Reforma o Revolución: El pensamiento criollo e indígena
en la forja de la independencia
PRIMER DIÁLOGO
Escolástica, libertad y crisis del pensamiento
moderno: diálogo entre Olea, Aguilar, Avendaño y Medrano
Este primer diálogo reúne las voces de cuatro
grandes pensadores del neotomismo virreinal en el Perú. Nicolás de Olea, José
de Aguilar, Diego de Avendaño y Juan de Espinoza Medrano debaten sobre la
ontología, la relación entre la libertad humana y la providencia divina, la
evangelización en América y la amenaza del pensamiento moderno. A través de su
conversación, se pone de manifiesto la tensión entre tradición y modernidad,
entre la metafísica escolástica y el avance del racionalismo europeo.
Cada sección del diálogo aborda un eje temático que
permite explorar la profundidad de su pensamiento y el impacto de sus ideas en
la sociedad colonial. En este intercambio de ideas, se plantea una defensa de
la verdad filosófica frente a los peligros del relativismo, el nominalismo y la
disolución del orden metafísico clásico.
1. Ontología y metafísica: la materia, la
existencia y la verdad
La conversación inicia con Nicolás de Olea, quien
expone su teoría sobre la materia prima como principio de transformación
sustancial. Olea, influenciado por la escolástica aristotélico-tomista, plantea
que la materia y la forma no son opuestos absolutos, sino complementarios en el
proceso de generación. Juan de Espinoza Medrano interviene, pero no para
debatir sobre física o cosmología, sino para advertir sobre el peligro que
representa el nominalismo en la crisis del pensamiento europeo.
Olea: “La
materia prima es la potencia fundamental de la transformación. No podemos
seguir creyendo que el universo es estático, sino que debe verse como algo en
constante actualización. La materia no es sólo receptora de la forma, sino que
tiene cierta autonomía.”
Medrano:
“Pero aquí radica el problema de la modernidad: si reducimos el ser a
categorías físicas y prescindimos del fundamento ontológico, el pensamiento
termina desgajándose en un relativismo mortal. La crisis nominalista en Europa
ha puesto la existencia al servicio del pensamiento. ¡No podemos permitirlo!”
Aguilar:
“La filosofía escolástica debe integrar el progreso sin perder su esencia.
Olea, entiendo tu planteamiento, pero Medrano tiene razón en su advertencia.
¿Dónde queda la realidad última si desplazamos la metafísica en favor de una
interpretación que privilegia la epistemología sobre la ontología?”
Avendaño:
“Más aún, si aceptamos que el ser depende del pensamiento, ¿qué impide que la
justicia misma se vea reducida a un juego de percepciones y manipulaciones? No
sólo estamos discutiendo conceptos, sino el futuro de la sociedad colonial.”
2. Libertad y determinismo: la voluntad humana y la
providencia divina
La discusión gira hacia la cuestión del libre
albedrío y la omnisciencia divina. José de Aguilar introduce el concepto de los
futuribles en la ciencia media de Molina, donde Dios conoce todas las posibles
elecciones humanas sin determinar su resultado. Diego de Avendaño reflexiona
sobre la relación entre esta doctrina y la administración de justicia en el
Virreinato.
Aguilar:
“Dios no impone la voluntad al hombre; en cambio, coopera con su libertad. Los
futuribles condicionados muestran que Dios conoce lo que elegiríamos en cada
circunstancia posible, pero no nos fuerza a decidir. ¿No es esto la perfecta
armonía entre providencia y autonomía?”
Avendaño:
“Concuerdo contigo, Aguilar. Y sin embargo, si aceptamos la libertad del
hombre, esto tiene implicaciones en la sociedad. No podemos justificar la
esclavitud ni la mita, pues sería negar el derecho natural de los pueblos
originarios.”
Medrano:
“Pero aquí radica el error de la modernidad: creer que la libertad humana puede
desligarse de la verdad metafísica. Si todo es posible, si todo depende de
condiciones externas, el hombre se vuelve vulnerable ante las manipulaciones
del poder.”
Olea: “No
obstante, Medrano, la realidad no puede reducirse a conceptos fijos. La materia
misma nos muestra que el cambio es inherente a la existencia. Así como el
universo no es un bloque inmóvil, tampoco el pensamiento debe estancarse.”
3. Evangelización y política virreinal: ¿religión o
imposición?
