ESENCIA TEOLÓGICA Y FILOSÓFICA
DE LA CARTA A LOS ROMANOS
La salvación
por gracia mediante la fe es la esencia fundamental de la Carta del Apóstol
Pablo a los Romanos. Esta esencia contiene un doble significado -teológica y
filosófica- que ha resultado fundamental para la doctrina cristiana. Veamos su
contenido.
Esencia
teológica:
1. Todos los
hombres son pecadores y están destituidos de la gloria de Dios, pero son
justificados gratuitamente por la gracia de la Redención de Cristo Jesús. La
Justificación es por Fe.
2. Cristo
ofrece la salvación a todos los que le invocan, sin distinción de razas, clases
sociales, culturas y pueblos. El pecado y la salvación son universales.
3. Estar en
Cristo es vivir según el Espíritu y no la carne. Esto es la Vida en el
Espíritu.
4. Dios elige
su pueblo con propósito soberano y la salvación es parte de su plan eterno. Elección
y predestinación.
Esencia
filosófica:
1. La
condición humana es lábil, proclive al mal y busca salvación por la vía
espiritual.
2. Por la
razón natural el hombre distingue el bien y el mal, pero dicho conocimiento no
le es suficiente para dominar sus pasiones. El hombre necesita de la gracia
sobrenatural divina para redimirse. Y esto lo consigue en Cristo.
3. La ética y
la moral cristiana es una exhortación a subsumir la carne al espíritu, lo
corporal a lo espiritual, ofrecer el cuerpo como sacrifico vivo, amar al prójimo
-incluso al enemigo-, y vivir en paz y armonía con los demás.
Frases
paradigmáticas:
“Como el
pecado entró al mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte
pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Rom. 5:12).
“Cuando el
pecado abundó, sobreabundó la gracia” (Rom. 5:20).
“No hago el
bien que quiero, sino el mal que no quiero” (Rom. 7:19).
“Ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a
la carne, sino conforme al espíritu” (Rom. 8:1).
“Insondables
son sus juicios, inescrutables son sus caminos” (Rom. 11: 33).
Conclusión:
La salvación
por gracia mediante la fe es en definitiva el reconocimiento de que la
condición humana no se justifica por sí misma, sino que como criatura finita se
justifica por la gracia de su Creador. Lo que supone humildad, confianza y
espiritualidad. Todo lo cual tiene como trasfondo metafísico el sentido
multívoco del ser, o sea, la distinción entre ser finito y ser infinito.
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