miércoles, 22 de mayo de 2024

AUSCHWITZ Y EL PODER TOTAL

 

MIGUEL PACHAS ALMEYDA-Vallejólogo/Univ. César Vallejo

AUSCHWITZ Y EL PODER TOTAL

 


Siempre he meditado hasta qué punto pudo llegar la mentalidad humana para que haya ocurrido la aparición del fascismo nazi y, con ello, la sistematización de la horrenda barbarie en contra de los judíos. Hoy, después de leer el libro Auschwitz y el poder total (2021), del filósofo peruano Gustavo Flores Quelopana, encuentro las respuestas más pertinentes porque tienen un fundamento filosófico.

En las líneas prologales, Flores inicia su obra enfatizando lo siguiente: “Lo que más poderosamente me ha llamado la atención de los horrores de Auschwitz y el Holocausto no es sólo la monstruosa crueldad, la negación del progreso moral, el endiosamiento de unos hombres sobre otros, la banalidad del mal, la ambición suprema del biopoder moderno y los límites que está dispuesto a transgredir una humanidad sin Dios, sino el poder de la técnica al servicio del fin inhumano del poder total”. Ingresando al terreno filosófico, el autor señala que, con los postulados de Nietzsche, los cuales propugnan el hombre ateo y nihilista, quedó establecido el “uso reaccionario de su pensamiento”. Luego de disentir completamente de Kant, Flores asegura que Heidegger no tuvo razón alguna al afirmar que el hombre es un ser para la muerte. Y si esto fuera, así, anota, lo de Auschwitz simplemente no llamaría la atención. En todo caso, subraya Gustavo, el “hombre no es un ser para la muerte sino un ser para la vida eterna”.

De hecho, el análisis de Flores Quelopana no se circunscribe a las cuestiones históricas, sino al triste significado que tiene para la humanidad actual. De ahí que sostiene que el “exterminio industrial de Auschwitz tiene una íntima relación con la esencia del pensamiento moderno. La tradición moderna insiste en el problema del conocimiento, deja de concebir al hombre como un ser ontológico para hacerlo como ser gnoseológico, lo desliga del Ser porque ha roto los lazos con la fe y la teología. Esta ruptura provocó una consecuencia más profunda: a conferir a la ciencia positiva y atea la solución de todos sus problemas”. Esto conlleva, finalmente, a que el hombre se vuelva “un diosecillo terrestre, en un superhombre, con capacidad de decidir sobre la vida y la muerte de sus congéneres”.

Auschwitz y el poder total, sin duda, es una obra fundamental que nos permite explicar por qué el poder del hombre o, mejor dicho, el superhombre –alejado de Dios-, podría acabar con los de su propia especie.

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