miércoles, 1 de mayo de 2024

LA ERRÓNEA TEOLOGÍA DEL PLATILLISMO

 

LA ERRÓNEA TEOLOGÍA DEL

PLATILLISMO

(Extraído del libro “Contra Nosotros. Ufología como demonología”-2024)

 


PRIMERA PARTE

 

 

TEOLOGÍA Y FILOSOFÍA UFOLÓGICA

 

Las personas reales están repletas

 de seres imaginarios

Graham Greene

La ufología teológica y filosófica ha nacido en el orbe cristiano católico como consecuencia del desarrollo de la astrobiología, la exoplanetología, la exobiología y la cantidad de avistamientos inexplicados, así como de la necesidad de ir formando una opinión al interior del Vaticano como de los círculos tanto académicos como intelectuales. Las posiciones son variadas y muchas veces encontradas, no obstante constituyen un hecho cultural evidente en nuestro tiempo, que exige respuestas. En esta primera parte solamente se abundará en el examen de algunos principales argumentos del Padre O´Meara y en una serie de interpretaciones ufológicas vistas desde la filosofía.

 

Capítulo I

 

OBSERVACIONES TEOLÓGICAS SOBRE LOS EXTRATERRESTRES

Una respuesta a los argumentos de Thomas F. O´Meara

 “Vast Universe”

 

A. D I O S

 

CUESTIÓN 1

Sobre el amor de Dios, la redención y los ET

 

ARTÍCULO 1

“Si el amor de Dios se extiende a otras civilizaciones cósmicas.”

 

Dice el argumento: “El motivo creativo de Dios sería el Bien y el Amor y por ser su poder ilimitado podría extender ese bien y amor a otras civilizaciones cósmicas que creó.” [1]

 

Dificultades.- Dios es causa universal de todas las cosas por su voluntad, la voluntad divina no tiene causa y es ilimitada. Pero Dios no quiere necesariamente todo lo que puede. En Dios hay ideas de todas las cosas e incluso conoce el mal por la razón del bien. Dios no crea algo a partir del bien o del amor, sino que Él mismo es el bien y con amor crea a partir de la nada. El Evangelio en el Génesis enseña que Dios creó todas las cosas buenas y sólo por la intervención del Maligno penetró el mal en el universo.

Todo lo cual indica que Dios se quiere a sí mismo y a todo lo que es distinto a Él. Pero esto no quiere necesariamente decir que haya creado, amado o promovido otras civilizaciones cósmicas, lo cual no tiene sustento bíblico ni científico.

 

Por otra parte.-Si el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, entonces de haber otras civilizaciones cósmicas habría de suponerse que también sean hombres como criaturas hechas por Dios. Pues, por sobre el hombre Dios creó solamente al ángel y no a una criatura intermedia entre el ángel y el hombre. Pero qué necesidad tendría Dios de complicar la creación y la redención con otras civilizaciones humanas desparramadas por el cosmos, si para ejemplificar su plan divino le basta con la Tierra. Pues no vemos ninguno.

 

Respuesta. No hay duda que el amor de Dios se extiende a todo lo creado, pero de dicho amor no se deduce necesariamente la creación de otras civilizaciones cósmicas.

Solución. No es necesario suponer sin sustento bíblico ni científico la creación por Dios de otras civilizaciones cósmicas, puesto que para ejemplificar su plan divino con la Tierra le basta.

 

ARTÍCULO 2

Si los ET no crucificaron al Redentor.

 

Dice el argumento: "La cruz no debería dominar el tema de la encarnación ya que la vida existe para la vida y no para la muerte. La crucifixión del encarnado en la Tierra es el resultado de los rechazos políticos y religiosos terrestres respecto a lo que es Bueno. El sufrimiento redentor de un salvador no es el propósito necesario o completo de una encarnación".  

 

Dificultades.- La posibilidad que criaturas inteligentes ET no hayan crucificado al Redentor supone que dichas criaturas no estén en lucha permanente contra el pecado y que vivan inundados de la Gracia divina. Pero si hasta una legión de ángeles se rebelaron contra Dios, con cuánta más razón no habrían de hacerlo seres muy inferiores a los ángeles, como los hombres y los supuestos ET. De manera que suponer que existan ET que no crucifiquen al Redentor exige reconocer en éstos una naturaleza incluso superior y más perfecta que los ángeles mismos. Lo cual es un contrasentido.  

 

Por otra parte. No es contradictorio pensar que la versión que supuestos ET no hayan crucificado al Redentor es una artimaña de los ángeles caídos para hacer creer al hombre que la gracia divina es prescindible e innecesaria.

Respuesta.- La única versión que cuenta con veracidad histórica es aquella que registra la crucifixión del Redentor por los hombres en la ciudad de Jerusalén. Fenomenológicamente es posible distinguir entre la cruz y la crucifixión. La cruz ha estado presente casi en todas partes (caldeo-babilonios, egipcios, griegos, hindúes, escandinavos, persas, fenicios, etruscos, romanos, celtas y amerindios) y en todas la épocas, pero la crucifixión de Jesús no es un evento accesorio y circunstancial sino esencial en la simbología del amor divino y del sacrificio redentor. Aquí el significado religioso cobra especial relevancia, por cuanto es el mismo Dios el que se humilla como hombre para rescatar a la humanidad. Por consiguiente, sin la cruz la redención es despojada de uno de sus rasgos más saltantes, a saber, el punto de inflexión que marca un cambio de valores como la divinidad inmolada en la ignominia en el sacrificio de su amor redentor.

 

Solución.- La no crucifixión del redentor por los ET supone la inicua creencia en seres más perfectos que los mismos ángeles y por tanto destinados a ocupar su lugar como mensajeros divinos y civilizadores galácticos.

