El provecto Biden, lograda la reelección, cumplirá los planes demenciales de la conquista del mundo de la avara élite megacorporativa del Reich Bilderberg. Esta ya no escucha ni a su ex-asesor Henry Kissinger, y completamente ciega y sorda encamina al mundo hacia un apocalipsis termonuclear global.
Pero el Imperio del mal se sobreestima y subestima las capacidades del mundo multipolar. India, Pakistán, Corea del Sur son potencias nucleares, e Irán se le sumará. Con Biden reelegido emergerá para el planeta el peor panorama luciferino que se pueda esperar. Pero la historia no es cerrada y determinada por leyes causales, sino por causalidades estocásticas y lo providencial. Lo más seguro es que el imperio del mal fracasará en sus planes, porque creyendo ser deus ex machine se dará contra el piso en su arrogancia y soberbia histórica. El Hegemon, que trata de hacer sobrevivir el nefasto y pútrido mundo colonialista, morderá el polvo de la derrota del modo más desastroso conocido.
