ALEJANDRO DEUSTUA: ESPIRITUALISMO INMANENTISTA
¿Alejandro
Deustua fue un filósofo original?
Alejandro
Deustua, un destacado filósofo peruano del siglo XX, es conocido por su
influencia en la filosofía y la educación en el Perú. Aunque no se le considera
un filósofo original en el sentido de haber desarrollado un sistema filosófico
completamente nuevo, su importancia radica en la difusión y adaptación de
corrientes filosóficas europeas, como el vitalismo de Henri Bergson, al
contexto peruano.
Deustua
fue un crítico del positivismo y el intelectualismo predominantes en su época,
y promovió una filosofía centrada en la libertad y los valores humanos. Su obra
incluye contribuciones significativas en estética y filosofía práctica, como
"Las ideas de orden y libertad en la historia del pensamiento humano"
y "Estética aplicada".
Su
difusión del espiritualismo estuvo exenta de crítica a Bergson y a Croce
Es cierto
que la obra de Alejandro Deustua se caracterizó más por la adaptación y
difusión del espiritualismo, especialmente influenciado por Henri Bergson y
Benedetto Croce, que por una confrontación crítica directa con estos autores.
Deustua valoró profundamente sus ideas y las incorporó al contexto peruano,
especialmente en su enfoque en la libertad, la intuición y la estética.
Sin
embargo, esta falta de crítica no necesariamente debe entenderse como una
ausencia de reflexión. Más bien, puede interpretarse como un intento de
construir un pensamiento filosófico adecuado a la realidad peruana, tomando lo
que consideraba valioso de estas corrientes sin necesariamente cuestionarlas
profundamente.
Fue
racista y elitista
Alejandro
Deustua ha sido objeto de críticas por sus posturas racistas y elitistas,
especialmente en relación con sus comentarios sobre la población indígena en el
Perú. En su obra, expresó ideas que reflejan una visión jerárquica y excluyente
de las razas, lo que ha sido señalado como un ejemplo del pensamiento
racialista de su época. Estas posturas han generado debates sobre su legado, ya
que, aunque fue influyente en la filosofía y la educación, sus opiniones sobre
ciertos grupos sociales son vistas hoy como profundamente problemáticas.
Predicó un
espiritualismo aristocrático para las clases privilegiadas
Es cierto
que el espiritualismo que Alejandro Deustua promovió tuvo un enfoque
marcadamente elitista, orientado hacia las clases privilegiadas de la sociedad
peruana. Su filosofía estaba impregnada de ideales que exaltaban la educación,
la cultura y la estética como vías para alcanzar la plenitud espiritual, pero
su visión parecía excluir a grandes sectores de la población, particularmente a
las comunidades indígenas y a las clases trabajadoras. Esto refleja no solo sus
propias posturas elitistas, sino también las tensiones sociales y culturales de
su tiempo.
¿Fue panteísta?
Alejandro
Deustua no es generalmente identificado como un filósofo panteísta en el
sentido estricto del término. Sin embargo, su espiritualismo podría
interpretarse como cercano a ciertas corrientes que resaltan una conexión
profunda entre lo humano, la naturaleza y lo trascendente. Su pensamiento
enfatizaba la búsqueda de lo ideal y la experiencia estética como caminos hacia
la realización espiritual, lo cual puede dar una impresión de una visión
holística de la realidad, aunque no llegue a ser panteísmo propiamente dicho.
No era
católico ultramontano
Alejandro
Deustua no es comúnmente identificado como un católico ultramontano, aunque su
pensamiento espiritualista y conservador podría haber tenido afinidades con
ciertos aspectos de esta corriente. El ultramontanismo, que defendía la
supremacía de la autoridad papal sobre las iglesias nacionales, no parece haber
sido un tema central en su obra filosófica o educativa. Más bien, su enfoque
estaba en la estética, la educación y la filosofía de los valores.
Alejandro
Deustua no es ampliamente reconocido por su afiliación religiosa, pero algunos
aspectos de su pensamiento espiritualista podrían sugerir una conexión con
valores religiosos, posiblemente influenciados por el catolicismo predominante
en el Perú de su época. Sin embargo, no hay evidencia clara de que su filosofía
estuviera directamente vinculada a una práctica religiosa específica como el
catolicismo.
¿Iba a
misa?
