domingo, 20 de agosto de 2023

EL SOFISTA DE PLATÓN (reseña)

 

Este es el diálogo de la vejez de su "gran hazaña", a saber, elevar la contraposición abstracta eleática entre el Ser y el no-ser a la relación especulativa entre el Ser y la Nada. Prácticamente es el reconocimiento ontológico del ser de la Nada.
Al analizar el Ser y el no-ser cree posible atribuir cierta realidad al no-ser. Con esto roza romper con principio eje de toda la metafísica clásica: el nihil ex nihilo. Ahora es posible que algo venga de la Nada.
En otras palabras, aquí en el Sofista se encuentra la más importante prefiguración del principio de contradicción, posteriormente establecido por Aristóteles en el libro IV de su Metafísica. Ahora se comprende por qué Hegel piensa que el Sofista instaura la dialéctica de la contradicción por encima de la lógica formal.
El Sofista es una prolongación del reexamen de las ideas de Parménides que aparece en su diálogo El Parménides, pero también es un camino nuevo donde se confiere ser al no-ser.
Con ello se demuestra que la razón natural sin revelación puede llegar a pensar un nuevo principio metafísico. El cual, sin embargo, no puede llegar a la madurez porque la metafísica griega está desprovista de la idea de Creación, omnipotencia divina y creación desde la nada.
Si esto es así, entonces este diálogo no sólo llega a las puertas de la dialéctica de la contradicción en lo finito, sino también llega ad portas de la identidad divina sin contradicción.
En el diálogo también se rechaza la solución materialista de Demócrito. Rechaza identificar el vacío con la Nada y los átomos. Al materialismo de los "amigos de la Tierra" opone la filosofía de los amigos de las Ideas".
Esa nueva relación entre lo Uno y lo Múltiple junto al reconocimiento ontológico de la nada, es el bien perdido de la filosofía burguesa en su terminal fase imperialista, la cual se precipitó a la ontología nihilista de la nada.

EL PARMÉNIDES DE PLATÓN (reseña)

 

Este diálogo de la vejez es crucial por dos motivos: 1. porque cuestiona la realidad de las Ideas en relación con las cosas, y 2. porque afronta el gran drama de la metafísica griega, a saber, el contraste entre lo inmóvil y el movimiento, lo Uno y lo Múltiple, el Ser y los entes, lo eterno y el tiempo.
Sobre el primer punto, elabora un monismo de lo Uno que desplaza el dualismo del eidos y la materia de su anterior formulación. Es una nueva reelaboración de su teoría de las Ideas. Lo Uno es posibilidad de la pluralidad. Nada viene de la nada (Nihil ex nihilo). Por tanto, lo Uno es fundamento de la pluralidad, el tiempo y el movimiento. En este diálogo Platón toma conciencia de las aporías de su teoría de las Ideas, y muy probablemente bajo las críticas de su discípulo Aristóteles. El platonismo culmina aquí en un eleatismo moderado, como se verá.
Sobre el segundo punto, el diálogo decide la síntesis entre Parménides y Heráclito. Rechaza de Parménides la Unidad separada, y cuestiona de Heráclito la multiplicidad sin unidad. En cambio, afirma la multiplicidad en la unidad y la unidad en la multiplicidad. Lo que hará que las Formas consistan en una combinación unitaria de múltiples formas.
Esta tensión dialéctica entre lo Uno y lo Múltiple llega a su clímax en su diálogo el Sofista, y lo lleva más allá del principio de identidad.
Por lo demás, este diálogo es considerado uno de los más profundos y controversiales. Sin duda que se trata de un diálogo de ruptura con los diálogos de transición y madurez y que se abrirá a las nuevas soluciones que ofrece en el Sofista.
La conclusión platónica del Parménides -"no hay multiplicidad sin unidad"- constituye también una respuesta a nuestro tiempo posmoderno, antidialéctico y nihilista que somete todo a la transitoriedad del devenir, es refractario a la ontología fuerte y sucumbe bajo el poder de la nada.

EL HOMBRE Y LO DIVINO (reseña)

 

María Zambrano (1904-1991) en esta obra célebre expresa que el dios idea de la filosofía fracasa porque no puede ser amado, no responde y solamente ofrece la visión de las esencias. Con el Ser, unidad descubierta por la razón natural, comienza el delirio de deificación humana.
Con esto Zambrano retrotrae el origen del deus in terris de la modernidad prometeica hasta el mundo clásico. Añade que la piedad es la relación del hombre con lo divino, pero con el racionalismo quedó convertida la piedad en meramente una virtud humana, sin relación con la trascendencia divina.
Concluye que lo sagrado es consubstancial al hombre y ser enteramente humano es recuperar el Paraíso perdido como simple hijos de Dios.
Aplicada su conclusión a la nihilista posmodernidad se comprende por qué el hombre se ha deshumanizado, a saber, porque ha extraviado el sentido de lo sagrado y lo divino.

