Libro publicado en el 2023 es una valiente, amena y lúcida exposición de los diez globócratas que se jactan de haber conquistado el mundo, pero que se han perdido a sí mismos.
Todos son miembros del siniestro Club Bilderberg, menos su desertor Bin Salmán.
Musk (Tesla, Twitter, Neuralink) ebrio de poder sueña con colonizar Marte. Bezos (Amazon) no sólo quiere colonizar la Luna, sino también vencer a la muerte y lograr la inmortalidad con la biotecnología. Gates (Microsoft) obsesionado con la disminución de la población mundial, la eugenesia, quiere tapar el Sol, y está implicado en el escándalo de las dudosas vacunas contra el Covid. Zukerberg (Facebook, Meta) busca sustituir el mundo real por la virtual Meta, manipular el genoma humano y acabar con las enfermedades.
Bin Salmán (Aramco) que hace temblar a las élites globalistas haciendo negocios con China en yuanes, adhiriéndose a los BRICS y buscando acabar con la gobernanza mundial de EEUU. Fink con Black Rock es el administrador de los capitales más grandes del mundo y su ingeniería financiera no se detiene ante nada, ni siquiera las guerras. Page y Brin (Google) partidarios del totalitarismo del pensamiento único, censuran en Youtube los contenidos a su discreción, buscan revertir la muerte y el envejecimiento. Buffett es el especulador financiero más exitoso de la élite globalista, partidario de la eugenesia junto a su amigo Bill Gates.
Soros (Quantum) es el más más tenebroso, avezado y psicópata de todos, gestor de la alianza entre la izquierda y el gran capital, promotor del feminismo, el LGTB*+, la migración, las revoluciones de color, el aborto y el totalitarismo financiero. Murdoch (Fox) es el magnate de los medios de comunicación, encabeza la plutocracia mundial de la cultura, maneja los titulares de los medios del planeta, busca imponer un relato único, obsesionado con el control de la opinión pública, le divierte poner y quitar presidente mediante el control ideológico de la información.
Como vemos la élite globalista se le emprende contra la Naturaleza. Todos están detrás de la dominación mundial y el terrorismo mediático. Son unos pobres infelices, verdaderos monstruos de la manipulación de conciencias, que conquistan el mundo a costa de perderse a sí mismos.
El mensaje final de Cristina Martín Jiménez es que el darse cuenta de que estos dioses devenidos en bestias es el punto de partida de haber vencido su siniestra guerra psicológica contra el ciudadano y el hombre.
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