jueves, 17 de agosto de 2023

ABDUCIDOS, MUTILACIONES

                                           ABDUCIDOS, MUTILACIONES


¿Qué clase de seres avanzados podrían ser aquellos que abducen o secuestran a sus víctimas para realizarles supuestamente experimentos sexuales o genéticos? ¿No es la abducción una segunda prueba de que se tratan de demonios en vez de extraterrestres?

La ufología se llama abducción al secuestro de un humano por seres extraterrestres que toman el control de su cuerpo para hacer experimentos en su propia nave espacial. Desde los años 1950 son descritos estos casos y tras retornar de la abducción algunos presentan cicatrices, objetos metálicos dentro del cuerpo, reiteradas pesadillas, fobias a olores, ruidos u objetos, sinagesia o sensación traumática. El caso del maderero Travis Walton en 1975 es uno de los más famosos. Sus detractores intentaron demostrar que todo de trató de un fingimiento para sacar provecho económico. Otros, como como el escritor de ciencia Michael Shermer, sostuvieron que Travis Walton no fue secuestrado por extraterrestres y que basta el poder del autoengaño para explicarlo. Al fenómeno de abducción se asocia la fenomenología del Tiempo perdido y Parálisis de sueño, todos accesibles mediante hipnosis.

El reconocido cosmólogo y astrofísico Carl Sagan escribió expresamente un libro, El mundo y sus demonios, para demostrar la superioridad del método científico y refutar la nueva ola de credulidad, superstición, prejuicios e irracionalismo que amenaza a la civilización científico-técnica[9]. En su cruzada arremete contra ovnis, abducciones, inteligencia extraterrestre, curanderismo y otras falacias. Quizá un punto cuestionable en su enfoque sea que no relaciona el pensar acrítico con el tipo de hombre funcional que crea el capitalismo, y tampoco explica el tipo de espiritualidad no religiosa, ni trascendente que promueve la ciencia. Eso lo hace en su momento Charles Taylor en su obra La era secular.[10]

Pero el punto que nos interesa aquí es que Sagan niega rotundamente que los casos de abducción sean ciertos, tratándose solamente de historias inventadas para romper la aburrida rutina de la vida cotidiana y sentirse mejor al ser elegido por seres superiores. Además, dice, es fácil inducir recuerdos lúcidos totalmente falsos. Concluye su crítica afirmando que existen paralelismos entre las apariciones marianas y las abducciones de extraterrestres. Para Sagan las abducciones son falsas.

Para el estudioso británico John Rimmeren en su obra The evidence for alien Abduction (1984) ha ocurrido sobre seres humanos sanos, normales, y no interesados en el problema ovni. De la misma opinión son otros expertos en regresión hipnótica. Lo curioso es que las historias de abducción se han incrementado después de que la cultura popular se ve invadida por historias de extraterrestres.

No obstante, esto no es del todo cierto. Existe un antiguo manuscrito chino del siglo dieciséis que describe una abducción extraterrestre. Escrito en 1528 describe un encuentro cercano del tercer tipo. Es la historia de un albañil de un pueblo que ve una luz que se detiene en el cielo y decide ir a investigar. Ve una gran luz muy intensa del tamaño de una casa, que cambia de color y que flota a unos cincuenta metros sin hacer ruido alguno. El albañil siente gran temor y se desmaya. Al despertar con gran escalofrío logra identificar algunos astros, no ve ningún ser humano, pero sí seres demoníacos que lo rodean y le hablan en lengua incomprensible. Se vuelve a desmayar, pero poco tiempo después despierta en su casa y se entera que había estado ausente durante un año. Como prueba de lo acontecido mostró una cicatriz roja en su pecho. Esta historia fue autenticada por el Ministerio de Cultura chino junto a otras quinientas páginas de la era de la Dinastía Ming. Otros sostienen que los casos de abducción en la antigüedad no son tan infrecuentes como se piensa, y que los podemos encontrar en la Biblia (Ezequiel, Elías) -lo que nos parece inadecuado para el caso-, en dracmas fenicios y otros. En cualquier caso, dicha historia china prueba que las abducciones no son un fenómeno moderno como algunos piensan. ¿Pero pueden tratarse episodios psicóticos?

