LADISLAO CUÉLLAR-Filósofo/UNMSM
LAS DOS VERTIENTES DEL FILOSOFAR
LATINOAMERICANO
[Lima, edición personal, 2006, pp. 71-72]
Complementando nuestro punto de vista que abona a favor de una
existencia de la filosofía precolombina, Gustavo Flores Quelopana, un intelectual
joven, en su libro Eurocentrismo y filosofía prehispánica. 1999, pp.
9-11), nos dice: “El problema de la posibilidad de la filosofía prehispánica gira
alrededor de tres círculos de ideas, que casi siempre rivalizan entre sí. Primero,
el círculo de ideas de la tradición racionalista occidental, que concibe la filosofía
como un saber basado en la razón y según la cual en la América Precolombina no hubo
filosofía porque no rebasó los límites de una cosmovisión mítico-religiosa.
Segundo, el círculo de ideas de la tradición nativista, que concibe la filosofía
como una sabiduría de la vida y método de reflexión, y según la cual en la
América Precolombina sí hubo especulación filosófica, aunque alegórica y asistemática.
Tercero, el círculo de ideas de la tradición culturalista, que concibe a la
filosofía como un saber que se manifiesta en una multiformidad de sentidos, y
que lo fundamental del dilema no se circunscribe a que, si una probable
filosofía prehispánica no presentó las notas características del pensar occidental,
sino que, previa crítica de la absolutización del criterio eurocéntrico, se
manifiesta como una sabiduría práctica y a la vez teórica, comprometida con el
hombre concreto” (9-11).
Más adelante, Flores Quelopana señala: “La interpretación racionalista
concibe como una vía muerta el pretender que el pensamiento inca o andino
(quechua o aymara) constituye por sí una filosofía (…) El enfoque nativista
afirma, por el contrario, que sí hubo pensamiento filosófico prehispánico, y
como prueba se tienen ideas de moral, religión, teogonía y política del Antiguo
Perú. Suponer lo contrario es negar su deseo natural de saber.
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