 

ARTÍCULO 3

Si los ET no disminuyen a Jesucristo.

 

Dice el argumento: "Las habilidades de las sociedades galácticas inteligentes y el amor de Dios hacia ellas no disminuyen a Jesús de Nazaret”.

Dificultades.- La posibilidad de suponer habilidades de sociedades galácticas más inteligentes que la humana no es un problema de fe, ni de pruebas racionales, sino de evidencias empíricas irrefutables que hasta el momento están ausentes. Añadir a este supuesto que los ET con sus avances no disminuyen a Jesús de Nazaret, equivale a sostener que no serán objeto de adoración.

Pero esta aparente acertada conjetura no tiene sentido por cuanto no se cuenta con prueba fehaciente de su existencia. Todo indica que se trata de una maniobra argumentativa para seducir al creyente en Dios a admitir la existencia de los ET con la manida idea que no disminuye en nada la adoración a Jesucristo.

 

Por otra parte.- Aceptar la existencia de avanzadísimas sociedades galácticas tiene el propósito de hacer que la humanidad ansíe con desesperación su contacto con el fin de recibir su ayuda para resolver nuestros propios problemas. Pero el fin no es tecnológico ni científico, sino principalmente religioso. Porque en definitiva la irremediable tendencia idolátrica del hombre (Isaías 44: 9,20) lo llevaría hacia la adoración de los ET. Reverenciar a los ET, como hoy se lo hace con el poder, el placer y el dinero, es el fin.

Respuesta.- Admitir sin pruebas, como hasta hoy, la existencia de avanzadísimas comunidades galácticas de ET llevaría al hombre hacia la idolatría de los mismos, a reverenciarlos como dioses, más aun si fuesen portadores de soluciones materiales para la humanidad.

Solución.- Según hemos dicho, creer en los ET como comunidades galácticas avanzadas sí disminuye la fe en Jesucristo, por la naturaleza idolátrica del hombre que en la actualidad secularizada se somete con más facilidad a la adoración del poder, el placer y el dinero.

 

 

B. C R E A C I Ó N

 

CUESTIÓN 2

Universo, inteligencia y libre albedrío

 

ARTÍCULO 1

Si la inmensidad del Universo justifica la existencia de ET.

 

Para argumentar a favor de la existencia de los hermanos ET se esgrime principalmente la idea de que en un universo tan inmenso es casi imposible que no exista la inteligencia superior de los ET. Esta idea tan sugerente merece un análisis.

 

Objeciones: 1.  El hombre posee a priori el saber de la esencia del otro y el saber de la existencia de un "tu" en general, pero de tales saberes a priori no se puede deducir el saber de la existencia contingente de una determinada comunidad en la tierra o en el espacio intergaláctico. 

2. Es decir, un Robinson Crusoe gnoseológico terrestre jamás pensaría que no hay prójimos inteligentes ET, pero de su posibilidad formal a su existencia real hay una gran distancia. En este caso, relacionado con un ente finito. sí se aplica la objeción de Gaunilo: la posibilidad formal de una idea no determina su existencia real.

3. La idea a priori que tiene el hombre de otras inteligencias superiores de seres no humanos se relaciona más con la presencia óntica de seres angelicales que con ET.

4. La naturaleza ET de inteligencias superiores a la humana está relacionada con la comunidad escatológica de los ángeles antes que con la posible existencia de civilizaciones ET.

5. No hay certeza intuitiva de los ET como aprehensión inmediata de algo que no se puede experimentar, admitir esto sería caer en un dogmatismo objetivista.

 

Por otra parte.-La principal imposibilidad física para la existencia de los ET es la gran explosión de rayos gamma, capaz de producir grandes extinciones interestelares. 

 

Respuesta.- Del saber a priori humano de otros seres inteligentes en el universo no se puede conjeturar la existencia de los ET como hermanos de civilizaciones más avanzadas. 

 

Solución.- En consecuencia, de la idea de la inmensidad del universo y de la posibilidad que esté lleno de vida inteligente no se puede conjeturar la efectiva existencia de los ET.

 

ARTÍCULO 2

Si los ET tienen inteligencia y libre albedrío.

Dice el argumento: "Hay que superar la idea que la idea del "hombre" (entendido como animal con suficiente facultad racional) solo puede darse en el ser terrestre y antropológicamente conocido como homo sapiens. La inteligencia y capacidad de elección y de relación lo distingue primero y esa inteligencia en sí sería un reflejo de Dios. La bondad de la Vida divina y el Logos pueden perfectamente extenderse por todo el universo y hasta encarnar en otro ser físico apropiado en otra cultura, con otra historia, problemas y origen particular más allá de la forma finita de su ser. No solo son los astrónomos del Vaticano Gabriel Funes y Guy Consolmagno además del Monseñor Corrado Balducci quienes aceptan la posibilidad de seres extraterrestres que pueden ser nuestros hermanos en la creación. También Balducci (exorcista oficial del Vaticano ya fallecido) aceptaba el testimonio humano de tantas personas que dicen haber tenido encuentros con otros seres inteligentes (de los cuales hay muchas variedades) y no necesariamente con demonios. La Biblia no niega la posibilidad de otros seres físicos inteligentes en el universo; es la revelación orientadora para personas de la Tierra”.