Ahora veamos la opinión sobre la abducción de John E. Mack, profesor titular de la Universidad de Harvard y ganador del Premio Pulitzer. En 1994 publicó el libro Abducidos, tras estudiar unos cien casos de abducción postuló la hipótesis de que se trataban de personas mentalmente sanas que se han enfrentado a experiencias traumáticas de origen desconocido. Registró mediante la hipnosis regresiva que todos los abducidos son secuestrados y sometidos a experiencias dolorosas contra su voluntad por supuestos extraterrestres que dicen telepáticamente estar creando una nueva raza de seres híbridos, y por ello los abducidos sufren procedimientos intrusivos sexuales. Los abducidos testimonian sentir terror ante estos seres que no parecen tener sentimientos, por momentos son translúcidos y que presentan a los humanos imágenes apocalípticas del planeta Tierra. Una cosa que Mack cuida mucho es desmentir que la hipnosis regresiva sea siempre sugestión o inducción de falsos recuerdos. No siempre es así, aunque puede serlo.

Lo que llama mucho la atención en su estudio es que los abducidos cuenten historias similares que siguen un mismo patrón, como si no fuese una invención subjetiva de la mente, sino un hecho objetivo realmente vivido. Si cien personas abren una puerta y dicen ver un gato no es que estén sugestionadas, ni que quieran llamar la atención, ni que estén viviendo un episodio psicótico, sino que tal gato es real. Cosa similar ocurre en la abducción. Es muy difícil que el estado de relajación producida por la regresión hipnótica produzca siempre las mismas imágenes. Debe haber un contenido objetivo que produzca las coincidencias. 

Pero Mack es un científico, esta vez de la mente, y por ello está desprovisto, como Carl Sagan y Michio Kaku, de un enfoque espiritual. Por ello, no advierte que la abducción es otra forma de posesión demoníaca. De ahí que en su conclusión afirme que la abducción sea de origen desconocido. De cualquier forma, arriba a una idea más matizada, prudente y cauta que los cosmólogos y físicos mencionados.

Si hay historias antiguas de abducción o encuentros del tercer tipo eso significa que estamos ante seres espirituales demoníacos que se hacen pasar por extraterrestres para convencer a la humanidad de una narrativa donde Jesucristo queda convertido en alienígena y Dios en mera energía impersonal, como se verá. Por lo pronto podemos preguntarnos: ¿Qué clase de seres son aquellos que secuestran a humanos para practicar experimentos contra su voluntad? ¿Por qué aquellas criaturas causan pavor, paralizan e inducen el desmayo? ¿Por qué en todos sus supuestos experimentos los humanos quedan traumatizados? ¿Por qué dejan huellas en el cuerpo físico? ¿Qué necesidad tienen de venir de otras galaxias para secuestrar y experimentar con humanos? ¿Acaso no pueden sintetizar artificialmente nuestro ADN? ¿Por qué dejan bajo circunstancias misteriosas y anómalas el cadáver mutilado de animales del campo sin señales de animales depredadores? ¿Por qué se ceban en los órganos sexuales, en la extracción del ano y en drenar la sangre fuera del cuerpo? ¿Por qué esa obsesión con la sangre en los animales mutilados? ¿Por qué estas prácticas sanguinarias han sido relacionadas casi siempre con ovnis? ¿Necesitan esos seres alimentarse del vital elemento? ¿Tan avanzados pueden ser esos seres que necesitan mutilar animales? ¿Pueden tratarse estos seres de ángeles o, más bien, de demonios que siempre han mostrado una obsesión por la sangre? ¿Por qué buscan con ello infundir pavor y producir sobresalto en los humanos?[11]

Lo que se describe en diversas fuentes sobre las abducciones coindicen en ser eventos traumáticos en quienes la sufren. Es una vivencia perturbadora que deja secuelas en la vida psíquica, el organismo y altera la vida cotidiana. ¿Tendría sentido que viajeros espaciales se comportaran de esa forma con seres de la civilización que encuentran en el planeta Tierra? No, no tiene sentido. Y si es incoherente y contradictorio su comportamiento ¿cómo logran convencer a millares de seres humanos de que son alienígenas extraterrestres? Porque en una subcultura dominada por la ciencia ficción le resulta fácil a los demonios hacerse pasar por extraterrestres para convencerlos en sus perversos propósitos anticristianos. La abducción y los agroglifos son una manifestación más de que la ufología es una rama de la demonología.

Después de este examen resulta bastante ridículo seguir sosteniendo que los seres que practican abducciones y mutilaciones de ganado sean seres del espacio. A las claras que se trata de seres espirituales demoniacos. Cualquier otra opinión es resultado de un obstinada ufolatría de los platillistas.