UFOLOGÍA Y ESOTERISMO

                                        UFOLOGÍA Y ESOTERISMO

 

Sin lugar a dudas, la mentalidad secularizada y la ausencia de discernimiento espiritual del hombre nihilista actual es caldo de cultivo para las creencias extraterrestres. Abandonada la fe cristiana y el poder de la oración no es difícil que la naturaleza infernal consiga engañar atormentando con su supuesta presencia extraterrestre a millares de seres humanos.

Existen numerosos testimonios de personas que habiendo sido secuestradas por esos seres tuvieron que abandonar sus planes ante la invocación del rosario y la señal de la cruz.  Pero lo gurús de las nuevas religiones ufológicas en los congresos que organizan no invitan a estas personas para que den sus testimonios, porque lo que buscan es promover e incentivar el nuevo credo demoníaco. Más bien invitan a los que puedan dar un testimonio favorable y benéfico de su existencia. Estas sectas ufolátricas no sólo carecen de sentido crítico, sino que muy lejos de desear investigar con objetividad y neutralidad, buscan dar un testimonio tendencioso y sesgado de la realidad del fenómeno ovni. Por eso es que sus congresos generalmente terminan siendo festivales comerciales y carnavalescos con toda clase de amuletos y disfraces aliens. Es la orgía del fraude.

Si realmente fueran seres del espacio tenemos que preguntarnos lo siguiente:

1. ¿Por qué no cumplen con las leyes del universo como todo lo que existe en el cosmos?

Porque no son seres materiales, sino seres espirituales.

2. ¿Por qué huyen ante el nombre de Jesús y sienten aversión ante los objetos sagrados?

Porque no son espíritus de Dios, sino espíritus demoníacos.

3. ¿Por qué han optado por la coartada de presentarse como seres del espacio?

Por la mentalidad secularizada y atea del hombre nihilista actual, proclive a la fantasía, y educado por generaciones en la ciencia ficción.

4. ¿Por qué contactan secuestrando a sus víctimas y les practican experiencias traumáticas sexuales y de otro orden?

Porque como demonios que son no paran mientes en el respeto de la libertad humana, y porque no se resisten a su naturaleza atormentadora hacia el hombre.

5. ¿Por qué se presentan unas veces como hombrecillos y otras en formas monstruosas’

Porque los demonios, como espíritus que son, pueden adoptar diversas formas, y así a los incautos hacen creer que existen más de una cincuentena de razas aliens.

6. ¿Por qué quitan la memoria a los abducidos?

Porque los recuerdos podrían revelar claramente su naturaleza demoniaca.

7. ¿Por qué las sectas ufolátricas terminan en escándalos sexuales o jurídicos?

Porque no siendo seres espaciales sino demonios, sus enseñanzas son malignas.

8. ¿Por qué si son avanzados seres del espacio no ayudan a la humanidad?

Porque no desean nuestro bien, y, más bien buscan hacer daño, especialmente espiritual.

9. ¿Por qué nunca hablan de Dios y de las dimensiones espirituales?

Porque su propósito fundamental es alejarnos de Dios, nuestro Creador.

10. ¿Por qué resultan dañando la salud física, mental y espiritual de los contactados?

Porque los traumas y enfermedades que dejan de por vida responden a su naturaleza satánica.

Todo esto nos devuelve al mensaje evangélico de lo que afirma Jesucristo: Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14, 6), Yo soy el pan de vida (Jn 6, 48), el alfa y el omega (Ap 1, 8). Y nos recuerda: el diablo siempre es mentiroso y padre de la mentira (Jn 8, 48), resistan al diablo y huirá de ustedes (Sant 4, 7), con el escudo de la fe se apagan los dardos encendidos del maligno (Ef 6, 10-18).

Las sectas ufolátricas pertenecen al dragón, que con sus huestes combatieron, pero no prevalecieron contra el cielo. Arrojado el gran dragón con sus ángeles a la tierra encuentran en la ufología un arma muy útil para seducir a millares de incautos atraídos por el esoterismo, espiritualmente extraviados, neuróticos y mitómanos que son fácilmente reclutados a su causa por la serpiente antigua, que se ceba a profundidad del empobrecimiento espiritual en el decadente occidente liberal. No es casual que el revival del paganismo religioso y del esoterismo ocurra allí con gran fuerza.