 

Dificultades.-Si los ET tienen inteligencia y libre albedrío, entonces tienen sentido moral, y si tienen sentido moral aunado a un supuesto avance tecnológico prodigioso, se colige que en beneficio de la hermandad con los humanos hubiesen contribuido a evitar epidemias, crisis, guerras desastrosas, asesinos en serie, entre otras calamidades humanas y naturales. Como nada de esto se ha visto, es necesario colegir dos cosas: o carecen de sentido moral y no son ni inteligentes ni libres, sino doblegados por vicio y el pecado, y por tanto son demonios, o simplemente son otro mito inexistente creado en nuestro tiempo tecnológico. De nada vale que existan teólogos vinculados al Vaticano que argumenten a favor de los ET si antes no se toman el trabajo de esclarecer estos dilemas morales y óntico-ontológicos. La Biblia no niega pero tampoco afirma que existan otras criaturas inteligentes en el universo con civilización y cultura edificada como la nuestra.

 

Por otra parte.- Antes de afirmar si los ET tienen inteligencia y libre albedrío es más importante esclarecer de qué clase ontológica de seres se tratan. Hasta donde se conoce la Creación comprende: 1° ángeles puros, 2° hombres de materia y espíritu, 3° seres vivos con alma material, 4° materia sin vida. Pero cuál es la naturaleza de los supuestos ET, y si son seres intermedios entre el ángel y el hombre, entonces ni son puros como el ángel, ni son de materia y espíritu como el hombre. ¿Esa supuesta naturaleza desconocida de los ET los predispondría hacia le fe?, que es la respuesta del hombre a Dios que se revela. Si no son como el hombre, entonces ¿no necesitarían ser iluminados por la revelación de Dios? El hombre como los ángeles de Dios son seres espirituales que están destinados a la visión beatífica tras una previa prueba, ¿lo estarán los ET? Pero si hasta los ángeles fueron probados por qué no los ET.

¿Pueden, acaso, existir seres espirituales que no requieran de la fe en Dios? El Salmo dice: “Alabadle vosotros, sus ángeles todos”, y después añade: “porque El lo dijo y fueron hechos”. Esto es, los ángeles son seres que fueron hechos por participación, tienen la causa de su ser en Dios, como formas inmateriales no tienen causa formal, ni causa eficiente, pero tienen causa productora. En cambio, un ser que no es ángel ni hombre, pero que es intermedio a ambos, cómo habría de ser. Toda criatura es finita en cuanto a su ser. Las criaturas materiales son infinitas en cuanto a la materia pero finitas en la forma, más las substancias inmateriales son finitas en su ser e infinitas en su forma. No queda otra alternativa que los supuestos ET sean substancias inmateriales, o sea finitas en su forma e infinitas en su ser. Pero en este caso qué sentido tendría seguir llamándoles ET en vez de ángeles. Ninguno.

En consecuencia, no hay tales seres intermedios entre el ángel (en sus diversas jerarquías) y el hombre. No se trata más que de otra confusión introducida por el Adversario para denigrar la obra de Dios y su sentido.

 

Respuesta.-Los ángeles, según Dionisio Areopagita, son consejeros divinos (serafín, querubín y tronos), gobernadores divinos (dominaciones, virtudes y potestades) y mensajeros divinos (principados, arcángeles y ángeles), y debajo de ellos vienen los hombres, criaturas espirituales compuestos de materia y espíritu. Ambos están destinados a la beatífica visión de Dios tras una prueba previa. Y por todo ello son las únicas criaturas que disponen de inteligencia racional y libre albedrío. Atribuir inteligencia y libre arbitrio a una criatura intermedia entre el ángel y el hombre carece de sentido, por cuanto ontológicamente la substancia inmaterial se agota en el ángel y la substancia compuesta de materia y espíritu se circunscribe al hombre.

 

Solución.-No existe criatura intermedia entre el hombre y el ángel llamada ET, dotada de inteligencia y libre albedrío. No existe sustento bíblico, teológico, filosófico, ni cosmológico que de fundamento a la existencia de ET libres e inteligentes que no sean sino demonios.

 

C. Á N G E L E S

 

CUESTIÓN 3

Si los ET son ángeles

 

ARTÍCULO 1

Si los ET son ángeles

 

"Según O'Meara, "los "poderes" y "principados" eran para Pablo otros seres de naturaleza elevada más o menos física o corpórea, más o menos estéticos o míticos, agentes y objetos de las religiones de su tiempo". Esto podría incluir de manera general hasta a los ET"

 

Esta última línea tuya desliza la posibilidad que los ET sean ángeles. Sin embargo analicemos la cuestión:

 

Objeciones:

1. Los ángeles son seres espirituales, por tanto no necesitan de naves espaciales para manifestarse.

2. La Sagrada Escritura presenta a los ángeles como mensajeros, por tanto no son seres que se exhiben infructuosamente y sin trasmitir algún mensaje de Dios como los ET.

3. Los ángeles se regocijan adorando a Dios en el Cielo y no vagabundean por toda la tierra sin traer algún propósito divino.

4. Ningún ángel está sujeto a la muerte, mientras que los Ufólogos sostienen que las potencias conservan cuerpos de ET muertos accidentalmente.

5. Los ángeles enviados por Dios son seres invisibles pero adquieren forma humana, mientras que de los ET se habla de numerosas razas. Por tanto los ET, de existir, no son ángeles.

 

Por otra parte.- Los ET son ángeles no de Dios sino de Satanás, en consecuencia son demonios que responden al plan del maligno de sustituir la Biblia por otro evangelio, el de los ET. Por eso se presentan en forma tecnológica para engañar al hombre, desviarlo en la apostasía y renegar de Cristo.

 

Respuesta.- Es necesario afirmar que los ángeles de Dios son seres invisibles que generalmente se comunican al hombre en forma humana y no requieren de ningún artilugio tecnológico para presentarse. Pero los ángeles de Satanás con su desviado camino sí puede recurrir a la tramoya tecnológica para manifestarse como ET de superinteligencia intergaláctica, con el propósito central de desplazar la Redención de Cristo por la redención de los ET.

