sábado, 29 de junio de 2024

EL HOMBRE SIN HUMANIDAD (Detalles y reseña)

 

Detalles
Autor: Gustavo Flores Quelopana
Editorial(es): IIPCIAL
Lugar de publicación: Lima
Año de edición: 2024
Número de páginas: 280

Reseña

Este libro presenta la antropología filosófica de Gustavo Flores Quelopana como un propuesta tero-cosmo-antropocéntrica. 

Trae consigo dos contribuciones decisivas para nuestro tiempo. Primero, el hombre actual  ha extraviado la propia esencia moral de su ser. Sin moral no hay justicia y sin todo ello decapita su propia humanidad. Y esto acontece particularmente en el orbe occidental.

Y, segundo, propone una antropología filosófica denominada teo-cosmo-antropocéntrica, para revertir el hombre sin humanidad y la imagen inmanentista de la modernidad, y para reconocer que el hombre es parte de Dios y de la Naturaleza y, a la vez, funcionario de ambos.

Estamos ante una antropología filosófica que evita tanto el antropocentrismo extremo de la modernidad inmanentista, que ha destruido la Naturaleza y al hombre, como el antropocentrismo meramente teocéntrico que descuida el cuidado de la Creación. 

[LA MODERNIDAD ENVEJECIDA]

 

PEDRO ORTIZ-Artista, pintor y poeta/Chimbote
[LA MODERNIDAD ENVEJECIDA]

En términos generales, para que una proposición que se publica obtenga respuesta de comprensión debida, es decir que ésta sea asumida a cabalidad por el receptor de la emisión, debe cumplir con requisitos relevantes.
Son de cumplimento, entre otros, el buen uso de la gramática, la concisión y claridad, la sustentación consistente y la convicción en la exposición de los argumentos que componen la propuesta. Y enriquecerla también con referentes que se estimen necesarios y pertinentes. Estos imperativos que señalo son los que en mi experiencia personal he podido determinar, por lo que no puedo ni debo afirmar que sean limitativos
En esta razón lógica puedo afirmar que, de mi lectura de los libros creados y publicados por el filósofo Gustavo Flores Quelopana, he comprendido que han sido escritos con la ponderación debida al buen decir lo que redunda en beneficio del cabal entendimiento de su intensa y coherente crítica de los grandes temas éticos y morales que se suceden en el universo social de nuestra actualidad tecnológica y mercantilista.
En la problemática actual la humanidad menos favorecida económicamente ve con impotencia que minuto a minuto la brecha entre el superlativo poder adquisitivo imperialista de pocos se nutre de la miseria de muchos. En este aspecto y acabando mi lectura de su libro La modernidad envejecida he arribado… a la conclusión de que mi conocimiento se ha enriquecido…logrando el mejor entendimiento de los avatares que impelen a la humanidad menesterosa hacia un destino de degradación mediante salvajes iniciativas corruptas, que legalizan en cambalache la pauperización de los sistemas de educación y salud, y obstruyen el acceso a oportunidades laborales meritocráticas y remuneradas en justicia. Los pocos concertantes que detentan un poder omnímodo exilian de la condición humana a los alienados que sufren en reclamo de una participación en la felicidad terrenal.
El filósofo GFQ me revela en su libro una serie de elementos de tortura diabólica que los “afortunados” (enriquecidos en su avaricia por el pirático saqueo al Estado y el injusto desmedro del salario del trabajador, así como el uso indebido de la plusvalía en detrimento de la clase trabajadora) utilizan para aterrorizar a los menesterosos imponiendo el monopolio y los precios concertados a los productos básicos para subsistir. Asimismo el poder maligno del dinero en complicidad con los mercenarios medios de comunicación masiva difunden publicidad subliminal que condiciona…el comportamiento social de los necesitados que aún pueden comprar saldos a escoger y le otorgan pomposamente la categoría de “consumidor” identificándolos con el emblema de una tarjeta plástica para aparentarles un status social en el olimpo de los consumidores, confirmando a estos míseros como persona humana, y que alienados por la psicología oscura éstos no advierten que el poderoso don dinero, día a día los hace caminar en la cuerda floja. Así el liberalismo se constituye en el inexorable sustituto de la religión y sus devotos asumen la categoría omnisciente de dioses panteístas
Con estas características observadas por GFQ, puedo deducir que la plutocracia se precipita en el innoble territorio de una sociedad envejecida en tanto su ego superlativo y su ceguera ética y moral le impiden advertir que su decrepitud la está despeñando inexorablemente hacia el fin final. Aun así, desnudo, privilegia el “triunfalismo” y la “inteligencia virtual” y pretende ignorar que su supremacía deviene en descartable, que su imperio sustentado en el valor de mercado ya no tiene compradores
En este universo dominado por el capitalismo, el tablero de los valores éticos y, morales han sido revertidos hasta la apariencia, y su tecnocracia ha desvirtuado los verdaderos fines de la ciencia despojándola de humanidad
Desde su viejo púlpito del libre comercio predican que la solidaridad es satánica y la condenan como práctica ya obsoleta y hasta degradante La riqueza económica carente de toda justicia distributiva se constituye en la financista del mal y del envejecimiento social camino a su destrucción, a su acabamiento.
El capitalismo salvaje, dueño de los medios de comunicación practica la emisión continua y machacante de información falsa propiciando la segregación y la marginación sociales, así como el mensaje de falsas bondades de un sistema, que incita a la corrupción y al egoísmo narcisista, creando, así, en beneficio de sus intereses mezquinos una confusión fatal para sostener su posición categórica de privilegiados de una falaz divinidad que bendice su avaricia bajo el culto desenfrenado al becerro de oro.
En la paz de mi estudio y escuchando la sabiduría en la voz de GFQ puedo asumir este envejecimiento de la humanidad ligada a la muerte y a la nada en tanto suponen la presencia evidente de lo Eterno.

Y al terminar mi provechosa lectura de la profunda reflexión filosófica expuesta en el libro La modernidad envejecida, me afirmo en mi admiración por la capacidad reflexiva del filósofo Gustavo Flores Quelopana como un demiurgo riguroso y creador intelectual.