A propósito del esoterismo éste se ha convertido desde el siglo veinte en un elemento de la cultura de masas[20]. Cuanto más se acentúa el anticristianismo en la cultura occidental más se expande entre las masas el esoterismo. Ahora entre las masas abundan los magos, las hechiceras, pitonisas, curanderos, nigromantes, astrólogos, encantadores, vaticinadores, espiritistas y adivinos. Muchas de las veces se tratan de poderes reales, pero todos vienen del demonio.

El esoterismo viene a ser el sucedáneo espiritual de la pérdida de la fe religiosa en Dios trascendente, Uno y Trino. Es una regresión en el progreso religioso y espiritual. Entonces cobra relevancia las prácticas antiguas de la astrología, la geomancia, la magia, el tarot, perfumes, inciensos, naturismo, mandalas, mantras, angelismo, hipnosis, símbolos ocultistas, masónicos y el pentagrama esotérico. Hay todo un supermercado esotérico disponible. Paradójicamente lo que se experimenta es una exoterización del esoterismo.

Muchos gurús ufolátricos practican alguna forma de esoterismo, porque en su extravío y confusión mental piensan que con ello se ponen a la altura de Rama, Krishna, Hermes, Moisés, Orfeo, Pitágoras, Platón, Jesús, Zoroastro y Buda. Pero como el esoterismo y el ocultismo van de la mano, y es presentada como una doctrina destinada sólo a iniciados, en realidad se trata de una postura que invoca los poderes del demonio. Aun cuando es necesario distinguir entre lo sobrenatural, lo paranormal y lo preternatural, la línea es muy delgada entre estos dos últimos. Muchos santos han mostrado facultades paranormales, pero nunca fue lo prioritario. En cambio, volver dichas facultades en lo más importante resulta a la postre relegando a Dios, y este es el punto de partida de la actividad demoniaca. De ahí que muchos dotados de lo paranormal terminan sucumbiendo en las ciencias ocultas y el demonismo. En otras palabras, el esoterismo es un arma de doble filo que termina haciendo daño a quien lo practica.

Así, por ejemplo, el gran poder mental que demostró tener el gurú platillista del rancho Santa Fe, en California, para inducir a un nutrido grupo de personas al suicidio ritual es una muestra de lo maléfico de haber caído en el esoterismo. Otro caso es el ocultismo nazi con la Sociedad Thule, con su conjunto de prácticas y creencias, el propio Hitler era aficionado a la astrología, la mitología y la mística medieval, aunque una vez en el poder condenó las creencias ocultistas por surrealistas y ajenas al movimiento nazi.[21] Pero el poder hipnótico de su oratoria tenía rasgos diabólicos. Por ello, no es extraño que el Padre exorcista Gabriele Amorth afirme que en estos tiempos el demonio se muestre activísimo sobre personas, comunidades y países, siendo necesario restablecer la pastoral exorcística en todos los países del mundo.

Los autores que encabezan la lista de la literatura del esoterismo ufológico son Erich von Däniken y J. J. Benítez. Pero le sigue una legión completa. Siendo su tema favorito hablar del mensaje de los dioses, los astronautas de Yahvé, los ascendientes cósmicos, los mensajeros de luz y los espías del cosmos. Y todos defienden la posibilidad de contactar con los supuestos extraterrestres. La lista de las religiones esotéricas ovni es larga, empezando por la cienciología hasta llegar al movimiento raeliano. Todas curiosamente tienen su origen en el hemisferio norte occidental, en sociedades tecnológicamente avanzadas. Muchas con espíritu sectario, estereotipadas ideas sobre el origen de la humanidad, implicadas en escándalos sexuales, inducir al suicidio ritual, y con exigencia de altos costos económicos. Y sus adeptos consideran que sus líderes tienen facultades paranormales y poderes esotéricos sobresalientes. Lo que creen que se confirma con su poder de contactismo con los seres espaciales.

Ahora bien, la pregunta que surge es ¿por qué los contactistas y líderes de sectas ufológicas reculan en el ocultismo y esoterismo? Porque al creer que entran en contacto con seres espaciales superiores de naturaleza benéfica, van creyendo en todos los mensajes que reciben, siendo muchos de los cuales de índole amoral, perniciosa y satánica. Pero ¿por qué no reaccionan a tiempo? Por los beneficios económicos, la vanidad creciente, el hedonismo que los ata, la fama mediática, el poder que adquieren sobre los demás. Y a todo lo cual no desean renunciar. En estos tiempos de gran apostasía en que se apaga la fe, el esoterismo resulta siendo el gran peligro para la salvación del alma.