 

Solución.- 1. De suyo se desprende para nuestro recto entendimiento que los ET no pueden ser ángeles de Dios. 2. Aunque no hay dificultad que sí sean ángeles del Demonio. 3. El propósito final es extender por toda la tierra la nueva fe en los OVNIS y profundizar la apostasía general.

 

ARTÍCULO 2

Si los ET son mensajeros divinos.

 

Dice el argumento: "Cada encarnación posee su propia identidad. Una especie inteligente íntimamente tocada por Dios podría ser un mensajero divino para otra civilización inteligente. Sin embargo esto no sería Dios encarnado en esa gente. Si Jesús resucitado visitase otro planeta sería una revelación celestial pero no una encarnación más". 

 

Dificultades.- La Biblia, los Santos Padres y el Magisterio Eclesiástico coinciden en considerar a los ángeles como mensajeros divinos. Por definición no son ET sino propiamente ángeles o seres de luz. Suponer paralelamente a éstos la existencia de otras criaturas llamadas ET, como portadoras de mensajes divinos, equivale a duplicar sin sentido su función y naturaleza. Bien dice el Doctor Angélico: “el ser del ángel depende de Dios como de su causa” (cuestión 50, art. 5). Ahora bien, también se puede pensar que el ET no comparta la naturaleza del ángel y sea otra criatura inteligente como el hombre y, en este sentido, sin ser Dios encarnado, o sea Cristo, vague por el espacio visitando otros planetas inteligentes comunicando una revelación celestial.

 

Aquí lo primero que cabe preguntarse es cuál “revelación celestial”, pues si la historia de la revelación está cerrada entonces no cabe otra que ser la misma. Pero esto supondría un conocimiento de Cristo antes que el nuestro. Y además convertiría a Cristo en una especie de cartero divino que va de civilización en civilización cósmica llevando la salvación por todo el universo. Como nada de esto tiene sentido, salvo contraviniendo el sentido común, entonces cabe pensar que se trate de otro evangelio. Pero si consideramos que Jesucristo es el verdadero logos de Dios (“Yo soy el camino, la verdad y la vida” Jn. 14:6), entonces no cabe más que desconfiar de dicha supuesta “revelación celestial” de los llamados ET.

 

Por otra parte.- Bien se dice: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3). Lo cual no justifica a ninguna criatura inteligente terrestre o ET presentarse con mensajes divinos nuevos que remplacen al de Cristo. Es más, es casi inexistente la posibilidad de que existan ET no angélicos que traigan mensajes divinos, primero porque las únicas inteligencias sobrehumanas son las angélicas, y segundo porque de las inteligencias sobrehumanas angélicas sólo los ángeles del Maligno estarían interesadas en promover engañosamente otro evangelio.

Respuesta. Los únicos mensajeros divinos no terrestres son los ángeles y entre los cuales solamente los ángeles caídos están interesados en promover la creencia en los ET como mensajeros divinos.

 

Solución.- La única criatura inteligente no humana que tiene como misión comunicar mensajes divinos son los ángeles de Dios. Ya el profeta Zacarías muestra que el demonio está en abierta oposición a Dios (Zac. 3:1). Como el diablo ya perdió el privilegio de llegar hasta la presencia de Dios para acusar a los humanos, ahora se camufla con todos sus demonios para descaminar al hombre presentándose como ET que trae mensajes divinos.

 

D. J E S U C R I S T O

 

CUESTIÓN 4

Sobre el Verbo Encarnado y los ET

 

ARTÍCULO 1

Si la encarnación de Jesucristo justifica la existencia de ET.

 

Dice la cita del texto que tu envías Giorgio: "Thomas F. O'Meara O.P. (Vast Universe: Extraterrestrials and Christian Revelation- Paperback – May 1, 2012) relata que santo Tomás se preguntó en el siglo XIII si una persona divina podría encarnarse en una criatura distinta a Jesús de Nazaret y respondió afirmativamente. "El poder de una persona divina es infinito y no puede ser limitado a nada creado". 

 

Objeciones. Ahora bien, sobre lo apuntado hay que notar lo siguiente:

1° O´Meara no hace la referencia al texto de Tomás de Aquino, lo cual dificulta la veracidad de la cita. y su vinculación con la posibilidad de una encarnación en una persona distinta a Jesús.

2° La falta de rigor en la citación obliga a tener un gran conocimiento de toda la frondosa obra del Aquinate, lo cual no es nada fácil debido a que el Corpus Thomisticum está todavía inconcluso.

3° Limitándonos a la obra más completa y sistemática del Doctor Angélico, esto es, a la Suma Teológica, se puede afirmar sin dificultad que: "El poder de una persona divina es infinito y no puede ser limitado a nada creado" sobre la base de lo expuesto en De la simplicidad de Dios (q. 3) y Sobre su Infinitud (q. 7). Dios es infinito porque es el primer principio y por esencia ninguna otra cosa puede ser infinita. No existe magnitud ni multitud real infinita. Dios es espíritu, acto puro, es idéntico a su esencia y naturaleza, no pertenece a ningún género, ni tiene accidente, ni es compuesto, es simple.

4° Sobre la Creación consigna en la cuestión 44 que todo lo que por algún modo existe lo es por Dios, incluso la materia prima ha sido creada por Dios, pues lo potencial depende de lo necesario, la causa ejemplar o las ideas no es algo distinto de Dios sino que es la causa primera contenida en la esencia divina. Las ideas no son realidades subsistentes, como supone el platonismo.

5° En la Tercera Parte de la Suma se habla de la unión hipostática, cualidades, nacimiento, vida y pasión de Cristo. Expone la unión del verbo encarnado con la naturaleza humana (12 a), incluso aborda los defectos corporales (4 a) y los defectos del alma asumidos por Cristo en su naturaleza humana (10 a). 