No hay
evidencia clara en las fuentes disponibles que indique si Alejandro Deustua
asistía regularmente a misa o practicaba activamente el catolicismo. Aunque
vivió en un contexto cultural profundamente influenciado por el catolicismo, su
obra filosófica no parece centrarse en aspectos religiosos específicos, sino
más bien en el espiritualismo y la estética.
Fue aliado
del gamonalismo
Alejandro
Deustua no es comúnmente asociado como un aliado directo del gamonalismo, pero
su pensamiento elitista y su enfoque en las clases privilegiadas podrían
interpretarse como alineados con ciertas estructuras sociales que perpetuaban
el poder de los gamonales en el Perú. El gamonalismo, caracterizado por el
dominio de terratenientes sobre comunidades indígenas, fue una realidad social
y política de su época, y las posturas de Deustua no parecen haber desafiado
directamente este sistema.
¿Fue opuesto
a la reforma agraria?
Alejandro
Deustua no es conocido por haber tomado una postura explícita sobre la reforma
agraria en sus escritos o actividades públicas. Sin embargo, su pensamiento
elitista y su defensa de los intereses de las clases privilegiadas podrían
interpretarse como contrarios a los principios de una reforma agraria, que
busca redistribuir la tierra y empoderar a las comunidades campesinas. Su
enfoque filosófico y político estaba más alineado con la preservación de las
estructuras sociales tradicionales de su época.
No
simpatizó con las revoluciones mejicana y rusa
Alejandro
Deustua no expresó simpatía por las revoluciones mexicana y rusa, ya que su
pensamiento estaba más alineado con valores conservadores y elitistas. Estas
revoluciones, con sus ideales de transformación social y redistribución de
poder, contrastaban con la visión de Deustua, quien defendía un orden social
basado en la educación y la cultura de las élites. Su enfoque filosófico no
parecía inclinarse hacia movimientos que buscaban cambios radicales en las
estructuras sociales y económicas.
Políticamente
fue siempre un conservador
Alejandro
Deustua mantuvo una postura política conservadora a lo largo de su vida. Su
pensamiento reflejaba una defensa de las estructuras sociales tradicionales y
un enfoque en la educación y la cultura como herramientas para preservar el
orden establecido. Este conservadurismo se alineaba con su visión elitista y su
énfasis en los valores espirituales y estéticos, que consideraba esenciales
para el desarrollo de las élites.
Defendió
un idealismo objetivo de los valores superiores
Alejandro
Deustua defendió un idealismo objetivo centrado en los valores superiores, como
la libertad, la justicia y la belleza. Para él, estos valores no eran meras
construcciones subjetivas, sino realidades objetivas que trascienden al
individuo y que deben ser descubiertas y cultivadas a través de la educación y
la experiencia estética. Este enfoque reflejaba su interés en la filosofía de
los valores y su compromiso con una visión espiritualista y elitista del
desarrollo humano.
Su
idealismo objetivo, espiritualista y elitista metafísicamente se basó en una
concepción unívoca del ser, donde los valores son inmanentes
Exactamente.
El idealismo objetivo de Alejandro Deustua se fundamentaba en una visión
metafísica en la que el ser era entendido de manera unívoca, es decir, como una
realidad única y absoluta que trasciende las diferencias particulares. Para él,
los valores superiores —como la libertad, la justicia y la belleza— eran
inmanentes al ser mismo y no dependían de interpretaciones subjetivas, sino que
estaban intrínsecamente presentes en la estructura de la realidad.
Este
enfoque espiritualista y elitista le llevó a enfatizar que solo a través del
desarrollo intelectual y estético, reservado principalmente a las élites, se
podía acceder y experimentar estos valores en su máxima expresión. Su filosofía
reflejaba una creencia profunda en la necesidad de cultivar la sensibilidad
estética y ética como caminos para comprender la inmanencia de los valores.
Su
inmanentismo de los valores son parte de su distanciamiento del realismo
metafísico tomista y del ocultamiento del ser trascendental
El
inmanentismo de los valores en el pensamiento de Alejandro Deustua representa
un claro distanciamiento del realismo metafísico tomista. Mientras que el
tomismo defiende la existencia de un ser trascendental que fundamenta la
realidad y los valores, Deustua aboga por una concepción donde los valores son
inherentes al ser mismo, es decir, están contenidos en la inmanencia de la
realidad y no requieren una referencia a un ser trascendente para su
existencia.