Ahora el diálogo se enfoca en la labor
evangelizadora en América. Aguilar, más moderado, defiende una evangelización
sin violencia, mientras que Avendaño se pronuncia contra las prácticas brutales
de extirpación de idolatrías. Medrano, en su visión crítica del nominalismo,
argumenta que la crisis del pensamiento europeo contribuyó a justificar estos
abusos.
Aguilar:
“La evangelización no puede ser imposición. La fe debe ser propuesta de manera
que el indígena decida libremente. Forzar la conversión es traicionar la
enseñanza cristiana.”
Avendaño:
“Sin embargo, las estructuras coloniales continúan oprimiendo a los pueblos
originarios. La doctrina debe aplicarse en la justicia: condeno la esclavitud,
pero también el tributo obligatorio para los indios en la mita.”
Medrano:
“La crisis de pensamiento que afecta a Europa ha facilitado la dominación
colonial. Si la verdad es relativa, entonces el poder puede redefinirla a su
conveniencia. La evangelización debería ser una guía para la dignidad, no una
excusa para la opresión.”
Olea:
“Pero ¿cómo transformar una estructura tan arraigada en el Virreinato? Si los
gobernantes no reconocen estos principios filosóficos, ¿cómo podemos esperar
justicia?”
4. Crisis filosófica y el avance de la ciencia
moderna
El diálogo culmina en un debate sobre el impacto
del racionalismo y la ciencia experimental en el pensamiento escolástico. Olea
propone una conciliación entre escolástica y ciencia, mientras que Medrano
advierte sobre los riesgos de la pérdida de fundamentos ontológicos. Aguilar y Avendaño
buscan un punto medio, aceptando la necesidad de evolución sin sacrificar la
verdad.
Olea: “La
filosofía debe evolucionar con la ciencia. No podemos ignorar los avances en
astronomía y física. Debemos integrar conocimiento moderno sin perder nuestra
esencia.”
Medrano:
“Pero el peligro es evidente: si dejamos que la razón humana se convierta en
fundamento absoluto, la metafísica quedará desplazada. Ya vemos cómo el
nominalismo relativista ha destruido certezas filosóficas en Europa.”
Aguilar:
“Quizá la solución no sea rechazar el conocimiento moderno, sino asegurarnos de
que no contradiga la enseñanza cristiana. La razón y la fe pueden coexistir.”
Avendaño:
“Además, aplicar este equilibrio en la justicia es clave. Sin una filosofía que
respalde la dignidad humana, la razón se convierte en un instrumento para el
poder, no en una herramienta para la verdad.”
Conclusión
Este diálogo muestra cómo estos cuatro pensadores
abordaban los desafíos filosóficos, teológicos y políticos de su tiempo. Olea
busca integrar ciencia y metafísica, Aguilar defiende el libre albedrío,
Avendaño promueve la justicia social y Medrano advierte sobre los peligros del
relativismo. Juntos reflejan el neotomismo virreinal y su lucha por la verdad
en un tiempo de cambios.
SEGUNDO DIÁLOGO
La Ilustración y su impacto en América: Ciencia,
Filosofía
y Reforma
Escena: Un salón de debates en Lima. Es una noche
de discusión en el siglo XVIII, en una mesa de madera iluminada por
candelabros. Los cinco pensadores más influyentes del Virreinato intercambian
ideas sobre el rumbo del conocimiento y la sociedad en América.
1. Razón, cálculo y belleza: La tensión entre el
barroco y la ilustración
Peralta
Barnuevo: “La belleza no es opuesta a la razón, sino su reflejo. El arte no
debe ser mero embellecimiento vacío, sino un vehículo para la verdad. Mi obra
busca unir la grandiosidad del barroco con el rigor del pensamiento racional.”
Llano
Zapata: “Pero la razón no debe perderse en la ornamentación. La Ilustración
exige claridad y precisión. No podemos permitir que el gongorismo barroco
diluya el impulso científico que el Perú necesita.”
Celis: “La
poesía no es enemiga del conocimiento. En mi Filosofía de las Costumbres,
demuestro que la razón y la estética pueden caminar juntas. El peligro radica
en los libertinos que tergiversan la filosofía para justificar el desenfreno.”
Bueno:
“Concuerdo en que el lenguaje debe ser claro, pero también que la razón no
puede apartarse de la fe. La física newtoniana nos da herramientas para
entender la naturaleza, pero no puede sustituir la verdad divina.”
Chávez de
la Rosa: “La claridad es esencial, pero el conocimiento también debe estar al
servicio de la moral y la justicia. La razón debe elevar al hombre, no
desviarlo de la virtud.”
