Diálogo entre un Yogui Gnóstico y un Cristiano: ¿Qué es realmente espiritual?
Yogui Gnóstico dice:
“Las religiones no son espirituales, ¡ninguna! Solo son restos de alguna revelación deformada, manipulada, arreglada convenientemente para engañar a la gente y quitarles su plata. Han devenido en organizaciones institucionalizadas multimillonarias para quitarles su dinero a la gente… Con gente dogmática y fanática que puede creer cualquier cosa con tal que dejen sus diezmos y donaciones...”
Cristiano responde: Lo que verdaderamente no es espiritual es la soberbia con la que te expresas y la autosuficiencia que proclamas. El orgullo que desprecia a millones de creyentes, la arrogancia que se cree superior a toda tradición revelada, y la actitud que se burla de la fe ajena no nacen del espíritu, sino del ego.
“Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes.” — Santiago 4:6
La espiritualidad auténtica no se construye sobre el desprecio, sino sobre el amor, la humildad y la verdad. No se trata de creerse iluminado por encima de todos, sino de reconocer que necesitamos a Dios, que somos limitados, y que la revelación divina no es un invento humano, sino un regalo que nos llama a la conversión.
“El que se exalta será humillado, y el que se humilla será exaltado.” — Lucas 14:11
Yogui Gnóstico añade:
“La meditación me ha mostrado que no necesito intermediarios ni dogmas. El yoga me conecta con lo divino directamente. Las religiones solo imponen miedo y culpa.”
Cristiano responde: Comprendemos que la práctica de la meditación y el yoga, cuando se desvincula de la verdad revelada por Dios, puede descentrar el eje espiritual y llevar al alma a confiar más en sí misma que en su Creador. El gnóstico se cree autosuficiente, el yogui se cree iluminado, pero ambos olvidan que la verdadera luz no nace del hombre, sino de Dios.
“Para Dios no hay nada imposible.” — Lucas 1:37 “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido.” — Salmo 34:18
Yogui Gnóstico concluye:
“¿Y qué ha hecho su Dios por mí? He vivido 80 años buscando respuestas, y solo encontré contradicciones en las religiones. Prefiero seguir mi camino interior.”
Cristiano responde con firmeza y compasión: A tus 80 años, lo que debería preocuparte no es atacar la fe ajena, sino tu relación con el verdadero Dios. La vida es breve, y cada día es un regalo que se nos da para acercarnos a la verdad. Darle la espalda al Dios vivo, al que te creó, al que te ha sostenido durante ocho décadas, no es señal de iluminación, sino de ceguera espiritual.
Cristo no vino a quitarle dinero a la gente, sino a dar su vida por todos. Su mensaje es de redención, misericordia y verdad. La Iglesia, con sus defectos humanos, sigue siendo el cuerpo de Cristo en la tierra, llamada a servir, sanar, enseñar y amar. Miles de misioneros, sacerdotes, pastores y creyentes entregan su vida en silencio, sin buscar riqueza, sino llevando consuelo a los pobres, esperanza a los enfermos y dignidad a los olvidados.
“Hoy, si oyes su voz, no endurezcas tu corazón.” — Hebreos 3:15
💬 Reflexión final: La verdadera espiritualidad no se mide por cuánto se rechaza, sino por cuánto se ama. No por cuánta autosuficiencia se proclama, sino por cuánta humildad se vive. Y no por cuántas religiones se critican, sino por cuán cerca estamos del Dios que nos llama.