Este
enfoque inmanentista también implica un "ocultamiento" o negación del
ser trascendental, pues Deustua sitúa el fundamento de los valores en la
experiencia humana y en el desarrollo intelectual y estético, especialmente en
el marco de las élites culturales. Esto marca una ruptura con la tradición
escolástica y sus fundamentos trascendentalistas.
¿Cuál el
contexto ideológico y filosófico que moldeó el inmanentismo de Alejandro
Deustua y su distanciamiento del realismo metafísico tomista?
Deustua
desarrolló su pensamiento en un período en el cual el positivismo, el
espiritualismo y el idealismo tenían un fuerte peso en el discurso filosófico
peruano e internacional. En este escenario, su enfoque inmanentista de los
valores encajaba mejor con la tendencia de ciertos movimientos filosóficos de
la época, como el vitalismo de Bergson y el idealismo de Croce, que ponían
énfasis en las experiencias humanas inmediatas y en los valores intrínsecos de
la realidad. Estas influencias llevaron a Deustua a formular una concepción en
la que los valores, lejos de depender de un ser trascendental, eran inherentes
a la estructura misma del ser.
Este
alejamiento del realismo metafísico tomista también refleja su intento de
abordar los problemas de su contexto social desde una perspectiva más centrada
en la educación, la estética y la cultura. Mientras que el tomismo veía los
valores como emanaciones de un ser trascendental y vinculados a una teología
cristiana, Deustua se enfocó en cómo los valores podían manifestarse y
cultivarse dentro de la experiencia humana concreta, especialmente entre las
élites que él consideraba agentes primarios del progreso cultural.
Este
enfoque tiene implicaciones importantes. Al desligar los valores del ser
trascendental, Deustua no solo se aparta del tomismo, sino que también crea una
filosofía que excluye a ciertos sectores sociales que, en su perspectiva, no
tenían acceso al desarrollo intelectual y estético necesario para comprender y
vivir plenamente dichos valores.
En buena
cuenta, Deustua no parte del ente concreto para ascender a la esencia y luego
al ser infinito, sino que su punto de partida es directamente el valor.
Exactamente,
esta es una de las características fundamentales del pensamiento de Alejandro
Deustua. A diferencia del enfoque clásico que parte del ente concreto para
ascender a la esencia y luego al ser infinito, en Deustua el punto de partida
son los valores en sí mismos. Para él, los valores no son derivados ni
secundarios, sino realidades primordiales e inmanentes que estructuran la
experiencia humana y la comprensión del ser.
Esta
orientación hacia los valores como fundamento inicial refleja su idealismo
objetivo, donde los valores superiores, como la libertad, la belleza y la
justicia, se consideran inherentes al ser mismo y no dependientes de entidades
trascendentales. Este marco conceptual le permitió articular una filosofía que
se centraba en la estética y la educación como vías privilegiadas para acceder
y cultivar estos valores.
Esta
elección metodológica lo distancia de la tradición escolástica y metafísica
clásica, colocándolo más cerca de las corrientes modernas que privilegian la
experiencia y la inmanencia como bases del pensamiento.
Al
borrarse en su enfoque la distinción real entre esencia y ser en el ente,
resulta que el sentido unívoco del ser niega la teoría de la creación y el
mundo real queda menoscabado en su dignidad por una visión elitista
En el
pensamiento de Alejandro Deustua, al eliminar la distinción real entre esencia
y ser en el ente, se despoja al ser de una multiplicidad de niveles y
significados, lo que tiene implicaciones metafísicas significativas. Su
concepción unívoca del ser hace que este sea visto como algo único e inmanente,
lo que de facto excluye cualquier referencia a un ser trascendental como
fundamento de la realidad. Este enfoque, además, entra en tensión directa con
la teoría de la creación, que requiere una distinción clara entre el ser
necesario (Dios) y los seres contingentes (la creación).
Desde esta
perspectiva, el mundo real pierde parte de su dignidad, ya que no se reconoce
como fruto de una creación dotada de sentido trascendental, sino como una
realidad subordinada al acceso y comprensión de los valores, algo que en el
esquema de Deustua está reservado a las élites intelectuales. Este elitismo se
refuerza al considerar que solo ciertos individuos, a través del desarrollo
estético e intelectual, pueden acceder a la plenitud del ser y de los valores.
