lunes, 1 de diciembre de 2025

Guerra y propaganda en tiempos de independencia. Luces y sombras de la prensa política de Lima, Buenos Aires y Santiago de Chile (1810-1822)

 

La obra Guerra y propaganda en tiempos de independencia. Luces y sombras de la prensa política de Lima, Buenos Aires y Santiago de Chile (1810-1822) de Daniel Morán se inscribe en el campo de la historia cultural y política de las independencias sudamericanas, proponiendo como tesis central que la prensa fue un actor fundamental en la construcción de legitimidades, en la difusión de idearios y en la configuración de imaginarios colectivos durante los años iniciales de la emancipación. Morán sostiene que los periódicos no fueron meros transmisores de noticias, sino instrumentos de guerra y propaganda que acompañaron, reforzaron y en ocasiones sustituyeron la acción militar, convirtiéndose en un espacio de confrontación ideológica donde se libraba una batalla paralela a la de los ejércitos.

Entre los principales aportes de la obra destaca su enfoque comparativo, que permite observar las dinámicas de la prensa en tres ciudades clave del proceso independentista: Lima, Buenos Aires y Santiago. Este contraste ilumina tanto las similitudes en el uso de la propaganda como las diferencias derivadas de contextos políticos específicos. Asimismo, el autor rescata la dimensión cultural de la independencia, mostrando cómo los periódicos contribuyeron a la formación de identidades nacionales y a la legitimación de proyectos políticos diversos, desde los republicanos hasta los monárquicos. Otro aporte relevante es la atención a las “luces y sombras” de la prensa: por un lado, su capacidad de movilizar, educar y difundir ideas emancipadoras; por otro, su tendencia a la manipulación, la censura y la exclusión de voces populares, lo que revela la ambivalencia de un medio que podía ser emancipador y opresivo a la vez.

Sin embargo, la principal crítica que se le puede formular a la obra es que, al privilegiar la propaganda como eje interpretativo, corre el riesgo de sobredimensionar el papel de la prensa frente a otros factores decisivos de la independencia. La circulación de periódicos estaba restringida a sectores letrados y urbanos, lo que limitaba su alcance en sociedades mayoritariamente analfabetas. Además, la legitimidad de los proyectos políticos dependía en gran medida de la coyuntura militar: las victorias y derrotas en el campo de batalla tenían un impacto inmediato y tangible que la propaganda no podía sustituir. A ello se suman las tensiones sociales y económicas —desigualdades de clase, raza y género— que escapaban al control de los impresores y redactores, y que condicionaban la recepción y eficacia del discurso propagandístico. En este sentido, la obra ilumina con gran detalle la dimensión discursiva de la independencia, pero deja en segundo plano la interacción entre propaganda y realidad material, lo que puede dar la impresión de que la emancipación se explica casi exclusivamente por la batalla de las ideas.

En conclusión, el libro de Daniel Morán constituye una contribución valiosa al estudio de la independencia latinoamericana al situar la prensa como un campo de batalla ideológico y cultural, ofreciendo un análisis comparativo y matizado de sus luces y sombras. No obstante, su énfasis en la propaganda invita a reflexionar sobre los límites de esta frente a la realidad política, social y militar de la época, recordándonos que la independencia fue tanto una guerra de palabras como una guerra de ejércitos y movilizaciones populares.

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