2. Ciencia y religión: Newton en el Virreinato
Bueno: “La
doctrina de Newton marca un antes y un después en la comprensión del cosmos. La
física moderna nos da una nueva forma de leer el universo. Sin embargo, nunca
debe separarse de la metafísica, porque el orden del mundo es reflejo de la
voluntad divina.”
Celis: “Exactamente.
Newton ha cambiado la manera en que vemos la naturaleza, pero esto no implica
que Dios quede fuera de nuestra comprensión del mundo. En la colonia, la
ciencia sigue al servicio de la verdad teológica.”
Llano
Zapata: “La ciencia debe avanzar sin miedo. Newton, Copérnico, Galileo… todos
han roto con dogmas antiguos. ¿Por qué tememos tanto el progreso? La educación
debe liberar la mente, no aprisionarla en viejas disputas.”
Peralta
Barnuevo: “Pero la educación no es una ruptura, sino una evolución. Mi trabajo
busca incorporar el pensamiento científico sin abandonar la tradición
cristiana. El Perú no puede ser un simple reflejo de Europa. Debe construir su
propio camino.”
Chávez de
la Rosa: “La ciencia sí, pero la educación moral jamás debe perderse. No
podemos formar sabios que carezcan de principios. La reforma eclesiástica debe
ir de la mano con el desarrollo intelectual.”
3. Reforma educativa y transmisión del conocimiento
Llano
Zapata: “Hemos hablado mucho de ideas, pero ¿qué hemos hecho en la práctica? La
educación en el Perú sigue dominada por el escolasticismo rígido. Yo propuse
una Academia de Ciencias y una Biblioteca Pública, pero ¿dónde están?”
Peralta
Barnuevo: “Hay resistencias al cambio, pero no debemos rendirnos. En mi tiempo
como rector de San Marcos, impulsé el estudio de la ciencia y las matemáticas,
buscando modernizar la enseñanza.”
Celis:
“Los colegios y universidades tienen que renovarse, pero con prudencia. Hay
doctrinas peligrosas que buscan minar la moral del pueblo. La educación no debe
ser solo técnica, sino también ética.”
Bueno: “La
ciencia debe ser enseñada con rigor, pero sin abandonar la cosmovisión
cristiana. En mi labor como Cosmógrafo Mayor, promoví el estudio de la
medicina, las matemáticas y la astronomía dentro de un marco moral.”
Chávez de
la Rosa: “La educación es clave, pero si los colegios y seminarios no inculcan
principios, de nada sirve el conocimiento. Por eso reformé el Seminario de San
Jerónimo: los futuros sacerdotes deben ser verdaderos guías espirituales, no
solo eruditos.”
4. Justicia social y el regalismo borbónico
Peralta
Barnuevo: “El rey debe ser el garante del orden y la justicia. Sin embargo, el
sistema colonial ha generado desigualdades que requieren solución. Las riquezas
del Perú no pueden ser meros tributos para la Corona.”
Bueno:
“Exacto. He estudiado las enfermedades del pueblo y la pobreza que los aqueja.
La ciencia no solo debe servir para el conocimiento, sino también para mejorar
la calidad de vida de los peruanos.”
Llano
Zapata: “La administración colonial está llena de corrupción. Los indígenas y
criollos merecen oportunidades reales, pero aún estamos atados a estructuras
rígidas. Es urgente una reforma más profunda.”
Celis: “La
reforma sí, pero sin radicalismos. La estabilidad del reino es fundamental. No
podemos caer en el caos por el afán de cambio.”
Chávez de
la Rosa: “El problema no es solo económico, sino moral. Sin justicia, la
sociedad se desmorona. En mi tiempo como obispo, enfrenté los excesos
eclesiásticos porque el clero debe ser ejemplo de rectitud.”
Conclusión
El diálogo
entre estos pensadores muestra la riqueza del pensamiento ilustrado en el
Virreinato del Perú. Cada uno de ellos aporta una perspectiva única, desde la
visión estética de Peralta, el rigor científico de Bueno, la crítica educativa
de Llano Zapata, la defensa moral de Celis y el reformismo eclesiástico de Chávez
de la Rosa. Juntos construyen un panorama de ideas que revela cómo la
Ilustración en América buscó integrar la ciencia, la educación y la fe en una
sociedad que se preparaba para el cambio.