 

Por otra parte.- La conclusión de todos sus análisis es que Jesucristo es la encarnación de Dios mismo y no representa ninguna limitación a su creación ni justifica por ninguna extrapolación la existencia de hermanos extraterrestres. 

 

Respuesta.- Los intentos de emplear textos del más consagrado maestro de la Iglesia católica para ser la clave maestra para justificar la existencia de alienígenas. Todo lo cual obedece a la necesidad de destronar a Jesús de su misión redentora para otorgársela a supuestos hermanos extraterrestres salvadores de la humanidad. Hay otro detalle importante. Por sobre el hombre Santo Tomás de Aquino no reconoce más seres inteligentes que a los mismos ángeles y por debajo de él a los animales y plantas; los ángeles, por su parte, son inteligencias intelectuales incorpóreas, seres intermedios entre Dios y las criaturas corporales, substancias espirituales no compuestas de materia y forma sino de acto y potencia. Por ello difieren en especie según los diversos grados de naturaleza intelectual. y por ser inmateriales son incorruptibles (Suma, q. 50).

 

Por todo lo cual, las citas de O´Meara tienen todos los signos de ser una manipulación descarada de pensamiento teológico de dudosa procedencia tomista con el fin de justificar a toda costa la creencia en los supuestos hermanos extraterrestres.

 

Solución.- 1. No es cierto que santo Tomás de Aquino haya afirmado que una persona divina podría encarnarse en una criatura distinta a Jesús de Nazaret. 2. La encarnación de Jesucristo no justifica la existencia de ET.

 

ARTÍCULO 2

Si se justifican otras encarnaciones del Verbo Divino.

 

Dice el argumento que trata de justificar la existencia de otros Cristos o Redentores divinos en el universo: “El poder de Dios es infinito y nada de lo creado puede limitarlo. Por tanto puede encarnarse en otros planetas según sus necesidades”.

 

Dificultades.-

La infinitud del poder de Dios no se muestra precisamente en la necesidad de multiplicar el número de Cristos en el universo, sino justamente de bastarse con uno solo, esto es, el Galileo, el hijo de José y María. En segundo lugar, qué tipo de poder divino infinito sería si tuviese que adecuar la labor redentora al tamaño del universo. Esto supondría que el universo es tan grande para el poder infinito divino que pondría en duda justamente su infinitud. En tercer lugar, al poder infinito de Dios le basta realizar la labor redentora en un solo planeta del universo para realizar el plan divino, en vez de ir convirtiendo a Cristo en una especie de mensajero astronáutico o correo de salvación multiplicado que va recorriendo por todo el universo en busca de civilizaciones inteligentes para librarlos del pecado original.

 

Por otra parte.- Cristo es el mismo Dios encarnado, no es ni mero hombre ni un ángel y, en consecuencia, todo el poder infinito de Dios está en él, lo que hace innecesario su multiplicación en el universo.

 

Respuesta.- En consecuencia no es necesario que el poder infinito de Dios se fatigue por el cosmos realizando un sinnúmero de encarnaciones divinas redentoras.

 

Solución.- Cristo es el logos (Verbo) y el Verbo Divino “se hizo carne y habitó entre nosotros” (Juan 1: 14), por tanto, su vida no es la de un simple profeta judío que habitó en el planeta tierra, ni su encarnación limita la Palabra Divina, sino que, al contrario, la realiza aquí en la tierra y con significación cósmica, esto es, su cumplimiento significa un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra. De manera que no se justifican otras encarnaciones del Verbo Divino ni en la Tierra ni en otra parte del Cosmos. Se trata de un acontecimiento soteriológico único e irrepetible, con repercusión universal, e incluso su significación va más allá de lo espacio-temporal-causal hacia lo eterno.

 

  1. R E V E L A C I Ó N

 

CUESTIÓN 5

Biblia, religión y ET

 

ARTÍCULO 1

La Biblia no es aplicable a los ET.

 

Dice el argumento: "La historia de pecado y salvación grabada en los dos testamentos de la Biblia es una historia religiosa particular en un planeta y no la única estructura o historia para todas las civilizaciones en el universo. La centralidad de Jesús -no importan cuán importante es para la Tierra- no afirma aplicarse a otras razas en otros planetas y su situación religiosa entre la gracia y el pecado. La enseñanza y vida de Jesús traen consigo una escatología para la Tierra y no una astronomía para la Vía Láctea. La misma generosidad divina que una vez llevó a una encarnación argumenta a favor que podrían haber otras encarnaciones en varias especies, muchas criaturas tocadas de una u otra manera especial por una persona de la Trinidad". 

 

Dificultades.- Si la Biblia sólo es un documento de alcance local para la humanidad terrestre, entonces los ET no tendrían los beneficios de la redención, la redención y la resurrección. La posibilidad que esto sea así no solamente es remota sino casi nula, puesto que la Biblia, sin ser un documento científico sino un testimonio de fe de escritores inspirados, abarca el relato de la creación de todo el universo hasta su mismo fin. De ahí su carácter profético, es decir, anuncia no sólo el nacimiento del Redentor sino también el fin del mundo, una nueva creación y el descenso de la Nueva Jerusalén. Por tanto, es muy difícil sostener el alcance local de los dos libros de la Biblia, y, al contrario, es más difícil refutar su alcance escatológico universal.

 

Por otra parte.- Si bien el carácter escatológico de la Biblia mira al futuro de toda la creación, sin embargo permite reconocer en el mundo presente verdades escatológicas, a saber, la Resurrección de Cristo y los Sacramentos, que tendrán su realización total en el final de los tiempos.

