Autoanálisis de mi obra sobre Kant
Gustavo Flores Quelopana
I. Introducción: Kant como interlocutor filosófico
Mi relación con la obra de Immanuel Kant ha sido crítica, evolutiva y profundamente latinoamericana. No se trata de una adhesión doctrinal ni de una refutación sistemática, sino de un diálogo que ha atravesado distintas etapas de mi pensamiento: desde la crítica marxista hasta la reflexión cristiana sobre la trascendencia. Kant, como arquitecto de la modernidad filosófica, ha sido para mí un punto de partida necesario, pero también un límite que exige ser superado desde una perspectiva espiritual y ontológica.
Mi formación kantiana se consolidó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde tuve como maestro al Dr. Sixto García, heredero de la cátedra kantiana transmitida por Nelly Festini, y antes por el Dr. Walter Peñaloza. Aunque no heredé formalmente dicha cátedra —pues me alejé de la vida académica— nunca me alejé del kantismo como campo de reflexión. Por el contrario, lo recorrí hasta sus últimas consecuencias, hasta superarlo desde una crítica ontológica y espiritual.
El Dr. García me proporcionó textos fundamentales que marcaron mi formación: desde los estudios clásicos de Vleeschauwer, Patton, Torretti, Goldman, Morente, hasta las interpretaciones más profundas de Heidegger y Cassirer. Estas obras no solo me ofrecieron acceso riguroso al pensamiento kantiano, sino también las herramientas para interrogarlo desde una perspectiva crítica y latinoamericana.
A lo largo de cinco obras escritas entre 1990 y 2024, he abordado a Kant desde distintos ángulos, revelando no solo sus aportes, sino también sus implicancias ideológicas, ontológicas y teológicas. Este autoanálisis traza ese itinerario.
II. Etapa marxista: Kant como prefiguración dialéctica
1. Kant y la revolución burguesa (Lima: CONCYTEC, 1990)
En esta obra inicial, interpreto el criticismo kantiano como preparación filosófica para el activismo revolucionario de la burguesía ilustrada del siglo XVIII. Kant no es aquí un pensador abstracto, sino un ideólogo funcional al proyecto liberal que busca legitimar la autonomía del sujeto, la racionalidad jurídica y la moral universal como fundamentos del nuevo orden burgués.
La razón práctica se convierte en herramienta de legitimación política.
El imperativo categórico encarna la ética del ciudadano ilustrado.
La crítica de la metafísica tradicional abre paso a un nuevo orden secular.
2. Kantismo y marxismo (Lima: Editorial Villanueva, 1993)
Esta obra representa un esfuerzo por revelar la prefiguración de la dialéctica materialista marxista en la dialéctica subjetiva trascendental del idealismo kantiano. En lugar de oponer frontalmente a Kant y Marx, propongo una lectura en la que el pensamiento kantiano —especialmente su teoría del conocimiento y su construcción del objeto desde las condiciones del sujeto— anticipa, en clave idealista, el movimiento dialéctico que Marx radicaliza en el plano histórico-material.
La subjetividad trascendental kantiana no contempla el ser como dado, sino como construido por la síntesis activa del sujeto.
Esta mediación, en Marx, se traslada al plano histórico-social, donde el ser de las cosas es producto de la praxis humana en condiciones materiales concretas.
El análisis kantiano del juicio, la categoría y la síntesis anticipa, en su estructura formal, el dinamismo dialéctico que Marx aplicará a la historia, la economía y la lucha de clases.
Kant aparece aquí como una etapa formativa en el desarrollo de la dialéctica moderna, cuya estructura lógica permite comprender cómo el pensamiento construye el mundo —ya sea desde la razón trascendental o desde la praxis revolucionaria.
III. Etapa ontológica y espiritual: crítica desde la trascendencia
3. En torno al problema del ser en Kant (Lima: IIPCIAL, 2004)
Aquí se marca un giro decisivo en mi pensamiento. Abandono la perspectiva marxista y me adentro en una relectura ontológica y trascendentalista de Kant. Examino la cuestión del ser en su filosofía, reivindicando una interpretación esencialista que se opone a la ontología moderna.