TERCER DIÁLOGO
Revolución, reforma y soberanía: El debate entre el
pensamiento indígena y criollo en la independencia del Perú
Escena: En una mesa extensa, iluminada por
candelabros, se reúnen los grandes pensadores que marcaron el final del
Virreinato del Perú y el inicio de la independencia. La conversación gira en
torno al destino del país y la lucha por la emancipación.
1. Independencia: ¿ruptura o reforma?
Túpac
Amaru II: “No deseo la caída del rey de España, sino que el gobierno del
Virreinato se transforme en uno justo. Los indígenas han sido explotados, y es
mi deber como hijo del Perú exigir el fin de la mita y de los abusos de los
corregidores. Si el monarca escucha nuestras súplicas, podremos vivir en paz.”
Rodríguez
de Mendoza: “La independencia es necesaria, pero el camino pasa por la
educación y el despertar de la conciencia criolla. La reforma de San Carlos
buscó sembrar los principios de libertad en las mentes de los jóvenes, formando
dirigentes capaces de conducir el país.”
Baquíjano
y Carrillo: “La independencia debe ser un proceso racional. No podemos destruir
el orden sin construir antes una alternativa estable. España ha cometido
abusos, sí, pero aún puede gobernar con justicia si adopta reformas
ilustradas.”
Viscardo y
Guzmán: “La verdadera traición de España ha sido su absolutismo. Nos ha tratado
como colonias explotadas, sin derecho a decidir nuestro destino. La
independencia es nuestro derecho, pero debe construirse con orden, no con
caos.”
Morales
Duárez: “Las Cortes de Cádiz demostraron que el camino está en la monarquía
constitucional, donde la soberanía reside en la nación. Pero si España se niega
a reconocer el derecho de los americanos, la ruptura será inevitable.”
Unanue:
“Antes de pensar en independencia, debemos preguntarnos quiénes gobernarán el
país. El Perú no puede quedar en manos de la ignorancia. La ciencia, la
educación y la identidad nacional son claves para nuestro futuro.”
Túpac
Amaru II: “Pero la Corona nos ha dado la espalda. He pedido justicia y he sido
ignorado. No podemos esperar más: si el gobierno no cambia, entonces el Perú
debe tomar su destino en sus propias manos.”
2. El rol de la élite criolla y los indígenas
Túpac
Amaru II: “En mi lucha, los indígenas han sido el corazón del movimiento. No
quiero la guerra entre criollos e indios, sino la unión de los nacidos en estas
tierras bajo un gobierno justo. Si los criollos desean la independencia, ¿por
qué no consideran también la justicia para los indígenas?”
Baquíjano
y Carrillo: “El problema es que el indígena aún no está preparado para
gobernar. Necesita educación, cristianización y civilización antes de asumir
responsabilidades en la república.”
Rodríguez
de Mendoza: “Ese pensamiento es lo que ha perpetuado la injusticia. Si la
independencia no integra a todos los ciudadanos, entonces no será una verdadera
transformación. La educación es el camino para construir igualdad.”
Unanue:
“La cultura y la identidad deben ser promovidas, pero es cierto que la
estructura de gobierno debe mantenerse estable. El progreso depende del orden.”
Viscardo y
Guzmán: “Si América sigue bajo la autoridad de los europeos, nunca será libre.
El indígena y el criollo deben formar una nación unida, sin distinción entre
los nacidos en estas tierras.”
3. Ciencia, religión y nacionalismo
Unanue:
“El clima, la geografía y el paisaje del Perú nos han dado identidad. No somos
inferiores a los europeos, como algunos afirman. La ciencia nos permitirá
conocer nuestro país y construir una nación sólida, basada en el conocimiento.”
Viscardo y
Guzmán: “La libertad no es solo política, sino espiritual. España ha impuesto
su modelo, pero el cristianismo verdadero no es opresión, sino justicia.
Debemos restaurar el sentido puro del evangelio.”
Morales
Duárez: “La religión y la moral son pilares fundamentales. Sin principios, una
nación se derrumba. La independencia debe construirse sobre valores, no solo
sobre ideales políticos.”
Rodríguez
de Mendoza: “La ilustración nos ha enseñado que el conocimiento es la base de
la emancipación. La educación debe ser el motor del Perú, sin abandonar nuestra
tradición.”
4. Modelos de gobierno: República vs. Monarquía
Túpac
Amaru II: “En un comienzo no buscaba la ruptura con el rey, pero ¿cómo esperar
justicia de un monarca que nos ha despreciado? Si el gobierno colonial no nos
reconoce como iguales, entonces el pueblo peruano debe asumir su propio
destino. No necesitamos una monarquía extranjera, sino recuperar nuestro propio
gobierno.”