 

Respuesta.- La afirmación de que la Biblia no es un documento universal ni necesario para la salvación es temeraria por cuanto equivale a sostener que el hombre para llegar a Dios no necesita de la Revelación. O por lo menos exigiría admitir la existencia de seres racionales o supuestos ET que por su propia naturaleza no requerirían de la Revelación para llegar a Dios. La creencia en la existencia de dichos seres implicaría admitir su calidad de semidioses, capaces de prescindir de la revelación divina.

 

Por otro lado, es cierto que no hay identidad entre la Biblia y la Revelación de Dios, así Dios se sigue revelando hasta hoy ya no en relatos ni libros, sino en acontecimientos cuya interpretación se basa en la fe. En cambio, no se basa en la fe la interpretación que afirma que los ET no están afectos a la Biblia ni ésta se aplican ellos.

 

Solución.- La Biblia es la revelación de Dios en palabra de hombres, o sea no es como cree el fundamentalismo sólo palabra divina o como piensa el historicismo sólo palabra de hombres. Y aun  cuando no hay identidad completa entre la Biblia y la Revelación no obstante es un testimonio que la criatura racional necesita de la revelación para llegar a Dios y que su alcance no es local sino universal. En consecuencia, carece de todo fundamento pensar que la Biblia sólo es local y que existen ET que están exentos de ella.

 

ARTÍCULO 2

Si los ET tienen sus propias búsquedas religiosas.

 

Dice el argumento: "La encarnación en un ser humano habla a nuestra raza. Mientras que la posibilidad que existan extraterrestres en las galaxias conduce a posibles encarnaciones e historias salvíficas alternativas, las encarnaciones corresponderían a las formas de las criaturas inteligentes con sus propias búsquedas religiosas".

 

Dificultades.- Hablar de criaturas inteligentes extraterrestres con historias salvíficas propias supone la repetición de un Adán extraterrestre que falló y entró el pecado original por él. Lo primero que acucia a la inteligencia es interrogarse qué sentido tendría tal repetición, por qué Dios tendría que estar promoviendo duplicaciones de este tipo, tiene acaso algún sentido la multiplicación hasta el infinito del pecado original, estaría acaso el Creador buscando alguna raza inteligente infalible. Pero Dios no puede buscar porque todo lo conoce, ni puede estar repitiendo sin propósito su creación.

 

Por otra parte.- Si existen criaturas inteligentes extraterrestres no podrían ser más que los ángeles, los cuales son seres espirituales incorpóreos, intermedios entre Dios y las criaturas corporales, por ser inmateriales son incorruptibles y se diferencian por el grado de su naturaleza intelectual. Y en el Génesis se les designa como seres de “Cielo” y de “Luz”. Pero estos seres sobrehumanos ya fueron juzgados a principios de la creación, su historia de la salvación está conclusa, en cambio el hombre tiene cerrada la historia de la Revelación pero abierta la historia de la salvación, pues a través de Cristo recibe la salvación aunque puede perderla.

 

Respuesta.- Escatológicamente la historia del mundo se divide en cinco partes: Creación, Caída, Redención, Juicio y Salvación. No hay duda que en el presente el hombre atraviesa por la Redención hacia el Juicio. En tal situación hay que reconocer que aunque la presencia de Dios en nosotros es ontológica, su habitar es óntica, esto es, depende de que se dé una invitación nuestra. Teológica, filosófica y científicamente es el hombre la única criatura inteligente que busca una salvación trascendente, y no se puede afirmar lo mismo de alguna supuesta criatura inteligente extraterrestre.

 

Solución.- La única criatura inteligente inmersa en la historia de la salvación es la humana, pues de las criaturas inteligentes no humanas o angelicales no se puede afirmar lo mismo porque su historia de salvación está conclusa. De criaturas inteligentes ET no humanas ni angelicales no se puede hablar con sentido salvo contradiciendo las pruebas racionales, empíricas y científicas.

 

CONCLUSIÓN FINAL

 

Los argumentos esgrimidos por el sacerdote dominico Thomas F. O´Meara y sus acólitos, refleja ser parte de la gran mayoría de literatura sobre el tema que no puede ser considerada rigurosa en sentido teológico, filosófico, ni científico. Y es una prueba más que la ufología se ha convertido en ufolatría, por tratarse más de una fervor y una apología del origen extraterrestre, que de un esfuerzo sincero por acrecentar el saber de buena tinta de los mismos.

En otros términos, la posibilidad de inteligencia extraterrestre es de tal alcance teológico que implica una reconceptualización de las cinco partes escatológicas de la historia del mundo, a saber, la Creación, la Caída, la Redención, el Juicio y la Salvación. No se trata de cerrarse dogmáticamente a su posibilidad teológica, pues en el catolicismo –a diferencia de las sectas- no cabe ninguna postura fundamentalista ni irracionalista, y el propio Papa Francisco admitió la posibilidad de expedir el bautizo si dichos seres se lo pidieran. Pero lo que de ninguna forma se puede admitir seriamente es la existencia de seres inteligentes galácticos sin pruebas fehacientes y entregarse a la simple especulación. Ni la ciencia más serena lo hace, ni tendrían que hacerlo la teología más lúcida. El puesto del hombre en el cosmos es central en las teologías monoteístas y su cuestionamiento sin pruebas introduce confusión y desorientación en vez de avance cognoscitivo.