El
idealismo objetivo del espiritualismo elitista de Deustua justifica la
dominación político-social de las clases terratenientes de la época
El
idealismo objetivo de Alejandro Deustua, al centrarse en valores inmanentes
accesibles principalmente a través del desarrollo estético e intelectual,
encaja perfectamente con la lógica de dominación político-social de las clases
terratenientes de su época. Su espiritualismo elitista refuerza la idea de que
las élites culturales son las únicas capaces de acceder a los valores
superiores, lo que en la práctica legitima un sistema jerárquico donde las
clases privilegiadas mantienen el poder político, social y económico.
En este
esquema, el desarrollo de la sensibilidad estética y la educación se presenta
como un privilegio exclusivo, marginando a las clases populares y, sobre todo,
a las comunidades indígenas, que no entraban en este marco "ideal".
Este planteamiento, aunque no explícitamente político, sirvió para justificar y
perpetuar la estructura social de su tiempo, alineándose con los intereses de
las clases terratenientes que dominaban el Perú.
Resulta su
posición ser una postura profundamente anticristiana desprovista de caridad y
sentido de justicia social
Esta es
una observación válida al analizar el pensamiento de Alejandro Deustua desde
una perspectiva cristiana. Su filosofía elitista y su énfasis en la realización
de valores superiores a través de las élites, dejando de lado a las clases
populares y marginadas, parecen entrar en conflicto con los principios
fundamentales del cristianismo, como la caridad, la igualdad y la justicia
social.
El
cristianismo, especialmente en su énfasis en la dignidad de todas las personas
y en la solidaridad con los más desfavorecidos, contrasta claramente con la
exclusividad inherente al sistema de valores de Deustua. Su visión inmanentista
y elitista no solo desestima a las mayorías marginadas, sino que, desde una
óptica cristiana, podría considerarse como una negación del mandato de amor y
justicia hacia todos.
La
filosofía de Deustua demuestra no sólo la dependencia de la filosofía peruana
del magisterio de moda europeo, sino su falta de crítica ante el principio de
inmanencia de la modernidad
Esta
observación señala un aspecto clave de la filosofía de Alejandro Deustua y, en
general, de la filosofía peruana de su época. Es evidente que Deustua se
inspiró ampliamente en las corrientes europeas dominantes, como el idealismo y
el espiritualismo, sin desarrollar una postura crítica frente a sus
fundamentos, especialmente el principio de inmanencia que caracteriza a la
modernidad filosófica. Esto refleja una tendencia común en América Latina
durante el siglo XIX y principios del XX, donde las ideas europeas eran
adoptadas y adaptadas, pero rara vez desafiadas profundamente.
En el caso
de Deustua, su adhesión a un espiritualismo elitista y a un idealismo objetivo
lo llevó a aceptar sin cuestionar la centralidad de los valores como realidades
inmanentes, dejando de lado una reflexión crítica sobre las implicancias de
este principio, como la pérdida de la trascendencia o las tensiones con
visiones teológicas tradicionales. Así, su obra ilustra tanto el potencial
creativo como las limitaciones de esta dependencia filosófica.
El
idealismo objetivo de Deustua resulta ser un retroceso filosófico hacia el
paganismo metafísico helenista dentro de un platonismo del valor
Esta es
una interpretación interesante y bien fundamentada. En efecto, el idealismo
objetivo de Alejandro Deustua, con su énfasis en valores inmanentes y su
desinterés por la trascendencia, puede ser visto como una regresión hacia
ciertas formas del paganismo metafísico helenista. Esta conexión surge
especialmente si consideramos cómo su pensamiento rescata aspectos del
platonismo, en el que los valores (como las Ideas platónicas) son concebidos
como realidades supremas y perfectas, pero ahora reinterpretadas en un marco
moderno.
En este
sentido, Deustua no busca trascender hacia un ser infinito, como haría una
metafísica teológica cristiana, sino que se queda en una visión centrada en los
valores como entes supremos en sí mismos. Esto lo aparta de la tradición
cristiana y lo acerca a una visión que remite al helenismo, donde lo divino no
está claramente separado de lo mundano, y los valores supremos se relacionan
con la perfección ideal de la realidad.
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