Baquíjano
y Carrillo: “España puede adoptar una monarquía constitucional, donde los
derechos de los peruanos sean respetados sin necesidad de una ruptura total.”
Viscardo y
Guzmán: “La independencia sí, pero con orden. Un gobierno estable basado en
leyes justas será mejor que el caos de una revolución.”
Morales
Duárez: “Las Cortes de Cádiz demostraron que el poder puede residir en el
pueblo sin destruir la estructura política. La república es una opción, pero la
monarquía constitucional también puede funcionar.”
Rodríguez
de Mendoza: “Si el pueblo no tiene voz, la independencia es una farsa. Debemos
luchar por un sistema que realmente represente a los ciudadanos, no por un
gobierno impuesto desde arriba.”
Conclusión
El debate
entre estos pensadores revela las profundas diferencias sobre el destino del
Perú. Túpac Amaru II inicia como reformista, pero al ser ignorado por la
Corona, adopta una postura más radical hacia la independencia. Baquíjano,
Viscardo y Morales Duárez buscan una independencia moderada y constitucional. Rodríguez
de Mendoza representa el puente entre educación y emancipación, y Unanue aporta
la visión científica de la identidad nacional. Juntos, estos pensadores
construyen el pensamiento crítico que guió la independencia del Perú.
DIÁLOGO FINAL
El destino del Perú: reforma, revolución y
construcción de la independencia
Escena: En una gran sala iluminada por candelabros,
se reúnen los grandes pensadores que marcaron el Virreinato y la independencia
del Perú. A medida que la conversación avanza, se confrontan ideas sobre
reforma, revolución, ciencia, religión y el futuro de la nación.
1. ¿Reforma o ruptura?
Peralta
Barnuevo: “El Virreinato necesita modernizarse. La ciencia, el cálculo y la
razón pueden mejorar la administración colonial sin necesidad de una ruptura
total con España.”
Cosme
Bueno: “Las reformas científicas y educativas son la clave del progreso. Sin
embargo, el conocimiento debe ir acompañado de justicia. De nada sirve el saber
si el pueblo sigue oprimido.”
Llano
Zapata: “No basta con mejorar la administración. La independencia es
inevitable, porque el sistema colonial es estructuralmente injusto. El poder
debe residir en quienes realmente comprenden la realidad americana.”
Isidoro de
Celis: “Pero debemos evitar el caos. La educación y las reformas deben ser
graduales. ¿Podemos realmente construir una nueva nación sin caer en la
anarquía?”
Chávez de
la Rosa: “El problema no es solo político, sino moral. La corrupción y la
desigualdad han desangrado el país. La independencia no debe ser solo una
cuestión de gobierno, sino de justicia y orden.”
Túpac
Amaru II: “Al principio, solo quise justicia para los indígenas, pero la
indiferencia de España me demostró que el cambio debía ser radical. Si el rey
nos ha dado la espalda, debemos tomar el destino en nuestras manos.”
Rodríguez
de Mendoza: “La educación es el arma más poderosa para liberar a un pueblo. No
podemos simplemente destruir el sistema sin antes preparar a quienes liderarán
la nueva nación.”
Baquíjano
y Carrillo: “La independencia es necesaria, sí, pero sin destruir la estructura
política. Una monarquía constitucional permitiría establecer una nueva relación
con España.”
Unanue: “El
Perú necesita orden y conocimiento. La ciencia y la educación deben guiar
nuestro camino, pero la soberanía es la única manera de desarrollarnos sin
depender de los intereses europeos.”
Viscardo y
Guzmán: “La independencia debe construirse sobre bases cristianas. No podemos
repetir los errores de la monarquía absoluta, pero tampoco debemos caer en el
fanatismo revolucionario.”
Morales
Duárez: “Las Cortes de Cádiz demostraron que el poder puede residir en la
nación sin necesidad de destruir la monarquía. Pero si España no reconoce
nuestros derechos, no queda más opción que la ruptura.”
2. La identidad nacional y el rol de la ciencia
Peralta
Barnuevo: “El Perú debe reconocer su grandeza. Desde la literatura hasta la
astronomía, nuestra identidad se construye a partir del conocimiento.”
Cosme
Bueno: “La ciencia no solo define nuestra identidad, sino también nuestras
capacidades para gobernarnos. No somos inferiores a Europa. Nuestro territorio
tiene recursos y nuestra gente tiene talento.”