Que la posición de la Iglesia haya cambiado y sea más dialogante con la ciencia, no significa que deba aceptar como cierta toda clase de utopías pseudocientíficas ni científicas. El fin del geocentrismo no hizo perder el papel crucial del hombre en el universo dentro de la fe, y el fin del antropocentrismo vía la existencia de inteligencia extraterrestre puede incluso hacer crecer dicho papel por el camino del cosmocentrismo. Un razonamiento milenarista y apocalíptico me fue recientemente expuesto en el sentido que si una nave alien aterrizara en la tierra debía ser tomado como prueba fehaciente de su existencia o por seres demoníacos camuflados de ET como preanuncio de la llegada del Anticristo. Personalmente sostengo que si se presentaran dichas criaturas su identidad no demoníaca debería ser confirmada, o sea la posibilidad de aceptar su evidencia no está cerrada; de lo contrario no tardaría en manifestarse su naturaleza malévola y confirmarse el protagonismo del Maligno en el asunto extraterrestre y en el inminente advenimiento del Armagedón.

 El verdadero iniciador de la teología ufológica fue el monseñor Corrado Balducci (1923-2008). El jesuita Balducci se graduó en 1954 en la Academia Pontificia Eclesiástica. Teólogo, demonólogo, exorcista y ufólogo, sostenía Balducci que el contacto extraterrestre es real, que dichos encuentros no son demoníacos, ni se deben a trastornos psicológicos, ni son producto de posesiones de entidades, y que deberían ser estudiados cuidadosamente. Balducci, autor del libro “Ángeles ayer, extraterrestres hoy” insistió en que la reencarnación era aceptada hasta el Concilio de Constantinopla del 543 n.e., también dijo que el Vaticano estaba haciendo un seguimiento directo de incidentes referentes a encuentros extraterrestres reportados a las nunciaturas o embajadas en diferentes países. Balducci hizo afirmaciones como éstas: "Dado que el poder de Dios es ilimitado, no solo es probable sino posible que existan planetas habitados"[2]. "Es probable que existan otros seres, lo que no sería extraño, entre la naturaleza humana y la angelical (preternatural), de las cuales tenemos certeza teológica, aunque hay una discrepancia muy grande al respecto. Y aparte del hombre, cuyo espíritu está subordinado a la materia, y los ángeles que sólo son espíritu, es probable que existan seres que tengan espíritu además de cuerpo y materia, de modo similar a nosotros. Es posible que exista aquello que denominamos OVNIs, así como pueden existir las personas que aparecen junto a estas naves, las cuales no sólo tendrían ciencia sino además una habilidad natural superior a la nuestra"[3].

Los excesos y graves errores del padre Balducci se centran en el supuesto falso de que entre el hombre y los ángeles existen otros seres debido al poder ilimitado de Dios. Incluso su tesis llega a ser más radical, porque identifica a los ángeles con los extraterrestres. No obstante su argumento es erróneo.

Primero, Dios no puede hacer todo. Como es Santo no puede pecar, mentir, ni engañar. Achacar a su omnipotencia la existencia de aliens es distorsionar su Voluntad desdeñando su Inteligencia y su Amor. Balducci sucumbe al engaño del demonio y olvida que Dios no hace todo lo que puede su voluntad, sino lo que quiere su amor. Además, el peligro moral de su mensaje es inculcar la idea de que los demonios son extraterrestres benévolos, vigilantes y guardianes de la humanidad desde una falsa e inexistente Federación Galáctica. Así que es totalmente falso que la libertad de Dios no tenga límites.

Hay más aun. Esta atención exagerada y unilateral al poder ilimitado de Dios no es de origen cristiano sino pagano y se remonta al plotinismo. Plotino recoge lo Uno de los neopitagóricos, la teología negativa de Filón de Alejandría, se aparta de la teología natural de Aristóteles y del dualismo de los gnósticos del siglo II, y acentúa la absoluta trascendencia de Dios, como la Academia media. Contra Aristóteles el neoplatonismo sostiene que la explicación del ser no procede de abajo hacia arriba sino de arriba hacia abajo, por emanación y participación del primer Uno. La emanación se basa en la idea platónica que lo perfecto funda lo imperfecto. La realidad plena es lo Uno, hasta llegar a las sombras. El Uno es el ente perfectísimo de cuya gracia todo ser vive. Dios es Inteligencia, Libertad y Voluntad. Y así con Plotino surge en la filosofía occidental la metafísica de la Voluntad. Lo Uno no hace nada sin querer, sin amor. Este primado de la voluntad es recogido por Duns Escoto (1266-1308), en Dios están unidas Voluntad y Sabiduría y la voluntad siempre puede afirmar su libertad. En la baja escolástica también lo recoge el nominalismo de Guillermo de Occam. En Dios no hay universales y por eso su voluntad es libre, pero la omnipotencia de su voluntad se atiene al principio de contradicción y al orden que ha elegido para el mundo. No hay universales en Dios, Él sólo crea lo individual. Dios solamente conoce la verdad, el hombre está sólo en posesión de signos. Su nominalismo no es completo porque aun busca la verdad objetiva, afirma la trascendencia de la substancia y la cualidad pero espacio y tiempo son subjetivizados. La doctrina sobre el poder de Dios es doctrina de fe y no un principio de razón. Se descarta el racionalismo de razón y fe y se queda sólo con la fe y la gracia divina. Se abre entonces una intensa polémica porque esto lleva a que en Dios sabiduría y voluntad ya no estén unidas.

También el pensamiento protestante se basa en la idea de la omnipotencia divina y a partir de la cual elabora la doctrina del servo arbitrio. Al pensamiento protestante le es fácil eliminar todo teleologismo porque exagera la trascendencia de Dios dejando al hombre prácticamente sólo con su pecado. La religiosidad protestante lleva a sostener la antinomia entre la libertad divina y la humana. Exagerando la libertad divina no que comprende la libertad humana es relativa y no absoluta. Por tanto, no hay tal exclusión con la libertad divina. Pero el, pensamiento protestante exagera la providencia y omnipotencia de Dios. Esta antinomia de la libertad humana llega a repercutir sobre el filósofo N. Hartmann.