Kant es visto como pensador que desliga el ser del fundamento trascendente.
La cosa en sí se convierte en límite epistemológico, pero también en signo de una metafísica negada.
Replanteo la crítica kantiana como intento fallido de reconciliar el fenómeno con la esencia.
Este texto marca el inicio de una crítica espiritual a Kant: su filosofía clausura el acceso al ser como misterio, y por tanto, impide la realización plena del espíritu.
4. Kant y el ocaso de la modernidad (Lima: IIPCIAL, 2020)
En esta obra, profundizo la crítica desde una perspectiva cristiana y escatológica. Señalo a Kant como precursor del inmanentismo moderno, que desliga la trascendencia de la inmanencia, y por tanto, encierra al sujeto en una prisión racional.
La razón autónoma se convierte en dogma secular.
La moral kantiana excluye la gracia y la revelación.
La modernidad, iniciada por Kant, culmina en una cultura del vacío espiritual.
Aquí, Kant ya no es solo un pensador ilustrado, sino el arquitecto de una modernidad que ha perdido el vínculo con lo divino. Su legado es el eclipse de la trascendencia.
5. Vampiros de Dios (Lima: IIPCIAL, 2024)
Esta obra representa la culminación de mi crítica espiritual a la filosofía moderna. En ella, presento a Kant, Hegel, Nietzsche y Heidegger como cuatro pensadores cuya obra ha funcionado como vampiros de la sustancia divina.
Kant inaugura la racionalización de la fe.
Hegel absolutiza la historia como sustituto de lo eterno.
Nietzsche proclama la muerte de Dios como liberación del sujeto.
Heidegger sustituye el Ser por la temporalidad del Dasein.
Todos ellos, desde distintas perspectivas, consolidan el rechazo de la metafísica trascendente y la aceptación de una metafísica inmanente, que desconecta al hombre de su origen espiritual.
IV. Conclusión: Kant como umbral y obstáculo
Mi obra sobre Kant revela una evolución filosófica que va del análisis histórico-materialista al cuestionamiento espiritual y ontológico. Kant fue para mí un umbral necesario para entender la modernidad, pero también un obstáculo que debía ser superado para reencontrar la trascendencia.
Desde la crítica marxista, lo vi como ideólogo de la burguesía. Desde la crítica cristiana, como arquitecto del inmanentismo secular. En ambos casos, su pensamiento aparece como insuficiente para responder a las preguntas últimas del ser, del espíritu y de la redención.
Hoy, más que nunca, necesitamos filosofías que no solo piensen el mundo, sino que lo trasciendan. Y en ese camino, Kant es una estación, no el destino.
Bibliografía
Obras de Gustavo Flores Quelopana
FLORES QUELOPANA, Gustavo. Kant y la revolución burguesa. Lima: CONCYTEC, 1990.
FLORES QUELOPANA, Gustavo. Kantismo y marxismo. Lima: Editorial Villanueva, 1993.
FLORES QUELOPANA, Gustavo. En torno al problema del ser en Kant. Lima: IIPCIAL, 2004.
FLORES QUELOPANA, Gustavo. Kant y el ocaso de la modernidad. Lima: IIPCIAL, 2020.
FLORES QUELOPANA, Gustavo. Vampiros de Dios. Lima: IIPCIAL, 2024.
Obras fundamentales sobre Kant en el Perú
GARCÍA, Sixto. Introducción a la filosofía de Kant. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1981.
FESTINI, Nelly. La imaginación en la teoría kantiana del conocimiento. Lima: Sociedad Peruana de Filosofía, 1948.
PEÑALOZA RAMELLA, Walter. Conocimiento inferencial y deducción trascendental. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1962.
MIRO QUESADA, Francisco. “¿Cómo se debe leer a Kant?”. Letras. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, n.º 21, 1942, pp. 124–141.
SOBREVILLA, David. Filosofía, política y estética en la Crítica del Juicio de Kant. Lima: Servicio de Copias Gráficas, 1991.