Llano
Zapata: “Es cierto, pero el conocimiento debe aplicarse a la construcción de un
gobierno justo. Si seguimos la lógica europea sin adaptar nuestro pensamiento a
la realidad americana, estaremos perdiendo nuestra oportunidad.”
Unanue:
“Nuestro clima, nuestro suelo, nuestra gente, todo lo que nos rodea nos hace
únicos. La ciencia debe ser usada para fortalecer la identidad nacional y
entender nuestro país como una nación independiente.”
Viscardo y
Guzmán: “Pero el conocimiento sin principios morales es peligroso. La ciencia
puede iluminar la razón, pero la religión debe guiar el espíritu del pueblo.”
3. Justicia, religión y política
Chávez de
la Rosa: “Sin justicia, la independencia será una farsa. La nueva nación no
puede basarse solo en un cambio de poder. Debemos erradicar la corrupción y
fortalecer la moral.”
Isidoro de
Celis: “Pero debemos ser cautelosos. Si la independencia se basa únicamente en
ideas ilustradas sin fundamentos espirituales, perderemos el equilibrio entre
razón y fe.”
Baquíjano
y Carrillo: “La religión y el gobierno deben caminar juntos. España nos ha
dejado una tradición cristiana, y esa misma tradición puede guiarnos hacia una
nueva era sin necesidad de destruirlo todo.”
Rodríguez
de Mendoza: “Pero la fe no debe ser un obstáculo para el pensamiento libre. Si
queremos un país verdaderamente independiente, debemos dejar atrás los dogmas
que impiden el progreso.”
Morales
Duárez: “Las Cortes de Cádiz intentaron conciliar el liberalismo con el
cristianismo. Creo que podemos crear una nación donde la libertad y la moral
convivan sin enfrentarse.”
Túpac
Amaru II: “Mi lucha nació de la injusticia. No quiero una guerra de fe, pero si
la religión se usa para oprimir, entonces debemos replantearnos nuestra
relación con ella.”
4. Modelos de gobierno: República, Monarquía
o Restauración Incaica
Túpac
Amaru II: “Nuestra tierra no necesita un rey extranjero. El gobierno debe
pertenecer a quienes han nacido aquí. La restauración del gobierno inca no
sería un retorno al pasado, sino una forma de asegurar que el pueblo tome el
poder.”
Baquíjano
y Carrillo: “Debemos mantener la estabilidad. La independencia puede lograrse
sin destruir completamente la monarquía. Una monarquía constitucional
permitiría una transición más segura.”
Viscardo y
Guzmán: “La independencia sí, pero con orden. Un gobierno estable basado en
leyes justas será mejor que el caos de una revolución.”
Morales
Duárez: “Las Cortes de Cádiz demostraron que el poder puede residir en el
pueblo sin destruir la estructura política. La república es una opción, pero la
monarquía constitucional también puede funcionar.”
Rodríguez
de Mendoza: “Si el pueblo no tiene voz, la independencia es una farsa. Debemos
luchar por un sistema que realmente represente a los ciudadanos, no por un
gobierno impuesto desde arriba.”
Unanue:
“Lo importante no es si es monarquía o república, sino que el Perú tenga un
gobierno basado en el conocimiento, el orden y la justicia.”
Conclusión
Este Diálogo
Final reúne las tensiones intelectuales de una era. Los ilustrados buscan el
progreso a través del conocimiento, los reformistas desean cambios graduales, y
los revolucionarios piden una transformación total.
Túpac
Amaru II representa la lucha indígena contra la injusticia. Rodríguez de
Mendoza y Morales Duárez abogan por una transformación política basada en la
educación y la institucionalidad. Baquíjano y Carrillo y Viscardo y Guzmán
proponen una independencia ordenada dentro de una monarquía constitucional. Unanue,
Bueno y Llano Zapata destacan el papel de la ciencia y la identidad nacional en
la construcción de la república. Chávez de la Rosa y Celis insisten en la
importancia de la moral y la religión como pilares del nuevo gobierno.
Así, el
Perú se debate entre la evolución y la revolución, entre la estabilidad y la
transformación, entre la razón y la fe. La independencia no será solo una lucha
militar, sino una batalla de ideas.
Post Data.- Los presentes diálogos han sido elaborados sobre la base del contenido del Tomo II de mi libro "El Espíritu de la Filosofía Peruana Virreynal"
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