En suma, la exageración del poder ilimitado de Dios tiene un largo precedente en la historia del pensamiento y es el argumento favorito de la teología ufológica, la cual olvida que en el constitutivum metaphysicum de Dios no se trata de saber lo que es realiter, sino solamente lo que es según nuestro intelecto. Pues, ya santo Tomás de Aquino sienta un principio fundamental de toda reflexión teológica: “de Dios no podemos saber nada lo que es, sino sólo lo que no es” (S.T. I, 9. 3 introd.). Pero el misterio cristiano no hace referencia a algo escondido, sino a algo que se que se revela y cuya manifestación más excelsa es la Encarnación y la Redención. El Dios del cristianismo, a diferencia al dios heleno sin amor, viene al hombre con el espíritu de la verdad, que es voluntad infinita subordinada a su inteligencia infinita. Por ello, me pliego a la postura que sostiene que lo constitutivo de Dios no es la voluntad absoluta, porque se llegarían a consecuencias absurdas (“2+2=5”), sino el saber absoluto, al cual se subordina su poder y amor. Esta unidad la olvida el jesuita Corrado Balducci y al sobrestimar el poder divino infinito como agón (impulso) cósmico, coloca incluso a Dios por debajo de éste. Con ello se retrotrae al logos emanatista de los griegos que está por encima de Dios. Si en la esencia del amor antiguo no hay acto de amor sino solamente acto de atracción, en el poder ilimitado de Balducci Dios corre detrás arrastrado por el impulso del su poder infinito. Lo cual es absurdo.

Dios creó la esfera del micromundo, la esfera del macromundo y la esfera espiritual para que el hombre se maraville con su creación, y no lo hizo para engañar, confundir, ni mentir a la humanidad, haciendo, por ejemplo, que p sea no p, ó 5+5 sean 12. La creación de Dios no es un alarde de su infinito poder u omnipotencia, porque lo infinito de Dios es Dios mismo y no su voluntad aislada de él. Y lamentablemente la ufología teológica desde Corrado Balducci, Funes, Consolmagno y O´Meara parten del mismo principio errado de sobreponer la voluntad divina a su omnisciencia y amor. Cuando, por el contrario, en Dios prima el divino Intelecto para hacer que el universo no sea un caótico amasijo de tendencias contrapuestas, sino ordenado según leyes físicas, morales y divinas. El orden del cosmos no es gratuito ni resultado de una ilimitada voluntad, sino resultado de una serena inteligencia que hace las cosas con amor. Y por ello auxilió la razón natural del hombre con la Revelación, y por su intermedio el hombre tiene la certeza que por encima de él están los ángeles y no los ficticios extraterrestres. El único interesado en revertir inútilmente la Revelación y confundir al hombre es el Engañador y no Dios. Así, la gran desgracia del mundo moderno es el odio a Dios y el mundo moderno se complace en haber más fácil la vida material pero más difícil la vida espiritual. En esta honda pérdida del sentido de la vida y del arte de vivir se pierde también el sentido de Dios mismo y pululan toda clase de ideas extraviadas sobre su esencia metafísica. En un mundo donde las cosas se han hecho más grandiosas e importantes, donde solamente triunfa la inteligencia calculadora, se adora la voluntad de poder y el hombre se hace más pequeño e insignificante, se tenía que destacar exageradamente el poder ilimitado de Dios sin importar su amor e inteligencia. Pues es precisamente ese amor e inteligencia divina lo que pone límites a su propia naturaleza omnipotente y no convierte al universo en un pleroma inconsistente y contradictorio.

Para criaturas racionales como nosotros puede parecer más importante el poder infinito de Dios, pero en Dios –según nuestro entendimiento- eso no es así. Ya el texto de Job nos muestra que más grande que el poder infinito del Señor es su libertad creadora y la gratuidad de su amor[4]. También santo Tomás de Aquino, aunque insiste en la incompresibilidad de Dios, admite su predicación por analogía. Y analógicamente se puede decir que en Dios hay ciencia del modo más perfecto[5], de manera que su poder infinito, su libertad creadora y la gratuidad de su amor responden del modo más perfecto a su sabiduría. De modo que en Dios su voluntad increada y su amor gratuito es consecuencia de su entendimiento y no al revés, como algunos piensan. Dios no es amador desbocado ni un poderoso incontenible, sino que responde todo ello a su entendimiento infinito. Dios no quiere de suyo todo lo que puede, o dicho de otra forma, su voluntad y su amor son razonables.

En este sentido la teología ufológica de Corrado Balducci y compañía está basada en graves distorsiones teológicas y conceptuales, en un nominalismo voluntarista que desfigura el constitutivum metaphysicum de Dios, en la falacia de la vastedad y da paso a la creación de otro evangelio y revelación, a todas luces luciferino. Es un ataque profundo del satán a la correcta comprensión salvífica, redentora y soteriológica de Jesucristo, dirigida al sentido común en plena era de la increencia y del auge de la racionalidad técnico-científica.



[1] Toda esta sección que corresponde a los Argumentos está basada en la traducción selectiva de algunos argumentos principales del libro de O´Meara Vast Universe en la versión en inglés hecha por mi amigo Giorgio Piacenza sobre la base de la tableta diseñada por Amazon en sistema Kindle Fire.

[2] Adriano, Forgione. «UFOs and the Vatican». UFO India.

[4] Job 38, 4-38; 40, 4-9; 42, 2.

[5] Cf. Tomás de Aquino, Suma Teológica, cuestión 14, 1.

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